Amor en la Nube (1 de 2)

Tengo que estudiar el comportamiento de otro mundo para evitar su desaparición, y encuentro a alguien que trastoca el mundo mío

Este es un relato que pretende ser de ciencia ficción (más ficción que ciencia) y pretende demostrar que en cualquier circunstancia, el sexo y el amor puede estar presente

Marchaba sobre mi deslizador por la carretera. Hacía tanto que no salía de la ciudad, que me sorprendían los colores de la campiña. De plantas no sabía mucho, pero me gustaba lo simétrico de sus dibujos, las maquinas haciendo su tarea rompían un poco la armonía del paisaje. Pensé que tendría que salir más seguido a contemplar que hay más allá de la vida ciudadana.

Hacía bastante que no salía de la metrópoli. Acostumbrada a las costumbres cotidianas, casi me había olvidado que había otra forma de vida y que valía la pena verla.

No es que la intención de este viaje fuera solazarme con la naturaleza, tenía necesidades más concretas, y para exponerlas lo mejor es hacerme conocer.

Mi nombre es Minerva Denali, doctorada en el estudio de situaciones de estrés previsibles.

El departamento en el que trabajo ostenta el rimbombante nombre de Departamento de Investigaciones Organogénicas Simuladas, los que laboramos allí lo explicamos cómo futurología aplicada. Mi trabajo implica el estudio de la posibilidad de nuestra supervivencia en otro mundo, simulando en el ordenador cómo evolucionaríamos en un planeta con otras características al que habitamos

No sé desde cuando estamos con ese estudio, ninguno de los que están en mi sección lo sabe, no es algo que nos importe, estamos para prever el futuro no para juzgar el pasado. Pero ahora hay una propuesta de cortar el experimento, con el argumento que lo que tenía que dar, ya lo había dado. Yo defendía la otra posición, que el estudio todavía podía dar mucho de sí

El asunto, que para defender mi punto de vista tengo que interiorizarme de cómo llegamos a dónde llegamos; y para eso, en un mundo dónde la historia no es materia de estudio, lo mejor es aprenderlo de quienes están a cargo de los registros históricos. Esos son la familia Villar, los que por los últimos cien años, estaban a cargo de eso.

El navegador me avisaba que estaba llegando, paré en una entrada antigua. Un arco como los que se ven a la entrada de sitios de interés natural, árboles frondosos bordeaban una avenida que conducía a una propiedad, más para un museo que una casa de familia.

Los portones se abrieron mientras una voz melodiosa me invitaba a entrar, enfilé mi deslizador hasta la puerta donde me esperaba la Dra. Norma Villar. Me saludó con un beso en la mejilla, algo que solamente podía permitirse en su casa. no es una muestra de afecto que se diera comúnmente en el trabajo

  • Minerva, que gusto que hayas aceptado visitarnos en nuestra casita

  • Menuda casita, el gusto es mío; no estoy acostumbrada a visitar casitas así – se echó a reír

  • La verdad que no hay muchas, es la ventaja de llegar a una edad dónde te valoran más de lo que se valora uno mismo. Ven que Simón está haciendo la comida, y mientras hablamos de lo que necesitas – me quedé un poco sorprendida. ¿Haciendo la comida? si hacía años que ya no se cocinaba en casa. Las grandes factorías distribuían las raciones a donde más te quedara cómodo, cuando no querías comer en los comedores; (que había para todos los gustos) que te salía más económico, y tenías la seguridad que el sabor de lo que pedías siempre era el mismo. El Dr Simón me saludó cómo ella, (se hacían notar por ser un matrimonio, algo que en la actualidad era una antigualla)

  • Conversa un rato con Norma mientras termino con nuestro almuerzo. No te asustes que si no te gusta pedimos el plato que te apetezca.

  • Nunca comí comida hecha en casa, pero será una experiencia nueva

  • Si no te gusta, no te cortes que pedimos otra cosa para ti, que también estamos interesados en que quedes satisfecha. Cuenta porque quieres aprender la historia.

  • La verdad que mi interés se refiere a saber cómo y para qué se emprendió el estudio del nuevo planeta, sé que ahora quieren cancelarlo y hay ciertas cosas que no me cierran – estuvimos conversando hasta que nos avisó Simón que la comida estaba servida. Nos sentamos a la mesa

  • A ver qué te parece, si no te gusta dilo – se quedaron mirando expectantes; la verdad que el sabor era diferente a todo lo que había probado, tenía cómo un gusto que para definirlo, solo se me ocurría, salvaje. Salvaje pero gustoso - ¿lo comes, o quieres otra cosa?

  • No qué va, me gusta, no sé lo que es, pero me gusta. – se sonrieron, y Norma me explicó

  • Es casi lo mismo que comes siempre, nada más que hecho en casa, es un gusto que nos podemos dar nosotros, nos cansamos de la ciudad y los últimos años los vamos a pasar como más nos de la gana, pero tú no viniste a averiguar nuestra vida sino para solucionar algo de la tuya, a ver, que es lo que quieres saber.

  • Bueno, ustedes saben que hay una propuesta para parar la investigación de D.I.O.S. Desde hace unos años yo soy una de la que está a cargo de eso, y me parece que tiene su utilidad. Si bien es cierto que de ahí no sacamos nada bueno, creo que varias veces nos enseñaron el camino que no tenemos que seguir

Me contestó Simón

  • Sí tienes razón, son muchas más cosas de las que te imaginas, y está todo en los registros

  • Eso es lo que no entiendo, ¿por qué en nuestra enseñanza no está nuestra historia?

  • Mira, para que comprendas, tendríamos que explicarte porque se empezó con ese estudio. Como bien sabes, llegamos a este planeta después de haber destruido el nuestro, abusamos de la naturaleza hasta que esta se cansó y nos devolvió lo mucho malo que habíamos hecho. Guerras, polución, todos los excesos los cometimos, nuestra desunión nos empujó a salir cada cual por su lado. Encontramos este sistema donde los planetas por dar la cara en sentido perpendicular a nuestro sol, y la altura hasta dónde llega la atmosfera es mayor, es poco el rango de variación de la temperatura. Nosotros encontramos en este lo más parecido a dónde vivíamos. Pero otros se instalaron en planetas más acordes a las temperaturas a las que estaban acostumbrados, y así cada raza se independizó del conjunto.

  • Sí, ¿pero entonces para que empezaron con esta investigación si encontraron su lugar?

  • Si, encontramos nuestro lugar pero separados, hubo un momento que nos dimos cuenta que todos éramos humanos, y que quizá algún día podríamos volver a vivir juntos, valía la pena averiguar si seríamos capaces en un mundo con las características como el que descubrimos – era curioso cómo se compenetraban contestándome uno u otro.

  • Pero ¿cómo lograron simular las características de nuestras diferentes razas?

  • Simplemente, introduciendo virtualmente las peculiaridades de individuos elegidos por cada grupo. De acuerdo a su tipología eligieron que lugar poblaría cada grupo, y así ver que sería mejor para el conjunto.

  • ¿Y los resultados fueron cómo esperaron?

  • No, esperábamos mejores resultados. Hay que ver que fueron los mejores exponentes de cada raza, todos ellos sabían que eran un experimento virtual de D.I.O.S. No sabemos las causas, quizá sentirse dueños de un mundo nuevo influyó para que cada grupo quisiera hacer las cosas a su modo, y ser los profetas de ese DIOS, que paso de ser un ordenador, a ser una divinidad, cada cual lo quiso usar a su provecho.

  • ¿Entonces hace rato que no sirve para nada?

  • No te creas. Gracias a ellos pudimos descubrir nuestros defectos en el tiempo. Cuando comenzamos con este estudio, tuvimos que acelerarlo, sino siempre estaría muy atrasado acorde a nuestro tiempo. Pudimos ver los comportamientos muy parecidos a los nuestros en el planeta madre hasta que logramos hacerlo deshabitable. Tuvimos la suerte que cuando llegamos a eso, teníamos la tecnología para poder llegar a otros mundos, y tuvimos la suerte, de encontrar planetas con atmosferas apropiadas a nuestras necesidades. Ahora sabemos de un planeta que también reúne las mismas condiciones que el antiguo, y queríamos aprender cómo comportarnos si tuviéramos que emigrar allí.

  • ¿Y se puede decir que aprendimos mucho?

  • Para ir allí no aprendimos nada, para quedarnos aquí aprendimos mucho. Aprendimos que vale mucho en estudiar en que terminan tantas guerras, perder el tiempo en hacer máquinas para matar en vez de curar. Mira nosotros estamos a cargo de los registros históricos y sabemos de la inutilidad de querer avanzar mirando para atrás, eso nos enseñó ese mundo, que dice que estudiar el pasado sirve para no cometer los mismos errores, y tienen razón. No cometen los mismos errores, cada vez los empeoran. La historia la escriben los ganadores, pero los que pierden tienen la suya propia, y la venganza es un sentimiento muy vivo en ese mundo.

  • Entonces ¿piensa que no vale la pena defender ese proyecto? – Norma me contestó

  • Mira, ver lo malo, te hace distinguir lo bueno. Fíjate, nosotros vivimos tratando de adelantarnos a los problemas, eso porque tenemos un sitio dónde percibirlos. Tuvimos varios estados en que creímos que íbamos a necesitar otro lugar por la sobrepoblación. Se terminaron las guerras y encontramos nuevas medicinas. Los homicidios casi no existen, la igualdad entre el hombre y la mujer es absoluta. El sexo que era un condicionante en las relaciones, se solucionó, hoy por hoy casi todo el mundo tiene un erotic a su gusto que le sirve para todo, casos como el nuestro ya quedan pocos.

  • Ustedes son un caso atípico, hicieron tanto por los avances que nos benefician, y al mismo tiempo tratan de vivir cómo antes, hasta comentan que tuvieron los hijos de forma natural.

  • ¡Si! - Me volvió a contestar Norma con una sonrisa – éramos jóvenes y éramos nosotros, eso pasó hace más de cien años, estábamos enamorados y nos parecía que haciendo las cosas así era para siempre, ya ves, no nos equivocamos. Eso ahora sería impensable, un riesgo innecesario, dejar librado mucho a la suerte.

  • Pero en ese tiempo ya estaban las incubadoras ¿qué les impulsó a tomar ese riesgo? – se miraron con picardía mientras se apretaban las manos.

  • Es difícil explicártelo ahora, para hacerlo de esa manera se necesita amor, romanticismo. No es lo que en este tiempo este sobrando, tienen el sexo que quieren y les basta. Ten en cuenta que nuestra primera unión fue hace ciento veintiséis años, y desde entonces, nunca nos separamos ni necesitamos un erotic. Nuestros hijos son más modernos, nos vemos con el hológrafo, pero están lejos, podríamos haberlo usado contigo, pero queríamos darnos el gusto de tratarte en persona, eso es bastante antiguo ¿verdad?

  • Sera antiguo, pero para mí también es un gusto saber que algo de lo que se ve en ese mundo virtual también existe en el nuestro, y por mucho más tiempo.

  • Bueno, eso pasa porque aquí no le tememos a la muerte, vivimos hasta que queremos, y no tenemos el sentido de propiedad que tienen allí, estamos porque queremos y ya somos pocos. Pero vamos a lo que nos interesa. A ti te interesa buscar argumentos para defender la continuidad de tu estudio en DIOS, te vamos a ayudar, pero si llegan a dar por finalizado ese estudio, te queríamos ofrecer la dirección del registro histórico, es un puesto burocrático, tienes que controlar que todo ande bien, pero los datos entran solos al ordenador y este los entrecruza y los almacena como vienen. Los historiadores, que los hay, solamente pueden tomar los datos sin ningún análisis. Las opiniones van por cuenta de ellos, generalmente los usan para crear relatos de ficción.

  • Uf…si fuera por relatos de ficción, si se metieran en alguna página virtual, de ese nuevo mundo, tendrían argumentos de sobra.

  • ¿Pudiste meterte en alguna?

  • Sí, no es difícil, claro que nada más las reviso, pero no toco nada, están bastante avanzados en eso, pero se saturan mucho con tonterías.

  • Entonces tienes un enlace con ellos, hasta puedes indagar porque son tan destructivos.

  • Materia de estudio; parece que tienen lo peor de nuestros genes

  • O en mundo así y todos juntos, aflora lo que somos. Fíjate si puedes averiguar algo, quizá todavía sirva para terminar de conocernos. – después de un rato más de conversación, quedamos en que me podían guiar, para encontrar los sucesos donde más podrían estar latentes los argumentos para defender la continuidad de la investigación.

En el viaje de vuelta mientras me dejaba guiar por el deslizador, venía pensando en la curiosa pareja que formaban los Villar. Por lo que sabía debían tener cerca de los 150 años y siempre juntos, se notaba que hacía tiempo que no acudían a rejuveneciendo, quizá ya estaban pensando en fenecer, y querían irse juntos cómo habían vivido. Podría ser la causa que me ofrecieran la continuidad en su área si decidían terminar con mi investigación.

Norma me dio una buena pista, quizá consiga hallar mejores razones en los correos de los ocupantes por así llamarlos, que buceando la historia de nuestro planeta. Me desconcertaba un poco cómo me observaba, me había hecho notar el parecido que teníamos. Era cierto, salvando las distancias de los más de cien años, teníamos un aire.

Por lo que pude suponer, las grandes ayudas que nos deparó el estudio fueron varias, desde terminar con el hambre, con la sencilla solución de que la comida se preparara en forma industrial, no se desaprovechaba nada, nos ahorrábamos tiempo, y los sabores los elegimos por catálogo y siempre viene lo que pedimos, claro que nos quedamos sin la sorpresa de probar algo cómo lo que cocinó Simón.

Observándolos, nos dimos cuenta la inutilidad de las guerras. El engorro de pretender tener sexo con otra persona, y la estupidez de llegar a matar por eso, aunque allí ahora inventaron aparatos para arreglarse solas, por lo menos el género femenino.

A lo mejor, también pasamos por eso, cuando las mujeres tenían los bebes en sus vientres, y necesitaban la ayuda de un hombre para procrear. Eso es lo que tengo que averiguar. Cuando descubrimos el sistema de las incubadoras placentarias, y tanto los óvulos cómo los espermatozoides están a disposición de cualquiera; se terminó la dependencia, eliges los genes que te interesan, pones la parte que falta, y tienes una niña o un niño a tu gusto.

¡Sí! Creo que nos enseñaron mucho, y voy a tratar de demostrar que nos pueden enseñar más, aunque sea por lo negativo.

Llegue a mi departamento casi era de noche. Me senté al ordenador y busqué un correo para indagar en las costumbres de esos sujetos. Podía meterme en sitios de noticias, páginas de divertimentos, pero ahí solo podía encontrar lo de siempre; lo individual sobre lo colectivo. Quien quiere tener más de lo que necesita, a costa del que va a tener menos.

¡No! eso no me interesaba. Quería entender porque eran así individualmente, hasta lograr un todo tan desastroso. Encontré dos constantes, dinero y sexo, y los dos lo usaban de mala manera. El dinero no los hacía más felices ya que siempre querían más, eso sí, por tenerlo hacían infelices a otros; y el sexo, se necesitaban y no se conformaban con una pareja (que no tendría nada de malo) querían adueñarse de la propiedad y voluntad de su pareja.

Llenos de prejuicios, se andaban fijando quien andaba con una o con otro cómo si tuviera importancia, pareciera que les gustaba ser dependientes. Claro, no tenían un erotic cómo Nine, cómo le llamaba cariñosamente al mío. Nine era una de las muñecas más modernas, la compré en versión femenina, pero con los accesorios cubría todos los roles. Falos de diferente medida, una lengua para un oral que era un escándalo. Sobre todo, una vez que la programaba para darme un tipo de satisfacción, no fallaba nunca; orgasmo asegurado.

Cierto que había excepciones cómo los Villar que habían pasado una eternidad juntos, teniendo sexo artesanal, una rareza de las que quedaban pocas

En los días siguientes, desde mi casa seguía con la investigación, pero ya no tanto en general, sino en casos particulares para buscar una constante. En vista que eran virtuales, quería averiguar si por la forma que tenían de vivir y de morir ¿tendrían sentimientos? Se me ocurrió cómo una estrategia para defender el proyecto. No es lo mismo borrar el dibujo de una cara, si sabes que la cara está sintiendo que la borras.

Volví a comunicarme con los Villar. Generalmente me sentía mejor con Norma, pero siempre la idea la refrendaba Simón. Nos citamos en uno de los comedores, no es lo que más le gustaba a ella, pero no le hacía ascos

  • Norma, dime ¿podría ser que los personajes de ese estudio pudieran sentir? – lo pensó

  • Pues pienso que podía ser, viendo con que entusiasmo se matan, te diría que sienten por lo menos ganas de matar.

  • Bueno, tampoco todo es así, si lo miramos desde la realidad del ordenador, pareciera que todos se dedican a eso, pero si los estudias con profundidad, hay bastantes que justamente procuran pacificar, lo que pasa son las cuentas pendientes. Y la historia se las recuerda. Los primeros que implantamos sabían que eran un proyecto del DIOS, y fueron cómo conquistadores; cada raza en diferente sitio lo contó a su manera. por eso con el tiempo los descendientes en vez de un superordenador lo tomaron cómo una deidad

  • ¿Y tú piensas que ahora se están civilizando?

  • Yo pienso que sí, en algunos sitios veo más solidaridad.

  • Si puedes demostrar eso, es probable que no lo eliminen, trata de demostrarlo – me volví esperanzada, si a Norma el argumento le pareció bueno, es factible que lo tomen en cuenta. Ella era una de las que votaba.

Esa noche estaba contenta, nos juntamos con unas amigas y amigos, éramos siete en total, todos trabajábamos en proyecciones futuras, tratando de que para cualquier cosa que llegara, tener el remedio antes de necesitarlo, no hablamos mucho de eso. Éramos jóvenes, y la conversación fue para el lado del sexo.

Cada uno teníamos una erotic a medida. la mía en versión femenina, de una forma muy flexible, otros iban a su gusto, pero la charla versaba en los accesorios y los distintos usos que le dábamos y cómo los programábamos. Después de reírnos y contar las virtudes, nos despedimos prometiendo hacer uso de lo que habíamos aprendido.

Apenas llegué a casa le di una mirada al ordenador, enganché una página dónde una pareja estaba teniendo sexo como en la antigüedad, me quedé un rato mirando, que desgaste de energía. Luego dos mujeres haciendo sexo oral, no estaba mal, pero en todo el rato que estuve mirando, más parecía una actuación a que realmente lo estuvieran disfrutando.

Actuación o no, me excité, hacía cómo tres días que no tenía sexo, programé a Nine, quería sexo oral cómo había visto en el video. Nine nunca falla, me provocó un orgasmo cómo sabía hacerlo ella, después mientras me limpiaba, me acariciaba la vulva hasta que me quedaba dormida; los sensores avisaban cuando tenía que parar.

Los días siguientes, los pasé entre el estudio de ese mundo que procuraba evitar que desapareciera, y las conversaciones con Norma sobre la historia de nuestro planeta. Me gustaba hablar con ella, siempre iba más allá del tema y se interesaba por mi persona

Le conté que me estaba metiendo en las páginas de usos y costumbres entre parejas, no le interesó tanto, cuando le detallé lo que había visto lo tomo como algo natural. Norma me aconsejó contactarme con alguno de esos sujetos, quizá así podía entender cuál era su forma de sentir.

Tenía opción de trabajar desde casa, cosa que hacía seguido; otras veces me hacía presente para buscar apoyo a mis ideas en otros departamentos. A la hora de decidir si se daba fin a la investigación, votaban los beneméritos. Los Villar pertenecían a ese grupo.

Luego de hacer un poco de ejercicio, al volver a casa me sumergía en el ordenador buscando conocer un poco más de esos personajes. Tenían sitios dónde me podía meter libremente, pasaba como oriundo de ese planeta. De tanto buscar la forma, llegué a fabricarme una entidad. Algo que después de conseguirlo comprobé que no era nada difícil.

Iba sembrando cosas sueltas, hasta saber cómo era la manera de hacer conexión con alguien, mostrando un poco de coherencia.

Y el día llegó y no sé por qué. Mi correo tenía un mensaje, “quién eres, me gustaría saber de ti, no pareces de por aquí cerca” – era la primera vez que me contactaban

  • No sé de dónde eres tú, pero no tiene importancia, ¿que eres?

  • ¿Qué soy? ¿qué te gustaría que fuera? Se me hace que eres una chica con miedo al acoso

  • La verdad soy una chica, pero miedo al acoso, no sé porque tendría, ¿tú sí le tienes miedo?

  • Un poco, si viera cómo eres, sería más fácil

  • No tengo problema en mostrarme, siempre y cuando tu hagas lo mismo

  • Mi ordenador no tiene cámara, sino te mostraría

  • Que pena, el mío tampoco

  • Eres una mentirosa, tienes webcam y no quieres que sepa cómo eres.

  • Tengo eso que dices, pero tú también lo debes de tener, hagamos una cosa, yo te muestro una imagen, y tú me muestras otra, si estamos de acuerdo, hablamos en directo

  • ¿Una videoconferencia?

  • Si se llama así lo que te dije, así será – le mandé una imagen mía, así como estaba

  • ¿Eres tú? Te ves muy linda

  • Si soy yo, ¿para qué te iba a mandar la imagen de otra? Falta que me correspondas

  • No sé si te guste, a lo mejor te resulto fea

  • ¿Y qué importancia tiene si eres linda o fea? Podemos conversar lo mismo, tú me dices algo de ti, yo te digo algo de mí, ¿o no quieres que sepa que eres? Si eres un chico tanto da.

  • Oye, no eres muy simpática; soy una chica y ahí te va la foto – recibí la imagen y no sé porque me podía parecer fea, tenía una cara muy bonita, pero a lo mejor para el sentido de la belleza en su mundo no lo era.

  • Por lo que se ve, a mí me gustas, ¿qué es lo que tienes feo, a ver? Pon la webcam y muéstrate de cuerpo entero.

  • Qué quieres ¿qué te baile para ti? Eres muy pretenciosa.

  • Ay mujer, qué tiene, te muestro yo que no es secreto, si no te gusto no me importa – me paré y le di una visión de cómo era, me di la vuelta para mostrarme por todos lados.

  • Tengo que reconocer que estas muy bien, por eso te tienes tanta confianza. Ahí voy yo, y si no te gusta tampoco me importa – apareció en la pantalla una rubia con un cuerpo muy bien proporcionado, se giró, y no le faltaba ni le sobraba nada, todo en su lugar

  • Oye ¿qué es lo que me podía parecer feo? Yo veo todo en su sitio. La carita bien bonita, las tetas cómo me gustan, ni chicas ni exageradas, y un culito que se hace notar por lo lindo

  • Eh, eh, te pasas, ¿se supone que es un halago? Eres una caradura

  • No tengo porque halagarte, te lo dije porque dijiste que eras fea, a lo mejor desnuda tienes algún defecto, pero igual no me importa.

  • Oye ¿pero de dónde eres? Lo único que falta que me tenga que desnudar para que me revises a ver si te gusto.

  • ¿Qué importancia tiene si me gustas o no me gustas? Fuiste tú la que insinuaste que eras fea, y después de todo, aunque te desnudes no se va a terminar el mundo.

  • ¿Y porque no te desnudas tú que tampoco se va a terminar el mundo?

  • Bueno ¿sí quieres? me saqué la ropa y me di dos vueltas para que viera bien – se quedó pasmada.

  • Pero eres una desvergonzada, no me conoces, no sabes quién soy, y te pones en pelota cómo si nada, ¿no trabajaras de puta?

  • Puta, ¿putas son las que tienen sexo por dinero?

  • ¡Sí! esas son putas ¿pero tú dónde vives, en el Tíbet que no sabes eso?

  • No vivo en el Tíbet ni sé dónde queda ¿Y a ti que te importa dónde vivo, acaso te pregunto dónde vives tú? Ah, y no trabajo de puta ¿por qué me preguntaste?

  • Es que te desnudaste con un desparpajo, que era para pensarlo

  • ¡Pero si tú me dijiste que me desnudara! me querías conocer y ya me conoces

  • Qué a ti cualquiera que te pide que te desnudes, tú te desnudas

  • ¿Y quién va a querer que me desnude? Eres medio rarita, debes tener algún defecto, pero no sé porque lo ocultas, tampoco es que tengas que ser perfecta, yo también debo tener algún granito o algo.

  • No tengo ningún defecto, y si lo dices para que me desnude vas arreglada, por ahí no entro

  • Bueno mujer, haz lo que quieras, pero yo me tengo que ir a dormir, que mañana trabajo.

  • Eh, espera, espera, ¿te vas a conectar otra vez?

  • Si quieres sí, si te parece mañana dime la hora.

  • A la hora que quieras, yo siempre estoy aquí – corté la comunicación

Podía haberme quedado más, pero quería pensar en las rarezas de esa chica, aunque para ella, las rarezas quizá fueran las mías. Creo que eso de desnudarme estuvo mal, aunque también ellas se desnudan a cada rato, pero casi siempre emparentadas con el sexo. Si mañana hablo, trataré de sonsacarle un poco más. parece agradable, rara pero agradable.

Al otro día tenía que hacer unos trámites en el departamento. Me encontré con Norma, le conté la conexión con esa chica y que seguramente iba a volver a conectarme, me felicitó por conseguir por primera vez tender un puente con un mundo tan inmaterial.

Pasé a buscar las viandas para todo el día y procuraría conectarme otra vez, a la tarde hice la prueba y estaba en línea, me contestó enseguida.

  • Hola, pensé que no querías hablar más conmigo, cómo cortaste tan así.

  • Es que de verdad hoy tenía que hacer, también quería pensar un poco en ti; eres tan rara.

  • Rara yo, ¿qué me viste de rara?

  • Cada cual es cómo es, pero eso de querer verme desnuda, y no querer que te viera, es raro. Después que todo el día estés con el ordenador también lo es, ¿vives sola? ¿No sales?

  • Sí, vivo sola y no salgo, si te molesta no te conectes más – se había molestado

  • Eso ya lo sé, pero no me molesta, no veo porque te pones así.

  • Bueno, yo soy así, creo que empezamos mal, ni sabemos nuestros nombres y ya estamos peleando.

  • Yo no me quiero pelear contigo. Mira, empecemos bien, me llamó Minerva ¿y tú?

  • Dafne, un nombre raro para una chica rara

  • A lo mejor eres rara para mí, porque no conozco las costumbres del sitio donde vives

  • Soy rara en el sitio donde vivo, hablando contigo soy menos rara.

  • Si te das cuenta que eres rara puedes dejar de serlo, está en ti conseguirlo.

  • No es fácil, odio este mundo de mierda, quisiera estar en otra parte

  • Es el que te tocó, te vas a tener que adaptar a él.

  • Nunca me voy a adaptar, estoy enferma en un mundo enfermo, no sé quién va a terminar primero. – eso me hizo estremecer; ella no sabía lo cerca que podía estar el fin de su mundo

  • Eres muy trágica, ¿tan grave es tu enfermedad? No te veo cómo para morirte.

  • No es para morirme, ¿tú nunca te sentiste que estás en el sitio que no quieres estar, con gente con la que no quieres estar? Bueno, eso es lo que siento yo.

  • Y cambia de lugar, cambia de gente. No creo que te de mucho trabajo hacerte de amigas

  • Sí que me da trabajo, más bien te diría que no puedo, te dije que estoy enferma.

  • Y que pasa ¿no se quieren acercar a ti?

  • Yo no quiero que se acerque nadie, no los soporto, me parecen estúpidos

  • Me parece que le echas la culpa a los demás y a lo mejor eres tú

  • Ay…que inteligente, ¿será por eso que te pusieron Minerva? ¡Claro que soy yo! esa es mi enfermedad, la llaman asperger, es una especie de autismo, no soporto a las personas bobas

  • Tú tampoco te creas que eras fácil de soportar, los demás siempre tienen que hacer las cosas primero, y después tú si te parece, quieres que se te muestren desnudas, y tú no quieres desnudarte. – se puso colorada

  • Yo no te pedí que te desnudaras, lo hiciste porque se te dio la gana, y no siempre tienen que hacer las cosas primero, hoy quise conectarme contigo y no me dio señal, parecía que no existía esa dirección.

  • Es que estaba desconectada, no importa. Pero dime, si estás siempre sola, ¿cómo vives?

  • Hago programas en el ordenador, hice algunas aplicaciones que me dan buen dinero, y con dinero todo es fácil, me traen la comida a casa, cuando quiero comprar algo lo compro por la web, y a cada tanto llamo para que me hagan una limpieza general.

  • Pero siempre sola, ¿y para el sexo que usas?

  • Y a ti que te importa, que te tienes que meter.

  • Yo no me meto, te pregunto, ¡ya se! eres frígida, por eso tampoco quieres que te vean desnuda

  • No soy frígida, pero tampoco soy una desvergonzada que se desnuda en cualquier lado

  • O sea, te gusta ver pero que no te vean, debes de tener algo malo en la piel ¿te da vergüenza?

  • No tengo nada malo, pero tengo la suficiente vergüenza para no andar mostrando el culo.

  • Bueno, no lo muestres, pero me podías decir cómo te arreglas con el sexo.

  • ¿Pero para qué quieres saber? Son cosas mías – se le notaba cómo avergonzada, un estado de ánimo que solo conocía por referencias.

  • Es que quizá tienes algún modo que sea más placentero, nunca se termina de aprender

  • Si es por eso, también podía aprender yo de ti, ¿me dirías cómo haces?

  • Claro, yo tengo a Nine, vieras lo bien que me hace pasar, es de lo más completa.

  • Nine, ¿qué es, tu novia o novio?

  • ¿De qué me hablas? Es con la que tengo sexo. La compré en versión femenina, pero con los accesorios, me cubre todos los gustos.

  • ¿Cómo qué te compraste? ¿qué es una esclava o una muñeca?

  • Ustedes le dirán muñeca, es para tener sexo.

  • Me dices ustedes, como si fueras de otro mundo. Dónde vives que no sabes lo que es una muñeca – ahí me di cuenta que iba a tener que cuidarme al hablar

  • Es que vulgarmente, aquí le llamamos erotic, hay para todos los gustos, hasta personalizados. Mira te la voy a mostrar – mi erotic era muy linda y muy completa, se la mostré – Ves, me gustó con esta cara, si te hubiera conocido antes, le hacía poner la tuya.

  • ¿Por qué no te vas a la mierda? Lo único que faltaba es que me quisieras follar.

  • ¿A ti? No mujer, eres tan complicada, teniéndola a Nine, contigo ni loca – se puso furiosa.

  • ¿Así que prefieres una muñeca rasposa antes que a mí? Pues mira, a ver si tu muñeca esta mejor que yo – se desnudó y dio unas vueltas mostrándose toda, tenía que reconocer que estaba muy pero que muy bien – ¿Y qué! ¿tu muñeca está mejor? te quedas con ella ¿verdad?

  • Tengo que admitir que estás mejor, pero me quedo con Nine, me hace lo que quiero, y no es complicada. Contigo ni siquiera sé cómo tienes sexo.

  • Pues entonces vete a masturbarte con tu Nine – cortó el enlace. No la entiendo, no se quería desnudar y de golpe se desnudó. Se ofende si quisiera tener sexo con ella, y se ofende si le digo que prefiero tenerlo con Nine. Cada vez entiendo mejor porque se la pasan guerreando.

Me quedé pensando en lo bonita que es. No sé porque no quería que la viera ¿cómo sería tener sexo con ella? no sé cómo sería, pero de pensarlo me estaba excitando. Uf…estaba siendo injusta con Nine, seguro que mejor que ella no era. La programé para que las secuencias fueran, oral: penetración: oral, me gustaba quedarme dormida así.

Al otro día me quise comunicar y no pude. Quedó enfadada y no quería contestar, por dos días más insistí, y tampoco me dio línea. Una pena, me gustaba hablar con ella, aparte que era una forma de buscar otras razones en la defensa del proyecto, pero si no quería no iba a insistir, estuve dos días sin llamar. Le conté a Norma y le dio la risa.

  • También tú la menospreciaste mal, cómo vas a compararla con una muñeca, y para peor le dices que te quedas con la muñeca.

  • Pero si ella protestaba por si me la quería follar. Yo ni pensaba en eso, mira que la voy a comparar, con lo bien que la paso con Nine.

  • Minerva, antes de estar en Registro, yo también estuve en ese proyecto y pude darme cuenta que el ego de ellos es mucho más fuerte que el nuestro, les gusta ser motivo de deseo, aunque no lo lleven a cabo, le bajaste la moral.

  • No se lo dije para hacerla sentir mal. pero una vez probé con una chica, y la verdad, nos cansamos y no le encontramos el gusto.

  • Si lo hicieras con amor se lo ibas a encontrar. Nosotros hace una eternidad que lo estamos haciendo, no con la misma intensidad, pero con el mismo cariño, tienes que sentirlo en tu cerebro al mismo tiempo que en tu vagina, eso es amor.

Me volví pensando en eso del amor, sea cómo sea no hay forma de que podamos hacer algo, tampoco lo puedo buscar, pero me hacía pensar que si pudiera, con Dafne volvería a probar ese tipo de sexo.

Llegué a casa, cené, y le quise dar una ojeada al ordenador. Me sorprendió encontrar un mensaje de Dafne “Si me quieres llamar hoy estoy en casa” me había dicho que estaba siempre, y ahora qué; llamé

  • Hola ¿cómo te va, volviste? – tardó unos segundos en contestar

  • No fui a ninguna parte, solamente no quería que el tiempo que pudieras pasar con Nine lo perdieras conmigo

  • Siempre hay tiempo para todo. Te enfadaste por lo que te dije, no quise ofenderte, tu eres mucho más importante que una erotic, pero estábamos hablando de sexo y tenerlo contigo es imposible, Nine está aquí y con ella me alivio, tú ni siquiera me dices cómo lo haces.

  • Pero ¿te parece que son preguntas para hacerle a alguien que no conoces?

  • Que tiene de malo, los que conozco ya sé cómo lo hacen, le pregunto a los que no sé.

  • ¿Entonces le preguntas a todo el mundo?

  • Y claro, que te crees que soy una maleducada, se quedó un instante cómo si no entendiera

  • Quizá ahora soy yo la que tendría que preguntarte en qué mundo vives tú que se ocupan de cómo es la vida sexual de tus vecinos – me di cuenta que me había equivocado

  • No es a todo el que conozco, pero cuando alguien me interesa, le pregunto y me pregunta, siempre te puedes enterar de otras formas de darte placer.

  • Y esa Nine que pasa ¿no es la que te puede hacer de todo?

  • Sí, pero la tengo que programar para que haga lo que quiero. Por eso te preguntaba si tenías algo especial que me enseñaras. Ahí en el país dónde vives quizá tengan otras habilidades.

  • Más que país pareciera otro mundo, el sexo ahí parece que es cómo comer

  • No, comer comemos más seguido – eso del otro mundo me inquietó

  • Ah, me tranquilizas por si voy por allí. Pero bueno, si para ti es tan natural, también lo puede ser para mí, sobre todo si hay un ordenador en el medio ¿qué quieres saber?

  • Quería saber cómo te arreglas para tener un orgasmo, pero si no me quieres contar es igual, a lo mejor no tienes un erotic pero tienes algo mejor.

  • No sé cómo te anda tu erotic pero yo tengo un succionador de clítoris que anda muy bien, mira cómo es – me mostró un aparatito que mucho no podía dar de sí

  • ¿Con eso te contentas? Porque no me muestras cómo lo usas

  • ¡Pero! Pero tú estás loca, ¿ahora qué quieres? que me masturbe para que tú me veas

  • Lo que quiero ver es cómo anda el aparatito y el efecto que te hace, si anda bien para llevarlo de viaje es especial.

  • Eres tan loca que ya ni me puedo enfadar

  • Entonces ¿me vas a mostrar cómo lo usas?

  • ¡No! ¿me vas a mostrar cómo usas a tu Nine?

  • Bueno, pero espera, tengo que llevar la cámara a la habitación, espera un poco.

  • ¡No, no! no me muestres nada; ya me imagino, no hace falta que me muestres

  • Quien te entiende, me había agarrado las ganas, podías ver que bien anda mi Nine

  • Déjalo para otro día, ya me mostraras, que te parece si vamos a dormir

  • No te abras enfadado otra vez.

  • No, de verdad, llámame mañana si puedes, hasta mañana un beso – y cortó.

Me quedé meditando, creo que tengo que tener más cuidado. No entiendo porque se incomoda cuando le hablo de sexo; es algo que también lo disfrutan en cantidad. Por algunos videos que pillo cuando me meto, no le hacen asco a nada. Quizá eso sea parte de su enfermedad, que tenga problemas con el sexo. Pero si tiene ese aparatito para producirse orgasmos, será porque le gusta. En fin, voy a seguir averiguando hasta dónde llega.

Me gustó verla desnuda, es hermosa, tiene todo lo que tiene que tener y en su sitio, me excitó, me gustaría que Nine fuera así. No importa, le dije que me provocó ganas, y es cierto, y para eso mejor que Nine nada, la programé a mi gusto, y me dormí después de tener un hermoso orgasmo pensando en Dafne.

Pasaron los días. Yo ocupada buscando todo lo bueno que podía poner cómo argumento en que valía la pena seguir con el estudio. Todas las noches me comunicaba y pasaba un buen rato conversando cuidando de no ponerme en evidencia. El entrar en otras páginas, me ayudaba a entender de que se podía hablar, de acuerdo al conocimiento de la persona. Había ciertas cosas que les daba vergüenza decirlas, aunque todos supieran que eran así.

Trataba de no hablar de sexo, hasta que una noche me sorprendió

  • ¿Y qué tal te va con tu Nine? Seguro que tienes orgasmos fabulosos con la maquina esa

  • No sé a qué le llamas fabulosos, son orgasmos cómo a mí me gustan, ¿y tú con tu piturrito?

  • Yo también me provoco orgasmos cómo los que me gustan, pero lo hago yo, no me hago follar a máquina.

  • Porque no tienes a Nine, si la tuvieras verías cómo disfrutabas más descansadas.

  • Tendría que verte a ti, a ver que descansada que quedas – seguro que si le decía que le mostraba me decía que no.

  • Yo te mostraría, pero si te digo me vas a decir que soy esto o soy aquello, a mí también me gustaría ver cómo te arreglas, pero tu solo quieres ver, mostrar para nada.

  • No tengo tanta facilidad cómo tú para mostrar ciertas cosas íntimas.

  • Pero si el fin siempre es el mismo, ¿tienes miedo que te copien?

  • Qué me van a copiar, ¿qué te crees qué inventé el polvo? – la primera vez que hablaba así

  • Pues pareciera, eres tan misteriosa.

  • No soy misteriosa, tengo vergüenza no cómo tú

  • ¿Vergüenza? Si supiera a que le tengo que tener quizá también la tendría, pero no hago nada raro, ni siquiera lo hago con nadie, entonces porque voy a tenerla.

  • Saben lo que haces a solas. Lo haces así porque no tienes con quien hacerlo

  • Tampoco busco, ya probé una vez con una chica y no nos gustó, y con un chico tampoco valió la pena. No pienso repetir otra vez.

  • Después dices que la rara soy yo, te gusta hacerlo más con una muñeca que con una persona

  • Y tú que dices si lo haces con un aparatito, ni muñeca siquiera.

  • Yo porque tengo problemas para comunicarme con las personas

  • No te veo que tengas tanto problema para comunicarte conmigo

  • Contigo es diferente, estás lejos, yo que sé. ¿De verdad me dejarías ver cómo lo haces con Nine? – no sé porque, pero se puso toda colorada

  • ¿Y tú me dejarías ver cómo lo haces con el aparatito? No es justo que siempre tenga que ser yo la que se muestra primero – se quedó pensando con expresión apenada

  • Sí, ya sé que tienes razón, pero me da vergüenza, no seas mala, si me ánimo te muestro.

  • Bueno te voy a mostrar, pero me la debes. Voy a pasar el ordenador a la habitación, creo que lo voy a dejar allí porque me vas a seguir pidiendo cosas – lo puse sobre una mesita desde dónde podía enfocar toda la estancia y podía verla yo también – mira, la voy a programar para un oral, te explico para que sepas, cuando la programo así, me lleva hasta el orgasmo usando solo lo que vendría a ser la parte de la lengua – la notaba expectante

  • Ya sé lo que es un oral, hazlo de una buena vez, a ver qué tan buena es tu Nine

  • Uf…que apurada, espera que me desnudo – me desnudé y me acosté en la cama, me abrí de piernas y la puse en posición a una potencia baja. No quería que terminara enseguida, para que pudiera ver lo bien como cumplía su función. Apenas la prendí, los sensores la guiaron hasta mi vagina. no sé porque, estaba un poco nerviosa, eso no lo notaba Nine. La lengua podía ser del tamaño que quisiera; casi siempre usaba el natural. La pasaba por todo el recorrido de la vulva, cuando llegaba al clítoris lo rodeaba, cambiaba la intensidad cómo a mí me gustaba. En ese momento lo que me estaba gustando era verle la cara a Dafne, estaba cómo poseída mirando. Me giré un poco para que pudiera ver mejor, se mordía el labio mientras se acariciaba el cuerpo.

  • Dafne, ¿por qué no te desnudas así te acaricias mejor? Total, ya te vi antes

  • Sí, tienes razón, ya me viste, espera mientras me desnudo – se desnudó rápidamente - sigue

Volví a darle marcha a Nine, ahora estaba más pendiente de mirarla a Dafne que de lo que me hacían a mí, no sé porque sentía tal calentura. Es que estaba divina. Una cara de lujuria cómo no se ve en mi mundo, los ojos bien abiertos, un hilo de saliva le corría por la comisura de los labios, se apretó un seno y fue corriendo la mano hasta llevarla a su vulva, gimió y levanto la vista hasta mirar mi cara.

Yo también estaba embobada, en ese momento le cambiaría a Nine por su mano, nunca en mi vida me había calentado tanto. El orgasmo me llegaba y me asusté, me acordé de lo que me había dicho Norma. El orgasmo nace en el cerebro si es amor. En ese momento viéndola a Dafne pasarse el aparatito con una mano, mientras que con la otra se penetraba en un saca y pon apasionado, mi cerebro parece que se llenó de orgasmos y me corrí cómo nunca

  • Creo que voy a programar de vuelta a Nine, tengo ganas de más. – en ese instante escucho un gemido que le sale de tan adentro, y veo las acometidas que le produce en su cuerpo la intensidad del orgasmo. Se queda acostada jadeando mientras me mira intensamente

  • Dafne, te ves divina cuando te corres, casi me haces tener dos orgasmos, si hubiese estado yo pasándote el succionador, creo que de verte me hubiese corrido las dos veces.

  • Si hubiese estado yo en vez de Nine, seguro que dos veces nos corríamos las dos. Creo que hablé de más – me miró seria mientras se mordía los labios

  • ¿Por qué? Yo nunca me corrí dos veces, pero tampoco me excité tanto cómo hoy

  • No todos los días una puede hacer estas cosas

  • Pues yo, aunque sea así lo haría todos los días, y con correrme una vez me conformo

  • ¿Te parece qué está bien?

  • A mí sí, pero si lo podemos hacer mejor, por mí encantada – fue perdiendo la seriedad y una sonrisa embelleció su cara.

  • Eres un caso, pero a lo mejor tienes razón. Es la primera vez que puedo gozar con otra persona y goce cómo nunca. Me parece que lo vamos a poder hacer otras veces, si quieres.

  • Mira que pregunta, claro que quiero, pero de verdad, me gustaría estar contigo.

  • No importa que no me digas de dónde eres, eso no quita que alguna vez nos encontremos

  • Quizá, si tiene que ser, será, y ahora si tenemos que dormir, dormiremos

  • Uhm…a veces me olvido que tienes que trabajar, no te olvides que mañana tenemos una cita. Hasta mañana y que sueñes conmigo, y no te olvides que fuiste mi primera.

  • No me voy a olvidar, y vas a ver que no vas a necesitar segunda, duerme bien.

Fui a lavarme un poco, hoy la corrida fue brutal. Me acosté y me dormí pensando en ella.

La siguiente mañana estuve analizando las costumbres ante ciertas presiones. Cómo hacemos las cosas sin horario disponemos del tiempo a nuestro gusto. A la hora de comer me pasó a ver Norma

  • ¿Quieres venir a comer a casa? creo que lo que tenemos te va a gustar

  • Bueno, si tú lo dices es seguro – no sabía si me iba a gustar, pero tenía ganas de contarle lo que me había pasado la noche anterior. Llegamos, Simón había llegado antes y tenía todo servido. Nos sentamos a comer mientras les comentaba lo mucho que me había gustado.

  • Cómo estudio está muy interesante – me decía Simón – lo que noto, que estás hablando de esa chica no cómo algo virtual, sino cómo algo físico.

  • Sí claro, es que me es muy difícil hablarlo en sentido abstracto; conversa cómo nosotros, razona cómo nosotros, un poco más encasillada, pero es difícil pensar que no existe.

  • Lo que me extraña – intervino Norma – es la semejanza en el lenguaje, en que saltando las distancias, encuentren tan rápido la afinidad, pareciera un invento de tu ordenador a tu gusto.

  • No creo que pueda, pero si es un invento, es un buen invento – seguimos hablando hasta la hora de irme, cuando me marchaba, Norma salió conmigo.

  • Minerva, ten cuidado porque te veo muy entusiasmada, si fuera con alguien real, te felicitaría, pero en este caso, mejor que no te enamores de una ilusión porque te frustrarías. Se me había pasado la tarde. Me gustaba conversar con los Villar, pero hoy se dedicaron a sembrar interrogantes, y eso de enamorarme, ¿qué es eso? Lo tienen cómo una fijación. Llegué y me di una ducha, quería estar preparada para lo que fuera, era un poco impredecible preparé a Nine y prendí el ordenador. Enseguida ligamos

  • Te estaba esperando, ¿cómo pasaste el día? – estaba con una bata cortita divina

  • Bien, pensando en ti.

  • ¿Pensando bien o mal?

  • Pensaba que ibas a aparecer con una bata cortita divina, para hacerme desear sacártela, porque tú eres así, te gusta hacerte desear

  • No me digas que ya estás pensando en sexo ¿solamente eso tienes en la cabeza?

  • ¿Pero no quedamos de repetir lo de ayer?

  • Quedamos en una cita, ¿todas tus citas tienen que ser para tener sexo?

  • Bueno, si podemos porque no, que quieres hacer entonces.

  • Podemos hablar; decirme que música te gusta; los libros que leíste; tantas cosas

  • Es que aquí la música es autóctona, seguro no la conoces, y los libros son todos de mi profesión. – a ver que me preguntaba

  • Y cuál es tu profesión, ¿me lo puedes decir? – que le podía decir que no estuviese enterada

  • Sabes que la vida nació en el mar, venimos de los peces. Me dedico a estudiar el pensamiento fundacional de los peces, porque nos crearon.

  • Ah, que interesante, no lees de otra cosa, ¿de sexo no leíste nada? Porque sabes bastante

  • Pero eso viene con el paquete cuando nacemos, es instintivo ¿quién no sabe eso?

  • Bueno, pero tú con tu estudio, abras aprendido a tener sexo abajo del agua

  • Abajo del agua no, pero si quieres lo hacemos en la bañera, ¿llevo la cámara allí?

  • No, me tendría que dar cuenta que ibas a salir con algo así.

  • Bueno mujer, yo solamente quería darte un gusto, pero si no quieres, propón algo

  • Te había dicho conversar de nosotras, de lo que te gusta y eso

  • Y sí, te vestiste para lo que me gusta, ¿y si seguimos con eso?

  • Tienes una mente sucia en un cuerpo precioso, unos ojos hermosos y un coño en la cabeza

  • Tú también, tienes un cuerpo precioso, unos ojos divinos, y si pudiera y me dejaras, tendrías una cabeza en el coño.

  • Pero que guarra que eres, solamente piensas en eso, creo que va a ser mejor irme a dormir

  • Que pena, bueno, gracias que tengo a Nine, ella nunca me falla

  • Qué, ¿te vas a cascar con tu muñequita hoy también?

  • Claro, te la pasaste hablando tanto de sexo que me vinieron las ganas

  • Ah…la culpa es mía. ¿Y qué vas a hacer? ¿me dejas ver?

  • ¡No! a ti no te interesa el sexo

  • Yo no dije que no me interesara, pero no soy una enferma cómo tú

  • Entonces no mires a una enferma, cuídate, hasta mañana.

  • ¡Para, para! anda muéstrame que quería ver bien cómo se mueve tu muñeca

  • Te muestro si me muestras cómo hay que mover tu aparatito

  • Eres una aprovechada, pero bueno, tengo curiosidad, ¿vamos en la cama?

  • Y sí, abajo del agua todavía no aprendí – se sacó la bata y no tenía nada debajo. Que cuadro, estaba para un museo, me puse en el borde de la cama apuntando la vagina para la cámara, le pedí que hiciera lo mismo. No sé porque me pareció hermosa, no era muy diferente a la mía, pero me pareció hermosa – bueno, vamos

  • Eh para, tu a mí me ves toda, y yo veo la cabezota de tu muñeca

  • Pero si me dijiste que querías ver cómo se movía Nine

  • Sí, pero en tu coño, y así solamente la veo a ella

  • Bueno, deja que me pongo de costado, un poco va a tapar lo mismo

  • Dijiste que puede tener la lengua más larga, haz que la saque así veo – tenía razón, le di al máximo y parecía una serpiente, ese tamaño la usaba para penetración, pero la programé, para orgasmo clitoriano.

Era un espectáculo, ella era un espectáculo, veía cómo se introducía dos dedos, y cómo los sacaba pringados, con el piturro ese no sé qué hacía, pero daba saltitos descontrolados, era una belleza, hasta la expresión de la cara cambió, se le veía hermosa, se mordía el labio, movía más rápido las manos, de pronto levantó la vista y me miró a los ojos, parecía que iba a llorar, gimió – me voy… me voy…córrete conmigo, anda córrete conmigo ayyy me corro ahhh, y se corrió. No sé si fue por contagio al verla, pero no aguanté más, los sensores de Nine se deben de haber llenado con un orgasmo para el recuerdo.

Quedamos las dos jadeando. No sé porque me daba ganas de estar a su lado, era raro, ¿para qué? Ya me había corrido. Con Nine ya me estaría durmiendo, y ahora tenía ganas de hablar. - Te gustó cómo funciona Nine

  • No te creas, yo lo haría mejor, pero tú estás enamorada de tu muñeca.

  • ¿Enamorada? No sé qué es eso, pero Nine está aquí y hasta ahora es lo mejor que tuve

  • Claro, prefieres una maquinita a una mujer de verdad

  • Y tú también prefieres ese cosito que te pasas a una mujer de verdad, ¿qué me críticas?

  • Te dije que no me puedo relacionar con la gente, pero si me enamorara, me entregaría con todo mi ser. No sabes lo que es el amor, solamente te importa el sexo

  • Por lo que vi, a ti tampoco te deja muy indiferente, me gustaría estar a tu lado, pero seguro que terminaríamos discutiendo.

  • Si estuvieras a mi lado, estarías buscando la forma de follar de nuevo.

  • Te dije que nunca tuve dos orgasmos seguidos, ni con Nine. Una vez y me agarra sueño

  • Yo no soy una muñeca, pero no estamos juntas, así que mejor que te duermas – me cortó, ¿se habrá enojado? Me tenía desconcertada, me dio pena cuando dijo de una mujer de verdad. Ya estuve con una mujer de verdad y no me gustó nada, con ella parecía que tenía otra conexión, lástima que no era una mujer de verdad.

Tenía razón que era diferente. Siempre que tenía sexo enseguida me dormía, ahora me quedé pensando, y lo peor con alguien que no existe, no me estaría obsesionando, al fin me dormí.

Pasaron tres días dónde conversamos de todo menos de sexo. Quería que el tema lo sacara ella, si lo hacía yo me iba a empezar a reprochar con que solo pienso en eso.

Le conté a Norma, y me aconsejo que anduviera con cuidado, a ver si me enamoraba de una abstracción, la podía pasar mal. no hice caso, eso del enamoramiento no me cuadraba.

Llegué a casa y la verdad que tenía ganas de algo más que hablar. Prendí el ordenador y estaba en línea, me conecté, me contestó enseguida.

  • Hola, cómo pasaste el día, ¿recién llegas?

  • Cómo siempre, en mi trabajo, y sí, llegué recién

  • Tienes tiempo de hablar conmigo, o hoy te toca ocuparte de tu Nine – me extrañó que sacara el tema.

  • Puedo hablar contigo, y después ocuparme de Nine

  • A qué bien. Y dime, puede hacer algo mejor de lo que vi el otro día.

  • Sí, tengo unos falos que se los coloco y me folla cómo un hombre

  • Supongo que eso no lo vas a querer mostrar, es muy intimo

  • ¿Por qué no te lo voy a mostrar? Es lo más natural, ¿En tú país no lo hacen?

  • Sí claro, pero a lo mejor no quieres que te vea – me contestó azorada

  • Mira, si quieres ver, a mí no me importa, pero porque no me acompañas, me excita verte, no sé porque me corro más rápido. A lo mejor haces algo diferente. – la notaba rara

  • Hoy no tenía ganas, pero a lo mejor viéndote a ti, pueda tener un orgasmo.

  • Entonces vamos las dos juntas, voy a preparar a Nine – le ajusté el falo y la programé para hacerlo estando yo para que me montara de atrás. Bueno estás lista – estaba seria

  • Si, ¿cómo lo vas a hacer? – me preguntó nerviosa

  • De atrás, cómo los animales, ellos son inteligentes, es la forma más cómoda, empieza que la prendo – se apretaba las tetas con rabia, fue bajando las manos, no tenía el aparatito, llegó a su vulva, se la acarició mientras me miraba fijamente.

Puse en marcha a Nine, no andaba con muchas vueltas, se me puso atrás y antes que me terminara de acomodar, me metió el falo hasta el fondo. La velocidad de los movimientos la regulaba con un control, lo puse al medio generalmente a lo último lo apuraba.

Dafne me miraba alucinada, se metía los dedos como si estuviera buscando el orgasmo de su vida. Siempre me excitaba, pero esta vez no. Parecía frenética, se mordía los labios, debía estar llegando al orgasmo, pero nunca la había visto así (la había visto pocas veces, pero así ninguna) le saltaron las lágrimas antes de gritar. Y gritó

  • Para esa muñeca de mierda, no la soporto, no soporto que te esté follando, tenía que ser yo la que estuviera ahí, idiota - Paré a Nine, la verdad me hubiese gustado que fuera ella

  • Dafne, pero dijiste que querías ver cómo hacía ¿qué hice de malo? – se echó a llorar

Sé que me estoy metiendo en un genero que no es el mío. pero la ciencia ficción también me gusta. por favor no me crucifiquen