Amigos y mas amigos xi

Comenzamos a comentar el famoso día de la sauna, Raúl me comentó que le gustaría, tener fotos mías, para poder presentarlas a castings de publicidad, a mí me sonó un poco raro, pero Karim, me dijo, que él estaba haciendo trabajos de pasarela y publicidad, que gracias a Raúl, se le abrieron muchas puertas,

AMIGOS Y MAS AMIGOS XI

Después de ésta última semana, estoy bastante cansado, de tanto sexo, correrme dos o tres y hasta cuatro veces el mismo día es agotador, necesito un poco de relajo. Por eso ésta semana necesito, centrarme un poco, creo que al final sin quererlo he juntado a varias de las personas de mis anteriores relatos.

Francisco Javier (Javier), se ha vuelto a juntar con Fernando, por el cual dejó el Ejército. Víctor seguro que seguirá sus prácticas con su amigo del alma Luis, tanto éste como Fernando viven en el sobreático, encima de ellos. Después José María (Chema), creo que ha encontrado su media naranja con Peer, el danés de 40 años, respecto a Jean (Jan), me llamó por teléfono, para despedirse, ya que volvía a Canadá, para arreglar algunos asuntos, aunque sé que tiene alguien allí que lo espera, aunque no sé si es hombre o mujer, con el tiempo, seguro lo sabré.

Todos me han llamado por teléfono, para saber cuándo volverían a verme, pero yo me disculpado y les he dicho que estaríamos en contacto, me hubiera gustado volver, pero creo que el momento es ideal, para dejarles volar solos, saben que si hay alguna dificultad pueden contar conmigo ¡es hora de alejarme un poco!

Hoy es viernes, son las 20,30 h. de la tarde, hoy tenía clases de natación, para gente mayor y de un colegio de niños discapacitados, éstos últimos dan mucho más trabajo, porque has de estar muy pendientes de ellos, hay niños y niñas con avanzado grado de discapacidad, hasta los más leves, que apenas se notan, a no ser por el habla, pero pongo todas mis facultades en que aprendan a nadar y los más graves a saber aguantarse sobre el agua, son todos muy tiernos y yo soy uno de los pocos profesores de natación, que ésta con ellos dentro del agua, para que no cojan miedo y se encuentren seguros, casi la mayoría saldrán adelante, los quiero mucho, sin ánimo de los mal pensados, el corazón también nos late, por los más perjudicados, físicamente o mentalmente.

Después de ducharme y vestirme, me desplacé desde la piscina en el barrio se San Andrés hacía el centro, dirigiéndome  a la terraza del drugstore del Paseo de Gracia, éste local está de moda y en la terraza, ves a todo tipo de personas y a mí me gusta mucho observar a la gente. A ésa hora la terraza casi siempre suele estar llena, pero he tenido suerte y cuando llegué una mesa se había vaciado, por lo tanto me senté.

Cuando vino el camarero, le pedí un destornillador ( así se llamaba entonces al vodka con naranjada, con hielo), cundo lo trajo bebí un buen sorbo, tenía sed y esto me calmó, quedándome un rato pensativo, por lo que no presté atención a una pareja que se había parado casi delante de la terraza y me llamaban, no tarde mucho en reaccionar, reconociendo a Raúl con su pareja Karim, que estaban buscando mesa, yo les hice ademán para que se sentaran, en la que yo ocupaba. Se sentaron, dándome la mano formalmente, tengo que recordaros, que en el 71, todo era de tapadillo, se tenían que mantener, las normas de la sociedad, por lo menos en la parte visible, en particular era bastante diferente.

Comenzamos a comentar el famoso día de la sauna, Raúl me comentó que le gustaría, tener fotos mías, para poder presentarlas a castings de publicidad, a mí me sonó un poco raro, pero Karim, me dijo, que él estaba haciendo trabajos de pasarela y publicidad, que gracias a Raúl, se le abrieron muchas puertas, me quedé un poco sorprendido, entonces Raúl me dio su tarjeta y ponía que era propietario de una de las agencias de publicidad, de las más conocidas en Barcelona. Me guardé la tarjeta y seguimos hablando, me preguntaron, que había y cómo era que estaba allí en ése momento, les expliqué, lo de la semana anterior y de descanso, que buscaba, ellos riendo, me dijeron que estando, allí pocos se creerían que buscaba descanso.

Se interesaron bastante en todo lo que hacía, sobre todo, los diferentes trabajos, aparte de estudiar, por las tardes, aunque esto con faltas de asistencia, volvieron a reírse. Explicándoles, la asistencia a los cines, en busca de desahogo, a la sauna y a las discotecas a disfrutar, también en algún Club, donde conocía a los dueños y me colaban, a pesar de ser menor de edad. En ése momento levanté la vista y en el pórtico de entrada al Drugstore, estaba Charly (Carlos), el joven del tatuaje del ángel en la espalda, estaba mirando arriba y abajo del Paseo de Gracia, parecía que esperaba a alguien, no me había visto, me puse de pie disculpándome de Raúl y Karim, acercándome a Carlos le di la mano, el quedó un poco parado, al momento reaccionó, le pregunté si esperaba a alguien, a lo que respondió que sí, pero era extraño, porque no solía retrasarse nunca su cita, me dijo que iba a llamarlo por teléfono, se metió dentro hacia los lavabos donde estaban los teléfonos y yo volví con mis colegas a la mesa.

Estos me preguntaron, quien era mi amigo, yo contesté que era ilustrador y que habíamos coincidido en alguna ocasión, no quise decir nada más al respecto y ellos no preguntaron más. Casi al minuto siguiente salió del interior Carlos, acercándose a la mesa, me dijo, que estaría solo el fin de semana, yo asentí, comprendiendo al momento que su cita, había tenido algún contratiempo. Entonces los presenté, se estrecharon las manos, sentándose con nosotros y pidiendo una bebida para él al camarero.

Se estaban estudiando unos a otros y yo en medio, como el jueves, intentando que todo fuera sin problemas, con los ojos le indiqué que no había descubierto su faceta de puto y desviando la conversación al tema de los dibujos, que yo había visto en su casa de Sitges, como dibujante e ilustrador, él con la mirada me lo agradeció. Pasado un rato, parecía que ya se habían hecho bastante amigos y Raúl nos invitó a cenar un poco, si nos apetecía ir con ellos, respondimos, que encantados, aunque no fuimos muy lejos, al lado del Drugstore, estaba en cine Fantasio y a su lado un local llamado Kansas, donde hacían unos sándwiches americanos y unos batidos de frutas,  que estaban de muerte y allí nos fuimos.

Los bocatas de tres pisos con pan de molde tostado, rodaja de tomate con lechuga, beicon, pollo desmenuzado, jamón cocido y queso, un huevo frito todo bañado con mahonesa, acompañado con patatas de churrería y de bebida unas copas enormes de batidos de diversas frutas, algunas de fuera de temporada. Cuando terminamos, Raúl pagó y salimos, dirigiéndonos a un club privado, que no entras si no te conocen, a no ser que vayas con alguien conocido, a mí me conocen y a la pareja también, pero a Carlos, no, pero no tuvimos problemas para entrar.

Estuvimos tomando varias copas, saludaron a varios conocidos y yo a los dueños, también algún conocido de verlos por allí, Carlos, me dijo, en un aparte, que nunca había estado por la parte alta de Barcelona, que habiendo sido puto, se había encontrado inmerso en el bajo mundo de Barcelona, sólo conocía la parte baja, donde se hablaba de otra forma y el comportamiento era muy diferente, estaba un poco nervioso, le cogí la mano, acariciándola, eso pareció dejarlo más calmado, este gesto no pasó desapercibido por Raúl, que acercándose a nosotros, le preguntó si estaba incomodo, él respondió, que ese no había sido nunca su ambiente, Raúl sonrió abrazándole y susurrándole, que estuviera tranquilo, que no pasaría nada, que él no quisiera.

Al salir, del club, Raúl nos preguntó, si queríamos ir a su casa, Carlos me miró, yo asentí y él hizo lo mismo, paramos un taxi y nos fuimos. Ambos viven en un sobreático dúplex de la Rambla de Cataluña esquina Diagonal, el piso es enorme con una decoración bastante moderna, para la época, no era sobrecargada ni barroca, era sobria, a mí me gustó mucho y así se lo dije, Carlos también estaba alucinado, miraba todo con detenimiento, asintiendo y dando también su opinión, quedaron encantados y orgullosos de que nos gustara su choza, como la llamaba Raúl.

Karim nos comentó, que nunca habían recibido amigos allí, que los ligues se los llevaban al estudio-despacho de Raúl, no sabía si creerlo, pero parecía sincero. Nos habían enseñado todo el piso y Raúl dijo, que le gustaría hacernos unas fotos, porque creía que hacíamos un buen contraste, Carlos moreno, pelo largo rizado, tostado, musculoso y yo, ojos azules, pelo tirando a rubio claro, ancho de espaldas, cintura estrecha, culo pequeño y prieto.

Nos dirigimos a una habitación muy grande donde habían varios trípodes con cámaras, focos con parasoles, al fondo una tarima no muy alta, la altura de un escalón, del techo unos rodillos. Raúl abrió unas luces y nos hizo subir a la tarima y que juntáramos nuestras espaldas y miráramos a la cámara por encima del objetivo, Karim fue cambiando los focos siguiendo las instrucciones de Raúl y sin quitarnos nada de ropa fue disparando la cámara, sacándola del trípode se movía, indicando para cambiar de poses, nos quitamos las chaquetas, abriéndose Carlos los botones de la camisa y yo levantándome la camiseta, siguió disparando, se unió Karim a nosotros, solo con los pantalones, con el cuerpo superior desnudo, indicándonos, que hiciéramos lo mismo.

Nos quitamos la parte superior, Raúl bajó un decorado enrollado del techo, se trataba de una playa tropical, con palmeras, arena y la orilla del mar, Karim ubicó una tumbona de mimbre con cojines, el primero nos hizo fotos individuales a cada uno, ora tumbados, ora sentados o de pie. Luego Carlos y yo, posteriormente los tres de nuevo, también en diferentes posturas, yo me imaginé el siguiente paso y acerté, las fotos serían con slip, yo alegué mi minoría de edad y Raúl, me garantizó que no saldrían de allí los negativos, que los podría destruir, una vez rebeladas las fotos, le comuniqué, que no llevaba slip, entonces Karim, me alcanzó un foulard negro, haciendo desnudarme y poniendo la prenda alrededor de mis caderas y cruzándolo en la parte delantera del pubis, acariciándome la verga, al mismo tiempo, me miré en un espejo de cuerpo entero que había en un lado y reconocí que parecía un joven griego de épocas antiguas, a Carlos le dio otro de color blanco, éste se desnudó y comenzó a ponérselo, pero Karim le ayudó y en lugar de cruzar la prenda en la parte delantera, se la puso cruzada en un lado de su cadera, noté que también le tocaba la verga, a continuación Karim se desnudó, yo quería ver la cara de Carlos, cuando viera la enorme verga del joven Karim. Éste se entretuvo un rato, para ponerse el foulard azul celeste, la hermosa verga de 25 cm. colgaba medio flácida, pero quedaba tapada con los finales del foulard y volvimos a las fotos, ahora tumbado uno, otro de pie, el otro sentado al final de la tumbona, fuimos cambiando de posturas. Raúl estaba en camisa, sin la corbata, las mangas arremangadas y abiertos unos botones de la misma, de la zona del cuello. Al fin apagó los focos diciendo, que la sesión había terminado, parecía una tontería pero estando casi desnudos, estábamos sudando debido a los focos, entonces Karim nos acompañó a un cuarto que era un baño completo, diciendo que si queríamos ducharnos o sólo refrescarnos, vimos que él se refrescaba e hicimos lo mismo, nadie se sacó el foulard que llevábamos puestos.

Delante del enorme espejo, miramos nuestro reflejo, los tres tan diferentes, se nos veía hermosos, tenía ganas de ver las fotos, Karim, pasó una mano por la espalda de Carlos, inclinándose le besó la cara del ángel tatuado, en esa zona, después bajó la mano y pasándola por debajo del foulard le cogió la verga, al tiempo hacía lo mismo conmigo con la otra mano, Carlos deseaba tocar esa gran verga y se la agarró y yo acariciaba la espalda de Karim, descendiendo hacia su culo prieto, seguíamos mirándonos a través del espejo.

Karim cogiéndonos la polla a ambos nos hizo salir del baño, soltándonos una vez fuera y siguiéndole llegamos al dormitorio, la cama era de matrimonio, se sentó en el filo de la misma, sacándonos el foulard a los dos y estirándose el suyo, que dejó caer en el suelo junto a los nuestros, se fue deslizando boca arriba, en la cama y nosotros nos tumbamos a su lado, le pregunté por Raúl y él dijo que estaba revelando las fotos y que vendría después, que nosotros calentáramos motores, me reí y Carlos también.

Empezamos dándonos besos, primero Karim con Carlos y girando la cara conmigo, al poco rato teníamos medio cuerpo encima de él y nos morreábamos los tres, las lenguas iban de una boca a la otra, saboreándonos, enroscando nuestras lenguas pasando nuestra saliva de una a otra boca, las manos de él nos acariciaba la espalda y mi mano le acariciaba el pecho y pellizcaba sus tetillas, yo sabía que le gustaba, sin hacerle daño, pero lo ponía a cien, mientras Carlos con su mano en la entrepierna de Karim, le acariciaba la gran polla y los huevos, éste gemía quedamente.

Yo me encontraba en el lado izquierdo de Karim y Carlos en su derecha, Karim me puso la mano en la cabeza, dándome a entender que fuera hacia su verga, mientras seguía morreándose con Carlos, éste se lo estaba pasando muy bien. Llegué junto al impresionante falo y cogiéndolo con una mano, fui lamiéndolo poco a poco e introduje parte del capillo en mi boca, absorbiendo el líquido seminal, que goteaba un poco del dulce agujero del capullo, la respiración la tenía bastante agitada, entonces vi que empujaba la cabeza de Carlos también hacia abajo y éste se unió a mí, chupando la verga, Carlos engulló la verga, que casi se tragó más de la mitad, subiendo y bajando la cabeza, guiada por la mano de Karim, yo me dediqué a lamer los huevos, subiendo hasta lamer el falo que no entraba en la boca de Carlos.

Pude ver como Raúl, el amigo de Karim, se acercaba a la cama con una toalla enrollada en su cintura y recostándose en el lado de la cama, estando de lado se puso a comer la boca de su amigo, con mucha avidez. Carlos dejó el magnífico falo de 25 cm. todo tieso y estirando su mano aflojó la toalla de Raúl, dejando al descubierto una verga de unos 18 cm. gruesa, casi como un pepino, muy dura, se acercó poniéndosela totalmente en la boca, chupando, lamiendo y succionando, Raúl, primero se había sorprendido, pero luego se dejó llevar por el placer que le estaba dando Carlos.

Yo por mi lado, volví al ataque con la verga enorme, quería conseguir que entrara más dentro de mi boca, e insistiendo al fin conseguí meter más de la mitad, sin tener arcadas, seguí chupando y cada vez entraba un poco más. Karim tiró de mi cadera haciéndome una señal con la boca, para que cambiara de posición, ofreciéndole mi verga y también el orificio de mi culo, comenzamos a trabajar con ése número erótico el 69, comiéndonos las vergas y acariciándonos el ano.

Raúl, hizo lo mismo con Carlos, tenía que reconocer, que pese a sus 60 años tenía un cuerpo bastante trabajado, no era gordo, debía hacer gimnasia todos los días, yo lo había visto en la sauna, pero no me había fijado demasiado, Carlos estaba gozando, como una perra, los suspiros, encendían a Raúl. Karim comenzó a comerme el culo, dando pequeños mordiscos, separándome los cachetes, entrando su lengua, el ano me ardía pero volvía a temer la entrada de ése falo.

Karim estiró un brazo a la mesita de noche y del cajón sacó un par de objetos, un tubo y una botellita pequeña. Destapó el tubo y se mojó un dedo, introduciéndomelo en mi ano, noté frio y después calor, fue moviendo el dedo con rotaciones, introdujo un segundo y luego el tercer dedo, cada vez estaba más dilatado, cogió más crema y apartando mi cara de su verga, la masajeó con dicha crema. Le pasó el tubo de crema a Carlos, éste se mojó dos dedos y se lo pasó por su trasero, después untó el pepino de Raúl, cambiando de postura se sentó encima del grueso falo del mayor, respirando con dificultad, se levantó un poco y se dejó caer de nuevo, separando sus nalgas y clavándosela hasta el fondo, comenzando una galopada.

Yo había hecho lo mismo, pero Karim, me decía que fuera a mi ritmo, que no forzaría la entrada, como había ocurrido en la sauna, me arrodille a la altura de sus caderas y levantando esa rotunda verga me la fui introduciendo, esta vez, no dolía tanto, debía ser la crema, subía un poco y moviendo mi trasero, me dilataba yo mismo, fui bajando, volvía a subir y bajaba de nuevo, le acariciaba los huevos, que estaban duros como piedras, así notaba cuanto faltaba para introducirla totalmente, ya casi estaba a punto de entrarla toda, volví a subir y separándome las nalgas con las dos manos iba a descender, pero, Karim me alargó la botellita diciéndome que aspirara por cada fosa nasal y luego tapara la botella, primero lo hizo él, yo a continuación, el mareo que me produjo, la inhibición y entonces bajé mi culo de golpe clavando los 25 cm hasta el fondo, la verga, palpitaba en mi interior, tiró de mis brazos obligándome a darle la boca y de esta manera dejaba, que Karim me follara a su ritmo, notaba su verga hasta la mitad de mi estómago, estaba empalado, pero con el frenesí de lo que habíamos olido la follada era perfecta, de reojo vi que Carlos estaba como poseído y también dándole la boca a Raúl, también lo follaba con ganas.

Me levanté sacando la verga de Karim de mi culo y me puse detrás de Carlos y le fui introduciendo mi verga en su culo, mientras era follado por Raúl, daba grititos de dolor y placer, finalmente entré dentro de él, y lo estuvimos follando un rato, disfrutaba de lo lindo, entonces le dije que estaba preparado, para la otra verga, éste la observó y yo le dije que sí, salimos de su interior y él ocupó mi lugar con Karim, yo me senté encima de Raúl, ése grosor también daba un gusto de la hostia.

Karim, le dijo a Carlos que quería correrse conmigo y volvimos a cambiar de nuevo, pero esta vez Karim, me tumbó boca arriba , levantando mis piernas y cogiéndome de los tobillos me las separó, él de pie en el suelo, me clavó su verga de una sola estocada, entrando y saliendo del todo, volviendo a empujar, yo acariciaba su pecho tan bien formado y tocaba las tetillas, subía los dedos a su boca y él chupaba con deleite, giré la cara de lado, viendo que los otros dos estaban en la misma posición que nosotros, tiré de la cabeza de Carlos comiéndonos las bocas, el ritmo se aceleraba, en ese momento volvió a circular la botellita, que todos aspiramos y fue la locura, las embestidas fueron cada vez más y más fuertes, Karim gritó al tiempo que yo notaba las sacudidas de su leche en mi culo, corriéndome al mismo instante, salpicándome hasta la cara , el pecho y cuello, el seguía empujando, seguía saliendo más semen, creo que si hubiera sido mujer, seguro que estaría preñada, de tal cantidad.

Carlos se estaba masturbando mientras era follado, terminando también casi al unísono, ellos dos, resoplando Raúl se dejó caer encima del cuerpo de Carlos, éste le preguntó si estaba bien, el mayor levantó un poco su cabeza y riendo dijo ¡de fábula!

Karim salió dejando un vacío en mi culo, se agachó y chupando su propio semen, luego pasándomelo a mi boca, nos dimos un largo beso guerreando con nuestras lenguas. Raúl hizo lo mismo dejando el culo de Carlos bien limpio, nos tumbamos en la cama.

Eran cerca de las tres de la madrugada, Karim se levantó y cogiendo la toalla que había llevado Raúl se limpió su verga y el semen de mi cara, pecho y cuello, pasándosela a los otros dos, me hizo levantar y los cuatro, nos dirigimos desnudos  a la cocina, sacaron de la nevera bebidas y cada uno tomó lo que le apetecía. Raúl, nos dejó, volviendo a la habitación y abriendo las puertas ventanas para que se refrescara, al rato se unió a nosotros y cogiendo a Carlos de la mano, nos instó a que fuéramos con él. Lo seguimos y entró en un cuarto, al lado del estudio fotográfico, abrió la luz y vimos un montón de fotos colgadas de unos cordones, que ocupaban todo el cuarto.

Entonces vimos las fotos que nos había tomado horas antes, no había ninguna que fuera pornográfica, casi ni yo mismo, me reconocía, al igual le pasó a Carlos, todas eran una maravilla artística, éramos tres jóvenes de diferentes edades, pasándolo bien, mientras éramos fotografiados, ahora mirándonos, otras sonriendo, mientras hablábamos, incluso cuando estábamos con el fondo del mar, la arena y las palmeras, se nos notaba relajados, no haciendo poses de modelo, sino muy naturales. Saliendo del cuarto, Raúl dijo que al día siguiente, queríamos cortar los negativos, que nos los daría, volvimos a la cocina y de la nevera sacaron, varias cosas y comenzaron a preparar entre los dos unos sándwiches fríos de atún tomate lechuga y mahonesa, bebimos un poco de vino blanco frio.

Karim, me preguntó si había llamado a mis padres, diciéndoles que no iría el fin de semana, a lo que yo contesté que llamé desde el restaurante Kansas, al lado del Drugstore, quedó más tranquilo. Nos metimos en la ducha, los cuatro y al salir fuimos a  la habitación otra vez, Raúl dijo que había más habitaciones, si queríamos dormir allí los cuatro, aunque un poco justos, o repartirnos en dos habitaciones, yo miré a Carlos y éste dijo ¡todos juntos, si os apetece también a vosotros!

Nos metimos todos en la cama, Karim y Raúl en el centro, yo a la izquierda de Karim y Carlos a la derecha de Raúl, me puse de lado, para no caerme y lo mismo hizo Karim, pegando su cuerpo a mi parte trasera y notando su verga caliente cerca de mi culo, juntó su cara a mi nuca y susurrando, me dijo que deseaba que esta vez lo follara, corriéndome en su interior y que lo viera Raúl, le dije que eso, no estaba bien y porque no dejaba que Raúl lo penetrara. Karim me cogió la barbilla y girando un poco mi cara, me dijo, que tenía miedo del grosor de la verga de su amigo, que lo desgarrara, además nunca se lo había pedido. Yo le dije que la confianza de la pareja era hablarlo todo y que estaba seguro que a Raúl le agradaría penetrarlo, aunque eso no fuera lo habitual, se quedó callado, continué diciéndole que estando yo, no dejaría que le hiciera daño alguno.

Levanté un poco la cabeza y vi que Raúl giraba la cara hacia Carlos, creo que oyó nuestra conversación. Karim, iba bajando su mano por todo mi cuerpo y yo estaba con una tremenda erección, él también, bajé de la cama y arrodillándome en la alfombra, deslicé parte de la ropa hacia el otro lado, dejando a Karim a mi vista, acerqué mi boca a la suya, saboreando sus labios y metiendo la lengua dentro, acariciándole todo el cuerpo, bajé mi mano agarrando su falo masajeándolo un poco, deslicé mi lengua por la barbilla, continuando por la enorme nuez, continuando bajando por sus pectorales y lamiendo su ombligo, hasta llegar a su verga la engullí, hasta donde podía saboreándola, Karim se dio la vuelta poniéndose boca abajo, subí a la cama y agachándome fui besando su espalda y mi lengua encontró el agujero de su culo, que fui chupando, metiendo mi lengua para dilatarlo, apartando las nalgas.

Me pasó el tubo de crema, unté un dedo y comencé a introducirlo, dando giros, vi de reojo las caras de Raúl y Carlos mirándome, mientras se acariciaban, me puse crema en mi rabo y lo fui penetrando, despacio, con sumo cuidado, fue entrando, poco a poco, Karim agarraba la almohada, la apretaba, yo sabía que le dolía, él aguantaba, le daba besos en la nuca diciéndole que se relajara que ya no le dolería. Se relajó e incluso empujó el culo hacia atrás, abrió los cachetes y entré a fondo, dio un respingo, me quedé quieto, excepto mi polla, que estaba apretada en el culo y daba muestras de vida, salí un poco, volviendo a entrar, estaba pendiente de su cara y gestos,, para saber si le dolía.

Dejé caer mi cuerpo encima del suyo y agarrándole los brazos cruzamos nuestros dedos, comencé a follarlo, suavemente, le dije si quería oler la botellita, él dijo que no, que estaba bien, cada vez yo aceleraba más, él susurró que quería verme la cara, para poder disfrutarlo plenamente, se tumbó boca arriba y cogiéndole los tobillos, dirigí mi verga dentro de él, incliné mi cuerpo hacia delante dándole la boca y soltándole mi saliva en dentro de la suya, finalmente comencé a acelerar las embestidas, diciéndole que estaba a punto, entonces él con sus manos si separó las nalgas, clavándome hasta el fondo, mientras soltaba ráfagas de semen en su interior, él al notar el calor de mi semen se corrió sin tocarse, nos besamos tranquilamente.

Se tumbó encima de mí, dejando su culo al descubierto, estando con las piernas separadas, vi que Raúl se agachó y comenzó a lamérselo y chupar mi semen que resbalaba, entre sus piernas, le acerqué la crema a Raúl, y untándose la verga y metiendo dos dedos en el trasero de Karim, lo dilató bastante más y yo cogiendo la cara de Karim, le dije que si quería morderme, arañarme o pegarme por el dolor, yo estaría debajo de él aguantando igual que él, me sujetó los hombros, al tiempo que estaba siendo penetrado por  Raúl, yo le daba besos frenéticos, sorbía su boca y su  saliva, él jadeaba, le dolía, le dije ¡Raúl te quiere y no te hará daño!.

Vi que Raúl iba entrando con cuidado, y supe por su expresión, que había llegado hasta el fondo, se fue retirando y sin sacarla volvió a meterla, Karim, me mordió el labio, fue un acto reflejo, yo lo apretaba hacia mí y le acariciaba su pelo, la espalda, su cintura, lamía su oreja, metiendo la lengua, le pregunté si quería oler la botellita, volvió a decir, que no y que podía aguantar el dolor, que ya disminuía.

Carlos que había observado todo se estaba masturbando, se acercó a la cabecera donde estábamos Karim y yo,  le cogí su verga acercándola a mi boca y a la de Karim, comenzamos a lamerla, entre los dos, pasaba de una boca a otra, yo notaba el ritmo acelerado de Raúl, separé las nalgas de Karim y entonces al empujar Raúl, se corrió dentro de su amigo, al tiempo que nosotros seguíamos con la verga de Carlos. Karim, me miró, con lágrimas en los ojos, eran de agradecimiento, en ése momento Raúl acercó su cara a las nuestras sacando su lengua, se puso a lamer el rabo de Carlos, que ya no pudo aguantar más y se corrió encima de nuestras caras, dejándonos todo su semen encima, seguía agitándose con los espasmos de la corrida, después se agachó y comenzó a chupar su propia leche, y besándonos los cuatro.

Cogimos la toalla y volvimos a secarnos el sudor y restos, entonces Karim, me pidió perdón, por el mordisco que me había dado en el labio, que no se había dado cuenta y me sangraba un poco, me lo beso y siguió besándome, entonces le dirigí la cara hacía Raúl, dándole en abrazo muy fuerte, diciéndole ¡Te quiero, gracias!.

Nos acostamos y esta vez sí nos quedamos dormidos, ya estamos en sábado y todavía despiertos...