¿Amor o maldición? Capítulo 8
El conde decide hacer un repentino viaje a Londres acompañado de varios de sus sirvientes, pero no les quiere decir qué harán en Londres. Mientras, los sirvientes que se quedan en la mansión no pierden el tiempo...
Hola, soy Johnatan Hamilton, y como de costumbre, seré su anfitrión en este relato, antes de comenzar, como de costumbre, aquí tienen el mensaje del autor:
Cómo pasa el tiempo, 8 capítulos ya… no pensé que llegaría ni al tres… Pero ya me véis, mejorando poco a poco. Pronto esta historia llegará a su fin, puede que no para siempre, pero dentro de poco, la dejaré de lado. Mientras tanto, disfrutad de los capítulos que quedan. No os entretengo más, espero que os guste el capítulo 8.
Capítulo 8: A historical day: Este mayordomo sale de casa
La familia del conde de Bentley estaba pensando en ingresarlo en un hospicio, repudiando de él y abandonándolo, pero el conde tenía pensado escapar a la mansión de campo de sus difuntos padres.
El joven cogió un carruaje, y haciendo gala de una capacidad de conducción pésima, se perdió en el bosque. Pero un leñador que pasaba por allí, le vio y decidió indicarle el camino a la mansión.
-¿Cómo te llamas, chico?-preguntó el leñador.
-Albert, señor-dijo el conde-soy el hijo de los dueños de la mansión Bentley.
-Ah...oí que murieron hace años, siento mucho tu pérdida-dijo el leñador un poco triste.
-Gracias…-respondió el conde con aire melancólico.
Finalmente, llegaron a la mansión y le conde le dio un poco de dinero que sus padres dejaban allí para emergencias. Entonces, el leñador siguió con su camino y el conde se instaló en su viejo hogar.
Ya estaba oscureciendo, así que el amable leñador volvió a su humilde morada en el bosque, cuando llegó la puerta estaba abierta. Algo raro, ya que Susan, su mujer, solía tenerla cerrada para que no entraran animales salvajes. Al entrar, el comedor estaba hecho todo un desastre, la mesa estaba contra la pared, los platos estaban hechos añicos por toda la habitación, la comida estaba por el suelo…
-¡Susan! ¡Susan!-gritó el leñador intentando llamar a su mujer.
Pero de repente, la puerta se cerró tras de sí, y el fuego de la chimenea se encendió, de entre el fuego, un cuervo salió y se tiró sobre su cara, picoteándosela y arrancándole la piel. Al cabo de unos minutos, Jim, el pobre leñador estaba muerto y el cuervo, satisfecho, recitó su ya habitual frase:
NEVER MORE (NUNCA MÁS)
Hoy es cuando nos vamos a Londres, estamos en el comedor esperando a que Johnatan nos diga quién se queda y quién se va, como su señor le doy permiso para que tome esas decisiones, ya que a mí, realmente no me importa.
-Bien, entonces iremos a Londres: el señor, Chippy, Kitty, Cathy y yo. Tweety, Eaglon y Deborah os quedaréis cuidando de la mansión, ¿entendido?-dijo el mayordomo sonriendo.
-¡Si, señor!-dijo Tweety en voz alta, esperando que los otros dos hicieran lo mismo.
-Cómo sea…-respondió Eaglon, de malas pulgas, pues estaba recién levantado.
-No es que me apetezca pasar el día con dos gordos como vosotros… pero bueno…-dijo Deborah arrogantemente.
-Grr… ¡¿A quiénes llamas gordos, víbora?!-gritó Eaglon de mal humor.
-¡¿Cómo que víbora?! ¿Quieres que te arranque la piel a tiras?-respondió Deborah a la defensiva.
-Vamos, vamos, no os peleéis-dijo Tweety intentado mediar.
-Bueno, pues nosotros nos vamos ,miau, bye, bye-dijo Kitty despidiéndose de los otros.
Hemos dejado a esos dos peleándose, pero sus tareas son dentro y fuera de la mansión así que no creo que tengan que verse mucho, además hoy no tengo tiempo para peleas entre sirvientes, debo concentrarme en mi objetivo.
Como mayordomo, debo ser capaz de llevar cualquier situación. Me llevo a las hermanas miau -miau porque son de las más problemáticas y así podré vigilarlas y me llevo al crío para que aprenda a conducir a los caballos, y así sirva de chófer, pero… ahora que lo pienso… el señor todavía no me ha dicho por qué vamos a Londres… será mejor que le pregunte.
-¿Y para qué dice que vamos a Londres, señor?-preguntó el mayordomo, pues su amo, no había querido decírselo hasta ahora.
-Bueno, ya os lo puedo contar, nos vamos a Londres... para que pueda ir de putas-dijo el conde con una sonrisa.
-¡¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!?-respondieron todos los que estaban dentro de la cabina, o sea, todos menos Chippy, que no podía oírles.
-Veréis...últimamente tengo problemas con mis sentimientos-le explicó el conde a sus sirvientes.
-¿Miau? ¿Tienes problemas con el estreñimiento, Alby? Para eso el pescado es muy bueno-respondió Kitty sonriendo.
-No ha dicho problemas con su estreñimiento, sino con sus sentimientos, además ¿qué es eso de Alby? ¿No te he dicho que le llames señor?-dijo el mayordomo cruzado de brazos y con el ceño fruncido.
-¿Qué clase de problemas con sus sentimientos, señor?-le preguntó Cathy mientras los otros dos se peleaban.
-Nada que os afecte, no os preocupéis-dijo el conde preocupado y sonriendo forzadamente.
-Y por eso eres una…¿Eh?¿Nos hemos parado?-preguntó el mayordomo-eso es que ya habremos llegado.
-D-disculpen que les interrumpa, pero… ¿Dónde está Londres?-preguntó Chippy nervioso.
-¡¿Quieres decir que has estado conduciendo sin rumbo todo este tiempo?!-Gritaron todos al unísono.
Tantos días aquí encerrado ya son inaguantables, esta mañana ha venido y me ha dado un bollo y un vaso de agua y me ha dicho: “estaré fuera todo el día, esta es toda la comida que tendrás hoy”...agh...qué va a ser de mí…
-Vaya, vaya, con que tú eres el juguete de Crowny, ¿eh?-dijo una voz tras la puerta.
-¿Q-quién anda ahí? D-da igual, ¡quién sea, sáqueme de aquí!-gritaba el conde Struberry golpeando la puerta.
-Shhhhhhh… yo te sacaré de aquí… pero antes tienes que hacer algo por mí-dijo Débora abriendo la puerta.
Grrrr… esa estúpida víbora me ha tocado los huevos… no va y me dice que se va a echar la siesta hasta que vuelva el señor...que yo me encargue de todo…¡Y una mierda! Lo que me preocupa es que Tweety con lo idiota que es, se deje liar y le haga las tareas a esa víbora...mmm… tendré que darle otra cosa que hacer…
-Vaya… ¿qué puedo preparar para la cena? mmm…¿qué tal gusanos a la plancha? Eso siempre apetece…-dijo Tweety pensativo en la cocina.
-Hola Tweety, ¿qué estás haciendo?-dijo Eaglon cariñosamente abrazando a Tweety por la espalda.
-Ah, hola Eaglon, estoy preparando la comida, debo darme prisa, porque luego tengo que hacer las tareas de Déborah, a la pobre le duele la próstata, que no sé lo que es, pero parece ser cosa de mujeres, ejem… ya sabes, menstruación..ejem-dijo Finny preocupado por Déborah.
-Oh… sólo tú eres tan idiota para no conocer algo como eso-dijo Eaglon cubriéndose la cara con la mano y después se acercó al oído de Tweety para hablarle entre susurros-eso me ofende, ya que yo y tu próstata tenemos mucho trato… es más... ¿quieres que juguemos con ella hora?
-Ahora no tengo tiempo para…
-Tonterías, ya cocinarás después, hoy almorzarán fuera, así que solo tienes que preparar la cena…-dijo Eaglon molesto.
-B-bueno… debo encargarme de lo de Déborah-dijo Tweety nervioso.
-Lo siento chaval, pero las mujeres no tienen próstata, te ha tomado el pelo-dijo Eaglon acercando peligrosamente su cara a la de Tweety- ahora que está todo solucionado…¿qué te parece si lo hacemos en la cocina? Me da morbo…
-¿H-hacer qué?-dijo Tweety nervioso por lo cerca que estaba Eaglon.
-Jugar con tu próstata, por supuesto...jeje-dijo Eaglon desabrochándose la corbata.
-Ya hemos llegado...Esta es la casa de Mary, a partir de aquí entraré yo solo, así que ya sabéis, quedaos aquí hasta que termine-dijo el conde entrando a la casa de la prostituta Mary.
-Miau, bueno, mientras esperamos, juguemos a ver quién caza más ratones, miau-dijo Kitty animada-¿Eh? ¿Johnny-Johnny? ¿A dónde vas?
No puedo transformarme porque me he dejado el collar amuleto en la mansión...gr...gr...solo me queda esperar a que salga el señor y después...DESTRIPAR A ESA MUJER.
La casa de Mary no es muy lujosa, solo he visto el pasillo y el dormitorio, este último parece sacado de un hotel porno, una cama de matrimonio, con espejos por todas partes y uno…. en el techo…¿para qué?
-Bueno...empecemos guapo-dijo Mary agachándose.
Mientras Mary me la chupa, no me puedo concentrar, ¿qué me pasa? Ya no me excita, no me pone, solo puedo pensar en…¿Johnatan? ¿Por qué? ¿Por qué?
-Ponte a 4 patas, perra, te vas a enterar-dijo el conde furioso.
¿¡POR QUÉ NO SIENTO NADA?! ¡¿POR QUÉ ESTOY TAN ENFADADO?! ¡ESTA PUTA NO SIRVE PARA NADA! Agh.. me corro…
-Serán 800 libras-dijo la prostituta.
-Si, como quieras-dijo el conde dándole el dinero.
Bueno, pues me iré a ver otra puta… a ver si así logro quitarme a Johnatan de la cabeza…
-Bien,chicos, nos vamos a ver otra puta, un momento…¿dónde está johnatan?-preguntó el conde extrañado.
-Pues no lo sabemos… se fue sin decir…
-¡Ya estoy aquí! Es que tenía muchas ganas de hacer pis, lo siento-dijo el mayordomo interrumpiendo a Cathy.
-Está bien, vámonos-dijo el conde decaído.
Me encanta jugar con este tío, con lo inocente que es, me dan muchas ganas de meterme con él, por eso es mi favorito, de hecho, es el único. Nunca me ha interesado la gente, todo el mundo tiene maldad, mienten, te traicionan, se ríen de ti, pero él no, él es puro e inocente y eso me encanta.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué estás temblando?-preguntó Eaglon extrañado cuando se quitó la corbata.
-E-es por ti, e-estar cerca de ti me pone nervioso-dijo Tweety rojo como un tomate.
-Ves, por esas cosas que dices eres tan adorable, vete quitándote la ropa-dijo Eaglon con una sonrisa de medio lado.
-¿Q-qué? ¿No íbamos a jugar con mi próstata?-dijo Tweety confundido.
-Y así es, pero para hacer eso, tengo que hacerte el amor-dijo Eaglon satisfecho.
-P-pero… no podemos hacerlo aquí, esta es la cocina-dijo Tweety poniéndose cada vez más nervioso.
-Dices que no pero lo deseas tanto como yo… solo hay que ver lo cachondo que te has puesto ahí abajo-dijo Eaglon señalando al paquete de Tweety, que tenía había alcanzado un tamaño considerable-Además todavía no he probado tu cuerpo humano…
Cogí a Tweet en brazos y lo subí encima de la mesa de la cocina, tenía los ojos llorosos, cuando ponía esa cara, simplemente no podía resistirme a él. Empecé a quitarle la ropa mientras él solo gemía y sollozaba.
-Sabes que eres mío y que nadie excepto yo puede verte así y mucho menos tocarte, ¿verdad?-dijo Eaglon señalando a Tweety.
-Idiota… yo jamás dejaría que otra persona que no fueras tú me viera de esta manera-dijo Tweety apartando la mirada por la vergüenza.
Él no sabía que con esas cosas que decía me provocaba aún más así que le quité los calzoncillos y me llevé su polla a la boca. Lamía y lamía aquella polla babeante de líquido pre-seminal mientras él no paraba de gemir.
-N-no...para… si haces eso… yo…-decía Tweety entre gemidos.
Yo ya ni le escuchaba. Solo pensaba en satisfacer mi instinto, y ese era el de follarme a Tweety. Empecé a meterme su polla en la boca, cuando lo hice, él soltó un pequeño grito, le dije que se contuviera para que Deborah no nos oyera. Yo sabía que ella estaría lejos, durmiendo, pero así lo hacía más divertido, verle esforzándose para no gemir alto mientras se la chupo era todo un espectáculo.
-Y-yo…-dijo Tweety entre gemidos.
-¿Mmmm?-dijo Eaglon con la polla de Tweety en la boca.
-Y-yo… yo también quiero…-dijo Tweety muy avergonzado.
Entonces, sin decir palabra, me saqué su polla de la boca y lo bajé de la mesa. Él estaba completamente desnudo, pero yo estaba vestido, solo me había quitado la corbata, así que me quité los pantalones y los calzoncillos y le di de mamar a mi gorrión. Chupaba como si le fuera la vida en ello, no lo hacía muy bien… pero verlo esforzarse y poner esa cara mientras me la chupa, ya me encendía lo suficiente.
-Abre la boca-dijo Eaglon mirando pícaramente a Tweety.
-¿Q-qué vas a hacer?-dijo Tweety nervioso.
-Tú ábrela-dijo Eaglon acariciando la cara a Tweety.
Cuando abrió la boca le metí mis dedos, cuatro, para ver si los aguantaba, le penetraba la boca con mis dedos mientras él gemía con esa mirada llorosa. Entonces ya no pude más, le metí mi polla entera en la boca de una sola vez. Él no paraba de gemir, le estaba provocando arcadas, pero yo ya no podía parar. Le reventé la boca a pollazos, ¿por qué no? Esa boca era mía y yo podía hacer lo que quisiera con ella.
Mientras le follaba la boca decidí ir preparándole el culo, mi polla de 20 cm debía entrar por ese agujerito… Empecé metiéndole un dedo, luego dos, luego tres, luego cuatro y fui acelerando el ritmo. Él estaba en su límite, tanto oral, como analmente así que se la saqué de la boca.
-¿Podrás aguantar un poco más?-preguntó Eaglon a Tweety preocupado.
-Ah..¿a qué viene esa pregunta? Pues claro-dijo Tweety más avergonzado que antes.
-Muy bien… que sepas que no tendré piedad-dijo Eaglon dándole la vuelta a Tweety.
Volví a subirlo encima de la mesa y me coloqué detrás de él, entonces le metí poco a poco mi polla para que se fuera acostumbrando, él no paraba de chillar, creo que incluso se había olvidado de Déborah. Así me gusta, solo debe pensar en mí. YO DEBO SER SU MUNDO.
Finalmente, se la metí entera.
-¿Lo notas? Esto que estoy rozando con tu polla es tu próstata-dijo Eaglon pícaramente.
-¡Aahh! ¡Duele mucho! Mi cuerpo humano no está acostumbrado, es como si fuera mi primera vez…¡Sácamela! Por favor… por favor…-dijo Tweety entre sollozos.
-Te dije que no tendría piedad-dijo Eaglon embistiéndole.
Con lo cachondo que estaba ya, no podía simplemente quedarme a medias, así que no pude parar, lo sentía por el chaval, pero yo no iba a detenerme. Le embestía más y más fuerte. Él por su lado solo chillaba y sollozaba pidiéndome que parase, pero al cabo de un rato, se acostumbró.
-Agh… más… quiero más-dijo Tweety con los ojos llorosos.
-¿Ah? Así que ahora quieres más ¿eh? Te marcaré con este dolor para que siempre seas mío, ¡siempre! Jamás podrás escapar de mí, nunca te dejaré escapar-dijo Eaglon ya fuera de sí.
-¿M-me ah...lo prometes?Ah... ¿m-me ah... prometes que siempre estarás ah…. a mi lado?-dijo Tweety entre gemidos.
-Por supuesto, porque tú eres mío-dijo Eaglon mientras subía el ritmo de las embestidas más y más.
-¿Eso… ah… quiere decir que ah… tú también eres mío?-dijo Tweety sollozando entre gemidos.
Aquello que me dijo fue la gota que colmó el vaso. Me corrí. Me corrí salvajemente en su interior. ¡Kyaaaaaaaa! Me salió mi grito de águila y todo mi semen fue a parar a su interior. Él estará siempre marcado en su interior por mí.
-Por supuesto que si...-dijo Eaglon acercándose a Tweety y besándolo cariñosamente- Por supuesto que si…
Después de una tarde de putas, Cathy, Johnatan, Kitty, Chippy y yo regresamos a la mansión.
-Miau, miau, ¡ya hemos vuelto!-gritó Kitty nada más entrar en la mansión.
-Ah...bienvenidos-dijo Eaglon con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Mmm?¿Dónde está Tweety?-preguntó el conde.
-Ah…. hizo la cena y está descansando… ha tenido un día duro…-dijo Eaglon sonriendo.
-(Parece otra persona) En fin…¡vamos a cenar!-dijo el conde.
-Enseguida estarán los preparativos, señor-dijo Johnatan-por cierto, ¿dónde está Déborah?
-Ni idea-dijo Eaglon volviendo a su desagradable personalidad.
-Estoy aquí, estaba limpiando, como siempre-dijo Déborah con la escoba en la mano.
Aquella noche nos lo pasamos genial en la cena, cenamos todos juntos, incluso Tweety vino de su habitación, y eso que el pobre estaba muy mal, estaba todo rojo y andaba cojeando, pero al final no fue tan grave, un par de días después se le pasó.
Aunque aún sigo preocupado por lo de las prostitutas. Ninguna me ha puesto cachondo ni me ha dado placer, ni Mary, ni Anny, ni Elizabeth, ni Catherine ni la otra Mary. Yo creía que me gustaban las mujeres, anda que no me he hecho yo pajas con lady Victoria, pero supongo… que ahora soy gay.
(A la mañana siguiente…)
MUERE PROSTITUTA DESCUARTIZADA EN LONDRES
La prostituta Mary Ann Nichols ha sido encontrada destripada en su apartamento, todo Londres está consternado por la brutalidad del suceso. La gente llama a su asesino… JACK EL DESTRIPADOR.
-¡Miau! Es la prostituta que fuimos a ver-dijo Kitty inocentemente.
-Así es, y el señor no debe enterarse de su muerte ni de la de las otras prostitutas que fue a ver-dijo el mayordomo sonriendo.
-Ya suponía que habías sido tú…-dijo Eaglon con el ceño fruncido.
-Correcto, mientras tú estabas aquí fornicando con Tweety yo me encargaba de matar a esas fulanas por atreverse a tocar a mi señor-dijo Johnatan sonriendo de nuevo.
-¿Cómo sabes tú eso?-dijo Eaglon poniéndose rojo.
-Era evidente-dijo Cathy sonriendo.
-Si… no había más que ver la forma de andar de Tweety durante la cena-dijo Déborah.
-Por favor, no le digáis a Tweety que lo sabéis, se morirá de la vergüenza-dijo Eaglon pensando en que puede que Tweety no le deje volver a hacerlo en un lugar como ese nunca más.
-Está bien… si tú te callas lo de las putas-dijo el mayordomo suspirando.
-Bien, trato hecho-dijo Eaglon.
-Bueno, iré a despertar al señor…-dijo Johnatan dejando a los sirvientes solos y tirando el periódico al incinerador.
-¡Su santidad! ¡Su santidad! ¡Ha habido un crimen brutal en Londres!
-¿Ma como? Eso habrá sido obra del demonio.
-Pero… su santidad… ¿no ha podido ser un Dios de la muerte?
-Ya basta, Pedro, deja de leer tebeos y no digas tonterichis, aquí en Roma, todo lo que yo digo, es sacrato.
-Si, su santidad, como papa que es, haré lo que usted diga.
-Envía al padre Jebediah a investigare.
-Si, señore.
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Bueno, ha llegado el momento. No sé si estoy preparado pero… no puedo seguir viviendo con esto dentro. Solo me queda esta opción.
-Buenos días señor, he venido a desper…¿mmm? ¿Está despierto?-dijo Johnatan entrando por la puerta.
-N-no he podido dormir en to-toda la noche-dijo el conde algo nervioso.
-Si, ya veo esas ojeras ¿por qué está tan nervioso?-dijo el mayordomo acercándose a su señor.
-Jonhatan, creo que estoy enamorado de ti-dijo el conde soltándolo todo de una vez y muy rápido.
-Je… ya era hora… ha tardado mucho en darse cuenta de sus sentimientos, señor-dijo el mayordomo sonriendo.
-¿Eh? ¿Ya lo sabías?-dijo el conde extrañado.
-Déjeme que le cuente mi secreto, mi historia, después de eso, lo comprenderá todo. Después de todo, soy una pesadilla de mayordomo-dijo el mayordomo sonriendo de nuevo.
Continuará...
Muy bien, aquí termina el capítulo, son libres de leer o no, el ya habitual, mensaje del autor… ahí va:
Bueno, en el próximo capítulo se aclarará todo, por cierto, es el último que empezará con una muerte, a partir del 10 será un nuevo comienzo. Hoy me he querido centrar un poco en mis sirvientes chicos favoritos, Tweety y Eaglon, espero que os haya gustado su historia de sexo.
Bueno, nos vemos en próximos relatos.
OS SALUDA
El enterrador
Bueno, aquí tienen, como siempre, el avance del próximo capítulo, en el que por cierto, me luzco:
Ya es hora de que el señor sepa toda la verdad, aunque le duela, ya que se me ha confesado no creo que me rechace, me aprovecharé del amor que tiene hacia mí… ¿resultará como yo quiero o me odiará para siempre?
En el próximo episodio de ¿Amor o maldición?
Este mayordomo cuenta toda la verdad
Solo soy una pesadilla de mayordomo