Amor en familia (1)

Los amores desencontrados de una familia donde todos se aman y encuentran el placer en ellos mismos...

Amor de familia ( Parte 1)

Andrés movió sus caderas más rápido, hundiendo por completo su verga en la concha mojada y caliente de Marta, la criada 42 años.

Era una rutina que él tenía desde hace años, cuando él había descubierto por primera vez el sexo, Marta se acercaba lentamente moviendo sus caderas, desabotonaba su blusa, se acostaba en su cama, con sus piernas abiertas permitiéndole cogerla, siempre estaba a punto con su concha muy mojada.

El hecho que Marta era una mujer madura tanto como para ser su madre no le molestaba, De hecho, a Andrés esto lo ponía muy caliente. Ella podría ser su madre. Él amaba a su madre Nancy deseando cambiar los lugares con Marta.

Andrés, sintió sus pelotas disparar su carga preciosa, a lo largo de su verga como una punzada. Él dio un empujón final de sus caderas y enterró su verga muy profunda en la concha de Marta.

Ella suspiró cuando sintío la caliente leche dentro de ella. Que un joven de 22 años, guapo, con una verga aceptable, como Andrés la cogiera, era un gran premio para Marta.

Principalmente por los seis a ochocientos pesos extra que ella ganaba de él por mes era todo el premio que ella necesitaba.

Andrés sacó su verga, cuidadoso, del interior de la concha de Marta.

Con el rabillo de su ojo, vio una sombra; alguien en su ventana…cuando giro su cabeza hacia la ventana la sombra ya se había ido.

Él caminó entonces, desnudo hacia el baño, y se metió bajo una ducha tibia, mientras se enjabonaba generosamente lavando sus pelotas y verga. Después de que Marta había enderezado su ropa y la cama, ella continúo aseando el cuarto.

Andrés enjabonó y enjabonó su ahora flácida verga, él pensó de nuevo en su madre Nancy. Su bien formado cuerpo y sus pechos gloriosos siempre habían atormentado sus sueños eróticos.

¡El grito de su padre Pablo llamando "Nancy! Silvia!" lo lleva fuera de su ensueño. Silvia, la hermana de 20 años de Andrés también fue regresada a la realidad por la llamada de su padre.

Ella retiró apresuradamente sus dedos mojados por sus flujos de dentro de sus bragas y a toda prisa fue a su baño para lavarse las manos y cambiar sus bragas negras, mojadas.

Ella había estado mirando furtivamente a Andrés cuando él estaba cogiendo con Marta. Los observo escondida tras la ventana de la alcoba que le dio una vista clara y larga de Andrés, y por mucho tiempo una verga gorda que se enterraba una y otra vez en la concha espesa de Marta.

La emoción real había sido cuando Andrés vio esa sombra en la ventana y se volvió hacia la ventana. La vista de la verga mojada por una mezcla su propia leche y los flujos de Marta y las pelotas cubiertas por una mata oscura de vellos, había hecho que los dedos de Silvia excavaran un poco más rápido en su aun concha virgen.

Cuando él había paseado desnudo hacia el baño, Silvia había mirado fijamente llena de lujuria como su verga colgaba de un lado hacia otro.

Apresurándose silenciosamente y rápidamente entro en su cuarto, ella se había echado sobre la cama y había abierto sus piernas para jugar con sus dedos, había empujado de nuevo bajo sus bragas negras para jugar salvajemente con su concha velluda. Sus dedos habían apretado y habían frotado el botón duro de su clítoris tanto como su mano libre había apretado sus pechos. Ella había lloriqueado como una gata celo y tuvo la necesidad de un rápido alivio. ¡Ella recordaba con los ojos apretados cuando vio a Andrés enterrar de un golpe su verga dentro de la concha de Marta.

Pablo, Hombre de negocios de 50 años, adinerado, llamó a su esposa Nancy de 40 años de edad, y a su hija Silvia desde la sala familiar de su bungalow magnífico.

"¡Siéntate! Siéntate! " Él dijo con una sonrisa feliz, en su cara afeitada y limpia pareciendo juvenil. La sonrisa bailó en sus ojos castaños calurosos cuando él miraba a su esposa e hija. Las mujeres se sentaron en posición opuesta a él, en el sofá. Metiendo la mano en su bolsillo él arrancó una caja de terciopelo azul, estaba a punto de abrirla, cuando él se detuvo y dijo.

"Silvia, vení y quédate de pie delante mío y cerrá los ojos".

Silvia hizo como él le dijo, mientras cerraba sus ojos con una risita, a la vez que estiraba su vestido corto hacia abajo un poco. Pablo miró el mini de su hija color bordo, el vestido apenas cubría sus bragas, con ojos no muy paternales. Silvia tenía una Figura pecadora; su verga endureció en aprobación.

Abriendo la caja saco una cadena de oro con un diamante , él dijo "inclínate un poco" , cuando ella hizo esto para él, dejo ver sus pechos bonitos, envueltos muy bien en un sostén rosa transparente de encaje, gracias al corte bajo desvergonzado del cuello de su blusa, dándole una vista clara de ellos.

Sus ojos se demoraron en los borde llenos de carne deliciosa y él lamió sus labios nerviosamente cuando por fin abrochó la cadena alrededor del cuello de Silvia.

Silvia sostuvo servicialmente su pelo para permitir a su padre colocarle el collar y cuando este termino ella abrió los ojos y aulló de asombro por tan magnifico regalo.

Ella besó la cara de su padre agitadamente, el tibio perfume de pétalos de rosa inundaron sus orificios nasales, agregando mas presión a la que ya sentía en su verga creciente.

Él cambió ligeramente, con su mano el ángulo de su verga dentro de sus pantalones del

traje.

"¡joder! Es una perra caliente esta pequeña ". Él pensó mientras Silvia alternaba entre mirar su collar y besar a su papá alegremente. "Permítame verlo" dijo Nancy, su madre parada detrás de ella. Dándose la vuelta de repente e inclinadosé hacia delante para mostrarle la cadena a su madre, su papa tuvo una panorámica completa de su buen culo.

Pablo miró fijamente el culo de su hija agitadamente con los ojos llenos de lujuria.

Él se resistió el impulso de acariciarlo; él miró casi jadeantemente como el borde del vestido subió y se cayó cuando ella brincó con alegría, Sus bragas rosas encendieron su libido, enviando una andanada de pura energía sexual a través de sus pelotas y a su verga.

Retrocediendo hacia su padre, Silvia, con su cara iluminada por la alegría, se sentó en su regazo, y meneó su culo contra él a tiempo que lo abrazó y besó con gratitud.

Gotas de sudor brotaron en la frente de Pablo cuando sus manos se posaron a descansar en el muslo de Silvia y otra en su cadera. Era una tortura. Él sentía como ella apretaba el culo y empujo su mano dentro de la mini hacia sus bragas rosas y apenas rozando su concha mirando extasiado sus tetas cerca de su boca.

Sólo su conciencia lo detuvo, quería violarla allí mismo sobre alfombra Persa

Esa noche Pablo montó a su esposa Nancy, como nunca antes; con sus manos apretadas, le dio palmadas y tiró bien de ella en su redondo culo, su mente estaba llena con los pensamientos de Silvia y su mini y las bragas rosas

Cuando él imaginó a su hija encima de él , tirando del vestido corto sobre sus caderas y apenas ocultando esas bragas rosas, su pasión aumentó; trayendo gemidos y gemidos de Nancy cuando ella tomó su ataque sexual con igual lujuria.

Él disparó, su carga en ebullición dentro de Nancy cuando imagino su verga dentro de la rosada concha de su hija….. Pablo se quito de dentro de su esposa, estaba empapado en sudor y se dirigió hacia el baño, Nancy agarró un puñado de pañuelos descartables rápidamente y los apretó bien contra su chorreante concha.

Los jugos combinados de Pablo y sus flujos estaban goteando fuera de su vagina, mojándole las nalgas.

Nancy suspiró de placer.

Pablo realmente le había dado el entrenamiento que ella necesitaba.

Todo el día ella había sentido calor en el interior de su concha. Ella había sentido ese calor sobre todo cuando pensó en…. Andrés.

Todo había empezado hacia ya varios años durante unas vacaciones familiares en una playa famosa.

Cuando ella y Pablo sentados bajo un paraguas playero, mirando a los bañistas ir de acá para allá, ella había vagado lo que sus padres pensarían ridículamente, sobre todo de las muchachas con nada más que un hilo entre sus nalgas y un pedazo triangular pequeño de tela encima de sus conchas y dos otros triángulos con cordones que pretenden ser los sostenes, cubriendo sus tetas pequeñas.

Ella simplemente se lo había comentado a Pablo (el mirando muy ocupado a las muchachas) cuando Andrés aparecido paseándose a lo largo de la playa en un par de bermudas de algodón. Su pecho musculoso desnudo y la brisa marina que aprieta el frente de sus bermudas contra su ingle llena.

Nancy había retenido la respiración... que guapo era su hijo, espaldas anchas con una cintura delgada, brazos y piernas con los músculos bien marcados. Sus concha había empezado a mojar sus bragas al instante y ella encontró se encontró mirando fijamente el paquete evidentemente lleno en sus bermudas. Viendo las miradas de seducción de algunas de las muchachas que pasaban, Nancy sintío una puñalada súbita de celos y con los ojos llenos de veneno, maldijo a las atrevidas mujeres que deseaban a su hijo.

Desde ese día, sus ojos dejaron de ver Andrés de forma maternal, siempre buscaban hurgar las entrepiernas de sus pantalones vaqueros, su pantalón de tenis, su pijama y moría por tocarlo.

Los abrazos familiares en las ocasiones especiales eran la única oportunidad que ella tenia para abrazarlo y sentir su cuerpo joven contra ella. En ocasiones le pareció sentir su verga latiendo cuando él la abrazaba y le pareció ver el calor lujurioso en sus ojos... ¿pero cómo su hijo guapo pudiera desearla?

Ella se paro desnuda frente al espejo de la puerta del armario y se inspeccionó; notó sus 40 años, las caderas anchas, nalgas grandes. La flojedad ligera en su estómago y pesadez de sus tetas, no se encontró poco atractiva. De hecho, ella vio que su cuerpo de 40 años agregaba algo sexy.

Acariciándose la concha afeitada, ella fantaseó que Andrés estaba de pie desnudo ante ella, con su verga parada y exigiendo ser besada….

"Nancy" Pablo dijo, mientras salía del baño, "ya puedes ducharte... " Nancy caminó hacia el baño, se quedo de pie bajo la ducha y pensando en Andrés

Cuando Nancy fue caminado hacia el baño, Andrés , empujó su verga dentro de sus calzoncillos y se apuro en entrar a su cuarto. ¡Él había estado sediento y había ido a beber agua a la cocina, pero al pasar por la puerta de alcoba de padres él escucho a su madre gemir diciendo "SÍ! Hazlo rápido…. Ohhhh" Él se había detenido y cautelosamente intento abrir la puerta de la alcoba, encontrándola sin llave él la había abierto ligeramente y había visto a su padre entre las piernas levantadas de su madre, dándole algunas palmadas y empujando su caderas, había enterrado de un golpe toda su masculinidad en la concha de su esposa. Andrés había sacado su verga dura y había comenzado a acariciarla de arriba abajo viendo como su padre se la cogia… Cuando el padre fue al baño, Andrés vio la Verga de su padre como un competidor por la concha de Nancy, ahora estaba mirado jadeante como Nancy se estudiaba delante del espejo. Andrés se mordía los labios para detener su eyaculacion. Allí ante él, estaba el cuerpo que él exploró tan astutamente con sus manos en las ocasiones que su madre lo abrazaba. Estaba el culo encantador que él con disimulo había acariciado, los pechos que sus labios de bebé habían chupado, coronados por los pezones castaño oscuro de los que el bebió. Pero además de todo eso, estaba la "v" suave de su concha, limpia afeitada e invitando a ser poseída entre las columnas de sus muslos….

Quedando desnudo ahora en la cama blanca y fresca, Andrés imaginó a su madre caminando hacia su cuarto y encontrarlo allí. Ella sonreiría y caminaría encima de su cama, se pondría a horcajadas sobre su dura verga y apuntaría su cabeza hacia su agujero mojado y despacio se insertaría su verga en ella. ¡Se sentaría sobre su culo en él, enterrándose la verga hasta lo huevos, su concha afeitada apretaría y entonces, ella diría

"Cogeme querido, dale tu verga a mamá! Rompe la concha de mamá " Y Andrés enviaría sus caderas de arriba abajo, mientras golpearía su verga dura dentro de la concha de su madre que lo montaría como si él fuera un caballo salvaje. Sus pechos rebotarían sin control alguno; con su respiración entrecortada, abriendo la boca por un poco de aire, cuando él apretaría sus caderas con sus manos y le daría la cogida de su vida al cuerpo sexy de ella.

Silvia ponía entretanto sobre la cama, la camisa de dormir, tendiéndose sobre ella y dejando recorrer con sus dedos delicados desde su estómago hacia la abertura de su concha. Los pensamientos de los eventos del día encendieron su mente.

Sentándose en el regazo de su padre ella había sentido la barra dura de su masculinidad contra sus muslos desnudos, incluso a través de sus pantalones, ella había sentido el calor de su verga. Recordó las manos de él en sus muslos y sus dedos cerca de su concha. Sí, él había tocado su piel desnuda; sus dedos habían encontrado la manera de estar bajo el corto vestido y rozar el elástico de sus bragas rosas, cuando ellos hurgaron en su muslo.

Ella estaba segura de ello. Aunque había sido hecho tan suavemente y 'accidentalmente"... ella había visto algo en sus ojos, un calor que hizo que su cuerpo tiemble y su concha se moje, él no se había arriesgado a meter una mano dentro de su braga. Si él lo hubiera hecho, él habría encontrado su concha mojada y ella habría abierto la boca dejando escapar un gemido... Cuando ella fue recibida en su regazo y cuando lo beso, ella había notado cómo él miró fijamente sus pechos y las perlas de sudor en su cara…. Saliendo de la sala, ella había agregado un balance sexy deliberadamente a sus caderas y volviéndose había visto a su padre lamerse los labios y como sus ojos seguían el balanceo caliente de su culo.

No había ninguna duda sobre él, su padre la amaba

Continuará

Autor : lanusman@hotmail.com