Amor en Tiempo de Protesta II

Sip, cuando menos lo esperas, viene el condenado cupido a tirar la flecha maldita, mi condenada suerte y yo... rosas? creo que con la Nena, siempre abran..

Las vueltas que da la vida, generalmente intento medir las circunstancias donde estoy metida, pero me costó un poco caer en cuenta de todo lo que estaba sucediendo y donde estaba metida.

Pero es que pocas veces terminas semidesnuda en la cama de una Nena tan bella en tan poco tiempo, claro, el contexto apestaba, y pues la verdad los perdigones que tenía en mi muslo molestaban mucho (aunque nunca me ha desagradado el dolor físico).

Tal vez soy una persona enferma por el morbo, pero cada vez que una la Nena siquiera rozaba mi piel, podía sentir todo mi ser envuelto en llamas, incluyendo mi rostro y mi entrepierna.

Ella como si lo supiera aprovechaba cada pretexto para tocar mi pierna desnuda, la otra mujer entro con un embase de agua y un paño, aparto el cabello alborotado de mi rostro y me dijo. –Espero que mi sobrina te este atendiendo bien, es la mejor enfermera de la ciudad.

(Por lo menos la más hermosa estoy segura que es) pensé, me encanto saber dos cosas, primero, que la mujer no tenía ninguna relación del tipo noviazgo con ella (no sería la primera vez que me pasa) y segundo, que la Nena se veía hermosa cuando se ruborizaba, sus ojos brillosos me desarmaron completamente.

-Tía!!!!! No soy ni cerca la mejor enfermera de la ciudad, pero tranquila Bebe, en mis manos nada te pasara... Dios mío, puede una palabra hacerme sentir tan bien solo cuando ella me lo dice, no soy amiga de ese tipo de cosas, pero que ella me dijera Bebe me encantaba.

-No me preocupo, te has portado excelente conmigo, y la verdad estoy agradecida, sino fuera por ti estuviera mucho peor, ya has hecho más que suficiente… Le dije.

Pasamos varias horas esperando que todo se calmara para poder ir a alguna clínica, la tía de la Nena se había ido a dormir, y solo estábamos ella y yo hablando como si tuviéramos toda la vida conociéndonos.

A pesar de su cara de Nena tiene 25 años, enfermera desde los 22, y la verdad me hipnotizaba cada palabra que me decía, creo que nunca alguien me había movido de tal manera el piso, y la verdad no había estado ni cerca de besarla, siquiera estaba segura le gustaban las mujeres.

Fue ella quien me pregunto si tenía pareja, y pues me prometí a mi misma no volver a mentir en cuestiones del amor, además, soy abiertamente lesbiana, así que me anime y le solté la sopa completa, sin maquillaje.

-Bueno Nena (no podía creer que lo había dicho en voz alta), hace ya casi dos meses salí de una relación de más de 5 años, Ella es una persona excelente, pero ya la confianza en mí se acabo, y pues la verdad, no quiso siquiera volver a hablarme.

Creo que la sangre de su rostro bajo y volvió a subir de golpe, separo su mano de mi pierna, y en ese momento pensé que ya todo se había acabado, que me iba tocar salir cojeando del apartamento y caminar hasta la clínica más cercana.

Estaba a punto de incorporarme cuando ella me detuvo. -Bebe, no puedes moverte sin necesidad, me sorprendió que me fueras tan sincera, solo es eso, yo, yo, también soy lesbiana.

El cielo se me abrió y creo que incluso escuche ángeles cantando, no cavia en mi felicidad, no podía tener tanta suerte, haberme conseguido en una marcha multitudinaria con la Nena más bella, ¿y que resulte ser lesbiana? Tanta suerte junta nunca me sucede.

Cuando ya estaba a punto de hacer mi movimiento el sonido de su celular me detuvo, la Nena contesto y lo siguiente me destrozo. –Mi reina, estoy bien, no me paso nada, disculpa que no te haya escrito pero estaba atendiendo a una amiga que tiene perdigones en la pierna, como estas de turno es perfecto, porque ya creo que podemos ir para el hospital.

-Era mi pareja, es una medico excelente, en lo que podamos vamos para que te revise bien… Creo que de mi rostro salió una lagrima, o tal vez mi cara de decepción fue tan grande que se dio cuenta, pero tomo mi mano y me dijo. –Bebe, sí, tengo pareja, pero quiero que sepas algo, y te soy completamente sincera, eres la mujer más bella que se ha acostado en mi cama.

-Gracias por eso, pero no creo poder conformarme con eso, si tu eres sincera yo también lo seré, eres la primera mujer en años que me gusta tanto, pensé tontamente que mi suerte había cambiado, pero me equivoque. Le dije, mientras intentaba incorporarme para irme.

-No digas eso, y detente coño! Bebe, no te pongas así por favor, tu también me gustas, y mucho, cuando nos vimos por primera vez a los ojos me hechizaste con tus ojos verdes, y créeme que tenerte así en mi cama me tiene….

-¿Te TIENE QUE? YO ME VOY, NO QUIERO SEGUIR AS… justo en ese momento la Nena sujeta mi rostro y me planta el beso más apasionado, dramático y porque no decirlo, romántico de mi vida.

Primero intente luchar (a quien engaño, luche tal vez 2 o 3 segundos), pero luego me entregue completamente a ese beso, nuestras lenguas exploraban cada centímetro de nuestras bocas, sus manos sujetaban mi rostro.

Las mías sujetaron el suyo, y creo que duramos un par de minutos cuando ella intentando acercarse a mí, pone su mano directamente en mis heridas, no soy una mujer de gritos, pero el dolor fue tal que tuve que separarme de ella.

Su rostro cambio del placer de nuestro beso a la alerta más profesional (por cierto, ese rostro me encanta) al ver su mano llena de sangre, me paro con cuidado y me ayudo a vestirme con un pantalón corto de tela suave.

Salimos del apartamento y cuando en mi mente ya maquinaba donde íbamos a coger un taxi, me llevo hasta el estacionamiento, me monto en un carro pequeño pero muy cómodo y salimos rápidamente, tengo que decir que nos costaba un mundo transitar por las calles, en todo el camino ella no paraba de preguntarme como me sentía.

Su mano duro todo el rato sobre mi muslo bueno, y con mucha dulzura lo acariciaba, pocas veces me había sentido tan segura con alguien, sabía que mientras estuviera con ella nada me pasaría.

Cuando llegamos al hospital nos estacionamos en la zona donde los doctores lo hacían, y con mucho cuidado me llevo dentro, nada más entrar vi una realidad muy cruel de los hospitales venezolanos, heridos de protesta, hampa común, enfermos, todos mezclados.

Tal vez fue la media hora más larga de mi vida, en ese momento llego una Doctora realmente muy hermosa, tal vez de mi misma edad, pero mucho más alta que yo, y me atendió rápidamente, la Nena atenta hacia lo que la Doctora le decía, me inyectaron en el muslo.

Y me pusieron una vía para ponerme antibióticos y calmantes trate de decirle gracias, pero caí en un sueño rápidamente, en ese momento escuche a la Nena decirle a mi Doctora. –Mi reina, cuídala… En ese momento supe que era su novia…

CONTINUARA...