Amo a mi familia 3
Sigo adorando a mi familia y se lo demuestro como mejor se.
Allí estaba yo de rodillas en el suelo, entre las piernas del tío Roberto que le levanto y bajándose el pantalón dejo libre su polla, no estaba nada mal. Se sentó de nuevo en la cama y cogiéndola entre mis manos, empecé a meneársela, enseguida se puso dura.
-lo hago bien tío? Te gusta así?
-si me encanta preciosa, sigue así
Baje la cabeza y empecé como a mí me gusta por lamer sus testículos, los levantaba con mi lengua al tiempo que aceleraba los movimientos de mi mano y con ello la respiración del tío Roberto. Cada vez era más entrecortada y se parecía más a un jadeo.
Deje sus testículos para dedicarle todos los mimos de mi boca a la cabeza brillante de su polla, en la que la coronaban ya dos gotas de semen, las lamí y aprisionando el capullo entre mis labios empecé a sorber fuerte.
-si Karlita hazlo fuerte, me gusta verte así.
Le mire con ojos de ternera degollada mientras me tragaba por completo su polla, que entraba y salía de mi boca cada vez más deprisa, mientras ahora mi mano le acariciaba los testículos y la otra hacia caminos en la cara interna de sus muslos, el abrió más las piernas, me cogió de la nuca y me dijo.
-trágatelo todo putita, no dejes de lamer golfa.
Empezó a correrse con abundancia en mi garganta, la saco y dejo caer las ultimas gotas de su semen en mis pechos, me hizo levantar y con dos dedos repartió su semen por mis pezones, para lamerlo después, me excito muchísimo esa guarrada. Ver al peripuesto de mi tío lamer mis tetas llenas de su leche.
-túmbate en la cama Karla quiero lamer tu coño
-tío no hace falta, sé que no te gusta
-supongo que te lo ha dicho ella.
-si lo siento se me ha escapado
-no te preocupes, sube a la cama y abre las piernas, quiero lamerte, probar tu coño y hacer que te corras.
Me abrió los muslos y rápidamente note sus labios en mi coño, se notaba que no sabía muy bien cómo se hacía, pero el instinto, el ansia y el hambre sustituían con creces la experiencia, me devoraba literalmente y eso me llevo varias veces al orgasmo, grite como poseída por esa boca succionadora que me arrancaba el alma.
-que bien sabes cielo, eres como una droga, quiero más juguitos
-no puedo más tío, dame unos minutos
-es cierto cielo, tú ya llevabas una sesión antes
-me escuece el coñito y encima tengo pipi, eso escocerá mas.
-ven mi nena yo te acompaño.
Me llevo al baño en brazos para mi sorpresa, me sentó en la taza y arrodillándose ante mí separo los labios de mi vulva y me dijo.
-hazlo muñequita, yo te aguanto
Empecé hacer pis, no aguantaba más, al principio me escoció y cerré los ojos, cuando volví a abrirlos vi como mi tío miraba entre mis piernas con deseo, se había acercado más y su cara casi rozaba mi coñito. Mire hacia abajo y vi su polla enorme de nuevo estaba completamente erecta.
-abre más las piernas, me pone muy loco verte hacer pis
Vaya sorpresa mi tío era un guarro y eso que mi tía pensaba que le daba asco comerle el coño.
-deja que te chupe ahora, así, llevo años soñando en cómo será lamer un coño así
-de verdad quieres?
-si putita deja que sepa a qué sabes, estoy descubriendo muchas cosas esta tarde y quiero más, contigo no me sacio, quiero más guarradas.
Abrí las piernas y empezó a lamer mi coño, con la misma devoción que la primera vez, esta vez metía la lengua en mi cuevita, estaba de nuevo encendida allí en el baño, solo de ver como mi tío me mamaba de esa manera tan sucia.
No aguante nada, me corrí en su boca jadeando como una perrita.
-muy bien preciosa que buena estas, mira como me pones, la verdad es que llevo pensando en cómo sería follarte hace meses, desde la primera vez que te vi al venirte a vivir con tu padre.
Me encendió saber que me deseaba desde hacía tiempo, sin levantarme me moví y baje hacia su polla mi coño, me la fui metiendo lentamente, mientras el de rodillas me agarraba del culo, me clave completamente esa polla, el coño me escocia, pero el morbo y el deseo podían más, hasta ese escozor me daba placer.
-karlita que coño tienes, cuando te vi con esa faldita en el ascensor subiendo tus cosas aquel día pensé en lo buena que estabas, tu olor de hembrita me volvió loco y desde entonces y por primera vez soñé con lamerte entera, con devorarte. Madre mía, despacio, más despacio deja que goce un poquito más.
Me subió un poco del culo y se sentó apoyándose en la pared, me agarro de la cintura y empezó a subirme y a bajarme sobre su polla, me corrí agarrada a su cuello y caí rendida en su pecho, me quede con los ojos cerrados y medio dormida, le oía a lo lejos.
-así no te muevas, deja que sienta tu coñito abrazar mi polla, desprende tanto calor que me inflama, podría correrme sin moverme, solo sintiéndote.
Busco mi boca y metió su lengua, entonces lentamente empecé a mover mis caderas, a subir un poco el culo y bajarlo y compenetre los dos movimientos, hasta que me dijo sobre mis labios.
-voy a correrme, no pares
Me agarro fuerte, subió el culo y note como se corrió dentro de mí. Nos quedamos varios minutos así, luego me ayudo a levantarme, nos duchamos juntos y me pidió bajo el agua.
-karlita no quiero que ella sepa esto, no quiero compartir lo que siento al follarte con nadie de momento.
-bien
Mientras regresaba a casa, pensé en la mañana de sexo me había llevado, me dolía el coñito, los muslos y los pezones. Llegue a casa, me metí en la cama y dormí hasta que papa me despertó por el móvil. Me dijo que no vendría a dormir, ni a cenar y a pesar de no tener fuerzas para follar me enfade, sabía que se iba a follar con su secretaria.
Me dormí crispada y desperté cuando una mano me acariciaba, era él. Papa había regresado.
-hola princesa, algún plan para el fin de semana?
-ninguno, que tal tu noche?
-mala, echándote de menos
-seguro
Le dije dándole la espalda, su siguiente caricia me encendió, yo estaba desnuda y empezó a acariciar mi nuca, bajo con su mano plana por toda mi columna, llego a mi culo y siguió por la rajita de este y sin previo aviso metió un dedo en mi culito. Yo di un respingo, no esperaba eso. Intente girarme y me lo impidió con su otra mano, estaba en posición fetal, subí más mis rodillas y el metió aún más su dedo.
-yo también estoy enfadado
-porque?
-porque solo tu cuerpo me sacia
-de verdad?
Metió otro dedo, sin piedad, sin miramientos empezó a moverlos, dentro y fuera y cada vez más duramente.
-ayer follaste con mi hermana?
-si
-quiero toda la verdad, sabes que si no me enfado y sabes que puedes contármelo todo.
-si
-te gusta follar con ella?
-sí, me gusta lamerla y acariciarla, pero echo de menos tu polla
Suspiro y me gane que aflojara sus arremetidas.
-cuéntame mas cosas
-folle con el tío Roberto
Otro dedo, ahora tres me penetraban duramente
-como paso?
-nos pilló y espero a que ella se fuera, luego para que no se enfadara le comí la polla y terminamos follando
-sabe lo nuestro?
-no papi
-yo no debo saber que follas con él?
-no papi
-bien, no diré nada. Quieres mi polla donde están mis dedos?
-si papi
Rápidamente se levantó de la cama, oí como se desnudaba y yo no me moví, espere a que se acoplara detrás de mí y con la polla como una estaca empezó a perforar mi culo, lentamente pero sin piedad se acoplo completamente y parándose empezaron sus caricias, mis pechos, mis pezones y mi estómago. Mientras me hablaba al oído.
-ayer fui a casa de mi amante después de llevarla a cenar, entramos y nos servimos unas copas.
Se empezó a mover en mi culo, me excitaba su voz
-sigue papi
-nos sentamos en el sofá y la mire. No tiene tu edad y no esta tan buena como tú, pero está muy bien.
-sé que es tu secretaria, la vi la noche que nos encontramos en el baño
-bien, pues como sabes está bien, se subió sobre mí, montándome como tú haces tan bien, y cometí ese error, recordé como me montas, como mi polla busca tu coñito y lo caliente, estrecho y húmedo que esta. Ella me puso un condón y empezó a metérsela, yo estaba empalmado de recordar tu coño y en el suyo lo añore, follándomela te echaba tanto de menos que mi polla corría peligro de gatillazo y empecé a recordar trozos de polvos nuestros, metí mi mano entre ella y yo y empecé a frotarla.
-como sentías su coño?
-demasiado grande, demasiado pelo, demasiado seco, demasiado poco tú.
Empezó a acariciarme entre las piernas, le abrí los muslos y froto mi clítoris, su polla se hundía bien adentro en mi culo, empujaba con desesperación, queriendo borrar las huellas anteriores en mí.
-seguí acariciándola así, como hago contigo e intente olvidar sus rizos, intentaba recordar tu coñito depilado y se corrió, no note la humedad que siento cuando te corres en mi polla, pero aun así apreté y apreté perforándola, metiéndome bien adentro, la empuje al sofá y de rabia me puse detrás de ella, la cogí de las caderas y la folle fuertemente, entraba y casi salía por completo, ella jadeaba y yo empezaba a sentir los primeros coletazos de mi orgasmo, me aferre a su cintura y empuje.
-si papi, yo también te eche de menos cuando el me follaba, echaba de menos tu voz, la manera en la que tu polla me acaricia por dentro, solo tu polla me folla así papi
Me agarro fuerte y empezó a follarme, dentro, dentro, fuera y me pellizco el clítoris con fuerza mientras me corría gritando.
-si papi dame duro, así, así.
-si mi nena, ahora sí, ahora sí. Toma mi semen preciosa mía
Nos corrimos entre gritos, jadeos y gemidos. Se quedó acoplado a mí y ambos nos dormimos un par de horas más.
Las siguientes dos semanas, no le vi. Había salido de viaje, le echaba de menos, cada día cuando me llamaba le contaba lo que había hecho y el miércoles le conté como había venido la tía a casa y como habíamos retozado en su cama, le conté todo y término poniéndose a mil, ambos nos tocamos al teléfono.
-vaya niña en que me has convertido, a mi edad y teniendo sexo telefónico.
El lunes por la noche me llamo de nuevo. Me pidió que tal en casa de mi madre y le dije que bien.
-y por ahí niña, como sigues con la familia? Has visto a la tía?
-a ella no la he visto
-y al tío?
-si
-no te avergüences cariñito, sabes que a mí me lo puedes contar todo.
-pues quedamos para comer y terminamos en su coche besándonos, tocándonos y al final me llevo a su casa…
-que te hizo?
-le gusta comerme, dice que le encanta mi sabor
-no me extraña
A mi padre los encuentros con mi tío sé que no le hacían gracia, no se excitaba como lo de la tía, pero era inteligente y sabía que al prohibírmelo haría que me llamara más la atención y esperaba que se terminara por sí solo.
El viernes volvía papa, pero yo tenía un cumpleaños en casa de mama y no podía faltar, iba a tener que esperar dos días más para ver a papa.
Ese viernes cuando salí del trabajo, encendí el móvil y era mi tía, que me pedía si podía pasar por su casa. Le dije que sí pero que primero iría a por mis cosas y me iría al autobús luego desde su casa.
Llegue a su casa y en la entrada me dio un beso.
-ya te echaba de menos, tienes tiempo antes de irte?
-claro tía, no me voy hasta dentro de cuatro horas
-pues pasa y come algo.
Me preparo algo para comer y se sentó a mi lado, mientras comía puse una mano entre sus piernas, ella enseguida separo los muslos, no llevaba bragas y estaba ya mojada. La acaricie hasta tenerla jadeando, ella también tocaba mi coñito.
Nos corrimos allí sentadas en la mesa.
-sube a la mesa tía y ábrete
Se subió a la mesa, abrió las piernas y yo retire el plato y me centre en ese coño peludo, que tanto me gustaba.
Estaba retorciéndose de placer en la mesa, cuando entro el tío Roberto. Ella al verlo se tapó con la falda y el dirigiéndose a mí me dijo.
-sigue Karla, cómele bien el coño a mi mujer.
Yo subí su falda y empecé de nuevo a lamerla, él se puso a su lado y le dijo
-Laura, se lo que haces con tu sobrina, os vi hace un par de semanas.
-porque no dijiste nada?
-porque quería sacar provecho de lo puta que eres, pensé en gritarte, hasta en mandar lo nuestro a la porra cuando te vi gritando mientras ella te lamia. Pero decidí algo más gratificante.
-que hiciste Roberto?
-obligue a tu sobrina a que dejara que averiguara que tenía ella, para volverte loca y me la folle.
-lo siento tía
-no es culpa de ella lo hizo para salvar todo esto, lo nuestro, lo que tienes con ella, le prometí que no haría nada si accedía.
-yo?
-y es genial, solo hemos follado dos veces, pero me ha enloquecido.
No le dijo que me deseaba desde antes, que eso solo fue la excusa para tenerme, era nuestro secreto, me miro, sonrió y ella le pidió
-y ahora qué?
-ahora estamos los tres y vamos a pasarlo bien no?
-tu mandas
Y era cierto, estábamos en sus manos, mis bragas se mojaron al ver como el sacándose la polla, la acerco a la boca de mi tía, que girando la cabeza, la atrapo entre sus labios al tiempo que él le decía
-chupa guarra, voy a demostrarte lo puta y cerda que es la zorra de mi mujer.
Note sus jugos, como yo estaba de lo más excitada.
Y sentí que empezaba otro capítulo en nuestras vidas.