Amor frente al ocaso VIII: Solo para que sepas...

Todo ser humano tiene una necesidad; la de Saber. Saber porque algo anda mal, Saber como poder obtener sus ambiciones, conocer sus raices. Se le llama; Curiosidad. Y esta misma, mató al gato. ¿Tu crees que no podrá matarte a ti?

Enserio, esta vez si me tarde demasiado. Pero no fue mi intención, porque este capítulo es uno de los mas importantes y necesitaba hacerlo bien. Tampoco se crean que me la paso holgazaneando eh?, jajaja, que cada día cuando podía entraba al Noote a continuar el relato. Solo me queda esperar a que les guste y lo disfruten, que todo esto es por y para ustedes, los lectores. Ya muchos me han dicho que son fanáticos de la serie y no los puedo defraudar...Porfavor les pido que lo lean, y sobretodo que comenten, que ya de por si da energías para poder continuar con la historia. Un saludote y un beso enorme a todos.

Littlechris c:

Siete años atrás...

Se encontraban unos quince niños en una cancha de basketball de cemento al aire libre, construida hace muy poco tiempo en la ciudad. Este lugar de recreación estaba ubicada detrás de todas algunas casas de aspecto similar, muy escondido pero de todos modos los niños y pre adolescentes opinaban que "era más emocionante" jugar en el bosque, como todos unos aventureros. Si, quedaba en los límites de la ciudad, pero era un lindo lugar rodeado de árboles frondosos y de un color verde vivo, con un rojizo anaranjado efecto del inicio de otoño. Además del sol brillante e iluminando el cielo celeste a las dos de la tarde.

  • No, que ahora mandamos nosotros - Alex estaba con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Su cabello café, del tono de los troncos de arboles secos, permanecía revoloteado con alguno flequillos sobre la frente sin llegar a la altura sus ojos verdes oscuros y profundos, con una gorra roja volteada hacía atrás. Era un niño como cualquier otro de su edad, con sus 11 años. Su piel blanca, casi bronceada por el sol pero sin hacerlo, perfectamente combinado con sus rasgos en su cara de niño travieso y rebelde quitaba más de un suspiro entre las chicas de su edad. Aunque el niño no estaba musculoso ni cachas, se veía que cuando grande tendría un buen cuerpo sin duda alguna, pues este ya había comenzado a desarrollarse; sus abdominales marcados levemente, aquellos pectorales que comenzaban a tomar un poquito de volumen y las espaldas de Alex ya habían comenzado a ensancharse - no mucho, casi innotable, pero si lo estaban haciendo- no hay duda, sería un ejemplar de hombre, sin embargo, hoy en día aun es un niño de 11 años.

  • Pero queremos seguir jugando al basketball- Replicó otro niño, un poco más bajo que Alex, evidentemente molesto porque los tres chicos mas grandes les habían quitado el balón con el cual habían estado jugando minutos antes.

  • No entendís? Ahora nosotros decidiremos a que jugar- Tomás, de la misma altura que el chico a su lado derecho (Alex), era unos cuantos centímetros más alto. Siempre había sido más violento, con poca paciencia y sobretodo burlón, con todos menos con sus dos amigos. Los tres se habían criado prácticamente juntos; Alex, Tomás y Juan. Esa amistad se incrementó a los 6 años, cuando entraron al mismo colegio juntos, desde entonces eran inseparables. Tomás tenía el cabello de un color castaño oscuro, más claro que el de Alex pero a la vez más oscuro que el de su hermano. Era un matón de primera.

  • Bueno, pero devuelvanos la pelota... - Esta vez, fue Sofía quien hablo, llevaba su cabello liso y negro con dos moños?, a cada costado de su cabeza. Como la chilindrina. Le faltaban unos cuantos dientes, pues había comenzado a cambiarlos algo tarde. Tenia 9 años, y cuando sonreía enseñaba su cómica boca. Aun así, se cortaba con Juan y Alex. Porque ella estaba enamorada del último, aunque también le gustaba Juan, solo quería poder cogerles las manos o darles unos besitos en la mejilla.

  • Claro- Juan le dedicó una de sus más lindas sonrisas, para poder darle un balón naranja y ligeramente duro.- De todas formas, ahora jugaremos a "Las escondidas"?- Sentenció, e inmediatamente los chicos comenzaron a discutir por quien sería la persona que tendría que contar y encontrar a los demás.

Tomás apuntó a un chico de los de la multitud, un niño muy similar a el. Chris abrió sus grandes ojos verdes, para luego fruncir el ceño. Era más bajo y delgado que su hermano, sin embargo, no tenía problema con molerse a golpes con Tomás en público si era necesario. Siempre solía pelear con su hermano, por diferentes motivos. Como lo hacen todos los hermanos, sin odio por medio. Pero siempre terminaba perdiendo o llorando.

-¡NO! - Exclamó Chris, al oír decir a su hermano que; quien buscaba a los demás, sería el. - Te toca a ti, siempre soy yo...-Agachó la cabeza, sabía que su hermano siempre terminaba logrando lo que quería.

  • Eso es porque soy el mayor, ¿Cachai?. Así que te pones a contar, en ese árbol- Apuntó el mayor, a uno no muy lejos de donde estaban.

  • Espera... - Alex, observo a los chicos. Habían menores, y de su misma edad. Pero detuvo la mirada en uno más alto que todos- Mejor que cuentes tu- Le dijo esto último a la vez que no le quitaba los ojos, desafiante pero sonriente a la vez.

El chico obedeció, caminó hacía donde se encontraba Chris apoyado de espalda sobre el árbol, preparado para contar. Pero al ver el cambió de "Buscador" se sorprendió y se retiró camino a donde estaban sus amigos de infancia Nicolás y Sofía. Le dirigió una veloz mirada a Alex, para su sorpresa este le hizo una especie de saludo, alzando un poco y muy rápido la cabeza. Sus mejillas se ruborizaron, tornando a un color rojo suave. Siempre había encontrado a Alex el chico más lindo de todos, pero era extraño. Porque según los demás niños, a el solo le debería de gustar las chicas, y lo hacían, pero... también los chicos.

"Quiero ser como Alex cuando grande" solía pensar para el mismo, sentía admiración por aquel chico. Además nunca se metía con el y lo ayudaba a defenderse de su hermano.

  • Dale, cuenta hasta 50 pero lento que si no nos das tiempo. ¡El último en ser encontrado gana!- Tras haber esperado a que Juan terminara de decir esto, todos los chicos se dispersaron hacia todas direcciones, a la vez que el niño que debía buscar, se daba vuelta contra el árbol con los ojos cerrados y comenzaba a contar:

  • 1...2...3...

Rápidamente, el lugar quedó vació. La multitud de infantes corriendo hacía todos lados como manada de elefantes, hizo que Christian quedara paralizado. Sus ojos pardos miraban hacía todos lados, pensaba a donde poder huir.

  • Voy hacia las casas...- Miró hacia su derecha-... O hacia el bosque- Miró hacia su izquierda.

-...31....32...33... - La cuenta seguía en pie y andando. No tenía mucho tiempo porque si perdía pasaría un mal rato ante las burlas de la mayoría de los niños; "Eres re malo jugando", "No sabee ni correeeer, jajajaja", " Se esconde peor que una niña". Ya se imaginaba las clases de bromas de la cual sería víctima. Y como todo niño, no hay nada peor que las burlas de los demás.

  • 47....48...49...50... - Entró en una especia de pánico. Un sudor corría por su frente, sin pensarlo comenzó a moverse. Sus pies comenzaron a andar hacía el bosque lleno de arboles, tenía más posibilidades de encontrar en escondite. Pronto, ya corría a su máxima velocidad dentro del bosque que cada vez se volvía mas oscuro y aparentemente siniestro.

-...100, Listos o no.. aquí voy!- Pudo oir el grito a sus espaldas. Volteó a ver, pero no los arbustos y árboles ya no permitían poder ver de donde había partido.

  • ¿DONDE ESTAAAAAAN?.... LOS VOY A ENCONTRAAAAAR - El buscador había decidido comenzar por el bosque, su voz se hacía cada vez más fuerte.

-uhh ahh uuhh ahh- Jadeaba agotado, se fue deteniendo poco a poco. Se incó hacía adelante y se apoyo de sus muslos con sus manos. Su corazón latia a mil, lo podía escuchar. Pero cuando el sonido de los latidos fue disminuyendo, volteo su rostro al oír un ruido en los arbustos.

Exhalo aire para poder gritar, podía ser un "Monstruo" o un "Lobo hambriento come niños", como le decía su madre para que coma todo su almuerzo. De los arbustos que estaban cerca de el, una silueta saltó hacía el, arrojandolo al suelo. Fue tal la velocidad, que solo pudo distinguir una sombra con algo sobre su cabeza de color rojo.

-Shhhh...Shhh... Mierda Chris, callate ya..- Christian dejo de agitar su cabeza con los ojos cerrados de un lado a otro, una mano le tapaba la boca. Al dejar de hacerlo pude darse cuenta, de muchas cosas; No era un animal porque hablaba, se sabía su nombre, estaba sentado sobre su pecho. Sus parpados se separaron para poder abrir sus ojos un poco. Se veía borroso, además de que algunas pestañas no dejaban distinguir bien la figura. Con un escalofrío de valor, abrió los ojos de una sola vez, para poder observar a quien le había tomado por sorpresa.

Para su suerte, no había sido el chico que debia encontrarlo, si no que al contrario, era Alex. Le sonrió y le destapo la boca.

  • Shhh... Mira levantate.- Se salió de encima de Chris, para hacer un movimiento con la cabeza indicandole que miré por un arbusto.

Obediente y aun un poco confuso, el menor se asoma un poco por sobre un arbusto, y observa al chico de quien huía caminando a paso cauteloso, observando hacia todos lados -menos hacia el- se volteó hacia Alex y este le dijo

-Venía detrás de ti, y de no ser por mi, te hubiera descubierto - Alex sonrió y volteo nuevamente en dirección a Javier (Llamado así el buscador), quien sin saber que era observado continuo moviendose a todos lados, con los ojos abiertos y con cada ruidito se volteaba a ver. Era bastante cómico, ver su actitud de desesperación por encontrar aunque sea a alguien. Afortunadamente, el arbusto tenía bastantes hojas, ramas y frutos del bosque.

Christian quitó de su vista a Alex, para ponerse en la misma posición y observar por sobre las hojas del arbusto, apenas asomando los ojos. Se sentía como un espía, secreto y sin ser descubierto. Quizás estaba liberando su instinto voyeour inocentemente, disfrutaba de esa sensación de observar a los demás sin ser vistos.

Estuvo asi unos dos minutos aproximadamente, pero su acto voyeur se interrumpio por un leve escalofrió que recorrio por el perfil derecho de su rostro. Se volteo, y Alex le esta mirando con media sonrisa en su rostro. Le miró un poco extrañado, sus ojos se encontraron por unos dos segundos. Chris no tuvo la capacidad se sostener esa mirada, así que, recorrió toda la pre-puberta cara de Alex. Desde su gorra roja y su cabello café, hasta sus labios rojos. Realmente le gustaba, se deleitaba con el hermoso rostro de chico travieso del mayor de los dos, pero la pregunta surgio primero dentro de el. ¿Porque le estaba observando?, ¿Tendría algun rasguño en la frente mientras corria?.

  • ¿Oye Alex, que miras? - Le preguntó Christian a su nuevo compañero de escondite, con una ceja levantada.

  • Nada... nada... Es que tienes una rostro muy extraño ¿Sabes?

  • ¿Como que extraño? - Volvió a preguntarle a Alex, pues no sabía si tomarlo como una ofensa, o si debía hacerlo como una advertencia y asustarse.

  • Que... si, es más lindo que el de los otros. - Sonrie. Las mejillas de Christian se vuelven a tornar de un color rojo suave.

  • Eso es bueno, ¿No?

  • Pues si, claro.

El silencio reino unos segundos, nada más eran las mismas miradas quienes hablaban, aun asi ninguno de los dos sabía que decía la mirada del otro. En el menor reinaba la verguenza, y en el mayor la duda. Estaban sentados de rodillas en el pasto, y las hojas otoñales decoraban su alrededor.

Gracias a un suave movimiento Alex se inclina hacia Christian, hasta llegar a su mejilla. Posa sus tibios labios rojos sobre la piel blanca y perfectamente pulida e infantil de Chris. Y le da un beso, tan sonoro como la separación de sus labios lo permiten.

Alex se aleja levemente del hermano de su amigo.

  • Alex, que has echo. ¡Me voy a embarazaar! - Se alteró Chris, a la vez de que se sorprendió.

  • JAJAJAJAJAJAJA. No, eso es cuando se besan un hombre y una mujer. - Dijo Alex tras su carcajada. Ambos aun conservando su inocencia caracteristica y única de la infancia.

  • Más te vale... porque si no, quedaria goooordo - Grafico extendiendo sus manos, se sentía más aliviado pero a la vez un poco confundido y avergonzado por ese "beso".

  • JAJAJAJAJAJAJAJAJA- Reía Alex con la demostración de "estomago de embarazado" que imaginó.

El arbusto que estaba a su lado comenzó a moverse, y de un segundo a otro salta Javier sobre Alex, y comienzan a rodar por el suelo en una "mini discución"

  • Sale de encima mio weon, jaja - Seguían revolcandose en el suelo, rodando.

  • No, hasta que digas que te rindaaaas... aaaah...- Forcejeaban mutuamente.

  • Jajaja... Corre, Corre..- Dijo Alex, mirando a Chris indicandole que se salvara.

Christian con una sonrisa en su rostro, se levanta para poder limpiarse las rodillas, y huyo entre medio de los arbustos a ganar. Mientras se alejaba, volteo su cabeza hacia donde estaba Alex, y este debajo de Javier le guiño un ojo junto a una hermosa sonrisa. Desde entonces, todo cambió.

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Actualidad:

Christian

Alex y yo llegamos a casa de mi tia Rosa, quien al tocar no demoró en abrirnos la puerta. Siempre cariñosa y sonriente, no podía creer que esta hermosa persona fuera la hermana mayor de mi madre, que se pasaba el día amargada y enfadada aparentemente solo conmigo.

  • Ya estaba preocupada por ti - Siempre hablando de una manera muy tierna y preocupada - Pero sabiendo que estabas acompañado por Alex, estas en buenas manos - Dijo mi tia mirando a Alex con una sonrisa.

  • Claro señora Rosa, no dejaría que nada malo le pase- Sonrió Alex, y me abrazo por la cadera. Me dio un poco de cosa, que mi tía sospechara, pero al parecer no lo hizo. Casi no tomó encuenta de que Alex tenia su mano en mi cintura.

  • Oh, perdon. Pasen, pasen - Se corrió a un lado de la puerta dejandonos el paso a entrar pero Alex se quedó afuera

  • No gracias, debo ir a trabajar y luego voy al gimnacio. Pero quizás luego me pase por aqui. - Se despidio de un beso en la mejilla con mi tía y a mi me hizo un movimiento de cabeza como despedida, entendí que quería guardar las apariencias, al menos por ahora. Cuando se dió la vuelta para irse, pude ver por última vez su espalda desnuda, con cada músculo marcado. El traje de baño negro, con franjas rojas a los costados le daban un aspecto muy sexy, jajaja. Tenía unas espaldas perfectas, un cuello de toro, y su cabello corto por detrás y en punta por delante era realmente apreciable. Más que eso, era guapo.

Tras haber cerrado la puerta de la casa, me dirigí a la cocina para encontrarme a mi madre cocinando. Tenía un delantal blanco para cocinar y estaba preparando un pollo. Cuando entré se volteó a mirarme, y me preguntó:

  • ¿Y como pasaste la noche? - Retiró su mirada hacia lo que cocinaba, pero esperando mi respuesta.

  • Exelente, una de las mejores noches de mi vida - Sonreí, al parecer hoy era un día perfecto. Ella no estaba molesta conmigo.

  • Por ultimo haber llamado antes, para saber que andabas con Sofía y Nicolás. ¿No? - Solo pasó por mi mente decir: "¿QUE MIERDA ESTAS HABLANDO?" , No entendía a que se refería, pero creo que pude captar algo, necesitaba sacar información sobre de lo que estaba diciendo pero sin que descubra o se de cuenta de en donde estuve realmente.

  • Ammh... si claro, poque... Te llamó anoche...¿No? - Me apoye de espadas a una mesita que había cerca de donde estava mi madre, ya había comenzado a intentar descubrir "terreno desconocido".

  • Claro, eso es lo que te digo. Me llamó y primero me preguntó por ti... - Dijo, creo que por un momento su amargada cabeza se dió cuenta de todo, pero no alcanzó, pues yo le interrumpí su silencio y pensamiento.

  • Ah si si, si lo se... ¿Y...? - Debía ser lo más preciso y cauteloso posible.

Hubo un silencio no incomodo, más bien tenso. Ella no dejaba de hacer lo que hacía. Mientras que yo apoyado en una mesa al lado suyo rezando a que no se diera cuenta de nada y continuara.

  • Y luego me dijo que estaba contigo... pero que no se había dado cuenta - Levantó la mirada para voltear a verme, no evadí la suya, si no sospecharía. Pero ya entendí, Sofía había llamado para saber si ya había vuelto a mi casa y luego... y luego ¡Ir con ella y Nicolás! Oh dios, lo olvidé.

  • Jajaja, claro ma. Te gastamos una buena broma Eh? - Intenté hacer que se aliviara y olvidará sus "Ideas".

  • Vaale...- Creo que dió por finalizado el tema porque me quitó la mirada de encima para poder volver a cocinar su pollo. Volví a respirar normal, pues el nerviosismo me estaba matando, y aun más ocultarlo.

  • Iré... a dormir... - Fue una excusa aunque al mismo tiempo verdad, no dormí mal anoche. De echo anoche fue la mejor, pero una siesta reparadora no haría mal.

Salí de la cocina camino a mi habitación, pero en el camino me detuve en la habitación de Tomás, con curiosamente la puerta habierta. Asomé mi cabeza para ver si estaba allí, pero no había nadie.

  • Maaaaaaamaaaaaaaaa...- Grité con toda mi voz de adolescente, chillona y grave a la vez.

  • Que pasaaaaa- Oí decirlo igual que yo desde la cocina.

  • ¿Donde esta Tomaaaaaaaaaaaaaas?

-Pasoo la noche en casaa de Juaaaaaaaaaaaaan

Curiosamente ya todo me daba mala espina, no creo que eso sea algo malo, pero... y si Juan y Tomás fueron a buscar a Alex y tambien sospechan ¿algo?, no... imposible. Amenos que se hayan encontrado con Sofía y Nicolás. Creo que no podría tomar mi siesta ahora, tenía que ir a buscarlos.

Sofía

Abri los párpados a duras penas, moví mi lengua de mi boca, la tenía terriblemente seca. Sumada a unas punzadas horribles en la cabeza, era jaqueca. Me destapé de mi cama, ni idea de como llegué hasta allí. No recuerdo mucho de anoche, de echo lo necesario para saber que pedimos un taxi antes de salir del bar, porque a pesar de estar ebrios, somos responsables. Reí, pero los dolores incrementaron por esto ultimo.

Ya sentada sobre la orilla de mi cama, pude recuperar mis sentidos completamente. Me levanté, aunque no se si fue uno de esos mareos despertinos que me dan al levantarme de golpe o si ha sido por culpa de la resaca.

Dios, como si estuviera levantado en el pasillo de un bus, intentado ir al baño. Estaba sumamente mareada, siempre me preguntaba si realmente valdría la pena el riesgo de beber, pero eso es por el momento, pues a la hora en la que estoy de fiesta me olvido de eso, jajajajajajaja. "A mal tiempo buena cara" Solía decir mi abuela, solía... porque despues se calló de una escalera por ir a buscar un gato suyo que se le escapaba, jajaja... quizás no debería reirme, pero es que algo tengo que hacer para aliviar este dolor.

Me fijé en mi mesita de noche que estaba contigua a mi cama, con un reloj digital sobre el. Marcaban las dos de la tarde.

-MIERDAAA- Pensé para mis adentros, estaba sola. Mis padres habían ido a trabajar, y debía comer algo... pero no me dió la fuerza, (Ni las ganas, jajaja) de cocinarme algo, ni si quiera en microondas.

Me agarré de la pared de mi habitación y apoyandome en ella di mis primeros pasos para salir de allí. Y así seguí hasta llegar a la sala de estar para poder echarme sobre un sofá. Estaba mal, no podía mi cuerpo, la resaca era fuerte.

  • Necesito el celular.... para poder... encargar una pizza...- Me dije para mi misma en voz alta.

Afortunadamente el célular mio, estaba en la mesita entre los sofás, así que aun estando recostada en uno, pude extender mi brazo sin mayor esfuerzo y cogerlo.

No se como, comenzé a rodar sobre el sofá que de todos modos era largo. Rodé hasta que misteriosamente quede sentada "Correctamente", claro que hubo una consecuencia, se me revolvio todo el estomago y me produjo nauseas, las cuales controlé aguantando la respiración. Es una vieja táctica que me enseño un primo, jajaja.

Devolví la atención a mi célular porque estaba el signo de una carta. Un mensaje nuevo, genial... quizás sea otro mensaje de la compañia para que recargue saldo en el célular. Pero no fue así, pues debajo decía "Valeria".

Con una brutalidad en el dedo impresionante, que casi rompe la pantalla de mi célular, aprete en leer.

"Oye graciias por lo de anooche, tkm. Te pasaste de inteligente y necsito ke me ayudí en algo. Voi a tu casa a las 14:30, Chau, teami."

Luego de leer el mensaje, pude recordar el encuentro que tuve anoche con Valeria, seguramente me iba a pedir ayuda o consejos para superar su ruptura con Damian, porque no creo que se haya tomado enserio eso de... cojer con Alex. No lo se... había muchas cosas que pensar.

Releí el mensaje; vendría en... ¡Quince minutos!. Nuevamente intenté hacer el esfuerzo por levantarme, pero ya no me costó tanto y el mareo había disminuido.

Fuí por ropa y toallas a mi habitación, y desnudandome en el camino hacia el baño a toda prisa logré ahorra un poco de tiempo. Abrí el grifo de la ducha a máxima potencia, ya que siempre he sido de las que creen que "más, mejor". Jajajaja, puedo parecer una guarra o cachonda, pero les aseguro que soy una de las mejores personas que podrían conocer en sus vidas. Estando absorta en mis pensamientos de intentar hacerlo lo más rápido cuando el télefono del departamento suenan.

  • Mierda... - pensé con un poco de rabia contra mi misma.

Resignada me enrolle la toalla en mi busto, quedando tapada desde allí hacia abajo. Caminé descalza por el suelo alfombrado del departamento y cogí el telefono.

  • Diga? - Pregunté al de recepción.

  • Emmh... hay aquí una chica llamada Valeria, que quiere ir a verla...- dijo el

  • Claro, digale que suba- Corté el telefono.

Volví a mi habitación, parecía una loca corriendo de aquí a alla, con solo una toalla bajo los brazos, tambien no podía dejar de pensar en que ayudar a Valery o como hacerlo. Me senté sobre la orilla de mi cama, tomé mis sostén y como nunca en la vida logré ponermelo en menos de un treinta segundos.

  • DIIING DOOONG - Sonaba el timbre de la puerta del piso en donde vivo.

  • YAA VOYYY ESPERAMEEEE - Dije a la vez que con toda prisa intentaba pasar los pies por la falda.

Desde la cintura hacia abajo estaba vestida con una falda cortita de colegio - fue lo primero a mi alcanze - pensé excusandome a mi misma, entonces me levanté de mi cama hacia el armario. Extendiendo mis manos hacia la parte de arriba, la más alta, cogí una camisa de color turquesa. Que mala combinación lo se, Minifalda gris con una camisa turquesa fosforecente... pero bueno, me serviría al menos por ahora.

  • DIIING DOOONG - Todavía tocaba el timbre, y se escuchaba su voz pidiendo que abriera.

Esta vez si corrí bien, ya el mareo y la resaca habían disminuido pero los dolores permanecian, aun asi movi mis piernas como pude para llegar a la puerta. Posé mi mano sobre la manilla aplicando leve fuerza para abrirla.

  • Dios, cuanto te has tard.... Pero que diablos, luces como... Si te hubiera atrapado un torbellino!- Dijo ella seguida de una risa chillona.

  • Es que tengo una resaca que ni te enteras... además estaba por bañarme y por tu culpa no pude hacerlo - Le miré intentando lucir lo más amenazadora posible a la vez que culpable, pero ella solo sonreía.

Le dije que pasará a la sala de estar, ella obedeció y seguida por mi fuimos hasta alla despues de cerrar la puerta. Noté que tenía una sonrisa y mirada traviesa, como la de los niños pequeños al planear algo que no deberían hacer...

  • Oye Val, dime... ¿Por que necesitabas verme?

  • Fácil Sofi, porque ayer me ayudaste mucho ¿Sabes?, y... bueno, pues que me diste una idea maravillosa... - Creo que ya se a lo que va, pero prefiero escucharlo de su boca. Mientras yo me levantaba del sofá camino a la cocina por dos vasos de bebidas, ella siguió hablando un poco más fuerte para que le escuchara- Entonces hoy, apenas desperté fui a hablar con Javiera y... ¿Le puedes echar hielo?

  • Claro, continua - Dije acatando su petición sobre su bebida, coca cola por cierto.

  • Y no te adivinas que... - Le dio todo el suspenso posible, mezclado con un tono de pregunta.

  • Emmm... le dio un infarto despues de enterarse. Jajajaja - Bromeé caminando hacia la sala de estar con los vasos llenos hasta arriba, con un poco de espuma y dos cubos de hielo por cada uno.

  • No, me dijo que lo hiciera. Que tenías razón y que no hay nada mejor para olvidarse de una persona estando con otra, y sobretodo si es con alguien con quien nunca lo he echo. ¿A que no es realmente morboso? - Di un sorbo mientras le escuche hablar.

  • No creo que sea buena idea Valeria... pues el tiene novia

  • Bueno, ¿Y tu crees que a el le importo cojerse a cuatro tipas mientras estaba de novio contigo?. Tómalo como una venganza... Jiji - Rió con su muy graciosa vocecita. Ella tenía razón, Fernanda me importaba un carajo, pero tambien CREO que Chris siente algo por el, aunque si lo vemos por otro lado, Alex ya está con la Feña ?y... bueno, uno siempre tiene un amor no correspondido.

  • AL CARAJO... - Murmuré por lo bajo despues de beber otro sorbo y reflexionar un poco. - Oye Valeria, te apoyo. Tienes razón, la Feña ?(Novia de Alex), me importa una verga. Dale, tienes todo mi apoyo- Lo dije con todo el odio y sed de venganza posible. No era nada contra Alex, pero a su noviecita la odiaba desde pequeña, y estoy seguro que ella se metió con el cuando eramos novios solo para molestarme, quizás algún dia les cuente porque dejamos de ser mejores amigas...

  • ¡Eres la mejor!, sabía que podía contar contigo - Se avalanzó sobre mi abrazandome por el cuello, y besandome la frente repetidamente. Por suerte minutos antes ya nos habíamos acabado la soda, que quería bañarme con agua no con coca-cola, jajaja.

  • Iucks, ya ya... vale, ya entendí, jajajaja - Me soltó, sabía que me iba a preguntar algo por la carita de cachorro que puso en ese momento.

  • ¿Me... me puedes decir... donde... donde esta Alex? - Dijo ella. - Porfavor... no voy a esperar más.

  • Bueno pues me enteré de que termina de trabajar a las tres de la tarde, osea... en un rato. Y Luego se va al gimnacsio. - Le informé

  • Muuuchas gracias Sofi, eres la mejor. Asi que no pienso perder tiempo. - Se levantó, fue a la puerta del departamento. - Aur revoir - ?Se despidió tirando un beso y saliendo por la puerta que acababa de abrir.

Será cabrona, pero almenos esa Fernanda obtendrá su puto merecido. Ahora debo ir a bañarme que apesto, jajaja. Me levanté del sofá camino al baño.

Alex

Estaba felíz tengo; que admitir que fue una de las mejores noches que he pasado. Ni si quiera con alguna de las chicas a las que suelo cojerme pude haberme sentido como ahora, es que no era solo eso. De echo ni si quiera cogimos, y fue mucho mejor. Comprendan que es como cuando cumples una meta... siempre, pero siempre... desde pequeño que he deseado a Christian. Fue la primera persona que me "gustó", por más increible que suene. Al principio, en mi infancia, no le veía nada malo... pero al cabo de unos años caí en cuenta de la sociedad en la que vivimos, por lo que intenté autonegar la atracción que sentía por el. "Seguramente le veo como el hermano que nunca tuve", solía pensar eso para ocultar lo que en verdad siento y desde los 13 o 14 años comenzé a tirarme a la primera tía que se me cruzara por el camino como metodo de defensa para probarme que soy un "Hetero". Y puede que les resule un poco confuso, pero es que ningun otro chico me ha gustado tanto en la vida, puede que cuando camine por la calle vea tios buenos, pero no me ponen "a cien", ni si quiera logran ponerme a "a uno".

El día entero estuve con una sonrisa en la cara y desconcentrado, pensando en todo lo que había ocurrido. Ponía los envases correspondiente en la estanteria, trabajaba normal, pero sin quitar mi sonrisa del rostro.

  • Oye hijo, ya terminaste, no es necesario que sigas. - Dijo mi tío al ver que seguía ordenando las latas desconcentrado y sin darme cuenta de que la hora ya había terminado.

  • ¿Ah?.. ah, si claro... - Habí estado tan metido en mis pensamientos que ni cuenta me di de la hora que era

  • Oye, por cierto, tu polola (Novia), ?está buscandote afuera - Me informó, seguro Fernanda querría hablar conmigo

Me quité el delantal rojo que era parte del uniforme, afortunadamente por ser sobrino del dueño no estaba obligado a usar el feo -y cuando digo feo, es horrible - uniforme que usan los empleados comunes. Asi que solo quedé con mi camisa negra, sin mangas ceñida y cuello en V con unas bermudas que llegan un poco más abajo de las rodillas, porque despues de ir a dejar a Chris a su casa fuí a la mia. Escuché los regaños típicos de mi madre de "¿Porque no avisas?", "Ahora debes ir a trabajar y tu aquí holgazaniando". Aunque en el fondo ella lo hacía como una mera formalidad, porque ya es normal que no pase la noche en casa devez en cuando, porque duermo en casa de Juan o en la de Fernanda, o en algún motel.

Salí por las puertas que se abrieron gracias al sensor de movimiento de la entrada, voltié la cabeza hacia la derecha y allí estaba apoyada contra la pared del supermercado. Se veía guapisima, realmente sexy. Llevaba el cabello suelto, cortito hasta la altura de los hombros, el rubio natural de su cabello resaltaba con el sol para hacerle lucir casi dorado. Cada rayo de sol, bañaba bronceando su perfecta piel desnuda. Porque más alla de la parte de arriba de un bikini celeste, con unos shorts blancos y apretado a sus deliciosos muslos, sin contar sus zapatillas, no llevaba nada. Y que suerte que era mía, pero que desafortunado al no poder follarla desde ya una semana, andaba en "sus días" y cuando lo hace se pone insoportable, por eso es mejor no tocar el tema del sexo en su periodo.

Avanzé hacia ella posicionandome enfrente, iba a intentar seducirla pues con el calentón de hoy en la mañana sumado a que no tengo sexo desde una semana con no se cuantos dias,? ya me estaba comenzando a cansar. Aun así debía ser cuidadoso.

Estando ya enfrente de ella, puse mis musculados brazos a sus costados apoyandome en la pared y acorralandola. Fernanda solo me miro a los ojos a la vez que puso sus manos sobre mis pectorales por sobre la ceñida camisa. Sentí su calor corporal además de que sus manos tocandome me exitaban de sobremanera.

Con suaves besos fui palpando su cuello, con lentitud y calma, pero la imagen de Christian cruzó por mi cabeza provocando que me empalmara. Tenía los ojos cerrados, mis besos fueron haciendose cada vez mas lujuriosos, comencé a lamer con la lengua todo su cuello el cual imaginaba que era el del hermano de mi amigo, ya comencé a dar chupones de desesperación y a acorralarla más contra la pared.

  • Alex... Para... ¡Te he dicho que pares! - Gritó lo último, mientras hacía fuerza en sus delicadas manos para separarme en vano, pero luego de unos segundos, pude oír su voz y reaccionar.

  • Per..perdon... - Me excusé, sentía mis 21 cm haciendo presión contra el boxer para luchar, pero tenía que calmarme. Quité mis brazos impulsandome hacía atrás, para dejar de acorralarla.

  • ¡¡¿En que pensabas?!!...

  • En nada... - No sabía como reaccionar, pero relaje los musculos de mi cara para evitar enrojecerla y dar alguna señal por lo que ella deba sospechar. Luego di una media sonrisa-

  • Vale, jo que no es mi culpa, que me tienes sin "cuidados especiales" ?desde hace ya una semana, incluso unos dos días más... - La mejor excusa que pensé en dos segundos, además de que me libraba de culpa por el recientemente momento vivido de calentón.

  • Que ya sabes porque - Susurró muy despacio, como si se cohibiera - Y todavía tienes que esperar que acaben mis días, ya faltan dos... - Al principio en mi nuestra vida sexual haciamos el amor todos los días, incluso alguna vez se repetía, pero cada vez fue disminuyendo más.

  • Bueno, ¿y para que querías verme si no es por un buen beso?

  • Por que, te he notado extraño estos últimos días. Desde que llegó Tomás - Frunció levemente el ceño y entrecerro un poco los ojos, pero no iba a dejarme caer ante ella, así que sonreí con chulería a lo que ella se molestó

  • ¿Y yo desde cuando tengo que darte explicaciones? - Nuevamente le enceñe mi media sonrisa, como siempre ella terminaba perdiendo ante mis encantos.

  • Bueno... no lo sé, te noto más distante conmigo

  • ¿Distante? Pero si la que no quiere que la toquen eres tú - Le toqué la nariz rápidamente con el dedo índice, en verdad todo estaba dando vuelta contra ella. Le quería mucho si, y más que novia la veía como una follamiga... o eso desde que llego Christian... - Además, es Tomás mi amigo del alma, obviamente quiero pasar tiempo con el-

  • Pero se va a quedar casi tres meses, tienes tiempo de sob... Aish, olvidalo, tienes razón. - Eso estubo cerca, asi que le besé la frente.

  • Vale, ahora quedé con unas colegas, y la Pili me espera en la plaza. - Se levantó de puntillas, porque soy más alto que la mayoría de las personas, para darme un beso cortito en los labios- Te amo, adioooos..- Dijo mientras se iba a ver a sus amiguitas.

  • Te quiero... - Le dije por lo bajo.

En ese entonces, fue que me di cuenta de que lo que sentía por ella no era Amor, era nada más una relación con derecho a roce... No lo se, todo es tan confuso, tampoco soy de esas personas que quieren hacer daño al resto, o almenos cuando cometo errores intentó suavizarlos lo máximo posible, yo quería estar con Christian...

Alcé mi mano derecha para poder observar la hora en mi nuevo rolex. Joder, llegaría tarde a mi rutina en el gimnacsio y se me haría más lento el día, necesitaba descargar toda esta leve confusión con las máquinas, reflexionar...

Rapidamente recogí mi bolso el cual había dejado en la sala del personal en donde había estado trabajando, y no tardé más de 15 minutos en llegar al gimnacsio.

Sin perder más tiempo fuí a los vestidores, dejé el bolso sobre la banca. Suspiré, había logrado despistar a Fernanda, el trabajo de hoy se hizo rápido, desperté con la persona que siempre he querido, y sobretodo... llegué dos minutos tarde a lo habitual, no es tanto... Ya me sentía más relajado.

Con calma posicioné mis manos en la inferior de mi camisa, jalé hacia arriba quitandomela suavemente como haciendo un streptess. Prefiero hacer ejercicio sin camisa, me molestá el sudor de la ropa pegada al cuerpo. Aunque de todos modos me visto con otra camisa despues terminar mi rutina y ducharme.

Ya estaba con el torso desnudo, me volteo para poder salir de los vestuarios y la ví. Sentada en una banca situada cerca de la entrada. Mi cuerpo reaccionó dando un pequeño brinco por la sorpresa, casi me da un infarto por el susto.

  • Mierda... Valeria casi me matas, ¿Que haces aquí? - Pregunté ya más calmado.

  • ¿De verdad quieres saberlo?...- Dijo con un brillo de lascivia que me pareció persivir en sus ojos.

Continuará...

Bueno, aqui les dejo. Repito, que ojala les halla gustado el relato, y les doy las Gracias por leer. Además lamento si se les ha echo largo (cosa que a algunos no les gusta), si no les gusta tan extenso, me lo hacen saber. Recuerden Comentar y valorar, Un beso y un abrazo, ??

Si quieren pueden agregarme al msn: chrisdubidubi@hotmail.cl

Adios c: