Amor licántropo
No tenía claro que me gustasen los transgénicos, pero por probar...
Una barba sin pelo es como seda gastada
que huele a espliego y a violeta cortada,
prefiero tus besos con púas de acero
y sentir ese aroma de lobo montero.
No espero mano, de suave caricia,
¡aráñame, muérdeme! eso sí que me envicia;
la noche oscura se puebla de lobos
y de espectros horribles surcando el Estigia.
No quiero untarme con crema hidratante
porque sé que te gusta ese olor a carne;
cena o desayuno seré si tu quieres,
tripa y mollejas saciarán tu hambre.
Tu aullido me atrae y es rumor del infierno,
la belleza de nadie es valor eterno;
tampoco la tuya: hermoso peludo,
por más que la frotes en nieve de invierno.
¿Por qué me elegiste si no ibas a amarme?
¿si no hay leche en tus huevos que alcance a preñarme?
reproducción asistida no nos vale a nosotros,
mas me gustaría que quisieras montarme.
Una vez lo hiciste: de noche hasta el alba,
me mandaste agachar con tus ojos de Alpha ,
lamiste mi hoyo hasta que chorreaba,
subiste a mi lomo, te plegaste a mi espalda;
tus colmillos mordían la nuca y mi cuello,
tus babas brillaban como escarcha en mi pelo,
no sé que pasó que te hundiste en mi entraña,
y la verga se ancló con su garfio de perro.
Como perra gocé, del placer y el dolor
sintiendo mis tripas llenarse de ardor;
tiraste de mí, dándome la espalda,
y con nuevo tirón me arrastraste al horror.
Ahora te espero con mi culo ortopédico,
no huele ni pea y es de olor aséptico,
no precisa lavados, mas que cera de coche,
y así lo abrillantas con vigor frenético.