Amigos del servicio militar (Parte 2)

El sábado por la noche. Fran hará florecer los deseos homosexuales del marido de Rosi y les usará para sus más obscuros divertimentos, llegando a una orgía con desconocidos.

Como ya comenté en el relato anterior, estos capitulos los escribí hace muchos años y esta parte en concreto no la he retocado. Es difícil acertar con el gusto de todos los lectores pero creo que esta entrega se aproximará lo máximo posible a ese fin.


Eran cerca de las 7 de la tarde cuando nos despertamos de aquella maravillosa siesta. Ninguno mencionó nada de lo acontecido.

Tomamos café y charlamos un rato. Fran nos propuso cenar y salir después a tomar unas copas. Pedimos unas pizzas y a eso de las 10 Rosi se metió en la ducha. En ese momento Fran comenzó a desvelarme su morboso plan:

Fran: -esta noche lo vamos a pasar como nunca, ya lo verás Dani. Me han hablado de un sitio aquí en Madrid para tomar unas copas y echar un buen rato, ya me entiendes, un rato de los buenos.

Me preguntó si me había gustado lo que habíamos hecho con mi mujer. Le dije que nunca había participado en nada parecido, y mucho menos con un viejo amigo y mi propia mujer, pero que no me había disgustado en absoluto, es más, todavía seguía excitado por aquella escena de sexo depravado que había presenciado y en cierto modo contribuido.

Fran: -bueno, tengo una sorpresita para vosotros esta noche, pero espero de toda tu confianza, va a ser morboso, ya lo verás.

En aquel punto todo me parecía ya morboso.

A eso de las 12 de la noche salimos de casa. Fran le dijo a Rosi que se pusiese algún vestido bonito, con faldita y esas cosas. Fue obediente y se puso un vestido ceñido de color negro, con una falda por encima de las rodillas. Se había maquillado y llevaba unas botas negras a juego. Estaba guapísima. A Fran se le caía la baba, no dejaba de mirarla. Volvió a decirme la suerte que tenía por haber pillado una hembra así.

Cogimos un taxi, Fran le dijo la dirección al taxista. La zona no la conocía muy bien, pero no recordaba que por allí hubiese ningún sitio de copas, discoteca ni nada por el estilo.

Yo me senté en el asiento delantero y mi mujer con Fran se sentaron detrás. Les oía decirse cositas al oído, y Rosi reía de vez en cuando. Miré un par de veces atrás y Rosi tenía una sonrisa dibujada en los labios. Fran la estaba metiendo mano de lo lindo, no se cortaba.

El taxista me comentó: estos dos acaban terminando la faena aquí mismo jajajajajajaja

Y la verdad es que tenía razón. ¡Se estaban poniendo morados!

Finalmente llegamos. Salimos del taxi y andamos un par de manzanas. La entrada de aquel sitio era elegante. Dos porteros en la puerta bien vestidos y nadie haciendo cola para entrar. Cosa normal, pensé, ya que el sitio estaba algo alejado del centro.

Nos preguntó uno de los porteros si los dos veníamos acompañando a la señorita. Contestamos que sí. Preguntó el otro portero: ¿Han estado aquí alguna noche o es la primera vez? La primera vez, contestamos. –Espero que se diviertan (contestó).

Una vez dentro pedimos la primera copa. No había mucha gente. El sitio era bastante pequeño, una pista de baile en medio, un par de barras, y los sillones típicos. Había unas escaleras en un lateral con un aviso: ZONA PRIVADA. Estaba bien decorado, tal vez el ambiente era demasiado oscuro para mi gusto. La música estaba bien.

Bajamos a la pista de baile. Se pusieron a nuestro lado un grupo de cuatro chicos y una chica. Estuvimos bailando un rato. La cosa se iba animando. Había mucho intercambio de miradas, tanto de los chicos a Rosi como de Fran y yo hacía las chicas que por allí se dejaban ver, que no eran muchas la verdad.

Esto es un campo de nabos, le dije a Fran. Los dos reímos. Fran me dijo: -bueno, habrá que sacar partido de la situación, ¿no?

La chica que venía con el grupo de chicos se acercó a mí y empezamos a hablar. Yo no salía mucho de copas con mis amigos, y mucho menos de noche, y aquella situación me gustó. El morbo de que una chica viniese a ligar conmigo delante de mi mujer. Miré un par de veces a Rosi. Me sonrió y me guiñó un ojo. Eso me encantó. Nos estábamos convirtiendo en una pareja liberal a pasos agigantados (pensé).

Los chicos del grupo empezaron a hablar con Rosi y con Fran. Parecían bastante majos. Iban bien vestidos y eran educados.

Mi nueva amiga se llamaba Rebeca. Me dijo que ellos solían venir mucho a tomar copas a este sitio. Y enseguida adivinó que era nuestra primera vez. La verdad es que era atractiva y se pegada mucho a mí. Me susurraba al oído que daba gusto. Empecé a excitarme. Ella pensaba que Fran y mi mujer eran pareja. Cuando se enteró de que era al revés se sorprendió. Me gustaba mirar sus labios, que eran carnosos. Estaba un poco rellenita, pero era muy atractiva, pelo liso negro a media melena y unos pechos grandes que hacían un escote perfecto. Vestía muy parecido a Rosi, un vestido azul oscuro ceñido y zapatos a juego.

Tan enfrascado estaba en mi conversación y sus labios, que no me di cuenta de que Rosi estaba bailando con dos de los chicos. Estaban muy pegados y uno de ellos se había situado detrás, rozando su paquete con el culo de Rosi. El otro la sujetaba de la cintura y también se rozaba bien.

En aquel momento llegó Fran y me dijo: -¿preparado para la sorpresa?

Contesté que sí. Cogió a Rosi de la cintura y le dijo a los chicos: -no os preocupéis, ahora os la devuelvo.

Todos se echaron a reír. Nos dirigimos los tres al baño de caballeros. Y para mi asombro Rosi también entró. Tuvimos suerte, no había nadie. Nos metimos en uno con taza y cerramos la puerta. Era una situación muy excitante. Estábamos los tres muy pegados. Sonriendo nerviosamente. Fran sacó un tubo pequeño, como de pasta dentífrica. Rosi le preguntó qué era eso, y Fran le contestó: -lo que va a hacer que esta noche sea inolvidable, confiad en mí.

Le levantó la falda del vestido a Rosi, ella estaba muy excitada, se le notaba a leguas. Le pidió que se quitase las bragas. Rosi no se hizo de rogar. Fran las cogió y se las metió en el bolsillo.

Fran dijo: -Joder, ¡están mojadas! Ese par de cerdos te están poniendo bien cachonda, ¿eh?

Era cierto, Rosi tenía el coño lleno de jugos. Sus pezones se le notaban bien duros. En ese momento me besó. Yo la acaricié el coño y pude comprobar que estaba chorreando.

Me dijo: -si tú confías en él yo confiaré en él.

Fran se untó en la mano aquella crema blanca que salía del tubo. La diluyó con los dedos y se la restregó en el coño a Rosi. La estuvo frotando lentamente, desde el clítoris hasta bien atrás, pasándola por el culito de Rosi. Por la cara que ésta ponía supuse que estaba a punto de correrse.

Fran paró y me dijo: -ahora te toca a ti.

Me bajé los pantalones y me untó por toda la polla aquella crema. Sus caricias extrañamente no me disgustaron. Nunca tuve antes relaciones con hombres y por alguna razón no me importaba que mi amigo, al que hacía tantos años que no veía, me acariciase la polla. Empecé a empalmarme, cosa que Fran aprovechó para centrarse en mi capullo. Empecé a notar mucho calor en la punta. Estaba muy excitado.

Rosi dijo: -mi coño, mi coñito……. Me arde……. Mmmmmmmmm

Era cierto, yo sentía lo mismo. Me ardía la polla. La tenía muy sensible. ¡Me quemaba de gusto!

En ese momento Fran paró y me dio la vuelta, se puso detrás de mí y me dijo: -esto no creo que te importe.

Empezó a untarme aquella crema en mi culo. Imaginé que no era la primera vez que lo hacía, aquel cabrón me metía la crema en el culo con la punta de su dedo y me estaba gustando. Al poco tiempo empecé a notar calor en mi interior.

Fran dijo: -¡Vamos a tomar otra copa! Invito yo.

Nos colocamos la ropa y fuimos de nuevo a la barra. Esta vez Rosi no llevaba bragas. Creo que aquella situación la iba a matar de morbo.

Cuando nos sirvieron volvimos a la pista de baile. El sitio se estaba llenando y ahora nos costó un poco llegar hasta el grupo de chicos con los que antes compartíamos bailes y roces.

Rebeca volvió a pegarse a mí. Me dijo: -ya pensaba que no volvíais. Le dije que aquella noche no podría soportarla sin volver a ver esos labios tan bonitos. Una vez que aquella frase salió de mi boca me quedé sorprendido. Estaba muy excitado y estaba empezando a notar que volvía a empalmarme, pero esta vez en medio de una pista de baile mientras me rozaba con los pechos de aquella morena calentorra. No era una situación a la que estuviese acostumbrado, pero aquella segunda copa me estaba subiendo más deprisa de lo que pensaba.

Los dos chicos que estaban bailando con Rosi volvieron al ataque, y empezaron a sobarla descaradamente. Fran estaba hablando con los otros dos (ya que eran cuatro), y miraban al trío que se estaba formando en la pista de baile, sonreían y uno de ellos señaló a Rosi. Estaba claro que estaban tramando algo. En este punto me fijé más en ellos, no debían de pasar de los 30, y parecían muy seguros a la hora de entablar conversaciones con otra gente.

Le pregunté a Rebeca si eran amigos de hacía mucho, me contó que realmente aquellos chicos eran amigos de su novio, que justamente era uno de los que no paraba de rozarse y meter mano a mi mujer. Me dijo: -como ves, parece que compartimos los mismos gustos.

No supe decirle que yo era un novato en la materia, y que estaba descubriendo de golpe, aquel fin de semana, todas las perversiones de las que podía ser capaz.

Fran se acercó a nosotros y nos dijo: -pareja, acabad la copa que tu amigo Pedro nos invita a tomar la penúltima en su casa.

Pedro era el cerdo que le rozaba el culo a Rosi. Pude ver como el novio de Rebeca empezaba a comerle el cuello a mi mujer y como ésta le frotaba el coño contra su paquete. Estaba claro que tenía que estar ardiéndole el coño y el culito, y rozarse de esa manera la tenía que aliviar de alguna forma. Menuda zorra de mujer que te has echado Dani (pensé).

Terminamos la copa y salimos todos juntos. Al andar notaba el calor en mi culo y en mi polla contra el slip. Rosi se acercó a mí y volvió a besarme. Me dijo: -está claro que le gustas a esa chica, y mi coñito no para de quemarme, no sé cómo voy a poder apagar este calor.

Mientras esperábamos un par de taxis, delante de la entrada de aquel sitio, se acercó uno de los chicos, que más tarde supe que se llamaba Andrés, y se pegó por detrás a Rosi. La agarró de la cintura y dijo: -me han dicho que no llevas bragas, ¿es eso cierto?

Y sin esperar a que mi mujer respondiese metió la mano por detrás, debajo de su falda, y le metió los dedos en el coño. Todos se echaron a reír. Andrés lo confirmó: -chicos, es cierto, no lleva bragas y además está empapada.

Volvieron a reírse. Los porteros de la discoteca también rieron y se dijeron algo entre ellos. Menos mal que no pienso volver por aquí (pensé). No sabía lo equivocado que estaba.

Por fin llegaron dos taxis, nos metimos en el de detrás y les seguimos. Pedro vivía a 5 minutos de allí.

Cuando bajamos del taxi me di cuenta de que era un buen barrio. Pedro dijo: -es allí, en esa torre.

Su casa estaba en el piso 12. Era bastante grande y la tenía muy bien decorada. En el amplio salón había montado un equipo de música y un par de sofás de piel. Tenía una televisión de plasma que debía de tener más de 40 pulgadas. El tío tenía que andar bien de pasta (pensé).

Puso música y nos sentamos. Trajo varias botellas y hielo. Nos pusimos unas copas. Era un buen anfitrión, no cabía duda.

Alguien dijo: -bueno, esos bailarines, ¡que salgan y nos deleiten!

No hizo falta animarles, los tres se levantaron y empezaron a bailar en mitad del salón. El ambiente era muy agradable, copas, risas, buena compañía y Rebeca pegada a mí como una lapa. Cada vez me gustaba más aquella chica y estaba decido a follar con ella, o lo que se terciase.

Miré a Rosi y pude ver que tenía la falda prácticamente levantada y dejaba ver su coñito. Ellos aprovecharon aquella situación y empezaron a meterle los dedos en el coño. Rosi tenía los ojos cerrados y se movía al ritmo de la música como nunca la había visto. Comprobé que ella no se quedaba corta y le metía mano a Pedro en el culo y al novio de Rebeca, que se llamaba Carlos, directamente le sobaba el paquete.

Andrés dijo: -vaya vaya, parece que la cosa se está animando como a mí me gusta.

Se levantó y se apuntó a meterle mano a mi mujer. Los otros la compartieron sin problemas y ahora Carlos había abandonado su coñito para sacarle las tetitas y le estaba comiendo los pezones. Rosi no paraba de gemir. Tres tíos para ella solita. Vaya zorra.

Fran hablaba con el cuarto de ellos, que más tarde supe que se llamaba Nacho.

Rebeca me dijo: -uf, me estoy poniendo cachonda con la escenita que tu mujer nos está brindando.

Ahora los tres cerdos se habían sacado la polla y Rosi, de rodillas, se la mamaba de uno en uno. Vi que estaban muy pegados a ella y le restregaban sus pollas por la cara cuando no la tenía en la boca. Andrés era el más guarro sin duda, cuando le tocaba recibir a él la mamada, el muy cabrón la agarraba del pelo para que no se la sacase de la boca. Uno de ellos dijo: -eres un abusón Andrés jajajaja (se burlaban).

Miré a Rebeca a los ojos y entendió perfectamente lo que quería. Empezó a besarme, me tumbé en el sofá. Me sacó la polla del pantalón y empezó a menearla. No tardó ni cinco segundos en ponerse dura. Vi que el capullo estaba muy hinchado y rojo. También brillaba la punta. Sería por el efecto de aquella crema. Seguía sintiendo ese calor en mi culo, que subía hasta la base de los huevos. Fran era un cerdo de mucho cuidado. En ese momento caí en la cuenta de que Fran no se había untado aquella crema. Menudo cabrón (pensé).

Rebeca me susurraba al oído lo dura que tenía la polla. Entre sus comentarios guarros y la escenita de la zorra de mi mujer mamándosela a aquellos chicos, la tenía a reventar. Le pedí que se la metiese en la boca. Rebeca empezó a mamarme con delicadeza el capullo. Movía la lengua muy bien. Si sigue así, con lo excitado que estoy, me correré en un minuto.

Fran y Nacho se levantaron para ver el espectáculo más de cerca. Se habían servido otra copa y comentaban la jugada. Se pusieron a nuestro lado. Nacho le dijo a Rebeca: -mámasela como tú sabes, seguro que le gusta, venga, ¡no os cortéis!

Yo no pensaba cortarme y Rebeca se incorporó y me dijo que me quitase los pantalones. Así lo hice. Me pusieron a cuatro patas en el sofá. Me quedé con el culo totalmente expuesto y la polla totalmente empalmada mirando al suelo. Entonces sucedió algo maravillosamente guarro, Rebeca empezó a masturbarme en aquella posición mientras me pasaba la lengua desde el cuelo hasta los huevos. Aquello era, como tantas cosas que sucedieron esa noche, algo nuevo para mí. El gusto que me daba me dejó paralizado. Aquella chica era una experta guarrona que me estaba matando de gusto. Vi en un lado que Nacho se había sacado la polla y se masturbaba con el espectáculo. El cabrón tenía una polla muy venosa con un capullo muy puntiagudo. Me quedé mirándolo mientras Rebeca me comía el culo. Fran y Nacho comentaron algo y Nacho se situó detrás de mí. En ese instante Rebeca se situó debajo de mí y empezó a mamármela mientras notaba como Nacho me metía un dedo en el culo. Estuve a punto de parar aquella situación, pero el gusto que estaba sintiendo me tenía paralizado. No podía ni hablar. Sólo gemía muy bajito, pero era un gemido rítmico, acorde con el dedo que me estaban metiendo en el culo. Noté que pasó de un dedo a dos o tres. Mi culo se estaba abriendo por momentos y miraba como Rebeca se deleitaba con mi polla. Era simplemente maravilloso.

Nacho se incorporó y se situó justo detrás de mí con la polla en la mano. Recordé las palabras de Fran: -esto no creo que te importe.

Empezó a follarme el culo lentamente. Era la primera vez que me pasaba algo así. Noté como mi culo me ardía ahora más, mucho más. Se movía muy despacio, pero la clavaba entera en mi culo el muy cerdo. Notaba como lo tenía lleno de polla. Rebeca dijo: -ahora sí que se te ha puesto la polla dura, vamos Nacho, fóllale bien que se nota que le está gustando al muy cabrón.

Era cierto, cuanto más rápido le daba aquel cerdo, más gusto sentía en mi interior. Noté como abría con sus manos mi culo, para ver bien la escena supuse. Fran estaba a su lado y no se perdía detalle.

Oí que decían: -joder, el marido es más puta que la mujer jajajaja –mira mira Rosi, ¡se le están follando bien follado! –dale Nacho, ¡que esa puta quiera más! jajajajaja

En ese mismo instante solté un gemido más fuerte de lo normal. Rebeca se la sacó de la boca y empezó a meneármela muy rápido. Y me corrí como nunca hubiese imaginado. Miré hacia abajo para ver cómo salía la leche de mi polla y pude ver varios chorros cayendo al sofá. Hubo carcajada general. Rebeca me la exprimió bien, hasta la última gota, que tuve la delicadeza de bebérsela directamente de mi polla.

Les pedí que me dejasen descansar. Me tumbé boca arriba en el sofá de piel, notando como mi culo se contraía y como se iba pasando aquel calor de mi polla a los huevos, y luego hasta mi culo bien follado.

Nacho se dirigió a Rebeca, y como si ya supiesen lo que tenían que hacer, ésta se puso a cuatro patas en el sofá, al lado de mí, se subió la falda del vestido y dejó ver su tremendo culo, era grande pero bien moldeado, muy redondo, y la muy puta tampoco llevaba bragas. Debía ser la moda en aquel lugar (pensé). Nacho le dijo: -a ti no te hace falta precalentamiento, tu culo está acostumbrado a mi polla, ¿verdad putita?

Nacho se disponía a follarle el culo a Rebeca. Aquel cerdo debía ser bisexual. Rebeca no perdía ocasión para follarse a sí misma el coño con los dedos.

Y pudimos verificar que aquella puta gordita estaba más que acostumbrada a que la follasen por el culo, y me daba, que en especial por la polla venosa y puntiaguda de Nacho.

Nacho empezó a follarla fuerte desde el principio. El muy cabrón la estaba destrozando. Rebeca gemía mucho más fuerte que yo. No se cortaba. Fran no perdía ojo a nada, pero todavía no se había sacado la polla del pantalón. Por el bulto, que era muy visible, debía estar medio empalmado.

Volví a mirar a mi mujer. Ahora la muy zorra estaba sentada encima de Pedro, cabalgándole la polla, mientras que se la mamana a los otros dos. Mi mujer era una puta de las buenas (pensé). No paraba de gemir, y se veía que no la disgustaba que la forzasen a comerse una polla, ya que Carlos imitaba a Andrés y la forzaba a tragársela entera sin soltarla del pelo. Carlos: -traga zorra traga, ¡que sé que te gusta! Andrés: -que puta eres Rosi, ¡puta! Pedro: -así así, muévete puta, me arde la polla de lo caliente que tienes el coño, zorra……….

Se estaban deleitando bien. Escuché que Rosi decía: -me arden todos mis agujeros, folladlos bien, folladlos, ¡soy vuestra puta!

Eso les animó más a los tres cerdos. Andrés se la sacó de la boca y dijo: -ahora te toca por los tres agujeros a la vez puta.

Se situó detrás de Rosi. Nunca lo había hecho antes por ahí, ni conmigo ni con Fran. Pero estaba claro que no se lo iba a perder por nada del mundo.

Andrés separaba bien las nalgas y apuntaba su polla hacía el culo de mi mujer. Y el muy cabrón se la clavó de golpe. Rosi soltó un pequeño grito, que al instante convirtió en un gemido agudo. Vaya puta estaba hecha. Andrés: -que bien entra joder, y que apretado está, joder, me arde la polla, que buen culo puta…….

Tenía razón, ahora tenía el coño, el culo y la boca bien folladas y a la vez. Rosi estaba irreconocible. Conté hasta tres orgasmos brutales en aquella posición. Ni siquiera abría los ojos del gusto que le daba. Vi como se alternaron en su culo Carlos y Andrés, que se iban follando su culo y su boca según les apetecía. Pedro no soltaba el coño ni sus tetas, las chupaba sin parar, era un vicioso.

Oí como gritaba Pedro, el muy cabrón se estaba corriendo en el coño de mi mujer, ¡y sin condón! Pero en ese momento lo que menos nos importaba era eso. Andrés seguía follándola el culo mientras Pedro seguía con su polla en el coño de Rosi, ¡el muy cabrón ni después de correrse quería sacársela!

Andrés dijo: -déjame Carlos, que a esta puta hay que follarla como se merece.

La agarró del pelo muy fuerte, Rosi gemía y gritaba sin parar, y el muy cabrón la follaba el culo sin piedad. Carlos disfrutó de las vistas y se corrió en la cara de Rosi mientras ella no paraba de gritar. Los chorros la golpeaban en los ojos y en la boca. Vi como caía su leche desde la cara de Rosi hasta la cara de Pedro, que seguía debajo. El muy cabrón no le hacía ascos a nada, y abría la boca para deleitarse con la corrida de su amigo mezclada con la saliva de Rosi.

Andrés por fin se corrió. Gritaba como un loco y tenía la mirada ida del gusto. Rosi no paraba de gemir y gritar. Volvió a correrse así la muy puta.

Miré a la parejita que hacían Rebeca y Nacho. Fran seguía a su lado observándolo todo. Rebeca le dijo a Nacho: -por favor, por favor, fóllame el coño, fóllalo……..

A lo que contestó Nacho: -no puta, ya sabes que no me gusta, te follo el culo y punto.

Aquel cerdo la estaba dando bien. Vi como separaba las grandes nalgas de Rebeca y miraba fijamente al agujero de su culo mientras lo follaba.

Nacho: -me corro guarra, ¡me corro!

Y empezó a darla embestidas brutales mientras gemía de forma muy profunda. La gordita de Rebeca no paró de follarse el coño con los dedos y la muy puta se corría mientras la llenaba todo el culo de leche. Andrés dijo: -mirad, se corre como una vaca jajajajaja

Todos quedaron tumbados, bien en el suelo, bien en el sofá. Vaya polvos que habíamos echado. Oí a Rosi decir: -ya no me quema mi coño, mmmmmmmmmmm

Fran continuaba de pie, con la copa a punto de terminarse. Y dijo: -bueno, ahora me toca a mí.

Era su típica frase, que significaba que ahora iba a hacer a las chicas las cosas más guarras que hubiesen hecho nunca.

Se quitó los pantalones y dejó ver su tremendo paquete a medio empalmar saliéndose por un lado del slip. Todos miraron sorprendidos, menos Rosi y yo, que aquella misma sobremesa pudimos verla, y Rosi catarla.

Pedro: -¡joder que pollón tío!

Andrés: -¡Si parece un caballo! (a este comentario nos reímos todos).

El resto se quedó boquiabierto. Rebeca, que le tenía pegada al lado, quedó entre sorprendida y maravillada. Se acercó a él y empezó a tocarla por encima del slip, acariciando con los dedos la punta de su gordo capullo que se escapaba por uno de los lados del slip. Se hizo el silencio. Veíamos como iba creciendo más y más y cómo palpitaba. Finalmente se quitó el slip y la liberó. Su polla se elevó rozando la cara de Rebeca, que estaba ya arrodillada a su lado.

Carlos, el novio de Rebeca dijo: -Ahora sí que vas a disfrutar con esa polla puta de mierda.

Fran agarró la agarró del pelo y empezó a forzarla para que le comiese el capullo. Estaba tan grande que a Rebeca le costaba metérselo en la boca. Todos disfrutábamos del espectáculo. Fran le hizo una seña a Rosi para se acercase también, se lo quería montar con las dos a la vez.

Rosi obedeció y se puso de rodillas al lado de Rebeca, que se estaba atragantando ya con la polla de aquel cabrón que yo tenía por amigo.

Fran se dedicó durante un buen rato y meterla y sacarla de las bocas de las dos. Las tenía cogidas por el pelo para que no se escapasen, y las atragantaba una y otra vez. El muy cabrón sabía humillarlas y usarlas. Mientras atragantaba con su polla a una, a la otra la obligaba a mirarlo. Pude ver que Rebeca tenía los ojos llorosos, la estaba destrozando la garganta. Sollozaba muy bajito y luego abría y abría la boca para que aquel pollón entrase en su garganta, le caía la baba por la garganta, se atragantaba, hacía gestos de vomitar y luego Fran la sacaba de su boca para volver a la de Rosi.

Vi que varios de los chicos ya estaban masturbándose otra vez. Y eso que el espectáculo no había hecho más que empezar (pensé).

Fran: -bueno chicos, ahora os voy a enseñar a usar a unas putas como estas dos.

Puso a Rosi a cuatro patas en el suelo y le dijo a Rebeca que le abriese bien el culo. Fran: -Rosi, putita, ahora te voy a follar yo el culo, que sé que acabas de perder la virginidad hace sólo 15 minutos.

El culo de Rosi estaba todavía un poco dilatado. Rosi no decía nada, sólo empinaba bien el culo para que se lo partiese el cabrón de Fran.

Fran: -¿Te ha gustado que te follen el culo?

Rosi: -Sí, me ha gustado sí. Me he sentido muy puta.

Fran: -Eso me gusta mucho, ahora abre bien el culo que te lo voy a romper en dos.

Rebeca separó sus nalgas como si las quisiese partir. Los chicos ya se habían acercado a ver el espectáculo de cerca, con las pollas en la mano. Fran apuntó la cabeza de su polla al agujerito del culo de Rosi, empezó a presionar y Rosi gimió.

Andrés dijo: -Si todavía ni te la ha metido, ¿y ya te estás quejando? Jajajajaja

Empezó a introducirse poco a poco en su culo. Rebeca miraba fijamente aquel miembro, estaba claro que no había visto nunca uno tan grande.

Fran empezó a follarla fuerte, Rosi empezó a gemir como una cerda.

Los chicos decían: -mira mira, ¡está entrando!

–La va a romper en dos.

Fran daba embestidas tremendas y se la clavaba entera en el culo a Rosi. Su culo estaba totalmente dilatado y Rosi gritaba y gemía de gusto. Rosi dijo: -me duele mi culito, ¡me duele!

Pero Fran no paró en ningún momento las embestidas, es más, la cogió del pelo y tiró hacia él, como yo sabía que a él le gustaba hacer Rosi.

Fran dijo: -¡Así se doma a una yegua!

Pedro, que estaba masturbándose como un loco, se arrodilló al lado de Fran y empezó a correrse en el culo de Rosi. Pude ver cómo la corrida caía por la raja de su culo y hacía de lubricante para la follada de culo que le estaba haciendo Fran.

Rosi empezó a gritar: -Me corro!!!!!!!!!!!!

Y empezó a temblar todo su cuerpo, mientras, Andrés aprovechó para correrse en su espalda.

Rosi quedó tumbada en el suelo por segunda vez. Temblando, tapándose con una mano el culo y con la otra el coño.

Fran dijo: -Bueno, prepara el culo Rebeca, que te lo voy a dejar bien roto.

Rebeca ocupó el lugar de Rosi, se puso a cuatro patas y mostró de nuevo su tremendo culo, grande y redondo, era maravilloso.

Fran: -Primero te follaré el coño, no vaya a ser que te quedes con las ganas putón.

Empezó a metérsela en el coño despacito, pero enseguida empezó a bombearla fuerte. Rebeca tenía los ojos muy abiertos y la boca entreabierta. La estaba destrozando el coño. Empezó a gemir muy fuerte. Fran no paraba de darle palmetazos en las nalgas. Sonaban muy fuerte, la estaba pegando con ganas. Rebeca tenía las dos nalgas totalmente rojas.

Al novio le encantaba el espectáculo, miraba fijamente la cara de su novia, que estaba desencajada mientras se acariciaba los huevos con una mano.

Finalmente Rebeca empezó a correrse, le temblaban las piernas y dejó de gemir por unos instantes. Fran aprovechó para darle un buen par de envestidas y dejarla clavada en el fondo de su coño. En ese instante Rebeca despertó de su silencio y pegó dos gritos seguidos, muy fuertes. Todos echaron a reír y a dar palmas. Celebraban el gusto y sufrimiento de su amiga y Carlos de su novia.

Quedaron así quietos unos instantes. Fran dijo: -Ahora el culo, a ver qué tal traga.

Sacó su polla y todos miramos que estaba muy húmeda y brillante. Fran: -Joder, que puta eres, ¡seguro que te has meado marrana!

El interior de las piernas de Rebeca estaba también húmedo. Menuda corrida que se pegó la cacho de guarra.

Esos instantes de inactividad los aprovecharon los chicos para servirse una copa. A mí me trajo Nacho un Ron con Coca-Cola. Me sonrió el muy cerdo al darme la copa. Tenía la poya flácida, pero sus venas seguían muy marcadas.

Rosi contemplaba a Rebeca, sentada en el suelo a su lado. La acariciaba el pelo y la cara. Estaba claro que tantos años casado con Rosi no habían servido para conocerla, al menos en la intimidad de sus gustos sexuales. No me extrañaba que Rosi se animase a besar a Rebeca. La miraba con cara de deseo, pero no pasaba de las caricias, que Rebeca agradecía. Si mi mujer era bisexual, estaba en el momento más propicio para sacar esa nueva parte de su sexualidad a relucir, mejor ocasión imposible (pensé).

Fran volvió a la carga, esta vez dispuesto a destrozar el culo de la guapa gordita Rebeca. Le indicó a Rosi que le separase las nalgas, este ritual ya me sonaba, a Fran le gustaba que sus putas se implicasen en las cerdadas. Rosi separó sus nalgotas y dejó ver el coño de Rebeca, totalmente abierto de par en par, depilado, muy rojo por dentro y muy húmedo, y el agujero de su culo bastante dilatado por la follada anterior que le dio Nacho.

Fran: -Que ganas tenía de follarte zorra, desde que te vi esta noche no he pensado más que en lo dolorida que te voy a dejar.

Se hizo el silencio, mientras los espectadores de la brutal follada se acercaban más para ver cómo entraba aquel pollón en el culo de Rebeca.

Al contrario de lo que todos pensábamos, el capullo gordo entró sin mucho esfuerzo. Rebeca emitió un gemido seco. Fran: -Se nota que este culo te lo follan a menudo zorra.

Empezó a moverse para ir metiendo toda la polla en aquel culo. Fran tenía razón, entraba de maravilla, se estaba tragando todo el pollón sin rechistar. Es más, la muy zorra ya gemía de placer.

Fran empezó a darle fuerte, todos admirábamos cómo se metía y salía aquella polla gorda y grande del culo de Rebeca. Pude ver cómo la muy guarra volvía a follarse el coño con sus dedos, como hizo con Nacho.

No pasaron ni dos minutos cuando empezó a correrse Rebeca. Los chicos animaban ya que era un espectáculo tremendo.

Y llegó el momento más sádico de Fran, cuando metió la mano debajo de Rebeca, y la pinzó con los dedos el coño. El cabrón debió apretar con mucha fuerza ya que Rebeca gritó e intentó zafarse de la presa dolorosa que Fran le daba a su coño. Pero Fran no estaba dispuesto a dejarse quitar el placer de apretar aquellos labios carnosos hasta oírla chillar. La cogió del pelo y tiró muy fuerte hacia él. Rebeca no paraba de gritar. Fran dijo: -Aquí mando yo puta, y si crees que no es así, te dolerá más, te lo aseguro.

Todos estábamos expectantes, en silencio. Rebeca asintió como pudo, demostrando su sumisión a Fran. Eso le gustó al muy cabrón, y empezó a apretar el coño de Rebeca con sus dedos. Debía de apretar mucho porque Rebeca no paraba de poner gestos de dolor, pero esta vez no gritó ni gimió, sólo aguantaba aquella presa en su coño.

Fran siguió follándola el culo mientras la manoseaba y apretaba los labios y el clítoris. Era un experto en usar hasta el límite a nuestras mujeres y novias. Contra todo pronóstico, la muy puta de Rebeca empezó a gemir. ¡Le gustaba!

Los chicos lo celebraron, ya que habían sido unos momentos muy tensos.

Fran le dejó el coño totalmente rojo y muy hinchado a Rebeca, había hecho con su coño lo que él había querido. Siguió con los pezones, como aquella tarde hizo con Rosi.

Empezó a apretar sus pezones mientras seguía follándola el culo, el muy cabrón no daba respiro. Rebeca volvió a poner gestos de dolor en su cara. Me agaché un poco para ver cómo los apretaba, retorcía y estiraba. La estaba haciendo polvo las tetas a Rebeca.

Cuando le pareció oportuno le dio un par de tortas en las tetas y pasó de nuevo a la profunda follada de culo que la estaba dando.

Rebeca estaba totalmente perdida, con la mirada desencajada, entre gusto y dolor. Igual gemía que empezaba a dar gritos de dolor.

Fran empezó a follarla duro el culo. Ahora la muy guarra gemía como loca.

Fran dijo: -Ahora te vas a correr como una vaca, puta, quiero que tus amigos y tu novio vean y oigan de lo que eres capaz.

Rebeca no paraba de gemir cada vez más rápido. La gordita dolorida se iba a correr. Esta vez sus gemidos eran muy profundos, eran diferentes.

Fran aceleró, la follaba como si estuviese enfurecido. Rebeca dejó de gemir, soltando a continuación un grito que debió de ser audible en toda la torre de pisos. La muy guarra empezó a mearse de gusto, todos mirábamos cómo salían los chorros entre blanco y amarillo de su coño. Llegué a contar 5 chorros a presión de pis. Quedó totalmente desfallecida en el suelo, gimiendo y temblando. Rosi la acariciaba ahora toda la espalda. Rebeca respondía a esas caricias con pequeños temblores. En ese instante supe que esa escena se me quedaría grabada para toda la vida.

Fran sacó la polla de su dilatado culo. Pudimos ver que Rebeca estaba sangrando, la había roto el culo.

Andrés: -Mira mira, la ha destrozado todo el culo, ¡joder!

Fran se levantó y miró a Nacho. Le dijo: -Vamos Nacho, que he visto como me miras la polla, anda acaba lo que estas putas no han sabido acabar con la boca.

Nacho como hipnotizado se arrodilló y empezó a meterse el capullo de aquel pollón en la boca. Sus amigos se echaron a reír.

Pedro: -Nacho, como esa polla no vas a pillar ninguna en unos años jajajaja

Nacho lo sabía y la degustaba como un buen mamón. Le lamía los huevos y bajó un par de veces hasta el culo de Fran. Éste se separaba las nalgas para que Nacho le metiese bien la lengua.

Fran: -¿A qué sabe Nacho? ¿Está buena?

Nacho: -Sabe a culo y a coño.

Siguió mamando el muy mamón. No tardó Fran en indicarle que se iba a correr y que quería que no cayese ni una gota al suelo.

Nacho tragó y tragó mientras Fran le agarraba de la cabeza. Se estaba atragantando pero Fran no paraba de empujar la polla hasta su garganta.

Fran no avisó de que se iba a correr, pero todos lo supimos porque agarró con las dos manos la cabeza de Nacho y empezaron a salir hilos de leche y babas de entre las comisuras del mamón.

Ahora Fran gemía profundamente. Cayó gran parte de su leche en el suelo, mezclada con babas.

Fran dijo: -Te falta práctica mamón de mierda.

Y soltó la cabeza de Nacho, que estaba tosiendo, intentando tragar los restos que le quedaban en la garganta.

Nos sentamos y tumbamos por el salón a descansar. Comentamos la jugada terminando la última copa. Rosi tuvo que ir al servicio con Rebeca a limpiarse y a mirar el culo de la dolorida gordita, que tuvimos que ayudar a levantase de la brutal follada que el cabrón de Fran le había dado.

Eran cerca de las cuatro de la mañana cuando Fran decidió que nos fuésemos a casa.

Fran: -Dani, vámonos a descansar que mañana me esperan negocios, y tu mujer me va a ayudar a cerrar un trato.

Intercambiamos teléfonos, ¡eso había que repetirlo!

Cuando nos despedimos, Fran besó a Rebeca y la abrazó. Le dijo: -Te has portado muy bien, tu novio tiene que estar orgulloso de ti.

De camino a casa ninguno comentamos nada de lo sucedido. Un taxi silencioso, una ducha al llegar a casa, una cama compartida para tres.