Amo a mi familia 5

Pensé en mis relaciones incestuosas y que queréis que os diga, era mayor de edad, sabía lo que hacía y ellos solo me daban el placer que reclamaba. Porque no podía sentir ese placer solo por el hecho de ser de mi familia?, quien podía quererme más o mejor? Decidí olvidar los prejuicios y me dedique

Volviendo en el autobús pensé en mis relaciones incestuosas y que queréis que os diga, era mayor de edad, sabía lo que hacía y ellos solo me daban el placer que reclamaba. Porque no podía sentir ese placer solo por el hecho de ser de mi familia?, quien podía quererme más o mejor? Decidí olvidar los prejuicios y me dedique a disfrutar al máximo de mi vida sexual en familia. Cada uno de ellos me amaba de una manera especial y única.

-hola papi cuanto te he echado de menos

-y yo a ti pequeña

Me llevo a cenar a un Burger y allí mismo le bese, para esa gente no éramos pecado, éramos simplemente una mujer joven con un distinguido hombre mayor. Ellos le envidiaban y ellas pensaban que tendría mucho dinero para tener a su lado a una chica tan joven. Me entraron ganas de decirles que ni era tan rico como para comprarme, ni era un baboso detrás de una niña, era mi padre y me follaba como nadie, por eso le adoraba.

Llegamos a casa y fui yo quien le desnude lentamente, aunque fue el quien se echó sobre mi casi con desesperación y enseguida me penetro con igual necesidad, bombeo desesperadamente con su polla mi coño y tras oír mi orgasmo me siguió enseguida.

-lo siento nena te deseaba tanto….

-papi no pasa nada, así también me ha gustado

-te he lastimado?

-no

Nos dormimos abrazados y no despertamos hasta el día siguiente, la tía nos despertó a ambos.

-venga perezosos arriba

Desperté con energía, tire de mi tía  y la tumbe en la cama, ante la mirada atónita de papa, que estaba medio dormido y completamente desnudo en la misma cama.

Me puse sobre mi tía y tumbándola, empecé a desabrochar su camisa, metí dentro mis manos y toque sus tetas sobre el sujetador, luego las saque y abrí su camisa, sus tetas quedaron a la vista de papa que miraba los pechos de su hermana embelesado.

-son hermosas verdad papi?

-si mi niña lo son.

Baje a lamerlas y vi en sus ojos la envidia de no ser el quien saboreaba esas tetas. Luego la miro a la cara y pareció recordar que era su hermana. Yo seguí con mi idea y mordisquee esas tetas, succione sus pezones y cuando ella ya jadeaba baje la mano y subí su falda, metiéndome en sus bragas. Papa como espectador de primera no se perdía un movimiento. Mi mano se movía dentro de sus bragas y mi tía jadeaba, gemía y finalmente se corrió en mis dedos.

Los dos se miraron y yo lleve los dedos a la boca de papa y le dije:

-prueba papi veras que rica

El mirándome a mí, sin querer mirarla, lamio mis dedos uno a uno, baje la mirada y vi su polla dura, tía Laura miraba la escena excitada.

-quítate la ropa tía, toda.

Ella se apeó de la cama y lentamente ante los dos se desnudó, yo mientras la miraba, metí la mano bajo las sabanas y cogí la polla de papa, empecé lentamente a meneársela, sus ojos estaban fijos en el vello púbico de tía Laura.

-mira qué coño tiene, es suave y me encanta su sabor

Acercándome a su oído le dije:

-luego la probaras papi

Su polla dio un latigazo en mi mano al oír aquello.

-tía ven túmbate a mi lado

Destape a papa, ella no dejaba de mirar cómo se movía la sabana y deje su polla a la vista, era hermosa y a ella también se lo pareció.

-tía Laura, ven a probarla

Ella sin tantos escrúpulos como papi y dejando vencer a su cachondez, se puso entre sus piernas y bajo su boca sobre la polla de papi, entreabrió sus labios y la guie allí, la menee sobre su boca, ella saco la lengua y lamio la punta, dos gotas de semen asomaron y las devoro.

-chúpasela tía Laura, te gusta la polla de papi?

-si karlita, me encanta

-y a ti papi te gusta que tía Laura te mame?

-si mi niña, lo hace muy bien y me da mucho morbo.

Papa no dejaba de mirar como su hermana se tragaba su verga, lamia como una posesa ese tronco duro y caliente, chupaba como si le fuera la vida en ello.

Me puse de pie en la cama y la tía sabía lo que quería, cogió la polla y mientras bajaba la clavo en mi coño me empale con la polla mientras ella le acariciaba los huevos, le daba tirones y después bajando la cabeza los lamio, se los metió en la boca y succiono, mi padre enloquecido me sobaba las tetas.

-qué bueno Karla, que placer me das, contigo es todo una espiral de delicioso placer. Eres exquisita y nos haces sentir que solo ese placer importa, lo demás solo son las leyes de otros.

Me agarro las caderas y mi tía dejo sus testículos para lamer su culo, el levantaba las caderas para facilitarle la tarea y entre gritos y jadeos se corrió en mi coño, me corrí con él y caí a su lado. Al momento note como tía Laura lamia el semen de mi coñito, papa la miraba con los ojos muy abiertos.

Se dio la vuelta  hicimos el típico sesenta y nueve al lado de mi padre, que volviéndose a excitar no dejaba de mirar como lamio mi coño.

-papa, penetra a tía Laura, haz que se corra en mi boca.

Papa se puso en su popa, ella estaba sobre mí, yo le cogí su polla medio dura y se la frote por su raja mientras se la meneaba y la chupaba, cuando estuvo a tope, la lleve a su entrada y coloque su cabeza, solo entonces papa cogió a tía Laura de las caderas y empezó a penetrarla lentamente jadeando ambos.

Lamí el clítoris de tía Laura, papa empujaba, paraba y de repente de un empujón se la metió hasta el fondo, lamí y succione fuerte hasta notar como entre gritos se corrió fuertemente.

Me puse ante ella y mire a papa, que bobeaba a su hermana con frenesí y con la locura de lo prohibido. Ella volvió a correrse y me puse al lado de papa, le bese la boca y el empujaba, empujaba, dentro, dentro.

-Laura me voy a correr

-si hazlo

-si papi

La cogió fuerte de las caderas y tras un grito se corrió en su coño sin parar. Saco su polla y se dejó caer en la cama y fui yo quien lamí su semen ahora de su coño, hasta dejarlo limpia y sin rastro de su hermano. La golfa de la tía se volvió a correr en mi boca.

Papa se metió en la ducha, tía Laura preparo el desayuno y nos sentamos en la mesa como cualquier familia a desayunar.

A finales de semana hable con el abuelo y quedamos en vernos pronto. Al salir del trabajo no me apetecía ir a casa, di una vuelta por el centro entre en unos grandes almacenes y dando una vuelta vi una pantalón deportivo que me encanto, estaba buscando mi talla, cuando vi al tío Roberto a lo lejos. Le salude con la mano y se acercó.

-hola preciosa, de compras?

-no venía a comprar pero siempre veo algo. Y tú?

-vengo a por unas zapatillas, es bonito ese pantalón, me dejas que te lo compre?

-no hace falta

-lo sé, pero quiero hacerlo. Busca algo más, yo te lo compro.

Al final entre los dos, compramos dos camisetas, mi pantalón y sus deportivas, el pago todo y nos dirigimos a los ascensores evitando las escaleras mecánicas.

En el recinto del ascensor, estábamos solos y me acerque a besar su mejilla, para agradecerle el regalo.

El miro a ambos lados y cogiéndome la cara me beso en los labios, pretendía ser un simple beso, pero al momento estábamos devorándonos. Sus manos ya vagaban por mi trasero y las mías frotaban su entrepierna.

-no puedo estar a tu lado sin desear saborearte, cariño

-a mí me encanta que sea así.

Volvimos a besarnos y nos separamos al oír un ruido, alguien se unió a la espera del ascensor, nos separamos, llego el ascensor y entramos todos. Dos pisos después volvimos a quedarnos solos, y de nuevo no se quien dio el primer paso, pero volvía a estar entre sus brazos, volvía a tener su lengua en mi boca y mis bragas estaban ya húmedas cuando metió su mano bajo mi falda.

El ascensor paro y nos recompusimos al abrirse la puerta, ambos regulábamos nuestras respiraciones cuando entro una pareja, en el último momento tire de él y salimos del ascensor.

Al lado había la puerta que llevaba a las escaleras y salimos allí, no se oía nada, me arrodille ante él y desabrochando su bragueta, saque su polla ya erecta y la metí en mi boca.

La chupe con glotonería, el apoyado en la pared se dejaba hacer entre jadeos, durante unos minutos no pare de mamar su polla, hasta que me levanto, se arrodillo él y metiendo sus manos bajo mi falda bajo lentamente mis bragas, me froto con ellas el coño y se las llevó a la boca, saco la lengua y las lamio sin dejar de mirarme, me dio la vuelta y apoyándome en la barandilla de la escalera empezó a buscarme con su polla, enseguida encontró mi húmeda entrada y empujo, se metió completamente en mi vagina, haciéndome jadear, estábamos en el descansillo entre dos pisos y el bombeaba en mi interior sin dejar de lamer mis bragas.

-que rica estas, me vuelves loco.

Me corrí al momento y el siguió, salía casi por completo para meterse de un estoque bien profundamente, en dos minutos estaba corriéndome de nuevo.

Saco su polla, me hizo subir dos escalones y apoyarme en dos más arriba y desde abajo empezó a lamer mi culo desnudo ahora, mi falda estaba en mi cintura, su lengua buscaba la humedad, el calor y se metió en mi culito, mojándome bien la entrada de saliva, la dejo y busco mi vulva, la lamio, la mordió y volvió a empezar, lamia, mordía y me volvía loca con su lengua en mi vulva, penetraba dentro y volvía a empezar, me corrí de nuevo y mientras me corría, note su dedo hurgando en mi culito, empujo el mismo y me penetro, haciéndome correr al instante de dejar el otro orgasmo.

Cuando creía no poder soportarlo más, dejo de lamerme, me agarro de las caderas y empujo dentro de mí su polla, bien adentro, una sola vez y note su semen en mi vagina.

Salió de mí y sacándose un pañuelo, limpio mi coñito.

-puedo quedarme tus bragas?

-claro, te las cambio por la ropa que me has comprado.

Entre risas volvimos al ascensor y me llevo a casa, me beso largamente en el portal y se fue.

Papa no estaba y no le vi antes de irme a casa de mama el fin de semana.

Me llamo esa noche cuando estaba ya en la cama, hablamos un rato dejándome de lo más caliente, baje a beber y al regresar a dormir, del cuarto de mama salían unos extraños ruidos, me asome un poco por una rendija vi a mama tumbada en la cama, completamente desnuda y a su marido entre sus piernas lamiéndola.

Me puso a cien la escena, ver a mi madre tan abandonada con los ojos cerrados me enervo, lleve mi mano dentro del pantalón del pijama y empecé inconscientemente a tocarme, cuando ella se corrió, él se incorporó y vi su polla erecta, de la punta brillaban unas gotitas de semen, le froto la polla por la raja peluda de mi madre y se la metió despacio, yo metía mis dedos en mi coñito caliente sin poder apartar la vista de los dos, en ese momento el me vio.

Lejos de parar me miro, sonrió y empujo hasta el fondo, mi madre gimió y el empujaba dentro de su coño sin dejar de mirarme. Me corrí en mi mano y él se dio cuenta, la cogió de los muslos y metiéndose bien adentro se corrió dentro de ella.

Me fui corriendo a mi habitación, temblaba en la cama después de lo ocurrido. Escuche ruidos en el baño y al final la calma, el sueño me venció.

Al día siguiente el solo me sonrió y al pasar a mi lado me dijo:

-te gusto mirarnos preciosa?

-si

-me alegro

No volvimos hablar del tema y el domingo por la mañana fui a ver al abuelo, les dije que me iría desde a la ciudad.

Llegue a casa del abuelo, estaba con un amigo tomando algo antes de comer en el jardín, me presento y el amigo dijo que se iba.

Al regresar solo, me dijo:

-karlita te desnudas para que te vea el abuelito, que lleva días soñando con tu cuerpo?

Me levante y mirando a mi alrededor vi que no había nadie y me desnude allí mismo, dejándome solo las bragas.

-por completo karlita, quiero ver de nuevo ese coñito tan rico que tiene mi nietecita

Me quite las bragas y me senté en la silla, cogí mi bebida y acercándola a mis labios bebí, mientras el me devoraba con los ojos, solo aguanto dos minutos en su silla, se acercó a mí se arrodillo y abriéndome los muslos me comió el coñito con devoción.

Estaba teniendo más sexo ese mes que el resto de mi vida.

Como chupaba el abuelo, sorbía fuerte y parecía que se me iba todo hacia su boca, me iba a cada chupón de esa boca, me corrí y volví a mojarme, así sucesivamente tantas veces que ni lo recuerdo, más de media hora después me llevaba a su cama y tras tumbarme me penetro salvajemente, su polla estaba durísima y lo estuvo largo rato, sin dejar de penetrarme en varias posturas, me giro y me puso a su antojo, me penetro tantas veces que me escocia el coñito. Al final se corrió profusamente en mi coñito entre gritos y espasmos.

Comimos juntos y por la tarde antes de irme volvimos a follar en su sillón, se sentó y le mame la polla hasta ponérsela durísima de nuevo, luego lo monte hasta vaciarle de nuevo la polla en mi coño.

En el autobús no deje de pensar en mi madre y en su marido follando y llegue a casa de papa caliente de nuevo; y el encantado de mi calentura….