Amor a la Italiana... Intensidad

Saludos!Creí que terminaría este relato hace tiempo, pero ya ven xD quedaba mucha tela que cortar, aún así espero estar haciendo las cosas bien... al menos por este emdio, mil gracias por leer!!

-Alessa, hija… que bueno que llamas, ¿cómo está todo en Hawai?

-excelente mamá, creo que necesitaba sentir las olas

-supe que fuiste a Maui, ¿te gusta?

-es precioso, perfecto para relajarme, ¿cómo están las cosas por allá?

-bueno, la familia crecerá pronto – dijo Byanca riendo

-¿estás embarazada? – rió Alessandra para luego dar un sorbo a su piña colada

-no jajaja, Sophía y Camilla se casarán, me dijeron que te avisara en cuanto llamaras, será el 16 de mayo

-wow… pronto – dijo cambiando el tono de voz

-si, ¿vendrás?

-no lo se mamá… quise alejarme de todo para pensar

-te hará bien

-vaya que si… tengo que colgar, adiós

Sophía bajó de su jeep con un ramo de rosas, caminó hacia el restaurante sonriente

-hi Leonard

-señorita Milleni, siempre es un placer

-gracias Leonard, ¿puedo pasar a la cocina?

-por favor, siga

Al entrar vio a Camilla dando órdenes, de verdad le sentaba el liderazgo

-quiero ese salmón para ayer… la pasta está demasiado suave, mejórenla… ¿dónde están mis escalopas? Muévanse por favor, hay personas afuera que quieren comer

-hey hermosa relájate, no es hell´s kitchen – dijo acercándose entre risas

-Soph… estoy algo atareada

-¿me regalarías un hola al menos?

-hola al menos – dijo caminando con dos platos a la barra principal y ordenando que los llevaran

-mmm, vamos amor… apenas te veo, este mes has estado muy ocupada, dame un beso ¿si? – Camilla miró a Sophía por un segundo, se acercó a ella y besó su mejilla, luego siguió a la cocina, Sophía miró las rosas… sonrió y salió de nuevo con ellas, las colocó en el asiento del copiloto, encendió su jeep y volvió a la carretera

-¿cómo van las estadísticas? – dijo el señor Cunnington viendo hacia la gran ventana de su oficina mientras ejercitaba su mano con su pelota antiestrés,

-este mes la tabla nos muestra un aumento del 15%, es un gran avance

-si… eso veo – dijo arrojando la pelota contra el vidrio de la ventana para volver a atraparla

-si me permite decirlo… desde que la joven Vanessa entró, las cosas van un poco mejor por aquí

-nunca te permití decirlo… largo – su asistente se levantó, se giró hacia su escritorio y recostó su torso a este recostando su cabeza de sus brazos, los cuales ya había cruzado sobre el, de pronto escuchó su teléfono - ¿qué quiere Beth?

-Bella, la asistente de la señorita Cunnington desea verlo

-dile que pase – dijo con desgano acomodándose en su silla

-con permiso – dijo antes de sentarse

-adelante Bella… puedes sentarte

-ya lo hice – respondió para luego colocar unos planos sobre el escritorio

-¿qué es eso?

-es un campo de deportes mixto, habrá cuatro canchas en cruz como puede ver, uno de béisbol, uno de fútbol, uno de básquet, y un mini skate park

-¿y?

-ah, esto es un proyecto de Vanessa, solo quiere que esté consciente de que se invertirá dinero en esto

-veo muchos ceros ahí

-los hay – dijo Bella enrollando los planos de nuevo

-ok, ¿dónde será?

-será en el oeste de la ciudad, un viejo parque abandonado será convertido en esto

-¿cómo se recuperará la inversión?

-¿a qué se refiere?

-bueno, entradas… costos… cobro…

-oh, nada de eso, esto es una donación para ese lugar

-¿donación? Deben estar bromeando, no daré ni un solo centavo para eso

-como dije antes, Vanessa solo quiere que esté al tanto del dinero que se gastará en eso, además la junta ya lo aprobó – Bella dejó los planos en el escritorio y caminó hasta la puerta

-hablando de ella, ¿dónde carajos está?

-en una reunión de suma importancia con la señorita Salvatore – dijo sonriente

-muy bien… has hecho esto varias veces Vic, solo tienes que concentrarte… concéntrate…

-¿estás segura de que quieres seguir?

-¡no molestes! Ok… respira… solo un golpecito…

-Vic, hace mucho sol… ya mejor regresamos, tengo hambre

-arroja la pelota, igual cuando el campo esté listo jugaremos para inaudurarlo… tengo que aprender – dijo esto mientras sostenía su bate

-Vic, de verdad… no es necesario que demuestres que sabes jugar, te creo… vamos a comer

-arroja la pelota ¡ya!

-¡bien! – dijo Vanessa un tanto enojada para luego arrojar la pelota a Victoria quien abanicó con mucha fuerza… aunque no le pegó, el bate salió por los aires y casi le impacta a Vanessa – un día de estos vas a matarme

-lo siento amor… tienes razón, regresemos

-¿y si vamos al restaurante de Alessandra? Me gusta la comida de ahí, más ahora que Camilla es quien cocina, aunque nunca probé algún platillo de Alessandra pensándolo bien

-de acuerdo… tu conduces

Sophía se detuvo, bajó con las flores y un frasco con agua fría, comenzó a caminar de nuevo, se detuvo frente a la tumba de Sarah

-espero no incomodarte a ti – dijo colocando la mitad de las rosas en uno de los floreros para luego colocarle el agua fría – también espero que no tengas algo que hacer…quise pasar a saludar – terminó de arreglar las rosas, y puso el resto en el otro florero para luego sentarse frente a la lápida – ah… ya, debes saber como están las cosas, me casaré con Camilla, creo que lo dije antes de irme ese día – miró la lápida y vio una pequeña mancha, sacó su pañuelo y la limpió – no esperaba que… termináramos así, te traje rosas… tus favoritas – sonrió – olvidé traer un cigarrillo, lo recordaré para la próxima, lo siento… Terry te extraña, y mucho, el… juega mucho con el peluche que le regalaste, perdona, no se exactamente que debe decirse en momentos así… o si debería estar aquí pretendiendo hablar contigo… como si fueras a contestarme – rió un poco – de seguro te burlarías de mi por hablar sola… moriría por escucharte reír una vez más

-de seguro está riendo, si es una persona querida para ti, escucharás su risa desde tu corazón – Sophía volteó asustada, miró a una joven de unos 26 o 27 años, alta, de cabello color miel un poco ondulado, traía una blusa blanca con una chaqueta de gamuza color marrón claro, unos jeans y unas botas hasta los tobillos, estas eran negras, un pañuelo atado a su cintura el cual estaba parcialmente debajo de la camisa y una bufanda rodeaba su cuello, traía unas cuantas margaritas

-si…seguro que si – dijo limpiando su rostro, había llorado un poco

-lo lamento, creo que interrumpí – dijo mirando la lápida

-ah, no… solo vine a visitar a… una vieja amiga

-yo vine a visitar a mi padre – dijo sentándose a la par de Sophía – se fue hace poco ¿eh?

-si, dos meses

-¿sabes? Cuando alguien se va… una parte de ellos queda en nosotros, nos acompañarán, e irán a nuestro lado siempre – Sophía la miraba… en verdad era linda, sonrió y volvió su mirada a la lápida… - bien, las dejo – sonrió la chica mientras se levantaba, le extendió una margarita – cuídate – Sophía sonrió y la tomó, la miró por unos minutos y luego la colocó sobre la lápida justo en medio, se levantó y al buscar a la joven con la mirada no la vio

-¿quién sería? Sarah, no soy cobarde ni nada pero… me retiro por ahora – dijo antes de reír, ver la lápida una vez más y empezando a alejarse

-mesa para dos por favor – dijo Victoria saludando a Leonard

-ah señorita Salvatore, bienvenida – miró a Vanessa… y solo la obvió – pase por aquí por favor – dijo guiándolas hasta una mesa muy bien ubicada justo al lado de uno de los grandes ventanales del restaurante para luego llevarles el menú

-no te molestes, dile a Camilla que se luzca y que haga algo especial

-enseguida – Leonard se ausentó, Vanessa miró el menú y sonrió, por fin podía pagar ella, se sentía más a gusto

-amor – dijo Victoria sacándola de sus pensamientos - ¿no crees que deberíamos empezar a planear la boda?

-si, ya va siendo tiempo – dijo volviendo a ver los platillos que ofrecían

-quiero que sea pronto, además toca elegir los colores… tu ropa, ¡mi vestido! – dijo llena de emoción, Vanessa solo sonrió al verla

-señorita Bianchi, la joven Salvatore está aquí y dice que quiere algo especial, que se tome la libertad de hacer lo que le plazca

-dile que estoy ocupada Leonard, y que solo elija algo del menú

-no creo que acepte esa respuesta

-en ese caso, preparemos una pasta alla Di Salvo…

-alla Bianchi, diríamos esta vez – Camilla rió

-dile que ya sale, no le digas que es

La pasta alla Di Salvo, era un platillo especial creado por Alessandra y mejorado por Camilla, consistía en linguinis, en una crema de leche espesa, con trozos de champiñones y tocineta, alla Camilla era igual… solo que con maíz desgranado, era simple, y delicioso, eso no se servía en el restaurante, sino para la familia o amigos mas cercanos, una vez estuvo lista Camilla en persona llevó el carrito con tres platos, les sirvió y colocó uno para ella, se sentó en medio, Leonard llevó una botella de Riesling y llenó tres copas para luego dejar la botella, la gente miraba a Camilla comer con aquellas dos mujeres, vestidas muy fuera del código para comer allí

-¿qué es? – preguntó Vanessa

-mmm – Victoria probó un poco – hacía mucho no comía esto, pasta alla Di Salvo

-no querida – dijo Camilla comiendo también – es alla Bianchi

-¿ah si?

-si, tiene algo diferente

-cierto, Alessandra jamás le pondría maíz

-vamos, está deliciosa – dijo Vanessa limpiando la boca de su chica con una servilleta, Camilla las miró y sonrió

-vaya, van en serio ustedes dos – dijo antes de hundir su tenedor en la pasta enrollando un poco para luego llevarla a su boca expresando un gutural “mmm”

-pues si… por cierto, veníamos a platicarte de algo, ya que Alessandra no está y tu eres la encargada del lugar…

-soy toda oídos – dijo Camilla dando un sorbo a su copa

-vamos a casarnos – Camilla miró a Vanessa sonrojada, trató de fingir sorpresa

-oh… que… maravilloso – sonrió

-se que no nos hemos llevado muy bien pero de alguna forma estás en nuestras vidas – Camilla rió – quisiéramos usar el restaurante para la cena de compromiso, si está bien para ti

-si claro, no hay ningún problema – dijo llenando las tres copas de nuevo, Vanesa no habló mucho, prefirió comer en silencio… todo le parecía un poco repentino aunque no le molestaba en lo más mínimo

-entonces está decidido, la cena será este viernes – Camilla, quien sorbía un poco de vino se ahogó y Vanessa igual mientras comía… - ¿qué les pasa a ustedes dos?

-¿no te parece un poco rápido? ¿cuándo sería la boda?

-el sábado – dijo tranquilamente bebiendo su vino de un sorbo, Vanessa se levantó

-disculpen, voy al baño un momento – culminó para luego ausentarse, Camilla la siguió con la mirada

Vanessa se sostuvo a uno de los lavabos, abrió la llave del agua fría y lavó su cara, se miró al espejo y se sintió un poco mareada, eran demasiadas cosas juntas… pero sin embargo, era algo en verdad maravilloso como había dicho Camilla, a la vez no encontraba palabras para expresar lo que sentía, estaba asustada, se sentía ansiosa, era confuso… pero, ¿qué de malo podría pasar? Estaría casada con la mujer que amaba, nada malo había en eso, así que secó su cara, sonrió y se dispuso a regresar

-¿alguna idea de donde está Alessandra? – dijo Victoria terminando de comer, para que Camilla hiciera una seña, un mesero llegó y retiró los platos para luego volver con otra botella de vino

-ninguna – dijo viendo su copa y moviéndola un poco entre sus dedos

-mm, esperaba que fuera a la boda

-¿a qué?

-bueno, quería que fuera mi madrina, ambas… ya sabes, ambas son chef, así que ¿por qué no?

-porque ella no está aquí – dijo bebiendo su vino

-estaría más que complacida – escucharon, Victoria miró sobre la cabeza de Camilla y se levantó para ir a abrazar a la dueña de esa voz, con un jean desgastado, unas sandalias de cuero claro y una camisa blanca holgada se apareció aquella que llevaba tiempo pensando fuera

-¡Darling! – dijo abrazando a Alessandra, quien correspondió al abrazo con una sonrisa, se separaron para darse un beso en cada mejilla - ¿dónde habías estado? Pasó mucho tiempo

-vamos, un mes no es tanto…

-claro que si, vaya, te veo bronceada… me gusta – dijo riendo y recostándose a Alessandra como solía hacerlo antes, Vanessa quien regresaba miró la escena y se quedó perpleja

-¿Vic?

-ah, amore, ven aquí – dijo atrayéndola por su mano – Alessa, no tuve ocasión de presentarlas bien, ella es Vanessa, mi prometida

-hola Vane – dijo sonriente extendiendo su mano a la pequeña, ésta vio una muñequera de cuero trenzado, la estrechó luego de unos segundos – así que… eres Dj ¿verdad? – Vanessa asintió – genial – sonrió esta soltando su mano y mirando a Camilla – un gusto verte Cami, has cuidado muy bien mi restaurante

-fue un placer – dijo levantándose sin voltear, y caminando a la cocina, para luego seguir directo a los vestidores

-tengo que irme – anunció Vanessa, Victoria la miró

-¿A dónde?

-prometí a Kevin y a los otros que iría a patinar con ellos

-no me habías dicho nada

-tengo que ir, nos vemos en casa – dio un beso un poco frío a los labios de Victoria, dejó el dinero de la cuenta y salió, tomó un taxi y dio la dirección de la casa de su tío

-espero no haber causado ningún problema – dijo Alessandra – acabo de llegar – ambas rieron

-no, quizás solo está cansada, estuvimos jugando béisbol

-¿tú ensuciándote? Y jugando béisbol… ha hecho un gran trabajo contigo

-¿qué te puedo decir? – volvieron a reír – oye, mejor vas a ver a Camilla

-mejor no, creo que le afectó un poco el q apareciera

-vamos, quizás esté impactada… pero de ahí no creo que más

-lo haré si vas tras Vanessa

-no le ruego a nadie – dijo Victoria cruzando los brazos

-vamos Vic, se ve que esa chica te adora, ¿por qué te cuesta tanto?

-ven, siéntate – dijo Victoria sentándose y haciendo señas a Alessandra para que hiciera lo mismo – ella me encanta, me enloquece… por así decirlo, es… espectacular en todos los sentidos, es maravillosa – dijo no dándose cuenta de que solo de pensar en ella se alborotaban sus hormonas

-oye, relájate, recuerda que soy tu ex – rió Alessandra, haciendo una seña muy similar a la de Camilla para que el mesero llevara una botella de vino

-lo se, perdona – rió

-entonces, ¿cuál es el problema?

-no hay ninguno… o bueno… ¡nunca había conocido a una chica tan terca como ella! Jamás, en toda mi vida me habían contradicho tanto, nunca ¡nunca! Si yo digo si, ella contesta no, si yo digo derecha ella dice izquierda, si digo abajo ella prefiere arriba

-¿qué prefiere arriba exactamente? – rió Alessandra dando un sorbo a su vino

-el caso es, que no me gusta esa actitud, la amo, muchísimo, pero… odio que me lleve la contraria, a veces en el trabajo me ha visto dando órdenes, mis empleados las acatan con tanta normalidad…

-darling, ella no es tu empleada, es tu novia, y futura esposa, no es una niña a la que puedas mandar, debes entender que no todos pueden pensar igual a ti… y bueno, llegó ese alguien que puso tu mundo de cabeza, estando de acuerdo o no

-si es una niña – dijo jugando con su dedo en la copa – es mi niña

-si bueno… hablando de eso, ¿qué edad tiene? 21, 22

-19, tiene 19… soy diez años mayor

-¿ves? Tranquilízate, entiéndela, estoy segura de que ella hace su mayor esfuerzo por hacerlo contigo, obviamente habrá cosas en las que discrepar, algo que para ella es genial para ti ha de ser aburrido, o algo interesante para ti puede ponerla a dormir en cuestión de segundos, así que relájate, además, el sexo con alguien así debe ser increíble… ¿me equivoco?

-is so fucking amazing! Es como si… tuviera baterías que nunca se acaban – dijo riendo – la verdad es…

-shut up, no necesito saber eso, ahora… si me disculpas, iré a ver que pasa con Camilla, por favor dime que irás tras Vanessa

-claro que iré tras ella, después de todo… la amo – ambas rieron, y tomaron direcciones contrarias

-¡Cami! Me alegra que llamaras, ¿al restaurante? Bien, te buscaré en unos minutos, si si, tranquila, a donde quieras, me alegra en verdad que puedas… ¿Cami? ¿hola? Mm.. que raro – Dijo Sophía  mientras tomaba su pedido de un restaurante de comida rápida, para luego ponerse en marcha al restaurante

-toc toc – dijo Alessandra entrando a los vestidores - ¿puedo pasar?

-es tu restaurante – contestó Camilla sin voltear, guardaba sus cosas en un bolso

-¿A dónde vas?

-me voy, ya regresaste, no me necesitas

-claro que si – dijo acercándose – no tienes idea de lo mucho que… - calló, miró la mano de camilla mientras doblaba un delantal – lindo anillo

-gracias – respondió Camilla cubriéndolo con su otra mano

-entonces es cierto, te casarás con ella

-si… pronto

-me da… gusto ver que son felices – “vaya cambio” pensó Camilla – espero logren muchas cosas en conjunto, se ve que tienen… muchas cosas en común – “no tantas” volvió a pensar

-si, bueno… ya debo irme, ten – dijo volteando por fin y extendiendo las llaves a Alessandra, luego levantó la mirada y se encontró con aquel par de ojos de cielo, que la escaneaban con una mirada penetrante como siempre

-son tuyas – dijo sonriendo – puedes venir cada vez que gustes, ya sea a pensar, a cocinar, o a visitarme

-gracias – Camilla guardó las llaves en su bolsillo, tomó su bolso e hizo ademán de caminar a la puerta pero Alessandra la retuvo y volvió a mirarla

-Cami…yo…

-por favor no digas nada, por favor… solo quédate así, no digas palabra alguna, no quiero…

-¿no quieres qué?

-no quiero pasar por esto de nuevo, no quiero confundirme

-ah, te confundo

-no, si… ¡sólo déjame ir!

-no, quiero aclarar esto – tomó la mano de Camilla y la colocó en su pecho - ¿sientes eso? ¿sientes como late? Eso pasa solo porque estoy aquí, contigo, porque te vi, aunque insistas en negarlo se que el tuyo también late a ese mismo ritmo, y que deja de hacerlo de esa forma tan especial cuando… ya no estamos juntas

-Alessandra… por favor, déjame ir… me casaré con Sophía

-dime que la amas

-¿de qué hablas? Sabes que si

-dímelo

-basta – dijo retirando su mano del pecho de Alessandra y dando unos pasos hacia atrás

-amor, me dijeron que estarías aquí – las interrumpió Sophía entrando – Alessa, bienvenida

-hola Soph – rió Alessandra abrazando a su prima

-es un gusto que volvieras, vaya, estás hermosa, muy sexy

-gracias jaja, pero no tanto como tú

-cállate – rieron – Cami, ¿lista para irnos?

-si Cami, deben tener muchas cosas por planear, me enteré de que se casarán – dijo ésta vez viendo a Sophía – muy buena elección, el anillo está precioso

-gracias, la verdad tuve un poco de ayuda, bien… me encantó verte, pero debemos irnos, prima, te llamo luego, deberíamos salir pos ahí

-claro, iremos al club

-¿mañana en la noche?

-allá las veo – sonrió, Sophía tomó el bolso de Camilla y salió de ella al estacionamiento, subieron al jeep, Alessandra las siguió con la mirada hasta perderlas en la carretera…

-señorita Di Salvo, bienvenida

-gracias Leonard

-entonces, ¿sin rencores?

-jajaja, Leonard… parece que no me conoces… andando, tenemos comensales hambrientos

Luego de llegar a casa, Vanessa saludó a su tío, fue a su habitación la cual estaba tal como la había dejado, tomó su vieja skateboard, y se dirigió al parque donde solía reunirse con sus amigos

-vaya, miren quien llegó… pero si es la mismísima heredera Cunnington en persona

-hola chicos – rió saludando a cada uno con los puños

-creímos que este lugar era de muy baja categoría ahora que eres rica

-vamos chicos, vine a relajarme

-si, un medio tubo de oro puede ser muy resbaladizo

-Kevin, no es gracioso

-¿patinarás con eso? No tiene rubíes, ha de ser más divertido patinar en la costosísima cama de su novia… si tu papá quería casarse con ella, ¿cómo harán? - Bromeó Julia, Vanessa le dio un leve empujón

-¿qué rayos pasa con ustedes? Vine a divertirme con mis amigos, no a que se burlaran de mí

-cierto July, déjala, seguro trae guardaespaldas

-no me importa – dijo Julia empujando a Vanessa con más fuerza – si quiere pelea la tendrá

-tu fuiste la que empezó – respondió Vanessa con otro empujón a lo que Julia contestó con un puñetazo en su rostro, Kevin trató de separarlas pero recibió una patada en sus partes íntimas, Vanessa golpeó a Julia quien decidió atacar semi agachándose y empujando a Vanessa hacia una de las rampas para golpear su torso y su abdomen, Vanessa no pudo hacer más, trató de defenderse pero Julia, más grande que ella la arrojó al suelo, se sentó sobre ella y comenzó a golpearla, alzó su puño y estuvo a punto de darle un golpe mucho más fuerte cuando notó que su brazo era retenido

-¿Qué coño le haces a mi prometida?

-Vic… - alcanzó a decir Vanessa, Victoria levantó a la chica y la arrojó al piso – no te atrevas a ponerle una mano encima de nuevo

-eres una perra – dijo Julia levantándose y acercándose con ira

-una perra con guardaespaldas – dijo Victoria chasqueando los dedos, en eso un par de hombres muy altos y fornidos se acercaron a Julia por detrás – no creíste que iba a ponerme a tu nivel, ni que baje de mis tacones lo lograría

-esta vez tuviste suerte – rió esta – y tú Vanessa, ya no perteneces aquí, se ve que te has vuelto una princesita frágil y delicada…

-mejor vámonos – intervino Kevin un poco menos adolorido, el resto de los chicos los siguió

-¿estás bien? – dijo Victoria agachándose, Vanessa se sentó

-si, estoy bien

-tu nariz sangra – sacó un pañuelo de su bolsillo – ten – Vanessa volteó su rostro a la derecha – hey, no peleas tan mal, eres buena

-no es divertido

-¿sabes lo que no es divertido? – dijo mientras atraía con cuidado el aporreado rostro de su novia – el que hayan golpeado tu hermosa cara, y que la hayan estropeado para la boda, tendré que maquillarte muy bien

-Vic, ¿no entiendes?

-entender qué amor – preguntó mientras limpiaba su labio que también sangraba

-la boda… vas demasiado rápido con ella

-¿eso es malo?

-¡si! Es muy malo, mira… - dijo tomando las manos de Victoria entre las suyas – si, quiero casarme contigo, pero un paso a la vez, estás siendo demasiado apresurada con esto, no quiero sonar mal pero, no tengo tanta prisa, no es algo con lo que debas jugar, es una boda, es un para siempre, y yo… yo, honestamente no se si estoy lista, no tengo idea de como ha de ser, no se… no se que deba hacer, es todo un protocolo, es un seguimiento, algo que está previsto ya, me siento como en una clase de show donde todos esperan que haga las cosas bien – Victoria la miraba, solo escuchando – no puedo equivocarme

-¿por qué no?

-porque… si me equivoco voy a fallarte, si hago algo mal…

-chicos, déjennos a solas, estaremos bien – les sonrió a los guardaespaldas

-con su permiso señorita Salvatore

-a ver – sonrió antes de sentarse junto a Vanessa – nadie dijo que una boda es perfecta, siempre hay algo que puede salir mal, quizás el vestido no se ajuste, quizás haya algún pariente bromista en exceso, quizás el baile no salga según no esperado

-no es la boda lo que me preocupa… es el matrimonio en sí, no sé qué pueda pasar Vic, no se si… - Victoria la besó

-nadie dijo que el matrimonio era perfecto – sonrió, Vane la miró con tristeza

-¿y si fallo?

-lo resolveremos – sonrió antes de besarla de nuevo – por cierto, te veías muy sexi peleando – dijo levantándose y ayudando a su chica

-la tenía contra las cuerdas ¿eh?

-si amor… claro que si

-lo siento – rió – se que apesto, pero al menos no se la puse tan fácil

-si si, además la intimidaste, se fue

-esos fueron tus guardaespaldas

-mmm, ¿te parece si vamos a casa? Curo esos golpes… y nos duchamos, hemos sudado mucho hoy

-si claro… te sigo – rieron, así caía la tarde, llena de emociones intensas para nuestras chicas

-entonces… ¿A dónde vamos?

-no lo se – respondió Camilla recostada a la ventanilla

-ok… podríamos ir a…

-quiero ir a tomar algo – dijo Camilla antes de que Sophía pudiera decir cualquier otra cosa

-está bien, ¿algo como qué?

-tequila… ¿podemos?

-claro… no hay problema

-Soph, ¿Cuándo nos casaremos?

-mmm, creí que habíamos planeado para el 16 de mayo… ¿lo olvidaste?

-no, es solo que me parece que falta mucho tiempo

-amor, falta un mes exactamente

-si pero… ¿por qué no antes?

-¿antes cuando?

-la boda de Vane y Vic será el sábado… ¿qué tal si nosotras nos casamos a la siguiente semana?

-¿tan pronto?

-tendremos una semana pasa planear lo que tenga que planearse, hagámoslo… ¿te parece?

-bueno… no se, mamá tenía ciertas ideas sobre…

-por favor Soph – dijo Camilla acercándose a Sophía mientras esta esperaba en el semáforo – quiero casarme contigo – Sophía sonrió un poco ruborizada, Camilla la besó con un poco de intensidad - ¿no quieres tú?

-si si, claro que quiero… eh… supongo que tendremos que cambiar ciertas cosas, y tendremos que decirle a mamá – Camilla sonrió y dio otro beso a su chica, regresó a su asiento y recostó su cabeza a la ventanilla

-perfecto – sonrió – mejor vamos a tu departamento

-estamos en marcha – rió Sophía acelerando un poco más, al llegar, Camilla recostó a Sophía a la puerta, comenzó besando su cuello y metiendo sus manos por debajo de su camisa para entrar en contacto directo con su abdomen y sus pechos masajeándolos, ya que no llevaba bra, Sophía como pudo abrió la puerta y Camilla se encargó de cerrarla con una patada, la guió hasta la barra de la cocina donde Sophía tomó el control, volteó a Camilla contra esta y la alzó para colocarla encima de la misma, Camilla le quitó su camisa para luego escuchar algo caer en el piso, eran los lentes de Sophía, no importó, siguieron la faena, Camilla besó el cuello de su chica mientras que Soph luchaba con el pantalón de Cami, cuando por fin pudo quitarlo esta se sostuvo para que su chica lo retirara y se acercara despacio a sus muslos, comenzando a besarlos suavemente incrementando el nivel de deseo en nuestra pequeña chef, la cual comenzaba a suspirar, cerró sus ojos e inclinó su cabeza hacia atrás, Sophía comenzaba a juguetear en la pelvis, dando besos cortos sobre la White panty de Camilla, halándola un poco con sus dientes para luego “arrancársela” y acercarse más a su entrepierna inhalando a su paso

-mmm, como tardas… - expresó Camilla en medio de un suspiro, para Sophía esto fue un poco nuevo… quizás gracioso, no se hizo esperar, atrapó los labios de Camilla besándolos con suavidad, luego dejó que su lengua explorara entre ellos, para luego empujar la punta del clítoris ya erecto, lo presionó un poco y lo movió varias veces para hacer que Camilla se tensara, gimiera muy alto, siguió jugando con el pequeñín e introdujo un dedo en su húmeda y caliente vagina, la cual en pocos segundos empezó a contraerse, jadeante Camilla se dejó caer en la barra, dando más comodidad a ambas, Sophía sonrió y dio muchos besos a su pelvis, iba a continuar cuando notó a Camilla un tanto rara

-¿amor? ¿qué sucede? – veía hacia el techo, parecía distante - ¿hice algo mal?

-¿eh? No… ¡no! Lo siento amor – se sentó – es que… me… me distraje, perdona

-descuida – sonrió Sophía sin muchas ganas – te daré tu espacio

-gracias – dijo arreglándose un poco – iré a ducharme si no te molesta…

-no, claro que no, adelante

-gracias – sonrió, corrió un poco hasta la ducha, Sophía fue a la nevera y sacó una cerveza, la abrió y dio un sorbo para meter una de sus manos en su bolsillo y observar las calles alumbradas por los postes, dio otro sorbo y recostó su frente al ventanal

Esa semana pasó veloz, a diferencia de cuando esperas algo, cuando es así… el tiempo parece no transcurrir, lo sientes lento… pesado, miras el reloj, pasa una eternidad para que, al volver a verlo notas que solo ha pasado un minuto… ¡bien! Esta no fue así, es todo lo contrario, cuando algo importante está por llegar y nuestro amigo el tiempo decide ejervitarse… y correr, correr desenfrenado, así se sentía Vanessa sentada frente al espejo esa nohe, veía el perchero reflejado detrás de ella, tenía un traje colgado, volvió a verse… y arqueó ambas cejas

-que demonios voy a hacer… - dijo en voz baja

Mientras tanto, Bella revisaba los últimos toques para la cena de compromiso

-bien, quiero esas escaleras listas, las necesito para ayer, ¿qué pasa con esas mesas? Por favor señores no es un simulacro, ¿y Sophía? La necesito en el escenario, es el problema cuando conoces personalmente a una sola cantante, bien, la comida… ¿está lista ya? ¡vamos gente! Los invitados llegarán pronto

-trabajaríamos mejor sin tantas quejas y sin tanto apuro – dijo uno de los trabajadores, Bella rió y se le acercó

-¿tienes idea de quienes son las novias? – el joven respondió un sarcástico “no” – bien, una de ella es la princesa de la publicidad en esta ciudad, tan exigente que podría cambiar todo esto en un segundo solo porque el tono de beige no es el que le gusta, y tú tendrías que obedecerla, la otra, tiene tanto dinero que podría cambiar el color del vestido de la estatua de la libertad… si se lo propone, entonces llegas tú… ¿Mike? Mike – dijo luego de leer el nombre del empleado en su pecho – vienes, y decides por tu cuenta que no debes ser presionado a trabajar porque, no se… ¿no te gusta que te griten? Y que… estarías mejor sin tantas quejas… ¿no? Pues déjame decirte Mike, que tu opinión aquí significa exactamente lo que para mi significaría despedirte… absolutamente nada – dijo empujando un poco sus lentes, ya que se habían resbalado – entonces, Mike – dijo acentuando el nombre - ¿tendré todo listo para ayer? – el empleado solo asintió con un poco de nervios – excelente – sonrió Bella, dando la vuelta y caminando al cuarto donde se encontraba Victoria - ¿puedo pasar?

-adelante Bella – sonrió esta, de verdad parecía una princesa, lucía un bonito vestido amarillo, con un escote en V el cual estaba adornado con pequeños brillantes, resataba sus senos bastante bien para solo llevar un stick bra, ya que en la espalda también llevaba un escote, se miró en el espejo para colocarse unos aretes en forma de gota, igual a los brillantes en su vestido, Bella se acercó a ella y arregló el corte que tenía desde el muslo hasta abajo

-estás bellísima – dijo sonriendo, Victoria la miró a través del espejo y sonrió conmovida, se giró y la abrazó

-gracias, has hecho un excelente trabajo

-escucha – dijo mientras se sentaron frente a frente – se que, para ser primas nos conocimos tarde – rieron – pero, quiero que sepas, que en tan poco tiempo te has vuelto… no una prima, sino una hermana para mi, y este paso que vas a dar… solo… quiero darte las gracias, por darme la oportunidad de ser yo quien prepare tu camino, por así decirlo

-gracias a ti Bella, por todo lo que has hecho, y por incluir lo que Vane quería, el tema de James Bond – ambas rieron

-yo no hice nada – dijo conteniendo unas cuantas lágrimas y dando un toquecito a la nariz de Vic – fue esa niña, ella sola ha cambiado todo tu mundo, y se lo agradezco a ella también – las interrumpió el sonido de la puerta, Bella volteó y vio al joven de hacía rato - ¿qué quieres Mike?

-ah, vine a decirle que todo está listo, los invitados están en sus mesas… las escaleras están en posición y la señorita Milleni está esperando las instrucciones para salir al escenario

-excelente – el joven se retiró y Bella volvió su vista a Victoria – hora del show

-andando – rió esta, Bella fue hasta donde estaba Vane, la observó sin hacer ruido, se veía muy bien, vestía un traje negro satinado con una camisa de seda blanca, las mangas estaban desabrochadas bajo aquel saco, su cabello lucía espectacular, estaba peinado creando lo que parecían ser unas leves ondas hacia atrás, sin perder su estilo adelante, la vio ajustarse el lazo en el cuello… para luego soltarlo, ajustó su reloj, y se quedó en silencio solo mirándose en el espejo

-esos zapatos se te ven geniales

-gracias – rió Vanessa – los escogió Vic

-lo se – sonrió

-¿dónde están mis converse?

-los tomó el duende de los eventos elegantes – rió acercándose a Vanessa y arreglando su cabello detrás de sus orejas – ese pequeño túnel que tienes luce más si dejas tu cabello así

-gracias Bell

-¿estás lista?

-no lo se – sonrió

-se que si… la amas, con eso basta

-¿qué pasará si…?

-shhh, deja eso… solo camina detrás de mi, te diré donde parar y lo que harás

-¿cómo dices?

-vamos, no tenemos tiempo – dijo cambiando el tema repentinamente y saliendo del vestidor, el restaurante estaba muy cambiado, daba una sensación de estar en un importante casino, recordando la temática de James Bond, y bueno… dado a que ambas se confesaron su amor en un casino… ¿recuerdan? Pues bien, Victoria accedió a la loca idea de Vanessa, había dos escaleras colocadas frente a frente, como esas que aparecen en eventos de premiación, estaban al fondo de todo, sobre el escenario, las luces eran tenues, las paredes de un tono beige claro/oscuro, daba ese toque de sensualidad, el piso estaba cubierto por una alfombra negra, a la vez dividido por una alfombra roja que caía por ambas escaleras y se situaba en medio de lo que había sido convertido en una pista de baile, solo ese pedazo era rojo, el resto no, Camilla se situó en una de las mesas, tomó una copa de champán y observó el lugar, llevaba un hermoso vestido blanco, largo, con leves pliegues marcados, también llevaba brillantes, su cabello recogido en una coleta a un lado, y accesorios plateados, Alessandra entró al lugar, rió al verlo, la temática era Bond… así que optó por un saco azul naval, sus pantalones de lino negros y vans del mismo color que el saco, caminó hasta el bar que habían instalado allí y ordenó algo de tomar – bien, dijo Bella – espera aquí, empezarás a bajar cuando se haga la señal, las personas están relajadas, no esperan ningún cambio, la música es buena, la comida también… tú despreocúpate

-pero… no se muy bien que hacer

-créeme, lo sabrás

Sophía caminaba de un lado a otro, pensando también en el tema de la cena, llevaba una camisa negra, un pantalón del mismo color, un saco blanco, y un moño blanco también, ¿sus zapatos? Bueno, dado a que ella no era la novia, si pudo usar converses, vio a Bella y sonrió

-¿todo listo?

-si, ambas están posicionadas ya, quédate aquí y empieza a cantar – dijo riendo

-con gusto – sonrió, Victoria y Vanessa estaban frente a frente sin saberlo ya que las oscuridad en ese momento no las dejaba verse

Sophía hizo una seña e inicio su canto, suave, seductor, la melodía inicial de skyfall inundaba la habitación, los invitados empezaron a bailar, en verdad era algo deseable, de pronto las dos escaleras del fondo se iluminaron, en la de la izquierda aparecio Vanessa mantenía la mirada al frente, justo entonces en cuanto empezó el coro de la canción fue cuando Victoria apareció, ambas se miraron, al mismo tiempo empezaron a bajar sin perder ni un segundo la mirada de una en la otra, todos los presentes miraban a la pareja y empezaron a aplaudir, Camilla sonrió y vio a Sophía inspirada, también con su mirada clavada en sus ojos, Alessandra por su parte se giró nuevamente hacia el bar y ordeno otro martini, Vanessa y Victoria se encontraron al final de las escaleras, Vanessa extendió su mano y la pista fue despejada para que ambas empezaran a bailar, Sophía había decidido repetir la canción, era suya... Solo de Victoria y Vanessa en ese momento, ambas bailaban despacio, sonreían, Victoria mantenía la mirada fija en su chica, se veía bastante sexy, rozó su nariz a la de Vanessa…

-esta fiesta es fantástica – sonrió Vanessa

-lo se querida… se hacer las cosas

-¿tú? Creo que fue Bella

-mmm si, tienes razón – rió

-buenas noches damas y caballeros – dijo Sophía luego de terminar la canción – creo que, deberíamos dar un fuerte aplauso a la pareja central de esta noche – dijo sonriendo – Victoria y Vanessa – a continuación aplaudieron, ambas se miraron sonrojadas, rieron y chocaron sus frentes – bien, les ofrezco la noche, es para ustedes, podría darles la luna pero está comprometida ya – rieron – a cambio de eso, les regalaré esta canción, por favor, espero que la disfruten – dijo antes de hacer otra seña, inició el sonido del piano entonando las primeras notas de Melody, by Lena Katina, describía perfectamente lo que sentían, esta vez el baile fue un poco más movido para el resto, sin embargo Vane y Vic, seguían con su vals, su propio ritmo

-hey – dijo Alessandra a Camilla quien no se había movido de donde estaba - ¿quieres bailar? – Camilla la miró dudosa, bajó la mirada – no intentaré nada, lo prometo… solo bailar

-está bien – Alessandra extendió su mano, y caminaron hasta la pista de baile, Alessandra colocó su mano en la cintura de Camilla y la miró – por favor… no arruines nada

-no lo haré, dije que solo bailaríamos y es lo que hacemos – sonrió

-¿por qué volviste?

-supe que te vas a casar – dijo mirando a Camilla a los ojos

-si… será pronto

-¿qué tanto?

-la próxima semana

-vaya, entonces mi invitación llegó justo a tiempo

-¿a qué te refieres?

-si no me hubieran llamado… de seguro no hubiera podido asistir – rió, Camilla sonrió y desvió su mirada hasta el escenario, donde Sophía iniciaba ahora: Héroe, by Enrique Iglesias – y si entonces, temblaras por mi, y lloraras al verme sufrir, ay sin dudar, tu vida entera dar, como yo la doy… por ti – dijo cantando Alessandra mirando a Camilla fijamente a los ojos – si pudiera ser tu héroe, si pudiera ser tu dios, que salvarte a ti mil veces, puede ser mi salvación – sonrió cantando el coro también, Camilla se acercó un poco a Alessandra… casi rozando sus labios, para luego separarse y salir de allí, Alessandra sonrió, y volvió a su lugar en el bar – lo que importa es que te quiero – dijo bebiendo de un trago su tequila

-gracias por escuchar – dijo Sophía sonriente – por favor, que siga la fiesta