Amo a mi familia 4

Sigo descubriendo el placer absoluto con mi familia, un tanto peculiar

Ahora el repartía las cartas, las dos lo sabíamos, él lo sabía y los tres estábamos excitados en esa situación descabellada.

-Laura ve a la cama, desnúdate completamente y túmbate en la cama

Mi tía bajo lentamente de la mesa y desapareció de la cocina, el vino a mi lado, me subió a la mesa, me separo los muslos y se lanzó a lo que más le gustaba. Comerme el coñito.

-que rica estas, tan mojada, tan jugosa, me enloquece lamerte

Metió dos dedos en mi coño anhelante y los movió en mi interior, haciendo que me mojara más, se incorporó y metía y sacaba sus dedos sin dejar de mirarme, fuertemente me penetraba, saco los dedos, los llevo a su boca y los lamio, volvió a bajar la cabeza y lamio los juguitos que emanaban de mí.

Su lengua se movía por todo, sus dientes mordisqueaban mi carne y su ímpetu hizo que me corriera, tras varios minutos de lamerme bien, me cogió de la mano y me llevo a la habitación, donde nos esperaba mi tía, completamente desnuda.

Se puso a mi espalda y me ayudo a subir a la cama, me pidió que me pusiera a cuatro patas, con mi coñito sobre la boca de mi tía.

-chúpala, Laura yo ya lo he hecho

Ella asombrada por lo que acababa de oír, empezó a lamer, él se puso detrás de mí y se desabrocho el pantalón, lo dejo caer junto con los calzoncillos a sus tobillos y sin preámbulos, se agarró la polla y me la metió en el coño, de un solo movimiento note sus testículos rebotar y su polla profundamente en mi interior, empezó lentamente sus embestidas. Dentro, dentro, fuera, dentro…

-que bien se está en su coñito Laura, está chorreando, lamela bien, muérdele el clítoris le encanta.

Ella alucinaba con la nueva faceta de su marido, pero obedecía todo lo que él le pedía. Ella no dejaba de lamerme mientras el bombeaba con fuerza dentro de mí, llenándome, enloqueciéndome y haciéndome correr.

-Laura ven y metete mi polla –le dijo sentándose en el centro de la cama-

Yo miraba embelesada como ella se subía a la cama y se clavaba ese mástil que unos minutos antes me había enloquecido.

-muévete puta, fóllame bien

Me miro y yo me subí a la cama, me puse a su lado, el giro la cabeza y la acerco a mi pubis depiladito, abrió con dos dedos mi vulva e intento comerme, me mordía los labios vaginales y yo oía como mi tía jadeaba.

-sabes Laura, he descubierto gracias a ti, que me encanta comerle el coño, pensé en hacerlo cuando te vi hacerlo a ti, cuando vi como disfrutabas lamiendo a esta putita. Quise probarla y me enloqueció su sabor.

Se fue tumbando en la cama, arrastrando a mi tía, sin que estalo desmontara, me agarro y me puso de rodillas sobre su cara, frente a mi tía. Empecé a notar su lengua recorrer mi raja, sus dientes rozaban mi carne y sus manos apretaban mi culo, pellizcaban mi carne. Entonces mi tía me beso, sus labios apretaban los míos, su lengua buscaba la mía y mis manos vagaron entonces por su cuerpo, me detuve en sus hermosas tetas, pellizque sus pezones, baje a mordisquearlos y entonces ella se corrió en su polla, gimió en mi boca y su cuerpo se arqueaba jadeando. No aguantaba más, su boca me enloquecía y mire el punto donde sus cuerpos se unían, mi tía se levantó un poco y vi su semen salir de su coño, entonces me corrí, llenando su cara con mis jugos, el lamio todo, me levante y mi tía se tumbó sobre él, le beso y lamio mis jugos de su boca, de su barbilla.

Les bese a ambos y me vestí mientras ellos retozaban en la cama, se acariciaban y besaban como no habían hecho en años y tras mirar unos momentos, salí sin hacer ruido.

El sábado por la mañana, fui a pasear y a tomar café. Cuando llegue a casa de mama había llegado su padre, mi abuelo.

-hola karlita que tal?

-bien y tu abue?

-muy bien

-ya casi no te vemos por aquí, que tal tu trabajo?

-perfecto abuelo

El abuelo se iba a quedar el fin de semana en casa de mama, esa noche celebraba su cumpleaños y había una fiesta. Mama estaba muy guapa, su pareja la miraba cuando bajo arreglada.

-estas guapa, no pareces un año mayor –le dijo entre bromas-

Yo aprovechando que tenía aun media hora antes de bajar, me conecte y vi a papa, pusimos la web cam y me pidió que me vistiera para él, quería verme desnuda.

Empecé a desnudarme ante el ordenador, viendo como papa me miraba y sacaba su polla del pantalón, lentamente me quede en braguitas.

-mete la mano dentro nena y tócate para que papi te vea.

Lo hice, oleadas de calor recorrieron mi cuerpo por mis caricias y por ver como él se masturbaba, al final vi como un chorro de semen salía de esa polla amada y acelerando mis movimientos me corrí.

-te espero cariño, mañana será toda para ti.

Me pareció oír un ruido pero al girarme no vi nada, me di una rápida ducha y volví a sentirme observada, mire y de nuevo nada. Me vestí, baje a la fiesta de mama y lo pase en grande. Había venido mucha gente, casi toda la familia. Lo pasamos genial, aunque eche de menos a papa y a los tíos entre la gente. Además lo de antes me había dejado muy caliente, necesitaba más. Con los tíos me falto más y con papi también. Me sentía frustrada. Ya muy tarde me retire a mi habitación, la gente aún se quedó abajo, bailando y pasándolo bien, solo el abuelo se había acostado. Me desnude y me metí en la cama solo con las braguitas, quedándome dormida al instante.

Alguien me acariciaba con suavidad, unas manos grandes recorrían mis muslos, estaba en la gloria soñando. Esas manos grandes me pusieron boca abajo en la cama, y acariciaron cada milímetro de mi piel, calentándola a su paso. Era una sensación tan placentera que no quería despertar. Un dedo se coló en la raja de mi culito y se paseó desde allí hasta adentrarse entre mis muslos, buscando desde atrás mi cueva. Abrí los muslos y esos dedos llegaron donde ambos queríamos, me frotaba el clítoris con maestría y cuando estuve al borde del orgasmo paro. Solloce al sentir su abandono, pero al momento sentí unos labios en los cachetes de mi culo, me besaba suavemente, me lamia y me mordisqueaba.

Madre mía que placer, estaba chorreando. Esa boca y esa lengua me llevaban al paraíso, como antes sus dedos, ahora su lengua se paseaba por mi raja, lamia mi culito y bajaba hasta empaparla en mis jugos, yo subí el trasero para que llegara mejor, era incomodo no llegaba bien, pero era alucinante.

Esas manos grandes me voltearon y quede boca arriba, para que esa boca se dedicara a mis tetas, las lamia, las besaba, para terminar mordiéndolas, mientras ahora plenamente esos dedos hurgaban en mi vagina, me metió dos, luego tres y hasta cuatro, me penetro primero lentamente y luego más deprisa, hasta que entre jadeos y agarrada a la sabana me corrí en esa boca.

Solo entonces sentí que no era un sueño, que esa boca y esas manos tenían dueño. Abrí los ojos lentamente y vi su sombra, aun no reconocía al dueño de esa sombra y me dio morbo no saber quién era. No había marcha atrás, quería llegar al final.

-creí que estaba soñando, no quiero saber quién eres. Pero quiero que me folles.

Busque entre sus piernas y di con su pantalón, con su cremallera, la baje y una enorme polla salto ante mis ojos, la acaricie y rápidamente la lleve a mi boca, él se apoyó en el cabecero de mi cama y sentado empujaba mi nuca instándome a que tragara más, empecé a metérmela en la boca, pero no pude comer más de media, lamí, mordisquee y cuando le oí jadear, me monte sobre él y me clave esa verga en mi coñito, el aun con los pies en el suelo se tumbó en la cama, mientras yo lo cabalgaba furiosamente, me había puesto a cien. Me corrí enseguida, pero él no me dejo parar, me cogió del culo y me estrujo más, subió las caderas y me centro tanto que lo sentí casi en la garganta, en ese momento unos faros de un coche que se iba de la fiesta iluminaron la habitación y la cara de mi nuevo amante, le mire mientras ambos nos movíamos furiosamente y en ese momento vi la cara de mi abuelo a punto de correrse en mi coñito.

-si mi niña muévete, deja que te llene con mi lechita

-si abuelito córrete, tu nieta quiere tu lechita ya.

Al final de mi frase y tras un aullido y un fuerte empujón me lleno, mientras yo me corría mordiéndole un hombro para no gritar. Menuda tranca tenía mi abuelito y que buen uso hacía de ella.

Se corrió tanto que si salir de mí, su semen se escurría de mí.

-vaya abuelo, te has corrido con ganas

-llevaba años sin follar y no recuerdo haberme follado jamás una hembrita como tu mi niña. Gracias.

-gracias a ti abue, menuda polla

-tu abuela se quejaba siempre que le dolía, nunca le metí más de media, al metértela del todo casi me he vuelto loco.

Nunca te había visto como mujer, hasta que esta tarde te vi desnudarte ante el ordenador, se me puso dura al momento y más al ver que era tu padre el que te miraba, entre en tu habitación para mirarte y tocarte mientras dormías, no pensé ir más allá, pero no he podido resistirme.

-has hecho bien, si te hubieras resistido me habría perdido esa polla tan rica.

Por la mañana, después de recoger mi madre apenada me dijo que iban a comer con unos amigos, nos invitó a ambos pero nos negamos, el abue le dijo.

-ir vosotros nena, son vuestros amigos yo me quedo haciendo compañía a karlita, comeremos juntos, quieres karlita?

-si abuelo, iros mama y divertiros

Que decir que nada más quedarnos solos, el abuelo se arrodillo ante mí, que estaba sentada en el sofá y abriéndome las piernas, me aparto la braga y se dispuso a darme un repaso, cuando me hizo correr dos veces en su boca, se levantó y sacándole la polla le devolví el favor.

Luego se sentó en el balancín y sentándome sobre su polla, me la volví a enfundar completamente ante su mirada enloquecida de deseo. Empecé a balancearme con su polla dentro mientras el pellizcaba mis pezones, los mordía y jadeaba.

-que putita eres, que buena estas mi niña, nunca hubiera soñado con follarte.

Seguí con el suave balanceo, era una gozada tenerle dentro en ese balancín apenas tenía que moverme para sentirla en todas las paredes de mi vagina, que se apretaba a ese tronco caliente.

Me corrí varias veces más, hasta que el abuelo ya no pudo más y me dijo:

-la quieres ya mi niña? Quieres la leche del abuelito?

-si dámela toda abuelito

Y mi abuelito hizo caso a su nieta y me lleno el coñito con su semen espeso y tibio. Al levantarme me escurría entre los muslos y para mi sorpresa se agacho a lamer mis muslos, limpiando cada gota de su semen que salía de mí, subiendo hasta llegar a mi chichito ya escocido. Aun me corrí dos veces más.

Esa noche me acompaño a la estación a coger el autobús.

-abuelo ven detrás de mí.

El me siguió a los baños, nos metimos en uno y le desabroche la bragueta, le saque la polla y arrodillándome ante ese monstruo que tanto placer me había regalado, la metí en mi boca, esta vez lamí, mordí, acaricie, bese y succione, mientras el me guiaba agarrado a mi pelo.

-que gozada nena, si chupa, chupa mi vida

Le acariciaba los testículos y el jadeaba, gemía bajito, cada vez su respiración se hacía más entrecortada

-nena no aguanto mas

-córrete abuelito, hazlo en mi boca

Le dije mientras succionaba fuerte note dos fuertes chorros en mi garganta, la saque un poco y siguió corriéndose en mi boca. No me separe hasta que acabo, trague todo su semen, lamiendo hasta mis comisuras.

-que buena eres pequeña, cuando poder volver a verte?

-cuando quieras abuelo, puedes venir a verme o vendré yo

-si mi niña.

Nos despedimos y subí al autobús, ahora le echaría de menos a él pensé al besar a papa en la estación.