Amor accidental xxiii
Las dos descubren sus sentimientos, pero ahora la pregunta es hasta donde llegaran, seran amigas, o seran algo más?
AMOR ACCIDENTAL
Por B.L Miller
Traductora Guri - Revisora Gorky
Ronnie abrió la guía de TV y comenzó a leer las opciones. "'Un paseo por la nubes.' Está programada. Nosotras vimos esa ya. 'Sabrina', esa es aburrida." Dio vuelta a la página. "Vamos a ver cuáles están en pago por evento." Un suave tirón en su muñeca la forzó a mover la guía para que Rose pudiera mirar con ella.
"Hay esa nueva película de Jim Carrey," la joven mujer ofreció.
"Odio a Jim Carrey. Mira, Bruce Willis haciendo explotar otro edificio."
"Odio las películas de acción. Vamos a ver una romántica."
"¿Por qué una romántica y no una comedia?"
"Bien, este es el Día de San Valentín, boba."
"Si dos personas están realmente enamoradas no necesitan un día para celebrar éste."
"Verónica Cartwright, eres tan cínica. Dame eso." Rose tomó la guía de TV y comenzó a buscar a través de las páginas. "Sabes que podríamos jugar o algo si prefieres. Vi que estás dos niveles más arriba que yo en 'Rescuer of the Miden'." Se rió de la avergonzada sonrisa en la cara de la mujer más mayor. "¿Cómo le haces, juegas cuando estoy dormida?"
"Es adictivo. Vamos, encontremos algo para que nosotras veamos."
Quince minutos más tarde la televisión todavía no ofrecía apropiados programas para ver. "¿Hay qué, cien, ciento cincuenta canales en esto y nosotras no podemos encontrar nada para ver?"
"Eso es porque no quieres ver alguna historia de amor y yo no quiero ver alguna de esas películas donde corren rápidamente haciendo explotar edificios," Rose contestó.
"Mucho para la televisión." Ronnie presionó el botón de apagado y lanzó el telecontrol sobre la mesa del café. "Este es un emocionante Día de San Valentín."
"Si estás aburrida entonces vamos a hacer algo diferente."
"¿Cómo qué?"
"Podríamos jugar o hacer la uñas la una a la otra o algo así." Rose estaba también no sabiendo qué hacer. Aunque nunca hubiera creído que podría suceder, estaba realmente bastante aburrida en estos momentos. En dos meses de tiempo habían conseguido ver cada película que Ronnie poseía y jugado cada juego en la casa varias veces. Realmente no había mucho más para hacer excepto... "Hablar."
"¿Hmm?"
"Vamos hacer un poco de chocolate caliente, recostarnos, y hablamos. Tú sabes, una de nuestras infames conversaciones de chicas." Los ojos de Rose tenían un brillo de travesura.
"¿Y cuál exactamente sería el tema de la conversación esta noche? No estaré haciendo 'revivir' tus momentos más embarazosos otra vez."
"Oh vamos, tú te enteraste de algunas cosas bastante embarazosas sobre mí también," la joven mujer regañó.
"Bien, eso es verdad," Ronnie concedió. "Y tú das vuelta a esa tonalidad más linda de rojo. Ok, jugaré pero vamos a estar en la cocina y hacer la cena mientras estamos hablando."
Quince minutos más tarde Rose estaba sentada en la mesa de la cocina cortando cebollas mientras Ronnie estaba parada en la plataforma rebanando champiñones. "Contéstame algo," la joven mujer dijo mientras limpiaba el interminable río de lágrimas, "¿Por qué soy yo quién termina siempre cortando la cebolla?"
"Oh, no puedo soportarlas, me hacen llorar," la mujer más mayor dijo descaradamente.
"Eres afortunada de no estar al alcance de mi mano, Srta. Cartwright," advirtió juguetonamente. Ronnie sirvió el humeante chocolate caliente en dos tazas, entonces añadió mini-melcochas. Trajo una a la mesa y la dejó al alcance de la joven mujer.
"Estoy al alcance de tu mano ahora, ¿qué es lo que vas a ser sobre eso?" La inteligente ejecutiva se dio cuenta de su error un segundo después cuando los pequeños dedos se deslizados alrededor de su cintura y comenzaron a cosquillearle despiadadamente. "Oh, hey ya, heh heh, vamos ya, Rose, solo bromeaba." Se hizo hacía atrás fuera del alcance de las juguetonas manos. "Tú solo espera..." dijo entre respiraciones. "Cuando estés fuera de esa silla... Me las pagarás."
"Yeah, ¿tú y qué ejército?" Rose le sonreía de oreja a oreja, obviamente completamente orgullosa de si misma. "Parece que yo solo necesito mis dos manos para derrotarte, oh poderosa guerrera del mundo corporativo."
"Eso es porque conoces mis debilidades," Ronnie contestó. Y estoy indefensa cuando llegas a resistirte. Se acercó por detrás de la silla y puso las manos en los hombros de la mujer más pequeña. "Y una debilidad ahora mismo es que estoy muriéndome de hambre. ¿Quieres tu filete asado o salteado?"
"Sorpréndeme."
"¿Salteado dijiste? Sale enseguida." Le dio un suave apretón y caminó hacía el refrigerador. "Oh, hay pastel con crema para el postre."
"Suena estupendo. María selecciona siempre la mejor comida," Rose dijo. "Tú estabas prácticamente babeando encima del pollo anoche."
"Otra de mis debilidades," dijo mientras recuperaba los filetes y la mantequilla.
"Tendré que decirle a tus potenciales pretendientes que el camino a tu corazón es a través de tu estómago."
Y tendría que decirles que mi corazón está ya dado, Ronnie pensó para si misma. "¿Y qué sobre ti? ¿Qué cosas secretas debería saber para decirles a tus potenciales pretendientes?" Observó con atención de que Rose volteaba a todo menos a ella. "¿Qué es eso? No estoy entendiéndote." Nadie puede entender ese murmullo. Vamos, Rose, déjame entrar.
"Um..." Sus dedos remontaron el delicado diseño de su servilleta. "Yo tengo," finalmente contestó con un encogimiento de hombros. "Supongo que nunca realmente pensé en lo que desearía en un amante."
Ah, ahora estamos llegando a algo interesante. "Ok, así que piensas en eso ahora. Vamos a comenzar con lo básico alto, moreno y atractivo. ¿Ahora qué más?" Puso los filetes a cocinar, agarró su taza, y se dirigió hacia la mesa.
"Bien, supongo que desearía a alguien que fuera inteligente, atento, que tenga sentido del humor pero no sea un bromista práctico, ningún problemas con juego o drogas o algo así."
Por ahora estoy bateando un mil. "Estar atento a tus necesidades y deseos..."
"Pero no a expensas de las suyas," Rose interpuso.
"Apropiado," convino. ¿Sus propias? Su ceja se levantó levemente. "Ok, ¿qué más?"
"Hmm." La joven mujer golpeó ligeramente su dedo en la punta de su barbilla. "Oh, bien que haya honradez y confianza. Tendría que saber que nunca me mentiría. Tiene que haber esa confianza."
Whoops, nada bueno en eso. Hey, ¿ellos nunca mintieran? ¿Qué es con la neutralidad de género, Rose? "No te olvides que él tendría que poder cumplirte cada deseo."
Rose parecía reflexionar un pensamiento en su cabeza por un momento antes de hablar. "No sé como nuestros padres lo hicieron. Esperando hasta que estuvieran casados para tener sexo."
Whoa, ¿de dónde vino eso? "Um, odio decirte mi amiga, pero no pienso que ellos esperaran. Quiero decir, ¿comprarías un auto sin primero sacarlo para un paseo de prueba?"
"Yeah, quizá es por eso que tantos intercambian el suyo después de algunos años."
"Pienso que ellos solo están buscando un modelo más nuevo."
"Quizá lo qué están realmente buscando no es un auto en absoluto," Rose ofreció nerviosamente.
"Tal vez." Ronnie respiró profundamente y se sumergió adelante en un peligroso territorio. "No todo el mundo está interesado en autos." ¿Estás preguntando si estoy?
"Y eso está bien," la joven mujer dijo rápidamente. "Si alguien preferiría tener una camioneta que un auto, más poder para ellos."
"Con cualquier marca, ellos felices, supongo." Tú y yo sabemos que me estás diciendo que está bien, ¿no es así? Otro pensamiento se le ocurrió a la mujer de cabello oscuro. ¿O estás intentando decirme que tú eres? "Hay incluso a los que les gustan ambos." Ya está cubre todo los ángulos, solo en caso.
"Algunas personas no están seguras qué les gusta." Rose levantó la mirada por un segundo entonces de nuevo en la mesa. "Quizá creyeron que le gustaban los autos pero ahora piensan que quieren una camioneta."
Ronnie dejó salir una profunda respiración. Oh chico, ¿cómo se supone que yo responda a eso? "Um, bien... e-eso está bien también. Pero pienso que deben tomar su tiempo y no darse prisa en algo debido a que piensan que a alguien más puede gustarle." Observó los nerviosos dedos que golpeaban ligeramente el asa de cerámica. "Especialmente si no están seguros." Vamos ver si consigo eso correcto. "Quizá han conducido únicamente autos y ahora tienen un amigo que le gustan las camionetas. Pueden pensar que quieren una camioneta también pero realmente no."
"Así qué estás diciendo que no deben darse prisa en algo, ¿incluso si realmente sienten que quieren una camioneta?" Vino la suave voz mientras los verdes ojos se levantaron hasta encontrar los de Ronnie.
"¿Tuvieron alguna vez deseos de una camioneta antes?" Tanto como las metáforas la conducían a la locura, la mujer más mayor no deseaba hacer algo que pudiera aparecer los fantasmas de la obviamente nerviosa Rose.
"No."
"Pienso que la mejor cosa es que la persona solo pase algún tiempo paseando en auto por ahí con su amigo para ver si realmente le gustan las camionetas."Eso es, solo dejar todo de la manera en que está, agradable y seguro. El olor de la carne chisporrotear le dio la excusa perfecta. "Maldición, me olvidé sobre los filetes." Ronnie saltó y fue a la plataforma. "Bueno, están bien. Ahora ves por qué a María no le gusta que cocine."
"Oh, pensé que era porque utilizas cada olla y sartén en la casa."
"Ya veo que las dos hablan de mí cuando no estoy alrededor." Ronnie sonrió por dentro en el pensamiento. "Espero que sean buenas cosas."
"Sobre todo las buenas cosas," Rose bromeó. Un incómodo silencio siguió, roto solamente por el chisporrotear de los filetes cuando cada mujer se retiró metiéndose en sus propios pensamientos. Para Ronnie, la conversación reveló mucho más de lo que había esperado. Miró en Rose. Así qué sientes algo. No estoy imaginando los crecientes tactos y abrazos. Con ese pensamiento sin embargo, vino el miedo. No creo que alguna vez me utilizarías como Christine lo hizo pero no puedo poner todo sobre la línea otra vez. No puedo tomar ese riego. En ese momento Tabitha vino saltando en la cocina y Rose movió su silla para permitir que el gato saltará a su regazo. Entonces por supuesto, hay el detalle de menor importancia de mí que soy la que te golpeó. Estoy segura que si ese pequeño pedazo de información saliera tú incluso no desearías ser mi amiga mucho menos algo más. En lo más profundo Ronnie sabía que tenía razón en mantener las cosas de la manera en que estaban, no importa lo qué su corazón dijera. Había lastimado a Rose bastante.
En la mesa, Rose estaba cruzando su propia agitación mental. Abrazó al ronroneador felino parpadeando al fondo las emociones y fluyendo demasiado cerca de la superficie. Así que ya sabes que lo sé. Miró cuando Ronnie alcanzó el armario para los platos. Tú sabes y no me deseas. Rose no estaba segura si estaba aliviada o decepcionada. Su corazón insistió en lo último.
Ronnie puso los dos platos en la mesa. "¿Necesitas algo más para beber antes de que me siente?"
"No, esto está muy bien, gracias." La joven mujer nunca levantó la mirada de su plato. Sin embargo sabía que esos increíbles ojos azules estaban mirando fijamente en ella. "Esto huele maravilloso." Tomó su cuchillo y tenedor y se enfrascó en cortar su carne. Ronnie se dirigió hacia el lado opuesto de la pequeña mesa redonda, después se detuvo y se sentó al lado de Rose.
"Hay más vegetales si quieres."
"No, así está bien." La joven mujer continuó empujando su carne alrededor de su plato.
Ronnie pudo únicamente sentarse cerca impotentemente y observar como Rose se retiró metiéndose en si misma. Odió la tensión pendiendo en el aire pero no estaba absolutamente segura qué hacer o decir para romper esta. "Um, si tienes alguna pregunta sobre las camionetas, uh, quizá pueda contestarlas para ti."Oh, eso es brillante, se regaño. "Quiero decir..." se detuvo por un segundo cuando la cabeza rubia se levantó para encontrar su mirada. "Quiero decir... odio esta torpeza." Compartieron una pequeña sonrisa antes de que Rose bajara su cabeza otra vez.
"No me emociono especialmente con eso yo misma."
"Entonces hablemos." Más fácil decir que hacer.
"No sé qué decir," la joven mujer dijo en una queda voz. El corazón de Ronnie se estremeció por el dolor que oyó allí. Sin pensarlo estiró su brazo y puso su mano encima de la de Rose. El suave apretón devuelto la dejó saber que el tacto era bienvenido.
"Solo di lo qué está en tu mente." Varios bocados del filete desaparecieron antes de que Rose hablara.
"¿Has tenido muchas camionetas?"
"Um..." No era la pregunta que Ronnie esperaba. "No, Christine fue la única." Ya está, dije su nombre. Vamos a conseguir más allá de esta cosa estúpida de autos/camionetas.
"Oh." Rose retiró la mano y comenzó a cortar más carne.
"Tú no puedes mirarme y hablar de esto, ¿puedes?"
"No." Lentamente un rubor se arrastró sobre su cuello. "Nunca fui buena hablando acerca de esta clase de cosas."
"Más en la acción que palabras, ¿eh?" La broma de Ronnie hizo exactamente lo qué esperaba que hiciera. Rose le sonrió y le dio un golpe juguetón.
"En realidad, cuando viene a esto, no soy realmente muy buena en ninguna categoría." Se relajó un poco, manteniendo el contacto visual por varios segundos antes de bajar la mirada otra vez. "No he tenido la experiencia."
"Quieres decir..." Tienes veintiséis años. Tú no puede ser. "¿P-pero cuando fuiste pillada en el camino de entrada?" Miró el lindo rubor volver a la cara de Rose.
"No estábamos haciendo 'eso'. Estábamos trabajando nuestro camino para eso cuando fuimos pillados." Apartó su plato, desistiendo de pretender comer. Ronnie hizo igual. "Después de eso, bueno... eso nunca sucedió."
Ronnie luchó por mantener una sonrisa fuera de su cara. "Así que tú... nunca has..." La sonrisa se negó a ser ocultada y tuvo que mirar para otra parte. "... um, ¿siendo llevada para un paseo de prueba?" riendo.
"Para de reír." Rose fingió enojo pero la chispa en sus ojos la traicionó. "No. Nadie me llevó para un paseo de prueba." Tiró a una diabólica mirada en la mujer de cabello oscuro. "Eso no quiere decir que nadie miró bajo la capota."
"No podemos comenzar esto otra vez." Ronnie vació su taza y se levantó. "Dado que la cena obviamente se acabó, vamos a la sala de estar y relajarnos en el sofá." Tengo el presentimiento que esta conversación va a continuar y yo preferiría hablar bajo la suave luz en vez de esta potente lámpara fluorescente. "Traeré el pastel con crema."
"No te preocupes por mí." Rose miró a su amiga abrir el refrigerador y sacar una cerveza. "¿Me das una de ésas?"
Ronnie la miró burlonamente. "¿Qué sobre tu Percocet? Pienso que no deberías beber con eso."
"No he tomado ninguno hoy y no tomaré ninguno esta noche." Rose no era ni mucho menos una bebedora pero en este momento su boca estaba tan seca que estaba segura que podría vaciar un six pack sin problema.
"Está bien," la mujer más mayor contestó con indecisión. Quizá no debo beber. Necesito mi agudeza cuando estoy contigo, Rose. Sacó dos vasos del armario y siguió a su amiga dentro de la sala de estar.
Dejó las cervezas y los vasos y en la mesa del café justo cuando Rose estaba preparada para transferirse de la silla de ruedas al sofá. "Aquí, déjame ayudar."
"Puedo hacerlo."
"Es más fácil si ayudo." Dio un paso adelante y bajó su cabeza. Había sido demasiado tiempo desde que Rose dejó su ayuda y extrañaba la sensación de sostener a la joven mujer en sus brazos. Un brazo se deslizó detrás de la espalda y sintió los brazos más pequeños envolverse alrededor de su cuello. Sí, eso es, agárrame. Puso su otro brazo bajo las piernas de Rose y la levantó apartando la silla de ruedas con su rodilla. En vez de poner su precioso paquete abajo enseguida, Ronnie sostuvo a Rose sin problemas en sus brazos y bajó la mirada en la cara que amaba. Si solo las cosas fueran diferentes, pensó cuando sus ojos cayeron sobre los suaves labios rosados tan cerca de los suyos. En el fondo de su mente sabía que un beso no sería protestado. Pero el destino a veces encuentra la necesidad de ser cruel, Rose tuvo que moverse, provocando que el duro yeso de su molde frotara contra el antebrazo de Ronnie. Fue un inmediato recordatorio a la ejecutiva de todas las razones de no actuar sobre sus sentimientos. Dejó a su amiga abajo rápidamente pero suavemente, desviando la mirada antes de que cambiara de opinión. Pasó al otro lado del sofá y se sentó de lado en el cojín lejano. Un rápido torcer de su muñeca y la cerveza estaba abierta. Ronnie no se preocupó por el vaso, tomando varios tragos directo de la botella. "¿Quieres algo de música de fondo?" Oh, eso es brillante. Es Día de San Valentín. Todas las estaciones tocaran canciones de amor.
"Seguro." Para Rose, cualquier cosa era mejor que el ensordecedor silencio. Ronnie jugó nerviosamente con los diferentes controles hasta que encontró el correcto. Ajustó el volumen a un punto donde podrían apenas oírlo, entonces dejó el control en la mesa. Abrió la otra cerveza y la sirvió en un vaso sin hacer comentario, entonces se lo pasó a Rose. "Gracias."
"De nada." Ronnie se recargó contra el brazo del sofá y tomó otro trago de su cerveza. Se miraban la una a la otra, silenciosamente esperando que la otra comenzara. Una canción comenzó y terminó sin un sonido de ninguna de las dos mujeres. "Bien, esto es productivo," la ejecutiva finalmente dijo.
"Quizá debamos solo dejarlo para esta noche," Rose sugirió.
"No. Necesitamos sacar esto abiertamente." Dio un profundo suspiro y alcanzó su cerveza. Para su sorpresa estaba ya vacía. "Wow. No he tomado una así en mucho tiempo." ¿Por qué estoy tan nerviosa? Sé lo que tengo que hacer. "Rose, tú significas mucho para mí, sabes eso." Se forzó para encontrar la mirada de la joven mujer, esperando que sus palabras no sonaran tan falsas para Rose como lo hicieron a sus propios oídos. "Pero tomé una decisión hace mucho tiempo que la empresa viene primero." Incluso sobre mi propio corazón. "No puedo volver sobre eso."
"¿Chris te lastimó tan seriamente?"
"Si ella lo hizo" Ronnie había estado mirando su regazo y levantó su cabeza en sorpresa en el gentil tacto en su extendido tobillo. "Es más complicado que eso, pero..."
"Tu camioneta esta estacionada en el garaje y no irá a ninguna parte," Rose ofreció. Sus palabras que le ganaron una sonrisa conmovedora.
"Algo así. Necesito otra cerveza. ¿Qué te parece?"
"Estoy haciéndolo muy bien con ésta." Tomó otro trago y observó cuando Ronnie salió de la habitación.
Ahora sola, Rose sentía el nerviosismo que intentaba mantener bajo control echándolo de lado. Sus traguitos se convirtieron en tragos y su vaso estaba casi vacío para el momento en que Ronnie volvió. Miró el alto, inclinado cuerpo doblarse sobre el cojín y mirarla expectante. ¿Supongo que ahora es mi turno, huh?Tomó otro trago, el alcohol reforzaba su valor. Levantó la mirada en los suaves ojos azules. "No sé lo que quiero," susurró. "Nunca he sentido de esta manera sobre alguien más, Ronnie." Apartó la mirada y terminó su vaso, su corazón palpitaba con fuerza dolorosamente dentro de su pecho. Rose no tenía idea de cómo habían comenzado esta conversación pero sabía que no podían dar marcha atrás ahora.
"¿Así qué a dónde vamos nosotras de aquí?" La voz de Ronnie era titubeante, traicionando las fuertes emociones luchando dentro de ella. "No quiero perder lo que nosotras tenemos." No quiero perderte.
"No, lo sé." Miraba anhelante la cerveza de su amiga. Ronnie sonrió y se la pasó. "Gracias." Rose tomó varios tragos de la botella antes de devolverla. "Supongo que las cosas pueden solo permanecer igual. Quiero decir, nosotras somos aún amigas, ¿correcto?"
"Las mejores amigas," Ronnie corrigió, pasando la cerveza.
"Las mejores amigas." La mujer rubia sonrió. "Y las mejores amigas pueden dormir una junto a la otra a y no tiene que significar nada."
"Correcto, y las mejores amigas, pueden aún abrazarse."
"Absolutamente." Rose estaba animada por la dirección de la conversación. "Y a veces..." El sonrojo comenzó a levantarse sobre sus mejillas. "... si esta es una ocasión especial... ellas pueden incluso besarse." Sus orejas quemadas de un rojo intenso y no se atrevió a levantar la mirada. Si lo hubiera hecho habría visto la ceja arqueada y la sonrisa dirigida en ella.
"Sí, si hay una ocasión especial yo no veo razón de por qué las mejores amigas no puedan besarse." La mente de Ronnie fue nuevamente al bienaventurado beso bajo el muérdago. Se maldijo por bajarlo después de los días de fiesta.
"Te diré un secreto," Rose aún no podía mirarla. "Antes, cuando me levantaste. Yo um... pensé... quiero decir yo esperé... que tú pudieras besarme." Dijo las últimas palabras tan bajo que Ronnie casi las pasó por alto. Levantó la cerveza y dio de regreso la botella vacía. "Lo siento, no me di cuenta que estaba sedienta."
"No te preocupes. Hay suficiente cerveza. ¿Quieres otra?"
"No... si. Por favor." Ronnie se levantó del sofá y se arrodilló abajo al lado de Rose. Levantó una mano y dio vuelta a la cara de la joven mujer hacía ella. "Ahora regreso." Su pulgar rozó contra un labio demasiado suave. "Yo deseé besarte también." Se levantó y presionó sus labios en la coronilla de dorado cabello. "¿Quieres ese pastel de crema ya?"
Con su miedo disipándose, Rose encontró que su hambre había vuelto. Asintió y miró a Ronnie salir del cuarto. ¿Deseas besarme también? Estiró su mano y tocó el punto donde los labios de su amiga habían tocado su cabello. Cuando Ronnie volvió, Rose la recompensó con una sonrisa de oreja a oreja y los dedos se arrastraron unos sobre los otros cuando la botella fue intercambiada. "Gracias."
"De nada," dijo volviendo a su asiento. Sabía que estaba pisando una línea peligrosa pero no podía detenerse. "Feliz Día de San Valentín, Rose." Extendió su botella, observando que la joven mujer había servido la suya en el vaso.
"Feliz Día de San Valentín a ti también, Ronnie." Los cristales tintinearon juntos y ambas tomaron un saludable trago. "¿Recuerdas en la escuela primaria cuando acostumbrábamos repartir valentines a todo el mundo en clase?"
"¿Yeah?"
"Bien, de vuelta entonces pediríamos a nuestros amigos que fueran nuestros valentines, ¿correcto?"
"Correcto, recuerdo eso." Ronnie sonrió. "¿Rose Grayson, estás pidiéndome que sea tu Valentín?" Recibió una tímida sonrisa en respuesta. "Seré tu Valentín con una condición." Dejó la cerveza abajo y se movió más cerca. "Tienes que ser el mío, también." Se arrodilló en el cojín al lado de Rose, sus caras apartadas a menos de pulgadas.
"¿Ronnie?"
"¿Mmm?" Su atención estaba únicamente sobre los labios de la joven mujer.
"Podría el Día de San Valentín... ser considerado... ¿una ocasión especial?" Prudentemente amortiguó la cerveza, Rose levantó su brazo y encrespó su mano izquierda alrededor de la nuca de Ronnie, los largos mechones oscuros resbalan a través de sus dedos. No hubo respuesta, sólo una sonrisa y el bajar de los labios a los suyos.
El recuerdo de Ronnie del beso de Navidad palideció en comparación a la realidad. El suave, delicado roce de labios juntos la hizo tener hambre de más y volvió, mordiendo el labio inferior de Rose con los suyos varias veces antes de dejar salir lengua para probar la suavidad. Se hizo hacía atrás y recibió un suave gemido de protesta. Oh sí, podría fácilmente perderme en ti, Rose Grayson. Muy fácilmente. "Feliz Día de San Valentín." Ronnie retrocedió a una distancia 'amistosa' y recuperó su cerveza. Para su inmenso placer, fue otro segundo antes de que los verdes ojos se abrieran y se enfocaran.
Para Rose, todas las historias sobre los fuegos artificiales y las campanas estallando fueron reales. Se sentía absolutamente mareada y no pudo resolver si fueron los besos de Ronnie o la cantidad de alcohol que había consumido. La sensación de hormigueo en sus labios gritó su elección y su corazón palpitó con fuerza en acuerdo. "F-feliz Día de San Valentín para ti también." Levantó la mirada y vio la sonrisa de gato Cheshire en la cara de Ronnie. "¿Qué?"
"Nunca antes mis besos habían dejado a alguien sin aliento." Estiró la mano y tomó la de la mujer más joven en la suya. Mirar en la forma en que tú me miras. Si tú supieras la verdad... Ronnie echó un vistazo en el reloj, observando que era demasiado temprano para fingir estar cansada. "¿Quieres ver una película?" Sin esperar una respuesta, alcanzó los telecontroles. Un segundo después la música había parado, substituido por Chevy Chase fanfarroneando a lo largo de la película 'Vacations'. "Allí vamos."
Rose echó un vistazo en la televisión entonces de regreso en la mujer que acababa de besarla tiernamente. Ronnie se negó a mirarla. Tú no estás engañándome. Esa película justo no es interesante. ¿De qué estás asustada? Nunca te lastimaría como Chris lo hizo, lo juro. Entendía que su amiga necesitaba un poco de espacio y Rose estaba dispuesta a darlo. La noche había contestado a muchas preguntas. Ahora sabía que sus sentimientos eran recíprocos, por lo menos parcialmente. El beso había sido la prueba. Su miedo a ir más lejos había sido apaciguado por la declaración de Ronnie que ella no quería tomar su relación en esa etapa, pero ahora Rose necesitaba...algo. "¿Ronnie? ¿Puedo acostarme en tu regazo?"
"Me gustaría eso." Se colocaron en la posición familiar, la cabeza de Rose en su regazo y su mano ligeramente acariciando el dorado cabello debajo de esta. El tacto llevaba con este un nuevo significado ahora, a la luz de las recientes revelaciones. La ternura estaba aún allí, pero envuelta en una capa de amor que se movía de la una a la otra. Los dedos de Ronnie se desviaron para trazar el contorno de la pequeña oreja ocultada por el cabello de Rose. La mano apoyada en su rodilla comenzó a moverse también, trazando ociosos círculos a través del algodón grueso de su pants, haciendo que Ronnie deseara tanto estar usando un short para así poder sentir esos dedos moviéndose a través de su piel. ¿Oh Dios, cómo voy a hacer esto? Bbajo la mirada en Rose. Si tú solo supieras cuánto deseo hacerte el amor en este momento. No sé si puedo hacer esto, estar tan cerca de ti y no poder tocarte de la forma en que quiero. Su dedo índice recorrió la quijada hasta la barbilla. Te amo tanto, Rose.
Al final de la noche, era hora para otra prueba. La casa fue cerrada y las luces fueron todas apagadas para la noche salvo la pequeña lámpara al lado de la cama. Rose estaba preparada para meterse en la cama cuando sintió los fuerte brazos de Ronnie envolverse alrededor de ella y levantarla. "Imaginé que ayudaría otra vez."
"Huh uh," observó que la alta mujer no hacía esfuerzo de soltarla, no que se estuviera quejando. "¿Supongo que te debo alguna clase de recompensa por ayudarme?" Una sonrisa tiró en la comisura de la boca de Ronnie.
"Bien, tú no me 'debes' nada pero si quieres darme una recompensa, por supuesto no me importaría." La bajó a la cama, su boca a escasas pulgadas de la Rose. Ambas mujeres estaban completamente conscientes de la manera en que la parte superior de sus cuerpos estaban presionándose juntos.
"No me importaría." Sonrió cuando sus labios se encontraron, sorprendidas en lo perfecto que era este sentimiento. Cuando Ronnie se hizo para atrás, ella se hizo para adelante, prolongando el contacto por otro segundo. Demasiado pronto para su comodidad, el peso sobre ella se movió, remplazado por las cálidas sábanas.
"Buenas noches, Rose." Ronnie se acomodó a su lado, el largo brazo se envolvió alrededor de su cintura como de costumbre. Sonrió en la oscuridad. Cuando el nervio naufragó como debía, el día había resultado mejor de lo que Rose había pensado que sería. A su manera ellas hablaron de sus miedos y sentimientos y ahora estaban durmiendo juntas como hacían cada noche. Aunque sabía que algunas cosas habían cambiado entre ellas, había mucho más que había permanecido igual. Bajo su mano para entrelazar sus dedos con los más grandes. "Buenas noches," la adormilada voz de Ronnie murmuró cuando apretó sus dedos unidos.
"Buenas noches."