Amor natural ii
Pasan los dias mientras estela organiza la expedicion en compañia de los biologos americanos
AMOR NATURAL
Por Andre Love
Cinco días después.
En el MINAE había crecido mucha actividad, los biólogos y científicos repasaban una y otra vez las características del lugar que por ahora era secreto, retocaban los conocimientos que poseían sobre el tema, alistaban el equipo para la expedición, entre otras cosas. Un día Estela les enseñó una réplica del sapito Arlequín, pues la pareja viva de anfibios se encontraba en el ranario del proyecto ecológico de Rain Maker el cual se acentuaba en los bosques a donde se encontraron los pequeños animales, era un gran y arduo trabajo de equipo, pero todos sin excepción estaban emocionados.
La relación entre Alison y Estela se había acrecentado mucho, pasaban horas hablando sobre el gran proyecto y analizando posibilidades para mejorarlo, una asombraba a la otra pero ninguna lo admitía, aunque Estela era siempre reservada y todavía estaba en desacuerdo con muchas cosas, se había abierto un poco a la chica más joven, Manuel sonreía cada vez que las veía conversando placenteramente, o intercambiando miradas sabedoras, Andrés y Ashuri parecían llevarse muy bien, John había conocido a una chica que trabajaba en el departamento de Ambiente, no la dejaba en paz pero para Alison era un alivio que anduviera lejos de ella.
En fin, todo estaba saliendo muy bien, solo esperaban poder encontrar más anfibios.
Apartamento de Estela, noche.
-¡Mierda!... maldito vestido.
Después de luchar con su largo vestido de seda color negro, Estela se miró en el espejo de pies a cabeza, no estaba muy convencida, pues odiaba ponerse vestido, pero esta era una ocasión especial así que vencida se recogió el largo cabello en un moño dejándose caer varios flequillos a los lados y se maquilló un poco el rostro.
Era la fiesta de aniversario del MINAE, además de ser una fiesta de gala, toda la gente importante iba a estar presente; el ministro de ambiente, directores, figuras de la política, renombrados biólogos y grandes científicos.
Cuando estaba terminando de poner brillo en sus labios, el teléfono sonó.
-Aló?
-Estela?
-Mamá?... esta todo bien?
-Si hija, si... nada más llamaba para saber como estabas...
-Pero si me llamas casi todos los días, si tuviera problemas sabes que te llamaría.
-Sí lo sé... oye cuando nos vienes a visitar?... tu padre te extraña mucho.
-Dile a papá que pronto iré... ahora no tengo tiempo mamá, ya sabes lo del proyecto y todo eso...
-¡Oh si!... hija estoy preocupada por ti... no haces más que trabajar, eso mata a la gente sabes?
-Madre no va a matarme... me gusta mi trabajo, en parte es lo que me mantiene cuerda, ya sabes como soy.
-Hazme caso Estela... date unas vacaciones, no has parado de trabajar desde... ¡Toda la vida!
-Perdona mamá, debo irme.
-Tienes una cita?
-No mamá. -Estela hizo rodar sus ojos exasperada.
-Al fin hay alguien en tu vida?... un chico guapo?
-Mamá debo colgar, ya me cogió tarde.
-Sabes que puedes confiar en mí...
-Adiós.
Estela colgó el teléfono un poco apesadumbrada, no sabía por qué, pero había querido que fuese otra persona, una rubia y de ojos verdes, miró la hora en el despertador de la mesita de noche y quitándose esa idea tonta de la cabeza, se apuró a ponerse un poco de su perfume favorito "Trésor de Lancome".
-¡Por Dios!... cómo iba a llamarme si en ningún momento le he dado mi número telefónico?... además tiene novio Estelita... tienes que metértelo en la cabeza... deja de decir estupideces... pareces una loca hablando sola. -Se reprendía mientras cogía su bolso de noche que hacía juego con los zapatos.
Rápidamente salió de su habitación y del apartamento, arrancó su auto y cogió rumbo a la fiesta, que no era en otro lugar que el hotel Aurora, donde estaban hospedados los científicos, allí los vería, ya que ellos también habían sido cordialmente invitados.
Doña Catalina de Arce, madre de Estela, de linaje griego, mujer intranquila o eso aparentaba, siempre tan atenta de la vida de su querida hija. De sus cuatro hijos, Estela fue la que más problemas le dio, tal vez... por ser la única mujer o por que siempre fue la oveja negra de la familia, la única que se atrevía a revelarse contra ella, le encantaba sacarla de quicio. Para Estela era ya bastante trabajo tener que lidiar con la atención desbocada de su madre, que más bien le parecía una obsesión, no había un solo día que no la llamase, pero Estela se hartaba de contestar y lo dejaba pasar, al otro día su madre le recriminaba o la atiborraba de preguntas que no hacían más que tentarla a cambiar el número de teléfono de su apartamento y no dárselo jamás, nunca le había dado el número de su celular, temía que en alguna importante reunión se le ocurriera llamarla o que no la dejase en paz en todo el día. En cambio su padre, su amado y adorado padre Rafael Arce, hombre respetado en su pueblo, siempre pacífico, siempre emotivo y muy trabajador, cuando de su familia se trataba nada para él era suficiente. De pequeña Estela se llevaba muy bien con él, cualquier problema que tuviese ó pregunta que hacer, acudía a su padre quien más bien se salía del tema y terminaba explicándole el inicio del universo, Estela y su padre pasaban horas y horas mirando las estrellas recostados en el tejado de la casa, charlando de cosas sin importancia, de la vida y del futuro. Su padre era el dueño de la finca más grande de la zona, orgulloso como solo él podía, su finca se había convertido en una finca orgánica, en la cual producían productos lácteos y vendían abono para plantas y cultivos, era toda una fábrica y así el trabajo que eso conllevaba, pero su padre era un hombre fuerte y tenía pensado seguir siéndolo hasta su muerte. De sus tres hermanos no hay mucho que decir, el mayor Miguel, estaba casado y tenía dos hijos, Estela era la del medio y después seguían los gemelos, David y Daniel, eran dos años menores que ella, los dos eran solteros, pero Daniel tenía una novia desde hacía 6 años, casi que vivían juntos, Estela no comprendía porque no se casaban de una vez por todas, pero nunca se metía en la vida de su familia, siempre les andaba de lejos, talvez por que cada vez que le veían empezaban a meterse en su vida privada y eso no lo soportaba. Aún así amaba a su familia, a sus hermanos y a sus padres, podían ser lo que fueran, pero eran parte de ella, al que más veía era a David, el único que sabía de su tendencia por las mujeres, era un hermano incondicional, se parecía mucho a su padre, quizás por eso se atrevió a decirle o quizás porque ya estaba cansándose de esconderlo.
Hotel Aurora, salón de fiestas.
Estela había llegado a tiempo para escuchar las palabras de bienvenida a los invitados, había gente por todos lados exhibiendo sus trajes de noche, las mesas estaban bien decoradas alrededor de la pequeña pista de baile, se encaminó a una de las mesas donde estaba sentado su amigo Ashuri con un elegante traje de etiqueta, se acercó por detrás y lo tomó por los hombros.
-¡Hey!
-¡Estela!
-Luces muy guapo esta noche Ashuri.
-Oh... gracias. -Ashuri sonriendo de oreja a oreja la miró sorprendido.
-Estela esta noche la que luce increíble eres tú. -Opinó su amigo levantándose y corriendo una de las sillas para que Estela se sentara.
-Gracias caballero.
-No hay de que.
Estela entonces miró la mesa donde había una pequeña carta con los nombres de los invitados que debían de ocupar esa mesa, leyó los cinco nombres de la lista, releyendo el último de ellos, un pequeño escalofrío recorrió su desnuda espalda.
-Estas bien?
Estela miró a su amigo un momento sin concebir lo que había sentido segundos antes.
-Sí... estoy bien, es solo que estoy un poco nerviosa ya sabes, Manuel me debía de dar un pequeño discurso sobre el Proyecto Arlequín. -Mintió la bióloga a su amigo, pues ella más que nadie sabía que hablar en público era lo que menos le costaba.
-Bueno... puedes estar tranquila, si la que más sabe del tema eres tú, te va a ir bien.
-Sí... eso espero.
El conjunto que estaba a un lado de la pista empezó a tocar una pegajosa música Salsa, Estela recorría la sala con su mirada no sabiendo muy bien que buscaba, solo lo hacía por que su cerebro y su corazón lo indicaban.
-A quién buscas?... tal vez... pueda ayudarte. -Propuso Ashuri que la había estado mirando de reojo.
-Pues... a nadie en particular... sólo miraba por si reconocía a alguna persona.
Ashuri sirvió dos copas de champaña a cada uno, Estela tomó de la suya y sonrió a su amigo tratando de aparentar tranquilidad, lo que más le faltaba en esos momentos.
En eso volvieron sus ojos al hombre que se les acercaba de frente.
-Qué tal la fiesta?... están pasándola bien?
Manuel brillaba de felicidad, como si hubiera estado esperando esa gran noche toda su vida, pero la verdad era que él siempre era así de radiante, cosa que Estela envidiaba.
-Sí... la estamos pasando muy bien. -Advirtió Ashuri a su jefe.
-Si... esta bien. -Opinó Estela sin importancia.
-Muy bien... entonces nos vemos luego chicos.
Una mujer que no era otra que la esposa de Manuel se acercó a este agarrándolo de la mano, saludó a Estela y a Ashuri y sin otra cosa llevó a su esposo a la pista de baile donde se acumulaba cada vez más gente.
Estela miraba a su jefe bailando graciosamente con su esposa, llegando a la conclusión... de que eran una pareja muy feliz.
-Ya no creo que necesites de mi ayuda.
-Qué?
-Mira a la puerta.
Estela hizo lo que le dijo Ashuri sin entender muy bien a que se estaba refiriendo... hasta que la vio.
-Oh... ¡Por Dios!
-Estela?
-"Pero qué escucho?... Bosque verde... amanecer dorado..."
-Estela... oye!...
-"Quién me habla?... Blanco celaje... flor carmesí..."
-Estela... vuelve!
-"Por qué?... no quiero... me esta mirando... Diosa del bosque... bestia hermosa."
-Estela... Este... oye Estela!
-"Qué?... me esta mirando... no puedo... no..."
Ashuri miraba preocupado a su amiga, la cual no reaccionaba, la zarandeó por los hombros y de pronto la mujer de ojos añil volvió su rostro hacia él, lo miró por un momento sin entender que le había pasado.
-Estás bien? -Le preguntó Ashuri pasándole su copa de champaña.
-Ashuri... por favor, puedes decirme... que putas me ha pasado? -Indagó la bióloga inquieta, tomando un sorbo largo de la copa.
-No lo sé amiga... te estaba hablando y de repente... te quedaste hipnotizada, como si hubieras visto a Alison levitando entre el Ministro de Ambiente y su espantosa esposa.
-"Alison". -Recordó Estela.
De inmediato Estela dirigió su mirada donde había visto por última vez a la impresionante mujer que no era otra más que Alison, pero ya no estaba.
-Hola.
Ashuri y Estela volvieron sus cabezas para ver a la dueña de esa voz.
-Hey!... cómo estas? -Saludó un Ashuri de sonrisa ancha poniéndose de pié al igual que Estela quien no decía nada.
-Muy bien Ashuri... y tu?... guau!!!... pero si estas súper guapo.
-Jaja!... que va... yo soy el que estoy rodeado de las dos chicas más bellas de la fiesta.
Alison lo miró divertida, después sus ojos pasaron a la otra persona que la miraba curiosa.
-Cómo estas Estela? -Preguntó la científica alegremente.
-Bien... y tu que tal? -Le respondió la mujer más alta aún perturbada.
-Yo... estoy genial. -Alison notó lo exuberante y bella que estaba la otra mujer, sus ojos querían poseer el control para así poder mirarla de arriba a bajo, pero se limitó a observar solo su rostro, el cual también estaba implacable. -Me atrasé un poco, no tenía un vestido adecuado y... me fui de compras, duré más de lo pensado, andar en una ciudad que no conoces puede ser muy difícil... -Explicó finalizando con una sonrisa, pues pensó que si seguía así iban a creer que era una chica impuntual.
-Pero Alison, por qué no nos dijiste?, te hubiéramos acompañado... verdad Estela? - Indicó el joven indígena mirando a su compañera.
-Que?... Oh claro. -Afirmó la alta mujer mirando a Ashuri y después a Alison quien le sonrió quitándole importancia.
-Ya no importa... solo espero haber elegido bien, no sabía cual vestido escoger.
-Ya veo... -Reparó Estela pensando si debía de decir algo más o mejor quedarse callada. -... Ese te queda... muy bien.
-De verdad?
Alison miró su propio vestido largo, pegado al cuerpo y de cola ancha de color verde.
-Sí... hasta creo que... -Le decía la bióloga acercándose a uno de sus oídos y bajando su voz sintiéndose más tranquila y confiada. -... Has dejado a muchos sin aliento... y... a muchas.
Alison la miró sorprendida sin articular una sola palabra.
La bióloga la observaba con una sonrisa de medio lado, sabiendo que lo que acababa de decir, de alguna u otra manera era una pequeña venganza de lo que esta había sentido antes, aunque lo de ella había sido mucho, pero que mucho... peor?
-Oigan chicas, se van a quedar allí de pie toda la noche?
Alison y Estela seguidamente miraron a su amigo, quien las observaba sentado cómodamente en su silla, las dos mujeres no se habían dado cuenta, por lo cual les pareció una divertida situación, se sentaron cada una al lado de Ashuri, este último le ofreció una copa de champaña a Alison, quien asintió agradecida por la atención que le daba el chico.
Estela por otro lado se extrañó que la científica llegara sin sus compañeros, pero no le importó, aunque Andrés era un buen sujeto, John no le daba buena espina.
-Alison dime... -Inquirió Ashuri. -... Tus amigos no van a venir?
-No lo sé, no los he visto desde... Oh! míralos allá están.
Los tres miraron hacia las puertas centrales de la sala de eventos por donde los extranjeros pasaban, ambos iban de esmoquin, Andrés con un traje de color gris oscuro y John con uno negro, se veían muy apuestos, se notaba el gran trabajo que John le había dedicado a su cabello tipo Elvis, parecía muy orgulloso de ello, pero su sonrisa desapareció al clavar los ojos en los de Estela que lo miraba sin vacilar, John se aclaró la garganta incómodo y acomodó con un dedo el cuello de su esmoquin el cual de repente le pareció muy apretado mientras él y Andrés se dirigían a la mesa con sus otros compañeros.
-Oigan!... pero qué tenemos aquí?... Alison al fin te veo como a una mujer.
-John eres simplemente un...
-Alison no le hagas caso. -La cortó Andrés. -Estas increíble y tú también Estela. - Reveló este a las dos chicas.
-Gracias Andrés, tu tampoco estas tan mal. -Le dijo Estela al sonrojado científico.
Alison lo miró y se hechó una risita, sabía lo perturbable que podía llegar a ser un cumplido de la bióloga o una sola palabra pronunciada por esa mujer.
-Señorita Howels!
Alison se volvió hacia el hombre que llegó junto a la mesa con una sonrisa de oreja a oreja.
-Manuel!, cómo estas?
Alison se levantó para estrechar la mano del director de la institución, este estrechó su mano dándole también un beso en la mejilla.
-Alison es muy agradable tenerte aquí... gracias por venir y a ustedes también chicos.
-Manuel, para mi es todo un privilegio... no podría haber faltado.
-Para nosotros también señor. -Advirtió Andrés estrechando la mano de este y dándole campo a John que no quería quedarse atrás.
-Ahora eres parte de la familia. -Le apuntó a la chica rubia. -... Tu y tus compañeros.
-Gracias Manuel. -Le agradeció Alison abrazándolo como a un padre.
Estela los miraba sin quitar ojo, las palabras de Manuel calaron en ella bastante fuerte. Cómo podía decir eso?... apenas los conocía, a ella misma le había costado ganarse ese aprecio, ese gran privilegio, por qué ella?, por qué esa niñata que se creía la salvadora del mundo lo logró sin hacer ningún esfuerzo?... por qué?... El único que sabía lo que en esos momentos Estela estaba sintiendo era su querido amigo Ashuri, pero este no dijo nada, ni diría nunca nada si no se lo preguntaba ella misma, meterse con sus pensamientos no era algo que le gustase hacer.
-Ahora señorita... sería un gusto para mí, invitarla a bailar.
-Oh!... no... no sé bailar muy bien, ni mucho menos este tipo de música, nosotros tenemos fama de mal bailarines, y yo no soy la excepción...
-Oh... vamos Alison, hazme el honor, no es tan difícil... ven.
Alison no quería negarle a Manuel el gesto, por ello se dejó llevar hacia la pista de baile que estaba abarrotada de gente, sintiéndose fuera de lugar, no tenía ni idea de cómo mover su cuerpo, en su vida había bailado merengue, que era lo que la orquesta estaba tocando en aquel momento.
-"Por Dios... y ahora qué hago?"
No supo por qué, pero sus ojos se dirigieron a la mesa que antes ocupaba, Estela la estaba mirando, pero esta rápidamente desvió la mirada y la posó en la copa que tenía entre sus manos, de pronto alzó su mirada, cruzándose con la verde de Alison, esta vez Estela no la quitó y Alison como si solo eso necesitara para sacar toda la timidez que le inundaba, se empezó a mover, sus caderas se acoplaron al ritmo de la canción y sus brazos se alzaron para situarse en los hombros de Manuel quien le sonrió tratando de darle confianza, sus pies de inmediato alcanzaron el ritmo, y sin otra cosa se dejó llevar siguiendo los pasos del hombre que con paciencia le mostraba para que le fuera más fácil.
Antes de que llegara Manuel, Estela pensó que podría disfrutar de la fiesta, pero ahora no estaba segura.
De vez en cuando la mujer de cabello ámbar echaba un vistazo hacia la pareja que bailaba felizmente entre las demás, Alison pisaba el pie de su jefe y se disculpaba muy avergonzada, pero éste no le daba importancia y seguía dándole vueltas como a un maniquí, por un momento la escena le pareció divertida, pero no podía olvidar lo que esa gente significaba para ella, y lo único que significaba era problemas.
Miró a los hombres sentados en la mesa, Ashuri hablaba tranquilamente con Andrés, mientras John coqueteaba con alguna que otra chica que pasaba delante de él, este último la ponía nerviosa, apretó con fuerza la copa, su respiración se volvió más acelerada, sus ojos se volvieron más pequeños, sus pupilas se dilataron, su boca se secó, ese hombre... John.
Como si se sintiera observado John volvió su vista a la bióloga, retándola con la mirada, Estela sintió como la copa entre sus largos dedos se rajaba lentamente, esto la hizo reaccionar, soltó la copa y la miró por unos segundos, alzó la mirada que quedó perdida en un punto fijo por unos segundos... qué demonios estaba haciendo ella allí?... se levantó rápidamente de la silla sin rumbo fijo, solo quería relajarse, se había asustado de su propia reacción. Sus piernas la guiaron al pequeño bar de la sala, se sentó en la barra y pidió un Dry Martini.
-"Pero qué demonios me pasa?... ese hombre no me ha hecho nada, y de un momento a otro deseé que la copa fuera su cabeza... creo que me estoy volviendo maniática". -Pensó.
Acabó su bebida y pidió otra al joven bartender que la estudiaba mientras pulía unas copas delicadamente, este le sirvió otra y siguió con lo que hacía, una mujer se sentó en una de las sillas de la pequeña barra, Estela no la miró pero supo que se había sentado en una más cerca de ella.
-Hola.
La bióloga miró a la mujer, levantó sus dos oscuras y perfectas cejas mientras tomaba de la copa. Era una mujer muy atractiva, llevaba un vestido rojo hasta las rodillas dejando ver unas piernas bien formadas, tenía el cabello negro al igual que ella pero mucho más corto, sus ojos eran marrones y tenía un pequeño lunar en la mejilla haciéndola ver muy sexy. La misteriosa mujer pidió al joven que había dejado de pulir las copas hacía rato un Bloody Mary, el joven asintió frenéticamente y se puso a preparar el cóctel.
-Cómo te llamas?
-Estela.
-Lindo nombre.
-Gracias. -Estela sabía que la chica quería flirtear con ella, estaba acostumbrada a ello, pero solo muy pocas le llamaban la atención... esta, tenía sus dotes.
-Quieres otra copa? -La invitó la otra mujer.
-No... nunca bebo mucho.
-Eres de pocas palabras.
-Eso creo.
La chica le sonrió mostrándole sus perfectos dientes entre esos labios que a la bióloga le parecieron jugosos, la mujer miró entonces al bartender que le ofreció la bebida y de nuevo su atención se posó en Estela.
-Creo que ya te había visto antes... pero no recuerdo en donde.
-"Tal vez en tus sueños linda". -Pensó Estela levantando una de sus cejas. -Seguramente en alguna otra fiesta del MINAE.
-Umm... no lo creo, ésta es la primera vez que asisto a una.
-Eres la esposa o la amante de algún... -"Hijo de puta" -Pensó. -... Alguien importante?
-En realidad... vengo sola.
-Ya.
La chica se movió en su asiento pegando una de sus rodillas en la pierna derecha de Estela, esta última sintió su cuerpo acalorarse y su respiración volverse entrecortada, no esperaba algo así esa noche, pero su mente se rehusaba a dejarle ver, como lo hacía siempre, el futuro que le esperaba junto a esa apetitosa mujer caída del cielo... en la cama.
Estela tomó un largo trago vaciando la copa, se comió la aceituna lentamente observando la chica que parecía estar hechizada por la aceituna, repentinamente unos ojos verdes alumbraron sus pensamientos en ese momento, sin pensar miró hacia la pista de baile, allí estaba la dueña de esos ojos que parecían haberse perdido y ocultado en su mente.
-"No puedo creer que este pensando en ella ahora... debería de odiarla, por, por... Dios, ni siquiera puedo odiarla".
-Estela?
Estela miró entonces a su nuevo compañero Andrés quien había llegado junto a ella, este tímidamente se acercó para tratar de proponerle lo que ya esta se imaginaba.
-Andrés... qué quieres? -Le preguntó la mujer de azul mirada pensando si enfadarse con él o al contrario, alegrarse de que llegara en ese inoportuno momento.
-... Bueno es que... yo... pues... quería... pensé que tal vez...
-Jajaja... vamos galán. -Le indicó la alta mujer olvidándose completamente de la chica de la barra.
-Oye y yo qué?
La mujer de rojo la miró sin entender, Estela se volvió a ella pero no dijo nada ya que John en ese instante se sentaba en una de las sillas.
-Creo que te sobra compañía... lo siento pero, no me interesa.
Estela se agarró de la mano de Andrés quien estaba feliz pues Ashuri le había advertido de lo difícil que era proponerle un baile o cualquier otra cosa a la bióloga. Se dirigieron a la pista haciéndose campo entre el gentío. Pronto se movían de un lado a otro, la bióloga sabía que para muchos eran el centro de atención, pues aunque siempre asistía a las fiestas del instituto, nunca había bailado hasta ahora, muchos hombres la invitaban a bailar, pero ella nunca aceptaba... Por qué ahora era diferente?, acaso tenía que ver con la chica que la estaba mirando a escasos metros de ella?, o es acaso... porque quería competir contra ella?
Manuel guió a Alison muy cerca de Estela, los hombres se sonrieron y como si fuera algo ensayado cambiaron de parejas, Alison con Andrés y Estela con su querido jefe Manuel, todos parecían estar disfrutando del momento, hasta Estela parecía hacerlo.
Al otro extremo de la sala, John parecía estar muy concentrado en la chica que le hablaba y le coqueteaba, Estela los miró y suspiró dándole secretamente las gracias a Andrés.
Mientras tanto, Andrés guiaba a Alison por toda la pista de baile, la música cambiaba de ritmo cada minuto, no podían parar de bailar, Alison estaba disfrutando de todo, su amigo sabía bailar muy bien, esa faceta no se la conocía hasta ahora y le daba mucha gracia saberlo, lo hacía mucho mejor que Manuel el cual daba vueltas a Estela como si fuera un trompo, de repente Alison chocó con alguien por detrás, se volvió para disculparse, pero sus disculpas quedaron en su boca, Estela la miraba directamente a los ojos.
-Quieres seguir bailando? -Le preguntó Andrés de pronto.
-La verdad... estoy un poco cansada... mejor...
-Quieres bailar conmigo?
Alison miró a su lado para encontrarse con esos ojos de agua salada que la tenían en la mira, su corazón dio un brinco al verla tan cerca. Andrés sonreía libremente, ya que Alison no respondía este empujó a la chica más joven hacia Estela y se fue de allí junto a Manuel que miraba la acción con disimulo.
Estela se empezó a mover agarrando a Alison por los codos para que se moviera junto a ella, Alison lo hizo muy despacio, no podía creer lo que estaba pasando ni lo que estaba sintiendo, trató de enfocar sus ojos y de aclarar su mente.
-"Vamos es solo un baile... las amigas pueden bailar juntas, o no?... claro que sí, somos amigas... verdad?, además hace poco vi a muchas mujeres bailando juntas... no tiene nada de malo... Por Dios!... es tan hermosa... tan... no lo sé... Erick!!!... piensa en Erick... él me esta esperando... él me ama, me lo ha dicho, siempre me lo dice... yo, yo también lo... lo...
-Alison?... holaaa!... Tierra llamando a Marte!
Alison miró a Estela, estaba muy cerca de ella, el olor de su perfume se impregnó en sus fosas nasales sin permiso alguno, casi pierde el equilibrio, por dicha Estela la sostenía por la cintura.
-"Cintura?... pero cuándo?"
-Alison...
-Oh... lo siento... yo...estaba...
-No importa... -Estela la miraba seriamente haciendo que Alison se sintiera como una hormiguita a punto de ser aplastada.
-"Si las miradas mataran". -Pensó Alison.
-... Te estaba preguntando... por qué están aquí?... y por favor no me vengas con putadas Alison... -La chica más pequeña la miró sorprendida, por qué le decía esas cosas?, acaso sospechaba de ella? -... Dime, se les están acabó las fuentes de ingresos y vienen por más?...
-De qué estas hablando?
-Sabes perfectamente de que.
Estela giró a Alison y la guió a una de las esquinas de la pista donde no había mucha gente y había más espacio para bailar.
-Estela... de verdad no tengo ni idea de lo que tratas de decirme... sabes perfectamente que nosotros... no necesitamos de nadie para tener ingresos, perdóname pero es una pregunta irracional.
-No si le das doble sentido.
Alison solo la miraba pensando en la pregunta, de pronto comprendió lo que trataba de decirle.
-Estas equivocada Estela... nunca seríamos capaces de... de hacer algo en contra de nuestro propio sentido... no puedo entender por que piensas eso de nosotros... pero tampoco puedo cambiar tu forma de pensar... lo siento pero eres... eres...
-Soy qué... Alison?
La chica rubia la miraba a los ojos tratando de comprender el miedo y el rencor que vivía dentro de ella... dicen que los ojos son el espejo del alma, y Alison lo creía sin duda.
-"Debió de pasarte algo muy duro en el pasado Estela... para que dudes así de las personas, de las que solo quieren ayudarte... como yo." -Pensaba Alison mientras bajaba la cabeza con tristeza para después subirla de nuevo encarando con firmeza a la otra mujer.
-Soy que? -Repitió Estela que había dejado de moverse al igual que Alison.
-Eres muy desconfiada Estela... que pena... la gente necesita confiar en algo, o en alguien... quiero que entiendas algo Estela... si alguien tocara a esos animales, yo misma lo mataría... espero que te quede claro, tu no eres la única que esta luchando por esto... somos muchos, pero por culpa de gente como tu... no nos vemos... -Estela solo la miraba, sin poder decir nada. -... Confías en ti misma Estela?
Alison no obtuvo respuesta, y así se fue alejando de la bióloga, pero esta la agarró de la mano impidiéndoselo, Alison se volteó de golpe pero Estela no parecía tener nada que decir.
-De verdad que no te entiendo. -Le apuntó Alison.
-Yo tampoco.
-Señorita Arce, disculpe... es hora de su discurso.
Estela se volvió con fastidio hacia el joven que le habló, miró de nuevo a Alison pero esta ya se había ido a la mesa en donde estaban sus compañeros.
Alison estaba muy decepcionada, no había podido disfrutar del baile con Estela, además se había dado cuenta de la mala impresión que aquella mujer tenía de ella y de sus compañeros, se preguntó si eso podría cambiar.
-"Tengo que demostrárselo". -Pensó Alison. -Está enfurecida con el mundo. -Dijo esto último en voz alta.
-Qué? -Preguntó Andrés pensando que le hablaba a él.
-Nada... oye donde aprendiste a bailar así? -Le preguntó a su amigo tratando de pensar en otra cosa.
-Bueno... tomé unas clases cuando estaba en el colegio.
-Para impresionar a las chicas eh?... jaja.
-Sí, y lo mejor de todo es que funcionó.
-No lo dudo... me dejaste impresionada.
-Gracias... cuando quieras te enseño.
-Lo tendré en cuenta.
Ashuri que había estado escuchando les sonrió a ambos, volvió su cabeza y observó que Estela se ponía al frente donde estaba la orquesta para hablar por el micrófono, Ashuri pensó que debía ser por el discurso.
La gente empezó a callar poco a poco para escuchar a la bióloga, unos reporteros entraron en la sala, algunos con grabadoras, cámaras fotográficas, unos con lápiz y cuaderno de notas y otros con cámaras de televisión.
Alison junto a su amigo prestaron atención a Estela quien empezó a hablar.
-"Buenas noches damas y caballeros, para los que no me conocen... mi nombre es Estela Arce... bióloga del MINAE y delegada de los programas de conservación y protección de los animales en peligro de extinción... Espero que todos estén disfrutando de este espléndido aniversario, que como los anteriores han demostrado la gran magnitud de nuestra lucha constante por un mundo mejor y por una pacífica convivencia junto con el medio ambiente...
Estela paró un momento para tonar un poco de aire.
-... Señor Ministro de Ambiente, presidente del MINAE, representantes del gobierno e instituciones asociadas, para mí es un privilegio y mucho más que eso, aportar mis conocimientos para el desarrollo sostenible de las especies protegidas y no protegidas. Me han dado la oportunidad de ser yo la encargada de informar oficialmente el nuevo proyecto de amparo para la supervivencia de una de las tantas especies extintas, ya sabrán... gracias a la divulgación atropellada de los medios de información, de que va esto...
Estela miró entonces al grupo de reporteros quienes se miraron incómodos entre sí mientras Estela sonreía satisfecha.
-... Como decía, el proyecto, del cual yo misma estoy a cargo... tiene como nombre "Proyecto Arlequín"... este proyecto, uno de los más importantes de todos los tiempos es compartido con los Estados Unidos...
La gente la miraba con atención, muchos susurraban entre ellos, no pareciéndoles muy buena idea, Estela lo sabía, a pesar de la gran cantidad de ganancia que esto implicaba, también existían sus desventajas y más para muchas de las instituciones asociadas... el dinero puede cambiar a las personas... y a las instituciones más sinceras que existan.
-... El Jardín Botánico de Atlanta... -Prosiguió la bióloga mirando a Alison. -... Está muy pendiente de nuestra situación... el hallazgo de los sapitos Arlequines les pareció al igual que a nosotros algo increíble, una oportunidad para ganar conocimiento de aquellas especies que por cosas de la naturaleza, eligieron este país para vivir... lástima que eso a nosotros no nos importe... -Dijo Estela más para sí que para la gente allí presente. -... Así que... decidimos involucrarlos... ellos aportarán recursos económicos para el futuro laboratorio del hábitat de las especies... creemos que las dos partes están igualadas, y creemos que todo esto es el principio de una nueva lucha... así como estas pequeñas y delicadas especies... podrían ser muchas más... para todos... es lo mejor...
Estela paseaba su mirada más azul que nunca, en el rostro de cada persona que la escuchaba y asentía con la cabeza.
-... Me gustaría presentarles, a los representantes del Jardín Botánico de Atlanta... El científico Andrés Murray...
Andrés se paró de su silla y saludó con la mano, la gente le aplaudió y al momento se sentó de nuevo.
-... El científico John Welsh...
John quien estaba al otro lado de la sala, alzó su mano y todos lo volvieron a ver, la mayoría le aplaudió.
-... Y por último la científica Alison Howels, jefe del equipo científico...
Alison al igual que su compañero Andrés se levantó de su silla y asintió con la cabeza sonriendo agradecida con la gente que le aplaudía.
Estela prosiguió con sus palabras.
-... Estos científicos nos acompañarán en la próxima expedición en busca de más especies y que por seguridad, no diremos su ubicación...
Algunos empezaron a reclamar, pero pronto callaron para seguir escuchando a la bióloga.
-... Pues bien... creo que eso es todo... espero haberles dado una buena explicación... los que tengan preguntas pueden llamar al instituto y ellos se encargaran de responderles. Gracias y sigan disfrutando del aniversario de nuestra querida institución.
Estela bajó de la tarima y muchos de lo reporteros y personas se lanzaron a ella con preguntas, tuvieron que llamar a seguridad para poner orden, Alison al ver desaparecer a Estela entre la avalancha de gente se puso de pie preocupada, Ashuri la miró y le sonrió tranquilizándola.
-No te preocupes, a ésta nadie le para.
En eso vieron como una alta figura se acercaba a ellos.
-Mierda!... me rompieron el vestido.
-Estas bien? -Ashuri se levantó y corrió una de las sillas para que la mujer alta se sentara, le sirvió una copa del vino que él mismo había pedido antes y se la pasó.
-Si estoy bien... gracias.
Estela volvió su vista donde algunos reporteros iban persiguiendo a Manuel, este paró súbitamente para dejar que le hiciesen preguntas.
-Pobre, ahora nunca terminará. -Indicó Estela.
-Andrés ven, vamos a ayudarle. -Le propuso Ashuri al científico.
Ashuri seguido de Andrés llegaron donde Manuel y de inmediato los periodistas los atacaron.
-Ja!... y ahora quieren jugar a artistas de cine.
Alison tomó un trago de su copa, intentando no prestarle atención a la bióloga, que la verdad la había lastimado con sus palabras, pero no podía serle indiferente... solo hacía la situación peor.
-Chicas!!!... ehhh!! Chicas!!!
Alison y Estela se volvieron para ver al hombre que iba hacia ellas como si un perro lo persiguiera y tratara de morderle los pantalones, casi llegando se tropezó con uno de sus pies y cayó al suelo llevándose una silla de la mesa en donde estaban Alison y Estela.
-Pero qué le pasa?. -Preguntó Estela alzando una de sus cejas y mirando al sujeto de arriba a bajo.
El hombre que parecía sacado de una biblioteca pública se levantó de un salto y se aferró a la silla tratando de coger aire, Alison estaba a punto de reír mientras Estela estaba a punto de agarrarlo y lanzarlo al grupo de reporteros que estaba al otro lado.
-Señorita Arce... perdone... mi nombre es Juan... Juan Vargas... trabajo para el periódico la Nación... podría... podría tomarle unas cuantas fotos... por favor?
Estela lo miraba como si fuera un ratón con anteojos, pero le pareció un buen chico.
-Esta bien... Juan, puedes tomarme unas cuantas fotos.
-Oh cielos!!!... gracias, se lo agradezco mucho señorita, también me gustaría que fuera con su compañera.
Alison notó como Estela se tensaba, pero asintió con la cabeza.
-Bien... podrían ponerse de pie si no les importa? -Las dos mujeres se pusieron de pie, el chico quitó unas sillas que estorbaban y las puso a un lado. -Bien, ahora júntense un poco.
Estela se acercó a la científica, esta última sintió el acercamiento y su corazón empezó a latir un poco más rápido.
-Así? -Preguntó Estela.
-No... un poco más cerca por favor. -Estela se puso más cerca aún, pero para el chico no era suficiente. -Un poco más.
Alison sintió como un brazo pasaba por detrás de ella agarrándola por la cintura, pegó un brinquito y Estela la miró de reojo apretando más su cintura.
-Así, perfecto... ahora digan... Chiiisss!
El chico tomó varias fotos de las mujeres, después les dio las gracias y se retiró todo contento.
Andrés, Ashuri y Manuel miraban a sus amigas desde lejos, los tres se miraron entre ellos y sonrieron. John no se veía por ninguna parte, se imaginaron a donde debía de estar, pero solo eso.
Todos estaban en la mesa bebiendo, comiendo canapés y conversando, Alison de pronto se levantó pidiendo disculpas y se dirigió al balcón de la sala de fiestas, quería tomar aire fresco y repasar las mil y una sensaciones que su cuerpo, mente y alma habían tenido toda la velada, y todo eso lo sentía cuando estaba cerca de la bióloga, no podía controlar sus emociones, tal vez fuera porque extrañaba su hogar, a sus amigos y a su novio.
-Erick.
De verdad lo extrañaba?... lo pensó por un momento para ver si su corazón reaccionaba... pero no lo hizo.
-Por Dios!... no te extraño. -Alison miró hacia el cielo estrellado, y de pronto dos de las millones de estrellas se fueron convirtiendo en ojos, esos ojos que la habían estado trastornando toda la noche, azules y profundos como dos piedras preciosas entre rocas. -Estela.
Y se dio cuenta que a la persona que extrañaba era otra, aquella que la hacía sentir mal con sus palabras hirientes, aquella que había pensado era su amiga, pero se equivocó.
-Lo hace solo por Manuel. -Se dijo así misma.
-Hacer qué?
Alison se volvió asustada, poniendo una mano en su pecho y mirando a la persona que estaba empezando a perturbar su vida.
-Sabes?... creo que me quieres matar.
-Y por qué piensas eso? -La cuestionó Estela acercándose a ella.
-Ja... y todavía me lo preguntas.
Alison se volvió de nuevo para apartar su vista de ella y mirar el cielo, el cual en ese momento era su salvación, sintió como el cuerpo de Estela llegaba junto al suyo, poco a poco la chica más joven volvió su cabeza de lado para observarla, Estela miraba las estrellas y respiraba profundamente tratando de coger todo el aire que podía, se quedaron así por un rato sin mediar palabra, aunque sabían que debían de hablar, ninguna quería empezar, hasta que Estela se volvió para mirarla.
-Alison... yo...
-No te preocupes Estela... se perfectamente lo que sientes por mí y por mis amigos... no espero que sientas otra cosa... tienes el derecho de pensar lo que quieras...
-No... no es eso, es que... no me entenderías.
-Pruébame.
Alison se volvió y apoyó la espalda en la baranda, dejando sus brazos atrás, Estela la miró por unos segundos, esta niña la estaba haciendo sentir verdaderamente un animal, sabía que ella solo trataba de ser su amiga, pero las experiencias de la vida le decían otras cosas, el amor a su trabajo la cegaba y nunca había confiado en nadie más que en Ashuri, y aún así su querido amigo una vez le había fallado, como podía hacerlo con alguien que casi no conocía?
-Alison, quiero que me disculpes... no te he tratado muy bien lo sé... pero no puedo evitar ser diferente contigo...
-No espero que lo seas. -Alison estaba a punto de retirarse mucho más disgustada que antes. -"Es una víbora, no tiene caso". -Pensó dispuesta a irse de allí antes de que la otra mujer le dijera algún insulto y la culpase de la contaminación sónica en el mundo.
-Espera... por favor comprende, nunca he sido con nadie diferente, ahora es muy pronto... solo... solo ten paciencia, de verdad trato de confiar en ti.
La chica rubia dejó de andar y se volvió para mirar a Estela que parecía verdaderamente arrepentida, Alison se acercó a ella despacio, creyendo en lo que le estaba diciendo, Estela solo esperaba su reacción, de repente la científica levantó su mano cogiendo la de la otra y estrechándosela.
-Amigas?
Estela sonrió contenta de que la chica no le diera una patada por la espinilla o saliera corriendo y lloriqueando como otras habían hecho.
-Amigas. -Le recalcó Estela apretando más fuerte la mano que sostenía la suya propia.
Horas después.
La fiesta de gala terminó bastante bien, Estela había acompañado a Alison a su habitación la cual quedaba varios pisos arriba de la sala de fiestas del hotel, estaban un poco tomadas pero todavía muy concientes la una de la otra, los demás se quedaron conversando un rato más mientras la gente poco a poco se retiraba de la fiesta la cual había sido todo un éxito. Las dos amigas subieron por el ascensor iban hablando de cosas sin importancia, caminaron por el pasillo hasta llegar a la habitación 413.
-Bien... a pesar de todo, la pasé muy bien.
-Sí... yo también. -Reveló Estela.
-Gracias por acompañarme, creo que... mejor me voy a dormir.
-Sí... mañana hay que estar bien temprano en las oficinas.
-Si.
Se quedaron mirándose por un momento, Estela, tan persistente ella, quería reprimir toda huella inquietante dirigida hacía esa chica frente a ella, así que dejó de mirarla, Alison percibió su reacción pero se mantuvo inmóvil, en eso se escuchó el teléfono de la habitación, a Alison no le apetecía abrir la puerta y contestar, fue Estela la que habló.
-Creo que te llaman... tengo que irme.
-Sí, bueno... buenas noches... nos vemos mañana.
-Hasta mañana.
Alison abrió la puerta de la habitación, no sin antes dar un último vistazo a la mujer que se alejaba por el pasillo, cerró la puerta tras de sí y se apuró a contestar el teléfono que no dejaba de sonar.
-Diga?, Erick?... hi!, how are you?... I'm fine thanks... yes, I was in a party, it was great!... oh, me... me too Erick... me too.
Estela se había devuelto a la habitación de Alison para darle su número de teléfono, pero al llegar junto a la puerta la oyó hablar con su novio y decidió mejor no molestarla, rápidamente dio la vuelta para irse pero por la puerta de la habitación 412 escuchó a una pareja discutir, se abrió la puerta de la habitación y una chica media desnuda salió de ella, era la misma que horas antes había tratado de seducirla, después salió John en calzoncillos rojos y unas letras blancas adelante las cuales decían "Hotly".
-Oyeee!!!... para que sepas... e... eso no es lo más importanteee!... maldita ramera!
Estela trató de reprimir la sonrisa que estaba apunto de asomarse en su hermoso rostro y siguió sin dirigirle la mirada.
-Vamos!, Riete si quieres.
-Yo?... y por qué lo haría?. -Le preguntó Estela parando de repente y tratando de aparentar estar indignada.
-No te hagas, las mujeres no saben apreciar lo que es bueno.
John se metió de nuevo en su habitación cerrando de golpe la puerta, Estela siguió su camino y se metió en el ascensor sonriendo, sabiendo que ahora John no iba a tener las agallas para mirarla a los ojos.
-Pero que idiota. -Soltó mientras se cerraban las puertas del ascensor.