¿Amor o maldición? 2 Capítulo 2

Robert quiere violar a Chippy, ¿lo conseguirá? Mientras tanto Déborah traza un plan, y el conde decide ir a Londres para tratar unos asuntos, pero dejará a Johnatan en la mansión...

Bienvenidos sean al segundo episodio de ¿Amor o Maldición? 2. Me llamo Johnatan Hamilton y seré el anfitrión de este relato. Aunque la mayoría de ustedes ya me conocen, y no les culpo, mi atractivo es bastante difícil de olvidar… Siempre me presento por si hubiera alguien que no me conozca, aunque quien no conozca a un bellezón como yo comete pecado mortal. En fin… el dichoso mensaje del autor:

A partir de este episodio me gustaría agregar algún extra especial al final del relato, no siempre será un capítulo extra, puedo hacer otras cosas, como el de hoy. Pero bueno, cuando lleguéis ahí lo veréis… Espero que os guste el segundo capítulo de esta saga de animalitos sirvientes.

Si desean, pueden comentar a través de email a la dirección de correo:

latumbadelenterrador@gmail.com

Bien, ahora disfruten del relato:

¿Amor o Maldición?

2

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Un relato del Enterrador

Capítulo 2: A secret day, Este mayordomo vigila

El sirviente se puso bastante nervioso, pero a mí me gustaba. Los sirvientes deben temer a su amo, deben ser obedientes y sumisos. Me iba a divertir mucho con ese sirviente… Después de todo, ahora era mío, podía hacer lo que quisiese con él…

-Adelante, puedes empezar quitándote la ropa-dije sonriendo.

-S-sí, señor-dijo muy nervioso.

Me senté en la cama para disfrutar del espectáculo, quería ver cómo se humillaba ante mí, cómo se mostraba vulnerable para su amo y señor. Comenzó a quitarse la camiseta mirándome avergonzado, yo simplemente esbocé una sonrisa malvada, lo que le puso más nervioso todavía. De repente, la puerta se abrió.

-¡Mia! ¡Chippy! Johnny-Johnny te está llamando-apareció la sirvienta con la que me había peleado el día anterior, Kitty.

Chippy se puso tieso como un palo y su cara se puso blanca, pero a mí el semblante me cambió a uno de enfado.

-¡Retírate, idiota! ¡¿No ves que estamos ocupados?!-dije de mal humor.

-¡¿Mia?!-dijo inflando los mofletes-Yo solo seguía órdenes, se lo diré a Johnny-Johnny y él vendrá a buscarlo.

-Tsk. Está bien, puedes irte, Chippy. Ya continuaremos donde lo dejamos en otra ocasión…-dije molesto.

No iba a quedar así la cosa, juré como que me llamaba Robert Bentley que ese sirviente iba a ser mío. Costase lo que costase… Ya me encargaría personalmente de que ocurriera…

Quería enterarme de lo que hacía Chippy, así que bajé hasta el salón principal y me escondí detrás de la puerta, al parecer estaban todos reunidos…

-Bien, pues comencemos-dijo mi primo-Hoy voy a…

-Espere señor-dijo el mayordomo acercándose a la puerta.

Eché a correr para que no me pillara, pero cuando me quise dar cuenta me cogió de la camisa por la espalda y me llevó al salón.

-Al parecer teníamos un espía-dijo dejándome en el suelo.

-Buen trabajo Johnatan, pero no importa, puede escuchar-dijo mi primo sin apenas mirarme, ¡qué humillación!-Hoy voy a tener que ir a Londrés por unos asuntos, así que necesito que me acompañe alguien.

-¿Por qué necesita a alguien más? Con que vaya yo es suficiente, ¿no cree?-dijo Johnatan pensativo.

-No. Tú te quedas a vigilar a Robert. Eres el único capaz de controlarlo, y de servirle, porque éstos son un desastre-dijo mi primo señalando al resto de sirvientes.

-P-pero señor…-dijo Johnatan preocupado.

-Nada de peros. Me llevaré a Kitty, a Cathy, a Eaglon y a Tweety. Ellos me protegerán. Chippy y tú cuidaréis de Robert, ¿entendido?-dijo mi primo ahora señalándome a mí.

-¡Si, señor!-dijeron todos los sirvientes menos el mayordomo.

A Chippy todavía se le veía muy nervioso… No sabía lo que le esperaba, me libraría del mayordomo y terminaría lo empezado con Chippy. Que mi primo se fuera a Londres me iba a venir muy, pero que muy bien…

-¿Y bien, Johnatan?-dijo mi primo mirando a Johnatan con la ceja levantada.

-Ah… Yes, my lord-dijo sin ganas.

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Le expliqué al jefe todo lo que pasó desde que me convirtió en serpiente para investigar a Crowny hasta que abandoné la mansión. Escuchó cada una de mis palabras con atención, parecía satisfecho con mi trabajo.

-¿Entonces… hizo un pacto con el demonio para poder convertirse en humano?-preguntó el jefe con el ceño fruncido.

-Así es. Tiene un collar como el que nos fue concedido por el Yatagarasu-dije sonriendo.

-¿Has conseguido la muestra de semen de Crowny?-preguntó el jefe.

-Pues… No… Ese cabrón es muy difícil de alcanzar. Intenté que un pobre infeliz que tenía encerrado en el sótano me lo consiguiera pero al final creo que lo mató-dije pensativa.

-Tsk. No es propio de ti fallar en una misión, Déborah. Y menos en una de… ¿Cuántos años han sido? ¿Como unos diez?-dijo el jefe decepcionado.

-Lo siento mucho, señor-dije avergonzada.

-En fin… Tendré que mandar a mis hombres a que lo capturen por la fuerza-dijo el jefe pensativo.

-Eso no dará resultado. Crowny es mucho más poderoso de lo que puedes imaginar…-dije pensativa.

-¿Y qué hacemos?-dijo el jefe de mal humor.

-Hay alguien a quien sí podemos capturar…-dije sonriendo.

-Perfecto. Encárgate de preparar la operación-dijo el jefe sonriendo.

-Lo tendré todo listo, no se preocupe-dije haciendo una reverencia.

-Pero antes, quédate Déborah. Hoy haremos un sacrificio al Yatagarasu-dijo el jefe indicándome que me sentara en uno de los bancos de la capilla.

Entonces la sala se quedó a oscuras, hubo un silencio y una luz iluminó al jefe. Éste tenía en las manos una ardilla. Cogió la ardilla, y la partió por la mitad. Arrojó la sangre dentro de una pila, como si las partes de la ardilla fueran dos botellas. Luego comenzó a beberse la sangre.

-¡Te lo ofrecemos! ¡Oh, gran Dios Yatagarasu!-dijo con los ojos en blanco.

La oscuridad de la habitación comenzó a moverse y se extendió alrededor del cuerpo del maestro. Su cuerpo se convirtió en una masa de oscuridad, entonces otra luz se encendió al lado de la puerta de los sacrificios. La ardilla solo era el entrante.

5 jóvenes vírgenes completamentes desnudos entraron por la puerta. Sus caras no mostraban expresión alguna, era como si sus lágrimas se hubieran agotado. No podían sentir nada, porque se lo habían arrebatado todo, hasta la capacidad de sentir.

El maestro, con toda la oscuridad a su alrededor se acercó a ellos y amoldó su cuerpo con la ayuda de la oscuridad para crear unas gigantescas garras, con esas garras segó las vidas de los 5 jóvenes.

ATENCIÓN: a partir de aquí el relato puede resultar gore, si les desagrada este tipo de cosas, salten al siguiente asterisco:

Introdujo sus garras en el pecho del primero hasta abrirle el vientre y le extrajo el corazón y los pulmones, los cuales fueron tragados por la oscuridad, luego apartó el cuerpo. El resto ni siquiera sintieron miedo, no podían sentir nada.

Al segundo le colocó la garra alrededor del cuello para asfixiarlo, su cara no cambió en ningún momento, la muerte era un alivio, hacía mucho que ya estaban muertos por dentro. Llegó el momento en que dejó de moverse, y la oscuridad del cuerpo del jefe le engulló.

Al tercero le abrió la boca e introdujo un tubo de oscuridad dentro de él. Le absorbió el alma poco a poco, y después toda la sangre y órganos de su interior, se quedó literalmente, vacío por dentro, solo quedó una cáscara de piel y huesos que apartó de su lado.

Al cuarto lo colocó entre dos manos que amoldó de la oscuridad y lo aplastó. Al separar estas manos se podían ver clarísimamente los restos entre ellas, los sesos, las vísceras, la sangre y algunos trozos de piel. Era como burlándose de lo que una vez fueron, un ser humano.

De repente, el quinto fue como si despertase de un trance, comenzó a gritar con todas sus fuerzas y lloró y lloró. De repente, su cuerpo explotó. Su cuerpo se colocó de una manera macabramente cómica. Su brazo se torció de una manera extraña, las tripas se salieron por su vientre, y los huesos parecían estar por todas partes saliendo de la piel. La oscuridad engulló su cadáver.


La oscuridad se fue y la luz volvió, el jefe yacía en el suelo. El ritual había terminado. Los restos de algunos de los chicos seguían en el suelo, pero eso sería el trabajo de la asistenta, para luego arrojarlos a un vertedero, el lugar donde descansarían para siempre…

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Ahora que mi primo se había largado, era mi oportunidad para hacer lo que quisiera con Chippy. Pero lo primero sería librarme de ese mayordomo molesto.

-¡Johnatan!-dije llamándolo.

-¿Sí, señorito? ¿En qué puedo ayudarle?-dijo apareciendo.

-Quiero que me traigas para la cena varios cocos-dije sonriendo.

-¿Cocos? ¿La fruta tropical? ¿Para la cena?-preguntó extrañado.

-Así es-dije sin inmutarme.

-¿Habla en serio?-dijo mirándome como si fuera tonto.

-¿Te atreves a contradecirme? ¿A qué me chivo a mi primo?-dije enfadado.

-Está bien… Iré a por los cocos...-dijo suspirando.

Era imposible que consiguiera cocos en Inglaterra. Era mi oportunidad, antes de que volviera cogería a Chippy y le haría lo que quisiera. Lo llamé y apareció inmediatamente corriendo a toda velocidad.

-Bien, Chippy…-dije sonriendo-Quiero que me chupes la…

-Señorito Robert, aquí le traigo sus cocos-dijo Johnatan apareciendo detrás mía.

-¡Aaaaaaaaaah! ¡Qué susto me has dado! ¡Es imposible que ya los tengas!-dije cabreado por el susto.

Sacó una bolsa de su chaqueta y, efectivamente, ¡estaba llena de cocos! ¡Era imposible! ¡No hay cocos en toda Gran Bretaña! ¡Solo hay cocos en sitios con clima tropical!

-¡¿De dónde los has sacado?!-dije sorprendido.

-Del mercado de aquí al lado-dije secamente.

-Mierda… No había pensado en eso…-dije de mal humor.

-Por cierto, ¿qué estás haciendo aquí, Chippy?-preguntó Johnatan extrañado.

-P-pues… V-verá señor J-johnatan… Yo…-titubeó Chippy nervioso.

-Estaba cambiando una bombilla. Me molestaba que parpadeara…-dije inventando una excusa.

-¿Bombilla? ¿Qué es eso?-preguntó Johnatan extrañado.

-(Oh… Se me ha olvidado que ese invento todavía no se usa en el resto del mundo, solo en Estados Unidos… Estúpido Edison...) ¿He dicho bombilla? Jeje… Quería decir mesa-dije señalando una mesa que había en el salón.

-Pero si es la misma de siempre…-dijo Johnatan.

-(Este mayordomo es demasiado preguntón… No es un buen sirviente…) Pues… Eso es porque todavía no la ha cambiado-dije intentando salir del paso.

-Ah… Bueno… ¿Desea algo más?-preguntó sin ganas.

No se me ocurría qué podía pedirle que no pudiera encontrar. Necesitaba encontrar algo… Algo que no pudiera traerme, algo que se encontrara muy lejos. Entonces se me ocurrió una idea, una idea genial.

-Quiero tener un ornitorrinco de mascota-dije seguro de mí mismo.

-¿Un ornitoblinco?-preguntó confundido.

-Ornitorrinco. Es un mamífero venenoso australiano. Tráeme uno-dije ordenándole.

-Si ese es su deseo…-dijo mirándome raro.

Volvió a salir de la habitación. Era mi oportunidad. Cuando volviera mi primo ya le explicaría que había mandado a su mayordomo a la otra punta del mundo…. Ahora solo tenía una cosa en mente… Hacer a Chippy mío. Sería mi sirviente, y de nadie más.

-Chippy, ahora te voy a hacer mío-dije sonriendo.

-Señorito Robert… Por favor… No lo haga… Yo ya estoy enamorado… De la señorita Cathy… Por favor… Se lo suplico….-dijo arrancando a llorar.

-No me importa. Cuando acabe contigo, sólo tendrás ojos para mí, mi querido sirviente-dije mirándolo de forma lasciva.

Me acerqué a él que estaba llorando y le limpié las lágrimas con la lengua. Esa superioridad me ponía bastante cachondo. Lo tumbé en la cama y le quité la camisa, entonces fui a besarlo. Pero de repente noté cómo alguien me cogía por la espalda de la camisa.

-¡¿Qué demonios…!?-dije cabreado.

-Señorito Robert… No permitimos las violaciones en esta casa, así que le agradecería que no tocara a Chippy-dijo el mayordomo mirándome fijamente-Por cierto, aquí tiene su ornitoblinco.

Me sujetaba con una mano, y en la otra sujetaba un bicho feo y deforme, era verdad, había conseguido un ornitorrinco.

-Me temo que tendré que informar de esto al señor-dijo sonriendo-O a lo mejor si le mato nadie se da cuenta…

-¡¿C-cómo!?-dije asustado.

-Chippy, lárgate. Y jamás le hables de esto a alguien, si lo haces, te mataré-dijo seriamente.

Chippy se fue corriendo. Nos quedamos solos el mayordomo, el ornitorrinco, y yo.

-Bien, señorito Robert… ¿Cómo quiere morir?-dijo sonriendo.

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Tenía que ir a Londres para hablar con lord Phaminton, el socio de mi empresa. Él quería que nos reuniéramos para hablar de unos detalles… ¿Qué querría? Ese señor nunca me cayó bien, pero bueno, todo lo hacía por cutlery, mi empresa de cubertería.

El problema era que le pedí a Kitty que condujera el carruaje hasta Londres, ese fue un error del que jamás me olvidaría. ¡Nunca había visto que un carruaje fuera tan rápido que los árboles del bosque no se vieran! Eso debía ser lo que llamaban la velocidad de la luz.

-¡Miiiiiiiijaaaaaa!-dijo Kitty imitando a una vaquera-¡Vamos allá!

-¡Kiiiiiiiiiiiiiiittyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!-gritaba yo-¡Más despaciooooooooooooooooooo!

-Oye, Tweety, ¿no te gustaría hacerlo en un vehículo en marcha?-dijo Eaglon guiñándole un ojo a Tweety.

-¡Vosotros! ¡Cortaos un poco que Cathy yo estamos aquí!-dije molesto-¿Verdad, Cathy?

-Zzzzzz-roncaba Cathy.

-¡¿Cómo puedes dormir en una situación como esta?! ¡Vamos a toda velocidad!-grité asombrado.

-Eaglon, no me metas mano… Aquí no…-dijo Tweety nervioso.

-¡No me ignoréis!-dije aún más enfadado.

Saqué la cabeza por la ventana para hablar con Kitty, ya que ella estaba fuera del carruaje conduciendo a los caballos. Justo cuando saqué la cabeza me dí contra un árbol y quedé inconsciente.

-....au….señor….miau….señor-oía una voz lejana-Miau, señor, ya hemos llegado.

-Agh… Mi cabeza…-dije dolorido.

-Señor, no se preocupe, que Tweety y yo no hemos hecho nada-dijo Eaglon sonriendo.

-Así me gus…-dije antes de notar algo-Tweety… ¡¿Por qué llevas la camiseta al revés?!

-¿Eh? ¿La camiseta? Pues…-dijo Tweety nervioso.

-¡Cathy! ¡¿Por qué no los has detenido?!-dije furioso.

-Zzzzzzz-roncaba Cathy.

-¡¿Todavía estás dormida?!-dije aún más enfadado.

Los di por imposibles. Daba igual lo que hiciera, no iba a servir de nada. El mayordomo nos abrió la puerta y nos indicó que podíamos pasar, así que entré en casa de lord Phaminton con los sirvientes.

-¿Lord Phaminton?-pregunté.

-Lord Bentley, sea bienvenido-dijo lord Phaminton-Tomen asiento. Richard, sirve a los invitados un té.

-Ahora mismo, señor-dijo Richard, el mayordomo de Phaminton.

Estuvimos decidiendo algunos temas de empresa. La verdad es que los sirvientes se comportaron muy bien, se sentaron y se bebieron su té tranquilamente. De repente, unos tipos encapuchados aparecieron ante nosotros.

-¿Q-quiénes son estos, lord Phaminton?-pregunté asustado.

-Siervos del Yatagarasu-dijo sonriendo-Al igual que yo, y me han pedido que te trajera para secuestrarte.

-¡¿Qué?!-dije sorprendido-¡Por eso me dijiste que no trajera a Johnatan!

-Pero tonto de ti me hiciste caso…-dijo mirándome con superioridad.

-Yo confiaba en ti. Me dijiste que a tu mayordomo le daba miedo-dije enfadado.

-Eso ya no importa, ¡lleváoslo!-dijo Lord Phaminton.

-Je… Jaajajajajaajajaja. ¿Creías que vendría desprotegido? ¡Chicos! ¡Acabad con ellos!-dije riendo.

Entonces mis cuatro sirvientes se levantaron listos para atacar. Kitty preparó sus uñas, Cathy preparó un bazooka, Eaglon sacó un cortacésped y Tweety unos dardos venenosos. Todos se colocaron en posición de ataque y los encapuchados sacaron arcos y flechas. Tanto yo como lord Phaminton nos agachamos.

ATENCIÓN: a partir de aquí el relato puede resultar gore, si les desagrada este tipo de cosas, salten al siguiente asterisco:

Primero Kitty se lanzó sobre ellos con sus uñas. Esquivó las flechas y comenzó a arañarles la cara, arrancándosela. Cuando terminaba de arrancarles la piel de la cara les quitaba la capucha y, efectivamente solo quedaban los músculos de esa persona. Después les mordía las extremidades y se las arrancaba. Le gustaba jugar con los trozos y usarlos para golpear a los demás encapuchados. Se notaba que era una gata.

Entonces un encapuchado apareció justo al lado de Kitty, y estaba a punto de dispararle una flecha, pero entonces Cathy disparó su bazooka y su cuerpo explotó. Kitty le sonrió a su hermana, y ésta le devolvió su sonrisa. La sangre le salpicó a Kitty, quien, cada vez más furiosa comenzó a morderles en el pecho para revolverlos. Cathy se encargaba de todos los que iban a por Kitty. Hacían un buen equipo.

Mientras, Eaglon se había tirado con el cortacésped para matar a todos los encapuchados que se pusieran en su camino. Les cortaba la cabeza con el cortacésped, les colocaba las cuchillas encima de la cabeza e iba destrozándola poco a poco. Llegó un momento en el que lo rodearon un grupo de encapuchados, entonces giró el cortacésped a su alrededor y les arrancó la cara a todos los de su alrededor.

Pero entonces su cortacésped se quedó atascado en un encapuchado y un montón de ellos decidió aprovechar la ocasión para atacarle. En ese momento, Tweety comenzó a tirar dardos envenenados, que impactaban en el pecho de los encapuchados y los mataban. La masacre era absoluta, la sangre salpicaba a mis sirvientes y ellos seguían matando. Estaban bien entrenados después de todo.


Yo estaba escondido detrás de una butaca por si acaso, pero de repente, una mano me tapó la boca. Una mano familiar.

-Cuánto tiempo, conde-dijo la voz.

-¿D-déborah?-dije asustado.

-Tú te vienes conmigo-dijo sonriendo.

Entonces Déborah me llevó con ella y los sirvientes terminaron con todos los encapuchados. Estaban muy cansados, pero comenzaron a buscarme de inmediato. Mas evidentemente, no me encontraron.

-¡Mia! Alby-Alby, ¿dónde estás?-dijo Kitty buscándome.

-¡Señor! ¡Señooooooooooooooor!-gritaba Tweety.

No me encontraron, pero encontraron a lord Phaminton detrás de una butaca.

-¿Dónde está el conde?-dijo Eaglon de malas pulgas crujiendo su puño.

-N-no lo sé-dijo asustado lord Phaminton.

-¿Y si se lo llevamos a Crowny? Seguro que él sabe qué hacer…-dijo Cathy sonriendo.

-¡No! ¡Si hacemos eso se enfadará con nosotros!-dijo Tweety preocupado.

-Pero tampoco podemos enfrentarnos nosotros solos a algo como esto, ¡no sabemos cómo es de grande esa organización!-dijo Cathy preocupada.

-¡Miau! Hacedle caso a mi hermanita que es muy lista, le pediremos ayuda a Johnny-Johnny-dijo Kitty seriamente.

CONTINUARÁ…

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Esperamos que el relato haya sido de su agrado, ahora el emocionante y super-esperado comentario del autor, ejem, no:

Hasta aquí el capítulo de hoy ¿De verdad pensabais que dejaría que le pasaría algo a Chippy? Escribir sobre pedofilia no es lo mío… Son todavía niños… Aunque a lo mejor me lo planteo… jeje. Bueno, veremos que pasa en próximo episodios. ¡Hasta otra!

OS SALUDA

EL ENTERRADOR

Bien, aquí tienen un extra especial:

Extra: La detective Kitty

Episodio 1: Kitty

¡Miau! Hola, soy la detective Kitty, jeje. En estos episodios extras investigaré sobre los personajes y os contaré curiosidades, por ser el primer episodio hablaré un poco de mí misma, ¡miau, espero que os guste!:

DATOS GENERALES

Nombre: Kitty

Aficiones: comer pescado, estar con mi hermanita, imitar a Johnny-Johnny

Personalidad: soy una gata muy positiva y feliz, me gusta llamar cariñosamente a todo el mundo y siento un gran amor por mi hermanita.

CREACIÓN

El concepto de mi personaje se basó en Patty del anime Soul Eater, el concepto de hermanas se sacó de allí, yo y mi hermanita somos como Liz y Patty, casi todo de mí se basó en ella, aunque claro, ella no es una gata ni nada parecido, ¡miau! Cuando Enterry-terry escribe sobre mí me imagina con el aspecto de Patty de Soul Eater. Mi personalidad gatuna se basa en una gata que tuvo Enterry-terry de niño. ¿No es mono? ¡Miau! ¡Pues yo lo soy más!

Al pincipio no se decidió que fuera lesviana, pero conforme fue avanzando la serie, yo solita me di esa personalidad. Además, ¡soy el personaje favorito de Enterry-terry! ¡Y de todos sus relatos!

Esa es la información que he reunido sobre mí, ¡espero que os haya gustado! Si os ha gustado este especial, haré más investigaciones, contando curiosidades y secretos vergonzosos de otros personajes. ¡Miau! ¡Adiós!

Espero que a Kitty no se le ocurra investigarme, de lo contrario… Ejem… Bueno, aquí tienen el avance del próximo capítulo:

Los inútiles de los sirvientes han pedido al señor, ahora me toca a mí ir por él, ah… Pero bueno, por lo menos me divertiré con el señorito Robert…

Este mayordomo va al rescate

Solo soy una pesadilla de mayordomo

PROXIMAMANTE