Amigos y mas amigos
Estamos en 1971, en Barcelona ciudad, en esta época, solo hay dos canales de TV, menos tráfico, menos autobuses y menos líneas de metro.
AMIGOS Y MAS AMIGOS
Estamos en 1971, en Barcelona ciudad, en esta época, solo hay dos canales de TV, menos tráfico, menos autobuses y menos líneas de metro.
Me voy a presentar, me llamo Jorge, tengo 16 años, trabajo por las mañanas y estudio por la noche, algunas tardes doy clases de natación a gente mayor, tengo un físico bien marcado, gracias al deporte, pelo castaño claro con ojos azules y mido 1,70,aunque no sé se creceré más o me quedo en esa altura. Se puede decir que no estoy mal, que soy resultón.
Estamos a mediados de Marzo, hace mucho viento, y es martes, estoy en la estación del metro, para ir a clase, ya son las 18 h. Y no me apetece ir, pero aquí estoy. Entra el convoy del metro en el andén, que está hasta las trancas, se abren las puertas y salen unos cuantos pasajeros, y de repente entramos todos de golpe, apretados y empujando unos a otros, todos adentro.
Estoy rozando mi cuerpo, contra otra persona, que por cierto huele muy bien, levanto la mirada y me encuentro con un señor ,muy bien vestido y mirándome me sonríe, le pido disculpas, y me contesta ,que no pasa nada, su voz era cálida y con un leve acento extranjero, todo como muy agradable. Yo tenía un brazo doblado, apoyándome en él y el otro apoyado en el macuto de costado, donde estaban los libros, ésa mano rozaba la parte baja y central del pantalón, que con los movimientos del metro y de la gente, estaba rozando, por encima del pantalón la verga del extranjero y ésta iba creciendo por momentos, y se apretaba cada vez más sobre mi mano. Entonces el bajó un brazo, poniéndolo delante de su pantalón, de manera que ahora me rozaba mi verga con su mano, y también iba creciendo. Lo miré a la cara y me preguntó si tenía prisa, yo le contesté que no, y me pidió si quería acompañarle a recoger un coche, que tenía encargado.
Bajamos del metro, pasadas tres o cuatro paradas más, salimos al exterior y andamos un trecho, hasta llegar a un concesionario de BMW, entramos en el interior. Una vez dentro se nos acercó una joven, preguntando si estábamos interesados en algún modelo, a lo cual mi acompañante le respondió, que veníamos a recoger un coche, nos comunicó que tendríamos que esperar al encargado, que estaba finalizando con una visita. Así que estuvimos dando un vistazo por los demás vehículos.
Ya eran pasadas las 19,30 y el encargado, se iba acercando a nosotros y solo con un vistazo, se te cortaba la respiración, ¡como estaba el joven! Se presentó y lo mismo hizo mi compañero de metro, se dieron la mano y yo lo saludé con un movimiento de cabeza. Se fueron al despacho a firmar unos documentos y al rato volvieron a salir, con unas llaves.
El encargado, nos dejó solos un momento, para ir a cerrar las puertas, ya que no quedaba nadie más que nosotros, la chica ya se había ido. Cerró con llave las puertas principales y volvió junto a nosotros, diciendo que estaba a nuestra disposición, nosotros nos miramos y sonreímos. Así que estaba a nuestra disposición, eso será digno de ver, que es lo que va a ocurrir.
Fuimos hacia la parte trasera del concesionario y allí estaba el coche que tenía que recoger mi compañero, ¡Que cochazo! , elegante y deportivo de un color verde botella oscuro y brillo metalizado, que en España apenas se veían coches de tonos metálicos. Puso las llaves en la puerta y la abrió, dejando la puerta abierta, para que subiera mi compañero. Llegados a éste punto os presento, mi compañero del metro, tiene 38 años, es danés (Dinamarca), está separado y tiene tres hijos, es rubio claro, ojos azul gris y mide 1,75 aproximadamente, delgado, el resto lo comprobaré cuando lo vea desnudo, que promete, y se llama Peer (Pedro) en danés.
El encargado del concesionario, se llama José Maria,los amigos le llaman Chema, de 1,80 de altura, moreno de pelo, piel aceitunada y ojos color miel, con motas verdes, ojos grandes y un poco rasgados, labios carnosos y bien deliniados,está fibroso y delgado, también promete, ¿Ya veremos!
Peer,está sentado delante del volante, en el interior del coche y Chema, tiene medio cuerpo dentro del coche y le está explicando algo, cuando le resbala la mano que se apoyaba en el volante y quedó medio tendido encima del danés, éste al notar que el otro resbalaba puso su mano en toda su nalga. Pasaron unos segundos y ninguno de los dos se movía, y yo que estaba junto a la puerta me incliné hacia delante y puse mi mano encima de la mano del danés y fuimos dándole caricias, a lo que él respondió moviendo el trasero, dando a entender que la cosa iba por buen camino.
Chema se incorporó y yo me puse a su lado,Peer se quedó sentado pero con las piernas fuera del coche, abrí la cremallera del pantalón de Chema y metí mi mano dentro de sus pantalones, acariciando su verga,cubierta por el slip,iba creciendo poco a poco, el danès,terminó de sacarle el cinturón,abriendo el botón del pantalòn y deshaciendo los botones de la camisa,dejándola abierta desde el cuello hasta abajo y dándole besos por el ombligo y bajando hasta donde yo tenía la mano. Le bajé la parte delantera del slip y salió su verga disparada y a punto, me agaché y empecé a lamer su verga al mismo tiempo Peer hizo lo mismo que yo, uno a cada lado, le estábamos lamiendo el rabo al vendedor que gemía de gusto. Yo me aflojé el botón del tejano y abrí los botones del mismo, sacándome mi verga que estaba rebelde y quería dar guerra. Mientras yo me acariciaba la verga y lamía a Chema la suya, y con la otra mano daba masajes al inmenso bulto del danés, él le estaba lamiendo los huevos a Chema y metiendo la lengua entre los huevos y el botón del ano. Los gemidos eran de placer, nos levantamos Peer y yo, nos quedamos los tres frente a frente y seguimos besándonos a tres bandas, era una gozada, las lenguas enroscadas y absorbiéndonos unos a otros.
Peer nos hizo poner el cuerpo boca abajo, encima del coche, a los dos y empezó a lamer mi culo, con devoción y venga a lamer, mientras daba masajes en el ano a Chema, que no paraba de mover las caderas, dando a entender que iba todo de fábula. Le introdujo un dedo, para dilatarlo, al rato, dos y después tres, Chema estaba con ganas de tener algo más dentro. Me acerqué a Chema y nos deleitamos con unos besos y lengüetazos, que eran la gloria. Yo tenía el culo dilatado, gracias a la comida del danés, ahora hizo lo mismo con Chema, mientras yo le bajé el pantalón y el slip a Peer y le estuve comiendo y chupando la entrada del culo, abriéndole los cachetes y lamiendo, ¡Que rico!
Peer se puso de pie y yo me agaché y le fui lamiendo toda la polla, que ya estaba húmeda de precio, mientras él se ocupó la boca de Chema, metiéndole la lengua y dándose placer mutuo, yo con mi mano masturbaba al vendedor, mientras tenía la boca ocupada con la polla del danés. Me incorporé, bajé mis pantalones hasta los tobillos, ya que no llevo slip, Peer se puso detrás mío agachado y Chema delante también agachado, mientras uno me hacía una mamada el otro me comía el culo con devoción, fueron instantes de placer, levanté la mirada y pude ver a un chaval joven que estaba en las oficinas del piso superior y estaba observando todo lo que pasaba al lado del coche. No dije nada, quería ver si seguía o nos dejaba tranquilos, pero al pasar un rato, seguía igual, y yo diría que se estaba masturbando, o me lo parecía .Se pusieron de pie se quitaron los pantalones y las camisas, solo dejaron las corbatas, ellos, yo no. También me desnudé me hicieron apoyar medio cuerpo en la parte delantera del coche, dándoles la espalda, detrás mío se puso Chema, que me puso la punta de la verga en la entrada de mi ano, moviéndola, para darme gusto y para dilatar, al final fue entrando, potente, dura, caliente y grande, le costaba un poco pero poco a poco, lo consiguió, entró toda, se quedó quieto para que mi culo se acostumbrara, al poco, fui yo quien con mis manos separé mis cachetes y empujé hacia atrás, y entonces si la tenía toda adentro. Chema me cogía por las caderas y entonces supe que el danés lo estaba perforando a él, por el gemido de dolor y placer, que escuchaba, debía estar más cerrado del culo que yo, cuando empezó el compás del meter-saca entre los tres, menudo placer estaba teniendo , Peer sacaba casi toda la polla y la metía de golpe en Chema que por el empuje me traspasaba , mi pequeño agujero, que se iba dilatando de gozo, levanté la mirada y vi como el chaval de la oficina, se había puesto en la puerta del despacho, con los pantalones y slip en los tobillos, se masturbaba, con mucha intensidad, esto me produjo mucho morbo, haciéndome venir más placer. Avise que estaba a punto de correrme y el danés dijo que bautizara el coche con mi corrida y no pude aguantar más y me vacié encima del capó del BMW, al tiempo que yo terminaba, mi ano apretó la verga de Chema, que también se corrió, en mi interior, con unos tremendos trallazos de semen, que me llenaron el culo. Cuando, se aflojó la verga del vendedor y salió de mi interior, me fui detrás del danés y le fui comiendo el culo, apartándole los cachetes y chupando con ganas, me mojé dos dedos con saliva y le fui introduciendo, primero uno y después los dos, dándole masaje dilatando , entrando y saliendo, hasta que no pudo más y se corrió dentro de Chema, soltando gemidos de placer, entonces miré hacia arriba y el chaval ya no estaba, supongo que se corrió, masturbándose solo, no dije nada a mis colegas, ya que empezamos a vestirnos, porque eran las21,30,el tiempo pasa volando, cuando te lo pasas bien. Nos limpiamos con unos pañuelos de papel, que sacó Peer del maletín.
Cuando estuvimos vestidos, Peer nos dio una tarjeta suya con su teléfono, una a cada uno, en la mía Chema apunto su teléfono por la parte de atrás y en la de Chema mi teléfono iba al dorso, asimismo una tarjeta de Chema con mi numero en el dorso fue para el danés.
Nos despedimos con largos besos a tres bandas, quedando en llamarnos, nos montamos en el coche, Chema abrió las puertas para salir y nos despedimos con un saludo. Como era bastante tarde Peer me acompañó a mi casa, mejor la casa de mis padres, durante el trayecto estuvimos hablando, de diferentes cosas y le conté que había semanas, que no iba a clase y me iba a un cine del barrio, que ponían dos pelis y había, en los lavabos, muchos encuentros , con otras personas del mismo sexo, casi siempre eran los lunes, porque si no había gente interesante, podías ver las películas, aunque siempre, había alguien y también comenté que los jueves me pasaba por una sauna masculina gay, que quedaba cerca de la calle Balmes con Padua y los sábados me dejaban colar en la Disco Metamorfosis, que iba gente de todo tipo.
Me dejó cerca de casa y nos despedimos ¡Hasta la próxima vez! Espero que sea pronto. Besos.
Espero que os guste, sino es así me contáis igual.