Amo a mi familia

Volví a tensarme y volví a correrme, no dejo de lamer todos mis juguitos y volví a correrme del morbo de verle allí entre mis muslos

Hola, voy a contaros un par de secretos que escondo bajo esa fachada de mujer normalita, me presento:

Me llamo Karla, tengo treinta y tres años y estoy casada. Mi marido Alberto tiene un buen puesto de trabajo, el cual le obliga a viajar continuamente. Mis secretos también lo son para él, ya los tenía cuando le conocí y a pesar de intentar cortar con mi antigua vida nunca pude dejarlo. Amo mis secretos

Veréis la historia viene de lejos, empezare a contárosla desde el principio. Para ello nos remontamos unos años atrás.

Cuando tenía veinte años mis padres se separaron, yo me quede con mi madre, vivíamos en un pueblo cerca de la ciudad. La cosa no termino demasiado bien. Mi padre viajaba también mucho por su trabajo y nos veíamos muy poco, porque o no estaba o al vivir en la ciudad, era imposible vernos más. En uno de nuestros encuentros me dijo que tenía una relación y yo celosa me distancie aún más de él.

Un par de años después del divorcio encontré un trabajo cerca de donde vivía mi padre, cuando este se enteró me propuso que viviera entre semana en su piso, era muy grande y además estaba cerquísima de mi trabajo, acepte. Aun viviendo en la misma casa a penas nos veíamos, él estaba siempre fuera y el viernes me iba y no regresaba hasta el domingo.

La ventaja de vivir en la ciudad es que veía más a la familia paterna ya que ellos Vivian toda cerca. Un día en el que mi padre estaba por casa, habíamos cenado y yo me había ido a la cama cuando oí la puerta de la calle, oí que mi padre hablaba flojito y me puso la curiosidad, me asome y vi a una mujer entrar con él en su habitación y me encele, me apoye en la pared y pude oír sus risas y les oí hablar un rato, luego silencio y luego unos ruidos claramente inconfundibles, estaban follando.

Alguna vez he de decir que oí a mis padres hacerlo y he de admitir además que me excitaba oírlos, me imaginaba a mi padre montando a mi madre y eso me ponía de lo más caliente, pero esa noche más que caliente estaba rabiosa.

Cuando oí la puerta de la habitación y luego la del baño decidí esperar e interceptar a quien fuera a la salida del baño, pensé que sería la tía y pensaba fulminarla con la mirada. Pero la sorpresa fue mayúscula cuando oigo la puerta, salgo rápidamente y me encuentro con mi padre ambos nos chocamos y de repente noto la polla de mi padre en mi cadera, llevaba un pantaloncito de pijama y un jersey corto para dormir, mi cintura estaba descubierta y con el golpe su polla estaba pegada a mi piel, los dos nos quedamos parados, note su polla semi erecta y no pude evitar excitarme, ya sé que era mi padre, pero al fin y al cabo era una polla, por cierto la mejor de las que había visto y llevaba mucho tiempo sin sexo.

Él fue el primero en separarse y tapándose me dijo:

-lo siento cariño, perdona. Y salió disparado a su habitación-

Yo entre en la mía descolocada y me puse a escuchar, mi sorpresa fue oír al otro extremo

-vaya ya vuelves a estar duro? Que sorpresa

Y a continuación esa disfruto de la erección que me pertenecía a mí. Desde ese día la cosa cambio, yo intente pillar a mi padre de nuevo y el me miraba de otra manera, una mezcla de deseo y vergüenza. Cuando no le miraba notaba como miraba mi cuerpo con deseo y cuando en alguna ocasión le miraba enseguida la vergüenza teñía su rostro.

Casi no coincidimos hasta que dos semanas después paso algo, esa noche oí que por teléfono alegaba estar muy cansado, cenamos juntos y vimos un rato la tele, me puse mi pijama de la otra noche y vi que en varias ocasiones se acordaba de esa noche. Me miraba continuamente y yo estaba a cien, en ese momento no le veía como a un padre, sino como al dueño de esa polla que me quitaba el sueño desde hacía semanas. Decidí irme a la cama, tenía un plan para que se soltara.

-papa, me voy a dormir, he tomado una pastilla para el dolor de espalda y me da mucho sueño, si me duermo aquí, no podrías ni despertarme. –Lance el anzuelo-

Deje la puerta abierta, me deje las braguitas y la camiseta y me eche en la cama, retire las sabanas a fin de que desde la puerta pudiera verme bien deje la lamparilla encendida, distraídamente. Así fue, oí que apagaba la tele, que iba al baño y luego al pasar por mi habitación, se paró en la puerta, yo estaba de espaldas, cinco minutos después oí que entraba.

-Karla, cariño te has dejado la luz encendida

Yo como había planeado no conteste y volvió a intentarlo tocándome simplemente el hombro

-Karla, será verdad que esa pastilla te da un sueño muy pesado. –Note que me movía con más fuerza-

No me moví, seguí fingiendo dormir profundamente, se sentó en la cama y casi doy un salto cuando note su mano en mi culo, sobre mis braguitas. Primero solo parecía descansar allí, luego empezó a acariciar, a moverla delicadamente.

-Karla, duermes? –volvió a asegurarse-

Al no obtener respuesta, metió la mano bajo mis braguitas y me acaricio el culito, le oí suspirar.

-Karla cariño –me decía mientras me giraba para ponerme mirando hacia arriba-

Al notar de nuevo mi pesado sueño, sus manos tocaron mi tripa y metiéndose bajo mi camiseta tocaron mis pechos.

-que suave tienes las tetitas, no he dejado de pensar en tocarte desde la noche en que mi polla toco tu suave piel.

Mis pezones se endurecieron y eso lo hizo sonreír y jadear, me subió la camiseta y pegando mis tetas juntas bajo la cabeza y paso su lengua por las puntas tiesas de mis pezones.

Mi coño se inundó al instante, que morbo me daba ver a mi padre chuparme las tetas, era tierno aunque notaba que se controlaba por miedo a despertarme, pero al ver que ni me canteaba, se levantó lentamente de la cama, me separo los muslos y paso su mano por mi rajita, noto la humedad en mis bragas.

-nena que caliente y mojada estas ya, menuda hembra se ha hecho mi niña.

Froto más fuerte y volví a mojarme, mi coño se inundaba de jugos solo de verle, de sentirle. Entonces hizo algo que me enloqueció, me bajo las braguitas, volvió a abrirme y poniéndose entre mis piernas, toco mi rajita sin bragas, el calor de sus dedos allí casi me hace correr al momento, el jadeaba mientras me tocaba, con un dedo hacia círculos en la entrada y metió un dedo lentamente, yo ya no podía más, entraba y salía de mi interior y me corrí.

-nena, he notado tu orgasmo pequeña

Y para seguir enloqueciéndome, saco la mano y lamio el dedo con el que me había penetrado. Lo chupo bien y lo volvió a meter junto con otro, volvió a moverse dentro, abría y separaba los dedos dentro de mi vagina y yo chillaba por dentro.

Note un movimiento de su cuerpo y entreabriendo un poco los ojos, vi cómo se sacaba la polla, vi cómo se masturbaba rozando mi coñito por fuera, mientras sus dedos de la otra mano me penetraban una y otra vez, se puso rígido y dos grandes chorros de semen se esparcieron sobre mi coñito y sobre mi estómago, me corrí de nuevo ante esa visión, saco los dedos, volvió a lamerlos, mientras se quitaba la camiseta y me limpiaba el semen a conciencia antes de salir.

Di mil vueltas en la cama, la calentura no me dejaba dormir, a pesar de correrme dos veces anhelaba esa polla más que nada, me levante y decidí jugármelo todo, abrí la puerta lentamente y note por su respiración que dormía, me puse a su lado y retire las sabanas, vi que estaba desnudo, me tumbe a su lado y sin hacer ruido, cogí su polla y empecé a meneársela lentamente, medio despierto medio dormido se dejó hacer, cuando estuvo un poco animado, me subí sobre él y la frote en mi rajita, al notar la humedad, el calor y el movimiento más acelerado se despertó, me miro y yo sonriéndole guie su polla a la entrada de mi coñito.

-Karla, mi niña no lo hagas

Me dijo mi padre sin dejar de acariciar mi culito, lo apretaba, lo estrujaba

-Karla, que suave es tu piel mi niña

-papa métemela, quiero tu polla dentro desde esa noche

-Karla, no me pidas eso

Me apretaba el culo y ya estaba subiendo sus caderas, metió la cabeza de su polla y suspiro

-solo así Karla

-un poco más papi

Empujo un poco y media polla penetro, me agarró las tetas y empezó a tocarlas, a friccionar mis pezones y me incline poniéndolos cerca de su boca y no se resistió mordió mis pezones

-si papi muérdeme las tetitas

Sin dejarle pensar en nada de un movimiento me enteré su polla, el grito, me cogió del culo y me apretó más, yo empecé a mover mis caderas y a apretar su polla

-madre mía Karla que me haces, para o no lo controlare, mi niña despacito, deja de hacer eso con tu vaginita que me vuelvo loco y quiero que te corras tú.

Subió el culo, baje el mío y nos movíamos al unísono buscando más acoplamiento, me mordió más los pezones, me pellizco el culo y me corrí.

-si papi me corro

Empecé a apretar de nuevo su polla con mi vagina, movía en círculos las caderas y el jadeaba

-nena para, cariñito por favor me matas, para que no voy a poder parar, por favor mi niña

-no quiero que pares

-quieres que lo haga dentro?

-si

Yo seguía igual y el levanto la pelvis y me penetro bien adentro, al momento note su semen llenando mi vagina y me corrí con el

-si mi niña, toma mi semen

-si papi yo también me corro

Caí sobre su pecho y aun tenía su polla dentro, el besaba mi pelo, me deje caer a su lado y me quede dormida. Desperté varias horas después con su lengua bien dentro de mi vulva, me lamia como jamás lo había hecho nadie, notaba su lengua muy adentro, luego salía y lamia toda la raja hasta mi culito, que también lamia, volvía a los labios y tiraba de ellos con sus labios, luego los mordisqueaba y los soltaba para succionar mi clítoris justo antes de volver a penetrarme con la lengua, me corrí como una perra.

-si papi que bien lo haces, sigue papi

Volví a tensarme y volví a correrme, no dejo de lamer todos mis juguitos y volví a correrme del morbo de verle allí entre mis muslos.

Agradecida le hice tumbar, me puse entre sus piernas y empecé a sobar sus testículos, los lamí mientras oía sus suspiros, empecé a masturbar su polla que volvía a estar como una estaca, empecé a lamer la cabeza lentamente y la puse entre mis labios, la deje resbalar entre ellos y me la tragaba, el jadeaba, más fuerte, más fuerte y me la metí del todo, agarre sus testículos y los apretaba, subía y bajaba mi boca sobre esa maravillosa polla de mi padre.

-nena, nena, mi niña, sí que bien, que placer…

Deje la polla cuando note que estaba a punto y volví a lamer sus testículos, los metía en mi boca mientras masajeaba su dura carne, deje los testículos y lamí su culo, el jadeaba sin parar, lamí bien el agujero de su culo y subí de nuevo desde el culo, pase por sus huevos y termine de nuevo en su polla.

Cuando ya tenía media dentro, él se tensaba a punto de llegar

-nena para cielo, retírate.

-no papi –le dije liberándola un segundo-

Volví donde estaba y fui tragándomela, la metía hasta el final y salía para succionar la punta, sus jadeos eran casi gritos, con dos dedos cogí la cabecita y la frote mojándolos, lleve uno a su culo y al tiempo que succionaba fuerte y me la metía del todo en la boca le metí medio dedo en el culo

-madre mía, madre mía. Me corro mi niña

Chupe más, y empuje el dedo del todo, note el semen llenando mi garganta la saque un poco y otro chorro lleno mi boca, trague su semen y lamí toda la polla dejándola limpia, luego me relamí los labios.

-gracias mi niña

Volvimos a dormirnos desparramados desnudos en la cama hasta que nos despertaron los gritos de mi tía (su hermana) que estaba a los pies de la cama.

Mi padre nos tapó a ambos y le dijo:

-Laura tranquila deja que te explique

Mi tía como siempre había venido a arreglar la casa, estaba histérica. Salió de la habitación diciendo que era un degenerado, que era mi padre y yo su hija.

-Karla no sé qué va a pasar.

-tranquilo papa, ve a trabajar yo hablo con ella.

Mi padre se metió en el baño y diez minutos después salió vino a vestirse y al verle desnudo volví a desearle, pero deje que se vistiera, al salir intento hablar con ella pero no quería escucharle.

-ahora tengo que irme, al mediodía hablamos Laura

Vino al cuarto y me dijo

-Karla intenta que se calme

-si papi, no te preocupes, luego te llamo.

Me levante y deje caer las sabanas, el miro mi cuerpo con deseo. Yo me estire y le bese, me devolvió el  beso, metí mi lengua en su boca y al momento el me devolvía cada lamida.

-mira la movida que tenemos y yo volvería a empezar -me dice mi padre con ojos de deseo-

-anda vete –le dije riendo-

Me puse la camiseta, las bragas y fui a la cocina, donde mi tía cocinaba.

-tía escúchame, la culpa es mía

-él es tu padre, él es el culpable

-no tía, ven te cuento lo que paso.

Decidí contárselo todo, a los diez minutos, la mire y estaba totalmente entregada y vi deseo en sus ojos, la estaba excitando lo que le contaba.

En ese momento supe como convencerla a callar lo mío y de mi padre.

Puse una mano en su rodilla y suspiro…

Si queréis seguiré contándoos más secretos con mi familia, pero solo si queréis…

Son muchos y los amo a todos.