Amor Entre Mujeres (2)

"...vos me gustás, me gustás…uff, muchísimo, pero es la segunda vez que te veo..."

Bueno gente, acá la continuación.

CAP 2

Durante todo el fin de semana, lo único que hizo Carla fue pensar en la enfermera. No podía sacarla de su mente, y se reclamaba a cada rato cómo era posible que le sucediera eso justo a ella.

Finalmente decidió que cometería una locura: volvería a la clínica, porque era la única forma de verla de nuevo.

_ ¡Dios, hace años que no me pasaban estas cosas! ¡Parezco una adolescente!

El lunes se lo pasó todo en la oficina para terminar con varios pendientes; ella era socia de uno de los mejores bufets de la ciudad y la provincia desde hacía dos años.

Carla se había esforzado muchísimo estudiando abogacía y trabajando al mismo tiempo de lo que fuese, para mantenerse, porque sus padres habían dejado de solventarle los estudios cuando les confesó que era lesbiana y que tenía una novia a la que quería mucho. Desde ese entonces, más de siete años atrás, todos le habían dado la espalda y la repudiaban no habiendo hecho nada absolutamente malo.

Recién el miércoles hizo un hueco en su agenda y a la tarde fue hasta Paraná. Realmente también quería saber cómo seguía su madre porque no había llamado para preguntar ni la habían llamado tampoco.

En la habitación sólo estaba su madre durmiendo. Se sentó y la observó, deseando que no despertara para, al menos, unos minutos estar compartiendo el mismo espacio y no discutir. Sonó su celular, salió y atendió.

_ ¡Hey vida! ¿Cómo estás? Hace rato que no sé nada tuyo…

_ Jaja che, tampoco para tanto y no es mi culpa eh…yo no me fui al sur por meses-respondió Carla alegre por la llamada.

_ Volví ayer y quiero que tomemos algo esta noche, obviamente si dejás un poco el trabajo ¿Te va?

_ Claro que sí…nos tenemos que poner al corriente de todo.

_ Dale entonces. Paso a buscarte a las nueve. Besos.

_ Chau. Cuidáte.

Volvió a la habitación y ahí estaba ella, la causante de su locura e insomnio, porque por las noches algún tiempito le dedicaba dando vueltas sin poder dormir.

_ Buenas tardes-la saludó. “Recontra formal”-se dijo después.

_ Buenas tardes-contestó la chica y le siguió midiendo la presión a su mamá y se fijó en el suero.

Carla no tenía idea qué hacer; la primera vez que le había pasado las cosas habían resultado muy bien porque se había hecho novia de la muchacha y había sido su primer amor, pero eso era ya historia.

Estuvieron en silencio un buen tiempo hasta que la puerta se abrió y entró otra enfermera. Carla se fijó en ella y sí esa otra enfermera era su hermana Clara.

_ ¡Carla!-se sorprendió y le dio un beso en la mejilla.

_ Clara, no sabía que trabajaras acá. Vine a ver cómo está ella.

_ Empecé este año. Está mejor, papá y José me dijeron que viniste el viernes pero te fuiste enseguida, y gracias por pagar la internación. En casa las cosas están difíciles…

_ Sí, no hay problema-Cortó Carla. Su hermana hablaba con mucha naturalidad delante de la otra enfermera.

La chica se acercó y les sonrió. La abogada ya estaba casi derretida.

_ ¿Qué hacés acá?-le dijo a su hermana-tus pacientes están en terapia intensiva.

_ Ey, ey, es mi mami y no confío mucho en vos jajaja. Pasé solamente un ratito, mirá ella es mi hermana mayor Carla-la chica la miró mezcla de asombro y curiosidad-Carla, esta es Melissa; estudiamos juntas y ahora trabajamos en el mismo lugar.

_ La famosa Carla-dijo Melissa dándole un beso en el cachete.

_ ¿Famosa?-la abogada ya sabía por dónde iban los tiros y no le gustaba nada.

_ Tu hermana me ha hablado mucho de vos-contestó Melissa. Clara hizo una cara de “tragáme tierra” pero la naturaleza no estaba de su lado en ese momento.

“Que venga un ovni y me lleve”-pensó Carla. Seguro esa linda chica ya sabía más de lo que debía y en cualquier momento salía rajando de ahí y no volvía a dirigirle la palabra, como mucho homofóbicos.

_ No creo que tenga algo mío que decir ¿o sí?

_ Tampoco te pongas así che-intervino Clara-vas a espantar a Meli.

_ Igual ha sido un gusto conocerte-dijo Melissa.

“_ ¿Carla sos vos? ¿Qué hacés acá?”-su madre terminaba de despertar y la miraba confundida.

_ Mamá-murmuró acercándose.

_ No te quiero acá Carla, ni acá ni en ningún otro lugar en el que yo esté-esas palabras comenzaban a herirla profundamente.

_ Sólo vine para saber cómo estabas, a mí sí me importás-las lágrimas se le agolpaban en los ojos.

_ ¡No hace falta andáte, vos no sos mi hija Carla!-la mujer se estaba alterando. Clara y Melissa intervinieron y le dijeron a la abogada que se fuese del cuarto.

_ Tranquila, no pienso volver-susurró y salió. Bajó las escaleras corriendo y llegó hasta su auto llorando muy fuerte. No había visto que la habían seguido hasta que una mano se posó en su, y al darse vuelta vio esos hermosos ojos verdes que tanto le gustaban mirándola con algo que no alcanzó a entender qué era: algo como ternura.

_ ¡Hey!-dijo Melissa limpiándole las lágrimas.

_ ¿Me darías un abrazo?-pidió Carla.

Melissa la rodeó con sus brazos sin decir nada y la oprimió contra su pecho dandolé una agradable sensación de paz y seguridad.

_ ¿Ya estás mejor?-le preguntó al rato sin soltarla.

_ ¡Mucho mejor!-suspiró Carla-y si me das tu número creo que lograrás que vuelva a sonreír-“bromeó”, y no supo cómo tuvo el valor para hacerlo.

_ Hummm, sí que estás mejor –se sonrió Melissa sin soltarla todavía-¿y qué te hace pensar que podría darte mi número, eh?

Carla se separó y la miró muy seria, ya sin lágrimas, pero con los ojos rojos por el llanto.

_ Sinceramente no sé. Disculpáme, por favor-le sacó la alarma al auto y abrió la puerta.

_ Eu, esperá-Melissa la agarró suavemente del brazo-¿no vas a insistirme ni un poquitito?

Se miraron largamente. La abogada sabía que la espantaría con su verdad, pero era mejor así, porque para ella no era simple coqueteo.

_ Mirá Melissa-inspiró mucho aire-esto se resume a que soy lesbiana ¡muy lesbiana! Mi familia me aborrece completamente porque son unos atrasados mentales, es así y no hay vuelta que darle…vos me gustás, me gustás…uff, muchísimo, pero es la segunda vez que te veo y como no solamente estoy coqueteando tontamente con vos, quería que lo supieras…eso es…

_ Sí que sos sincera-la enfermera se rió un poco y más cuando vio la cara de decepción de Carla-yo ya sé todo eso…bueno, la parte de que te gusto no, pero me alegra saberlo.

_ ¿Te alegra? Mirá no sé si me entendiste bien ¡SOY LESBIANA!-se lo repitió esperando que saliera huyendo.

_ ¿Y me viste cara de homofóbica o qué? Voy a seguir alegre igual, sabés…

_ ¿Ah sí? ¿Y por qué?-Carla se le acercó muy despacio y se le pegó casi.

_ ¡Porque vos a mí me encantás!-y se rió otra vez con la cara de papa frita a punto de ser comida que puso Carla. Aprovechó y le sacó el celular de la mano y le agendó su número-y no me importa que sea la segunda vez que nos vemos si me prometés que no va ser la última.

La abogada aun no salía de su asombro ¡Le había dicho que sí! Bueno, había admitido que le gustaba un poco y con algo se empieza-se dijo para sí misma.

_ No lo será-le contestó-terminás de ponerme una sonrisa en la cara para toda la semana y creéme que mucha gente te lo va a agradecer jaja.

_ Mucho mejor así ¡Derechos exclusivos con esa sonrisa! Jaja… ¿y vas a volver a ver tu madre?

_ No tiene caso si ni le importa, pero venir para verte a vos es otra cosa…

_ ¿Este finde sería muy rápido?-Melissa sólo esperaba que dijese que sí.

_ Demasiado…demasiado lento, pero bue, este finde entonces-Carla se moría de ganas de invitarla a salir esa misma noche, pero reflexionó que estaban a mitad de semana, ella probablemente trabajara y ya había quedado en compromiso.

_ Ah, ok, me agrada eso. Tengo que volver a trabajar pero llamáme cuando quieras y arreglamos-se dieron unos besos re calientes cerca de los labios y se despidieron.

Carla tuvo durante todo el viaje de vuelta a Santa Fe la sonrisa que le había dicho a Melissa, que no se le borró ni cuando un idiota se le adelantó para cruzar el semáforo antes de que pasara a rojo, y ella por esquivarlo casi atropella a un viejito.

En su dpto., se bañó rápido y se arregló un poco para salir con su amiga y ex, Liliana. Curiosamente, después de haber estado juntas por un año y haber terminado porque Liliana se había enamorado de alguien más, habían quedado como amigas. Obviamente no con la misma intensidad que antes ni tan importante como con Natalia, pero se escuchaban y se entendían como no lo habían hecho de pareja.

Ambas fueron a un bar que les gustaba bastante, pidieron vino y se pusieron a hablar de todo un poco.

_ ¿Y qué onda el sur? ¿Pensás establecerte por completo allá?

_ ¿Por qué lo decís?

_ Es que vas tan seguido y te quedás tanto tiempo…

_ Es que conocí a alguien, así que creo que definitivamente me voy a radicar en Neuquén-Liliana, rubiecita y muy linda sonrió feliz.

_ ¿Qué? ¿Enserio?-Carla la abrazó-Me re alegro por vos boba, ya era hora.

_ Bueno che, que tenemos la misma edad y vos estás peor que yo jaja.

_ ¿Y tu trabajo? ¿El consultorio?

_ Un consultorio lo puedo abrir en cualquier lugar del país aunque me va costar al principio, pero mi felicidad está antes.

_ Así que por eso son lo viajecitos de medio año para el sur-se rió Carla-y yo que pensé que te gustaba la paz de las montañas jaja.

_ Eso también, pero no me quedó otra que volver después de haberla visto llena de nieve…ah-suspiró.

_ ¿Y quién es la desafortunada merecedora de tu amor?

_ Hey, hey, calma que tiene muchísima suerte la mina si soy irresistible jaja. Se llama Andrea, tiene veintidós años, estudia Ingeniería Civil en la Universidad del Comahue y la conocí muy accidentalmente hace un año y medio.

_ ¿Un año y medio? ¿Y ahora me lo contás? ¡Qué mala amiga sos Liliana!-Carla se hizo la ofendida-¡y encima es una nena!

_ Jaja ya es mayor que es lo que importa, y si no te conté antes fue porque recién empezábamos. Llevamos saliendo ocho meses, y nos falta una camino todavía pero la vamos llevando…

_ Sí ya sé, te estoy jodiendo che.

Siguieron hablando y escuchando la música de fondo. Liliana conocía muy bien a su amiga (y era psicóloga), así que la estudió un rato y le dijo después:

_ ¡Decime ya quién es, qué hace, cómo la conociste y cuánto sexo han tenido!

_ No se te escapa una ¿no? Es enfermera en la Entrerriana de Paraná…

_ ¿Nena tan lejos te la fuiste a buscar? En Santa Fe sobran las minas, exceptuándome obvio.

_ Fue pura casualidad, igual que vos con tu chica. Mi madre está internada y ella la atiende; solamente la he visto dos veces, así que tampoco es como para hacerse una película, y del sexo sacá conclusiones ja.

_ ¿Pero le sacaste el número por lo menos?-Liliana estaba más ansiosa que ella.

_ Sí, los intercambiamos hoy y quedé de llamarla. Me gusta muchísimo, así que lo voy a intentar- Carla suspiró igual que lo había hecho Liliana.

_ ¡Bien ahí, esa es mi amiga!-Liliana pidió más vino-¡Salud nena por la felicidad, que se tardó bastante jeje, pero al fin llegó! ¡Porque no nos abandone más!

_ ¡Salud!-contestó Carla, con Melissa en su mente todo el tiempo…

Espero les haya gustado, me encantan mucho sus comentarios así que por favos comenten nomás...

Cualquier crítica es bien recibida, y si quieren los cap un poco más largos diganmé.

Estoy bastante ocupada con los finales de la facu, pero intentaré publicar el sig lo más pronto posible!

Besos y abrazos!! :)