Amor entre 4 ebrios (2)

Despues de esa noche inolvidable, hicimos el trato que mudó nuestras vidas.

Después de esa noche nada fue igual, no podía sacarme de la cabeza aquellas imágenes excitantes y deliciosas,

Al día siguiente Ana tenia que viajar para ver a su padre enfermo e Medellín, no sin antes hacernos prometer que cualquier cosa que pasara deberíamos repetirla con ella, fue así cuando decidimos realizar un trato.

Haríamos cuatro tríos así: cada pareja con un amigo de cada vez

Obviamente el primer trío fue Andrés-Sofía y yo.

Llevamos a Ana al aeropuerto y nos dirigimos a casa, no sin antes alquilar un par de películas porno para entrar en ambiente.

Yo acompañé a Sofía a comprar lubricantes mientras Andrés alquilaba las películas.

Ya en casa bebimos unas cuantas cervezas y comenzamos a hablar de lo ocurrido la noche anterior, todos estábamos un poco tímidos al confesar nuestros más oscuros secretos, creo que yo más ya que mi esposa estaba enfrente, pero Andrés supo controlar a situación con un poco de humor.

Mientras hablábamos nos íbamos calentando poco a poco, yo sabia que Sofía estaba fantaseando con nosotros dos, así que cuando percibí la situación fui a la sala a colocar las películas y a bajar un poco las luces.

La película comenzó y nosotros tres en el sofá en el cual habíamos estado la noche anterior comenzamos a ver la película con un ojo y a nuestro alrededor con el otro.

Comencé a acariciar la pierna de Sofía lentamente, a lo que ella correspondió con un abrazo, vi perfectamente como ella se inclinaba hacia mí levantando sus nalgas hacia Andrés, que ya estaba con un enorme bulto en medio de las piernas, él acarició lentamente el culo de mi mujer mientras con la otra mano se masturbaba por debajo del pantalón.

Sofía al percibir esto dijo "no estamos acá los tres para que juegues solito con eso"...mientras me miraba a los ojos me dijo "siempre deseé probar otro de esos"...ella se acomodó en el sofá y desnudando a Andrés comenzó a buscar su objeto de deseo para dar una de esas chupadas que a ella tanto le gustan.

Andrés no se negó, me miró a los ojos y sonrió mientras era mamado por mi mujer, esa escena me dejó tan caliente que comencé a quitarle la falda y los panties, ella se colocó en cuatro para no ser interrumpida en su tarea mientras yo le comenzaba a chupar la concha y el culo, estaba tan mojada como la noche anterior, creo que más, siempre me excitó mucho ver una mujer deseosa.

Así que sin dudarlo más comencé a penetrarla enérgicamente, mientras más duro bombeaba más ella se metía la verga de Andrés en la boca.

De repente ella se incorporó y nos dijo que nos quería a los dos dentro de ella, así que acomodando la ingle de Andrés para el borde del sofá comenzó a cabalgarlo, lentamente se iba introduciendo ese mástil mientras empinaba las nalgas para dejarme ver ese otro agujero sediento de placer, apliqué unas gotas de lubricante y comencé mi tarea de penetración, solo sentía el calor intenso de ella y la presión que el miembro de Andrés hacia sobre el mío, que delicia sentir el movimiento de ambos dentro del cuerpo de una mujer. Sofía comenzó así a gemir como nunca antes lo había hecho, decía cosas sin sentido, pero con una voz excitante, a lo cual nosotros respondíamos con un movimiento coordenado que la hizo venir varias veces.

Después de venirse ella hizo un movimiento rápido que hizo que mi pené se saliera y Andrés explotara dentro de ella....yo termine encima de ella bañando sus nalgas y espalda con mi leche.

Andrés salió de abajo de ella y Sofía agotada y medio dormida quedo boca abajo tendida en el sofá.

Mientras mi mujer se recuperaba Andrés y yo bebimos unas cervezas y veíamos la peli.

Me fui al baño lavarme un poco por que sabia que la faena continuaba, cuando volví Andrés estaba besando las nalgas de Sofía, lo sorprendí besándola y saboreando mis jugos sobre ella. Esa escena me excitó mucho y mi miembro comenzó a subir, mientras los observaba me masturbaba, mi mujer se dio vuelta y comenzaron a hacer un 69 espectacular, Sofía le besaba las bolas y estimulaba su ano, fue cuando vi como ella me invitaba al abrir rudamente las nalgas de mi amigo, no me aguanté más y mientras mi mujer lo dilataba yo me aplicaba lubricante, Andrés se contorsionaba mientras yo lentamente introducía mi lanza en su moreno culo...uuummm que sensación tan deliciosa cuando lo penetré totalmente sentí la lengua de mi mujer, que alternaba entre mis bolas y el pene de mi amigo, que la seguía chupando en ese 69 maravilloso...él no aguató más y explotó en la cara de ella, yo casi al instante me vine dentro de él, uuumm, sentía como salía leche sin parar.

Así nos quedamos recostados hasta el día siguiente, planeamos nuestros próximos encuentros y el trío que haríamos con Ana, mi otro objeto de deseo.