¿Amigo o enemigo? X

-baya escenita que hicieron tú y Juan Carlos

Ya regrese con un nuevo capitulo y sin más demora aqui se los dejo.

Capitulo 10 – Simples recuerdos

Paulina

Muy bien eso fue extraño… bueno lo que le sigue de extraño pero después de esa escena cada quien se fue a hacer lo que quisiera ya que el maestro de esa materia nos dejaba hacer lo que quisiéramos mientras estuviéramos haciendo algún deporte, saltando, corriendo o dando vueltas a las canchas. Todos los chicos menos Juan y Giovanni se fueron a jugar futbol, algunas se fueron a tratar de meter una pelota en las canastas de básquet con Gio, y Juan y las demás nos fuimos a saltar la cuerda con unas sogas que encontramos por ahí tiradas.

Yo: baya escenita que hicieron tú y Juan Carlos

Juan: yo solo me defendí ¿Quién se cree el para andarme tocando el culo?

Ángela: se nota que estas enojado, lo que pasa es tu short

Juan: ¿Qué tiene el short? Si es normal, me llega hasta la rodilla no como los que uso para dormir

Ángela: tal vez sea más largo pero hace que se te note el trasero, una cosa más hoy me ire contigo a tu casa ya que mamá no me recogerá y no pienso estar sola y aburrida y ya me voy con Giovanni y las otras a meter la pelota.

Yo: hablando de eso ¿yo también puedo irme contigo? Es que la verdad no entiendo ni madres sobre como se hacen esa cosa de factorización de polinomios entre otros temas y necesito de tu ayuda ya que eres…

Juan: el cerebrito, matadito, nerd del salón, claro puedes venir. –Estuve a punto de negar que era todo eso cuando continuo -¿acaso crees que no se cómo me llamaban todos los del salón en primero a mis espaldas? Tal vez yo era distraído pero pude oír todos los rumores y chismes que hacían sobre mí.

Bueno al parecer no era tan distraído e ingenuo como pensábamos todos. De ahí seguimos saltando la cuerda hasta que el profe fue anotando quienes hicieron algo y quienes no y nos fuimos para las bancas a esperar a que timbraran para salir y por lo obvio para ir a la casa de Juanito, ya después de salir por el camino los hermanitos “queridos” siguieron discutiendo sobre si Juan se acostaba o no con no se quien; mientras que yo solo pensaba en las cosas que sucedieron en primero y las primeras apariencias, como la primera apariencia de este Juan la cual era que era un niño demasiado inocente, y cuando demostró su inteligencia todos comenzamos a diferentes cosas sobre el  pero solo a sus espaldas ya que su misma aparente inocencia no nos permitía hacer algo que lo dañaran, bueno solo a Carlos no le importaba mucho eso.

Pero apenas comenzó el segundo bimestre  demostró un nuevo lado el cual era que si lo hacíamos enojar parecía un volcán en erupción y nadie podía salir ileso (física o emocionalmente) mientras se estuviera cercas de él; yo por suerte nunca me paso nada ya que al principio no me juntaba con él. Solo me comencé a juntar con el para que me ayudara a entender las matemáticas y fue así como lo pude conocer más a fondo y ya ahí fue cuando me volví su amiga, hasta podría decir que su mejor amiga pero eso solo lo decide…

Ángela: oye ¿estás prestando atención?

Yo: am… este, no lo siento ¿Qué me decían?

Juan: te decíamos que puedes pasar que ya llegamos

Yo: a gracias

La verdad no me había dado cuenta que ya habíamos llegado y que estábamos en la entrada de la casan ya que nunca lo había visitado y porque además estaba bien concentrada en tanto que estaba pensando. Una vez adentro Juan fue primero a cambiarse mientras que Ángela se acomodaba en el sofá de la sala y yo pues simplemente inspeccionaba la casa, la cual estaba pintada de naranja por fuera y por dentro de un lindo verde aqua, seguí viendo la sala y solo me detuve para ver una foto que estaba encima de un estante en la cual aparecían Ángela y Juan de cuando tenían como unos 6 o 7 años pero algo de ella me dio curiosidad.

Yo: oye demonio ¿Por qué en esta foto tu apareces con ropa de niño y tu hermano con ropa de niña?

Ángela: ¿Qué? Haber pásame eso –después de que se la pasara comenzó a reírse –Ayy niña esa niña es Juan y el niño soy yo

Yo: ¿Cómo dices? –y en ese momento llego Juan

Juan: lo que pasa es de pequeños a mi hermana le gustaba el cabello bien corto porque pensaba que si se peleaba con alguien seria difícil que le jalaran el cabello

Yo: baya aun de pequeña pensaba en peleas

Ángela: bueno y este de pequeño era enemigo de los peluqueros y estilistas por lo que era raro que se cortara el cabello

Juan: bueno ya mucha platica, Roxy ven para acá para… ¡Rayos! Se me olvido que me toca hacer de comer hoy

Ángela: descuida yo me encargo de eso tú concéntrate en ayudar a esta niña mientras que yo hago mi especialidad

Juan: ¿Cuál especialidad si ni sabes cocinar?

Ángela: eso era antes, ya que tuve que aprender a cocinar

Una vez que Ángela se fue para hacer la comida saque el libro de matemáticas  para que Juan me empezara a explicar pero no podía entender ni una sola cosa que me estaba diciendo por lo que a cada rato recibía un pequeño golpe en la cabeza proporcionado del lápiz que tenia en la mano este Juan cada vez que me distraía con cualquier cosa, pero ¿Qué más podía hacer? Las matemáticas no es de mis materias preferidas y eso lo demostraba con que no entendía nada.

Juan: mira ahora te ayudo en la factorización de polinomios, lo primero que tienes que hacer es que tienes que sacar el MCD de estos números que vienen aquí.

Yo: ¿MCD? ¿Qué es eso? ¿Con que se come?

Juan: MCD significa Mayor Común Divisor

Ángela: mis niños vengan rápido que se enfriara  la comida –dijo tratando de sonar como si fuera una mamá hablándole a sus hijos

???: ¿es esa la voz de un demonio lo que oigo?

Al escuchar esa voz me saque de onda ya que no sabia quien podría ser ese muchacho que un momento después de oírse su voz entro a la sala, supuse al principio que era este José, el hermano que me contaron estos dos que tenían, pero al ver que este se acerco a Juan y le robo un beso para después recibir un golpe en el estomago de parte de Juan me di cuenta que el debería ser el amigo que la diabla nos hablo para que le ayudáramos para que conquistara a Juan. Rápidamente escribí en un cuaderno mío algo y se lo enseñe a ese aprovechando que Juan le estaba reprochando sobre el beso ese.

Roberto

Cuando llegue a la casa lo primero que pude oir fue la voz de Ángela haciendo una mala imitación de una madre, en seguida al pasar a la sala vi que sentados en el suelo enfrente de una mesita pequeña estaban Juan y otra chica desconocida con unos cuantos libros y cuadernos en la mesita, quien sabe porque pero esa vista me dio un poquito y solo un poquito de celos por lo que sin pensarlo muy bien me acerque a Juan y antes que digiera el algo lo bese, pero como 2 segundos después de eso me dio un golpe que de seguro me dolería unos cuantos días más, pero eso no me importo solo me importaba que le quedara bien claro a esa chica que Juan solo es mío y de nadie más. Y como si el puñetazo no fue suficiente el gatito comenzó a darme una regañada sobre lo que hice aunque no le preste mucha atención ya que la niña que estaba junto a el me enseño algo escrito que estaba en un cuaderno.

“Hola soy Paulina junto al demonio disfrazado de niña y otras dos amigas te voy a ayudar a que Juan se fije en ti así que si necesitas algo, lo que sea me lo puedes pedir, a por cierto soy amiga de Juan”.

Así que a fin de cuentas no tenia de que ponerme celoso. Cuando se enterara de lo que sus amigas y hermana estaban haciendo lo más seguro era que las iba a matar, después de eso me mataba a mi por pedirle a ellas ayuda o nos mataba a todos al mismo tiempo. Todo eso me causaba diversión.

Juan: oye idiota ¿me estas prestando atención? ¿Y de que tanto te ríes?

Yo: de nada, de nada, mejor vamos a comer que tengo mucha hambre

Pau: si tanto estudiar me dio hambre también, soy Paulina

Yo: un gusto, mi nombre es Roberto

De ahí todos pasamos a al comedor y al poco rato llego este José, solo que este se fue directo a su habitación, ni la demonio, el gatito, ni yo le prestamos atención a eso solo la amiga de Juan le dio curiosidad ya que al parecer quería comprobar algunas cosas que les conto los hermanitos sobre él. Cuando comenzamos a comer Juan puso cara de “¿en verdad cocinó esto?”, lo cual me pareció raro, claro está que no la conozco a Ángela de tanto tiempo como este niño pero para mi me parecía normal que ella cocinara algo tan sencillo como el espagueti que estábamos comiendo en ese momento aunque por la cara que puso parecía que eso significaba el fin del mundo.

Juan: baya, en verdad haz aprendido a cocinar hermanita

Ángela: si, pero nunca seré tan buena como tú, cosa que me irrita y enloquece

Pau: ¿sabes cocinar Juan?

Ángela: ¿Qué si sabe? Eso es poco, quien sabe como aprendió pero sabe preparar casi cualquier comida, galletas, pastelitos, postres, a veces me pregunto quien de los dos es la chica

Yo: tampoco es para tanto, es bueno que sepa hacer todo eso

Ángela: que es bueno es bueno pero no me vayan a salir con que no hace que se vea mas femenino que sus propias amigas y hermana

Pau: buen punto

Juan: no me llamen –y que suena su celular –ya me las verán. Mándeme… aaaa hola gatita… pues más o menos ¿y tú?... este tal vez si me dejen… el sábado a las… a ok bueno vere si me dan permiso pero no creo que me dejen pero dime para que… gata callejera malvada bye

Yo: ¿Qué paso?

Juan: que ti importa

Ya sin interrupciones volvimos a comer pero en silencio esta vez, al terminar de comer Juan y Paulina volvieron a estudiar quien sabe que cosa ya que no quería ser chismoso, bueno no mucho, después de un rato vino la mamá de Ángela a recoger a esta y aprovechando Paulina también se fue con ella, aunque la señora no evito ni trato al parecer de evitar mirarme con cara de pocos amigos y con ganas de hacerme desaparecer de una buena vez por todas. Así o más obvio que la niña aquella no desmintió lo que sea que le conto a su mamá en la cena de Nochebuena para que ya no me mire así, y se notaba que no lo hiso ya que detrás de la mamá de ellos pude ver a la demonio de lo más divertida y moviendo los labios trato de decirme algo, lo malo fue que yo no se leer los labios pero me imaginaba lo que quería decirme.

Juan

Baya con lo que me salió la gatita, ¿Cómo se le puede ocurrir a ella que me dejarían ir me a dormir a su casa aunque sea una sola noche? Al parecer se le puede salir cualquier idea por más descabellada que sea y de milagro mi papá me dejo ir a su casa, aunque eso se me pareció extraño no puse peros y fui. En ese momento me encontraba enfrente de su casa, al tocar ella casi enseguida salió  a abrirme; una vez adentro me llevo directamente a su cuarto y al entrar baya sorpresa que me encontré: allí sentadas en el suelo se encontraban varias de mis amigas de la otra secundaria, me sentí feliz de volverlas a ver pero al verlas a todas vestidas de pijamas me resulto desconcertante por lo que no pude evitar preguntar:

Yo: ¿Qué es lo que esta sucediendo aquí?

Dania: ¿no le dijiste nada al francesito verdad?

Yo: ¿decirme que?

Karla: en serio te pasas de verga Wendy

Yo: ¿alguien me puede decir que esta sucediendo?

Wendy: bueno, es que… tu sabes, bueno ire al grano; he organizado una pijamada de chicas y pues te invite, mira sabia que si te decía que era una pijamada solo para chicas no vendrías y pues es mejor pedir perdón que pedir permiso ¿No?

Yo: obviamente no iba a venir ya que ¡NO SOY UNA CHICA! ¡¿ENTENDIDO?!

Karla: mira apa –decía esta mientras pasaba un brazo por mis hombros –mientras que a ti también te gusten los chicos serás bienvenido en estas pijamadas

Yo: las odio con odio jarocho, pero ¿Qué se le pude hacer? Ya me dieron el permiso y ya estoy aquí así que ni modo que me regrese a estas horas, pero a la siguiente que lo vuelvas a hacer te quito las últimas vidas que te quedan gata rabiosa

Con razón la gata rabiosa no me quiso decir para que quería que fuera a quedarme una noche ahí; una vez terminada la semi-discusión me senté en el suelo entre la gata y Karla; las que se encontraban ahí eran Karla, una chica que solía usar malas palabras y cosas parecidas al hablar; Dania mi amiga a quien le apodaba ranita verde; esta Diana una a quien le encanta el rock, pero no cualquier tipo el rock, solo le gustaba el que estaba en alemán, sin duda eso era raro; y obviamente la anfitriona Wendy, la gata rabiosa que no te cuenta la verdad más que la que le conviene al parecer.

Al verlas a todas ellas ahí juntas no pude evitar recordar como me hice amigo de todas y cada una de ellas; me comencé a juntar con Diana desde el primer día que entre a  aquella secundaria ya que me dio risa como fue su “bienvenida” ya que apenas había entrado al salón ella brinco de su banco y gritó “¡NIÑO NUEVO, NIÑO NUEVO!” aunque estuviese la profesora de matemáticas dando su clase. A esta Dania la conocí atreves de Diana ya que mientras que Diana estaba tratando de ganar una apuesta esta Dania, otra y yo observábamos como fue rechazada apenas trato de besar a un chico para ganar esa tonta apuesta y fue así como conocí a esta niña. Esta Karla fue una de las pocas personas que me defendía de los que se burlaban de mi por ser el nuevo, nerd y aparte más pálido que un fantasma; eso ultimo fue demasiado, esta bien que sea de piel blanca pero tampoco es para tanto. Y comencé a juntarme con Wendy cuando me la encontré un día atrás de los salones a punto de cortarse con un pedazo de vidrio, por lo que se podría decir que a partir de ahí me volví su vigilante para evitar que lo volviera hacer y en ese tiempo cada uno se volvió el confidente y psicólogo mental y emocional del otro.

Una vez que me senté me dijeron que un poquito antes de que llegara comenzaron a jugar verdad o reto y para no sentirme yo excluido también comencé a jugar; solo que tenía que tener cuidado con esta Karla ya que sus preguntas y retos eran un poco pasados de lanza pero era parte del juego así que no podíamos hacer nada.  Después de un rato ya todos estábamos bien entretenidos con eso aun con los retos que cada uno hiso como Diana tuvo que lamer el piso, o también Wendy tuvo que tomar una horrible mezcla de huevo, soda y salsa picante, esta Dania y yo nos salvamos de hacer retos feos ya que solo escogíamos verdad; cuando era mi turno otra vez no pude evitar poner cara de que acababa de ver a un fantasma y me puse más pálido que uno de ellos (y eso que yo ya era blanco) ya que quien me iba hacer la pregunta era mi más ni menos que la loca de Karla.

Karla: ahora si a torturarte, a ver joto contesta ¿con cuántos y cuantas veces has tenido sexo?

Yo: eso es trampa, son dos preguntas y ¿Cómo estas tan segura que ya lo he hecho?

Karla: nembe no es trampa, y aunque no es mi turno te contesto pendejo que estoy segura ya que tienes cara que ya lo has hecho y varias veces –esta niña sin duda es más mala que la carne de puerco. Aun un poco indeciso conteste

Yo: con 2 y no se cuantas veces –dije con una voz muy apenas oíble

Karla: ¿Qué dijiste? ¿Qué con 6 y 70 veces? Ayy que…

Yo: dije que con 2 y no se cuantas veces –repeti ya un poco más audible

Wendy: a ver repítelo que no te entendimos muy bien –risita cínica de su parte

Yo: si me entendieron y ya no repito

Seguimos o mejor dicho siguieron jugando eso un rato más hasta que se cansaron y decidieron ver unas películas de terror, haciendo que yo a cada rato me tapara con una cobija toda la cara ya que no soportaba ver como casi destripaban a las personas ahí en la película, también como si no pudiera faltar comenzaron a hablar de chicos, y digo que hablaron de eso ya que me la pase ausente en esa conversación por la incomodidad que sentía yo el tocar ese tema, ya sabia como se sentía mi papá cada vez que decía que tal chico es lindo o guapo; después de eso le siguió el momento de contar diferentes cosas desde que regrese a la secundaria anterior, y ya al fin estuvimos haciendo bromas a cada quien que se iba quedando dormido, primero fue Dania a quien le pintamos la cara con unos marcadores que tenia Wendy por ahí; después fue esta Karla, a quien disfrutamos llenándola de crema batida y tiñéndole parte de su cabello de un verde feo; y así continuamos hasta que el ultimo cayo rendido.

Martes 14 de febrero, 10:20 A.M.

Ángela

No se porque pero me sentía enferma… si enferma pero por tanta dulzura que había en el aire por ser 14 de febrero ya que yo no soy de esas personas que le encantan tanta dulzura en el aire, hasta en la comida prefiero lo amargo antes de lo dulce; aunque lo que era raro era que hasta Juan se veía también todo enfermo por la misma razón que yo lo estaba, y digo que es raro ya que él es todo lo opuesto a mi, así que si yo no soporto lo dulce a el le encanta. Yo andaba paseando por toda la secundaria junto con las locas de Lucía y Paulina, Giovanni se fue a perder a quien sabe donde, Yara estaba con su novio y este Juan estaba con Juan Carlos y Daniel en las canchas.

Pau: oye se me olvido decirte que ya conocí quien es el amigo de esta niña a quien le estamos ayudando.

Luz: ¿en serio? ¿Y cómo esta?

Pau: pues esta más o menos y como que es un poco celoso ya que el dia en que fui a que me ayudara Juan a estudiar el cuando me vio en seguida sin dudar ni pensar se le acerco a Juanito y le dio tremendo beso

Luz: y ¿Dónde estaban o que para que se lo encontraran?

Pau: estábamos en la sala de la casa de Juan y ahora que lo pienso ¿Qué hacia el ahí?

Yo: lo que pasa es que esta viviendo ahí –y que me vean como si estuvieran viendo a un animal hablar –¿psss que me miran? Esta ahí por no se que cosa, y mejor vamos al salón que pronto terminara el receso y toi aburrida.

Ellas a duras penas fueron al salón ya que al parecer tenían planeado saltarse la siguiente clase, aunque no sonaba nada mal esa idea no podía darme el lujo de faltar con las calificaciones que tenia en los bimestres pasados. Una vez en el salón las 3 nos dimos cuenta que todos los que estaban adentro estaban viendo las cosas que se encontraban en sus bancos, las cuales eran cosas como flores, chocolates y otras cosas, eso sin duda era nuevo para mi.

Yo: ¿Qué onda con esto?

Pau: a es que me parece que es una tradición que los admiradores y admiradoras secretas dejen algún objeto en el banco de quien esta enamorado sin importar de que salón o año sea, pero casi siempre no dejan ni una pista ni nada para saber quien fue quien lo dejo

Yo: interesante… ¿Y Juan alguna vez a recibido algo?

Pau: a ver déjame recordar… me parece que en primero recibió unos chocolates y una carta. Y  a menos que estés cegatona te abras dado cuenta que en su lado del banco hay chocolates y una rosa con una pequeña notita que dice: para Juan

Yo: podría ser para Juan Carlos –mencione mientras observaba detalladamente las cosas en el banco de este niño.

Juan

No se en que momento fue que comencé a juntarme con Juan Carlos y Daniel pero de un tiempo para acá es lo que sucedió, aunque me hace sentir que hago mal tercio. Cuando sonó el timbre para entrar de nuevo a los salones ellos se desviaron a quien sabe donde, pero la verdad ya me imaginaba a donde se fueron, cuando llegue al salón me di cuenta a primera vista que aun se hacia esa vieja costumbre de dejar cosas a tu enamorado o enamorada. No pude evitar mirar en dirección al banco de mi hermana y justamente encima de un libro que ella dejo en el banco había una rosa roja, aun sospechando quien fue no pude evitar sonreír por esa simple acción.

Y así sin checar nada más me senté en mi lugar, una vez sentado vi que en el lado de Juan Carlos habia una carta en la cual pude reconocer la letra de este Daniel, cuando estaba a punto de sacar un libro para leer un rato mientras que llegaba el profe me di cuenta que en mi parte del banco también había algo, una nota con mi nombre y una rosa azul. En seguida tome la nota y le di vuelta, y justamente atrás de ella decía “si quieres saber quien soy pregúntale a una de tus amigas, te quiero”. Enseguida voltee a ver a todas partes y la primera que encontré fue a Yara.

-¡Oye gritona!

-mande niño raro

-¿tienes idea de quien me trajo esta flor?

-a si, un chico más  grande que tu de edad y altura vino durante el receso y me pidió que te la dejara, no me dijo su nombre pero no es de la secu y…

-es suficiente gracias

-de nada niño raro

Eso era todo lo que necesitaba para saber que este Roberto fue quien trajo la rosa; no entendía porque Roberto se volvió tan, tan, pero tan cariñoso desde que comenzaron de nuevo las clases, ni siquiera cuando estaba en la otra secundaria se mostraba así conmigo; al principio todo ese cariño me sacaba de quicio pero ya me había acostumbrado a eso hace apenas unos días atrás, aunque no dejaba de darle algunos golpes de vez en cuando para que no se diera cuenta de eso, pero por más golpes que le de no parece desistir de la idea de estar haciendo eso y cada vez me costaba más esfuerzo tratar de no corresponderle a esos besos y… estoy hablando como si me gustara otra vez ese patán

Ángela: hola niño ¿sabes quien te dio eso?

Yo: no, ni idea –no le pensaba decir nada a esta… no aun –y ¿Quién te dio esa rosa?

Ángela: estoy en las mismas que tú, pero…

Luz: ¿también les dieron rosas a ustedes?

Ángela: noooo, estas cosas son de alguien más, obviamente son nuestras… bueno de ¿Qué color es la tuya?

Luz: es negra, es un color un poco… -y no pude evitar reírme -¿de que te ríes?

Yo: es que… el significado de una rosa negra es sexo jajajaja –ella solo puso cara de dime que es mentira, cosa que hiso que Ángela y yo estalláramos de risa.

Pau: oigan chicos se me olvido darles esto, por favor llénenlo –y me entre un cuaderno que tenía escrito enfrente chismografo.

Ángela: ¿Y como para que es esto?

Pau: es que me gustaría conocerlos mejor y pues se me ocurrió hacer esto, todo el salón lo va a hacer

Yo: bueno lo voy haciendo yo primero

Las cosas que venían ahí eran cosas simples y comunes; Nombre: Juan de Dios, edad: 14, cumpleaños: ya te lo sabes, ¿tienes novio/novia?: no, soy un alma libre, ¿Cómo se llama?: ya dije que no tengo, pagina libre escribe lo que quieras: eres una bipolar Pau, ¿Quién es tu confidente?: normalmente Ángela pero también una amiga que no conoces, tu mejor amigo: supongo que Alexis, mejor amiga: tu y mi amiga confidente, pagina libre: nadie me quiere todos me odian mejor me como un gusanito, mayor secreto: ¿es una broma verdad? Si lo digo no será un secreto, hoja libre: la cucaracha, la cucaracha ya no pude caminar; y otras preguntas más de esas venían en ese cuaderno. Una vez que termine de escribir se lo di a mi hermana, la cual se la dio a Lucía, ella a Daniela y así sucesivamente hasta que la mitad del salón lo hiso ya que al final timbraron para la salida, a diferencia de los demás días en donde yo era el ultimo en salir esta vez fui el primero ya que había quedado con Rubí y Wendy en que iríamos los tres a comprar ropa al centro, aunque las dos aun no se conocen se iban a conocer en ese momento y lugar. Aunque eso de ir a comprar ropa no era muy de mi gusto tenia que comprar más a fuerzas ya que la que tenia o ya no me gustaba o eran para niños pequeños como los shorts que me gustaba usar para dormir.

Al llegar al salón de Rubí y verla que apenas estaba saliendo de ahí la agarre de la muñeca y la jale hasta la salida y después la jale hasta donde podríamos tomar una pecera para llegar hasta el centro y encontrarnos con Wendy, cuando la solté al fin me dio unos buenos zapes junto con unos intentos fallidos de darme rodillazos en mis partes y una regañada pero ni le hice caso ya que en vez de estarle escuchando me entretuve oyendo mi música del celular atreves de los audífonos, cuando al fin llego la pecera nos subimos en ella, Rubí se sentó junto a una señora de cómo de 60 años y yo me senté en un sitio sin nadie más justo al lado de la ventana. Como el camino era de 20 o 30 minutos hasta el centro cerré los ojos y me sumergí en mis pensamientos aun oyendo mi música ya que de verdad tenia mucho en que pensar en ese momento como si debería decirle a mi hermanita que su admirador secreto es su mismo compañero de banco Oscar, pero lo que más me preocupaba era que en realidad me estaba comenzando a gustar otra vez la serpiente esa de Roberto. Un poco después sentí que alguien se sentaba a mi lado, lo le tome mucha importancia hasta que me comenzó a mover mi hombro para que le hiciera caso, esperaba ver a Rubí pero no a ese por lo que di un pequeño brinco al verlo.

Roberto: hola gatito ¿No deberías estar en la casa?

Yo: eso mismo te pregunto a ti

Roberto: es que tengo que comprar algunas cosas en el centro

Yo: pues yo también

Roberto: ¿no te molesta que te acompañe verdad? A si podemos comprar las cosas juntos

Yo: el problema no es que a mi me moleste, a quien le pude molestar es a quien acompaño, y antes que preguntes la rubia pequeña que parece de 10 años que esta por allá adelante es una de las personas.

Roberto: entonces yo me ocupo de convencer a quien sea necesario –y sin más ni menos se me acerco me da un beso, yo simplemente no me negué pero tampoco le correspondí, cuando finalizo ese beso lo primero que vi fue a Rubí mirándonos medio feo

Rubí: si ya terminaron de andarse besuqueando creo que podías ir sacando el dinero del pasaje que ya casi llegamos Juan –yo simplemente asentí –y una cosa más, no comas pan enfrente de los hambrientos, esta bien que se quieran pero no se estén besando a vista de todos que esta mal visto eso

Yo: ¿en serio? –Sonrisa cínica de mi parte –es ese caso cierra los ojos si no quieres ver esto –y sin pensarlo agarre de la cabeza a Roberto y lo besé, el primer beso que yo le daba a él

Rubí: síguele y te dejo estéril, ¡Bajan! –gritó para detener la pecera.

Enseguida los tres nos bajamos y empezamos a caminar un poco solo para hacer tiempo para poder encontrar a la gatita, en lo poco que caminamos este Roberto no me dejo de ver con cara de que no podía creer que lo había besado, al ver su cara me dio tanta risa que di una risita que se esfumo tan rápido como apareció ya que otra vez como me sucedió un tiempo atrás sentí que algo o alguien se me iba a caer encima, y como aquella vez no tuve tiempo de moverme y esa persona termino encima de mí en el suelo, pero la pude reconocer por la voz que se escucho antes de terminar el en suelo.

Wendy: ¡CUIDADO, HASTE A UN LADO! –una vez arriba de mí dijo –hola Juanito ¿Qué haces aquí abajo?

Yo: mmm… déjame pensar, ¡ESTOY SIENDO HECHO TORTILLA POR TI ASI QUE QUITATE DE ENCIMA GATA RABIOSA! –una vez sin su peso me levante y pregunté -¿Cómo porque te lanzaste encima? Usualmente eso es lo que hace la ranita verde

Wendy: lo siento fue accidente, es que no se muy bien usar patines y pues como estaba calle arriba al abajar no pude detenerme… bueno no hasta que choque contigo claro esta. Hola tú debes ser esta Rubí, la rubia enana que es un demonio

Rubí: si y tú debes ser Wendy, la gata desquiciada que parece que esta en celo todo el tiempo con su novio

Wendy: auch, eso me dolió hasta el alma, a hola Roberto no te había visto

Roberto: hola Wendolyn, me alegra verte

Yo: ¿y-ya se conocen?

Wendy: obviamente que lo conozco, ¿no te acuerdas que fui yo quien te lo presentó?

Yo: este… la verdad no me acuerdo quien fue quien me lo presentó; basta de charlas a hacer lo que vinimos a hacer

La verdad no me esperaba eso por lo que decidí que era mejor empezar con lo que vinimos a hacer, ellos ni se negaron ni se extrañaron con lo rápido que decidí terminar la conversación en ese punto; fuimos entrando tienda tras tienda y aquellas dos parecían no terminar de ver y probarse diferentes blusas, pantalones, vestidos y la verdad me estaban hartando; yo ya había terminado de comprar ropa, solo unas cuantas camisas y unos pantalones que fui obligado a comprar por las chifladas estas ya que según ellas podía usarlas para ir de “caza” de chicos ya que según hacían que se notara más mi parte de atrás, eso solo hiso que me sonrojara y enojara estando apunto de pegarles pero unidas ellas dos no me quedo de otra de comprar esos pantalones si es que quería que me dejaran en paz. Ya cuando al final de que terminaron nos tuvimos que regresar a las casas ya que estaba atardeciendo.

-oye gatita se me olvido preguntarte ¿no tuviste clases hoy o qué? Ya que si no me equivoco tu estas en la tarde, y hablando de eso ¿Roberto ya no esta en esa secu? Es que…

-a bueno lo que pasa es que al empezar 3º se cambio para la mañana y yo bueno si tenia clases pero íbamos a salir temprano así que para que ir

Esta niña nunca iba a cambiar, aunque bueno la verdad yo hubiera hecho lo mismo por lo que no me puedo quejar. Una vez que Roberto y yo llegamos a la casa fui directo a la cocina después de dejar mi mochila en la sala para ir iniciando la cena ya que me tocaba hacerla, mientras estaba cortando unas zanahorias y papas el niño este me abraza por detrás besándome la cabeza y enseñándome lo que había comprado en el centro.

-antes que digas algo solo quería darte esto ya que lo más seguro que el otro lo hayas tirado a la basura cuando te enojaste conmigo en segundo. Te quiero.

bueno aunque me tarde menos tiempo del usual sigo tardandome y pues no tengo nada más que decir hasta la proxima.