Amor de Verdad

Todo comienza un 4 de febrero… Mariana salía de la escuela en donde estudiaba, su mejor amiga la acompañaba para tomar el autobús, así pues, Mariana subió al autobús, se sentó en la parte de atrás y quedo completamente pasmada, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo

Amor de verdad

Todo comienza un 4 de febrero… Mariana salía de la escuela en donde estudiaba, su mejor amiga la acompañaba para tomar el autobús, así pues, Mariana subió al autobús, se sentó en la parte de atrás y quedo completamente pasmada, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo. Dos chicas acaban de subir al camión, vestían minifalda negra de piel y una pequeña blusa corta, estaban sumamente maquilladas, y reían sin parar, tomaron asiento aproximadamente a cinco lugares delante de Mariana pero las dos chicas la veían y trataban de hacerse notar aun mas para Mariana, de pronto, ambas chicas voltearon a ver a Mariana y se besaron, Mariana, impactada por tal acto, fijo su mirada en el camino, estaba próximo su arribo, así que, se levanto cerca de la puerta trasera y toco el timbre para que el chofer del autobús parara y le permitiera descender.

Fue entonces que escucho una voz, se escuchaba distante entre los pasajeros del autobús, Mariana volteo y observo que una de esas chicas la llamaba, ella se estremeció, no sabia que pensar, no sabia que decir, y entonces escucho nuevamente una voz que decía – No te vayas, Mariana. No te bajes - . Mariana sintió un frió que subía desde la planta de los pies y la recorría rápidamente hasta su cabeza. Bajo atemorizada del autobús, temía que esas chicas bajaran también y la siguieran, así que, en cuanto tuvo oportunidad, giro la cabeza para ver si las chicas estaban tras ella. Su cabeza daba vueltas, pensaba un sin fin de cosas y se preguntaba - ¿Cómo saben mi nombre? ¿Será alguna broma de un compañero? ¿O quizá me conocen de algún lado? ¿Por qué me pedía que no me bajara del autobús? ¿Qué rayos es lo que acaba de suceder?. Con tanta confusión llego a casa comió y durmió hasta el otro día.

Presurosa llego a la escuela, quería contarle cada detalle de esa experiencia a su mejor amiga Andrea y en el primer momento que tuvo oportunidad dijo

  • Andrea, ayer me sucedió algo sumamente extraño
  • ¿Enserio? Te ves un tanto alterada amiga que sucedió.
  • Ayer después de que aborde el autobús, dos chicas vestidas con minifalda negra de piel, abordaron el autobús, ambas iban demasiado maquilladas y reían sin parar, se sentaron algunos asientos mas delante de mi, fue algo muy impactante por que me observan y yo sentía que trataban de decirme algo, en fracciones de segundo, ambas chicas fijaron su mirada en mi y cuando yo sostuve la mirada ante ellas, ellas se besaron! No podía creerlo así que trate de prestar atención al camino por que estaba apunto de llegar a mi casa, entonces, me pare y cuando me disponía a tocar el timbre para descender, escuche que a lo lejos alguien me decía – Mariana- rápidamente di vuelta y observe a una de las chicas y nuevamente dijo – No te vayas Mariana, No te bajes- . Amiga no se como fue que agarre valor para bajar del autobús, sentí un miedo tan profundo invadir cada parte de mi cuerpo, sentí que estaba paralizada que no podía mover nada de mi cuerpo, pero el chofer abrió la puerta y baje, temía mucho que bajaran tras de mi y me siguieran así que voltee para corroborar eso, y vi la calle vacía, así que llegue a mi casa. Preferí no contar nada por que no se que me hubiera dicho mi mamá. Pero realmente estoy muy confundida y preocupada amiga, no se que pensar, ¿Cómo es que sabían mi nombre? ¿Será una mala broma?.
  • Creo que no tienes de que preocuparte Mariana, quizá solo te impacto tanto ver a esas chicas en esa actitud que pensaste que te llamarían, pero realmente ni siquiera lo hicieron, quizá ni siquiera te voltearon a ver.
  • ¿Crees que estoy loca Andrea?
  • No, solo digo que por toda la impresión que dijiste sentir, pues escuchaste que te llamaban, eso es todo amiga, no lo tomes a mal.
  • Pues yo espero que así allá sido. Tratare de olvidarlo. Vamos a clase ¿no?
  • Si, de hecho, ya se nos hizo un poco tarde. Vamos.

Ambas amigas fueron a tomar sus clases correspondientes. Llego la hora de salida y todo mundo se arremolinaba en la puerta, Mariana y Andrea lograron salir despues de 10 minutos, se disponían a cruzar la avenida, cuando Valeria, una compañera de Mariana del curso pasado se acerco misteriosamente y pregunto a Mariana

  • Mariana, las chicas del autobús de ayer, ¿Son algo de ti?
  • No Valeria, no son nada mío, pero ahora yo te tengo una pregunta, ¿Tu escuchaste que me llamaran?
  • Si, bueno de hecho, por eso te preguntaba, por que tenían una actitud bien rara y después de que bajaste, se quedaron tranquilas, se soltaron de la mano y ya no hablaron en todo el camino.
  • Entonces, si me llamaban!!! No puede ser!!!
  • Yo creo que si puede ser Mariana, de hecho, si volteas, están paradas junto al árbol de la otra acera, se ven diferentes, están bien vestidas, no como ayer!!!
  • Discúlpame Valeria, tengo que dejarte, Cuídate!

Andrea cuestiono a Mariana sobre si enfrentaría a las chicas, para ella seria lo mejor, ya que ya la habían visto y quizá si demostraba miedo, la situación se tornaría más peligrosa. Lo mejor era enfrentar la situación así que pregunto a mariana

  • Mariana. Tienes que enfrentarlas, hablar con ellas y pedirles una explicación, ¿Vas a hacerlo no es así?
  • ¿Estas dispuesta a acompañarme Andrea?
  • Por supuesto, me urge saber quienes son y por que hicieron lo de ayer!!!
  • Bien, pues al mal paso darle prisa. Vamos.

Mariana tomo a Andrea de la mano, por si es que alguna de las chicas del autobús quería algo, -vas vale prevenir que lamentar-, dijo Mariana. Cruzaron la avenida y cuando pisaron la acera, Mariana dijo:

  • ¿Andrea? Mejor vamonos ¿si?. ¿Que tal si nos hacen algo?
  • Mariana, te creía más valiente amiga, no seas cobarde, la mejor manera para enfrentarlas es ahora, que hay mucha gente cerca.
  • Bien, tienes razón.

Entonces se dirigieron hasta donde estaban las chicas del autobús, se veían diferentes pero era obvio que eran ellas, y era mucho mas obvio por como miraban a Mariana. Muy nerviosa Mariana logro saludar educadamente para iniciar una conversación

  • Hola Chicas, Buenas Tardes!!!
  • Hola Mariana, ¿Cómo estas?

Mariana sintió exactamente lo que había sentido el día anterior, pero esta ves se armo de valor y pregunto

  • Chicas, con todo respeto ¿podrían contestarme unas preguntas?
  • Por supuesto, ¿tu pregúntanos?
  • Bien, entonces díganme por favor ¿Cómo saben mi nombre? ¿Es una mala broma? Si es una broma ¿Quién fue el chistosito? ¿O quizá me conocen de algún lado? ¿Por qué me pedían que no me bajara del autobús? ¿Qué rayos fue todo lo que sucedió ayer? ¿Por qué a mi?

Las dos chicas del autobús se miraron completamente desconcertadas y una de ellas contesto

  • Te invitamos a comer ¿Esta bien? Nos parece que estas demasiado confundida, creímos que tenias menos dudas, Vamos a comer ¿Esta bien?
  • No, pero para nada –contesto Andrea- Creen ustedes que voy a dejar que se lleven a mi amiga, están pero si mal eh.
  • Andrea –contesto Mariana- creo que es buena idea que vaya a comer con las chicas, creo que iremos a un lugar público y quiero que me expliquen todo lo que pasa. Te llamo en al tarde.

Andrea quedo helada, que le pasaba a Mariana, primero no quería ir, y ahora estaba mas que dispuesta. No pudo hacer nada mas que verla ir y preocuparse por ella.

Mariana y las chicas del autobús, subieron a el auto que Mariana supuso era de alguna de ellas, un auto nuevo color gris. Y partieron hacia un restaurante muy famoso en la ciudad. Mariana desde luego no sabia que era lo que hacia, solo pensaba en que una de las chicas le causaba mucha curiosidad, quería saber más de ella. Llegaron al restaurante y pidieron el mejor lugar del restaurante. Mariana se impresionaba cada vez más, tenía tantas dudas, tanta curiosidad. Tomaron asiento y entonces la chica que más curiosidad le causaba a Mariana comenzó a responder todas y cada una de las preguntas que Mariana le había hecho

  • Se tu nombre por que hay alguien que me contó de ti, yo quería corroborarlo por que, si eres lo que me cuentan, eres lo que quiero para mi.

Mariana quedo perpleja. Como se le ocurría decir que ella era lo que quería para si misma, ¿que cree que soy un objeto? –Pensaba Mariana- pero trato de escuchar sin interrumpir.

  • No es una broma Mariana, No puedo darte el nombre del chistosito por que no existe tal nombre. -Mariana seguía sin hablar, así que la chica continúo-.
  • Te conozco solo de vista y por las historias que me cuentan de ti y todo lo que eres. Te pedí que no bajarás del autobús por que quería conocerte y platicar contigo. No se que contestarte respecto a que rayos fue lo que pasó ayer, mi idiota cabeza pensó que lo que viste era un buen modo de llamar tu atención, o bien, ver como reaccionabas a ello. La chica que esta a mi lado es mi mejor amiga y me ayudo para que pudiese conocerte, es todo, ella y yo no somos nada. ¿Por que tu? No lo se, quizá tu puedas contestarme esa pregunta.

Entonces mariana decidió hablar….

  • Haber, me estas diciendo que todo esto fue ¿solo para conocerme?, que me quieres conocer por que alguien ¿te hablo de mi?, no voy a preguntarte quien lo hizo, se que no me lo dirás, pero la verdad ayer me asuste mucho, creo que la mejor manera hubiese sido platicar como ahora lo estamos haciendo, si problemas, sin seguirme, sin nada de lo de ayer. así que te propongo algo, creo que eres una buena persona, no se a que te refieres con que soy lo que quieres, pero no quiero que me lo digas, hagamos de cuenta que ayer no paso nada, y empecemos desde hoy ¿ Esta bien?
  • Perfecto y de verdad discúlpame por lo de ayer.
  • No, recuerda que ayer no paso nada.

La chica sonrió y entonces dijo.

  • Bien, presentémonos, ya se que eres Mariana, yo me llamo Isabel, estudio Mercadotecnia. Ella es mi amiga Alejandra, y estudia conmigo.
  • Isabel, entonces ¿Cuantos años tienes?
  • Tengo 19, acabo de entrar a la carrera, tú tienes 18 ¿No?
  • Si.

El teléfono de mariana sonó, era su mama, quería verla pronto en la casa, ya se había retrasado y quería que la acompañara a algún lado, así que Mariana tuvo que despedirse

  • Bien Isabel, tengo que irme por que mi mama quiere que la acompañe a no se donde, nos veremos después.
  • Si claro, pero para que nos veamos después necesito tu numero de celular, ¿Me lo das?.
  • Si, lo anoto en la servilleta. Tengo que irme, llegare tarde.
  • Mariana, déjame llevarte a tu casa, prometo no distraerte mas, dejamos a Alejandra en la avenida y te llevo a tu casa ¿Te parece?.
  • No quiero distraerte yo a ti, pero gracias.
  • No es una distracción, quiero hacerlo, ya provoqué que llegues tarde a casa, te llevo ¿Si?
  • Bueno, esta bien, gracias.

Después de pagar, Isabel, Alejandra y Mariana subieron al auto, dejaron a Alejandra en la avenida y continuaron por la primera calle a la izquierda para llegar a casa de Mariana. Mariana solo pensaba en si todo lo sucedido era real, se sentía muy contenta, no sabia la causa exacta pero estaba feliz. De pronto, la mano de Isabel estaba en la pierna de Mariana, Mariana no sabia que hacer así que tomo la mano de Isabel, pero ya no la quiso soltar.

  • Es aquí adelante – dijo Mariana- y soltó la mano de Isabel para señalar el lugar.
  • Gracias por permitirme explicarte todo Mariana. Enserio eres como creí.
  • Bien, gracias por traerme, aquí vivo y esta también es tu casa, tengo que bajarme.
  • Si, te llamo después ¿Esta bien?
  • Claro, cuando quieras Isabel.

Mariana salio del auto, entro a casa y no podía pensar en otra cosas mas que en lo que había pasado, su mama pregunto que quien era la chica del auto, y lo primero que se le ocurrió contestar fue que era prima de Andrea. No podía contarle a su mama lo que había sucedido, no podría explicárselo, ni ella misma podía saber que había ocurrido, en que momento se había atrevido a ir con Isabel y Alejandra.

Trato de dormir ese día pero no pudo, inconscientemente esperaba saber algo de Isabel, pero, ¿Por que esperaba que una desconocida la buscara?. No pudo dormir, en su cabeza daban vueltas una y otra ves todo lo que Isabel había dicho, cada palabra estaba ahí, cada cosa era un detalle importante. Pronto amaneció y tuvo que levantarse para bañarse e asistir a la escuela, muy temprano reviso su celular por si había algún recado de Isabel, pero no encontró nada. Recordó que no le había llamado a Andrea, seguro estaba enojada, pero es que, con tantas ideas en la cabeza, no tuvo espacio para llamarle, supuso que encontraría una buena excusa cuando al viera en la escuela. Se baño, se vistió rápidamente y bajo a desayudar un poco de cereal. Pero jamás dejo de pensar en lo sucedió y que si Isabel llamaría algún día nuevamente. Su día de escuela paso lento, no dejaba de revisar el celular a cada momento, ni siquiera quiso ver a Andrea, trataba de escabullirse cada que la veía venir de frente, y es que, la excusa que ella pensó se le ocurriría, nada mas no llegaba.

Era el día mas largo de su vida, quería saber algo de Isabel, quería saber que rayos le pasaba a ella con Isabel, por que sentía esas ganas de verla o estar cerca de ella, le angustiaba demasiado lo que estaba sintiendo, le asustaba, y los mas importante, no sabia si contarlo a alguien, seguramente, sacar todo lo que pensaba y sentía con alguien era buena idea, pero y si la criticaban, y si pensaban lo peor, no sabia que hacer. Llego la hora de salir, en la puerta todo mundo se arremolinaba igual que el día anterior, salio después de unos minutos, que como era de esperarse, se le hicieron una eternidad, volteo a el árbol en donde ayer Isabel y Alejandra se encontraban, pero no encontró a nadie. Tristemente bajo la mirada, sintió una gran vació, una sensación que pocas veces había sentido, entonces escucho una vos que decía

  • ¿Vamos a comer?

Mariana sintió su corazón latir mil veces mas rápido, giro la cabeza y vio a unos metros a Isabel, no podía contener la sonrisa que la alegría inmensa le provocaba de ver a Isabel ahí, después de haber esperado un aviso o llamada de ella. Entonces se acerco y volvió a escuchar

  • ¿Vamos a Comer? Discúlpame por no avisar antes, olvide mi teléfono en casa, es que tenia tantas cosas en la cabeza y pensé tanto en lo de ayer, que con mucho trabajo me bañe y aliste para ir a la escuela, sentía que el tiempo no pasaba, ya quería verte. ¿Qué dices?
  • Yo también tuve un día largo, pero vamos a comer.
  • Si, por que no llamas a tu casa y avisas, me gustaría compartir toda la tarde contigo.
  • Bueno, voy a llamar.