¿Amor o maldición? 2 Capítulo 10

Bienvenidos sean ustedes a este capítulo de ¿Amor o Maldición? El final está ya muy cerca, más de lo que creen. Sentimos tener que contar los hechos de manera tan acelerada, pero no nos queda más opción. Al patán que tenemos como autor le gustaría decir algo.

Ah… Esta serie me vio nacer como escritor, pero espero que no me vea morir, quiero decir, que no sea la última que escriba, porque claro, últimamente el tiempo me escasea y tal, pero bueno, a ver si pronto puedo estar más presente en la web.

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Bien, pues nada, esperamos que disfruten del capítulo 10 de la segunda temporada de ¿Amor o Maldición?

¿Amor o Maldición?

2

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Un relato del Enterrador

Capítulo 10:  A endless day, Este mayordomo es investigador

-Vaya por Dios… Seguro que me toca a mí limpiarlo…-dije tras hallar el cadáver de Chippy.

Ante mí se hallaba el cuerpo sin vida de esa “ardilla” miserable que había intentado matarme a mí y al señor. Decidí llevar la situación con cautela, pero si intentaba esconderlo podía ser peor, así que fui al salón y llamé la atención de todos tocando una copa con un tenedor.

-Señores, disculpen la intromisión, pero Chippy, el chico que les ha atendido en la entrada, ha sido asesinado. Por favor, mantengan la calma-dije sonriendo.

Como ya suponía, todos comenzaron a chillar y a ponerse nerviosos. Entonces el señor se acercó a mí.

-¡Johnatan! ¡¿Qué significa esto!? ¡Dijiste que lo descubrirías antes de que pudiera matar a nadie!-dijo enfadado.

-Bueno, señor… No soy Sherlock Holmes… Hago lo que puedo-dije frunciendo el ceño.

-Mmm… Qué extraño..-dijo pensativo.

-¿Qué es lo extraño?-dije frunciendo el ceño.

-Eso no es propio de ti… ¿Qué estás tramando?-dijo de mal humor.

-Qué bien me conoce, señor… Pero no se preocupe, que pronto se enterará…-dije sonriendo de nuevo-¡Voy a examinar el cadáver!

El cuerpo de Chippy estaba sobre un charco de sangre, pero no había ninguna herida… ¡¿Cómo entonces…!? Le quité la ropa en busca de heridas, pero no había ninguna. Así no podía determinar la causa exacta de la muerte… Solo se me ocurría una cosa… Pero no creía que nadie fuera tan salvaje

-¿Has descubierto algo? Los invitados están preocupados…-dijo el conde acercándose a mí.

-Debido a la cantidad de sangre que hay y el hecho de que no hay herida alguna, solo lo ha podido hacer un ser sobrenatural… El Yatagarasu-dije pensativo.

-¡¿Y cómo?!-dijo el conde sorprendido.

-Muy simple… Primero le arrancó la cabeza por la espalda, y al caer el cuerpo al suelo lo llenó de sangre, después se bebió parte de su sangre, y luego la volvió a colocar…-dije sonriendo.

-¡¿Has descubierto todo eso solo con la cantidad de sangre!?-dijo patidifuso.

-Por eso y porque la sangre se esparce menos hacia arriba. Eso solo tiene la explicación de que el cuerpo cayó al suelo sin cabeza-dije satisfecho.

-Y-ya veo… ¿Y cómo sabremos quién es?-dijo asustado.

-Muy sencillo… Le tenderemos una trampa…-dije sonriendo.

-Está bien. ¡Encárgate de todo! ¡Johnatan Hamilton! ¡Descubre y mata al Yatagarasu!-dijo decidido.

-Yes, your highness-dije sonriendo ampliamente.

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Los Bentley somos brillantes en el arte de engañar y de cumplir nuestros propósitos. Se me ocurrió un plan mientras me alejaba, así que fui a por el negro y le dije que le ayudaría a secarse. Lo bajé hasta el sótano, donde le dije que mi primo guardaba los pañuelos… Debía usar mi encanto para poder engatusarlo y poder matarlo.

-Esto… Lo siento mucho… Eh… ¿Cómo ha dicho que se llamaba?-dije fingiendo inocencia.

-Soy Black Slave… ¿Puedo preguntarte por qué me has tirado una copa por encima?-dijo molesto.

-L-lo siento mucho, e-es que… Pensé que usted era una mala persona…-dije ruborizándome.

-¿Y eso?-dijo confundido.

-M-mi p-papá me dijo que todos los de p-piel oscura… Eran malos…-dije más rojo aún.

-Tu padre debe ser un hombre horrible…-dijo el negro con la mirada perdida.

-Pero mi primo me ha hecho comprender que usted no es una mala persona-dije sonriendo.

-Muchas gracias, chaval…-dijo sonriendo.

-¿P-podría darme un abrazo?-dije sacando el cuchillo del bolsillo y escondiéndomelo en la espalda.

-¡Pues claro!-dijo sonriendo aún más.

Lentamente me acerqué a él y justo cuando nos abrazamos, empuñé el cuchillo para clavárselo por la espalda. Pero noté una punzada en la mía, me estaba apuñalando. Moví mi cabeza para ver su cara. Y la visión que encontré me horrorizó. En el sitio donde debía estar su cara habían desaparecido los ojos y la nariz. Solo había una cosa en esa cara negra, una sonrisa que iba desde una oreja a otra. Mi visión se nubló rápidamente y me morí, sin que a mi cerebro apenas le diera tiempo a procesar que había sido asesinado por un sucio y asqueroso negro

Solo había oscuridad, oscuridad y más y más oscuridad, hasta que de repente, vi una llama. Me acerqué a ella, pero la llama huyó de mí. Intenté alcanzarla, hasta que desapareció. En su lugar, una muñeca de trapo apareció.

- BIENVENIDO, ROBERT BENTLEY -dijo sonriendo.

-¡¿Q-quién eres… Tú!?-dije asustado.

- SOLO UN AMIGO -dijo bailando.

-E-esto… Esto e-es…-dije nervioso.

- ¡EL INFIERNO! -dijo extendiendo los brazos como un genio malvado.

-¡¿Que quéeeeeeeeeeeeeee!?-grité fuera de mí.

- Y AHORA, ENTRARÁS EN TU INFIERNO PARTICULAR, AQUELLO QUE MÁS ODIAS -dijo la muñeca levantando el dedo índice.

Todo lo negro adquirió color, pero la muñeca desapareció. Me encontraba en un bosque, sentado delante de un árbol. Una ardilla vino hasta mí. Era una ardilla negra… Sentí asco, pero mi mano se movió sola y le dio una bellota. De repente, la ardilla se convirtió en un chico. Era Chippy, pero de color negro.

- TU INFIERNO ES… ¡ENAMORARTE DE UN NEGRO! ¡BUEN SUERTE, BENTLEY! -oí una voz.

Desde aquel fatídico día, nuestro infierno se volvió uno. Mi infierno era enamorarme de un negro y hacerlo con él, y su infierno era ser violado por mí y ver en mi cara a su hermano desaparecido… Todos los días era una tortura, y así sería para siempre, ese era nuestro castigo, nuestro castigo por toda la eternidad

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Mientras Johnatan se encargaba de todo fui a intentar tranquilizar a los invitados. Como anfitrión, y sobre todo como conde de Bentley, debía ocuparme de mis invitados.

-Cálmense, señores-dije entrando a la sala.

Pero lo que encontré me horrorizó. El señor Black Slave estaba en el suelo devorando el cadáver de Fatyourmother, tenía los ojos rojos y unos dientes de lobo.Habíai cuerpos despedazados por todas partes. Tenían la piel arrancada, y estaban llenos de sangre. En ese momento no pude reaccionar, y el señor Black me miró. Dejó el cadáver de lady Fatyourmother y corrió hacia mí. Justo cuando creí que devoraría mi cabeza, se paró en seco. Sus ojos se volvieron totalmente negros y su sonrisa se ensanchó, cubriéndole toda la cara.

- J… JIJI… JIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJI -se rió el mostruo frente a mí.

-¿Q-qué es lo que eres? ¡¿E-eres el Y-yatagarasu!?-dije aterrado.

-No, el Yatagarasu soy yo-dijo alguien detrás de mí.

Johnatan apareció en la puerta del salón. Estaba sonriente, pero sus ojos no sonreían. Era la primera vez que le veía así

-¿J-johnatan?-dije mirándole sin poder creerlo.

-Bien… No alarguemos esto más de lo necesario… Señor…-dijo Johnatan mirándome a los ojos.

El señor Black, o el monstruo que era, mejor dicho, se arrancó la piel con las uñas y debajo, apareció Marcus, con una sonrisa de superioridad.

-¡¿Alguien me puede explicar qué coño está pasandoooooooooooooooo!?-dije fuera de mí.

-Muy sencillo, hemos secuestrado a su mayordomo, y lo hemos cambiado por Yata.-dijo tocándome la nariz.

-Tsk… ¡Eso es imposible! ¡Es imposible que hayáis capturado a Johnatan!-dije cabreado.

-Je… Fue fácil… Con el espantapájaros…-dijo mirándome con una mirada fija.

-¿Y-y… D-dónde está?-dije asustado.

-Ni idea. Lo más seguro es que esté muerto. El espantapájaros se lo llevó y le di orden de matarlo-dijo relamiéndose.

-Bien, señor-dijo Yata quitándose el disfraz de Johnatan-¿Qué hacemos con él?

-Puede que nos paguen bien por sus órganos en el mercado negro… Así que… Sácale todo lo que tenga y más-dijo mirándome.

-A sus órdenes-respondió su mayordomo.

El final estaba aquí no había nada ya que hacer, aunque Johnatan volviera a engañar al demonio, seguramente no lo haría a tiempo para salvarme… Este era el final, el verdadero final de mi vida, miré a un lado y vi a Eaglon y Kitty asomados a la puerta de la cocina, me miraban con pena, pero ninguno hizo nada. Entendí que se había acabado. Albert Bentley… Pasaría a mejor vida...

Pero justo cuando Yata iba a colocar su mano en mi pecho, hubo una explosión, se abrió un agujero en la pared y se inundó la estancia de humo. El humo se fue retirando poco a poco, y se vislumbraba una figura con algo redondo en las manos. Era Johnatan, con la cabeza del espantapájaros en la mano.

-¡Johnatan!-grité emocionado.

-¡Sucio cuervo! ¡¿Cómo has escapado?!-dijo Marcus furioso.

-¿Qué clase de mayordomo de los Bentley sería… Si no pudiera librarme de una sucia marioneta?-dijo sonriendo.

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Ese sucio mayordomo acababa de volver, y tanto Yata como yo estábamos sorprendidos.

-Je… Al parecer me han subestimado-dijo mirándonos por encima del hombro.

-¡Silencio! Esto no es lo que estaba planeado, pero… ¡Tenemos a tu señor!-grité enfadado.

-Señor Marcus… ¿Cree usted que iba a permitir que alguien como usted apresara a mi señor?-dijo señalándome con el dedo.

-¡¿C-cómo dices?!-dije sorprendido.

Miré tras de mí y vi que Yata estaba en el suelo y el conde no estaba. Volví mi vista hacia delante y estaba junto a su mayordomo. No era posible… ¡No había podido derrotar a Yata!

-Ahora se estará preguntando que por qué su fiel mayordomo está en el suelo-dijo guiñándome un ojo.

-Grrrr…-gruñí.

-Es muy sencillo… Los cuervos les tienen miedo a los espantapájaros…-dijo mostrando de nuevo la cabeza del espantapájaros.

-¡T-tú también e-eres un c-cuervo! ¡¿Cómo has e-escapado!?-dije asustado.

-Bah… Soy un mayordomo demasiado perfecto como para que algo así pueda impresionarme…-dijo ajustándose la corbata.

De repente, sonreí durante una milésima de segundo, cuando vi a Yata aparecer detrás de Johnatan, entonces le arrancó la cabeza de un manotazo. Golpeó tan fuerte su estructura craneal que su piel se desgarró al instante, y el cuerpo, con un brote incesante de sangre, cayó al suelo.

-Lo mismo digo…-dijo Yata aterrizando.

-¡¿Y ahora qué!?-dije con los ojos abiertos como platos riendo.

-J-johnatan…-dijo el conde.

-Tu señor no gana para disgustos… Mueres cada dos por tres… Jajajajajaja-me reí a gusto.

En ese momento la cabeza de Johnatan mordió el pie de Yata y se lo arrancó, de nuevo un chorro de sangre salió disparado, llenando la cabeza de Johnatan, Yata cayó al suelo al perder su pierna.

-¡¿Es que esto no terminará nunca!?-dije de mal humor.

Yata se arrastró por el suelo y llegó hasta la cabeza de Johnatan, cogió sus ojos y se los aplastó con los dedos. Johnatan gritó, y le arrancó la mano a Yata de un bocado. Éste también gritó. Se embarcaron en una batalla sangrienta e interminable. El conde miraba horrorizado, pero yo estaba tranquilo y sonriente, sabía que Yata iba a ganar.

-Miau… Oye, Eaglon… ¿No crees que deberíamos ayudar a Johnny-Johnny?-dijo Kitty triste desde la cocina.

-¡Kitty, no podemos mostrar compasión! ¡Recuerda que esto lo hacemos por Cathy y por Tweety!-dijo Eaglon decidido.

-Miaa…. Pero…-respondió Kitty alicaída.

Sus cuerpos se iban quedando cada vez en menos, con cada bocado o cada golpe, se iban consumiendo, por así decirlo… Johnatan ya no podía ver ni hablar, y Yata había perdido sus articulaciones, pero aún así seguían atacando. La sangre de su pelea salpicaba en dirección al conde, que temblaba ante la visión que tenía ante él.

Entonces Yata lo hizo, aplastó con su cabeza la cabeza de Johnatan Hamilton, espachurró su cabeza y todos sus sesos y fluidos del interio, salpicaron. Yo comencé a reír a carcajadas.

-¡Muy bien, Yata, muy bien!-reí contento-¡has derrotado a Johnatan Hamilton! ¡Bien hecho!

En ese momento, el conde, que parecía estar a punto de llorar, sonrió.

-¿Qué dem…?-dije molesto.

-Habéis olvidado el cuerpo-dijo señalando tras Yata con una sonrisa.

Aquella visión fue lo más horroroso que vi en mi vida. Vi como las manos de Johnatan abrían la espalda de Yata en canal, y se introducían dentro de su cuerpo para reventarle los órganos internos. En ese momento, sus ojos explotaron y comenzó a sangrar por todos los agujeros de su cuerpo. En menos de 5 segundos, su cuerpo estalló, y la mano de Johnatan se quedó a la vista.

-Qué.¡¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!?-grité fuera de mí.

-Habéis olvidado algo tan evidente que casi era fácil de olvidar-dijo el conde sonriendo.

-Vosotros… Vosotros… ¡No puede ser!-grité.

-Me temo que tú, has perdido-dijo el conde con una sonrisa.

-Me temo que esto aún no ha acabado…. ¡Yo también puedo transformarme!-grité rojo de ira.

-Estamos deseando verlo…-dijo el conde con tono narcisista.

-Tsk. ¡Demonio! ¡Dame poder!-grité alzando mis brazos.

Un aura oscura me envolvió. Mi cuerpo se transformó por completo, mi piel se volvió negra, apareció pelo por todo mi cuerpo, me salieron alas y mis ojos se volvieron blancos. También aparecieron en mí una cola y unos cuernos, me transformé en demonio.

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Marcus se había transformado en demonio, y Johnatan había perdido la cabeza. Pero yo, Albert Bentley, no podía permitirme perder ante esta situación.

-¡Johnatan Hamilton! ¡Es una orden! ¡Elimínalo!-grité.

El cuerpo de Johnatan inclinó su cuello y tiró un montón de sangre al suelo, que escribió las palabras: “Yes, my lord”.

- ¡BUAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡¿CREES QUE ALGUIEN QUE NO PUEDE VER PODRÁ DERROTARME!? -gritó riéndose Marcus.

El cuerpo de Johnatan corrió a toda velocidad a por Marcus, pero éste le golpeaba fácilmente, ya que Johnatan no le podía ver.

-Maldición… Esto no funciona…-dije pensativo.

En ese momento miré a mi lado y sonreí.

-¡Johnatan, ponte esto!-grité.

-¿....?

Johnatan saltó y se colocó la cabeza del espantapájaros, una… Calabaza…. Pero funcionó, ahora podía ver y hablar.

-Bien zeño’-dijo Johnatan.

-Vaya acento que tienen las calabazas…-pensé para mí.

Johnatan se abalanzó sobre Marcus y comenzó a hincarle cuchillos por todo el cuerpo.

- ¡BUAJAJAJAJAJAJAJ! ¡NO ME HACEN NI COSQUILLAS! -gritó satisfecho Marcus.

Era cierto, no salía ni siquiera sangre, ese monstruo era invencible… Así no lo iba a derrotar

- ¡Y AHORA! ¡TE MATAR….! -gritó.

-¿Eh? ¿Qué ocurre?-dije confuso.

- ¡NO PUEDE SER! -gritó.

-Azín e’-Johnatan le guiñó el ojo-E colocao lazante en er cushiyo.

-¡¿Podrías hablar normal!?-dije furioso.

- ¡M-M-M-M-M-M-M-M-M-M-M-M-M-ME CAGOOOOOOOOOOOOOOOO! -gritó Marcus.

-Ezastos… Por ezo…. ¡Va’ a mori’!-gritó Johnatan saltando.

Marcus intentó moverse, pero su cara estaba blanca y sudaba a montones, por lo que se limitaba su movilidad. En ese momento Johnatan cogió el cortacésped de Eaglon y destrozó a Marcus. Sus trozos iban en todas direcciones mientras él chillaba con expresión de horror… La calaba… Johnatan sonreía con su cara calabaza mientras más y más sangre le salpicacaba, en menos de 1 minuto, Marcus ya no existía. Todo había terminado

-Afú… Afú…-repetía Johnatan.

-¿Es que tu cabeza no volverá nunca?-dije cansado de ese acento.

Johnatan sonrió y se quitó la calabaza, desde su cuello…. Eh… Brotó… Otra cabeza… Sonriente.

-Johnatan…-dije emocionado.

Fui corriendo a abrazarlo, pero mi alegría no duró mucho, fue una milésima de segundo, pero fue crucial, Kitty apareció por la espalda de Johnatan y le partió el cuerpo en dos con sus uñas. La última vez que vi la cara de Johnatan… Estaba sonriendo

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Yo nunca quise hacerle daño… Nunca quise que Johnny-Johnny sufriera… Miau…. Yo… Solo lo hice… Para salvar a Cathy… Alby-Alby me miró con los ojos como platos… Y entonces lloró… Lloró como nunca lo había visto… Pero Eaglon y yo nos fuimos con las dos mitades de Johnatan, sin mirar atrás. Aquella, fue la última vez que vimos, u oímos hablar, de Albert Bentley

-Miau… No hemos conseguido el cuerpo del Yatagarasu…-dije preocupada.

-Crowny lo destrozó… Es natural… Y eso que se supone que debía entregárselo al diablo…-dijo Eaglon pensativo.

-Miau… Supongo que no tenía ninguna intención de hacerlo…-dije triste.

De repente, el paisaje a nuestro alrededor cambió, a uno en llamas…. El infierno

- PUES ESO NO ESTÁ BIEN… EL TRATO ERAN LOS DOS CUERPOS -dijo la muñeca bailando gallet.

-.........-la muñeca me miró raro.

-¡Lo sentimos, pero…! ¡Hemos hecho lo que hemos podido!-dijo Eaglon exaltado.

- Y AÚN ASÍ NO HA SIDO SUFICIENTE… PERO BUENO… ME HABÉIS TRAÍDO A JOHNATAN HAMILTON… POR LO QUE SERÉ JUSTO -dijo la muñeca.

-¿Miau? ¿Entonces recuperaré a mi hermanita?-dije ilusionada.

- ME TEMO QUE NO ES TAN FÁCIL. SÓLO LIBERARÉ A UNO DEL INFIERNO Y LE ENTREGARÉ EL SER QUERIDO… DEL OTRO -dijo el demonio sonriendo.

-¡¿Que quéeeeeeeeeeeeeeeee!?-dijo Eaglon.

- SENCILLO… SI TE SALVAS TÚ, TE DOY A CATHY, Y SI SE SALVA ELLA, LE DOY A TWEETY -dijo la muñeca sonriendo de oreja a oreja.

-¡Miaaaa! Pero eso es… ¡Demoníaco!-grité enfadada.

- ¡¿Y QUIÉN TE CREES QUE SOY?! ¡¿EL PAPA!? -dijo de mal humor.

-¡Miau! ¡A ese nos lo comimos!-dije decidida.

-.....................................-Eaglon no dijo nada.

-¿Miau, Eaglon?-dije sorprendida.

-Kitty… Sálvate tú… Y llévate a Tweeety…-dijo serio.

-¿¡Miaaa!? ¡Pero mi hermana…!-dije triste.

-¡ESO ES LO QUE ELLA QUERRÍA QUE HICIERAS!-gritó Eaglon con lágrimas en los ojos.

- ¿Y BIEN? ¿QUIÉN SE SALVARÁ? -dijo la muñeca sonriendo aún más.

-M-mia… H-hermanita…-dije viendo el cuerpo de mi hermanita flotando.

-Kitty…-oí una voz.

-¡Miaaagh! ¡¿Hermanita?!-grité.

-Vete y salva a Tweety… Haz caso a Eaglon…-dijo la voz.

-P-pero…. M-miau…-dije empezando a llorar-Yo no quiero perderte

-Kitty… Tú nunca me perderás… Yo soy tu hermana… Y siempre estaré en tu corazón…-dijo la voz serenamente.

-¡No quiero! ¡Miaaagh! ¡No quieroooooooooooo!-dije llorando aún más.

-Kitty… Escúchame… Debes llevar una vida feliz… Y Tweety y tú os debéis ayudar mutuamente… Así que por favor…-dijo la voz.

-Miau… Sniff…. Lo haré…-dije entre lágrimas.

- ¿MMMMM? ¿EN SERIO? -dijo la muñeca sonriendo.

-Eaglon… Yo cuidaré de Tweety…-dije sonriendo con lágrimas en los ojos.

-Así me gusta…-dijo Eaglon mirándome con una sonrisa triste.

- PERO COMO HOY NO ECHAN NADA EN LA TELA Y ME ABURRO, EAGLON, DEJARÉ QUE TE DESPIDAS DE TWEETY -dijo la muñeca sonriendo.

-Gracias…-dijo Eaglon llorando.

La burbuja de Tweety bajó, y tanto el demonio como yo misma, nos partamos.

-¿E-eaglon?-dijo Tweety restregándose las manos en los ojos.

-Tweety…-dijo Eaglon secándose las lágrimas antes de que Tweety lo mirara.

-¿Qué está pasando?-dijo Tweety somnoliento.

-Tweety… Te he salvado del infierno… Ahora te vas con Kitty…-dijo señalándome.

-¿Y tú?-dijo mirando a Eaglon preocupado.

-Yo… Me quedaré aquí… Para siempre…-dijo sonriendo de forma melancólica.

-¡¿Qué!? ¡Pero eso…!-dijo Tweety rompiendo a llorar.

-No llores…-dijo Eaglon abrazando a Tweety-Tienes que vivir la vida, Tweety… Pero ya sabes

-¿Ya sé qué?-dijo llorando.

-Tienes un chico malo para que volvamos a vernos…-dijo tocándole la nariz con una sonrisa.

- ¡BUENO, YA BASTA! ESO HA SIDO TODO, TWEETY…. ¡TE DEVUELVO TU ALMA! -dijo la muñeca.

-Adiós, Tweety… Te quiero…-dijo Eaglon despidiendo a Tweety mientras se desintegraba.

- ¡Y A TI, KITTY! ¡TAMBIÉN! -dijo la muñeca de nuevo.

Mi hermana comenzó a desintegrarse también… Pero antes, se transformó en gato.

-Miau…. No olvides ser tú, Kitty….. Miau…-dijo antes de desintegrarse.

Los dos desaparecieron y nosotros aparecimos en mitad del bosque. Aquel día comenzó nuestra nueva vida. Tanto Tweety como yo decidimos seguir juntos, y yo… Jamás volví a pronunciar la palabra…. “miau”.

En cuanto a Albert Bentley, unos dicen que se suicidó, otros dicen que desapareció, y otros que se quemó junto a su mansión. Nadie sabe qué fue de él. De él solo queda una tumba en el cementerio de Londres, una tumba vigilada por un cuervo, un cuervo que dice:

NEVER MORE (NUNCA MÁS)

FIN

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Temo que este haya sido el último relato de ¿Amor o Maldición? Esperemos que les haya gustado… En cuanto a mí… Se preguntarán… ¿Qué fue de él? ¿Qué fue de Johnatan Hamilton? El autor no ha querido contestar a esa pregunta. Porque… Todavía queda la posibilidad de una tercera temporada… Muy pequeña, claro… Porque esta ha sido un desastre… Pero también puede haber algún episodio especial, claro… Ahora el asqueroso y retorcido autor desea decirles unas palabras.

Oficialmente, diré que este es el final definitivo de esta serie, la serie que me vio nacer como escritor, y que… Ejem… Copié a Yana Toboso, autora de Kuroshitsuji, gracias a eso me solté como escritor y he podido crear otras historias, así que a esta serie le debo el éxito, aunque puede que poco, éxito al fin y al cabo. Me gustaría agradecer a las siguientes personas su apoyo.

Academia Wellington, entrégate al pecado

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Un relato del Enterrador

AGRADECIMIENTOS

COMENTARISTAS

AURORA LA DIOSA

ALBANY

Y POR SUPUESTO, TODOS LOS QUE ME MANDÁIS E-MAILS

PÁGINA

TODORELATOS.COM

Gracias por permitirme escribir esta historia

OS SALUDA

EL ENTERRADOR

Eso ha sido todo, muy probablemente no vuelvan a oír hablar de mí, pero Eaglon y Tweety tendrán su spin-off pronto, y puede que Kitty y Tweety encuentren un hueco en otro relato….