Amor Inesperado Chris S.

Capitulo 11.

“Amor Inesperado” -Chris- 11

Capítulo 11

Lucia

Le pedí a Ximena con mucha ilusión vernos, solo quería tenerla conmigo y compartir sé que una disco no era lo ideal. Quería algo diferente que no terminara en sexo precisamente, se preguntaran ¿Por qué no la invitaste a un lugar más tranquilo? Hasta yo me lo pregunté más de una vez, pero me deje ganar por el temor de mostrarme vulnerable ante ella... ¡Si lo sé! soy una idiota.

La cite a una hora especifica, a la cual no llegó y comencé a inquietarme, solo paso media hora pero creí que me dejaría plantada así que sin más entre a la zona Vip y pedí una botella de tequila, la cual me tomaba a secas. Como necesitaba tener a Pilar cerca, pero la muy ingrata está muy bien con la mujer que la trae casi delirando de amor, se que solo bastaba una llamada para que estuviera a mi lado, pero no le dañaría la noche junto a su chica.

Después como de ocho traguitos de tequila se me acerco una castaña muy hermosa, con unas cuantas palabras llenas de coquetería y sonrisa cómplice le deje que me bailara a su antojo, se movía muy bien. Yo solo quería dejar de pensar en Ximena, creer que me había dejado plantada. Minutos después la veo frente a mí con su rostro mostrando una sonrisa forzada, mi corazón se acelero automáticamente, pero estúpida solo atino a decirle algo que le cayó mal, la chica que aun me bailaba me pregunta quién era y yo dentro de mi grite ¡El amor de mi vida! Pero de mi boca salieron palabras hirientes “¿Una amiguita?” Pff que mierda dije. Vi como sus ojitos se nublaron por mi comentario, aun así se acerco a mí y me pidió irnos de allí.

Para que decir que seguí con mis comentarios absurdos. ¡Pff!. Al salir fuimos a un hotel, me sentía ebria pero aun tenía conocimiento de lo que hacía. Sé que quería hacerle el amor, demostrarle con mis caricias y entrega que mis palabras tontas e hirientes no eran ciertas.

Ella insistió que tomara café, así lo hice. Fui feliz cuando acepto hacer el amor conmigo ¡La mejor noche de mi vida! A pesar que como idiota no le dije lo mucho que la amaba ni le pedí perdón por el daño que le he causado. El deseo y el placer no me dejaron hablar, calle a mi corazón, el cual latía ya de manera irregular con cada Te Amo que Ximena me decía.

Decidí que mi manera de hacerle el amor hablara por mi ¡Bonito error! Si amas a alguien no dejes de decírselo por más repetitivo que suene.

El despertar fue lo que menos me esperé. Ella con sus ojitos tristes me dijo que no podía más, le respondí de la peor manera, me sentí una mierda total, me odie en ese instante ¡Lo juro! aún así no la seguí, no la detuve cuando la vi partir. Mi reacción fue hundirme en la cama a llorar.

Sé que mi actitud hacia Ximena ha sido la más nefasta, el miedo me ganó, no quería cometer aquel error de intentar acabar con mi vida, aunque sé que no lo haría nuevamente, No podía evitar la sensación de desasosiego que me producía recordar eso. Con miedo no se vive lo sé, pero al parecer soy ¡Una maldita cobarde! Ximena merece alguien mejor que yo. Aunque me duela en el alma.

¿Un consejo? ¡Nunca le nieguen su amor a la persona que aman con la intención de hacerle daño! Es lo peor que podemos hacer como seres humanos... Experiencia propia ya saben.

Ha pasado casi prácticamente un mes por más que he intentado coincidir con ella en la empresa, no he podido... Ni se imaginaran el regaño enorme que me lleve de parte de Pilar. Extraño con locura a Ximena, se y estoy consciente que no Amaré a otra como la amo a ella, es mi puta realidad.

Gabriela

  • Xime levanta el ánimo preciosa, no es justo que sigas así. Acepta ir al cine con Ale y conmigo así distraes tu mente...

  • Estoy bien Gaby de verdad, el dolor no dura para siempre tranquila -Me dice con su vocecita apagada-

  • ¡No puedo aceptar que te hundas en puro trabajar Ximena!

  • ¡Es lo único que me mantiene con la mente distraída! -Me responde con cierta frustración-

  • ¡Solo por horas! Pero seguro al estar sola en tu habitación la recuerdas y lloras. Cuando supe lo sucedido por medio de Leslie me provoco ir a ahorcar a Lucy...

  • No la tomen con ella, tarde en entender que no me ama -Mi risa irónica la hizo fruncir el ceño-

  • ¡Esa idiota cobarde te ama con locura!

  • ¡No me enredes la cabeza Gaby! Decidí dejarla ir, es lo mejor para ambas. Algún día quizás podamos recuperar la amistad...

  • Desde mi punto de vista no hay amistad que valga cuando dos personas se aman -La interrumpí-

  • ¡Bueno ya Gabriela! Fin del tema -Me dice haciendo puchero-

  • ¡Tonta! Sabes que te adoro y solo quiero verte feliz -Me acerco y la abrazo-

  • ¡Lo sé! Así como yo quiero verte feliz a ti, a ver cuando le dices a Lorena que te tiene boba de amor

  • Si claro, tratare de decírselo delante de su novia ¿Te

parece? -Le digo con sarcasmo-

  • ¡Me parece! así la novia termina de entender que está de más -Sonríe con malicia-

  • ¡Lucia te ama! -Le sonrió con la misma malicia, logrando que su sonrisa desaparezca-

  • ¡Listo! Vamos a ver la fulana película con el adorado tormentito que al parecer será mi amor en un futuro -No puedo evitar reír de lo que dijo- ¡Esa enana es un encanto! Y su madre una hermosura de mujer, ya entiendo porque te tienen tan enamorada -Me sonríe con sinceridad- Vámonos ya Gaby, tienes razón nada hago con hundirme en papeles legales

Toma su bolso de mano y entrelaza su brazo junto al mío lo cual me llena de alegría, necesitaba sacar a Ximena del trance en el que se encontraba. Sé que esta salida junto a mi piojita la ayudará a despejar un poco su mente.

Pilar

Cuando conocí a Lucia antes de entrar al concierto de “Andrea Bocelli” mi reacción al verla fue “Embobarme” de su sutil belleza, cuando habló para presentarse creo que tartamudee al decirle mi nombre. Recuerdo que su mirada mostraba una tristeza profunda, pero a pesar de eso su sonrisa era dulce y sincera, después de pasarla de manera extraordinaria esa noche quedamos en volvernos a ver.

Sus padres me contrataron para un caso legal con respecto a la empresa, su madre me veía sonriendo ampliamente, se acerco a mí y me susurro al oído “Mi hija es Lesbiana, espero que te sirva de algo la confesión, soltera cabe destacar” la mire con cara de ¿? Haciéndola reír por lo bajo y antes de partir me hablo nuevamente “El fin de semana haremos una barbacoa, estas cordialmente invitada”. Lucia me sonrió de nuevo y sin duda acepte la invitación de su madre.

Ese fin de semana tuve el privilegio de conocer más de Lucia, de su historia, del porque de su mirada triste, la vi llorar a medida que me contaba desahogándose totalmente conmigo, desde ese instante le di paso para que entrara a mi vida y sin duda alguna ella me abrió su alma... Ambas nos atraíamos, la química se sentía, así que nuestras sonrisas de amistad la convertimos en sonrisas picaras y miradas cómplices. Hasta una noche que no resistimos “el calor” y dimos rienda suelta al deseo que sentíamos por cada una, repitiéndolo cada vez que nos “teníamos ganas” creo que una vez hablamos de intentar una relación pero la respuesta de ambas fue reírnos, ella porque aun tenía un amor muy arraigado así dijera que lo estaba superando, yo porque sencillamente no había sentido “Esas mariposas o vació en el estomago del que tanto hablan” así que decidimos ser “Amigas con derecho” pero de esas amigas que a pesar de saber que no pasaría más que de excelentes encuentros sexuales, se celaban y espantaban a mas de una mujer u hombre que se nos acercaban, es que si, antes de conocer a Lucia me consideraba Heterosexual. Bisexual fue el concepto que ella me dio, razón lleva, a pesar de que ya no se me va la mirada hacia un hombre, solo esperaba a la persona indicada que me haga decir “Con ella o el quiero vivir mi historia de amor sin fin”.

Aunque no se crea no tengo familia, y si la tengo no la conozco. Desde que tengo uso de razón crecí en un orfanato de monjas, agradecida con Dios que las personas que me rodeaban velaban por mi bienestar, brindándome buenas enseñanzas, sobre todo “Melinda” quien para ese entonces fue mi tutora, la sentía como una madre, siempre creyó en mí, me daba consejos que hasta hoy en día recuerdo y sigo. Me convertí en una rebelde, en esa niña que no quería ser adoptada, no quería alejarme de Melinda deseaba con el corazón ser su hija, se que entraba en nervios y su mirada se ensombrecía cada que llegaba una pareja interesada en mí, pero suspicazmente hacía de las mías hasta espantarlos por completo, al lado de ella era realmente feliz, cuando le dije que quería ser su hija el brillo en su mirada fue hermoso en ese momento supe que ella deseaba lo mismo, fue un proceso largo y de cierto modo duro, más porque para ese entonces Melinda estaba en celibato “Sería monja” odie las reglas estúpidas de que debía ser adoptada por una pareja cabe destacar “Hombre y mujer” orfanato de monjas al fin... Llore, patalee, me enfrente a cada juez que llevaba mi caso, pero nada daba resultado, con 15 años me dije que al entrar a la universidad estudiaría “Derecho” para convertirme en una gran abogada.

No fue hasta los 18 años que tuve la libertad de irme del orfanato. Le pedí a Melinda que fuera mi madre ante Dios y no ante la ley conmovida acepto sin importar lo que nos ofreciera el futuro sabia que juntas lograríamos convertirnos en familia.

No me equivoque Melinda es mi madre. A su lado aprendí que ser madre no se lleva en la sangre “Se lleva en el corazón”. Renuncio al celibato que mantuvo por varios años solo era su escape para huir del “Amor pecador” que sentía por su mejor amiga quien para aquella época le lloró y suplicó que no fuera monja pero lamentablemente las familias de ambas eran extremadamente radicales y con una mentalidad muy retrograda.

A sus 20 años ambas se entregaron, pero esa fue la única vez que se amaron en cuerpo y alma. Al día siguiente mi madre empezó su celibato, cuando me contó parte de su historia de amor mi impulso fue abrazarla y decirle que la aceptaba tal cual como es.

Sus padres ¡Uff! qué decir de ese par, la dejaron sola al saber que su hija renuncio al celibato y más cuando supieron que habían adoptado a una “Bastarda” porque para ellos aquellos que nacían fuera de un matrimonio eran “Bastardos” la estocada fue cuando mi madre llena de valor orgullosamente les dijo “Más si su madre es Lesbiana Padres” yo reí de sus caras no lo pude evitar “No se preocupen se que a partir de hoy su hija está muerta para ustedes” apreté su mano en muestra de apoyo su sonrisa me ilumino sé que esa tarde se sintió libre, yo solo dije “Adiós abuelitos” riendo salimos corriendo de aquella casa, el tiempo transcurría y no fue fácil, ambas luchamos para costear nuestros gastos y necesidades, pero mi madre se había graduado con honores y gracias a Dios pudo conseguir un excelente empleo, con el que me apoyo y pagaba mis estudios, yo me esforzaba por ser la mejor en clases ella me reconfortaba diciéndome que fuese como fuese siempre estaría orgullosa de mi lo que me motivo a ser mejor cada día a pesar de saber que nunca la defraudaría.

¡Qué hermoso es el destino a veces! Nos encontrábamos una tarde en un supermercado, cuando sin querer tropecé con una mujer muy linda quien al decir “Lo siento mucho” hizo que mi madre quien estaba distraída leyendo uno de los productos volteara con su rostro lleno de asombro “Sabrina” fue lo que dijo a baja voz, el rostro de ambas mostraba sorpresa pero juro por lo más sagrado que sus ojos brillaban y no era solo por el llanto que amenazaba por salir, se fundieron en un abrazo tan sincero y lleno de tanto amor que suspire como tonta, salimos del trance al escuchar la vocecita de una nena como de 12 años decir “Mami puedo llevar Caramelos” con una mirada manipuladora que me hizo sonreír, la niña era el retrato de ella, mi madre la miraba sonriendo pero sé que por su mente pasaban muchas cosas, seguro Sabrina estaba felizmente casada. Lo que nos descoloco fue cuando la nena dijo “¡Mami ella es la chica que tienes en el retrato que colocas en tu mesita de noche!” -“Si mi amor es ella”- le respondió sonrojada por completo y mi madre no evito sonreír con el alma. No dude en usar mi intuición y las invite a nuestra casa con la excusa de hacer una piscinada sabía que resultaría la nena suplicaba a su madre que aceptara diciéndole que no había nadie en casa que las esperará. Fue el principio de una tarde maravillosa.

Sin duda alguna Sabrina seguía siendo el amor de mi madre, supimos que se había casado con un buen hombre a pesar de que fue un matrimonio impuesto por sus padres para quitarle lo “Homosexual” a su hija el siempre estuvo consciente y le prometió que se encargaría de hacerla feliz y en vida lo cumplió dejando un bonito fruto el cual era su hija, murió a causa de una grave enfermedad pero en medio de su agonía le dijo a su esposa “No importa el qué dirán, el corazón tiene oídos sordos para eso; prométeme que serás feliz, que no habrá nadie que te diga que amar de esa manera es pecado” con lagrimas se despidieron de aquel buen hombre, madre e hija sabían que siempre lo llevarían en su corazón y tenían un promesa por cumplir.

Solo bastaba ver como Melinda y Sabrina se veían, sus miradas gritaban que aquel amor puro y sincero debía renacer en sus corazones, con el pasar del tiempo nos convertimos en una familia. De nacer “Sin familia” para mis 22 años en aquel entonces ya tenía dos grandiosas madres y una excelente y tierna hermana. Tenía la certeza que mi felicidad completa sería al conseguir la persona ideal que compartiría un amor sincero a mi lado.

Volviendo al presente en este momento me dirijo a un prestigiado orfanato de la ciudad, quiero adoptar y hoy en día sigo fascinada de una hermosa niña. Por ser abogada tengo cosas a mi favor y estoy segura que ganare su custodia.

Isabella

En el orfanato hace tres meses llegó una niña. Venia de otro albergue muy prestigiado también, desde que nos vimos hubo un click inexplicable, me llenaba de paz compartir con ella, escucharla y verla. Su inocencia es cautivante. A pesar de la tristeza de saber que a su edad es muy difícil ser adoptada la lleno de ánimos diciéndole que llegará alguien que valore lo maravillosa que es. No se pero esa niña me ha llenado como hasta ahora nadie más ha podido. Sonará egoísta de mi parte pero no quisiera que llegara una pareja que se tome el detalle de observar lo extraordinaria que es y se la lleve.

Con el pasar de unos meses me di cuenta que Ainhoa me llenaba de una paz indescriptible, el temor a que alguien mirara más allá de “una niña grande para adoptar” y decidieran llevársela me inquietaba, no creo poder soportarlo. Siento una gran conexión con ella y sé que le sucede lo mismo, sonreía al ver como hacia semejantes travesuras y se portaba como niña mala cada vez que una pareja la “interrogaba” en pocas palabras los ahuyentaba a todos.

Hasta esa mañana que llego una mujer realmente hermosa, pero con una hermosura que no solo se trasmitía por su físico, esa mujer irradiaba un aura tan subliminal que cautivaba a quien pasara por su lado o la observara. Gracias a uno de los asistentes supe que se llama Pilar y uno de sus mayores deseos era adoptar pero que estaba totalmente soltera, no sé porque sentí cierto ardor en el pecho cuando “El idiota” dijo: -¡Yo con gusto me caso con semejante mujer para hacerle su sueño realidad!-. Así que decidí tomar el caso yo misma.

Al ella entrar a mi oficina cuando nuestras miradas se cruzaron mi corazón despertó de una manera impresionante. Caramba qué bueno que estaba sentada porque tuve que calmar el temblor que tenían mis piernas de solo verla, la invite a tomar asiento y comenzar hablarle de todos los contras que se le avecinaban por ser soltera y querer adoptar, aún así me ofrecí ayudarla en el proceso, siendo abogada no sería tan complicado... Su sonrisa cargada de sinceridad me embobó de inmediato. ¡Qué decir de su dulce voz! más de una vez tuve que reaccionar porque sinceramente me quedaba alucinada de solo escucharla, su presencia irradia una seguridad abrumadora pero gratificante para mi... Yo que estaba segura de “No enamorarme” el amor llego calando en mi corazón de solo verla. Todo marchaba de maravilla hasta que dijo:

  • ¡Quiero adoptar a Ainhoa!

  • ¡Ay Dios! -Sentí que se me iban los tiempos, de un modo u otro no veía mal que Pilar quisiera adoptarla, sabía que Ainhoa quedaría encantada con ella-

  • ¿Estás bien? -Me pregunto dulcemente-

  • Yo... Si. Estoy bien. Iré por ella para que se conozcan

  • ¡Grandioso! Quede totalmente enamorada de su perfil. Además se lo que es no ser “Adoptada” por ser “Grande” -Su carita me conmovió por completo-

  • ¿Lo sabes? -Le pregunte en tono comprensivo-

  • Yo viví hasta ser mayor de edad en un orfanato -¡Su sonrisa es preciosa sin duda alguna!-

  • ¡Entonces mi niña estará en buenas manos -Le dije con sinceridad pero no pude evitar que mi voz se quebrará-

  • ¡No lo dudes! -Agarró mis manos, ¡Que suave su tacto!- Si tengo el privilegio de ganar su custodia prometo que siempre tendrás las puertas de mi casa abierta para que la visites. -Sus palabras me reconfortaron- Se nota que Ainhoa es tu adoración, la aflicción en tu mirada cuando dije que la quiero adoptar me dio a entender sin duda alguna que deseas lo mismo. Pero tengo entendido que por las reglas establecidas en estos lugares no es permitido para ustedes adoptar, aunque a mi parecer nada en esta vida es imposible -¡Que mirada! ¿¡Dios no puede ser menos perfecta!?-

  • Yo...

  • Tranquila -Apreté el agarre de sus manos- Si lo logramos sin duda alguna esa hermosa niña nos llenará de felicidad a ambas -¿El amor a primera vista existe?-

  • Ainhoa pasó a ser la luz de mis ojos en tan poco tiempo que es inevitable sentir cierta nostalgia el saber qué la quieres adoptar pero estoy segura que serás una excelente madre para ella

  • Con tu apoyo y ayuda lo seré... Solo debemos conocernos más -Dijo mirándome fijamente su rostro se tiño solo un poco de rojo-

  • ¡Dios! Como es posible que una mujer tan cautivadora como tú este soltera -Dije casi en susurro, el cual escucho perfectamente, más porque su rostro ahora si estaba totalmente rojo-

Después de perdernos en un silencio para nada incomodo nuestras miradas se encontraban por segundos que parecían una eternidad sonriendo nos levantamos y fuimos por Ainhoa. Cuando le dije que alguien quería verla ya se estaba preparando para sus travesuras o fingir ser una niña malcriada e irrespetuosa, la abrace y acariciando su pequeño rostro le pedí que solo abriera su corazón, me obedeció y no me equivoque cuando dije que Pilar le encantaría, congeniaron de inmediato. Solo era cosa de hacer todas las legalizaciones y ganar la custodia de Ainhoa para que Pilar fuese su madre Adoptiva.

Las semanas trascurrían, el proceso de adopción no sería fácil, pero aun así Pilar nos visitaba prácticamente todos los días. En una de las asistencias logró que el juez dictaminará un periodo de prueba con Ainhoa en su casa sin pensarlo cada que tenia oportunidad las iba a visitar, fueron días maravillosos para las tres, ¡Esta es la familia que soñé! Una hija y una esposa a las cuales amaría y adoraría hasta el final de mis días, aunque la realidad dibujaba un panorama donde Pilar seguía siendo una mujer soltera. Yo sin duda alguna me estaba enamorando de ella, Ainhoa se volvió más que nuestra adoración.

El tiempo seguía su curso y juro por lo más sagrado que existe que no tengo duda alguna de haberme enamorado, más cuando sentí sus suaves labios rozando los míos una tarde al despedirme estando ambas en la puerta de su apartamento y nos sonrojamos por completo de solo escuchar a Ainhoa decir “Ya tengo mamis” con una amplia sonrisa y su mirada brillando de emoción.

Solo sentía en mi corazón que el destino esta vez estaba jugando a mi favor... Quizás para alguno fue rápido, pero después de ese beso Pilar y yo nos mirábamos con sonrisas cómplices... El amor definitivamente es impredecible. Lo comprobé el día que nos entregamos en cuerpo y alma, donde por primera vez supe lo que era hacer el amor.

El día más feliz de mi vida me lo regalo mi padre con una conversación que le dio más vida a mi corazón. Con el tiempo supe que Pilar fue la autora principal de que el tomará el valor de confesarme una verdad que cambiaría mi vida ¡Nuestras vidas!

  • Hija te cite para que sepas que le pedí el divorcio a tu madre...

  • ¡El cual no pienso darle! piensa hombre, serás el hazme reír de nuestra prestigiada sociedad

  • ¡Cállate de una vez mujer! Estoy hablando con nuestra hija

  • No vayas a decir cualquier cosa de la cual te arrepientas -Le dice mi madre como amenaza-

  • Padre sinceramente si crees que me afectara que se separan déjame decirte que no soy una niña, ya era hora, ese matrimonio solo se lo creían ustedes

  • ¡Isabella! -Grita mi nombre escandalizada-

  • ¡Mamá es la verdad! si eso era todo lo que querían decirme, me retiro tengo cosas importantes que hacer -Me levanto de la silla-

  • ¡Espera Isabella! aun no he terminado de hablar -Me siento nuevamente, viendo cierta angustia en la mirada de mi padre-

  • Hija perdóname... -Dice con un nudo en la garganta-

  • ¿Qué?

  • ¡Hombre déjala ir! -Le dice mi madre casi gritándole-

  • ¡Que te calles! No debí dejarme llevar por ti -Lleva sus manos a la cabeza-

  • ¡¿Qué sucede?! -Me levanto-

  • Perdóname Isabella -Ya no puede evitar llorar- tu... tu hija está viva -Me suelta sin más, sentí algo tan fuerte que es inexplicable, caí en la silla-

  • ¡No! Te dije que callarás -Grita mi madre, yo estaba prácticamente en shock-

  • Perdóname hija por favor perdóname -Mi padre ya se encontraba arrodillado frente a mí, ida como estaba me di el tiempo de observarlo, parecía un niño indefenso, a pesar de todo no sentía rencor alguno, el saber que mi hija no había muerto me devolvió la felicidad completa que tanto buscaba... Comienzo a sacar deducciones, el parecido de Ainhoa para conmigo, sus ojos son tan grises, sus gestos, toda ella es una mini yo. Solo creí que me estaba volviendo loca cuando lo pensaba- Papá por favor dime que Ainhoa es mi hija, por favor dímelo -Lo vi asentir con sus ojos rojos. Sonreí ampliamente- Gracias por hacerme la mujer más feliz del mundo -Su rostro mostraba sorpresa mientras secaba sus lagrimas, lo ayude a levantarse, creo que no se esperaba mi reacción, la verdad no estaba para dramas, necesitaba recuperar los años perdidos que no tuve a mi hija- Por favor divórciate lo antes posible de mi madre -le digo abrazándolo-

  • Pero Isabella el qué dirán... -La interrumpí-

  • Madre, hace años deje de vivir por el qué dirán, más siendo homosexual -Mi madre abrió los ojos como platos- ahórrate decirme cualquier cosa, estoy casi segura que fuiste la autora principal para hacerme creer que mi hija murió, espero no verte en mucho tiempo... Cambia sino créeme que te quedaras totalmente sola, ni se te ocurra volver hacer nada en mi contra o en contra de mi hija porque me olvido que eres mi madre -Le digo mirándola con rabia, lo que ocasiono que ella desviara su mirada, conociéndola sé que me dejara en paz-

  • Hija yo -Dice con voz tenue mi padre-

  • Tranquilo, solo dame tiempo, debo recuperar a mi hija -Asiente-

  • Solo quiero que sepas que a tu hija no le falto absolutamente nada, me he encargado de eso, de que tenga la mejor calidad de vida a pesar de que haya permitido que fuera dentro de un orfanato... Yo...

  • Gracias por decirme la verdad a pesar de todos los años que han pasado me has hecho totalmente feliz

  • No solo me lo agradezcas a mi hija, Pilar esa mujer que logrará ganar la custodia de mi nieta fue quien me hizo abrir los ojos, sin duda alguna te adora, de corazón solo deseo que sean felices, se que serán unas excelentes madres.

Lo abrace con lagrimas en mis ojos, mientras veía como mi madre estaba totalmente atónita, solo espero que algún día se dé cuenta que la vida no se trata de una posición social o de creerte superior a los demás. Partí con una felicidad difícil de explicar sintiendo mucha pero mucha paz, iba por los dos amores de mi vida, ya era hora de ser feliz.

Después de eso no dejaría ir a Pilar por nada del mundo, mi meta era enamorarla con locura para que se aventurara a vivir conmigo una historia de amor que hoy en día es difícil de conseguir.

Chris - Derechos Reservados

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