¿Amigo o enemigo? XI
-¡auxilio, que me esta violando!
Hola ya regrese yo con un nuevo capitulo de esta historia pero no me voy a disculpar por la tardanza por que creo que a este nivel todos ya se dieron cuenta de que soy un tardón, incluso al nacer me tarde un mes más de lo normal, pero de lo que si me voy a disculpar es que como que para mi el capitulo anterior quedo extraño asi que lo siento. Y otra cosa mensaje un poco importante hasta el final.
Capitulo 11 - Secretos al Descubrierto
Roberto
Al tomarlo a si de desprevenido quedo un tanto sorprendido y sin habla obviamente, me encantaba tenerlo así ya que podía ser una señal de que le gustaba el regalo, pero también podía ser que no le gusta nadita de nada y que estaba pensando como lanzármelo a la cara hecho añicos junto con unos cuantos cuchillos………… o solo me lanzaría los cuchillos en la cara. Cuando parecía que iba a decir algo sentí que alguien me jalaba bien fuerte de mi cabello y de mis orejas hasta arrastrarme y dejarme hasta el cuarto que ocupaba en esa casa, una vez ahí pude ver quiénes fueron los que me separaron de Juan en ese momento, quienes obviamente eran ni más ni menos que el papá de Juan y este José pero ellos me miraban como si quisieran matarme por algo que yo hubiera hecho que fuera bien malo lo cual me estaba dando terror.
-más te vale que ya no te le pegues tanto así a Juan a menos que quieras que te castre yo mismo niñito –sin duda cuando quería José puede dar miedo
-escúchame bien solo te deje quedarte en esta casa por la gran amistad que tengo con tu mamá pero si te veo que tratas de hacer que mi hijo menor se fije en ti te voy a tener que sacar a patadas de aquí sin importar que ¿Entendido? No pienso dejarle a ningún idiota a mi pequeño hijo–yo solo pude asentir con la cabeza ante esa amenaza.
Cuando termine de contestar con la cabeza se vieron mediamente satisfechos salieron de la habitación sin no antes lanzarme unas cuantas miradas asesinas contra mí, al parecer esos dos son sumamente sobre-protectores en cuanto se refiere a este Juan y todo lo que tenga que ver con él; como nunca había utilizado el plan de Ángela enfrente de alguno de esos dos no sabía lo protectores que podían llegar a ser y las medias tan drásticas que podían llegar a tomar para alejar a cualquier persona o mejor dicho de cualquier chico del gatito, por su papá era entendible ya que usualmente los padres son así con sus hijos e hijas pero me fue inesperado este José porque como varias veces me ha visto observando a Juan no pensé que podía ser así de cuando alguien se le acercaba tanto; pero lo bueno era que no me prohibieron hacer nada por conquistarlo, solo dijeron que no querían que me vieran hacerlo.
Durante la cena se sentía una tensión que solo podía cortarse con una sierra, porque aquellos dos solo estaban tratando de matarme con sus miradas asesinas que me enviaban cada cinco segundos en dirección mía, ya después siguieron con las malas miradas hasta que me fui a dormir. Ya en la mañana siguiente estaba tan flojo que por más que sonara la alarma del celular no hacia nada para apagarlo, solo lo apague cuando sentí que alguien tiraba encima de mí todo un balde de agua helada con hielo incluido todo por parte de la cortesía de Juanito.
-¿Qué te pasa?
-solo fue para que te levantaras que tu alarma esta sonando desde hace media hora y también para que vinieras a desayunar
-es cierto hoy me toca hacer el desayuno
-descuida, yo lo hice, para pedir disculpa en nombre de José y de mi papá por la actitud que tuvieron anoche y una cosa más gracias por la rosa azul que llevaste a la secu y gracias por el peluche sabes que me gustan los gatos.
Al parecer fue un tanto obvio lo de la flor; una vez en el comedor trate de comer lo más rápido que podía los hot cakes que había preparado este Juan ya que curiosa e inesperadamente los únicos que estaban ahí desayunando eran el Sr. Pedro y José y como la anoche anterior no dejaron de mirarme como si quisieran matarme. Cuando termine de comer subí rápido a cambiarme ya que centro de nada tenia que estarme yendo a la secundaria, al pasar al lado del cuarto de Juanito no pude evitar echar un pequeño vistazo adentro, en donde él mismo estaba de puntitas tratando de poder agarrar un libro que estaba en un lugar donde no alcanzaba en la repisa.
-Diablos, ¿Por qué demonios deje ese libro tan alto?
Esa sola imagen agregada a esa frase me dio un tanto de risa y ternura de parte de este niño así que entrando con cuidado y silencio me dirigí a donde se encontraba Juan y sin que él obviamente lo esperara lo agarre por la cintura y lo cargué dando le la suficiente altura para que pudiera agarrar el libro que tanto quería leer… aunque lo más seguro era que una vez que lo tuviera en la mano y yo lo bajara me lo lanzaría a la cara junto con todo lo que tuviera al alcance de su mano. A diferencia de lo que yo me esperaba una vez de vuelta en el suelo me dedico una linda sonrisa mientras que iba acercando su cara a la mía, tal acto me dejo un poco confuso pero sin importar eso fui cerrando mis ojos acercando mi cara también para que al fin y al cabo Juan me diera un fuerte puñetazo en el estomago el cual me dejo completamente sin aire.
-vuelve a hacer eso o algo parecido y no te ira tan bien como ahora –todo eso lo digo con una sonrisa que daba miedo hasta los huesos.
-e… esta bien, como digas… ¿Para que… necesitas… el libro?
-¿para que más? Obviamente quería leerlo.
-oye, por cierto ¿Por qué no traes ya tu uniforme puesto? A esta hora ya estas listo
-es que hoy no pienso ir, ya que voy a ir la casa de Ángela para ayudarnos mutuamente en estudiar matemáticas e historia, también le voy a enseñar una nueva parte de una historia que estoy haciendo por pedido de ella, si quieres puedes venir, a menos que el niñito estudioso no puede faltar un solo día a la escuela.
¿Cómo decirle que no a estar más tiempo con ente niño? Eso seria prácticamente imposible, o al menos así es para mí. Cuando Juan se dirigió a leer en su cama el libro que le había ayudado a obtener volteó a verme como si se le hubiera olvidado por un segundo que aun estaba ahí en su cuarto, al verme sin hacer nada me invitó a leer con él en su cama mediante una simple seña; yo sin dudarlo ni un segundo me acerque y estando a un paso de distancia se acostó a un lado de la cama dejándome suficiente espacio para que yo hiciera lo mismo, cuando lo hice me entregó el libro abierto en la primera pagina y se acomodó otra vez pero usando mi pecho de almohada. Ese gesto me pareció extraño viniendo de este niño pero la verdad ¿Para qué quejarme si puedo disfrutar su cercanía? Mientras íbamos leyendo el libro Juan me jalaba un poco la camisa para avisar que ya terminó de leer de leer las dos páginas que habían delante nuestra, pero como dije solo era para avisar ya que nunca le a gustado que cuando esta leyendo un libro con alguien más la otra persona finja que también lo hiso solo por darle gusto y darle la vuelta a la pagina; en cierto punto pude sentir como su respiración estaba muy calmada y al checar la razón me di cuenta de que se había quedado dormido mientras estaba leyendo ese libro (el cual no estaba nada pequeño), al verlo así de tranquilo no me pude resistir y lo abracé mientras me rendía para dormir junto a él.
Cuando me desperté aun sin abrir los ojos sentí como Juan me observaba directamente a la cara; me preguntaba lo que estaría pensando en ese momento pero conociéndolo bien sabía a la perfección que no me lo diría así que fingí que me acababa de despertar en ese momento, cosa que no me costo mucho esfuerzo ya que en verdad me desperté en ese instante. Una vez ya bien desperezados checamos la hora viendo que solo dormimos unas cuantas horas, de eso cada quien tomo una ducha, cuando estábamos casi listos revise como estaba vestido Juan, iba más arreglado de lo debido si se suponía que iba a la casa de su hermana, pero lo que no me gusto fue el pantalón que llevaba puesto ya que era uno de los pantalones que le obligaron a comprar Wendy y Rubí el día anterior para, según ellas, ir de caza de chicos.
-cámbiate de pantalón
-no, ¿Por qué debería hacerlo?
-porque vas a estudiar no a ligar –más enojo no podía demostrar mi cara
-nunca se sabe, tal vez me encuentre a un chico interesante en el camino y se de la cosa –lo decía todo con una cara de… de algo.
Por lo enojado lo agarre del brazo y lo lleve hasta su cuarto, una vez ahí me puse a rebuscar en su closet en busca de algo más apropiado o al menos que le ocultara su retaguardia, al final encontré algo que le cubriera lo suficiente así que sin que el lo esperara le quite la camisa que llevaba puesta y le puse una de color azul que le quedaba la manga a mitad del brazo y que le quedaba un poco larga y encima trataba de ponerle un suéter que le quedaba de largo lo suficiente para que no se le viera nada de atrás pero mientras que lo hacia grito con todo pulmón.
-¡AUXILIO, QUE ME ESTA VIOLANDO!
-¡No es cierto, le estoy poniendo un suéter!
-tonto, que solo estamos tú y yo.
Ya al final cuando logre ponerle el maldito suéter nos fuimos a la casa de la demonio encarnado no sin antes de agarrar el único paraguas que había en la casa ya que el cielo se estaba llenando de nubes de lluvia, ósea de las nubes de color gris bien oscuro y además de que al parecer mientras descansábamos llovió un poco y que el niño este se llevara en una mochila su laptop, no le di mucha importancia a eso ya que ya sabía yo que ahí escribe sus historias en general. Por el camino Juan no pudo evitar saltar cada vez que pasábamos por un charco de agua, parecía un niño pequeño cosa que me encantaba de él ya que no lo hacía porque no le importara lo que pensara los demás sino que lo hacía inconscientemente algo muy tierno en él.
Una vez que llegamos a la casa de Ángela esperamos unos momentos mientras que abrían la puerta, pero cuando al fin la niña nos abrió tomo a Juanito del brazo y lo jaloneo hasta donde me parece que era su cuarto, como no pensaba estar ahí parado como idiota pase a la sala cerrando bien la puerta; pasado un rato aun no habían salido de la habitación por lo que decidí acercarme a ver que tanto estaban haciendo que los entretenía tanto, cuando llegue a la puerta del cuarto pude oír claramente de lo que hablaban.
-¿Por qué no le das una oportunidad? Tal vez… -¿De qué trataba de convencerlo esta Ángela?
-tal vez nada, ya me lo hiso una vez y no pienso que lo haga una segunda
-pero… pero él te ama, se le ve en sus ojos, lo más seguro es que todo fue un error tal…
-¡SI ASÍ FUERA NUNCA HUBIERA HECHO ESO! Yo nunca… nunca podría perdonar a Ro… Ro… -¿Estaba sonando como llorando?
Eso fue más de lo que podía aguantar así que me dirigí una vez más a la sala, no necesitaba oír nada más que eso como para saber que estaban hablando de mí; diciendo eso que no podría perdonar a ese por lo que hiso cuando el piensa que lo engañe con otra en el mismo día que comenzamos a salir y después cuando estaba a punto de decir el nombre lo decía todo. En ese momento llego la mamá de los gemelos estos y estuvo a punto de mirarme feo y correrme de su casa, pero al ver mi cara de muerto en vida como que se le ablando el corazón y se acerco a mí a decirme una cosa:
-¿Estas bien? ¿Qué te pasó? –esa mirada comprensiva hiso que lo contara todo lo que había oído.
Ángela
-¡SI ASÍ FUERA NUNCA HUBIERA HECHO ESO! Yo nunca… nunca podría perdonar a Ro… Ro… Rodrigo
-¡Bravo! Ya te esta saliendo cada vez mejor esto de hacer cuentos e historias –decía mientras daba pequeños aplausos
-si, si, si pero no entiendo el porqué de que me obligues a actuar las historias que te doy a leer
-para mi todo escritor tiene que sentir lo que escribe y ¿Qué mejor forma de sentirlo que actuarlo?
Lo único que hiso el fue poner una cara de fastidio y seguir con la representación hasta que se termino todo lo que había avanzado en la historia que le había pedido yo hace tiempo, pero cualquiera que lo supiese se sorprendería de que a mí me gusten las novelas de amores y desamores ya que como no es mucho de mi estilo pero me encantaban. Íbamos a seguir un rato más ahí cuando se acordó de que lo acompaño este Roberto, y yo ni en cuenta de que él estaba en la casa pero teníamos que apurarnos antes de que apareciera mamá porque si no lo destripaba ahí mismo; cuando nos acercamos a la sala nos sorprendimos ambos por lo que estábamos escuchando.
Mamá: entonces ¿Tú amas de corazón a mi hijo? Si es así ¿Por qué jugaste con sus sentimientos?
Roberto: amar es poco por lo que seria imposible que le hiciera algún mal
Mamá: ¿entonces porque Ángela me dijo eso? –al escuchar eso no se que le pasó a Juan que así sin más salió en defensa de quien sabe quien.
Juan: porque yo se lo pedí, cuando lo vi en Nochebuena me sentía furioso por lo que le pedí a mi hermana que te lo digiera ya que no quería que lo quisieras y pues le dije una verdad alterada un tanto…
Mamá: ¿Cómo que cosa niño? –que miedo ya estaba poniendo su cara de enojo.
Yo: lo que me dijo fue que cuando este niño –decía mientras apuntaba a Roberto –le pidió que fueran novios y él acepto ese mismo día lo vio besuqueándose con otra fulana cuando la verdad fue que esa chica lo beso solo porque había perdido una apuesta haciendo que todo fuera un mal entendido.
Los tres se me quedaron viendo sorprendidos, mamá porque yo sabía todo eso, Juan porque nunca le conté esa parte de la historia y la serpiente esa (como a veces lo nombraba a Roberto) porque… porque, no se porque me miraba sorprendido. Después de eso Roberto se puso a ayudar a Juan a estudiar historia mientras que Mamá estaba sirviendo en un plato las galletas que había ido a comprar antes que llegaran aquellos dos y en otros aparte fue poniendo hamburguesas y papas fritas, que suerte que compro de más, y pues yo estaba haciendo unos licuados al gusto de cada uno de nosotros, bueno mejor dicho al gusto mío y de Juan ya que los otros ni los tome en cuenta al estar preparando los licuados, cuando estábamos a punto de entrar a la sala nos detuvimos al presenciar que Juan estaba besando a Roberto el cual andaba sorprendido de tal acción de parte de él, al voltear a ver la cara de mi mamá vi que tenia una sonrisa que denotaba que estaba feliz de que su hijo encontrara a alguien que lo podía amar y proteger. Un rato después de que serví las bebidas mi hermanito odioso no dejaba de rascarse los brazos una y otra vez a cada rato.
Yo: ¿te picaron las hormigas o que? –no se nota mi irritación ¿verdad?
Juan: no se, simplemente tengo comezón –en ese momento se sube las mangas del suéter rebelando un montón de granos en los brazos –her… hermanita ¿Qué le echaste a los licuados?
Yo: yo, este en el tuyo mucha azúcar para que este dulce pero en general eche leche, un tanto de azúcar, chocolate oscuro, canela, menta… -rayos, que idiota soy.
Mamá: ya firmo su sentencia de muerte esta niña -¿así o más ayuda me da mi madre?
¿Por qué diablos se me tenía que olvidar que mi hermano es alérgico a la menta? Ayy santo cielo: por unos cuantos minutos el niño trato de matarme pero al ver que no iba a conseguirlo a si de fácil fue a buscar unas cerezas al refrigerador para hacer que me las comiera, sin duda estaba aprendiendo mucho de mí ya que iba a jugar fuego con fuego, o mejor dicho en este caso alergia contra alergia, pero como que el cielo estaba de mí lado ya que al parecer mi mamá se había comido hasta la última cereza (su fruta favorita) por lo que no le dio otra cosa que conformarse con que yo tuviera una sonrisa de victoria. Por momentos íbamos cambiando de materia para estudiar mientras que mamá y la serpiente nos miraban extraño por sumergir las papas en el licuado, también le tuvimos que aconsejar a Roberto de no comer las galletas cafés de cuadro ya que eran amargas tal como me gustan y que tampoco comiera las blancas circulares que eran demasiado dulces para una persona normal justo para Juan. A las dos menos veinte de la tarde Juan recibió una llamada que nos dejo a los demás intrigados.
-hola… a hola gatita… ¿Qué… que es lo que pasa? ¿Por qué suenas así?... a ver tranquilízate… ¿Don…? Déjame hablar… ¿Dónde estás?... ok espera un rato llegaré lo más pronto que puda… si Bye –una vez que colgó nos dijo –lo siento pero tengo que irme ¿Mamá me puedes llevar?
-mmm... este, esta bien –y se fueron dejándonos a mi y a este con una gran duda y preocupación, más él ya que al parecer sabía quien era la gatita esa.
JUAN
Estaba demasiado preocupado en ese momento, si antes me sentía mal por portarme así como un ogro con Roberto ahora me sentía fatal por oír a Wendy de tal forma, se oía enojada, irritada, descontrolada y no se que más y eso era algo muy raro de ver por no decir imposible. Por el camino ni yo ni mi mamá decía nada por falta de palabras que pudieran cambiar la angustia de que tenía el otro, ya cuando llegamos al fin a la casa de Wendy me salí del carro más rápido de lo que se pude decir ya, y me metí directamente a la casa sin tocar antes y me dirigí al cuarto de la gatita; al entrar a su cuarto me di cuenta de lo grave de la situación, ropa tirada en el suelo, libros y revistas rotas y desojadas, todo el lugar estaba echo un caos mientras que Wendolyn caminaba de un lado a otro signo de que estaba ansiosa o nerviosa vistiendo una de sus tantas blusas de color naranja que usaba para ir a su secu dando señal de que no asistió ese día; enseguida la detuve y la hice sentarse en el colchón que dejo de estar en la cama para estar en el piso e hice que me viera a la cara.
-bien ya estoy aquí así que dime lo que sucede.
-el idiota del muerto, eso sucede –tenía que ser él.
-se más especifica, que más paso.
-paso, paso lo de siempre, sus malditas desconfianzas, que yo lo engaño con aquel patán, yo… yo, yo ya no puedo más con esto –en ese instante no pudo más y se me lanza a abrazar mientras llora en mi hombro, como me dolía ver a una amiga en ese estado.
-ya, ya gatita que todo ya pasara, ya verás que todo se soluciona y que dejara de lado su desconfianza y volverán a estar…
-no, ya no pasara, no de nuevo.
-eso es lo que dices gatita, pero al final como siempre…
-¿Es acaso que no te acuerdas? Cada vez que peleábamos eras tú quien nos hacía que nos reconciliáramos por que los dos somos bien piche orgullosos, y aunque nunca te calló bien no podías ver a una amiga en problemas, pero ahora sin ti se sabe muy bien que no regresaremos y que esto es el fin definitivo, pero la verdad ya no me importa porque como tu me decías: si no hay confianza mutua no hay caso de seguir juntos, y pues ninguno confía en el otro. Como es su apodo, el ya esta muerto para mí.
-me alegra que te hallas recuperado tan rápido, porque tenemos que arreglar este desorden niña del torbellino –tras eso nos echamos a reír a carcajadas.
-como digas Juan el exorcista jajaja.
Wendy
En verdad me relajaba estar al lado de Juanito, aunque suene raro él siempre a tenido un poder misterioso en mí que cuando estoy deprimida o enojada con solo su presencia me podía calmar por lo que no dude ni un segundo en llamarlo para que me relajara. Hasta hubo un tiempo en que pensaba que ese extraño poder era porque me gustaba confundiendo una amistad de amigos que se quieren como hermanos con un amor, pero por suerte me di cuenta a tiempo de esa equivocación antes que algo arruinara nuestra linda amistad. Baya que descortés soy, yo soy Wendy pero gracias a Juan entre mis amigos y mi familia me conocen como la gatita o gata rabiosa por un ligero accidente que tuve con Juan y a que suelo tener las uñas muy largas; mi cabellos de color negro me llega a media espalda y más que cabello es una melena por lo rebelde que es, tengo los ojos cafés oscuros casi negros y mi piel es como color canela o por ahí, nunca supe identificar colores parecidos.
Al comenzar a jugar algo que hacíamos antes cuando no teníamos nada más que hacer al que denominamos “busca el otro nombre” en donde teníamos que decir un nombre de persona y el otro tenía que decir el femenino o masculino de ese nombre aunque no exista como si el nombre fuera Susana tendríamos que decir Susano, o Pamela pues entonces seria Pamelo. Aunque fuera un tanto infantil nos encantaba jugar a eso, después me fue contando una nueva historia que tenía en la mente pero no se animaba a comenzar a escribirla; y quien sabe en que momento empezamos pero cuando nos dimos cuenta estábamos cantando canciones.
-una sola noche, de tras noche basta para volver a hacer la que antes fui –baya canción que escogió el niño.
-tú eras para mi una mala costumbre, solo un mal habito de incertidumbre –y yo siguiéndole la corriente.
-y yo ya no se, como es que sigue –seguía hablando como si fuera parte de la canción con todo y tono mientras que poníamos el colchón en su lugar juntos, ¿Cómo fue que lo tire al suelo?
-jajaja, nunca me había divertido tanto limpiando mi cuarto.
-si lo sé, pero ya me tengo que ir que son las 4:30, estuvimos mas de dos horas limpiando este cochinero
-oye no te pases, solo yo puede llamar cochinero a mi cuarto jajaja, bueno yo me voy a dar una vuelta por ahí pero solo quiero un favor más; dime donde esta ese internado al que ibas a ir para inscribirme.
-mmm…. Esta bien, esta en la misma ciudad pero la que pasa es que las habitaciones son para los estudiantes que viven fuera de la ciudad y rara la vez que le dan un cuarto a alguien que no venga afuera.
-si, no importa solo voy a dar una solicitud para poder obtenerla y esperare a que la señora suerte este de mi lado –él a pensar de que no estaba convencido del todo me dio la dirección y se fue.
Después de revisar la dirección me fui a pasear hasta llegar a una plaza que estaba a unas cuadras de distancia de mi casa cuando comenzó a llover haciendo que para no mojarme me pude debajo de un gran árbol que había ahí, mala suerte la mía que no se me ocurrió traerme un paraguas; al estar tan aburrida lleve mi vista a las ramas del árbol encontrándome con una chica recostada en una de las ramas como dormida así que como buena persona preocupada por el bienestar del prójimo trate de despertarla con la mayor delicadeza posible: le di de patadas al árbol hasta que se calló terminando cara al piso; al levantar su mirada me fije que su cara me parecía conocida, pero ¿Dónde la pude a ver visto antes? No lo sabía pero lo más se…… el celular de Juan, claro el primer día que entro a la secundaria traía en el celular un montón de fotos de la antigua y en ellas aparecía esa chica, y si mal no me acordaba me dijo que esa muchacha se llama Paulina.
Paulina
Auch, ese golpe si que dolió, esto me pasa por andarme durmiendo sobre los arboles, me han dicho una y otra y otra vez que no haga tales locuras porque me iría rompiendo el coco… bueno ahí se equivocaron ya que no me rompí el cráneo por ser una cabeza dura (en el buen sentido si es que lo tiene), solo me rompí una o dos costillas pero nada que no se pueda curar. Al levantar la vista me fui encontrando con una chica que ya había visto unas cuantas fotos que Juan tenía aguardadas en su celular pero que no había tenido el placer (o molestia) de conocerla cara a cara, si no me confundía esa se llamaba Wendy, la otra mejor amiga del niñito este.
Ella al igual que yo estaba observando a la otra con mucho cuidado para no dejar escapar ni un solo detalle como si se estuviera examinando a un peligroso enemigo y, en cierta forma, así lo era ya que si ella pensaba como yo, estaría de acuerdo de que cada persona solo podía tener un y una mejor amiga haciendo que la otra fue la oponente de la otra por ese puesto en la vida de nuestro único amigo en común. Pero no tenia que pensar eso en ese momento ya que tenia ciertas dudas y ella era la única persona en este mundo (por el momento) que me las iba a poder contestar sin mentiras ni rodeos.
-bueno Wendolyn, si es que te llamas así, tengo algo que preguntarte.
-es Wendy, y bueno pregunta lo que quieras Paulyne, bueno si es que te llamas así.
-es Paulina, bueno ¿Cómo trataban a Juan en esa secundaria? O mejor dicho ¿Qué fue lo que paso para que el regresara a la otra secu, lo digo porque lo conozco y cuando me dijo que lo trataban bien no me lo creí del todo –cuando dije aquello se podía notar a kilómetros que se tensó.
-si, lo tratábamos bien… en general –no tenía que preguntar ya que solo mi rostro reflejaba lo que quería decir –es que, no te mentiré ya que al ser una de las dos mejores amigas de Juan tienes todo el derecho del mundo a saberlo, las chicas si lo tratábamos muy bien pero los chicos lo humillaban por diferentes cosas, por ser el nuevo, por ser bien listo, por su tono de piel la cual es muy clara; pero todo fue peor cuando declaró que le gustan los chicos ya que un idiota comenzó como a acosarlo, lo arrinconaba en las paredes, se le arrimaba mucho, pero lo peor es que lo hacía porque le gustaba ver a Juan indefenso, tímido, sin forma de defenderse, para sentirse superior, sus amigas siempre tratábamos de protegerlo pero por alguna forma u otra a veces lo teníamos que dejar solo y pues cierto día ya no pudo más y pues le pidió su papá que lo metiera en su antigua secu y ya esa es toda la historia, y bueno el nunca lo y los delato ya que no queria meter en problemas a nadie, nisiquiera a ellos.
Sabia que algo había que no encajaba en la versión de mi gran amigo, lo conocía muy bien ya que si no sabía cuando me mentía no me podía hacer llamar su mejor amiga, pero aunque era lo que quería oír (la pura verdad) no estaba preparada para tal cosa así que aun un poco choqueada por la noticia que acababa de recibir me despedí de esa chica a la que podría considerar como una nueva amiga y me fui directo a mi casa sin importar que siguiera lloviendo quedándome empapada de pies a cabeza, ya que simplemente esa noticia como que puso en modo apagado la parte de mi cerebro que me decía que andar bajo la lluvia me podría dar una pulmonía.
Juan
Ya me sentía mejor ya que lo de la gatita no fue nada grave pero aun me sentía un poco mal por lo de Roberto pero por ahora no le iba a tomar mucha importancia porque era algo que podía solucionar después por lo que no había razón de preocuparme o matarme la cabeza sin razón alguna. Estando arriba de una pecera para llegar más rápido a la casa y para evitar que me mojara en el camino me llego un mensaje de esta Ángela: “algo impensable acaba de suceder… mamá está embarazada de dos meses” ¿estaba leyendo bien? ¿Mi mamá embarazada? ¿Pero, de quien? Eso tenía que ser mentira no podía ser.
-¿Quién lo diría? Vas a ser hermano mayor.
Bueno les quisiera avisar que en los proximos capitulos seran los ultimos en donde los personajes principales (Juan, Ángela, Roberto, Paulina y ahora Wendy) esten en la secundaria y que ademas tambien apareceran ciertos personajes que desde hace mucho no salen (o solo salieron una vez) pero no les dire quienes son para que tengan un monton de curiosidad hasta que suba el sig. capitulo el cual prometo que estara listo antes de que se acabe Marzo sino que me parta un rayo por la mitad... pensandolo mejor prometo otra cosa jajaja, bueno bye.