Amor Entre Mujeres (3)
"...He querido abrazarte desde hace días, y sentirte así de cerca como ahora-murmuró la enfermera..."
CAP 3
Carla se estaba bañando, cuando escuchó el tono de su celular. “Si es importante, va llamar de nuevo”-murmuró negándose a abandonar el agua tibia que la relajaba. Y al parecer sí lo era, porque insistían como si se estuviese por acabar el mundo en ese momento.
_ Mierda-dijo entre dientes, envolviéndose en una toalla y yendo a buscar el teléfono al living, pero la expresión le cambió cuando vio el nombre Melissa y dejó de sonar-¡Ay, mierda otra vez, por qué me demoré tanto!-y le devolvió la llamada inmediatamente, y como a los diez segundos contestó una vocecita que a ella le pareció súper tierna:
_ Eu, ¿ya te olvidaste de mí que no me atendés? De verdad no quería molestarte…
_ No, no, pará Meli-se escuchó re dulce ese “Meli”-me estaba bañando y no pensé que fueras vos, sino te juro que corro a atender y te contesto enseguida ternura, y jamás vas a molestarme, enserio te digo.
_ Ah…bueno-eso sonó como si estuviese haciendo pucheros-quería invitarte a salir el sábado a comer, y después a la inauguración de un boliche en el río…
_ ¿Querías? ¿Ya no?
_ Todavía quiero ¿Y vos?
_ Hummm, me gusta el plan y mucho más si te incluye a vos ternurita-Carla sabía que estaba sintiendo algo más que simple atracción, y no quería volver a equivocarse.
_ ¿Te parece si pasás a buscarme a las once? Para comer tranquis, porque el boliche abre a las dos de la mañana.
_ Sí, ahí voy a estar re puntual, después me pasás tu dirección…
_ ¡Gracias Carla!-exclamó Melissa del otro lado.
_ ¿Gracias? ¿Y por qué causa, motivo, razón o circunstancia me da usted las gracias?
_ ¡Estás hablando como abogada! Jaja ¿Así sos con todas tus citas?
_ No…porque sos la primera en mucho tiempo, y no sabía que eras mi cita, sino me esforzaba más-Carla sonrió para sí misma. ¿Y cómo sabía que ella era abogada?
_ Bueno, sí soy tu cita obvio y vos la mía…y las gracias son porque estoy segura que va ser un finde para no olvidar-Melissa respiró profundo-¿Vos no lo creés?
_ ¡Yo lo voy a empezar a disfrutar desde ahora! Y ya que tengo mucho trabajo, me va ayudar saber que este sábado la voy a pasar genial en una compañía envidiable…jaja
_ Che, tampoco para tanto…-a Melissa le encantó que dijera eso.
_ ¿Y…qué estás haciendo?-la abogada sólo quería escuchar que se había escapado del trabajo nada más que para hablar con ella un ratito-Digo, porque debés estar en la clínica ¿no?
_ Estoy en unos minutos de descanso, y no me aguanté y te llamé…y te saqué del baño abogada Ramírez-lo dijo tan sensual que la hizo gelatina por completo.
_ ¿Cómo sabés que soy abogada, enfermera…? No sé tu apellido, bonita.
_ Rossetti-contestó Melissa sonriendo.
_ Hum, italiana eh, jaja ¿Cómo sabés que soy abogada enfermera Rossetti?
_ Sí, bien italiana, pero de antepasados nomás jeje, el resto toda argentina para el que quiera-soltó la risa-sobre todo para una abogada morena con sangre portorriqueña…Sí…me encanta eso-suspiró sexi.
_ Hey, hey ¿cómo sabés tanto de mí y yo nada de vos? No se vale, voy en desventaja.
_ ¡Tu hermana, quién más!
_ ¿Clara? ¿Se supone que por eso soy la “famosa Carla”? ¿Por qué han hablado de mí?-Carla no terminaba de creerlo, pero era de esperarse.
_ Pará, tranqui, no te enojés-como si la conociera de siempre Melissa se dio cuenta de su enojo-solamente hablamos algunas cosas, pero no te voy a decir nada de nada por teléfono…
_ Melissa…
_ El sábado hablamos ¿Querés?
_ Ok, y no me enojo, es que…es mi vida, y si no les intereso no tienen por qué meterse…perdón Meli…
_ Yo sé eso, y te apoyo linda, no te preocupes-Melissa suspiró-y en este momento me gustaría darte el abrazo que necesitás…
_ ¿De verdad?-preguntó Carla con los sentimientos muy encontrados.
_ De verdad-confirmó Melissa-un abrazo muy, muy largo…y te demostraría lo que significás para mí.
El silencio las invadió, y sólo escuchaban la respiración de la otra por la línea.
_ ¡No puedo esperar al sábado para verte!-soltó Carla finalmente.
_ ¡Yo tampoco!-contestó Melissa, y ambas rieron nerviosas-pero es pasado mañana ¿sí?
_ Sí, ya sé…
_ Tengo que cortarte linda, me llaman de urgencia-dijo Meli triste-pero si querés te hablamos esta noche.
_ Sí, dale ternurita, besotes enormes-Carla dejó el celular en el lugar donde estaba antes y se fue a terminar de bañarse. Después limpió la cocina porque Natalia y Liliana iban a cenar y le tocaba cocinarles, aunque sabían que sus dotes culinarias eran inversamente proporcionales a sus dotes como abogada.
A las ocho de la noche llegaron las dos, con pizza, cerveza y películas.
_ Solamente te estábamos jodiendo-dijo Natalia-ni locas dejamos que cocines ni mucho menos vamos a probar algo de tus “exquisiteces”
_ Nena ¿cómo no te diste cuenta que te cargábamos nomás?-Liliana la abrazó y besó-coincido con Nati, sólo un demente comería eso que llamás comida.
_ ¡Qué malas son!-exclamó Carla haciéndose la ofendida-¡Yo que les iba a hacer los mejores sándwiches de sus vidas! ¡Y de milanesas!
_ Calláte que seguro los compraste-acertó Liliana-vamos, tomá una cerveza y pongamos la peli.
Miraron “Top Gun”, una película viejísima de los ´80, que terminó gustándole más a Natalia que a las otras dos por ser la única hetero y porque Tom Cruise estaba para comérselo todo.
_ ¡Dios, qué sensual es que te digan “quítame la respiración”!-exclamó Carla suspirando.
_ Es lo mejor de la película, aparte de la actriz claro jaja-secundó Liliana.
(La canción de la película es de la banda Berlín y se llama Take my breath away, y traducida es algo así como Quítame la respiración, y sí, me parece súper, súper, súper sensual y sexi, por eso la cita; si no la han escuchado háganlo y van a ver jaja)
_ U.U Ese suspiro no es precisamente por la canción creo yo-dijo Liliana pícaramente, con Natalia morándola intrigada.
_ Cerrá el pico-respondió Carla sonriendo.
_ ¿Qué pasa acá?-preguntó Nati-no me digan que ustedes otra vez están…
_ Ay, no Nati, ni loquita-cortó Carla..
_ Bueno, bueno che, no saltés así, ni que estuviera yo tan fea-Liliana era muy susceptible en cuanto a su belleza, aunque era muy hermosa.
_ Ja se enojó la petisa-rió Natalia ganándose un almohadazo de la rubia –auch, che, pará, nada más quiero que me cuenten qué se traen…
_ Yo nada-se defendió Lili-pero Carla…Hummm, preguntále qué le parecen las clínicas últimamente, o mejor dicho, las enfermeras…
_ ¿Carli de qué está hablando la boba esta?
_ Ah bueno, no sé Nati…conocí una chica el otro día, pero recién empez…
_ ¿Qué qué? ¿No me jodés?-Natalia estaba casi histérica-hace por lo menos tres años que no escucho esas palabras salir de tu boca ¡qué digo tres, hace como diez ya!
_ Nati, hace tres nomás, después de que terminamos yo sé que no ha podido conseguir otra igual-se rió Liliana-soy inolvidable…
_ Calláte, que te tengo bien superadita-contestó Carla.
_ Basta de boludeces, dale decime, ¿Cuándo fue?
(Y sí, las mujeres somos muy curiosas, recontra re curiosas, y cuando se trata de esos asuntos, muchísimo más)
_ Pará amiga, fue el viernes pasado en la clínica donde está mi madre.
_ ¿Y recién me decís mala malota?-Carla pensó que su amiga se había enojado-¡Es otra joda, che! A ver cuando comenzás a seguirnos la corriente…
_ Estúpida…-murmuró Carla, tomando un trago de su cerveza.
_ Me alegro mucho con la noticia, negra, de verdad-le dijo Nati regalándole un abrazo.
_ ¿Y qué tal vas con eso?-preguntó Lili curioseando como quien no quiere la cosa.
_ ¡Qué chusma sos! ¡Yo no te ando preguntando a vos a cada rato qué tal te tiene la neuquina!
_ Porque sabés que no voy a soltar nadita de nada jaja
_ Lo mismo digo, no sé por qué pensás que yo sí voy a decir algo-Carla le hizo burla con la lengua.
_ Te voy a enumerar las razones, querida abogada: primero, que hace un siglo que no te conocemos pareja; segundo, somos tus mejores amigas; tercero, somos dos las que queremos saber; cuarto, te trajimos cerveza, pizza y pelis que te encanta; quinto, no tenés a nadie más para hablar; sexto, si se te olvidó lo que es el sexo, acá nos tenés para aprender (sólo teoría, obvio); séptimo, …
_ Ok, ok, ya entendí Lili-Carla pidió paz con las manos en alto-respecto a lo último, que no me conozcan pareja no quiere decir que volví a ser virgen ¿sí?
_ ¡Está bien, tranquila fiera!-Nati fue por otra cerveza.
_ Estamos esperando-dijo Liliana, con gesto de “hello, hablá de una vez y dejá de pavear”
_ Mañana vamos a salir-respondió la abogada con naturalidad-eso es todo lo que tengo para acotar al tema.
_ ¡Ay Carli, dale, yo quiero saber!-Natalia hizo pucheros-Dale, dale, dale…
_ Hey, eso es todo, ¿qué más quieren? Osea, la he visto dos veces, tampoco ha dado para mucho.
_ ¡Ajá, cómo no! Antes ni bien veías una mina te la llevabas a la cama y ahora no, ahora todo lento ¡Parecés una tortuga, amiga, te vas a oxidar así!
_ ¡Nati! Eso era antes, he madurado y no pienso solamente en el sexo, yo quiero…quiero algo más mucho más que eso… ¿no te pasa a vos también?
_ A veces…
_ Bueno, a eso me refiero, hace tiempo que no sentía deseos de tener una pareja, algo estable, y es muy loco porque recién la conozco, pero me inspira eso y más…y no quiero arruinarlo por pura lujuria.
_ Si ella te hace sentir eso, ya tiene mi simpatía-intervino Liliana-y vos, todo mi apoyo, nena.
_ Sí, Carli, coincido con Lili, y quiero conocerla ya.
_ Prometo que si todo sigue bien, en algún momento la van a conocer…
Carla estaba muy contenta, sus amigas la apoyaban y entendían que no sólo quería sexo con Melissa, sino que buscaba algo más profundo, algo que durara y que no fuera pasajero.
Las chicas se fueron a la medianoche, y ella enseguida fue a acostarse, porque trabajaba al día siguiente y tenía varias reuniones importantes.
Al fin llegó el sábado, y después de revisar unos casos por la mañana, a la tarde se fue de compras porque pensaba que necesitaba ropa nueva e impresionar a Melissa.
Natalia la acompañó, y después de dos horas en la peatonal, se despidieron y volvió a su dpto. bastante cansada. Se fijó que era temprano y que tenía tiempo de dormir un rato, así que se acostó y a la hora y media fue directo a darse una ducha.
Se puso un vestido rojo pegadito al cuerpo, que le llegaba hasta arriba de las rodillas, y unos zapatos negros con poco taco ya que era muy alta y tenía miedo de dejar a Melissa muy enana; se dejó el pelo suelto, porque le gustaba más así aunque en ocasiones se lo recogía en moños o colas; solía maquillarse bastante, pero pensó que en esta ocasión toques leves de labial, rímel, sombras y delineador le quedaban mejor.
Se miró al espejo ochocientas veces (como todas las mujeres) y salió. Entró al auto, un precioso Honda Civic negro, y condujo con cuidado como siempre, pero impaciente a la vez.
Estacionó frente a la casa de Melissa, aunque se fijó la dirección otra vez por las dudas, pero era ahí.
No estaba en el centro, pero la zona no era mala-pensó. Ella había nacido y se había criado en Paraná, y viajaba a la universidad todos los días que quedaba en Santa Fe, pero cuando pasó lo de su familia, se había ido a vivir a la otra ciudad definitivamente.
Se bajó y tocó la puerta suavemente dos veces. La abrió un nene, como de ocho años.
_ Hola-dijo Carla-¿está Melissa?
_ Hola, ella está en su habitación ¿vos sos la amiga con la que va salir?
_ Sí, soy Carla…
_ Yo soy Andrés, su hermanito, pasá si querés y esperála en el living.
Adentro estaban un hombre y una mujer, que le sonrieron cordiales.
“Así que vive con sus padres y su hermano”-pensó la abogada.
_ Vos debés ser Carla, la amiga de mi hija-dijo el señor-soy Antonio, su padre, me alegra conocerte-le dio dos besos efusivos.
_ Mucho gusto, don Antonio-no sabía qué hacer ante tales muestras de cariño de un desconocido.
_ Yo soy Claudia, su madre-la besó también-Meli nos ha hablado de vos Carla. Así que es como si ya te conociéramos…
“¿Que les había hablado de ella?” “¿Whatttttttt?” No entendía nada…
_ ¿Ah sí?-dijo con una sonrisa apretada.
_ Sí, te aprecia mucho, en realidad nos dijo que te conoce desde hace muy poco pero que le caíste muy bien y es como si ya fueran amigas, muy amigas.
_ Oh, sí, eso es totalmente cierto, me pasa lo mismo-contestó Carla, que había interpretado todo mal-me dijo su hermanito que está en su habitación…
_ Ya debe estar por bajar, hace como tres horas que se está arreglando, para mí se va encontrar con algún chico y por eso tanta producción-se rió Claudia, y ese simple comentario hizo que Carla sintiera un calorcito en el pecho de alegría. Pero también algo más.
_ ¿Algún chico?
_ Hace mucho que no tiene novio, creo que desde que se recibió, y hace mucho también que no sale un sábado a la noche, así que por algo es ¿no sabés nada?
_ No, no, señora, yo no sé nada de eso-“novio” ¿einnn? ¿Es que acaso estaba confundiendo todo y eso no era una cita, sino que tal vez saldrían con alguien más? Pero ella le había dicho que le gustaba…la había abrazado, la había consolado, le había dicho cosas tiernas, la había invitado a salir…
Carla no pudo seguir con sus pensamientos porque Melissa bajó hasta donde estaba ella y le sonrió de una manera…que el calor que había sentido antes en su pecho, se convirtió en un fuego tremendo…y se quedó sin aliento, estaba espectacular y no es que sus sentimientos le obnubilaran la razón: llevaba un strapless negro que le marcaba su cintura tan chiquita, una minifalda blanca que no dejaba demasiado a la imaginación y zapatos altos que le daban varios centímetros más. Su perfume la emborrachó completamente.
_ Hola-le dijo, y le dio un besito tímido en el cachete.
_ Hey, estás hermosa-susurró Carla, absorbiendo su aroma.
_ Gracias, vos estás divina, todo un bomboncito, linda…
Se sonrieron y se admiraron un largo rato, hasta que se despidieron de los padres y el hermano de Meli y salieron.
Antes de entrar al auto, Melissa la abrazó, tomándola por sorpresa completamente.
_ He querido abrazarte desde hace días, y sentirte así de cerca como ahora-murmuró la enfermera.
_ Yo también ternurita, yo también-suspiró Carla apretándola más y dándole un beso en el pelo.
Se separaron y entraron al auto, se miraron y sonrieron.
La noche apenas comenzaba, y ellas la disfrutarían hasta que saliera el sol, y un nuevo amanecer les anunciara que quizás lo que buscaban por separado, lo encontrarían y disfrutarían juntas…
Perdón por la demora, pero aquí estoy con est nuevo cap. la verdad estuve muy complicada la semana pasada y esta también con todas las fiestas y eso...lamento q no sea más largo, como algunos quieren, pero para compensar en estos dias publico la cont.
Sus comentarios son siempre bienvenidos y me encantan, y quiero decirle a ElizaTaylor (ID: 1390076), q ue me saludó desde Paraná, que yo estudio y vivo allí, así que me alegró saber que una paranaense lee mi relato!
Besos y abrazos!