Amigos y amantes- 4

¡Quiero terminar al mismo tiempo que tú! Y mi mano lo comenzó a masturbar, notando su pronto

AMIGOS Y AMANTES- 4

Estamos sentados a la mesa de la cocina ya terminando el postre, mi padre Adam y Robert, nos dicen que tienen algo que decirnos, pero cuando también esté presente el hijo mayor de Robert, Pol y entonces como un vendaval aparece el interpelado soltando su bolsa de viaje diciendo: ¡Ya estoy presente, me silbaban los oídos! En medio de la puerta otro joven se encontraba de pie, no distinguía su cara a contraluz de la entrada. Pol besó a su padre Robert, luego a mi padre Adam, para después besar a su hermano menor Kike y después a mí, Wolf.

Pol girando hacia la entrada dijo: ¡Perdonad os presento a un buen amigo Antoine de Montrésor! El joven dejó sus bolsas dando un paso adelante, sus ojos no se apartaban de los míos, mi mano con la cuchara de helado, que se derretía por momentos, temblaba la dejé en el plato, el joven se acercó y fue saludando uno a uno a todos, el joven estaba bronceado y vestía estilo ibicenco, camisola blanca y pantalón de un tono azul claro, con sandalias romanas, la ropa le sentaba perfectamente, como echa a  medida, al estrechar mi mano un escalofrío recorrió mi cuerpo. Kike me dio un golpecito bajo la barbilla soltando en susurros: ¡Wolf, se te va a caer la baba! Reaccionando sonreí susurrándole: ¡Ciérrala tú también mi precioso querubín! Y besé sus labios.

Cómo ya habían comido aceptaron un trozo de helado sentándose a la mesa con nosotros, Adam abrió cava y poniendo unas copas las fue llenando, Robert le tomó la mano diciendo: ¡Hemos decidido Adam y yo casarnos legalmente y legalizar nuestra unión! Todos vitoreamos brindando por ellos, Antoine estaba algo perplejo, ante su expresión Robert continuó: ¡Adam y yo estamos juntos desde la Universidad, cada año teníamos un fin de semana para nosotros y nuestras mujeres lo sabían, pero eso no dejaba que las quisiéramos, pero nuestro amor se consolidaba  año tras año, tuvimos épocas malas y algunas peores, pero juntos apoyándonos se han ido superando! ¡Alguien de vosotros ya descubrió nuestro secreto hace años y se ha mantenido en silencio ocultándolo! Pol y Kike se miraban entre sí, finalmente me miraron a mí, yo dije resignado: ¡Lo averigüe por casualidad buscando una lupa, encontré una llave con una etiqueta y la escritura de una CCcabaña! Pol dijo: ¿Por qué no nos lo contaste? Yo ante su brusquedad dije: ¡Cuando fui la primera vez era pura curiosidad, pero al ver el paisaje, el lago con su embarcadero, las montañas cercanas y el espeso bosque me pareció algo parecido a un santuario, el interior todo tan pulcro tan ordenado y tan vacío, limpié lo mejor que pude y me escapaba allí a pasar un fin de semana al mes y relajado pintaba, me zambullía en el lago e iba de compras al pueblo cercano para llenar la despensa de lo que yo comía!

Mi padre Adam dijo: ¡Los cuadros que ha pintado durante estos años dan vida a la cabaña, hay cuadros de Robert y yo, de fotos que habíamos tomado en diferentes años, en vuestra habitación también estáis reflejados vosotros dos, mirando a Pol y Kike, y en el salón paisajes del lugar, creo que fue unos tres años y pico cuando lo descubrió! Bajando la mirada asentí diciendo: ¡Para mí era un bello secreto y también mi refugio! Antoine puso sus dedos bajo mi barbilla levantando mi cara y mirándome a los ojos dijo: ¡Es muy duro guardar un secreto durante tantos años, lo sé muy bien!

Tras lavar los platos y cacharros fuimos a la piscina, Antoine y Pol fueron a vaciar sus bolsas de viaje al cuarto de Pol, Kike y yo supusimos que no solamente colgaban la ropa en el armario por su tardanza, le dije a Kike que Pol parecía estar enamorado de su amigo Antoine añadiendo: ¡Creo que hacen buena pareja! Su respuesta fue: ¡Jaaa, ya te gustaría montártelo con él! Respondí: ¿Y tú no? Salpicándole con el agua de la piscina ¡Eres un salido! Tumbados en las hamacas aparecieron ellos dos, Pol como siempre con su diminuto bañador celeste y Antoine con uno de color rosa pálido con una franja cruzada blanca moldeando su buen aparato sexual, su cuerpo tan bronceado estaba estupendo, se zambulleron jugando entre ellos, yo tomando mi Tablet tecleé su nombre y aparecieron varios artículos, se hablaba que era el modelo de una casa de perfumes y de ropa masculina en Francia.

Cuando salieron del agua Pol sacudió su melena mojándonos y lo mismo Antoine, pero Pol se tumbó sobre el cuerpo de su hermano Kike besándolo diciendo: ¿Pillín, me has echado de menos? A lo que Kike riendo respondió: ¡Para nada estaba muy entretenido con Wolf! Pol riendo añadió: ¡Ya, ya, menudo entretenimiento tiene Wolf entre las piernas! Estiró mi hamaca acercándola más a la de Kike soltando: ¡Wolf tú lo quieres todo, eres casi un hermano, un amigo, un buen amante y ahora además serás mi cuñado! Y moviendo su cuerpo se dejó caer sobre el mío riendo ¡Te quiero Wolf! Antoine nos miraba entre perplejo y sonriendo dijo: ¡Por favor llamarme Antón! Estiré mi mano cubriendo la boca de Kike, que estaba a punto de soltar alguna cosa, me mordió y me quejé, el joven bronceado se sentó junto a Kike y dijo: ¡Wolf y yo ya nos conocemos de hace más de tres años y medio, fue en la Semana Santa de ése año! Y contó lo mismo que yo en el capítulo anterior, al terminar Pol dijo: ¡Me dijiste que su nombre era Jorge! Y él dijo: ¡Así se llama pero todos le llaman Wolf, también te dije que era amigo de Álvaro! Continuó: ¡El destino a veces nos juega malas pasadas ¿Quién se iba a imaginar encontrarme en un yate a Rubén de camarero, un amigo del hermano mayor de Álvaro y a ti en la discoteca terminando en aquel yate siendo casi hermano de Wolf, cuando yo vengo de Paris, vosotros de aquí y nos encontramos en Ibiza? ¡Es de locos!

Durante el relato Pol frotaba su cuerpo sobre el mío, su erección era fuerte y la mía también, movía su cuerpo y caderas frotando ambas vergas dentro de los bañadores, Antón palmoteó el trasero de Pol diciendo: ¿Cariño te has quedado con hambre? Pol riendo soltó: ¡Siempre tengo hambre cuando hay algo tan apetitoso delante como la verga de Wolf! En voz baja Antón soltó: ¡Es cierto muy apetitosa! Pol mirando a su hermano menor dijo: ¡Kike, tapa esa verga que sale por encima del bañador o me la meriendo de una sentada! Kike le miró desafiante sacando su polla y también los huevos fuera del bañador sujetándola con su mano, el relato  de Antón más breve que el mío había caldeado el ambiente, miré a Antón su verga se marcaba dentro de su bañador rosa llegando hasta la costura lateral intentando romperla de dura que estaba y mi amante amigo Kike la golpeaba con la suya.

Antón se puso a horcajadas en la hamaca de Kike y levantando sus piernas le sacó el bañador y sujetando las caderas de Kike enterró su boca en el culo del joven que se contorsionaba de gusto gimiendo, luego sacó su polla del bañador quedándose cimbreante cerca de la espalda de Kike.

Pol sacó mi polla y huevos fuera de mi bañador, yo hice lo mismo y mientras nos besábamos nos masturbábamos mutuamente con los cuerpos apretados uno contra el otro, de vez en cuando Pol me lamía la oreja susurrando: ¡Creo que eres lo mejor que nos ha pasado en esta vida, eres hipnotizarte, hablas poco pero subyugas a todos, eres un demonio seductor! Nuestras manos masturbaban la verga del otro con fuerza y gemíamos, de vez en cuando mirábamos a nuestro lado y seguían de igual forma, pero la mano de Kike masturbaba la polla de Antón al mismo tiempo que la suya y también gemían. Antón se incorporó sujetando su verga y masturbándose con fiereza y nuestras manos hicieron lo mismo, Antón acercando su polla al ano abierto de Kike comenzó a soltar su semen sobre el rosado agujero soltando bufidos de placer y Kike gimiendo terminó mojándose su rostro con su propio semen, la mano de Pol sujetó mi cuello mientras me masturbaba y yo lo besaba comiéndole la boca a placer y mi polla también estalló, al notar mis sacudidas Pol soltando mi garganta se derrumbó sobre mí mientras notaba como su polla descargaba semen entre nuestros cuerpos. Kike bajó sus dedos dentro de su ano metiéndolos junto al semen de Antón para lamerlos después glotonamente.

ANTÓN

Hace varios días que estoy en esta casa, realmente todos son adorables, en todos los aspectos, Robert y Adam se miran reconociendo el pensamiento del otro, ya los he visto en bañador y ambos tienen unos cuerpos increíbles, es una familia muy atípica, que voy a decir de Wolf, con su melena aleonada, hace buena pareja con Kike con su pelo negro como ala de cuervo, sus físicos tan diferentes pero atractivos, cada vez que mis ojos se desvían sobre la entrepierna de Wolf mi verga se endurece de repente y de Pol, que voy a contar, me encanta todo él, es divertido, guapo sin pretensiones, muy natural como toda la familia, creo que me estoy enamorando de Pol, ése joven rubio, me sonríe y me empalmo, si me roza por casualidad también, cuando lo abrazo también noto su rápida erección frotándola con la mía, no tiene un pollón como Wolf, pero la usa divinamente cuando me penetra y su cuerpo se arquea cuando yo lo penetro a él, es una sensación de placer inigualable.

Hubo un accidente múltiple llamaron a Robert y Adam con urgencia, han pasado toda la noche en el hospital, me he levantado temprano y tras desayunar me paseo por la finca, me llama la atención el gran garaje y entro, todo está silencioso, miro uno a uno los distintos coches, pero me llama poderosamente la atención uno que está cubierto por una lona en su totalidad, aparto un poco la lona, el coche es de color amarillo limón, es un deportivo y termino sacando toda la lona, un flamante coche deportivo, con tres asientos delanteros, faros escondidos y gruesas ruedas, realmente es espectacular, veo la marca Matra-Simca Bagheera, claro que he visto deportivos e incluso hice algunos anuncios con ellos, pero éste parece especial, pruebo la puerta y no está cerrado, me siento frente al volante y pongo mis manos sobre el volante, parece sólido, potente y la polla se me endurece, estoy tan ensimismado que no me doy cuenta que aparece una gran moto con dos ocupantes. Me quedo quieto casi sin respirar.

El motorista va enfundado todo en piel, pantalones y chaqueta con su casco, el pasajero también con su casco pero lleva una cazadora de piel marrón oscura, bajan sacándose el casco y Robert, el pasajero dice: ¡Adam siempre que vamos en moto me pones a mil! ¡Ja,ja,ja! Ríe Adam diciendo: ¡Me gusta calentarte apretando mi culo contra tu verga notando cómo se endurece! Robert abre la cazadora negra metiendo sus manos bajo la camiseta blanca de Adam apretando sus manos sobre los pechos y de golpe rasga la prenda blanca Adam suelta: ¡Vamos a tener que comprar una tienda de camisetas como sigas así! Robert riendo responde: ¡Pues la compramos! Y arrincona contra el coche más próximo a Adam devorándole la boca, con algo de brusquedad le da la vuelta poniéndose detrás de él, le abre el pantalón deslizándolo hasta el muslo y aprieta su mano sobre la espalda de Adam inclinándole sobre el capó del coche, se abre su pantalón dejándolo caer y sujetándose la polla penetra a Adam con rotundidad, éste incorpora un poco el cuerpo y Robert no deja de acariciarle el pectoral mientras lo embiste y devora de nuevo su boca, sus lenguas se buscan se atraen, entran en una u otra boca y la enculada continúa con firmeza, ambos gimen, veo la polla endurecida de Adam, ya sé a quién se parece Wolf en esa parte, Robert dice: ¡Adam no termines por favor te quiero dentro de mí! Saca su polla del culo de Adam y éste agachado la chupa hasta que Robert se descarga en su boca gimiendo.

Instantes después Adam se subía a la moto con su pantalón de piel bajados sobre los muslos y su polla emerge de forma vigorosa, Robert se quitaba los pantalones y poniéndose de cara a Adam se montó en la moto, Adam le separó las piernas enterrando su polla en el culo profundamente, la espalda de Robert se arqueaba contra el manillar y mandos de la moto, Adam medio de pie embestía de forma casi brutal a Robert una y otra vez, sus manos no cejaban de acariciarse mutuamente finalmente se besaron apretando sus cuerpos entre gemidos, la pelvis de Adam empujaba con fuerza y el culo de Robert a la contra recibiendo una buena cogida, Adam debió terminar dentro de él ya que Robert comenzó a correrse sobre sus abdominales por segunda vez y sin tocarse, continuaron besándose y al separarse Adam lamió el semen de Robert sobre el cuerpo de éste. Se pusieron algo más presentables y Adam dijo: ¡Una buena ducha nos irá bien y luego desayunamos! Robert dándole un ligero codazo añadió: ¡Yo ya he desayunado! Adam respondió: ¡Yo no, pero después me voy a comer un buen postre! Y abrazados salieron, dejándome más salido que un mono. Salí del coche cubriéndolo de nuevo con la lona y fui a prepararles el desayuno, así me encontraron media hora más tarde.

Estaba vigilando el café y unas frescas manos me abrazan el abdomen pegando su cuerpo contra mi espalda, mi pantalón corto notaba una ligera humedad sobre mi trasero y una verga crecía al contacto, la cálida voz de Adam dijo: ¡Tenemos nuevo y jugoso cocinero! La toalla que lo cubría se frotaba contra mí culo y sus labios besaban cariñosamente mi hombro, al poco unos fuertes brazos nos abarcan a ambos detrás de Adam y otras manos acarician mis tetillas que se endurecen y la voz grave de Robert dice: ¿Chicos estáis calentando la leche? Y Adam contesta: ¡Estamos en ello! Un sonoro beso cae sobre el cuello de Adam, la mano de éste baja sobre mi corto pantalón sobándome la polla yo incliné mi cara y los dedos de Robert entraron dentro de mi boca, los chupé con fuerza, éste dijo: ¿No tuviste bastante con el numerito del garaje? Sus brazos nos acompasaban frotándonos unos con los otros y respondí: ¡No terminé, estaba tan embobado con vosotros que apenas reparé en mí, erais dignos de un buen video porno! Adam, el padre de Wolf dijo: ¿Te reservas para Pol? Yo  sonrojado y a la defensiva dije: ¡Sí, amo a Pol, aunque él no sienta lo mismo por mí! Desayunamos tranquilamente hablando de trivialidades, entonces Robert dijo: ¡Aquí nos ves somos una familia algo atípica, pero nunca escondemos nuestros defectos e intentamos que siempre se haga lo correcto y lo hablamos! Envalentonado dije: ¡Entonces sabéis que Wolf y yo nos conocimos en la finca de los padres de Álvaro hace unos tres años y pico, cuando lo violaron…! La expresión de sus caras lo reflejaban todo y me vi obligado a contarlo de nuevo, expliqué que el joven Rubén se había disculpado con Wolf y ambos tuvieron ésa misma noche sexo consentido por los dos, también el castigo recibido por nuestra parte y finalizando con la despedida sexual que tuve con Wolf en el prado.

Añadí: ¡Pero mi corazón está ocupado con Pol, quiero a Wolf con mucha ternura, pero Pol…! Y su propio padre Robert soltó: ¡Pol es un puto egoísta, un imbécil, Pol solamente ama a Pol, usa a los demás a su propio interés, es vanidoso, ególatra y parece no respetar a nadie, hace daño a la gente que lo ama sin percatarse de ello, creo que nosotros no le hemos enseñado eso nunca, Pol, Pol mi pobre Pol…! Y el aludido apareció por la puerta de la cocina diciendo: ¿Me llamabas padre? Robert mirando a su propio hijo a los ojos soltó: ¡Creo que no te mereces tener a Antón! Yo me iba a levantar cuando la voz de Robert me dejó sentado diciendo: ¿Sí quiere tomar un desayuno que se lo prepare él y también para ti y sabré si sabe tus gustos? Pol algo acongojado comenzó a prepararse el desayuno y también algo para mí, lógicamente endulzó demasiado mi café con leche, pero no dije nada, pero su padre lo notó soltando: ¡Demasiado consentido y mimado, te crees el ombligo del mundo, pero cómo tú hay muchos y mejores personas, eres muy guapo e inteligente, pero lo último creo que lo tienes en la punta de la polla! La mano de Adam sobre el brazo de Robert lo calmó, Adam tomando la palabra dijo: ¡Pol en pocas palabras tu padre insinúa que usas a la gente, como Antón, como si fueran Kleenex de usar para tirar luego! Con lágrimas a punto de saltar de sus ojos dijo: ¡Quiero a Antón y no sé cómo demostrárselo! Robert apretó más diciendo: ¿Sí me follo a tu querido Antón, tú qué harías para evitarlo o te quedarías mirando lo que pasa? Y Pol estalló soltando: ¡Lo separaría de ti, viejo libidinoso,  solamente quieres carne fresca para acostarte con ellos, amo a Antón, quisiera tenerlo siempre conmigo! Robert insistió: ¿Cómo un juguete? Pol con rabia dijo: ¡Nooo, como mi marido, mi amante y mi amigo! Tras este estallido en la cocina hubo un silencio sepulcral.

Robert dijo calmado: ¡En vista de lo que hemos oído todos, estáis ambos castigados! Robert cogió a Pol subiéndolo a la mesa y Adam a mí, nos bajaron los pantalones cortos y comenzaron a chuparnos las pollas, la mano mojada de Adam se paseaba arriba y abajo de mi verga, su boca lamía mi ano y poco después sus dedos entraban dentro de mí haciéndome soltar un largo gemido, a mi lado Pol estaba sufriendo lo suyo con su propio padre y gemía constantemente, giré mi cara y nos besamos buscando nuestras lenguas, yo que había retenido mi semen en el garaje finalmente estallé dentro de la preciosa boca de Adam mientras sus dedos entraban en mi culo de forma enérgica, se tragó todo mi semen mientras chupaba continuamente y sus dedos no dejaban tranquilo mi ano abriéndolo cada vez más. A mi lado Pol gemía con fuerza Robert, su padre lo estaba follando con fuerza y él gemía diciendo: ¡Antón te quiero, dile que pare, que no me cause más placer, por favor papá cambiaré! De pie incliné mi cuerpo chupándole la polla a Pol mientras Adam me atravesaba el ano con su poderosa verga, sus estocadas eran increíbles y Pol  era enculado por Robert su padre y terminó llenándome la boca con su corrida mientras que Robert se masturbaba sobre él llenándolo de semen y llenándome la cara a mí también y dentro de mí noté que la polla de Adam se descargaba llenándome y suspirando con fuerza.

Cuando se iban a dormir un poco alegando estar agotados Pol soltó: ¡Para ser viejos tenéis mucho aguante! Adam respondió: ¡No somos viejos, tal vez algo mayores, pero la experiencia vale mucho más, ahora dormiremos un rato, por  la tarde si queréis alguna cosa estaremos arriba! Entonces dije: ¿Es una invitación? Adam continúo: ¡Hace unas semanas Kike y Wolf vinieron de noche para revolcarse cada uno con el padre del otro y tras equivocarse en la oscuridad salieron habiendo recibido por parte de ambos! Me gustaban, Robert algo más serio y Adam más coñón, pero eran mordaces hablando, me gustaba notar el ardor en mi ano tan penetrado, al poco salí disparado al baño para eliminar el semen del culo, sentado en la taza reía, en ésta casa nada es lúgubre, casi todos tienen una sonrisa en los labios y pensé en Wolf, tengo que hablar con él y contárselo sin falta.

Horas más tarde encontré a Kike jugando con la consola y la tele y Wolf con su inseparable Tablet dibujando con las piernas cruzadas sobre el sofá del salón, me senté entre ambos y dije: ¡Tengo que aclarar algunas cosas! Comencé: Yo siempre he vivido en Paris, con mis padres y mi abuela en un edificio de cinco plantas, todos los veranos me los pasaba en casa de mis tíos maternos, que son los guardeses de la finca de los padres de Álvaro, me gustaba mucho la sensación del aire limpio y el campo, al pasar los tres meses ayudándoles cómo podía regresaba a mi casa, pero hace unos cuatro años mis padres murieron en un accidente de avión y mi abuela me envió con mis tíos todo un año para que no me afectara tanto la falta de mis padres y ése año en Semana Santa fue cuando nos conocimos Wolf y yo ése mismo invierno regresé con mi abuela, que se había resfriado mucho, pero mejoró, gracias a Dios, por la finca solamente he pasado algunas semanas en todos estos años, ya no era lo mismo, me recordaban muchas cosas. En Paris salgo con chicas y con chicos, todos son conocidos de las sesiones de fotos y pases de ropa, éste año todos iban a Ibiza y fui con ellos, en la discoteca Amnesia reconocí a Rubén con su inseparable primo Bruno y también conocí a Pol.

En el piso superior en la habitación de Robert y Adam entró Pol, los encontró medio dormidos y susurró en voz baja: ¡Papá estás despierto! Robert lo miró haciéndole una señal con la mano, Pol se acercó preguntando: ¿Tan malo soy? Sonriendo Adam dijo: ¡Pol tú no eres malo, solamente eres muy caprichoso y consentido, siempre tienes que salirte con la tuya y si te llevan la contraria te pones de mal humor, eso no es ser malo, retorcido tal vez! Y los dos mayores rieron, Robert dijo: ¡Ponte en medio cómo cuando eras pequeño, te encularemos los dos y te relajaras!

RUBÉN Y BRUNO

Después de pasar trabajando en algunos locales gay de la costa cruzamos hacia Ibiza, en la última discoteca tuvimos una clientela fija cuando bailábamos sobre la barra además de los extras que caían después al terminar quedando con algunos clientes a cambio de buenos emolumentos, así pudimos ir a la isla, reconozco que Rubén parecía desesperado por encontrar a alguien con pasta para gastar, se estaba volviendo un poco insoportable lidiar con él, tras años de estar a su lado lo conocía bien, claro que él se llevaba lo mejor con su cara y cuerpo tan espectaculares unida a su potente verga, era un festín para no caer embobados ante él, yo reconozco ser bastante menos impresionante, pero tengo mi público. A pesar que él tiene unos 4 años más ya de pequeños íbamos a todas partes juntos y siempre decían que parecíamos novios, en Amnesia no nos dieron trabajo de go-go dancer, pero sí de camareros fuera de la barra, así conocíamos a gente. Rubén causó buena impresión a una pareja de novios alemana dedicándoles parte de su tiempo a ella y a él, debían tener alrededor de unos 21 o 22 años, ambos bastante rubios, cosa que atraía a Rubén.

Luego resultó que el padre del joven chico alemán tenía un yate anclado en el puerto, una noche nos invitaron a tomar unas copas en el yate junto a otros conocidos de ellos, la cara de uno de ellos me resultaba vagamente familiar, oí decir que casi todos eran modelos, la fiesta fue animada, bailamos, bebimos, fumamos de todo, casi de madrugada fueron marchándose casi todos,  Rubén no aparecía por ningún sitio, cuando pasé frente al salón lo vi sentado en el sofá con los ojos vendados y la chica le hablaba al oído, poco después ella desaparecía y vi al joven rubio de rodillas entre las piernas de Rubén abriéndole el pantalón, sacándole la polla, con sus manos delgadas la masturbó lentamente y acercando su lengua comenzó a lamerla de arriba abajo y poco a poco la metía en su boca, Hans el joven alemán continuó chupando cada vez con más intensidad, se abrió su pantalón sacando su verga, que era muy hermosa, no grande pero estaba bastante deseable, se me hacía la boca agua apoyando mi trasero contra la barandilla del yate mirando la escena tan caliente a través de los cristales del salón, apareció un joven negro tan solo con un quimono puesto, le dio un frasco de Popper a Hans que lo olió y después a Rubén, Hans se apartó ocupando su lugar el joven moreno y Hans de pie en el sofá acercó su verga a la boca de Rubén forzándole la cabeza, mi amigo abrió la boca encantado de tener un manjar en ella y chupó con deleite. Yo tenía una buena erección me di la vuelta mirando el mar y paseé por la cubierta encontrándome mirando otro salón con una mesa de billar, entré acercándome a la mesa de juego acariciando las bolas bien colocadas, oí unas voces detrás de mí, me giré diciendo: ¡Perdón, no sabía que interrumpía, pensaba que no había nadie!

Un hombre delgado de agradable presencia se levantó del sillón respondiendo: ¡No pasa nada simplemente hablábamos de banalidades, mi nombre es Krauss y éste joven tan bello, es Antonie de Montrésor! El recién nombrado se levantó estrechándome la mano y dijo: ¡Krauss, Bruno y yo nos conocemos de la finca de los padres de Álvaro en el Ampurdán y puedes llamarme como mis amigos, Antón! Casi tartamudeando saludé diciendo: ¡Sí lo recuerdo muy bien, hace unos tres años y pico, realmente se te ve muy cambiado! Y realmente lo estaba podría ser un actor de cine, él se disculpó con Krauss diciendo: ¡Perdonarme, pero tengo que reunirme con mis compañeros, quieren ir a tomar algo  a un nuevo “antro” antes de retirarnos! ¡Hasta pronto Krauss, Bruno y saluda a Rubén de mi parte! Y el joven se evaporó, Krauss preguntó: ¿Qué quieres beber? Yo respondí: ¡Lo mismo que usted tome! Él sonrió diciendo: ¡Llámame Krauss, si me llamas de usted no te responderé, te apetece un brandy acompañado! Yo asentí, mientras lo preparaba fui mirando al hombre debía tener alrededor de 45 años, pelo arreglado lo mismo que la barba y bigote de un castaño muy claro con alguna cana, físico delgado y se le veía ágil, estaba vestido todo de blanco y su cara es agradable, su sonrisa en franca mostrando una hilera de dientes cómo perlas, llenó dos copas y de un frasco echó unas gotas dentro del brandy en las dos entregándome una soltó: ¡A nuestra salud! Y dio un largo sorbo saboreando el licor añadió: ¿Bruno te apetece jugar unas partidas de billar? Yo llevaba un traje de muaré gris con camisa blanca debajo resaltando el tono de mi piel bronceada, mientras jugábamos ya sin chaquetas, casi sin darme cuenta me preguntaba cosas de mi vida y yo se lo contaba todo, era bueno jugando y yo aguantaba el ritmo, hicimos un receso llenó las copas del mismo modo y tomando dos cigarros de una pitillera salimos a fumar fuera del salón, me fue contando que era viudo de hacía tres años y solamente tenía a Hans y muy malcriado, me confirmó la edad y tenía empresas tecnológicas, su voz grave era edificante, mi polla comenzaba a crecer dentro del pantalón su brazo sosteniendo la copa rozaba el mío causándome esa sensación placentera imaginándolo desnudo y tengo mucha imaginación.

Apagamos los cigarros y entramos dentro de nuevo sentándonos en el sofá uno junto al otro bebiendo en silencio, Krauss soltó: ¡Hoy me será difícil dormirme cuando te vayas, tendré que sacudírmela hasta vaciarme bien, eres tan hermoso por dentro cómo por fuera! Yo dije: ¡El hermoso es Antón o Rubén, yo soy más simple! Él replicó: ¿Rubén es el cachas que esta con Hans? Yo asentí y riendo respondió: ¡Él tiene fachada y nada más! Me dijo: ¿Te importa si te beso? Yo dije: ¡Sí claro que me importa! Giré medio cuerpo acariciando sus mejillas depositando mis labios sobre los suyos, se fueron separando y mi lengua entró dentro de su boca saqueándola con fuerza, su lengua se alternaba con la mía entrando dentro de mi boca paladeándome, nuestros cuerpos juntos mientras nuestros brazos nos apretaban uno contra el otro, su mano bajó a mi entrepierna frotando mi verga, la mía fue abriéndole el pantalón, quería saber si había acertado en el tamaño cómo con la edad y no me defraudó para nada, tenía una polla dura y magnifica recordándome a Wolf, inclinándome sobre ella comencé a lamerla y chuparla después sacando sus huevos fuera de la prenda, sus manos sobre mi cabeza acompasaban mi mamada gimiendo de gusto.

Pasado un buen rato me tomó en volandas poniéndome de rodillas sobre el sillón apoyando mi cara sobre el respaldo se puso detrás de mí agachándose comenzó a lamer y chuparme el culo con la ropa puesta, enterraba su cara dentro de la raja del culo mordisqueándome mojándome el pantalón y slip, de pronto sus dedos desgarran primero el pantalón, luego el slip quedando mi ano al aire y su boca continuó chupándome con frenéticas embestidas de lengua, mi ano ardía de lujuria y placer, metió su mano entre las prendas desgarradas sacando mi polla y huevos fuera, los fue lamiendo y chupando con placer para ambos, mi polla estaba dura como nunca antes había estado, una extraña sensación placentera recorría todo mi cuerpo y me penetró de un certero golpe ¡Ajjj, Ayyy!

Su polla parecía quemarme por dentro de tan dura estaba, sus manos sujetaban el cinturón por detrás mientras me empotraba una y otra vez la polla ardiente a través de las prendas desgarradas, yo era un potro salvaje moviendo mis caderas y empujando mi culo hacia atrás y él era el jinete que no quería ser derribado por el potro salvaje besaba mi espalda sobre la camisa, la follada era antológica. Sus brazos rodearon mi cintura levantándome y se sentó él en el sillón conmigo clavado en su polla, me hizo doblar las piernas poniéndolas cada una sobre un apoyabrazos y rasgó más mis prendas dejándolas hechas jirones, continuó follándome a placer, yo veía mi polla y huevos trotar entre el pantalón, yo gemía, él también, finalmente sacó su verga de mi culo masturbándose llenándome de semen los huevos y el pantalón, gimió de nuevo, segundos después tomando su verga en mi mano me senté sobre ella y me masturbé con ganas salpicándome de semen el pantalón por delante y la camisa gimiendo de gusto.

Notaba su dureza dentro de mí y mi verga tampoco bajaba pese a habernos vaciado, me levantó en volandas sacando su polla de mi culo y como si fuera una novia me llevó a través de una puerta de espejo a su dormitorio y allí me desnudo mirando mi cuerpo lentamente, besando mis tetillas bajando sus labios más abajo enterrando su nariz entre mi recortado vello púbico, sus manos fueron sacando su ropa me tendió sobre la cama y él sobre mí, separé mis piernas recibiendo de nuevo su dureza penetrando, suavemente y llenándome de placer, mis manos acariciaban su cuerpo a placer, proporcionado duro como su polla en ése momento, movía su pelvis empujando dentro de mí y yo movía las caderas poco a poco íbamos sincronizados nuestras bocas se juntaban una y otra vez, los labios y lenguas no paraban de besar, lamer, absorber cualquier rincón de nuestra cara, cuello u oreja, me gustaba lamerle el cuello y la nuez, eso me excitaba mucho, su corazón se aceleraba y empujaba con fuerza dentro de mí mientras me comía la oreja, noté como se descargaba de nuevo ésta vez dentro de mi culo, el frotamiento de nuestros cuerpos hizo el resto y yo también escupí mi semen entre ellos casi al mismo tiempo.

Krauss se tumbó a mi lado y yo estirando mi brazo tomé mi camisa blanca del suelo y limpié mi semen de su pecho y del mío, me puse de costado para dejar la camisa de nuevo en el suelo cuando se posó la mano de Krauss sobre mi cadera al tiempo que su verga se clavaba de nuevo dentro de mí soltando: ¡Lo siento Bruno, pero tu culo me pone a mil! Yo respondí: ¡Tal vez es lo que añadiste al brandy en las dos ocasiones junto a los cigarrillos untados con aceite de mai-mai! Mientras empujaba con fuerza en mi culo dijo: ¡Tal vez me pasé un pelín! Y gemía cerca de mi oído sus manos me acariciaban el pecho y mi verga seguía también el curso de la batalla, iba por libre y dura como nunca, doblé un poco la pierna separando mi nalga y se clavó profundamente, ahora yo gemí de gusto, tomando mi cintura giró ambos cuerpos quedando mi espalda sobre el pecho de él, doblé las piernas apoyando el pie sobre la cama dejándole espacio para su continuada intrusión en mi culo, mis huevos chocaban constantemente con los suyos en cada viaje, él empujaba haca arriba y yo hacia abajo, sus dedos apretaban mis pezones mientras mi polla temblaba de placer sobre mi vientre y volví a correrme de nuevo gimiendo apretando su polla con mis sacudidas, me mordió el hombro mientras sacaba su polla y soltaba su final sobre mis huevos llenándolos de semen, los dos respirábamos agitados, tomando de nuevo mi camisa sequé mi semen y también el suyo sobre mis huevos, inclinándome sobre su polla la chupé dejándola limpia, Krauss susurró: ¡Estoy agotado! Y girando su cuerpo se puso boca abajo relajado.

Su verga no había decrecido, tampoco la mía, pero me limité a mirar su espléndido cuerpo y su rostro ladeado sobre la almohada era igual de digno que el cuerpo dije: ¡Me gustaría comerte el culo! Él dijo entre sueños: ¡Aja, pero ahí nunca ha entrado nadie! Yo dije: ¡Solamente descansa y relájate! Me tumbé entre sus piernas boca abajo y dejé caer saliva sobre su raja acompañándola con mi lengua hasta su agujero y la sesión de lametones comenzó lentamente, separaba sus cachetes acariciándolos mi lengua y boca lamían y succionaban su lindo agujero, tan prieto como su trasero, soltaba más saliva e insistía atacando de nuevo, me gustaba mucho lamérselo, el ligero vello era rubicundo mi verga se frotaba con la sábana, mi dedo índice frotaba junto a la lengua ése botón rosado tan apetitoso y poco a poco comenzó a palpitar ligeramente, mojándome el dedo lo fui metiendo en su ano de forma cuidadosa, él se movió, pero volvió a quedarse inmóvil, yo soltaba más saliva y movía el dedo dentro, mi lengua continuaba lamiendo su ano ya algo abierto, él instintivamente separó más sus piernas, mojé mi dedo pulgar que entró en lugar del índice, me llegó un leve gemido de su boca en la almohada y mi boca junto a la lengua continuó participando del festín. Pasé mi mano bajo sus piernas bajando su polla endurecida sobre las sábanas y la fui lamiendo mientras el dedo trabajaba, mis labios chupaban el rosado capullo e incluso mis dientes intentaban morderlo resbalando sobre ésa piel aterciopelada gimió de nuevo, su ano iba a recibir dos dedos y comenzó de nuevo la penetración del índice y el dedo medio bien mojados de saliva.

Krauss dobló las piernas y apoyándose sobre las rodillas subió su trasero hacia arriba dejándolo a mi merced mientras su polla bamboleaba dura entre sus piernas, mis dedos lubricados se abrían paso una y otra vez dentro del culo, me puse de rodillas tras él y pasando mis brazos por sus costados hice incorporar su cuerpo, mojé mi polla mientras le susurraba al oído: ¡Muérdeme, ódiame o mátame, pero disfruto mucho abriéndote el ano como una flor y quiero poseerte! Mojé mi mano con saliva frotando mi verga y la acerqué a su recién abierto nido y fui entrando dentro de él, gimió, ambos suspiramos, busqué su boca saboreándola y entonces él empujó su culo hacia abajo clavándose toda mi polla, gimió de dolor, mis dedos acariciaban sus pezones, mi boca envolvía su lengua y juntos de rodillas comenzamos a movernos al mismo tiempo, su lengua entraba avasalladora en mi boca hurgando por dentro, su respiración estaba agitada lo mismo que la mía, sus brazos doblados por encima de los hombros hacia atrás apretando sus manos sobre mi nuca forzándome a estar más pegado a su espalda mientras nuestras bocas se saciaban de lujuria, luego la bajaba por mis costados sujetando mis caderas e incluso apretando mis nalgas contra él, minutos después separaba sus nalgas clavándome profundamente en su culo, bajó su cuerpo apoyando sus manos en la cama y una de mis manos en su hombro y otra en su cadera lo follaba a conciencia, todo eran gemidos placenteros, Krauss soltaba: ¡Por Dios, por Dios que placer! Volví a levantar su cuerpo diciéndole: ¡Quiero terminar al mismo tiempo que tú! Y mi mano lo comenzó a masturbar, notando su pronto final saqué mi polla del culo apretándola contra su trasero frotándome contra él y ambos soltamos nuestro semen gimiendo, él sobre su vientre entre mis dedos y yo contra su trasero, apretó mi boca contra la suya devorándome.

Agaché mi cuerpo limpiando mi semen con la lengua y después tumbándole sobre la cama limpié el suyo sobre su vientre a lametones provocándole cosquillas, soltó: ¡Gracias! Y casi al instante estaba dormido, me acurruqué a su lado apoyando mi cabeza sobre su pecho y cerré los ojos, justo en ése momento se abrió la puerta del cuarto dejando ver unos potentes rayos de sol que iluminaron el cuarto y Hans riendo decía: ¡Rubén, lo he encontrado, no se ha tirado por la borda! Y dejando la puerta abierta se fue riendo. Miré a mí alrededor, mi ropa estaba destrozada y manchada, menos los zapatos y chaqueta, vi un aseo y me di una ducha rápida cepillándome los dientes con la pasta sobre el dedo me envolví en una toalla grande, antes de salir me acerqué el bello durmiente y besé sus labios, en un susurro dije: ¡Gracias por hacerme sentir adorable! Lo que yo ignoraba que al salir, Krauss abrió los ojos sonriendo.  Fui en la dirección tomada por Hans, bajo un entoldado desayunaban Hans y Rubén me uní a ellos, nadie comentó nada de la noche anterior, le dije a Rubén que había visto a Antón en el yate, tan hermoso que casi no lo habría reconocido, Rubén siempre con sus chanzas hirientes soltó: ¡Cómo siempre estás mordiendo almohadas no te enteras de nada! Cerca de mi espalda sonó la voz de Krauss diciendo: ¡Buenos días guapo! Se inclinó besándome la boca seductoramente, se sentó a mi lado sonriendo, le pregunté: ¿Qué te apetece tomar, café, café con leche o té? Su mano se apoyó sobre la mía diciendo: ¡Cariño War me prepara el desayuno! Estiró su brazo sujetando mi nuca devorando mis labios y boca, junto su cara con la mía susurrándome: ¡Hoy no he tomado nada y mira como estoy! Separó un poco el batín mostrándome la verga que se endurecía, Hans su hijo soltó: ¡Padre por favor que estamos en la mesa! Krauss soltó una carcajada diciendo: ¡Hace rato que Rubén y tú os acariciáis, seguramente vuestras pollas estarán más duras que la mía! Ambos se sentaron correctamente apareciendo sus manos sobre la mesa y sonreí, apareció un joven negro con el desayuno de Krauss dejándolo frente a él y le preguntó: ¿War te trata bien mi hijo y sus amigos? El aludido asintió con una sonrisa franca mostrando su perfecta dentadura: ¡Sí, Sr. Krauss me tratan muy bien y disfruto con ello señor! ¡Déjate de señor te lo he dicho muchas veces llámame Krauss y estoy plenamente seguro que disfrutan contigo y tú con ellos!

Rubén preguntó: ¿Dónde estuviste toda la noche? Yo titubeando dije: ¡Me encontré con Krauss hablando con Antón y al marcharse estuvimos jugando al billar, bebiendo y hablando quedándome dormido! Krauss añadió: ¡Tú primo Bruno es bueno usando el palo y las bolas, incluso llegó a dominarme! Yo bajé la vista ruborizándome al escuchar esas palabras con doble significado, Rubén me dio un codazo susurrando cerca del oído: ¡La polla de War mide casi cerca de 30 centímetros y tengo el culo escocido! La voz de Krauss dijo: ¡Bruno nos vamos a ver si encuentro alguna prenda que te vaya bien, tu ropa está muy arrugada! Ya en su dormitorio dije: ¡Muy arrugada, estropeada diría yo! Y nos reímos juntos, me abrazó mientras besaba mi cuello, abrí el cinturón del batín pasando mis manos sobre tan perfecto y maduro cuerpo, me gustaba mucho su contacto y acariciando su pectoral me deslicé quedando de rodillas frente a su endurecida verga, mi cabello se frotó contra ella y sujetándola golpeé mis mejillas con ella endureciéndola más todavía, mi boca chupó con ganas, la lengua la volteaba y seguía el curso de las venas de la polla chupando de nuevo su capullo, separé mi toalla tendiéndome sobre el lateral de la cama y levantando mis piernas ofreciéndome a él, dejando caer el batín sujetó mis piernas clavando su polla dentro de mí, yo gemí profundamente, él también gimió más quedo, sus ojos no se apartaban de mi cara, notaba fija su mirada, me mordía los labios al notar sus embestidas potentes y continuas, mis gemidos lo enardecían, su pelvis y caderas arremetían con fuerza inclinó su cuerpo mientras sus labios devoraban los míos y yo abrazaba su cuerpo, feliz, aunque fuera por última vez, es sabido que los amoríos de verano duran eso, un verano. Krauss ha incorporado su cuerpo y mientras arremete su polla dentro de mí una mano me sujeta la polla en vertical mientras la otra frota apretando alrededor de mi capullo con cariño y mientras arqueaba mi cuerpo de placer mi polla estalló soltando semen salpicando por todos lados, su rostro denotaba placer viéndome escupir mi semen por todos lados tanto que le dio placer mi ano apretado y derramó su simiente dentro mío  mientras su cuerpo se desplomaba sobre el mío, lo acaricié y besé sus labios, notaba el temblar de su polla en mi culo soltando las últimas gotas de semen.

Nos duchamos de nuevo y me dejó algunas prendas acompañándome al motel donde Rubén y yo teníamos la habitación, se percató del cuchitril que compartíamos, me decía que no me iba a faltar de nada y yo seriamente dije: ¡No quiero ser un mantenido nunca más, no tengo muchos estudios, pero si es necesario hacer más horas trabajando lo haré, pero no pienso prostituirme de nuevo por un alquiler! Krauss dijo: ¡Pero te debo un pantalón y una camisa! Yo sonreí respondiendo: ¡Tengo demasiada ropa en la bolsa, no te preocupes por ello! Él dubitativo dijo: ¿Aceptas que te invite a comer al mediodía? Yo acepté y tras cambiarme de ropa, puse la suya en una bolsa y salimos al exterior. La comida fue placentera, hablamos largamente de mi infancia junto a Rubén y él me contó su vida, siendo consciente de los vicios de su hijo Hans junto a su falsa rubia novia, finalmente nos despedimos.

Pero cada noche acudía a buscarme a la discoteca y terminábamos en su cama, lentamente aprendió a dilatarme para penetrarme después, me gustaba sentirlo dentro de mí, se movía con firmeza, sin nada de sustancias, también comenzó a disfrutar cuando mi boca le abría el ano para recibirme dentro una y otra vez, siempre me aseguraba que nunca había sentido eso con nadie del mismo sexo, reconozco que yo era suave pero no era afeminado, cada vez más me sentía unido a Krauss, me regaló algún jersey, camiseta y pantalón, pero siempre le decía que no gastase dinero en mis prendas, lentamente mi corazón se henchía de amor por él, pero como siempre decía Rubén yo era muy enamoradizo, el último día, antes de partir él  me entregó una caja como si de una joya se tratara, pero habían unas llaves dentro de la caja aterciopelada, dijo: ¡Espero que aceptes dormir en mi casa, mientras buscas un trabajo en Sitges, para reencontrarte dentro de pocos días en nuestra casa!

Más tarde descubrí una nota dentro de la cajita: ¡Te amo! ¡Te necesito cómo el aire que respiro! ¡Te deseo con todo mi corazón! Tuyo. Krauss.

Continuará.