AMIGOS Y MAS AMIGOS XVII (Final)
Me di la vuelta, colocándome boca arriba y levantando mis piernas, se clavó de lleno, dentro, ahora sí, que empezaron las estocadas, al tiempo, que me daba su boca, su pelo largo, me rozaba el cuerpo, me daba placer,
AMIGOS Y MAS AMIGOS XVII (FINAL)
Este capítulo, finaliza al tiempo de mi 17 cumpleaños, y esto pasó durante la primavera.
Estaba en la piscina anonadado, la colchoneta estaba dentro del agua y ocupada, por un joven de cabello largo, tumbado boca abajo, hablaba con alguien, que estaba delante de él y la colchoneta, entonces oí a Chris decir: ¡Oh, no!, me giré mirándole a la cara y soltó que esto era lo que quería explicarme. Al oírnos, los de la piscina miraron hacia nuestra dirección y entonces sí me quedé de piedra, poniéndome cada vez más serio y con cara de enfado.
Estaba viendo a tres Chris, uno con cabello largo (el Chris del cine), el otro con el pelo más corto (el Chris de la sauna) y detrás mío, con el pelo casi rapado (el Chris del bar musical). Me giré, encarándome al de pelo rapado, soltándole: ¿os habéis divertido mucho conmigo, engañándome y riéndoos de mí? Entonces comencé a marcharme, para recoger mis cosas, pero Chris rapado, me cogió de la mano, diciéndome: ¡detente!, al tiempo los otros dos se acercaron nadando, saliendo del agua, juntándose a nosotros dos, eran idénticos, salvo por el pelo.
Me dolía la mano, ya que Chris me la apretaba, pero no quería dejarme ir, sin darme una explicación, entonces Chris, el de pelo largo comenzó diciendo: ¡ha sido culpa mía!, papá me había dicho, que había conocido a un joven de nuestra edad, que era muy guapo, se le notaba educado y sabía bien lo que hacía, te describió con mucha exactitud, añadiendo que solías ir al cine, para tener sexo, como no me había dicho el día que ibas al cine, fui cada día de la semana, hasta encontrarte, ¡juro, que me lo pasé de miedo, contigo y tu amigo, Mauricio!, entonces acercándose a mí, me dio un beso en la boca, diciéndome: yo soy Christopher, se separó un poco, llámame Chris
Chris, el de pelo medio corto, continuó diciendo: Cuando Chris, llegó a casa, le sonsaqué lo que había hecho y donde había estado, entonces se le escapó de que también ibas a la sauna, de vez en cuando, los días y casi las horas, que podías aparecer, entonces durante varios días fui a la sauna y al fin apareciste, me gustaste al igual que a mi hermano, pero el vicio, que tuvimos dentro de la sauna, fue superior, algo increíble, casi sublime. ¡No siento haberte conocido, me encantó! Acercándose a mí metió su lengua dentro de mi boca y luego dijo: mi nombre es Cristóbal, puedes llamarme Bal
Chris el de pelo rapado, soltó, que sabía por sus hermanos, que si estaba contigo, sería un día glorioso y la verdad, así ha sido, te lo quería contar, antes de que los vieras, pero te adelantaste, al encontrarlos, me habían contado, que aparecías de vez en cuando por aquel bar musical y también fui varios días, a diferentes horas y te encontré el otro día medio ebrio, pero yo no te dije, mi nombre, tú me llamaste Chris, aunque mi nombre completo es Cristian, aunque éstos, señalando a sus hermanos, me llaman Ian, y te juro, por lo más sagrado, que no queríamos reírnos de tí, solo queríamos estar contigo y he de reconocer, que me has sorprendido a mí y a Adam.
Los otros dos soltaron, al mismo tiempo ¿También con Adam?, Ian, asintió y acercándose a mí, soltando mi mano, dolorida, me abrazó, pidiéndome, que les perdonara a los tres, al tiempo, que me acariciaba, se frotaba con mi cuerpo y mi verga, no estaba enfadada, se puso en orbita, estiré mis brazos alcanzando a los otros dos, acercándolos a nosotros y nos fundimos en besos y chupadas, nos buscábamos las bocas, ahora con uno, luego, con los otros, estábamos los cuatro, muy excitados.
Nos separamos y nos metimos dentro del agua, para rebajar nuestros ardores, nadamos un poco y Chris, fue a buscar la colchoneta, ayudado por Bal, la sacaron del agua, dejándola al borde de la piscina,, mientras yo nadaba, Ian, que estaba a mi lado nadaba de espaldas y con su brazo me acariciaba todo el cuerpo, rozándome la verga, que seguía dispuesta, nos acercamos al borde de la escalerilla, allí estaban los otros dos dándose el lote padre, besándose, acariciando sus cuerpos y frotándose las vergas metidas dentro de los bañadores, nos unimos a ellos, volviendo a saborear nuestros labios y nuestras lenguas, bajé el bañador a Chris, poniéndome detrás de él, Echó sus brazos hacía atrás y soltó mi bañador, dejándolo flotar, igual, que el suyo, Ian estaba detrás de Bal, haciendo lo mismo, que nosotros y los cuatro bañadores, quedaron flotando, en el agua.
Chris, tiró de mí y salimos de la piscina, nos siguieron sus hermanos, pusimos bien la colchoneta, entonces, Chris se tumbó boca arriba, en uno de los extremos lo mismo hizo Bal, en el otro extremo, yo me agaché y comencé a besarlo y deslizándome hacía abajo, agarré fuertemente su verga, metiéndola dentro de mi boca y chupándola, con deleite, mi cabeza, subía y bajaba, proporcionándole placer, le pellizcaba la tetilla y mi otra mano, acariciaba sus genitales, el mástil, estaba bien duro, deslicé mi lengua por esos huevos con pelos rubios, oliéndolos, saboreándolos, siguiendo hacía abajo busqué su agujero, lamiéndolo y hurgando con mi lengua, miraba de vez en cuando a sus hermanos, que hacían lo mismo que nosotros, era maravilloso, ver esos tres cuerpos tan perfectos y que yo había gozado de ellos y ellos de mí.
Seguía chupando, le palmeaba las nalgas, flojito, pero tan rosadas, iban cambiando de color, Chris cambió de postura, poniéndose a cuatro patas, poniendo a su hermano, Bal, debajo de él, haciéndose un 69, se iban chupando sus vergas, yo me dediqué un rato más, a chupar ése trasero y me incorporé, viendo, que Ian, levantaba las piernas de su hermano, entonces nos miramos y los dos al mismo tiempo, nos clavamos dentro de los culos, que teníamos delante, sin compasión, acercamos nuestras caras, sobre los cuerpos penetrados y nos dimos la boca, soltándonos saliva, de una boca a la otra.
Yo separé las nalgas de Chris, penetrando bien adentro de él, mientras, mis manos, una agarrada a su cadera y dándole palmadas en las nalgas, la otra en su cabello largo, apretándole la cabeza, hacía abajo, para que se tragara, más la verga de su hermano, yo seguía besándome con Ian, notaba la palpitación del corazón, estaba acelerado, no quería terminar nunca, relajé las embestidas, pero Chris, giró su brazo, pegándome mi nalga, instándome a que volviera a acelerar, me seguía nalgueando, cada vez más y más fuerte, vi las manos de Bal golpeando las nalgas de Ian, sabía que la cosa no tardaría más y entonces noté el esfínter de Chris apretando mi verga, se estaba corriendo en la boca de su hermano y yo del placer y las palmadas fuertes que me daba, solté todo el semen dentro del maravilloso culo de Chris, solté todo, penetrando hasta bien dentro, se oyó otro gemido y oí la succión de Chris, bebiéndose el semen de su hermano Bal, mientras Ian, sacudía su cabeza, al tiempo que se corría, dentro de su hermano, seguimos entrando y saliendo de esos dos culos, hasta que nuestras pollas, se aflojaron, me deslicé encima de la espalda de Chris y nos dejamos caer encima de la colchoneta, Ian hizo lo mismo, encima del cuerpo d su hermano Bal, besándolo, yo giré la cara de Chris y también juntamos nuestras bocas.
Acerqué, mi boca a la cara de Bal y lo besé con ganas, se unió Ian y también Chris, entonces les dije: ¡Estáis perdonados los tres! Y nos reímos los cuatro. Me levanté y me puse entre las pierna de Bal y levantándoselas, metí mi lengua en su agujero, chupando el semen de Ian, al tiempo que éste hacía lo mismo en el culo de su hermano Chris, los dejamos bien limpios, luego, me agaché a lamerle su verga, limpiándola de su corrida, pero su hermano, la había dejado bien limpia, pero no importaba, la saboreé, con gusto. Nos levantamos y nos tiramos a la piscina.
Nos dimos una ducha rápida y subimos al dormitorio, allí nos vestimos, bajando luego a la cocina, allí me presentaron a la cocinera, Dña. Encarna, que llevaba con ellos más de doce años y los quería como a sus hijos, a todos, incluido Adam, aunque tenía debilidad por el padre. Nos preparó, con rapidez un poco de picoteo, para matar el gusanillo. Al bajar de los cuartos, había visto a Adam, hablar por teléfono, levantó su mirada y dijo: ¡Hola chicos! Todos respondimos y él continuó hablando por teléfono.
Nos sentamos en los sofás del salón y pusieron música, no demasiado alta, para no molestar la llamada de Adam, nos pusimos a hablar, yo les preguntaba, por su padre, pero eludían contestar abiertamente, diciéndome, que ya lo conocería, pronto, en ése momento entró Adam, diciendo que papá no vendría hasta mañana, que quedábamos libres, para ir donde quisiéramos, siempre que él lo supiera, asentimos todos, al fin y al cabo era su hermano mayor. Estuvimos comentando, donde podíamos ir. Decidieron, que después de comer, podíamos ir a la Diagonal, a ver unas tiendas de ropa, que hacía poco habían abierto, después de cenar iríamos al bar musical Bourbon`s, a tomar algo y luego a una discoteca, así quedó la propuesta de todos, respecto a la tarde y noche.
Después de comer, fuimos a las tiendas, ¡joder! Los precios de la ropa, eran exorbitantes, pero, era de suponer, ¡zona alta, zona cara!, entramos dentro y se compraron varias cosas, probándoselo primero, me hicieron probarme unos pantalones de piel blancos, con pinzas, por delante, bolsillos laterales, de la parte del culo me quedaban ceñidos, marcándome muy bien mi culo estrecho y respingón, me quedaban de fábula, pero el precio, también lo era, además me probé una camisa de seda negra, de mangas largas, muy bonita, con el conjunto, me colocaron un cinturón trenzado, blanco y negro, me hicieron probar unos mocasines negros Sebago, con unas borlas, eran exquisitos y elegantes, el conjunto me sentaba de perlas, pero mi presupuesto, no daba para tanto, me saqué todo, devolviéndolo al dependiente. Ellos se habían comprado, varias prendas y también zapatos, me dieron alguna bolsa, para repartirnos los paquetes y volvimos a su casa, a la luz del día era esplendida.
Dejamos las bolsas, en la habitación de Ian, y bajamos a la cocina, allí Dña. Encarna, había hecho sándwiches, variados, comimos con ganas, se unió a nosotros Adam, después de terminar, preguntó los planes, para la noche, le comentamos la idea de ir al bar musical y a la disco, él asintió, yo solté, ¿Porque no venía con nosotros, ya que éramos menores?, se quedó pensativo y dijo, que de acuerdo, pero teníamos que portarnos bien y no dejarlo a él en mal lugar, contestamos todos, que sí, al mismo tiempo. Los trillizos, se miraron, entre ellos y luego, que Adam salió, dijeron, que yo había conseguido, lo que ellos habían intentado muchas veces, que saliera, con ellos de vez en cuando y se rieron.
Adam, se había ido a duchar y vestirse, para salir y lo mismo iban a hacer los tres, Ian tiró de mí, instando a que fuera con él, subimos a los cuartos, al llegar, cogió uno de los paquetes, me lo tendió, diciéndome: ¡Ya sé que es mañana, pero hoy es especial, felicidades!, abrí la bolsa y allí estaban los pantalones de piel blanca, que me sentaban tan bien, se me humedecieron los ojos, le di las gracias, acercando mi boca a la suya y nos fundimos en un largo beso, entonces entraron, Bal y Chris, pasándome sus regalos, que intuí lo que eran, efectivamente allí estaban los mocasines Sebago negros y el cinturón trenzado blanco y negro, solté unas lágrimas, abrazándoles y besándoles, como hice con su hermano, les di las gracias y regañándoles por el gasto innecesario, pero ellos dijeron, que me lo debían, por la jugarreta, que yo había superado, sin enfadarme con ellos.
Nos vestimos y yo estrené la ropa nueva, les pregunté si alguno tenía algún pañuelo blanco y negro, fueron a mirarlo, pero no tenían ninguno, pero Chris dijo, que Adam tenía una corbata blanca, fue a preguntárselo, volviendo al instante, ufano, con una corbata estrecha blanca, medio brillante de seda, abroché la camisa negra, colocándome la corbata, realmente estaba esplendido, pero ellos estaban espectaculares, parecíamos todos niños pijos, aunque ellos lo fueran, normalmente no se notaba, pero hoy sí.
Al bajar, encontramos a Adam, esperándonos, también estaba esplendido, muy elegante, con un traje gris plateado, camisa blanca, con una corbata estrecha gris oscuro, con dos rayas en diagonal gris claro, sus zapatos negros, eran igual a los míos, pero algún número más grande, cogió unas llaves y fuimos al garaje, sacó uno de los coches, un Mercedes, de color negro, muy elegante, nos montamos y salimos, Ian le indicó, como llegar al bar musical, éste iba delante, con Adam y el resto íbamos detrás. Después de aparcar, nos acercamos a la entrada y llamé al timbre, se abrió la mirilla, al instante nos dejaron pasar.
Como siempre, al entrar, se nos acercó el dueño, dándome un beso en la boca, los presenté y nos condujo a una mesa de un rincón, que dominaba todo el local. Pedimos las bebidas, mientras Adam, observaba al diverso público del local, me hizo saber, que estaba asombrado, por la confianza del dueño conmigo, sonreí, diciéndole, que le había hecho un favor en el trabajo de la Compañía de Seguros de coches, cuando tuvieron un percance, asintió y le mostré una puerta que apenas se notaba y que comunicaba con la portería de al lado, por si había alguna redada, pero que tampoco, me preocupaba mucho, ya que conocía a un jefe de la policía secreta, también debido al trabajo en la Compañía de Seguros.
Todos estaban pendientes de mis explicaciones, bebimos dos copas, cada uno, acompañadas con unas patatas fritas de churrería, galletas saladas y almendras, Adam, miró las otras mesas, y solo tenían las bebidas, aunque alguna también tenía algún plato de patatas, yo le dije riendo, que nos lo ponían, para darnos más sed y pidiéramos algo más, luego añadí, que era broma. Pedimos la cuenta y nos cobraron sólo una ronda, esto también le extrañó a Adam, pero no dijo nada y salimos.
Esta vez, me senté delante y le indique, para llegar a la discoteca ¡Y como no, los llevé a Bocaccio!, le dije a Adam, que parase delante de la puerta, debíamos bajar y ellos aparcaban el coche y le daban una chapa con un número y que lo guardara hasta después, así lo hizo, paró y nos abrieron las puertas, para que bajáramos, se llevaron el coche y nos acercamos al portero, que al reconocerme, me saludó efusivamente, abriéndonos la puerta inmediatamente, dejamos las chaquetas en el guardarropa y entonces vino el gerente Sr. Regás, saludándome y nos llevó a la mesa, que casi siempre le daba a Rudolf, se acercó un camarero y nos preguntó que íbamos a tomar, pedimos, pero el gerente acercándose, depositó delante mío, una botella de Chivas Regal de 12 años, que llevaba un cordón dorado con una tarjeta, me dijo, que estaba, reservada para mí, leí la tarjeta y me cayó una lágrima, pusieron vasos con hielo y pasé la nota de la botella, quedándose todos patidifusos, al ver la firma de Nurèyev, felicitándome y dándome las gracias, por presentarle a Sergei, augurándole un gran futuro en el ballet. Me mandaba besos de los dos y las dos firmas al final.
Bebimos y bajamos a la parte inferior a bailar, Adam, estaba pendiente de todo, pero se lo estaba pasando bien, también salió a la pista a bailar, disfrutamos de lo lindo, después volvimos arriba, la gente miraba mucho a los trillizos, los devoraban con las miradas, tanto hombres, como mujeres. Adam, se disculpó y fue al lavabo, pero noté que tardaba un poco, y fui a ver, si pasaba algo, al entrar oí unos jadeos, dentro de uno de los compartimentos, me agaché un poco y vi dos pares de pies, los de Adam estaban detrás de los otros, sonreí y salí, quedándome delante de los lavabos, para avisar si alguien se acercaba, al cabo de un rato, entré oyendo fuertes gemidos, luego se subieron los pantalones y salí, volviendo a nuestra mesa.
Cuando volvió Adam, se sentó un rato, bebimos y luego nos levantamos, para marchar, El gerente, se acercó, retirando la botella, diciendo que había otra en un armarito, exclusivo para clientes, me dijo el número del armarito, para pedirlo en otra ocasión, salimos, trajeron el coche y volvimos a su casa, todos estábamos un poco achispados.
Al llegar los cuatro subimos al cuarto de Ian, se fueron desnudando, yo hice lo mismo, estábamos sentados encima de la cama y apareció Adam, desnudo, se acercó a Chris y cogiéndose la verga se la acercó a la boca, éste sin decir nada, fue chupándola, salió de esa boca y repitió con Bal, que chupó con fuerza, entonces, saltando mi turno, se colocó delante de Ian y lo mismo, yo aproveché me puse a chuparle el culo, mientras metía tres dedos dentro de él, se separó y girándose, se puso delante mío y me dio la verga, que también chupé, pero antes estuve oliendo su mata de pelo rizado, se separó y dándose media vuelta, dijo, que descansáramos, que mañana volvía su padre y se fue.
Yo estaba palote, es decir, con ganas, Ian se tumbó boca abajo en la cama, tirando de mí, hice lo mismo, nos dábamos besos, moviendo las lenguas, los otros dos, se pusieron entre nuestras piernas y comenzaron a acariciar nuestras espaldas, mientras nosotros gemíamos, descendieron hasta llegar a la ranura de nuestros culo, y comenzaron a lamernos y a meter sus dedos, dentro de nuestros agujeros, dilatándonos a conciencia, luego Chris, apuntó su verga y me la clavó de un golpe seco, lo mismo hizo Bal con Ian, seguíamos besándonos con ganas, bajé mis manos hacía atrás y me separé las nalgas, entonces entró hasta el fondo, se movían con lentitud, pero continuado, se tomaban su tiempo.
Me di la vuelta, colocándome boca arriba y levantando mis piernas, se clavó de lleno, dentro, ahora sí, que empezaron las estocadas, al tiempo, que me daba su boca, su pelo largo, me rozaba el cuerpo, me daba placer, lo acariciaba, y apretaba sus nalgas, azotándolas, Ian había hecho lo mismo y estábamos en la gloria, estaban acelerando, cada vez más y al unísono, gimieron corriéndose dentro de nuestros culos, soltando todo el semen que llevaban, cuando salieron de nuestros culos, se agacharon, y agarrándonos las vergas, comenzaron a masturbarnos, mientras nos chupaban el capullo y parte de la verga, mientras acariciaban nuestros huevos, no tardamos mucho en corrernos dentro de sus bocas, gimiendo de placer, se desplomaron, encima nuestro, agotados.
Como las camas eran grandes, nos quedamos a dormir todos juntos, un poco apretados, pero satisfechos.
Me desperté sobre las ocho y media, había oído un coche, me acerqué a la ventana, vi que se acercaba un coche hacía el garaje, era verde botella metalizado, se paró y descendieron de él Peer y José María (Chema), no me lo podía creer, no daba crédito a mis ojos, entonces Adam se acercó a ellos, dándoles sendos besos y comenzaron a hablar.
Entraron en la casa, yo fui al baño, y me di una ducha rápida, me puse mi ropa de siempre, los vaqueros ceñidos y una camiseta y bajé, fui directamente a la cocina, estaban desayunando y no se sorprendieron de hallarme allí delante de ellos, me acerqué a Peer y le di un beso en los labios y lo mismo con Chema, me senté, con ellos después de ponerme un café con leche, habían traído croissants, cogí uno solamente. Mire a Peer, diciéndole, que me podía haber contado, lo de los trillizos, él argumentó que me había dicho, que tenía tres hijos, nada más, memoricé y tenía razón. Él continuó diciendo, que el sábado por la mañana, cuando habló con Cristian, supo que yo estaba en la casa y lo que había ocurrido, entre ellos y yo. Asentí, dándole las gracias.
Le pregunté a Chema, por su hermano Jean, me dijo, que había vuelto al Canadá, que vendría de vacaciones, pero que su vida, estaba allí y que esta vez no perderíamos el contacto, le di las gracias, como había terminado el desayuno, me levanté y salí volviendo al dormitorio. Me desnudé, metiéndome en la cama de nuevo, abrazando el cuerpo caliente de Ian, me quedé dormido de nuevo, en mi sueño, me parecía oír ruidos abajo, pero estaba tan cómodo, que volví a caer dormido, me despertaron unas caricias, por todo el cuerpo, los trillizos me estaban besando, por todas partes, me desperté y les sonreí y los tres soltaron al tiempo: ¡Feliz Cumpleaños! Y empezaron a hacerme cosquillas, para que me despertara.
Se metieron en la ducha y me llamaron desde allí, para unirme a ellos, me levanté y fui a la ducha, Ian, me hizo sentarme en el taburete, apoyando mi espalda en la pared, levantó mis piernas y me clavó su verga, mientras orinaba dentro de mi culo, notando el calor de la orina, fui soltando la mía sobre mi cuerpo, salpicando a Ian, Chris y Bal, se habían colocado uno a cada lado mío y soltaron sus meadas, dirigiéndoselas entre ellos, pero, yo debajo, recibía la de los dos, me levanté y nos duchamos todos y salimos al exterior, les dije, que su padre, ya estaba aquí, lo había visto por la mañana, nos vestimos rápido y bajaron corriendo, como perrito juguetones, abrazando a su padre, que estaba en el vestíbulo. Nos dijo, que nos quedáramos en el salón o arriba, que estaban atareados, nos giramos y fuimos al salón, pusieron la televisión un rato, a eso de las 12 h. entraron, Peer, Chema y Adam, nos dijeron que nos arregláramos un poco, que ellos se iban a duchar y vestirse, así lo hicimos.
Yo me puse la ropa del día anterior y que ellos me habían regalado, menos la corbata, que la había devuelto a Adam, el día anterior al volver de la Disco, ellos se pusieron ropa diferente, al día anterior, estaban los tres muy guapos, cada uno, con su estilo, luego bajamos al salón a esperar al resto, nadie contaba nada. Bajaron, al poco rato uniéndose a nosotros, entonces cada uno, me felicitó dándome un prolongado beso, en la boca, al tiempo que me abrazaban, se sentaron y nos preguntaron, lo que habíamos hecho en su ausencia, los trillizos se atropellaban, para contarle, todo lo que habíamos hecho y recalco, todo, todo, sin omitir nada. Chema y Peer, se partían el pecho de risa, excepto, cuando Cristian, contó nuestro encuentre, estando yo ebrio, se disculparon, diciendo que esos momentos son difíciles de sobrellevar, pero notaban una mejoría.
Alrededor de las 13 h., salimos al jardín, entonces vi una mesas enormes curvadas, una en el centro y las otras dos a ambos lados, en cada una, habían seis cubiertos preparados, menos en una que habían siete, me giré y Peer, se encogió de hombros, sonó el timbre de la puerta, Adam se acercó, dejando las puertas grandes abiertas, entró un coche y reconocí a Francisco Javier (Javier) el hermano de Chema, Adam le indicó donde podía aparcar el coche y después bajaron de él, Javier, su hermano pequeño Víctor, Fernando (el vecino del sobreático) y el hermano de éste, Luis ( amigo y compañero del colegio de Víctor), se acercaron a nosotros.
Los dos pequeños se echaron encima mío, besándome, mientras reían y me felicitaban, estaban contentos, porque los habían incluido, en la fiesta y les parecía que ya eran mayores, luego Javier, me abrazó besándome luego y felicitándome, Fernando, parecía más cohibido, pero di un paso y le besé, al tiempo, que también me felicitaba, nos separamos un poco, se acercaron a Chema y observaron, la casa, admirándola y haciéndole saber a Peer, que era muy bonita, Peer, presentó a Adam, como su hijo y a los trillizos, que eran observados por Víctor y Luis, todo sonrisas, noté que les gustaban a ambos.
Sonó el timbre de nuevo, las puertas estaban abiertas, Adam, se acercó dejando entrar otro coche, dándole instrucciones para aparcar, de éste coche, bajaron Raúl, Karim, Carlos y Mauricio (mi amigo del cine y los baños San Sebastián), también se acercaron y me fueron besando felicitándome, fui presentándolos a todos, se daban la mano muy cortésmente, apareció una moto enorme y Adam le dijo, donde ponerla, al sacarse el casco, me quedé de piedra, dejando el casco encima de la moto, se acercó Eduardo, uno de los jefes de la policía secreta , me estrujó en un abrazo, dándome un beso en la boca y felicitándome, lo presenté al resto de personas, allí presentes.
Entonces sonó un claxon y Adam se acercó a la entrada, se acercó a un taxi y pagó el importe, de él salieron Enrique (el camarero del Ritz) y los dos bailaores, Juan y Miguel ( que estuvieron también en el Ritz con Rudolf y conmigo), también se acercaron besándome y felicitándome, seguí con las presentaciones, al terminar, Peer, como buen anfitrión, dijo que fuéramos a tomar algo, para hacer tiempo, para la comida, Habían dos largas mesas llenas de aperitivos y bebidas de todo tipo, detrás unos camareros servían las bebidas y otros ponían en platos lo que pedíamos. Me acerqué a Peer y le di las gracias, por haber organizado todo, él dijo, que habían sido entre todos, que habían usado mi agenda, pequeña y habían hecho algunas llamadas, se la habían jugado, con los asteriscos marcados al lado de algunos nombres, ya que él suyo y de Chema, estaban marcados así y dio resultado.
Karim, se acercó a su coche y cogió unas cosas, pasándoselas a Raúl, éste se acercó y me entrego un regalo envuelto, no muy grande, me hizo abrirlo, dentro había una nota, sobre el fondo había una hermosa perla, con un engarce de oro, rodeándola una magnifica cadena de oro, bastante gruesa, me resbalaba una lágrima, abrí la nota, reconociendo la letra, decía:
Querido mío, no puedo estar contigo, para dártelo personalmente, es la perla peregrina (no la original), tú tienes una y yo otra, así nos recordaremos, me has devuelto a la vida, me hiciste sentir de nuevo, a pesar de lo que me había ocurrido, buscaste, con mis amigos queridos, la manera de salir, del fondo en que estaba metido. Te deseo lo mejor. Besos. Firmado Sergei Maximov.
Ahora las lágrimas eran abundantes, Raúl me tendió dos sobres grandes, abrí el menos abultado, encontré una gran foto de Rudolf dedicada, que rezaba: A mi pequeño David, que venció a Goliat, te quiero con locura, tú eres de los pocos, que me entiendes, Muchos besos. Firmado Rudolf Nurèyev
Había otra foto de Sergei y yo bailando en el estudio, igual de grande que la otra, la dedicatoria era breve: Con amor. Tuyo. Firmado. Sergei Maximov
En el otro sobre habían las copias de todas las fotos, que nos había hecho Raúl, también los negativos, estos se los devolví, guardándoselos en la americana, Karim, dijo, que la cadena era de parte de ellos tres, Raúl, Carlos y él, les di las gracias, secándome los ojos con la mano. Me acerqué a Mauricio, susurrándole al oído, si no le iba a decir nada a Eduardo, él me contestó, que se habían discutido, hacía dos días y no se habían vuelto a hablar, yo le dije, que lo perdonara, que la vida de Eduardo estaba muy complicada, asintió, acercándose a él le beso en la boca, quedándose a su lado, entonces Juan y Miguel, se acercaron a mí, disculpándose por no traer ningún regalo, les dije, que no pasaba nada, todo se había improvisado a última hora, a espaldas mía, se rieron con ganas, me abrazaron.
Me relataron las novedades, que Rudolf, no me había contado, les había pagado la hipoteca de su casa, ya que Vivian las dos parejas, con los niños juntos y lo veían cada vez que éste venía de visita a Barcelona y estaban contentos, porque desde el primer día, que nos conocieron, todos los trataban mucho mejor y ellos se comportaban bien con todos, esa era la lección, que les enseñamos Rudolf y yo, al conocerlos, ¡si tratas bien, igual te trataran!
Al terminar con los aperitivos nos sentamos en las tres mesas, la mía era la de 7 personas, me senté en el centro, a un lado, se pusieron los trillizos, al otro, los chavales, Víctor y Luis, a su lado se sentó Enrique. En otra mesa estaban Adam, Chema, Peer, Raúl, Karim y Carlos. En la siguiente, Mauricio, Eduardo, Fernando, Francisco Javier y los bailaores Juan y Miguel.
Los camareros trajeron unas bandejas enormes con todo tipo de marisco, bogavantes, centollos, almejas, mejillones, navajas, ostras, percebes, gambas, langostinos, todo al vapor, encima de unas hojas, con hielo picado debajo de estas, sirvieron vino blanco para todos, excepto Luis y Víctor, tomaron un refresco, aunque de mi copa les di a probar el vino, que tomábamos nosotros, me miraban cada vez que yo cogía algo de la bandeja y hacían lo mismo, que me veían hacer a mí. Peer, se dio cuenta y soltó una carcajada, diciéndole a Chema, que yo seguía siendo su profesor, éste contestó que era una buena manera de aprender, por lo menos a comportarse y manejar los cubiertos, que a él no le hacían ni caso, al respecto.
Noté que Mauricio y Eduardo, hablaban entre ellos, y el primero, le cogió la mano, por debajo de la mesa, todo iba muy bien, Adam se levantó y fue a la cocina, al rato volvió a salir, se guardaba una botellita con pincel, en el bolsillo, le miré y me sonrió, no le di más importancia. Al terminar, trajeron fruta de postre y unos cuencos de cristal tallados, con un líquido de color verdoso, dejaron uno delante de cada comensal, los jóvenes pusieron sus manos alrededor del cuenco y ya lo estaban levantando, para bebérselo, yo carraspeé y entonces metí mis dedos dentro del cuenco, para limpiármelos, del sabor del marisco, ellos inmediatamente los dejaron en la mesa y repitieron lo mismo, que yo, el resto sonrieron.
Raúl, comentó, que si se lo hubieran bebido, se les habría lavado el estómago, en lugar de los dedos, todos nos reímos, incluso ellos dos. Minutos después entró la tarta de cumpleaños, con sus 17 velas, que me hicieron soplar, mientras decían ¡Feliz Cumpleaños! Y aplaudían, era un momento maravilloso, no con mi familia, pero eran algo más. Pusieron champan en las copas a tal efecto, incluso a los jóvenes, brindaron por mí y yo por todos ellos.
Peer, se levantó, diciendo: Creo hablar por todos nosotros, estamos agradecidos a Jorge, ya que gracias a él nos hemos conocido y por su manera de ser, ocupa una parte en nuestros corazones. Ya ha unido a más de una persona, sin haberlo pretendido. ¡Gracias!
Siguió, lo conocí en el metro, cuando iba a recoger mi coche, en el concesionario, me acompañó y creo no equivocarme, gracias a su verga marcada en sus tejanos, Chema resbaló encima mío, en el interior del coche y desde entonces nos vemos muy a menudo, manteniendo una relación, se sentó.
Entonces Víctor, se puso en pie y explicó: yo vi a los tres en el concesionario, del papel, con el teléfono de Jorge, me lo apunté y lo llamé al día siguiente, pidiéndole, que me enseñara, todo lo que yo había visto, pero se negó, sino era con la aprobación de mi hermano Chema, éste accedió y gracias a sus consejos hice las paces con mi amigo y compañero Luis, añado que nos ha enseñado mucho, espero aprender más de él ¡Te quiero! Y se sentó.
Luis a su lado, también se puso de pie, diciendo, que gracias a mí, había pensado en todo lo que les enseñaba y siempre les decía que no se puede ser egoísta, solo pensar en ti, piensa en las otras personas, que están a tú lado y te quieren, me ayudó a recuperar mi confianza, por un problema que había tenido con mi hermano, volví a encontrar a mi mejor amigo y soltó ¡Te quiero!
Fernando, se levantó diciendo: Me humilló, delante de mi hermano menor y de su amigo, haciéndome ver, lo egoísta que había sido, al maltratar injustamente a Luis, por otros motivos, que no iban con él, bebía más de la cuenta y se lo hacía pagar a él, me enseñó, que con sencillez, se puede hablar y arreglar los problemas, al tiempo, me hizo reconocer, lo que yo mismo, me negaba a saber y entonces lo volví a encontrar, miró a Francisco Javier, y todo va bien, se sentó.
Le tocó el turno a Francisco Javier, carraspeó, y dijo: Cuando volví de Estados Unidos y llegar a casa, me encontré una atmosfera de felicidad, compañerismo, notaba calidez en el ambiente y solo estaba Jorge y Víctor, aunque Luis aparecía a menudo, me hicieron relajarme, unirme a ellos, como un juego, esta actitud me ayudó a superar, que tenía un hermano gemelo, lejos de mí y que yo ignoraba, Jean, que ha vuelto a Canadá, vino y pasamos un tiempo juntos, entonces descubrí en el piso de encima del nuestro, el causante, de mis pensamientos sombríos, lo recuperé de nuevo y gracias a mi gemelo, como a Jorge, que me dio una lección de humildad, al hacerme ver que Jean había estado sin su familia real y que no podía culparle a él, de mis problemas. Con un gesto de su mano, me envió un beso y se sentó.
Karim, se levantó, diciendo: Raúl y yo llevamos cinco años juntos, pero de vez en cuando, añadimos un poco de sal a nuestra relación, habíamos visto a Jorge de vez en cuando paseando por la sauna, su porte parecía que era inaccesible, pero un día lo vi con unos amigos, aquí presentes, y un momento después me acerqué a él, en el baño turco, le dije lo de Raúl, dejándome asombrado, que estuviéramos los tres, casi toda la gente suele apartar a uno de los participantes, pero él no, aunque después repetimos bastantes veces más, eso reforzó nuestra confianza de pareja y ayudó a un joven extranjero a superar, la pérdida de su compañero, al tiempo de presentarnos a alguien muy famoso, por eso le estamos agradecidos ¡Te queremos!
Raúl añadió, que también gracias a mí, habían conocido a una parte más dentro de su pareja. Carlos sin levantarse, soltó: Yo era un puto, aunque últimamente, tenía algún cliente fijo, nada más, al conocer a Jorge y presentarme a sus amigos, de diferentes edades, clases y físicos, me hizo darme cuenta de lo vacía que estaba mi vida, me dio, que pensar y los encontré, mirando a Raúl y Karim. ¡Gracias!
Eduardo, se puso en pie y Mauricio, le cogió la mano, comenzó: Soy policía secreta, estoy casado y tengo dos hijas, aunque tengo una relación muy especial, con muchos altibajos, cuando tenemos algún contratiempo, lo llamamos y nos recrimina, como si fuera nuestro padre. Lo conocí, cuando íbamos a efectuar una redada en un cine, me senté en una butaca, sin darme cuenta que había alguien a mi lado, luego lo miré y él a mí, entonces acercó su pierna a la mía, al tiempo que pasaba su mano por ésta acariciándome, nunca he estado con un hombre, encima un crio, me está poniendo la verga dura, solo con caricias y acercándome a él, le pregunté ¿Cuánto cobras?, él pareció ofendido, contestando, que él no cobraba nada, que iba a divertirse gozando y nada más, le dije, que me acompañara al vestíbulo delante de los baños y comenzamos a hablar, se le veía muy culto, para ese cine, pero su manera de vestir, parecía que pedía guerra, salieron unos policías, llevándose a un par de hombres, de los lavabos.
Entonces apareció Mauricio, preguntándole que había pasado, se lo contamos. No sabía que iba a ocurrir, pero tiró de mí y nos metimos en uno de los lavabos y entre los dos me hicieron sentir un placer, que nunca había tenido antes, penetré y fui penetrado, por los dos, mi placer era inmenso y me hicieron descubrirme de nuevo, luego me dediqué a uno de ellos, ya que Jorge, parecía volar solo y más alto, pero nunca, ha renegado de sus amigos y por eso le queremos.
Mauricio, dijo desde su asiento: Yo si cobraba, en aquel tiempo, pero al conocerlo, me dijo, que cobrando, les pertenecía, pero si lo hacía simplemente por placer, saldría ganado, porque le ofrecerían más, amistad, cariño, trabajo y por eso es mi amigo y guardián. ¡También te quiero!
Juan y Miguel, primero uno y luego el otro, añadieron, que gracias a mi llegada, con Nurèyev, lo habían conocido, habían estado con los dos y a pesar de estar casados y con un hijo, cada uno, estaban mejor considerados en la compañía y que su carácter había mejorado mucho.
Christopher, dijo, yo lo conocí en el cine, a través de un comentario de mi padre, luego Cristóbal, yo aparecí en la sauna, por mediación de sonsacarle a Chris y allí lo conocí, al tiempo, que a Karim, Raúl y Mauricio. Cristian, soltó, yo lo encontré después de varios días de ir al bar musical, un poco ebrio y lo traje a esta casa, entonces, conoció a mi hermano Adam y también a mis hermanos, pero no sabía, quien era nuestro padre hasta hoy, que se ha descubierto el pastel. Los tres levantaron sus copas y soltaron ¡Feliz Cumpleaños!
Hartos de comer nos levantamos y entramos al interior de la casa, los camareros y la empresa contratada para la comida, empezaron a recogerlo todo, en poco tiempo, estaba todo el jardín despejado, Peer y Chema, les fue mostrando la casa y la piscina, diciéndoles, que si querían bañarse, lo podían hacer incluso desnudos. Los dejó y fue al jefe de la empresa, sacando el talonario rellenó un cheque y se lo entregó, aparte, sacó de su bolsillo unos billetes, dándoselos en la mano, para el servicio, que había sido esplendido, les dio las gracias y se reunió con nosotros.
Nos sentamos en los sofás y los más jóvenes en el suelo, entonces Raúl sacó el grueso sobre, y fue mostrando las fotos, que comenzaron a circular por todas las manos, las exclamaciones, eran audibles, todos dijeron, que no parecía la misma persona, que parecía incluso mayor, cuando estaba bailando con Sergei y en las otras, aseguraban, que parecía un modelo profesional y que las fotos eran magnificas, llegaron los desnudos, de los tres (Karim, Sergei y yo), éstas se detenían más en las manos mirándolas, con detenimiento.
Noté, que Karim, se ponía bien la verga, creo, que se estaba empalmando, lo mismo hizo Adam y Mauricio, cuando las vio Eduardo, noté que su entrepierna crecía, todos decían maravillas de los cuerpos, que todos, los presentes, habían probado el mío y algunos el de Karim.
Levanté a los trillizos y dando un toque a Víctor, Luis y Enrique, nos dirigimos a la piscina, se lo dijimos al resto y Eduardo, empujó a Mauricio, para que se uniera a nosotros, como ya había pasado una hora y media, desde que habíamos comido, no había problema por algún corte de digestión, al llegar abajo nos quitamos la ropa dejándola en el vestuario, que estaba repleto de toallas grandes, nos mojamos en las duchas y nos tiramos al agua, estuvimos jugando y empujándonos, nos hundíamos unos a otros, rozando nuestros cuerpos, las vergas se estaban poniendo bastante duras.
Acorralé a Enrique, el camarero del Ritz, le pregunté, si lo estaba pasando, bien, él puso sus brazos alrededor de mi cuello, besándome con ganas, buscando mi lengua, al tiempo, que cruzaba sus piernas alrededor de mi cintura, notaba el calor de su verga, se restregaba conmigo, poniéndome a tope, entonces oí ¡eso no vale, empiezan sin nosotros! Y todos se reunieron alrededor nuestro, acariciándonos y también entre ellos, comenzaron a caer besos, por todos lados, estábamos en la parte menos profunda, podíamos estar de pie sin problemas. Cristian cogió a Mauricio, Christopher a Víctor y Cristóbal con Luis, yo seguía con Enrique, pero estábamos todos tan juntos, que dábamos la boca a los de al lado, nos comíamos las bocas con ansia, metiendo nuestras lenguas, buscando las suyas, fuimos cambiando de pareja, seguíamos acariciando los cuerpos que estaban a nuestro lado, cuando estuve con Mauricio, le pregunté, si habían hecho las paces, él asintió y le comí la boca, siempre me había gustado sus labios carnosos y suaves al mismo tiempo, mordía mi lengua sin dolor, masajeaba mi verga y yo la suya, se nos unió Enrique, disfrutando de los manoseos nuestros por su cuerpo, los trillizos se turnaban con Luis y Víctor, les abrían las nalgas, metiéndoles los dedos, mientras se besaban entre todos.
Tiré de Mauricio, arrastrando a Enrique, salimos del agua me tumbe en una hamaca, éste último se colocó a horcajadas delante de mi cara, ofreciéndome su culo, que devoraba con ganas, metiéndole la lengua, separando sus nalgas, llegando bien a su agujero, movía sus caderas, agachó su cuerpo y se unió a Mauricio, que me estaba comiendo toda la verga y chupando los huevos, me levantó las piernas y comenzó lamiéndome el culo, mientras yo cogí la verga de Enrique, llevándomela a la boca, succionando, de una manera brutal, parecía que lo iba a devorar, mientras él degustaba mi verga, también con ansia, se incorporó y ocupando el lugar de Mauricio, fue comiéndome el culo, me dijo ¡quiero follarte! Yo contesté ¡hazme lo que quieras! Y Entonces me penetró, con un golpe seco, pero duro y fuerte, empezó a entrar y salir de mi culo, agarrando mis caderas fuertemente, mientras yo chupaba la verga de Mauricio, éste miro a Enrique preguntándole, si quería que lo penetrara, dijo que sí, entonces, se colocó detrás de él ensartándole de un solo golpe, y unieron sus embistes,, clavándome a mí la verga del camarero hasta el estómago, Mauricio se paró y Enrique se movía adelante y atrás follándose, al tiempo que me follaba.
Miré hacia un lado y sobre la colchoneta hinchable, estaban Luis boca arriba, mientras lo penetraba Cristian, en el otro extremo estaba a cuatro patas Víctor chupando la verga de Luis y éste la de Víctor, mientras era penetrado por Christopher y éste era penetrado por Cristóbal, su hermano, las acudidas eran bestiales, al igual que los gemidos que salían de sus bocas, se oían las palmadas en los culos de los más jóvenes.
Yo acariciaba el cuerpo de Enrique, pellizcando sus tetillas, entonces Mauricio empujó de nuevo y agarrando los hombros del camarero, empujaba más y más fuerte, gimiendo se corrió dentro de su culo y éste hizo lo mismo, en el mío, yo me acariciaba la verga, oí los gemidos de Luis y Víctor que se estaban corriendo, cada uno en la boca del otro, los trillizos se fueron corriendo, dentro de los culos que tenían delante, todo eran gemidos, que me excitaban, Enrique , se sentó encima de mi verga, tragándosela entera y moviendo su cuerpo, arriba y abajo, clavándose hasta el fondo, me provocó un gran orgasmo, que solté dentro de su culo, tenía mi semen y el de Mauricio y le resbalaba nalgas abajo, se agachó besándome, uniéndose a Mauricio, que mientras me corría me mordía los labios, cuando levantó su culo de mi verga, pasé los dedos, por su ano, recogiendo el semen que resbalaba, acercándolo a nuestras bocas, Mauricio paso los suyos, por mi ano y también lo ofreció, dejando los dedos bien limpios, igual que los culos.
Los otros estaban amontonados encima de la colchoneta, nos pusimos unas toallas atadas en la cintura y subimos al piso superior, para ver que ocurría, entonces vimos un buen ambiente, dos de los tres sofás grandes estaban ocupados, por los que se habían quedado arriba, los de la piscina se sentaron en el otro sofá, mirando a los mayores, yo ocupé uno individual, poniendo las piernas encima del apoyabrazos y la espalda apoyada en el otro apoyabrazos, la visión que teníamos, era muy caliente, estábamos intentando ver, quien estaba con quien y lo que hacían, Luis y Víctor, se sentaron delante mío en el suelo, estaban alucinados mirando la escena, al igual que el resto de nosotros.
En un extremo del sofá, estaba Peer, medio sentado, con el culo fuera del asiento, estaba siendo penetrado, por Raúl, con fuertes empujones, de pie encima de su cara, estaba Juan, el bailaor metiéndole su verga dentro de la boca, subía y bajaba, obligándole a tragarse toda la verga, al tiempo que Juan masturbaba la verga de Peer. A su lado, estaba igual medio tumbado, Miguel, el otro bailaor, lo estaba penetrando Chema y encima de su cara, tenía a Francisco Javier, el hermano de Chema, le acercaba su culo, que Miguel chupaba y luego le ofrecía la verga que engullía con deleite, las manos de Javier, pellizcaban los pezones de su hermano y éste masturbaba a Miguel. Al otro lado del sofá, estaban, Carlos penetrando a Fernando, que gemía con bastante claridad.
En el otro sofá, se encontraba, Eduardo, tumbado con cojines debajo de sus caderas y a lo largo, apoyando la nuca encima del apoyabrazos, dejando la cabeza hacía atrás, estaba siendo penetrado por Adam y sus quejidos no salían de su boca, ya que esta estaba muy ocupada con la verga de Karim, que al tener la cabeza en esa posición, casi la metía en su totalidad, los gemidos en general, eran sonoros.
Fui mirando a todos los de la piscina y noté que todos estaban empalmados otra vez, acaricié el cabello de los dos más jóvenes, me miraron, acerque mi boca a ellos y lanzaron a encima mío, mordiéndome los pezones, tocándome la verga por encima de la toalla, Víctor la retiró, cogiéndome la verga con su boca, chupando hasta el final del tronco, mientras acariciaba mis huevos, Luis se puso de pie y ofreciéndome su verga , que metí rápido en mi boca, degustándola ávidamente, se acercó Enrique, se agachó y fue lamiendo mi cuerpo, acercando su boca a la mía, lamiendo la verga de Luis, después se desplazó hacia abajo y se unió a Víctor, chupando mí verga, se colocó detrás de éste y abriéndole las nalgas, le pasó la lengua, por el ano, chupándolo y abriéndole, Víctor subió mis piernas en sus hombros y levantándose , me ensartó su polla, dejándola dentro, en ese momento oí un gemido, Víctor estaba siendo penetrado por Enrique y entonces comenzaron los empujes, Víctor, me agarraba las caderas, con fuerza, embistiendo mi culo, mientras era penetrado por el camarero, yo seguía con la boca ocupada con el pene de Luis.
Mauricio estaba siendo penetrado, por Cristian, estaban en el suelo, en su cara tenía el culo de Cristóbal, que le metía la verga en su boca, al tiempo que éste chupaba la suya, haciendo un perfecto 69, pero Bal tenía dentro de su culo, la verga de Christopher, que lo embestía, a lo bestia.
Víctor, salió de mi culo, que fue ocupado por Enrique, que empujaba fuerte, Luis y Víctor se colocaron delante de Cristian y de Christopher, dándoles sus verga respectivas, que estos tragaron rápido, entonces Karim, se acercó a nosotros y ocupó mi boca, con su inmensa verga, casi me ahogo, pero estaba muy buena, después de un rato se colocó detrás de Enrique, apuntó y penetró su culo, solo hasta la mitad, fue moviéndose y el camarero se fue abriendo, mientras empujaba su verga dentro mío, Enrique se quejaba del dolor, pero después , eran gemidos, Karim, agarraba mis caderas apretando al joven Enrique, que estaba empalado entre Karim y yo.
Karim, se separó de nosotros y volvió con Adam y Eduardo, que seguía penetrado por el moreno, Karim, rozó a Adam y este salió del culo del poli, siendo ensartado por la larga verga de Karim, éste se agachó ofreciendo su culo a Adam, que lo penetró de un golpe seco, mientras él empujaba dentro de Eduardo, al tiempo que lo besaba, saboreándose las lenguas, Se incorporó un poco y girando la cara le ofreció su boca a Adam, que devoraba con sus gruesos labios sorbiendo la lengua de Karim, éste se agachó de nuevo y besó a Eduardo, al rato hizo lo mismo con Adam.
Karim, se separó de ellos acercándose a Carlos y Fernando, sentándose encima de la verga de éste, dándole la espalda, entonces Carlos también le penetró, teniendo la verga de Fernando dentro, Karim, se quejó de dolor, pero moviendo su culo, se acopló bien a ellos y Carlos fue entrando y saliendo de su culo, dándoles placer a todos. Mientras Peer seguía tumbado, pero Juan cabalgaba encima de su verga, momento que Raúl, introdujo su gordo miembro, le dolía, pero aguantó y siguieron unos buenos embistes. En el grupo del centro Chema, se estaba follando a su hermano Francisco Javier, mientras era penetrado por Miguel, el bailaor, jadeaban muy ruidosamente. Adam a cuatro patas encima del sofá, era follado por Eduardo, mientras le soltaba palmadas en las nalgas, haciendo que gimiera de placer, era digno de verlos, Adam, moreno, delgado, fibroso, buen culo y hermosa verga, Eduardo, buen cuerpo, musculado, bien marcado, su verga gruesa y rosada, entraba y salía en su totalidad de ese culo tragón, que recibía palmadas y su espalda caricias, unidas a besos.
Cristian, dejó el culo de Mauricio, que fue ocupado por Luis, penetrándole, se acercó a nosotros, con su verga erguida, hizo que me sentara en el sillón, entonces se sentó encima de mí verga, dándome la cara, se inclinó hacia mí y le dijo a Enrique que entrara también dentro de su culo, éste así lo hizo y comenzamos los dos a follarlo, mientras yo devoraba esa magnífica boca, entonces, comenzamos a oír, gemidos muy altos, avisando que se corrían, casi al mismo tiempo, fueron soltando su semen dentro de bocas y culos que ocupaban sus vergas, los jóvenes, excitados, al oír a los mayores se fueron corriendo también yo agarré la verga de Cristian, masturbándole fuerte y al momento se corrió llenando mi cara de semen, al tiempo que to soltaba el mío en su culo, gimiendo, el calor de mi semen provocó, que Enrique soltara su semen dentro del culo de Cristian.
Los mayores también habían cambiado de posturas y parejas, pero ahora estaban todos derrengados, encima del sofá, Eduardo, parecía el más satisfecho, se había llevado la verga más larga, de Karim y la más gorda de Adam. Peer ofreció que fuéramos a la piscina y bajamos todos, nos metimos dentro, comenzando a bromear, entre todos, se incluyeron algunas nuevas penetraciones, pero eran solo juegos.
Juan y Miguel, miraron el reloj de la piscina, al tiempo que salían del agua, diciendo que tenían que irse, pues tenían actuación por la noche, Adam se ofreció a llevarlos con uno de los coches, se ducharon y fueron a vestirse, lo mismo hizo Enrique, despidiéndose de nosotros.
Raúl, Karim y Carlos, salieron del agua, y lo mismo hizo Eduardo, mirando en la dirección de Mauricio, éste también salió. Comenzamos a dejar la piscina vacía, ya que Fernando, Luis, Francisco Javier y Víctor, también dijeron que ya era hora de marcharse.
Subimos todos para hacer las despedidas desde el jardín, se fueron marchando, quedándonos, Peer, Chema, los trillizos y yo, aunque Adam, no tardaría en volver. Y cuando llegó, nos contó que Juan y Miguel, se habían turnado, para clavarse su verga en el culo, haciendo que se volviera a correr.
Entonces me despedí de todos ellos, dándoles las gracias, por todo y Cristian se ofreció a llevarme a casa, con su moto, nos separamos.
Cuando llegué a casa, Cristian, me pidió para seguir viéndonos, sin sus hermanos, asentí, le di un fuerte beso y entré en mi casa.
Tengo las fotos ampliadas junto a una copia de la de Jean, que está en casa de Chema, están colgadas y enmarcadas......
Gracias por las críticas y apoyo
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