Amor Imprevisto

Me quede unos minutos observándola era realmente preciosa, ella se percato de mi mirada analizando todos sus movimientos y rápidamente baje la vista algo ruborizada

Me dirigí hacia el bar donde por costumbre siempre desayunaba en la hora del recreo, con tan mala suerte que estaba cerrado - pensé - Vaya día que llevo, solo falta que comience a llover. Me encamine en busca de otro sabia que dando la esquina encontraría otro, que aunque estaría lleno de ejecutivos colgados a su teléfono y vociferando me serviría por el día de hoy.

Al entrar como me imaginaba estaba abarrotado y para colmo era de fumadores. Un joven camarero se acerco a mí:

  • Buenos días señorita, ¿viene sola?
  • Ajá... pero veo que está muy lleno vendré mas tarde
  • Si lo desea puede sentarse en la zona de no fumadores, está en la segunda planta.
  • Ahh bueno perfecto
  • Acompáñeme –dijo el camarero con una gran sonrisa-

Una vez acomodada me quede asombrada era un lugar agradable con unos ventanales enormes que daban hacia el parque y podía observar el ajetreo de la calle, esa planta estaba casi vacía había apenas dos o tres mesas ocupadas, al fondo se encontraba una mujer de unos 30 años muy atractiva concentrada en su ordenador. Me quede unos minutos observándola era realmente preciosa, ella se percato de mi mirada analizando todos sus movimientos y rápidamente baje la vista algo ruborizada. El camarero pronto trajo mi pedido y al levantar la vista aproveche para mirarla de nuevo, para mi sorpresa tenía los ojos clavados en mí, sonrió levemente y siguió sumergida en su ordenador.

Algo asombrada por lo que unos minutos antes había pasado, trate de digerir lo más rápido posible mi desayuno ya que iba con el tiempo justo para regresar a la facultad. Antes de salir volví a mirar hacia su mesa y allí seguía mirando fijamente a la pantalla.

Las siguientes horas en la facultad las pase pensando en esa mujer que tanto me había impactado, de pronto una voz me saco de mis pensamientos:

  • Señorita Olivares, me podría hacer un breve resumen de lo que hemos repasado hoy.
  • Emmm… esto... yo...
  • Señorita Olivares, estamos cerca de las finales le recomiendo que preste más atención
  • Si señor Alcántara no volverá a ocurrir

Regrese a casa pensando en un trabajo que tenía que entregar en unos días- pensé- Aprovecharé mañana para hacerlo que solo tengo dos horas de clase.

Sonó el despertador, eran las 7:15 me desperté contenta porque hoy por fin era viernes y tenía un largo fin de semana por delante para disfrutarlo a tope. Recordé que hoy haría parte del trabajo así que cogí mi ordenador y me encamine hacia la universidad, las dos horas pasaron volando y ya estaba en la calle dispuesta a buscar un lugar tranquilo donde poder concentrarme, recordé la cafetería de ayer y me dirigí hacia allí.

  • Buenos días, señorita en el mismo lugar de ayer
  • Si, muchas gracias.

Nada más entrar por la sala la divise estaba en la misma mesa pero esta vez simplemente se dedicaba a observar por los ventanales, la sala estaba completamente vacía, solo estábamos ella y yo, sentí como sus ojos seguían mis movimientos hasta la mesa. Trate de no mirarla no quería ruborizarme de nuevo. Lentamente fui sacando todo lo que necesitaba para comenzar el trabajo, estaba aturdida no sabía lo que hacía y tan torpemente se me escapo de las manos todos mis apuntes que quedaron desperdigados por el suelo, rápidamente me agache para recogerlos y sentí unos pasos dirigiéndose hacia mí, levante un poco la vista y era ella –guau era realmente una autentica belleza, me mataba solo de verla- cada vez la sentía más cerca y los nervios crecían en mi – Dios que hago, que hago… -

Continuará

Muchas gracias por leer mi relato, espero que les haya sido de su agrado y solo puedo decir que si les gusto será un placer continuar con el relato.