Amor de madre
Una madre entre la espada y la pared.
Susana estaba descolocada, allí estaba su hija llorando sin parar agarrada a ella, como último salvavidas, y no sabia que hacer.
- Hija tendremos que ir a la policía - dijo intentando calmarla
- No, eso no, por favor - dijo totalmente sofocada
Karen se había metido en un lío, le contó a su madre como durante un tiempo se había dedicado a vender maría en el insti, y esa semana le habían robado la mochila, y el camello le reclamaba 2.000 Euros.
- ¿pero quién es ese chico? - Dijo su madre intentando digerir el trago.
- Uno del insti, mama, pero no quiere nada más que el dinero o dice que me enterare.
- Iré a hablar con él, y con sus padres, y a ver que pasa, encontraremos una solución.
Si iba a la policía, su hija no se iria de rositas, era mejor intentar solucionar las cosas, en eso su hija tenía razón, aunque era mucho dinero, pero entendió que si él no era razonable, sus padres si lo fueran.
Aquella noche prácticamente no durmió, pensando en lo que le esperaba al dia siguiente. El no tener a su marido, que había fallecido hacía ya 5 años, la dejaba sola ante aquello, claro que la había dejado sola ante todo, y quizás el tener que ganar dinero no le dejaba tiempo para controlar a su hija como debiera.
Susana era una mujer pequeña, y aunque no había perdido ninguno de sus encantos que de joven levantaba pasiones, su austera forma de vestir por las estrecheces económicas, no dejaba casi nunca a la vista su belleza. Pero aquella mañana necesitaba ponerse presentable si tenía que presentarse en casa de aquel joven.
Cuando salió de casa lucía un vestido blanco, no era nada espectacular, pero comparado con su forma habitual de vestir, era un cambio evidente. La falda tapaba las rodillas y los brazos era lo único visible de su torso, ya que no brindaba ni escote ni espalda. Pese a ello sus bien formados pechos y su pequeña cintura levantaron alguna que otra mirada en el autobús.
Karen se había ofrecido a ir, pero ella se opuso, su idea era tratar con los padres de él, y si ella venia podría ser peor.
Se extrañó de que la dirección estuviera tan lejos del instituto, pero al fin llego a la dirección, una calle de un barrio nada recomendable. Al menos era de dia. Y la finca, ya de por sí antigua estaba muy descuidada. Subió al quinto sin ascensor llegando casi sin aire, sumando al esfuerzo la tensión que llevaba encima.
Tocó al timbre y no se oyó nada dentro, pero cuando iba a repetir la operación, oyó ruido y la puerta se abrió.
- Que cojones quieres - dijo jamal con cara de cabreo
- ¿están tus padres? - Dijo susana con voz asustada ante la agresividad del joven - soy la madre de karen, y venía a
- ¿me traes el dinero?
- No, yo, de eso quería hablar
- Bueno pasa - le dijo dejándola en la puerta y entrando hacia el interior de la casa
Susana le siguió cerrando la puerta, llegando a un comedor, donde él se sentó en un sofá que estaba bastante descuidado como aparentemente todo el piso. Jamal vestia un pantalon de chandal y una camiseta, y aparentaba ser mayor.
- Y tu vas al instituto, ¿no eres algo mayor?
- He repetido
- ¿y te perece bien vender droga a unas niñas? - Dijo poniéndose seria
Jamal se rió con ganas, y comenzó a trastear con el móvil
- ¿te parece gracioso? - Le dijo enfadándose
- Siéntate y mira esto - le dijo en tono suave
- No, estoy bien aquí - dijo dignamente
- Que te sientes joder - gritó jamal
Susana como en cámara lenta se sentó en el sillón dejando el espacio máximo que podía entre ella y el chico. Entonces le paso el telefono y puso en marcha un video. Y alli en primer plano aparece la cara de su hija pero eso era lo de menos, lo peor es que su boca se afanaba en tragar un tremendo pene, se oía una voz que la animaba a tragar más, y lejos de desistir se afanaba en su tarea.
Y aun se agobio más todavía oyendo como unas voces la jaleaban. Aquello era superior a ella. No se dio cuenta tan absorta como estaba en el video que jamal había salidos de la habitación, volviendo con lo que parecía un vaso con un refresco.
- Te veo muy agobiada, toma bebe, que te hace falta
Susana le dio un buen trago al vaso, y las burbujas se deslizaron por su seca garganta, mientras no podía dejar de ver cómo su niña no se amedrentaba. El tiempo se paró hasta que oyó en el video un tremendo grito de placer y entre los labios y el tronco del pene comenzaron a brotar grumos de semen que se escapaban sin remedio. Cuando se paró el video, no pudo más que finiquitar el vaso de un solo trago.
- Como ves de niña nada, le gustan más las pollas que las muñecas y a demás, yo no le vendo droga, la muy zorra me la pide para venderla, y la vende como churros.
Pero solo tiene 15 años
Bueno, pero me debe 2.000 Euros,
Susana se echó a llorar, llevándose las manos a la cara, y noto como la mano de jamal se posaba en su espalda como consolandola. Sentia como la mano del chico la acariciaba, por encima del vestido y a la vez un calor enorme la asfixiaba.
- Pero no tenemos dinero
- La zorra de su hija tiene otras cosas con las que pagar
- Estas loco, eso no
- Bueno, igual la quieres sustituir tu - dijo mientras noto como la cremallera del vestido era bajada lentamente
Sí lago nunca se le hubiera pasado por la cabeza a susana es en estar en aquella situación. Sentia un terrible sofocon, quiza por todo lo que le había venido encima, lo que no entendía era el terrible calor y humedad que sentía en su entrepierna, y encima aquel joven le estaba bajando la cremallera.
A mitad de espalda se paró, y la mano comenzó a acariciar su piel. Susana permanecía rígida ante aquella situación, pero pudo ver como aquel descarado se amasaba sin ningún recato un terrible bulto que se adivinaba claramente bajo su chándal.
- Venga, si me dejas seco igual te rebajo algo
- ¿seco?
- No te hagas la tonta, venga - dijo jamal echando para atrás, y cruzando las manos detrás de su cabeza
Susana vio el contorno de pene que, visiblemente erecto, se adivinaba claramente bajo en chándal, pero no se decidía. No podía ser que estuviera excitada por aquella situación, y aquel joven esperaba a que le hiciera una mamada con toda la tranquilidad del mundo.
Se auto convenció que no era por su excitación, si no por su hija. Se acercó un poco, y tiró del elástico del chándal, dejando aquel mástil libre, el cual quedó totalmente parado ante sus ojos. Lo primero que le llegó es el olor fuerte junto con la visión de un brillante prepucio. Pero lo que le impactó fue las dimensiones, largo y gordo, comparado con el que ella había tenido con su marido era enorme.
Su cabeza bajo hasta que sus labios tomaron contacto con el, es olor se convirtió en un sabor fuerte que no tardó en inundar su boca, al igual que sus oídos se llenaron con otras cosas mas fuertes.
- Asi zorra, tragatela, venga - dijo jamal al sentir el contacto
Susana notó la mano de jamal presionando, haciendo que aquella herramienta entrara en su boca hasta el límite de la arcada y hay la soltaba. Tras varios movimientos escuchando sus gemidos de placer, entendió que era lo que más le gustaba, y ella continuó con el movimiento sola.
Jamal aprovechó para terminar de bajar la cremallera dejando su espalda al aire. Vio el sujetador y no tardó en sacar su navaja del bolsillo y comenzar a rasgarlo. Susana se dio cuenta pero la otra mano del chico la mantuvo en su sitio.
- Tu a lo tuyo puta, que para llevar esa mierda de ropa interior mejor que no lleves nada.
En cuanto noto la tensión de su prenda desapareció por completo entendió que no había nada que hacer. Y más aún cuando con un par de tirones la prenda desapareció de su cuerpo.
- Así mucho mejor - dijo, y mientras seguía disfrutando de la intensa mamada que le propinaba susana, su mano tironeo de la falda hasta dejar al descubierto las bragas que corrieron la misma suerte que su prenda compañera.
- Menudo culo tienes zorra - dijo propinándole una sonora palmada. Y fueron varias hasta que sus dedos buscaron su sexo encontrandolo totalmente mojado.
- Pero que guarra eres
Susana noto como hurgaba en su intimidad, se sentía avergonzada, no tanto por estar semidesnuda a merced de aquel joven, sino de estar totalmente excitada con la situación. Los dedos en un sexo solo hicieron que empeorar la situación, se sentía morir, y solo tener la boca llena le salvaba de gemir de placer y de la vergüenza que conllevaba.
Pero jamal quería más así que saco a susana de su nube.
- Ven conmigo zorra - le dijo levantándose
- No por favor, yo se la chupo si quieres
- Mira, si no quieres que tu hija acabe en la cárcel, me vas a pagar la deuda con tu coño, así que levántate - le dijo con firmeza
Susana se levantó, y jamal le bajo el vestido a los pies sin mucha dificultad, y cogiéndola de la mano, totalmente desnuda la metió en una habitación con muy poca luz haciéndola caer en una especie de camastro pegado a la pared. Tumbada boca arriba no tardó en tener a jamal entre sus piernas intentando encajar su herramienta en su interior, cosa que no tardó en hacer.
- Toma perra, toda dentro - exclamó el chico con aire de victoria, comenzando de inmediato a taladrar sin piedad a su pieza.
Susana se corrió de inmediato, se sintió destrozada con ese orgasmo, que expresó con claridad ante el regocijo del chico.
- Pero qué puta eres, tenias ganas de polla eh, cabrona, pues te voy a dar hasta que te hartes.
Jamal embestía con dureza, golpes secos de cadera que no tardaron en hacer gritar de placer a susana, que se dejaba llevar ante el placer que le estaba dando.Sentía aquella herramienta en lo más profundo de su ser, y fue consciente entonces de que nada la protegia, pero fue en ese momento cuando en chico entre tremendos berridos de placer se vació en su interior sin poder evitarlo.
Jamal descargo con ganas, como siempre, dentro de la hembra, varios chorros de espeso semen salieron de su polla, le encantaba hacerlo y lo hacía.
Ves, ya te has ganado 50 euros por el polvo. Ya me debes menos - dijo jamal sacando su polla chorreante del agujero que acababa de profanar
Por favor, con esto ya está todo, por favor
- Ni de coña guarra, que no vales tanto, ¿quieres ganarte 200 pavos mas?
- Que tengo que hacer - dijo resignada
Jamal la cogió de la mano y la hizo levantarse llevándola a otra habitación, en ella, en una cama de matrimonio había un hombre gordo, con bastante mala pinta, durmiendo en ropa interior.
- Es mi padre, no habla español, asi que vas a entrar, le vas a chupar la polla hasta ponérsela dura, y te lo vas a follar montando encima
- ¿y si lo hago son 200 menos?
- Si
Susana se sentía sucia, su entrepierna chorreaba semen sin parar, pero avanzó por la habitación hacia aquel hombre. Más de cerca pudo observar los manchones en su ropa interior que denotaba poca o nada de higiene, pero hizo de tripas corazón y se subió a la cama.
Su tripa era enorme, pero debajo del calzoncillo se notaba un bulto muy grande.Lo bajo lentamente tirando de la goma desgastada y vio un cabezón enorme y muy maloliente. No se lo pensó dos veces y comenzó a mamarla, aguanto las arcadas y poco a poco el sabor desagradable la fue invadiendo de tal forma que fue más soportable.
No tardó en sentir como aquel trozo de carne tomaba vida. Invadiendo su boca completamente, era más corta que la de jamal pero mas gorda. Y a la vez comenzó a escuchar los gemidos de placer del hombre.
Aziz, que así se llamaba, sintió la boca que lo despertaba tan placenteramente y vio cómo aquella mujer desconocida, arrodillada en la cama, le hacía un tremendo trabajito. Y como no, su hijo era el responsable, y lo miraba desde el pie de la cama.
- Que cabron eres, de dónde has sacado a esta puta
- Es la madre de karen - dijo riendo
- Joder, tan puta como su hija
- Ya ves
Susana escuchaba la conversación, pero no entendía nada, hablaban en árabe de forma muy distendida. Pero ese era el menor de sus problemas. Aquello ya casi no le cabía en la boca y sudaba por imaginar cómo sería tener aquello dentro.
- Dile a esta puta que se monte de una vez
- Mi padre dice que te montes en su polla
No taren sentir el cabezón en la entrada de su sexo, y presiono despacio, sintiendo como su sexo se resistía a recibir a aquella bestia, pero la extrema humedad y los restos de semen hacían de la tarea algo más fácil. Poco a poco aquello fue entrando, se dejaba caer despacio, hasta que un inesperado caderazo le dejo empalada y le sacó un tremendo grito, pero en hombre no se quedo hay y no paró hasta encajarse por completo.
Ella no se movía estaba todavía rota por dentro, su sexo pugnaba por adecuarse a aquel calibre. Pero jamal la sacó del trance.
- Venga puta, muévete que te pago 200 euros
Susana comenzó un contoneo de cadera que la hacía morir, todo su interior explotaba en un mar de placer, no tardó en empezar a botar, gritando como una posesa. Aziz la espoleaba con sonoros azotes tanto en el culo como en sus tetas.
- Asi puta, mueve ese culo de golfa
- Te gusta, papa
- Joder, ya lo creo, tiene el coño estrechito
- Pues eso que se lo había abierto yo, pero tu polla es la ostia
Susana estaba en el clímax el orgasmo era continuo, se sentía desfallecer y explotaba de nuevo, no paro hasta que el hombre, con sus manazas la agarro de la cintura fuertemente, y comenzó a bramar.
Aziz sintió que no podia mas, y presionando a la mujer contra su polla comenzó a vaciarse dentro de ella, sentía los latigazos de su leche salir a presión disfrutando sin medida de cada uno de ellos.
- Venga, dile a esa puta que se vaya, que voy a descansar
- Ves zorra, ya tienes menos que pagar, venga, a darte una ducha
Susana se levantó como pudo, y acompañó a jamal a un baño algo sucio, pero al menos el agua salía caliente, así que se metió en la ducha e intentó quitarse toda la verguenza que sentia. Pero pese a todo seguía caliente su sexo, limpiado concienzudamente, seguía igual de sensible.
Solo una toalla algo escasa cubría su cuerpo cuando salio del baño, y se dirigio al salon donde estaba su ropa, claro que al entrar jamal y tres chavales más, estaban sentados charlando y fumando droga, ya que el olor era inconfundible.
- Ven aquí - le dijo jamal - siéntate aquí - indicando el sofá entre él y otro joven.
- No, tengo que irme
- Pero, y mi ropa
- Tranquila no la vas a necesitar, quitate la toalla y ven
Susana se sentó desnuda entre los chicos, y no tardó en tener a uno de ellos entre sus piernas comiéndole el sexo con devoción.
- Si puedes con todos te perdonó la deuda
Aquello hizo gemir a susana con fuerza, estaba disfrutando con el trabajo que le estaban haciendo, y encima podía quitarse aquel peso de encima. Si el chaval la estaba poniendo a mil ver como los demás se desnudaban dejando ver sus herramientas listas tampoco la dejó indiferente.
El que estaba a su lado le hizo recostarse sobre su polla para mamarsela y en esa postura su parte posterior no tardó en ser ocupada, una polla se abrió paso en su interior sin mucha delicadeza. Dos caderazos hicieron de nuevo que su sexo fuera follado con fuerza.
Ni que decir tiene que aquellos jóvenes eran incansables. La follaron durante horas. Y sus penes visitaron todos sus agujeros. No tardó en pasar del sillón al catre, donde fue martilleada y usada como una vulgar ramera. Pero ella se entregó sin ningún tipo de oposición. Además, su sexo no desfallecía, y no dejó de regalarle un orgasmo tras otro, que vivió con extrema intensidad.
Cuando por fin terminó, el último en usarla fue jamal que le partió el culo con su tremenda polla, menos mal que dos de los chavales la habían iniciado ya con pollas de menor calibre, pero aun así, su trasero no se podía acostumbra a lo que jamal le clavó sin compasión.
El chaval quedó rendido y dormido, así que ella, como pudo, se salió de la cama y se ducho rápido. De la misma forma que se puso el vestido y salio de aquella casa.
Durante todo el camino se sintió desnuda. No llevaba ropa interior y notaba con rubor como sus pechos parecían ir por libre bajo su vestido. Tuvo que esquivar algunas miradas para no sentir mas verguenza.
A las 4 llego a casa, y se hundió en la cama en un mar de lágrimas. No entendía lo que había pasado, pero el caso es que lo había resuelto todo, aunque no de la forma que pretendía.
Cuando llegó su hija, le dijo que no se preocupara, que ya lo había arreglado y por supuesto la castigo. Karen no protesto, asumió la culpa entre lágrimas. Y todo quedó zanjado.
Al día siguiente, karen seguía llorando en el baño del instituto, y es que, mientras la polla de jamal llenaba su coño el mordisqueaba con saña sus pezones. En el baño de los chidos, ella misma se había sentado sobre jamal, a él le encantaba verla abierta de piernas y que le hiciera todo el trabajo. Y cuanto más la humillaba, mas se excitaba.
- Dios jamal que gusto - dijo entre jadeos ahogados
- Eres tan zorra como tu vieja
- Cuanto sacaste
- 400, 100 a mi padre y 300 a mis primos, no veas como follaba, claro que la pastilla que le di le ayudo
- Pero yo follo mejor, y sin pastilla - dijo herida en su orgullo, y comenzó a mover frenéticamente sus caderas.
Su tratamiento intensivo hizo explotar a jamal en su interior, era su macho y lo complacía sin reservas. Por eso cuando los dos se arreglaron, el salió del cubículo y ella, sentada en la taza recibió a dos amigos de jamal, chupándoles las pollas con devoción hasta que descargaron en su garganta.
Unos días después susana, andaba en su casa sola, su hija se quedaba en casa de su amiga clara a estudiar, cosa que había hablado con la madre de la amiga para verificarlo. Serian las 8 cuando sonó el timbre. Al abrir la puerta se encontró con jamal con cara sonriente.
- Creo que no deberías estar aquí - dijo nerviosa
- Tenemos que ver una película - dijo jamal
- ¿Una película?
- Si, creo que será mejor que me dejes entrar, no creo que te interese que siga hablando aquí en la escalera - dijo aumentando la voz intencionadamente
Susana cedió, y el chico ante su sorpresa entro dirigiéndose con total soltura al salon y colocó un usb en la tele.
Cuando la tele se encendió susana no tardó en ubicarse, era ella en casa de jamal en plena acción.
- Has visto qué guapa sales
- Dios, esto no puede estar pasando, ¿me grabaste?
- Si, lo tengo todo, conmigo, con mi padre, con mis amigos
- No puedes hacerme esto, iré a la policía
- Puedes, si, pero explicales que hacías follando con chavales de 14 y 15 años
- ¿14? - Dijo asustada
- Están desarrollados mis primos pero son jóvenes, y yo mismo tengo 17, asi que ánimo - dijo levantándose
- ¿ que quieres ? - Dijo susana derrotada
Jamal le explicó cómo sería su vida a partir de ese momento, un suplicio que debía soportar si no quería acabar en la cárcel con la drogadicta de su hija, pero unas horas después, mientras gritaba en su propia cama siendo traspasada por la polla del chico, pensó que no era tan malo. El amor de una madre es infinito.