Amor a su vergota
Las cosas que hago solo por tener su verga adentro mío. Relato cortito pero rico
De un tiempo hasta ahora he podido asimilar y aceptar que le pertenezco a alguien mas, que soy el objeto de un macho insaciable, dominante, sometedor, agresivo y subyugador. Ha doblegado a la mujer empoderada que habitaba en mi, ha hecho de mi decencia de las mas decadentes y es que con tu verga logra llevarme a las bajezas que nunca nadie mas se atrevió.
Tiene una vergota que cualquier mujer desearía si quiera probar, he sido afortunada de que este macho apareciera en mi vida, afortunada de conocer lo que es ser dominada por un verdadero macho.
Y es que con su espectacular virilidad y hombría ha sabido hacer de mi su puta y quiero contarles como lo ha logrado.
Pensaba que el sexo estaba sobrevalorado, que era monótono a pesar de siempre querer probar algo nuevo o al menos tener la intencion de experimentar nuevas sensaciones, pero al final siempre era lo mismo, una coreografia aprendida con el pasar del tiempo.
Hasta que un hombre al que recién estaba conociendo me invitó a su trabajo y no precisamente a conversar. Sabía que ocurriría nuestro primer encuentro ahí en su oficina. Emocionada por tener una de las escenas sexuales maa codiciadas y soñadas por muchas... Por fin tendría mi momento de lujuria en una oficina de un policía. Era un sueño erótico a punto de convertirse en realidad. Y ahi estaba yo... en el ascensor siendo manoseada y por su incontrolable deseo de querer poseerme sabía que me deseaba con locura, lo sabia porque sentía su verga dura, grande y abultada. llevaba mucho tiempo, tal vez años sumida en la cotidianidad, hace mucho que nadie demostraba tal deseo por mi y mi cuerpo, podía reconocer su verga exitada, lista para recibir a la que seria su sumisa. luego del ascensor llegamos a la oficina, agradecida por su entusiasmo y deseo ahi me tenia mamandole la verga, la metia una y otra vez en mi boca, sus gemidos y jadeos no se hicieron esperar y es que esaa expresiones me llevaban al orgullo maximo, aquel hombre disfrutaba de una de las mas ricas mamadas que haya hecho en mi vida. Y ahi es donde comenzó todo, fue la llave que abrió la puerta de mis deseos y mis necesidades como mujer.
He descubierto que una mamada no es solo llegar y meter una verga en tu boca, es mas que eso, es una bajeza en donde te sometes al deseo de ese hombre, y no siendo de igual a igual, por mi parte postrarme de rodillas a sus pies es un acto de bajeza, pero de esas bajezas que cualquier mujer querría hacer por una gran verga. Para mí ser inferior por su maso de carne ha sido de los placeres impensados, he logrado conseguir satisfaccion sometiendome a su hombría. Una mamada es un arte, el arte de dar placer y sentir placer dándolo, si das una mamada por obligación no lo haras ni bien y no lograras encontrar placer en ello. Para mi ha sido de lo mas placentero, hacer bailar mi boca y su polla en un ritmo sinigual donde dos enamorados bailan al son del movimiento. Mi boca y su polla son la pareja perfecta en el arte de las mamadas. Sus gemidos, los mios y nuestros jugos hacen la música perfecta. Meter y sacar una y otra vez su duro miembro de mi boca es exitante y adictivo a la vez, ver a un macho de tomo y lomo entregado a mi boca es un vicio insaciable, sentir como mi león ruge de placer me esclaviza a querer darle mas de mi, como querer que atraviese mi garganta, que hunda todo su pico en mi boca y haga de mi una esclava de sus deseos y es que estoy entregada a él.
Las mamadas lo llevan a un estado de exitacion imparable y es cuando comienza a aparecer su bestialidad, no le gusta que me detenga o que use mis manos, y esos pequeños detalles hacen de él un hombre rudo, por fin sacando su verdadera personalidad, rudo y agresivo, que abusa de mis necesidades de hembra insatisfecha por culpa de otros.
Me obliga a sacar mis manos de su miembro, solo le gusta mi boca bien abierta recibiendo sus embestidas de animal, le gusta llevarme al punto de hacer arcadas, le fascina atorarme y ahogarme con su vergota, sobre todo si nota que trato de liberarme de su fuerza.
Luego de tan exquisitas mamadas su miembro siempre quiere mas y mi concha no queda inadvertida. Mojada y llena de cosquillas se que viene su pico a calmar mi calor, la calentura que traspasa mi cuerpo, su verga me sacia por completo. Sus movimientos hablan de lo dotado que está y de su experiencia como hombre y debo reconocer que nunca me ha dado alguna descepcion, su verga siempre esta dura para mi, siempre preparada para esta hembra antes insatisfecha.
Entregarle mis agujeros es exquisito, poder montarlo y hacer de mi cuerpo un vaiven con su pico adentro mio, apretandolo con mis paredes, me lleva rápidamente al orgasmo, no tardo en conseguir que mi cuerpo libere mis gemidos que solo le pertenecen a el.
Corpulento y fortachon hace de mi una hembra débil, dispuesta incluso a sus abusos por sentirlo atravesarme una vez mas, su fuerza en ocaciones me lleva a querer parar, que se detenga, pero eso mas lo prende y hace de la fuerza uno de sus mejores aliados.
Toma mis manos o mis muñecas con fuerza, mi cuello y mi cabello. Pero esto no me genera rechazo, me genera pasión descontrolada, me ha llevado a los orgasmos mas exquisitos que alguna vez haya experimentado, he hecho mi cuerpo temblar y mis gemidos han sido los mas genuinos.
El sexo anal es de las experiencias mas nuevas que he vivido con mi machote exquisito, si bien llevamos practicándolo hace mucho, este ultimo tiempo ha sido placentero y los orgasmos mas intensos han sido con su vergota metida en mi culo. Y es que me costaba entregarme en cuerpo y alma a esta práctica que para algunos definitivamente no les gusta y que para otros es de las prácticas más anheladas. No queria depender de su pico metido en mi culo, mi mujer empoderada aun no me permitía caer en ese juego. Queria tener la capacidad de decidir por mi cuerpo y no quedar a merced de una bestia insaciable. Pero me ha dado de las mejores sorpresas, me mete su vergota como todo un caballero, cuidadoso y delicado, pero solo para abrirme el culo, una vez estando adentro de mi ano deja su caballerosidad y las embestidas no se hacen esperar, mis gemidos son la demostración de que sabe ser un verdadero hombre con cada uno de mis agujeros sabe atender mi culo con total dominio y superioridad, mete su pico grande y duro en mi ano a destajo, humillada por tal escena y no conforme con eso me hace besar sus pies mientras tiene su pico extremadamente duro rompiendome el culo, es un animal y mo hay nada que lo detenga, nada que pare su proxima corrida.
pero no se queda ajeno a mis placeres, le encanta sentir y verme temblar, es la recompensa por sus embestidas, mis orgasmos anales son sus favoritos o es lo que he notado.
Mi leon sabe que esta por correrse y liberar todo su semen, rápidamente debe decidir en donde eyaculara toda esa leche. Muchas veces que la verdad son incontables ha derramado su masculinidad en mi boca, para que mi boquita tragona se beba toda esa leche calentita y asi alimentar mi hambre de hembra. Tener su leche bajando por mi garganta me hace sentir su puta.
Por otra parte... Podría correrse en mi concha, que la fuerza de sus chorros y chorros de semen lleguen a mi útero y marque mi cuerpo como los animales marcan a sus hembras.
Y la última opción es mi ano que es donde generalmente debe tomar la desicion mientras mete y saca, una y otra vez su vergota deliciosa. Debe decidir si saciar mi hambre de hembra, marcar con su leche mis entrañas o humillarme corriendose en mi culo, haciendome sentir su puta gratis y personal.
Cualquier lugar que el decida me encanta, porque la verdad hace meses que yo no decido por mi, sino que es él quien dispone de mi cuerpo porque sabe que no podria negarme a su maso de carne, sabe que lo amo y es por eso que se aprovecha de mi, abusa de mi debilidad y de mi amor por su verga, me usa a su antojo porque sabe que no se decirle que no. Amo tener su verga atrevesandome, amo chuparle el pico y no me niego a nada porque amo atender su verga exquisita, soy su puta y amo serlo, eso y mucho mas así que sí, la mujer empoderada ya no habita en mi, solo estoy para los deseos de mi hombre exquisito, de mi león.