Amigos y mas amigos vi

Entré detrás de un señor cuarentón, y no me pusieron pegas, ya me habían visto en alguna ocasión y sabían que no era un chapero, que son los jóvenes que van por dinero y a veces causan problemas. Me dieron las toallas, el lienzo y la llave y me dirigí a los vestuarios, una vez allí me cambié y guarde las toallas, enrollándome el lienzo en la cintura, éste mide unos 25 cm de ancho y es bastante largo, a mí me daba dos vueltas en la cintura.

AMIGOS Y MAS AMIGOS VI

Al día siguiente me hice el propósito de estudiar, por lo menos lo suficiente para sacar buenas notas ése trimestre, pedí los apuntes del cole a un compañero y entre clases, me los copié, el resto de la semana, hinqué los codos, para estar preparado. Tuve un par de llamadas, una fue de Fernando, dándome las gracias por escucharlo y felicitándome, por la enseñanza hacía su hermano menor, le dije, que no pasaba nada y si quería hablar más largamente, que estaba dispuesto a escucharlo y si podía darle, algún consejo, se lo daría. Colgó. La otra fue más divertida, eran Víctor y Luis, que estaban en casa del primero, haciendo los deberes y querían saber, que día nos íbamos a ver de nuevo, yo les dije, que estaba un poco liado con mis exámenes, pero les recordé que por lo menos podían llamarme, para contarme, como iba todo.

Llegó el viernes y ya estaba saturado, de tanto estudiar, quería evadirme un rato, si ése día iba a clase se me fundirían los plomos, así que decidí darme fiesta, medité donde iba a ir y me decidí por aparecer por la sauna, que hay en la calle Padua, una zona de gente bien, la zona media alta de Barcelona. Cogí el macuto con los libros y esperé un autobús, que me dejaría cerca. Al llegar, esperé que entrara algún señor y entrar yo al mismo tiempo, así si preguntaban algo, por la edad, siendo yo menor, decía que estaba con él y así te podías colar.

Entré detrás de un señor cuarentón, y no me pusieron pegas, ya me habían visto en alguna ocasión y sabían que no era un chapero, que son los jóvenes que van por dinero y a veces causan problemas. Me dieron las toallas, el lienzo y la llave y me dirigí a los vestuarios, una vez allí me cambié y guarde las toallas, enrollándome el lienzo en la cintura, éste mide unos 25 cm de ancho y es bastante largo, a mí me daba dos vueltas en la cintura.

Me dirigí a las duchas, me mojé todo el cuerpo y entré en la sauna finlandesa, seca, con sus bancos de madera, todo recubierto del mismo material, es bueno, para eliminar toxinas, y te abre los poros, como era bastante temprano, no había nadie, en ése habitáculo, estuve bastante rato, cuando ya transpiraba mucho, salí y me coloqué debajo de la ducha y la puse fría del todo, pegué un brinco, el contraste al principio es brusco, pero luego, agradable.

Fui paseando por todo el local, entré a echar un vistazo al tren Shanghái, que es una habitación enorme, que tiene literas de madera, en cada lado de las paredes, con unas colchonetas plastificadas, la gente se tumba allí  y con las luces de penumbra, no se ve mucho, pero lo suficiente, para saber, si la persona tumbada o sentada, te interesa o no, seguía siendo temprano y continué, me fijé en las habitaciones individuales, que tenían la puerta abierta, algunas ocupadas, otras no, allí vas cuando quieres intimidad, con el ligue que hayas hecho. Asomé la cabeza, al cuarto oscuro, con sus colchonetas todas juntas, sobre una tarima de madera y metal, para soportar el peso de las personas,  que tenían sexo en grupo, estaba vacía, continué y llegué a la sauna de vapor o turca, ésta totalmente embaldosada, incluidos los bancales, donde te podías sentar, tumbar y otras cosas etc...

Me senté un rato, para acostumbrar mis ojos a la poca luz, que llegaba desde las duchas a través de la puerta de cristal mate, me pareció reconocer a un chaval, que hacía tiempo habíamos tenido sexo, y desde entonces, cuando coincidíamos en algún lugar, nos poníamos a hablar, si no había algo mejor que hacer, el chaval, se llama Ángel, tiene mi misma edad, pero es delgadito y le da un aire de ser más joven, me saludó con la mano y se acercó, dándome un beso en la boca, yo respondí igual. Le dije que iba a salir, por la calor, que hacía allí, él contestó que también él, salimos al mismo tiempo, nos duchamos para refrescarnos y me estuvo diciendo, que era temprano y no había mucha gente potable, que le gustara, nos dirigimos al bar, para tomar algo refrescante y nos pusimos a conversar, de algunas personas que conocíamos de la sauna y de otros locales, donde habíamos coincidido. En una mesa estaba sentado un señor mayor de unos 60 años y a su lado, estaba su amigo Karim, un chaval argelino, de unos 22 o 23 años, guapo a más no poder, buen físico y el lienzo, nunca le cubría la verga, que es de escándalo, a ojo, le debe medir unos 25 cm., le sale por debajo y sentado con las piernas abiertas, en reposo, le queda colgando todo el badajo, es digno de admirar y nosotros lo hacíamos.

Según los rumores, su amigo Raúl, el señor mayor, lo traía de vez en cuando, para que el joven disfrute con otras personas, así su relación, no se vería afectada, creo que llevaban tres años juntos, hablaban con mucha normalidad, aunque de vez en cuando, miraban hacía la barra, donde estábamos nosotros y seguían charlando.

Ya casi  había pasado una hora, y decidimos ir a dar otra vuelta al local, al pasar cerca del vestíbulo de entrada, me pareció reconocer a Cristian, pero se había cortado un poco el pelo, ya no le llegaba a los hombros, eran como una media melena, le dieron las toallas y la llave de su casillero y se fue a cambiar, le comenté a Ángel, que el joven que había entrado lo había conocido en el cine Virrey, cerca de mi casa, hacía unos días, y que lo habíamos pasado muy bien, entonces Ángel, comentó al ataque, que aquí estaréis más cómodos, que en el cine, yo asentí, pero no estaba muy seguro, si Cristian, quería algo más conmigo o buscaba otra distracción diferente, ya veríamos.

Ángel y yo nos separamos y cada uno fue por su lado, yo me acerqué a la sauna turca y me quedé apoyado en la pared, en el pequeño pasillo de acceso. Con una pierna doblada, como un flamenco, como Cristian no entraba, decidí salir, y lo vi en la ducha, salió atándose la tela alrededor de la cintura, y empezó a observar, todo el local, me parecía que era la primera vez que venía a ésta sauna y supongo, que quería dar un vistazo, volví a entrar a la sauna turca y tomé asiento en el tercer y último peldaño de los bancos.

Empecé a sudar, cerré los ojos  y noté una mano que me acariciaba una pierna e iba subiendo, la misma me cogió la verga, que se estaba poniendo dura, seguí con los ojos cerrados, alguien estaba sentado a mi lado, me giraba la cara, para darme un beso, en ése momento abrí los ojos y vi, que delante de mi cara tenía a Karim, le sonreí y abrí la boca, notando su lengua como si fuera de fuego, cálida, apremiante, lujuriosa, apretándome contra él, me tocaba todo el pectoral, acariciándome todo el cuerpo, bajó la mano y desenroscó mi tela de la cintura, y poniendo su mano en la base de mi polla, me la apretaba, al igual que su otra mano, apretaba mi nuca contra él, me susurró al oído ¡no mires que mi amigo te quiere chupar!¡déjale chupar tu rabo, por favor, me harás feliz a mí!, entonces bajó su cabeza y comenzó a chuparme y morderme los pezones, yo estiré mi mano a su hermosa verga y la cogí como si fuera un cetro, necesitaría las dos manos, para cubrirla y aún me faltaría más, pero era un placer, estar tocándole esa herramienta, notaba que sus chupadas, cada vez eran más furiosas, me dijo que parara, que no quería correrse tan rápido, le pedí permiso y me medio tumbé para tragarme parte de su polla, no podía tragarla entera, la saboreaba, y engullía hasta donde podía, mientras le acariciaba unos huevos rotundos y suaves, yo estaba gimiendo, de gusto, y él me seguía susurrando ¡córrete en su boca!¡ hazlo por mí, como si fuera mi boca, el placer que te estoy dando!. Todo esto me estaba poniendo muy cachondo y exploté, dando tremendos trallazos de semen en la boca de Raúl, el amigo de Karim, éste me subió la cabeza y nos dimos un largo y cálido beso, las lenguas y mi respiración, estaban agitadas, mientras me absorbían.

El amigo seguía chupando mi verga, dejándola limpia, levantó la cabeza y yo le acaricié el pelo blanco, que tenía todo mojado de sudor. Karim, me dio las gracias diciéndome, que ya nos veríamos, se levantó, poniéndose el trapo bien y cogió a su amigo sesentón y salieron, me habían hecho correr, como si fuera una vaca recién ordeñada. Me puse de pie con el paño en la mano y fui a las duchas.

Estuve bastante debajo de la ducha, enjabonándome y aclarándome todo el cuerpo, disfrutando, también me limpié bien el culo, por si más tarde recibía alguna visita, uno nunca sabe que puede ocurrir. Al final me di la vuelta y allí estaba Cristian mirándome, de arriba a abajo, con una sonrisa ligeramente burlona y esos hoyuelos que se le remarcaban al sonreír, me puse el paño alrededor de la cintura y salí. Me acerqué a Cristian le saludé, diciéndole que con el corte de pelo, casi no lo reconocía, volvió a sonreír y me dijo, que lo llamara Chris.

Lo invité a tomar algo en el bar y nos dirigimos hacía allí, pedimos unos refrescos, y empezó a preguntarme una infinidad de cosas, todo lo que no hablamos en el cine, hacía hincapié, en los sitios que frecuentaba, los días, como me iba el cole y el también habló un poco de sí mismo, aunque era bastante reacio a hablar de la familia, me contó que vivía en la zona Alta de Barcelona, por encima del barrio de la Bonanova, en un chalet  y que sus padres tienen bastante dinero y puede tener bastantes caprichos. Me pregunto, si estaba celoso, por la vida diferente, entre la suya y la mia, le contesté que no, que cada uno tenía lo que podía, le aseguré, que yo era feliz con mi vida, porque estaba acostumbrado a ella y si hubiera vivido en otro lugar, me hubiera acostumbrado igualmente, él asintió.

Me puso  una mano en el muslo, acariciándolo, mientras miré sobre su hombro y me encontré con Ángel, que con la lengua, hacía gestos de estar chupando un helado, dirigiendo su mirada a la espalda de Chris, yo me sonreí y entonces le presenté a Ángel, se dieron la mano muy formalmente, se estaban estudiando uno al otro, me pareció bien. Les dije, que me apetecía una sauna de vapor, los dos asintieron y bajándonos de los taburetes, nos dirijimos a la cabina turca, de reojo vi en el otro extremo de la barra a Karim, con su bigote y barba, muy arreglada, me estaba sonriendo y me guiñó un ojo.

Nos metimos en la misma ducha mojándonos y empujándonos, como críos, ya estaba llegando bastante gente y por eso las duchas tenían cola, a pesar de tener 10 cubículos, para ducharse o mojarse, salimos y nos metimos de lleno en la sauna, el vapor nos impedía ver a más de un palmo, me arrastré por la pared, cogiendo la mano a Chris y éste a Ángel, nos quedamos con la espalda apoyada a la pared. Me estaba acostumbrando la vista al vapor, me separé de la pared y me puse delante de ellos dos, acerqué mi boca a la de Chris, y empezamos a morrearnos, le di un tirón a Ángel e hice que se pusiera de lado y giré mi boca a la suya, que degustó con ansia, luego forcé a que se dieran ellos dos la boca, no se negaron, al contrario, se besaban con fluidez, las manos de los tres no estaban quietas, yo los acariciaba y ellos se acariciaban y a mí también, nos íbamos calentando, notaba las vergas ya en erección, Ángel se agachó y se puso a chupar la verga de Chris, el rubio gemía, a continuación cogió la mía y se la puso en la boca, yo bajé la cabeza, chupando las tetillas del rubio, tan bien formadas, delineados pectorales, estaban sabrosas, él seguía gimiendo, al rato, se separó de mí y se agachó, sustituyendo a mi amigo, que se puso de pie, lamiéndome el cuello, los sobacos, siguiendo luego por mi pecho, los pezones, mordiéndolos y succionándolos.

Chris estaba chupando la verga de mi amigo Ángel, me agaché y a su lado, fuimos lamiéndole todo su rabo, el rubio se incorporó y yo seguí chupándoles la verga de uno y del otro, mientras ellos se acariciaban y besaban. Cogí la verga de Chris y la puse, entre medio de los muslos de mi amigo, rozándole los huevos, como si lo estuviera penetrando. Me coloqué detrás de Ángel y comencé a chuparle el culo, lamiéndole, y abriéndole con los dedos mojados con mi saliva, fui dilatándole, estaba a punto, me incorporé y le penetré, y a través de su hombro me besaba con el rubio. Chris se levantó y Ángel agachó el cuerpo, quedándose como una mesa y comenzó a chupar de nuevo la verga del rubio,  éste estiró los brazos hacia el culo, que yo penetraba y le abrió las nalgas, para que yo me introdujera más al fondo, seguí penetrándole e hice una seña a Chris, para que ocupara mi lugar, él se separó  y vino a colocarse en la parte trasera.

Pero mi sorpresa fue cuando se agachó y empezó a chuparme el culo, separando mis cachetes su lengua me dilataba sin cesar, Ángel se incorporó entre gemidos y apoyando un brazo en la pared, luego apoyó la cabeza encima de ése brazo, yo seguía con mi ritmo, sacando mi rabo totalmente y empitonándolo de nuevo, y él dando gemidos de placer, entonces noté la perforación de mi ano, por parte de Chris, entró de golpe hasta el fondo, apartando mis nalgas, se quedó quieto y su verga estaba muy bien alojada, notaba sus palpitaciones, comenzó a mover sus caderas para que me acostumbrara, luego comenzó  el juego del tren, con cada embestida que yo recibía, así embestía yo, cada vez con más fuera, Ángel ya no podía aguantarse y empezó a correrse, apretando el esfínter me daba más placer a mí, a lo que yo me descargué dentro de él y lo mismo debió notar Chris, porque se corrió mientras lo hacía yo, notaba sus envites y los golpes del semen regando todo mi interior. Agitados, sudorosos, y con el corazón a mil, nos apoyamos encima de la espalda del que estaba delante.

Salimos a ducharnos y lavarnos bien, al encontrarnos de nuevo en el pasillo, nos dirigimos al bar, para sentarnos un rato, cogimos una mesa y así veíamos pasar a la gente, que buscaban, con quien tener sexo y ver el ganado que había ése día, charlando, se nos pasó el rato, casi volando, miré el gran reloj de pared y les dije, la hora que era. Tendríamos que hacer un pensamiento, debido a la humedad del ambiente nos dirigimos a las duchas, estaban ocupadas así que estábamos en el pasillo, enfrente de las duchas y de repente apareció Karim, abrió los dos brazos y nos conminó que entráramos con él en la sauna turca.

Ésta vez los presenté, quedándonos donde habíamos estado antes teniendo sexo, acerco su boca voluptuosa y empezó a saborear las bocas de Chris y Ángel, mientras nos tenía agarrados a los tres, pasando sus largos dedos por nuestras espaldas, alternó conmigo, poniendo su boca caliente en mi oreja e introduciendo la lengua y sorbiendo el lóbulo, bajando por el cuello, mientras, los otros dos que se volvían a animar, se comían la boca, al rato cambiábamos de boca. Karim, me dijo al oído, que le gustaría que lo penetrara, que nos había visto antes y sabía por mi forma de follar, que tendría cuidado de no hacerle daño, porque no era habitual, que él cediese a ése placer, porque todo el mundo quería de él todo lo contrario. Yo asentí diciéndole que tendría cuidado.

Ángel se agachó a chuparle la verga a Karim, mientras Chris y yo nos colocamos detrás de él, lamiendo la raja del culo, mordisqueándole las nalgas con suavidad, me quedé solo, chupando ése agujero virgen o medio virgen, el rubio se sentó en el suelo entre mis piernas y fue lamiéndole los huevos y la zona de unión entre los huevos y el ano, ahí coincidíamos nuestras lenguas, Karim, estaba gimiendo del placer que sentía, con una de sus manos apretaba mi cabeza, para que me introdujera más dentro de su agujero, entré un dedo muy mojado con mi saliva, con sumo cuidado, lo entré y saqué, continué haciéndolo varias veces , momentos después introduje dos dedos igual que la vez anterior, la verdad, no sé si era virgen del todo, pero estaba tan cerrado, que costó un buen rato para dilatarlo, al fin lo conseguí, abriéndose como si fuera una rosa en primavera.

Me incorporé y agarrándole de las caderas, me incliné encima de su espalda y le dije, que le dolería un poco, el con la mano, hizo señal de continuar, así fui entrando, con suavidad, poco a poco el movía su trasero, entonces la clavé hasta el fondo, quedándome quieto, solo el palpitar de mi verga se movía en su interior, pasados unos instantes, me fui retirando, no del todo, volviéndome a enterrar dentro de ése culo duro y prieto, noté por un gesto de su cabeza que le había llegado muy adentro, pero yo no cejé e insistí retirándome hacia fuera un poco y separándole los cachetes duros del culo, me clavé de golpe, ésta vez sí estaba metido todo dentro de él, comencé a salir y entrar en el culo apetitoso de Karim, cuando entraba, era siempre hasta el fondo.

Chris se había unido a Ángel a chupar la enorme verga de 25 cm., se pusieron de pie y Karim agachó el cuerpo y mientras masturbaba a uno se la mamaba al otro, y cambiaba, consiguió que ambos se corrieran de nuevo, pero esta vez en su cara, él notaba mi aceleración en la penetración, puso su mano entre los dos echándome hacía atrás, salí de su interior, pensando que me correría en su cara también, pero no, nos besamos entre los cuatro y nos fuimos comiendo el semen de su cara, cuando estuvo bien limpio me colocó en medio de mis amigos, cogió uno de mis brazos y lo pasó por encima del hombro de Ángel, repitió lo mismo con mi otro brazo, éste sobre los hombros de Chris, él se agachó y levantándome por detrás de las rodillas, se puso éstas encima de sus hombros, una a cada lado, dejando mis huevos y el ano a su merced, comenzó a devorarme, dándome mordiscos, lametones y besos.

Me estuvo chupando el culo un buen rato, luego dejó deslizar mis piernas hasta su cintura, haciéndome cruzar las piernas a su alrededor, entonces apuntó su misil justo en la entrada de mi ano y fue entrando, yo jadeaba, le decía que no entraría y el con voz suave, me decía déjame a mí que lo pasaras muy bien. Volví a decir ¡me vas a partir en dos! Él contestó que no, que si no podía aguantar saldría de mi interior, pero mientras, él iba empujando cada vez más. Yo no paraba de mover mi cuerpo, de ésta manera me fui introduciendo casi toda esa verga, él me animaba ¡sí, así! ¡Ya te falta menos! Y entonces dio un empujón metiéndome todo el resto de su polla. Yo respiraba con dificultad, estaba agitado, la tenía clavada dentro de mí, sacó un trozo y volvió a empujar de nuevo, mi verga hasta ése momento se había puesto flácida, se volvía a erguir, las manos de Chris y Ángel, acariciaban mi cuerpo, el pecho y la verga, ellos estaban apoyados en la pared y así con las embestidas de Karim, yo no me caería, cada vez era más fuerte, entonces les dijo, que pasaran mis brazos alrededor de su cuello, así lo hicieron.

Yo estaba empalado en ésa enorme polla, con mis piernas alrededor de su cintura y mi pecho, pegado al suyo, con mis brazos alrededor de su cuello y espalda, su manos en cada lado de mi culo, entonces me fue subiendo y bajando, cada vez la tenía más clavada, empezó suave, pero ahora parecía que yo no pesara nada, cada vez era más intenso, al final le dije que sin tocarme me correría y él sonrió y me la volvió a clavar entonces, no pude contenerme y me corrí entre su pecho y el mío, apoyé la cabeza en su hombro y vi a Chris chupándole el culo a Karim, que en ése instante se estaba corriendo dentro de mí, gracias al movimiento del esfínter, que palpitando se abría y cerraba, dándole el mayor de los placeres.

Separé mi cabeza del hombro, le di un soberbio morreo y deslizándome, me puse de pie, le dije ¡gracias, creí que estaba partido, pero eres un maestro! Dándome en beso y una palmada en el trasero, dijo ¡a las duchas! Se volvió y dio un beso a cada uno de mis colegas.

Fuimos a las duchas y después al vestuario allí nos encontramos los cuatro de nuevo, pero ésta vez vistiéndonos, al terminar, Karim se acercó a mí y me tendió una tarjeta suya con su dirección y teléfono. Yo rompí un trozo de una hoja de bloc y le apunté mis teléfonos, el del trabajo y el de casa, se lo guardó. Cuando estuvo vestido, di un respingo, si estaba de muerte desnudo, vestido era igual a los modelos de pasarela, de lo elegante que iba. Se despidió con un saludo y se marchó. Nosotros al momento salíamos por la puerta.

Nos despedimos los tres y quedamos que ya nos llamaríamos...