Amor Extranjero (Parte II)

Fue en un viaje escolar a Londres cuando conocí a esa hermosa chica de ojos hipnotizantes, al principio todo comenzó como una aventura de adrenalina y excitación, pero después todo se volvió parte de mi vida... Y en ese todo se encuentra ella.

Amor Extranjero

Parte II

Aquel día realmente me levanté temprano, mucho más incluso que Bill y Helen; y no porque no fuese madrugadora, pero con el cambio de horario todos nos sentíamos desequilibrados. Aquella mañana deseaba tanto llegar al colegio y poder seguir mi conversación con aquella chica, y sí me metía en problemas porque ella me hablase en español… Ya inventaría algo.

Alessandra se despertó aquella mañana con mal humor, realmente le estaba afectando el cambio de horario… Bueno, yo no la conocía tanto como para saber si comúnmente era así, pero su mirada realmente parecía querer calcinar a quien se le pasará por su vista; yo simplemente la ignoré, pues no iba a echar a perder mi día por culpa suya.

-¿Tú por qué estás tan contenta? –me preguntó malhumorada.

-Estoy en Londres… ¿Tendría que estar triste por eso?

-Triste se queda corto para lo que tendrías que estar, primero: Estoy harta de escuchar elotes hablando todo el tiempo en inglés; segundo: Este clima es más deprimente que pasar un fin de semana en casa de mi abuela paralítica; tercero: Odio que todos me vean como un espécimen extraño solo por no ser recatada y educada como ellos y para colmo hoy lloverá todo el día… Así que dudo que nos lleven a algún lugar.

-¿Lloverá? –pregunté retóricamente.

-Aunque si lo pienso… Igual y la lluvia me hace un favor.

-Ayer la profesora dijo que el clima estaría perfecto…

-Pues si la profesora esa se actualizara utilizando internet… Se evitaría humillaciones como esa de traer ropa de primavera.

-Entonces si no vamos a salir… -dije deprimida-. ¿Qué vamos a hacer durante la tarde?

-¿Tú que piensas? ¿Bailar bajo la lluvia? Obviamente nos quedaremos encerradas aquí, pero yo no me preocupo… Ya tengo todo resuelto –sacó un sobrecito trasparente con polvo blanco.

-¡Alessandra! –guardé un par de segundos-. ¿Es eso?...

-Ni te asustes… Siempre me pregunté qué tan buena era la cocaína extranjera… Créeme, esos gringuitos con cara de niños buenos no tienen nada de buenos y mucho menos de niños…

-Si alguien se entera de eso… Nos van a…

-¿Quién les va a decir? –me miró con unos ojos letalmente amenazadores.

-Haz lo que quieras con esa cosa, pero si se enteran… Solo no me metas en tus cochinadas.

-¿Meterte? Tú te encargarás de que no se acerquen a la habitación cuando yo te diga.

-Yo no voy a ser tu tapadera.

-Pues tendrás que serlo, o si no la profesora se enterará que te separaste de tu grupo ayer…

-¿Cómo…? –dije entre cortando la respiración y rezando porque no me haya visto también hablando español con Helena.

-Vamos… Si bien que yo me escapé y me topé con Danna y Alexis no tiene nada que ver con que sepa que andabas sola por allí… Y quién sabe con quién…

-¡Estaba sola! –contesté de inmediato.

-Así que sí andabas sola… En una ciudad tan grande podría pasarte algo y no creo que la profesora estuviese muy feliz de ser la responsable de eso…

-Ok, ya entendí… Tú no dices nada… Yo no digo nada.

-Me alegra que llegásemos a un buen trato, ahora… Será mejor que me arregle, en media hora llega el autobús…

Aunque estaba enojada por su odiosa forma de manipularme, no pude evitar sonreír en mis adentros al saber que en media hora estaría de camino hacia el lugar donde había esperado estar desde ayer que había visto por última vez a Lena.

Una vez que el autobús llegó por nosotras fui a sentarme en uno de los primeros asientos, con la esperanza de que fuese la primera en bajar. Y sí, con esa pequeña ventaja me perdí entre los pasillos disimulando no hacer nada cuando en realidad buscaba a Lena. Para mi mala suerte no logré encontrarla como me hubiese gustado, así que algo decepcionada simplemente decidí ir a tomar mis clases.

A mitad de la clase y como lo había predicho Alessandra, la profesora encargada de nuestros viajes llegó solo para decirnos que el viaje del día de hoy sería suspendido. Al perecer el clima estaba algo feo (aunque no se notaba nada dentro del salón) y por tan circunstancias sería arriesgado salir por la tarde. La profesora siguió hablando y de lo poco que le entendí fue que al final terminaríamos ese día en nuestras cosas de huéspedes.

En aquel momento no fui la única en poner caras con la pura idea, a excepción de Alessandra, que parecía estar feliz con la idea. Terminando mis clases todos salimos a distraernos un rato en los alrededores antes de que volviesen a pasar por nosotros, yo tan solo decidí sentarme en una banca que estaba en uno de los patios. Minutos más tarde fue sorprendida por la voz del extraño acento, se trataba de Lena. Ella llegó con una sonrisa enmarcada y una laptop que cargaba entre sus brazos; me miró y simplemente se sentó a mi lado.

-¡Hi! ¡Hola! Te he estado buscando todo el día… Creo que fue más difícil de lo que imaginé.

-Hola, es que he estado todo el día en ese aburrido salón.

Ella solo sonrió y me miró como si estuviese esperando algo.

-¿Qué pasa? –le pregunté.

-¿No me vas a dar mi beso para saludarme? –me miró e hizo una sonrisa coqueta.

-Lo siento…  -me acerqué hacia ella y le besé la mejilla-. ¿Mejor? –le sonreí.

-Mejor… Te traje algunas de las fotos que he tomado este último mes -se acercó tan a mi lado hasta quedar junto a mí y abrió su laptop con las fotos ya cargadas en la pantalla. Estas son las digitales, las que tomó con la cámara con la que me viste aquel día aún no están reveladas.

-¿Tienes un cuarto oscuro? –pregunté sorprendida.

-Algo así, se suponía que era el cuarto donde se dejarían las cosas que no se utilizan. Bueno, mejor te enseño las que tengo aquí.

Emocionada simplemente enfoqué mi vista hacia la pantalla de la laptop, ella comenzó a explicarme la historia de algunas de las fotos mientras pasaba una por una. Yo no me consideró una crítica experta en ese ámbito, pero aquellas fotos eran realmente buenas y se veían tan profesionales como las que se ven en televisión o las grandes exposiciones de arte.

-¡Espera! –le dije antes de que pasara a la siguiente foto.

Mi vista se vio inmersa cuando una simple foto captó toda mi atención, se trataba un par de ancianos a la orilla de una playa y tomados de la mano.

-Esa foto… Es tan hermosa.

-Ya sé, capturé justo el momento.

-¿Hay playas en Londres?

-No, pero no queda muy lejos de aquí Brighton… Allí si hay playa. De hecho igual y los llevan a conocer por allá.

-No estoy tan segura, con el clima que hay… Es más, hoy no vamos a salir por la posible lluvia.

-¿En serio? ¡Qué malo!

-Dirás ¡Qué mal!

-Eso… ¡Qué mal! –comenzó a reírse-. Por lo regular en los días lluviosos es cuando yo salgo.

-¿No te enfermas?

-Hasta hora no, tengo buenas defensas.

-Hasta ahora… -corregí.

-¿Sabes qué pienso?

-¿Qué?

-Que voy a terminar aprendiendo más español de ti que…  lo que puedas aprender tú de mí inglés.

-No solo se trata de aprender inglés… Estoy aprendiendo muchas cosas de ti.

-¿Cómo cuales? –me miró fijamente a los ojos de una manera tan penetrante que fue imposible no desviar mi mirada y agachar la cabeza.

-Muchas…

-Esa no es una respuesta concreta.

-Lo sé… Cuando tenga las palabras exactas te lo diré.

-Ok, eso espero… Oye ¿Y vas a sobrevivir estar encerrada esta noche?

-Yo también me lo he preguntado. Estar en Londres y pasártela en una casa como lo haría en la mía…

-¿Y si te llevo a Brighton?

-No puedo salir… Te lo recuerdo.

-¿Y quién dijo que íbamos a pedir permiso?

-¿Escaparme? ¡No! Eso sería para mí un suicidio.

-Piénsalo, podría llevarte a conocer el verdadero Londres… El Londres nocturno, y ya para ponerle la cereza al pastel… Una hermosa vista de mi parte favorita de la playa de Brighton.

-Eso es muy arriesgado para mí… Definitivamente ¡No!

Ella me miró con una expresión de chica triste y juntó ambas manos implorando.

-Please…

-Aunque aceptara… Tengo una compañera peligrosa en mi habitación.

-¿Peligrosa?

-Sí, quizá no me amenace con cuchillos, hoy en la mañana prácticamente me manipulo para hacerla de su tapadera.

-Explícate.

-Bueno, ayer que me encontraste en la exposición… Yo no tenía que estar sola… Se supone que tenía grupo. Así que si no la cubro esta noche…

-Contará todo.

-Exacto.

-¿Puedo saber en que la vas a cubrir?

-Realmente no quieres escucharlo.

-Anda… Puedes confiar en mí.

-Creo que se va a drogar.

-¡¿Qué?!

-Bueno, se va a drogar.

-¿Qué clase de compañera es esa?

-¿Una con la que no quiero tener problemas?

-¿Sabe en que lío se puede meter por eso?

-Supongo que sí, pero no le importa.

-Entonces aprovecha.

-¿Qué aprovecho?

-Que se drogué… Cuando ya este lo suficiente drogada para no distinguir entre personas y animales… Simplemente escápate conmigo.

-No lo sé… Si le pasa algo y yo no estoy.

-De acuerdo, no insistiré más.

-¡Espera! ¿En qué nos iríamos?

-En mi moto.

-¿Moto? Eso es peligroso con lluvia.

-Solo será aquí en Londres, para ir a Brighton usaremos en tren… Es rápido y mucho más seguro, ¿Qué más te tengo que decir para convencerte?

-Acepto, pero solo prométeme que me dejarás a buena hora en la casa.

-No te preocupes, ya veras que no te arrepentirás. Solo dame tu dirección y listo.

-Claro –arranqué una hoja de mi cuaderno y le escribí la dirección-. Es esta o al menos la que me dieron.

-Sé dónde queda, de hecho es un lugar estratégico para poderte llevar a un par de lugares buenos.

-¿La hora?

-Solo trata de enviarla a la cama alrededor de las seis, yo paso por ti a las siente.

-Ok.

-Me voy.

Lena se acercó hacia mí y puso su mejilla cerca de mi rostro;  yo simplemente le di un leve beso y terminó marchándose.

Durante el camino de regreso a la casa de Bill y Helen los nervios me estaban matando, no entendía como me había dejado convencer por Lena de tal cosa. Traté de crear en mi mente todos los escenarios posibles y sus respectivas formas de solucionarlo y salir ilesa. Tan rápido como llegamos corrí y me apresuré para tratar de que todo saliera tal y como lo había planeado con Lena.

Lo primero que hice fue decirles a Bill y Helen que dormiríamos temprano para aprovechar y poder descansar lo suficiente; ellos me entendieron  y después de una leve cena Alessandra y yo nos fuimos a “dormir”.

-Veo que hiciste muy bien tu trabajo Vane, así me gusta que sean las cosas.

-Ya deberías comenzar a hacer eso que me dijiste que harías.

-Calma –me miró sorprendida-. No tengo prisa. ¿Qué hora es?

-Quince para las seis.

-Ya vez… Es muy temprano.

-Pero aquí obscurece antes.

-Esta bien… Esta bien… Voy a estar en aquella esquina, solo trata de que no entren y si lo hacen…

-No te preocupes…

Pocos minutos después Alessandra comenzó a tornarse un poco aterradora, o al menos lo era para mí. Parecía estar como en transe y media ida, se había puesta unos audífonos y solo movía la cabeza debes en cuando como si quisiera deshacerse de su cabeza. Cuando supe que realmente estaba tan ida como para ignorar mi presencia, salí a hablar con Bill y Helen  para informarles que Alessandra era de sueño ligero y que por nada del mundo entrasen o se pondría de mal humor.

Cuando terminé por convencerlos ellos simplemente se metieron a su habitación y cerraron la puerta. Yo corrí rápidamente a tomar mis cosas y me asomé por la ventana esperando ver a Lena en cualquier momento. Habrán sido unos diez o quince minutos cuando vi la silueta de Lena entre las sombras que comenzaban a formarse por la noche. Ella me hizo señales para que saliera por la ventana, la cual no estaba muy despejada del suelo. Me aseguré una vez más de que todo estuviese en orden y lentamente abrí la ventana, me agarré de unas varillas y entrecerré la ventana; tomé aire y simplemente di un brinco.

Al caer Lena me tomó por los brazos e impidió que perdiera el equilibrio. Me miró y acomodó un mechón de mi pelo recogido que se había salido de lugar; se acercó hacia mí y esta vez en lugar de esperar un beso por parte mía, simplemente me lo dio ella.

-Hola… ¿Lista para conocer el verdadero Londres?

-Claro, por eso estoy aquí. ¿Cuál es el recorrido?

-Se suponía que te iba a llevar a un par de lugares, pero hice mis cálculos y si queremos llegar a tiempo solo tendremos que ir a un lugar aquí en Londres y a Brighton.

-Como sea mejor.

-Dejé la moto a una cuadra para que no hiciera tanto ruido, ¡vámonos!

Al llegar y subirnos en un hermosa moto Harley Davidson color rojo no dude en paralizarme ante tan aparatosa cosa.

-¿Es tuya?

-Es de un primo que a veces la deja en mi casa… Créeme, no eres la única que esta arriesgando la cabeza esta noche.

Ella se subió primero y rápidamente se puso un casco, luego sacó otro y me lo entregó. Me puse el casco y simplemente me monté sobre la moto.

-Agárrate bien.

-¿Segura que la sabes maniobrar?

-No es la primera vez que se la robo.

De pronto la moto encendió haciendo un estruendoso que poco a poco fue disminuyendo hasta quedar en un tono equilibrado. La sensación de vértigo se hizo presente al instante y no dude en agarrarme fuertemente de su cintura, aunque eso no me quito la sensación, pues su cuerpo era tan delgado que sentía que si pasase cualquier cosa ambas saldríamos tiradas. Mientras iba detrás de ella comencé a observar lo hermoso que era Londres de noche a pesar de que una ligera lluvia estuviese cayendo, realmente era un lugar diferente al que había visto de día.

Mientras iba agarrada de ella, el viento lo único que hacia era enviarme su aroma directo a mi rostro; aquello no me desagrado en absoluto, pues el aroma que imanaba de ella era realmente dulce y hasta cierto punto delicioso. De pronto y como si el tiempo hubiese sido absorbido llegamos a una especie de calle donde había mucho ruido… ruido de música, de gente gritando, de autos, motos y toda clase de ruido que se pudiese imaginar.

-Ok, este es “The Playground”.

-¿Es un bar?

-Algo así… Pero más decente.

-No lo parece.

-Es solo por fuera, dentro esta ¿padrísimo?

-Sí… Eres buena alumna.

-¿Dónde vas a dejar la moto?

-Conozco gente por aquí… No te preocupes por eso.

Las dos nos bajamos no muy lejos de la entrada y Lena se encaminó hacia un chico alto y pelirrojo; dejándome sola con la moto, habló con él por unos cuantos segundos y después este se encaminó hacia mí y solo se subió a la moto y se la llevó.

-¿La cuidará bien?

-Sí, siempre lo hace.

Al llegar a la entrada, nuevamente Lena se acercó a hablar con un par de chicos y este le hicieron una señal para que otro (el encargado de la puerta principal) nos dejase entrar.

-¡Listo! ¡Anda! Antes de que se arrepientan.

-¿Estamos entrando ilegalmente?

-No, solo que aquí solo entra gente selecta… Tengo un amigo que trabaja aquí.

Dentro el lugar era realmente asombroso, había detalles modernos por todos lados, luces de neón e incluso música en vivo. Lena me llevó hacia la barra para pedir algo se tomar, yo solo pedí algo ligero y aunque no sabía que era… Realmente estaba rico, por su parte Lena tomó algo que aunque el vaso estaba un poco más pequeño parecía oler un poco más a licor.

A partir de allí comenzamos a bailar entre la multitud de la gente, a cantar los coros, a empujar y ser empujado, tomar otras bebidas y a disfrutar del buen ambiente. No muy lejos de allí había un reloj enorme que jamás perdí de vista, y justamente cuando el reloj marcó las once de la noche decidí recordar a Lena sobre la hora.

-Ya son las once –le recordé.

-Lo sé, será mejor que nos vayamos… Son cincuenta minutos hasta Brighton.

Las dos salimos como de bala y Lena en lugar de esperar por la moto como pensaba, pidió un taxi que nos llevaría posteriormente hacia la estación del tren. Ya estando en el tren y habiendo poca gente tan solo decidí relajarme y esperar a que llegásemos.

-¿Qué paso con tu moto?

-El chico pelirrojo la llevará a la estación de tren cuando yo le diga, él me debe un par de favores…

-¿Cuánto tiempo vamos a estar allá?

-Solo lo necesario para que veas lo bonito de ese lugar… Antes de las cuatro ya tenemos que estar de regreso.

-¿Si hay trenes a esa hora?

-toda la noche.

Pasando los cincuenta minutos el tren anuncio “Brighton” y ambas nos bajamos todas atolondradas, a mí ya me estaba agarrando el sueño y supongo que ella con las copas que se había tomado estaba igual de soñolienta que yo. Sin embargo aquel sueño se quito cuando llegamos a un puerto hermoso, todo el puro lugar era totalmente hermoso, los edificios cercanos combinaban tan bien con la playa, había unos hermosos y grandes muelles con un toque tan modernizado y a la vez tan… Simplemente todo era hermoso.

Lena me llevó hacia la orilla del mar y simplemente nos sentamos a observar como la luna hacia un perfecto reflejo con el agua. Las dos nos quedamos allí sentadas sin decir nada y simplemente observamos aquel paisaje de ensueño. Yo saqué mi celular y no dudé en sacarle una foto para poder capturar el momento.

-Es tan fabuloso como con una foto puedes capturar toda la esencia de un lugar ¿no? –se dirigió hacia mí.

-No lo sé… Tú eres la experta –le dije bromeando.

-Es por eso que amo tanto tomar fotos… Todo queda allí… A veces hasta los aromas.

-Pero… Todo eso esta en nuestra mente, la foto como tal no puede tener el aroma –la contradije.

-¿Siempre eres así?

-¿Así cómo?

-Que le quitas el encanto al momento.

-A veces –acurruqué mi cuerpo entre mis brazos-. Es un gran defecto mío. ¿No tienes frío? ¿Cómo puedes sobrevivir solo con esa sudadera?  –le pregunté.

-No hace tanto frío… Estás algo loquita.

-¡Hey! Soy termosensible.

-¡¿Termo… What?!

-Me afecta el frío o el calor…

Ella solo me miró con el rostro desubicado y me sonrió, luego se acercó hacia mí hasta quedar a mí lado y puso su brazo alrededor de mí. Mi mirada de sorpresa al instante se paralizó y se quedó así hasta que ella me volvió a dirigir la palabra.

-¿Mejor?

-Sí… -dije entre dientes.

Realmente ayudaba aquello, pues el frío comenzó a sentirse menos agresivo y rápidamente el aroma de su cuerpo comenzó a cubrirme con la ayuda del suave viento. Yo no sabía exactamente que hacer o decir en ese instante… Solo sé que me puse muy nerviosa a pesar que no había nadie que nos viese. Giré mi cara hacia ella y la miré profundamente, ella giró su rostro hacia mí y penetro con su mirada la mía. Fueron escasamente segundos los que pasaron al quedarnos así antes de que lentamente y como si fuesen imagines nuestros rostros simplemente comenzaran a acercarse el uno al otro.

En aquel momento todo simplemente se borró; el tiempo, el espacio… Simplemente éramos ella y yo. Finalmente ella fue la que se animó más pronto y acercó sus labios hacia los míos… Tan solo los acercó y quedó a escasos milímetros cerca de los míos; podía sentir su respiración y su suave aroma que se combinaba con el mío. El alcohol también era percibible en su aliento, pero era tan suave que combinaba perfectamente con el aroma que provenía en sí de toda ella.

Nuestras bocas se fueron abriendo, ella puso su otra mano sobre mi pierna y finalmente empujo su cuerpo sobre mío. Sus labios se juntaron con los míos y me planto un beso tan profundo que sentí como me sacaba todo el aire. Yo respondí de la misma manera, aunque algo inexperta e intenté darle el mismo beso con todas mis fuerzas, sin embargo, ella parecía tener el control sobre mí más que yo sobre ella. Su lengua entró rápidamente dentro de mi boca y comenzó a jugar con la mía, había tantos movimientos dentro de nuestras bocas que parecían haber estallado una guerra.

Su cuerpo se fue empujando tanto hacia el mío que de un momento a otro terminé acostada sobre la arena y ella simplemente quedó sobre mí, pero en ningún momento los besos secaron. El frío de mi cuerpo rápidamente desapareció y sentí incluso un calor arrebatador por todo el cuerpo; sus manos comenzaron a correrse por mis piernas y posteriormente sobre mi abdomen. Yo ya no sabía que estaba haciendo, simplemente estaba dejando que todo pasara como tenía que pasar y podría jurar que ella hacía lo mismo. Sin embargo hubo algo que nos hizo salir de ese momento de lujuria y pasión arrebatada… La alarma de mi celular, ya era hora de regresar.

Nos estamos leyendo y hasta pronto.

Te invito a leer mi novela de amor lésbico "Andrea Princesa... Samantha Príncipe" en mi página web.

http://writeandimagine.webnode.mx/

http://movil.todorelatos.com/perfil/1418900/

Twitter: @WriteAndImagine (http://twitter.com/WriteAndImagine)