Amor en la sierra

Dos hermanos los une une una sangre, una desgracia y mucho placer

Mi historia empieza con una desgracia, mi padre madre y una hermana fueron asesinados en la casa por el narcotráfico. Mi padre andaba metido en asuntos de siembra de estupefacientes, en realidad no sabíamos en ese entonces que pasaba, solo que mi familia murió, mi hermano de 19 (el mayor) y yo de 13 nos salvamos por que estábamos en otro rancho con unos empleados de la casa, no tuvimos tiempo de enterrar a la familia, pues nos dijeron que también a mi hermano lo buscaban para matarlo, nosotros teníamos una casa en plena sierra entre Sinaloa y Durango en México, y hacia allá arrancamos, la casa se encontraba en buen estado, y era segura pues nadie sabia de ella a excepción de un pariente que fue quien nos llevo, de madrugada, diciéndonos que al día siguiente vendría a traer alimentos, esa noche fue triste lloramos hasta que el cansancio nos venció, como a media mañana Juan, a quien le decíamos tío llego cargado de 2 mulas, traía provisión, nos dijo que cada 15 días estaría viniendo a reabastecernos en tanto “se enfriaba el terreno” que procuráramos haciéndose de noche encerrarnos, y nos dejo un rifle AK47 (cuerno de chivo) con 5 cargadores y una 380 Bereta por si se ocupaba dijo, y que lo veríamos dentro de 15 días que nunca llegaría de noche, y si por algo llegara de noche al tocar diría “El tecolote el tecolote” como contraseña. Esa noche no pudimos dormir del puro miedo, cualquier ruido del monte nos ponía tensos, nuestras vidas corrían peligro y no teníamos ya familia. Pronto nos acostúmbramos al monte y a la soledad, cuando se cumplió un mes de vivir en esa casa, ya estábamos ambientados, aun que nos mataba el tedio de no hacer nada,  de día explorábamos el monte y al caer el sol nos metíamos a la casa, yo miraba que Roberto ( así se llama mi hermano) se encontraba muy desesperado de aquel encierro:

-          Oye Roberto, nos aburrimos aquí no- le decía mientras retozaba en la cama

-          La verdad si, no hay nada que hacer, la verdad recorrer el monte también es peligroso pues pueden andar gavilleros y nos saldría peor.

-          Tienes razón Roberto creo que nos es bueno ir mas allá del venero de agua

-          Pues así lo haremos, no iremos mas allá

Esa noche de madrugad me despertaron unas pisadas, parecían de humanos

-          Roberto, Roberto- empujaba a mi hermano adormecido-

-          ¿Qué pasa Carlos?

-          Alguien anda fuera

Mi hermano sigilosamente se levanto y tomo el AK47 y corto cartucho esperando oir los ruidos, mas no paso nada, estuvo mas de una hora expectante y yo muerto de miedo, Roberto se acostó, y yo instintivamente me repegue  a el y así nos quedamos dormidos, nos levantamos entrada la mañana, Roberto salio averiguar los ruidos, volvió 5 minutos después sonriendo:

-          El visitante molesto era un gato montes

-          Pues que bien, Gracias por velar anoche me sentí seguro

-          Claro para eso soy el hombre de la casa para protegerte

-          Ay me hiciste sentir tu mujer jaja- dije joteando en son de broma-

-          Jajaja si fueras mi mujer me la pasaría cogiéndote

-          Ay que rico, seguí la broma

-          Joto que no fueras jajajaja

El día transcurrió como siempre monótono, mas sin embargo yo me la pase meditando en lo bien que se siente sentirse protegido, y no se por que razón me gustaba volver a pensar como mi hermano había reaccionado, sentía placer y orgullo de estar bajo su cuidado. Esa noche yo me propuse para hacer la cena que comúnmente la hacia Roberto:

-          Que rica te quedo la cena Carlos

-          Es para consentir a mi marido jajaja- dije con una risita y una actitud muy maricona-

-          Jajajaja pues si verdad eres mi vieja, así debe ser que cocines

-          Si así es, debo atender a mi hombre

-          Jajaja que joto te oyes jajaja

-          Jajajaja

Al estar bromeando me había excitado, un poco mas tarde al estar ya acostados, retome el tema con intención:

-          Si esta noche oigo ruidos volverás a defenderme

-          Claro que si Carlos

-          Si verdad pues soy tu mujer jajajaja

-          Jajajaja te vas a venir volviendo marica

-          Jajaja ya soy papi- esto lo dije con una voz afeminada-

-          Jajaja como te esfuerzas para que te salga la vocecita eh jajajaja

-          Ya en serio Roberto, si te animas a salir si escucho ruido

-          Si si salgo

-          Se me hace que no

-          Mmm que la chingada, que si me animo

-          No creo

-          Apostamos

-          ¿Que apostamos Roberto?

-          No se, di tu

-          La honra ( es una manera de decir la virginidad)

-          Jajajaja va

Roberto se dio vuelta y se quedo dormido pronto, yo me quede en la cama meditando que al hablar de ser mujer me excitaba, veía a mi hermano dormir profundamente, solo se observaba su torso pues estaba tapado pero podía ver sus amplias espaldas, y me imagine abrazándome y diciéndome que seria suya siempre, eso me tenia muy caliente, así que una hora después desperté a mi hermano:

-          ¡Roberto! ¡Roberto! Despierta

-          ¿Que pasa?

-          Alguien anda afuera

-          Debe ser el gato montes Carlos, duérmete

-          No, no esta vez vi una sombra de hombre

Al oir esto Roberto se levanto de un salto, tomo el cuerno y corto cartucho, con la mano me ordeno guardar silencio, sigilosamente abrió la puerta y salio, aun que sabia que no habia visto nada, Roberto tardaba y si sentí un poco de miedo, minutos después regresó:

-          Me tenias muerto de pánico Roberto pensé que te había pasado algo

-          Perdona Carlos pero es que fui a buscar huellas pero no encontré ninguna, estas seguro que lo viste

-          Quizá estaba soñando, no me vuelvas a dejar solo Roberto, me moría del miedo

-          Tienes razón debí avisarte que no había nada y después indagar mas

-          Siii, pero de cualquier manera ganaste la apuesta

-          ¡¿Ehh?! ¿Qué apuesta? Ah vaya si ya recordé jajajaja, te sales del calzón

-          Pues yo estoy dispuesto a pagar

-          Estas loco tu, ya tu broma se esta pasando de ver..dad eh

-          Pues yo insisto aposte y pago

Acostados en la penumbra veía que Roberto estaba pensativo:

-          Oye Carlangas me dejas con pendiente, ¿a poco si hablas en serio?

-          Si ya te dije que yo pago

-          Jajaja, ¿andas caliente no? Pinche Carlos mamon mejor hazte una puñeta y no andes con eso somos hermanos

-          Y que, se trata de pagar una apuesta, lo que pasa es que no te animas

-          Neta, Carlos vete a la verga

Y se dio la media vuelta, yo me acerque por detrás y puse mi mano en su verga

-          No seas mamon, te voy a poner una chinga si sigues con tus jaladas

-          Ah bueno Roberto, pues quédate sin sexo todos estos meses

Me di la media vuelta y ya no dije nada, no supe cuando pero me quede dormido, casi al amanecer desperté pues Roberto me estaba abrazando y besando la nuca mientras me restregaba su pene en mis nalgas, aun que nunca me lo habían hecho se sentía rico:

-          ¿Qué pasa Roberto?

-          Pues que quiero cobrar mi apuesta

-          No pues ahora no

-          ¿Ya te arrepentiste mijo o era broma?

-          No no me he arrepentido ni era broma, pero ahora tendrás que convencerme y seducirme, si voy a ser tu mujer me debes enamorar como a una

-          Ok Carlos esta bien

-          Bien pues como seré tu mujer dime Carla y duérmete mañana inicia enamorándome

Me di la vuelta y me quede dormido de nuevo, me imagine que Roberto se quedo ahí pensativo y caliente pero me excitaba hacerme del rogar. En la mañana un olor muy grato me despertó:

-          Levante dormilona, ya esta el desayuno

Roberto me había hecho desayuno y me lo llevaba a la cama, me despabile y comencé a comer con gusto el desayuno, me causo ternura su gesto y por un momento pensé dejarlo avanzar en ese mismo rato, pero decidí seguir con la idea de que me cortejara:

-          Carla que te parece si hoy vamos al rio

-          Si me parece bien Roberto, sino aquí nos vamos a aburrir

-          Bueno entonces ahorita te cambias para irnos

-          Me parece bien, deja hago algo para almorzar

Rato después íbamos rumbo al rio, al subir por una ladera resbale, Roberto de inmediato me sostuvo por la cintura:

-          Ay gracias que amable Roberto

-          No permitiré que a mi niña le pase nada

-          Gracias eres un amor

Roberto me tomo de la cintura y así me llevo por el camino, de cuando en cuando su mano resbalaba a mis nalgas, me veía y yo le sonreía en aceptación. Llegamos al rio y nos pusimos debajo de un árbol, hacia calor así que Roberto de inmediato se quito todo, y se fue al rio, ya conocía su pene, era grueso y algo grande, muchas veces lo había visto, mas sin embargo hoy lo vi diferente, con los ojos de una mujer, su mujer, y me estremecí al saber que era para mi

-          Vamos a bañarnos

-          Me quedare a dejar listo todo y ahorita te alcanzo

-          Esta bien pero no te tardes

Me quede tendiendo la cobija y sacando lo que habíamos llevado de comida, una vez listo todo me dispuse a nadar, ya Roberto me esperaba impaciente, me quite mi ropa menos mis truzas, esto con intención:

-          ¿Que pasa que no te desvistes todo?

-          Jeje no mijito no va a ver nada usted

-          Por que no puedo ver lo mío? –dijo mi hermano riéndose-

-          Por que aun no es tuyo, recuérdalo

Durante un rato nadamos, jugamos carreras, nos agarramos a luchas, lo que mi hermano utilizó para manosearme, yo lo deje que lo hiciera, lo disfrutaba y además me mantenía excitado y a el igual, podía ver su pene erecto, nos mirábamos y nos sonreíamos diferente, ahora con una sonrisa cómplice, después de 2 horas de jugar reír y nadar decidimos ir a comer, recostados uno frente al otro comíamos y nos mirábamos sonrientes, creo que me sentía coqueto o coqueta, mi hermano me miraba:

-          Carlos, estas seguro de esto? Digo esto va a cambiar nuestra vida, no te haz desanimado

-          No Roberto, creo que tener sexo será algo que nos una mas en esta soledad

-          Pero por que asumes el rol femenino

-          Por que alguien lo tiene que asumir, yo el menor, el mas débil y el que perdió la apuesta (le cerré un ojo y sonreí) a menos que quieres también que yo te la meta

-          No creo que me apetezca

-          Ok pues tus respuestas te dan mas razones tu no quieres ser penetrado y yo si quiero.

-          La estoy pasando bien Carla

En cuanto dijo esto acerco su rostro al mío, despacio y mirándome a los ojos, con mano acaricio mi mejilla y busco mi boca, fue un beso tierno, explorador a la reacción, a mi no me desagrado, el ambiente estaba erotizado por todo lo ocurrido, me abrazo mientras sus manos recorrían mi cuerpo, su pene reacciono al instante, miesntras me besaba restregaba su pubis y pene en mi estomago:

-          ¿Quieres hacerlo aquí Carla?

-          No mejor preparamos todo para la noche

-          Uff esta bien, pero estoy muy caliente mija

Tomo mi cabeza y la empujo hacia abajo, tarde unos segundos pero entendí, y decidí complacerlo, por primera vez mis manos entraron en acción acariciando su pecho y tetillas, mi boca empezó a besar su bajo vientre, fui bajando despacio, la excitación era mucha su pene saltaba como corcel brioso, seguía besando alrededor, pubis, muslos internos, testículos, la impaciencia de Roberto era evidente:

-          Ya por favor, chúpalo, chúpalo

Dirigí mi boca hacia su pene palpitante y lo metí en mi boca, Roberto se estremeció

-          Ohhh ahhhhggg que rico, como lo estaba deseando

Yo seguía lamiendo, chupando y lo pajeaba, no resistió mucho, en una de las combinaciones de lamer chupar pajear, alcance a sacarlo de mi boca justo a tiempo, pues sentí que se puso rígido y el instinto me dijo que acabaría, apenas con el tiempo suficiente para que los trallazos de su semen pegaran en mi cara y pecho, pues de manera inconciente me hice para atrás, pasado el orgasmo, Roberto se quedo con los ojos cerrados:

-          Te gusto mijo?

-          Me encanto mi amor, lo haces riquísimo

-          Que bueno que te gusto

A mi en realidad si me haba excitado pero mas bien la situación vivida, que el acto de chupárselo, me calentaba imaginarme mujer y que mi hermano me iba a coger, después  de un rato levantamos las cosas y las hechamos a una mochila, nos regresamos todo el camino abrazados y Roberto seguido me besaba:

-          Me muero por que sea de noche mi amor

-          Yo también quiero experimentar, tengo un poco de temor, me imagino que duele, se cuidadoso si?

-          No te preocupes, ya he tenido sexo anal con mi novia, yo te diré que hacer

Saberlo me tranquilizo un poco, su experiencia nos iba a ayudar en la noche, llegamos a la casa en la tarde, aun no caía el sol, le pedí a Roberto que durmiéramos para estar descansados en nuestra gran noche, cada uno se fue a su cama, pues le dije que de estar en la misma no íbamos a dormir, el rio y me dio la razón, por el desvelo de la noche anterior, la caminata y la nadada, me acosté y me dormí mas de 2 horas, desperté ya oscuro, Roberto preparaba la cena:

-          Arriba dormilona es hora de cenar

-          Mmmm que rico huele, tengo hambre

-          Pues ya esta listo

Me levante y cenamos con nuestras mirada complices y sonrisas, ya en sobremesa Roberto abordo el tema:

-          Mira Carla, previo a hacerlo, tienes que preparate

-          ¿Prepararme?¿Como?

-          Pues bien, ahorita acabamos de cenar de seguro te van a dar ganas de ir al baño, asi que una vez que vayas, te bañas y necesitaremos hacerte un enema casero

-          ¿ Que es eso?

-          Un lavado rectal, para sacar todo lo sucio y que estes limpiecita para mi

-          Vaya, no sabia

-          Asi es, improvisare con una jeringa por que hay que meterte agua jabonosa en tu colita, para que luego la sueltes

-          Sabes Roberto, te agradezco que seas sutil con las palabras, como hombrecito era lepero, pero sonara tonto pero ahora me daria vergüenza usar groserias para llamar las cosas

-          No te preocupes, las damitas deben ser bien educadas, entiendo

Un rato después tuve que ir al baño, desaloje mis intestinos, y me bañe:

-          Roberto estoy lista

-          Me parece bien, voy para alla

Roberto aparecio con una vasija con agua con jabon el tarro de vaselina y una jeringa, sin su aguja:

-          Muy bien,  debes aprender fijate bien, inclinate

Obedeci, Roberto me puso vaselina en el ano, y con su dedo metio parte de ella, me molestaba:

-          Uhhhgg duele

-          Relajate ahorita ya no dolera

Roberto con su dedo mas chico inicio un mete y saca que rapidamente dilato mi ano, la sensación era extraña pero habia un rastro de placer en eso, Roberto lleno la jeringa y la introdujo y vació, asi lo hizo por varias veces, empece a sentir ganas de ir al baño:

-          Trata de aguantar lo mas que puedas las ganas de soltar el agua

-          Si, si, ya estoy sientiendo ganas de ir al baño

Hasta que ya no pude aguantar, entonces fui al baño y solte el agua, estaba mezclada el jabon y heces fecales, Roberto repitio por segunda vez, resulto menos molesto, me tallo el año nuevamente con jabon, esto resulto muy placentero:

-          Ya quedo Carlita, estas lista, esperame en nuestra cama, me baño y ahí voy

Obedeci y antes de salir me beso

-          No te tardes -. Le dije-

-          Ahorita voy mi amor

Estaba en la cama desnuda, con el recto limpio impaciente, caliente y dispuesta a consumar el acto, la espera me excitaba, pensaba que asi deben sentir las mujeres cuando esperan a su marido, apague las luces, la luz de la luna me permitio ver a mi hermano llegar desnudo a la cama, se acosto junto a mi y me beso, despacio, su lengua exploraba mi boca, sus manos recorrian mi cuerpo y masajeaban mis nalgas, yo tambien lo acariciaba, pasaba mis manos por su pene durisimo, todo esto en silencio, el me volteo y me abrazo, pude sentir sus brazos fuertes, y su pene entre mis nalgas, empezo besando mi nuca:

-          Ahhh mmmmmgh – no pude reprimir un leve quejido y sentir un escalofrio-

Su boca iba bajando despacio, hasta que llego a mis nalgas, las separo y empezo a lamerlas, la sensación era extraña pero placentera, involuntariamente me queje:

-          Ahhhh oohhh

-          Te gusta?

-          Si que rico se siente

Continuo lamiendo por un rato, después tomo el botecito de vaselina, y lo unto en mi ano, e introdujo la vaselina con el dedo, gracias al lavado intestinal de unos minutos atrás mi ano estaba algo dilatado, con su dedo indice  introducido daba vueltas en circulo, yo sentia un poco de molestia pero tambien me gustaba:

-          Ahhhgg duele, despacio

-          Si mi amor, ahorita se acabara el dolor

Siguio con su mete y saca unos segundos mas y de repente introdujo 2 dedos

-          Ayyy eso si duele, sacalos sacalos

Roberto no hizo caso continuo dedeandome y dando vueltas en circulo, después de un rato me puso en “cuatro patas”

-          Ahora si mamita vas a pagar tu apuesta

Arrimo su pene erecto a mi entrada, me tomo de los hombros e hizo presion, pude sentir el glande intentando entrar:

-          Puja como si estuvieras en el baño

Yo obedeci y su cabeza entro, no habia dolor solo un ardor, se detuvo un momento:

-          Vuelve a pujar

El empujo nuevamente, senti un leve dolor

-          Ahora si te tengo bien clavadita mi amor

Yo no le crei y pase mi mano hacia las nalgas y pude sentir su pubis en mis nalgas y mi culito abierto:

-          Es verdad, ya me cogiste, me entro toda

-          Si mi amor ahora vamos a gozar

Empezo a bombear muy despacio, de manera ritmica entraba y salia

  • Mmm ahh ahhh ahh

Cada vez que su pene llegaba hasta dentro me producia sensaciones muy ricas

-          Ah en verdada me estas cogiendo

-          Si mamita te la clave toda

Empezo a moverse mas rapido y mas rapido, ¡plaf!¡plaf! sonaban mis nalgas a chocar su pubis, yo sentia muy rico, pero Roberto no resistio mucho:

-          Ahhhhuuuuggggg oooohhhhh- De manera gutural emitio ese quejido y lleno mis intestinos de su leche

La verdad yo no lo habia gozado mucho, mas sin embargo me sentia contento de haberlo hecho:

-          Te gusto?

-          Si mi amor

-          Pues a mi me encanto

Nos quedamos abrazados en silencio por un buen tiempo, Roberto empezo a besarme y yo recorria su cuerpo con mis manos pasando por su pene, que poco a poco volvia a erectarse, Roberto se subio arriba de mi, puso una almohada en mi espalda baja levanto mis piernas y sin mas preambulo lo metio todo:

-          Ahhh ahhhh ahhh

-          Te estoy cogiendo como a una nena chiquita

-          Si cojeme, cojeme rico

Escuchar eso me calento, aun que se sentia bien no disfrutaba mucho, pero me placia sentirme su mujer, Roberto aumento la velocidad y acabo, dada su inexperiencia y periodo de abstinencia terminaba rapido. Mas adelante gozaria, por el momento tenia un marido joven y ganoso, nuestra historia ha continuado, pero eso lo relatare después.