Amor eterno 10

Se acerca la batalla final.

Amor eterno 10

Todos miramos a tía Ygritte, necesitábamos aliados si, pero donde podríamos encontrarlos, los vampiros y licántropos habían sido cazados casi hasta la extinción.

Entonces Argent tomo la palabra.

• Mi manada pudo escapar casi intacta, unos pocos nos quedamos para cubrir su huida, solo yo sobreviví.

• Muy bien, Argent y Diana irán a los Alpes.

• No quedan muchos vampiros en el mundo tía Ygritte.

• En eso te equivocas Astrid, queda un asentamiento y te toca a ti convencerlos.

• Que asentamiento tía Ygritte.

• La facción de Sicilia sigue intacta, son guerreros excepcionales.

• ¡Claro, la facción que mi padre quiso exterminar, me mandas a una misión suicida!

• Suicida seria si fuera yo mi querida sobrina, tú eres la hija que deseco durante quinientos años por amar a una mujer loba.

• Bueno Carla ya puedes acompañarme, esos son capaces de enterrarme de por vida.

• ¡Que lo intenten Astrid!

• Bien la facción de Sicilia vuestra, necesitaremos más brujos, ¿Drusila?

• Conozco un par de aquelarres poderosos que no estuvieron de acuerdo con soltar al vacío, es posible que nos ayuden.

• Bien lo dejamos en tus manos.

• Si no os importa me gustaría ir con Lisa.

• Muy bien ciudad la una de la otra.

• ¿Y vosotras que aréis?

• La manada de Alfas.

• ¿Tú te has vuelto loca tía Accalia?, fueron desterrados porque no podían ser controlados, además fuiste tú la que los desterró según tengo entendido.

• Así fue, pero tranquila durante estos años hemos limado asperezas y aunque todavía están un poco molestos, lo harán.

• ¿Por qué?

• Porque si él vació perdura morirán con toda seguridad y la otra razón es que entre nosotros se encuentra la única persona que temen de verdad.

• ¿Y quién es tía Accalia?

• Tú mi querida sobrina.

SICILIA

Bueno cada pareja sabia lo que tenía que hacer, a mí me tocaba la facción de Sicilia, mi padre se portó como un cabrón con ellos, era una facción vampírica indómita, mi padre viendo que no podía con ellos los quiso disciplinar. Alegando una reunión para limar asperezas, les tendió una trampa. Encadeno a su líder, le hizo presenciar como ardía su hija hasta convertirse en cenizas.

El líder de esa facción se llama Deigon y es un vampiro más viejo que yo, si nos tenemos que enfrentar será una dura batalla. Por suerte Carla estará a mi lado y eso igualará la contienda.

Cogimos el avión y nos pusimos en marcha hacia la isla de Sicilia un lugar que siempre me había gustado, pero esta vez no íbamos de vacaciones, Carla viendo que no hablaba y tenía un semblante serio, me agarro la mano con las dos suyas y me miro.

• ¿Estás muy preocupada verdad?

• Si Carla lo estoy, mi padre se portó muy mal con ellos, como compensación les permitió vivir en Sicilia, pero no creo que eso amortigüe en nada su cabreo.

• ¿No adelantemos acontecimientos de acuerdo?

• Muy bien pero tú estate preparada.

• Lo estaré no te preocupes.

Durante el resto del viaje fuimos conversando y carla consiguió que me fuera calmando, incluso me reí de algunas de sus ocurrencias. No faltaba mucho para aterrizar, nos abrochamos los cinturones y comenzaba la segunda parte de volar que no me gustaba, el aterrizaje, la primera era el despegue por supuesto.

Una vez en el aeropuerto de Sicilia alquilamos un coche y nos dirigimos a la mansión que mi padre les lego, según nos acercábamos mi confianza recién adquirida se iba resquebrajando, Carla lo noto y sonrió, se lo estaba pasando bien la cabrona a mi costa.

Por fin llegamos, nos plantamos delante de la puerta y tocamos en timbre, cuando abrieron la puerta y me vieron, las dos vampiresas pusieron sus ojos de color rojo intenso y juraría que les habían crecido los colmillos. Pegaron una voz y pasados unos minutos Deigon hizo acto de presencia.

Juraría que era más grande de lo que recordaba.

• ¿Qué hacer aquí hija de un mal nacido?

• Vengo en son de paz, a pedir vuestra ayuda.

• Que gracia, porque no se la pides a tu padre.

• ¡Veo que habéis vivido en una burbuja, mi padre está muerto!

• Y vienes a acabar el trabajo, ¿verdad?

• No, vengo a pedir ayuda para acabar con un ente aterrador que ha conseguido que vampiros y licántropos estemos a punto de extinguirnos.

Entonces de hoyo la voz de una mujer, era la esposa de Deigon Carmila.

• Me llego el rumor que tu padre te deseco por quinientos años por amar a una mujer loba, ¿es verdad?

• Así es, la tienes delante.

• Deigon, lo que Astrid dice, es verdad.

• Llevaste la contraria a tu padre, eso me gusta.

• No solo yo, Diana también se ha enamorado de un licántropo.

• Me caéis muy bien tú y tu hermana, pasad no os quedéis en la puerta.

Deigon se quedó mirando a Carla, su mirada estaba llena de ira. A Carla le empezaron a brillar los ojos como el oro. Soltó un puñetazo que Carla paro con una sola mano, empezó a estrujarla hasta que los huesos se empezaron a hacer trizas.

Deigon hinco la rodilla, yo le hice un gesto a Carla para que parara. Deigon se empezó a reír y nos dijo que nos ayudarían, si Carmila nos creía él no tenía motivos para no fiarse de su mujer. En total serian unos cien vampiros y todos ellos habilidosos guerreros.

Nos dijeron que ellos tenían su propio avión, cuando llegamos al aeropuerto utilizaron el control mental para tener su avión, en uno entraban todos de sobra. Nosotras nos montamos en el nuestro y volvimos para el poblado.

ALPES

Astrid y Carla volvieron con unos cien vampiros, entre ellos se encontraban Deigon y Carmila, no sé cómo pudo convencerlos. Una vez preparados Argent y yo cogimos el avión con rumbo a los Alpes. Durante el trayecto Argent estaba preocupado, la última vez que los vio estaban vivos, pero de eso había pasado mucho.

Yo lo tranquilicé, le dije que si todos eran como él seguirían vivos seguro, eso le hizo sonreír, entonces empezamos a conversar.

• ¿Ahora quien es el alfa de tu manada?

• Lo deje en manos de mi madre, ella es la alfa y la que tiene la última palabra.

Escuchar eso me puso muy nerviosa, Argent pudo oler mi ansiedad y me dijo que estuviera tranquila, que a su madre y a los demás les caería bien. Cuando aterrizamos y después de alquilar un coche en el aeropuerto, nos pusimos en marcha hacia un poblado abandonado en las montañas donde Argent solía jugar de niño.

Estaba seguro de que se encontrarían allí, no se equivocó. En la entrada del pueblo nos esperaba una mujer muy hermosa escoltada por cuatro hombres grandes como una montaña. Paramos y fue Argent el primero en bajar, abrazo a su madre y saludo a los otros cuatro hombres.

Me miro y con bastante miedo salí del coche y me acerqué, su madre me empezó a oler y le dijo a su hijo.

• ¿Qué hace esta vampiresa aquí?

• Es mi novia mama.

• ¿Cómo?

• Es una larga historia resumiendo, me ayudo cuando estuve secuestrado y me estaban torturando. De no ser por su apoyo hubiera muerto.

La madre de Argent dulcifico su rostro y me tendió la mano, yo se la estreché y pasamos dentro del poblado, eran unos cincuenta los licántropos que podían luchar, el resto eran niños, tendríamos que hacer varios viajes para trasladar a todos a nuestro poblado. Después de explicarles cuál era la situación aceptaron luchar, tenían mucho que perder si él vació se alzaba con la victoria.

Al final solo fueron dos viajes, la facción vampira nos prestó el avión donde ellos habían viajado y de esa forma pudimos trasladar a todos de una sola vez.

ESCOCIA

En el poblado se juntaron vampiros y licántropos, temíamos que terminaran luchando entre ellos y mi padre y yo teníamos un hechizo por si eso sucedía. Para sorpresa de todos, Carmila y la madre de Argent hicieron buenas migas, después de eso no hubo ningún problema. Yo me encontraba terminando de recoger mis cosas cuando Lisa entro en mi caseta para meterme prisa.

Esta chica no tenía paciencia, eso era algo que tendría que enseñarle, la paciencia es muy útil en esta vida y más cuando eres inmortal. Nos montamos en el avión y pusimos rumbo a escocia, allí se encontraban los dos aquelarres que pertenecieron a mis padres. La boda de mi madre y mi padre sirvió para hacer una tregua que puso fin a años de luchar entre los dos aquelarres.

Ahora los dos aquelarres se llevaban bien, pero por suerte para nosotros no quisieron participar en la liberación del vacío. Al igual que mis padres pensaban que ese ser no se podría controlar una vez liberado, mientras yo pensaba en eso Lisa se quedó dormida. Vaya facilidad tenía para dormir.

Cuando llegamos tuve que despertarla, cogimos un coche de alquiler y nos pusimos en marcha, del aeropuerto al poblado donde Vivían había más de dos horas de viaje. Lisa se pasó todo ese viaje preguntándome sobre como eran esos aquelarres y lo fuertes que podían ser. Yo intenté explicárselo lo mejor que pude, al final llegamos.

Nos estaban esperando pues les avise de nuestra llegada, las líderes de los dos aquelarres nos esperaban.

• Hola Drusila sigues igual, ¿cómo está mi hermano?

• Muy bien tía Cora, está intentando encontrar un nuevo hechizo para detener al vacío.

Entonces mire y vi a mi tía Esther, era igual que mi madre, como dos gotas de agua.

• ¿Como estas Drusila?

• Muy bien tía Esther.

• ¿Esta es el famoso trihíbrido?

• Así es, se llama Lisa y es mi novia.

Mis dos tías se empezaron a reír, me dijeron que tenía muy buen gusto pues Lisa era muy hermosa, la pobre lo paso fatal y se puso roja como un tomate. Después de hablar con los dos aquelarres, nos dijeron que contáramos con ellos, los brujos lo libelaron y los brujos tendrían que volver a meterlo en esos grimorios. En total eran dieciséis poderosos druidas, esperaba que sumándoles mi poder, el de mi padre y el de Lisa fuera suficiente.

Hicimos unos cuantos viajes hasta estar todos en el aeropuerto, nos montamos en el avión. El viaje de vuelta fue divertido, todos le hacían preguntas a Lisa y esta intentaba escaquearse y no la dejaban. Me miraba rabiosa por reírme en vez de ayudarla a salir de semejante embolado.

Por fin llegamos y aterrizamos, Ygritte y Accalia nos esperaban con más coches para trasladar a todos al poblado. Cuando llegamos al poblado, los vampiros y licántropos nos esperaban, estos enseguida se dieron cuanta del poder de los aquelarres y sonrieron. Creo que todos sentían que podíamos ganar y sobrevivir.

POBLADO DE LOS LICÁNTROPOS ALFA

Bueno era hora de volver a ver a los que antaño fueron mis aliados y tuve que exiliar por su incapacidad de contenerse. Durante estos años he hecho cosas por ellos que han limado asperezas, pero está sería la primera vez desde que los desterré que nos veríamos cara a cara.

Su poblado se encontraba a dos horas del nuestro en coche, Ygritte conducía, yo estaba un poco nerviosa. A quien quiero engañar, estaba muy nerviosa, solo eran seis, pero tenían una fuerza casi comparable a la de Carla, tener a mi lado a Ygritte me tranquilizaba. Era una gran guerrera curtida en mil batallas, si las cosas se ponían feas no podría tener mayor ayuda.

No tardamos en llegar, sus sentidos seguían tan agudos como recordaba, nos sintieron kilómetros antes de llegar. No se escondieron y su líder Melión se encontraba a la cabeza, este era el más peligroso y el mejor guerrero entre todos ellos que eran formidables.

• ¿Accalia has venido a morir?

• No Melión, he venido a pedir vuestra ayuda.

• ¿Ya y por eso traes una vampiresa verdad?

• Ella es mi mujer y está aquí como apoyo nada más.

• Que ocurre Accalia, algo malo tiene que ser para que vengas tú en persona a pedirnos ayuda.

Melión nos dejó pasar y nos dio su palabra que nadie nos tocaría hasta que terminara de contarles lo que ocurría. Después ellos decidirían si ayudarnos o destriparnos, por suerte se dieron cuenta de que el problema del vacío era lo suficiente grabe como para no pasar por alto agravios del pasado.

• ¿Cómo es de fuerte ese vació Accalia?

• No puede vencerse, nuestra única opción es sellarle en los grimorios que lo contuvieron durante milenios.

• ¿Solo estamos nosotros?

• No lucharemos una alianza creada entre vampiros, licántropos y druidas.

• Bien, una guerra como las de antaño, cuenta con nosotros.

• ¿Estás seguro Melión?

• ¡Si tenemos que morir que sea luchando!

Bueno la alianza ya estaba completa, esperábamos que fuera suficiente para hacer frente a la crisis que teníamos delante. No había guerreros más capaces que los que habíamos conseguido reunir. Astrid lideraría a los vampiros, Carla a los licántropos y Drusila a los druidas. Volvimos a nuestro poblado, nos llevamos una sorpresa cuando Melión vio a Argent y su madre. Los conocía y se alegró mucho de verlos vivos.

Los rumores decían que habían muerto y se alegró de que no fuera así, su manada era de los pocos que podían transformarse en lobo. Aparte de ellos solo Accalia, Carla y Lisa podían hacerlo, Melión se acercó a Lisa y sonrió. Él también podía sentir el poder que ella emanaba.

Amargan salió de su caseta y nos dijo que no tendríamos que buscar al Vació, se encontraba de camino al poblado para destruirnos, también nos dijo que el hechizo estaba listo y el preparado para ejecutarlo.

Todos miramos a Drusila, tenía un semblante triste pero entero. Sabía que su padre perdería la vida una vez el hechizo estuviera completo, Lisa la abrazo para darle ánimos.

Él vació llegaría al alba así que decidimos hacer una celebración por todo lo alto, bebimos, comimos y nos reímos mucho. Eso nos hermanó de tal forma que si él vació conseguía vencer, venderíamos cara nuestra derrota.

LA ÚLTIMA BATALLA

Me desperté al lado de Drusila, por raro que pareciera no estaba nerviosa, una calma total recorría mi cuerpo. Salimos de nuestra cabaña y todos estaban esperándonos en una formación de combate. Los vampiros liderados por mi madre Astrid estaban sedientos y ansiosos, los licántropos liderados por mi madre Carla tenían hambre de batalla, se movían inquietos pero no de miedo sino de emoción.

Los druidas esperaban impasibles, hasta que pudieron notar la llegada de ese ente terrorífico. Pareciera que hubiera conseguido otro cuerpo, su poder se había incrementado. Yo me quedaría al lado de Drusila, Amargan y los druidas, mi cometido era doblegar al vacío.

De esa manera los druidas podrían hacer un hechizo que lo inmovilizara el tiempo suficiente para qué Amargan dijera el hechizo definitivo que sellara al vacío. Diana se subió a un árbol alto, vio que el ejército del vacío era mucho más numeroso que el nuestro. Por suerte en nuestro ejército había grandes guerreros e imitaron la famosa batalla de Maratón.

Reforzaron los flancos y debilitaron el centro, al ver esto él vació se confió y mando a su ejército que atacara. El centro se empezó a echar para atrás haciendo que el ejército enemigo se viera sorprendido por los flancos. Melión y Deigon se pusieron las botas, les dijeron a Carmila, Ygritte, Accalia, Astrid y Carla que protegieran a los druidas.

Ellos se bastaban para hacer pedazos a los humanos mejorados, Los druidas demostraron su gran poder, los brujos que trajo él vació no fueron rivales para ellos. Entonaron los hechizos en gaélico escocés que yo no conocía. Los brujos cayeron fulminados y sin vida.

Ahora era mi turno, le di un beso a Drusila en los labios, le dije que no se preocupara y me fui a enfrentar al vacío. Los hombres que lo protegían se apartaron, ya estaba frente a mi peor enemigo.

• Que bien que hayas venido Lisa, entrégame tu cuerpo sin luchar y daré por finalizada esta batalla.

No le conteste, decidí atacar primero, me moví tan rápido que no le deje terminas la segunda frase que estaba soltando. Le solté un puñetazo que lo estampo contra el suelo

Intento levantarse, pero yo no se lo permití. Le rompí el pie de apoyo y el brazo derecho, como me temí su poder estaba degradando su nuevo cuerpo y no podía regenerarse.

No perdí ni un momento y agarrándole del cuello se lo rompí, los druidas fueron rápidos y entonaron un hechizo que lo encerró en ese cuerpo, dándole tiempo suficiente a Amargan para hacer su hechizo. Mis madres, Ygritte, Carmila y Acacia hicieron pedazos a la guardia personal del vacío.

Todos los druidas hicieron un círculo alrededor del vacío y entonaron un hechizo que creo una cúpula hecha de energía que impediría al vacío escapar. Mis madres fueron a coger el cuarto grimorio que se encontraba en una bolsa de cuero que portaba uno de los brujos, se lo entregaron a Amargan y este entro de la cúpula.

Yo cogí la mano de Drusila que estaba llorando a punto de presenciar el sacrificio de su padre, mire a Cora y Esther que también lloraban, me puse entre Drusila y Cora aportando todo mi poder mágico para reforzar la cúpula. Amargan empezó a entonar su hechizo, unas venas negras empezaron a aparecer por todo su cuerpo, el cuerpo que él vació había ocupado se desvaneció.

Él vació empezó a gritar, todos podíamos oler el miedo que emanaba de él, Amargan acabo de decir el hechizo y cayo al suelo sin vida. Los cuatro grimorios empezaron a flotar alrededor del vacío, este se separó en cuatro partes siendo absorbida cada una de ellas por un grimorio.

La batalla había terminado, habíamos ganado, pero la victoria fue amarga porque perdimos a Amargan, todos los druidas estaban tristes pero orgullosos del sacrificio hecho. Melión y Deigon se acercaron para presentar sus respetos por el hombre que había obrado el milagro.

Drusila lloraba inconsolable entre mis brazos, Cora, Esther, Astrid, Carla e incluso Carmila la abrazaron y lloraron con ella. No hay peor dolor que ver llorar rota de dolor a la persona que amas y no poder hacer nada más que sostenerla mientras llora.

Amargan tubo un funeral a lo grande, todo trabajamos para coger madera y hacer una pila funeraria, Drusila le prendió fuego y nadie oso decir nada mientras veíamos como nuestro amigo se consumía.

En vida hay que tener cuidado con las decisiones que se toman, los humanos juegan con fuerzas y energías que no conocen y no pueden controlar.

EPÍLOGO

Los cuatro grimorios se repartieron entre la facción de vampiros de Sicilia, La manada de Argent, la manada de Alfas y los druidas. Cada uno de ellos sería responsable de custodiar esos grimorios para que jamás tuviéramos que pasar por un horror semejante.

Mis madres se casaron y se quedaron a vivir en el poblado, me adoptaron legalmente y me pusieron sus apellidos, quieren darme un hermanito/a y se van a poner a ello, esa noticia me ha hecho muy feliz.

Accalia e Ygritte han viajado para que Accalia pudiera despedirse de su hermano y su cuñada como era debido, después tiene intención de casarse y tener un hijo/a.

Argent y Diana se han mudado a los Alpes para que Argent pudiera estar con su manada, se les ve felices y eso nos hace felices a los demás.

En cuanto a Drusila y mi, hemos decidido viajar por todo el mundo, me ha dicho que hay muchos sitios preciosos que tengo que conocer, yo estoy ansiosa de conocer todos esos sitios de la mano del amor de mi vida.

FIN.

Espero que todos hayáis disfrutado leyendo este relato como yo escribiéndolo.