¿Amigo o enemigo? 7
-¿Qué que se que se supone que haces aquí? mi voz sonaba apagada y me querían salir lagrimas pero de enojo
Capitulo 7
Ángela
Nada era para siempre, todo cambia y luego vuelve a cambiar y la vida era una de las cosas que cambia todo el tiempo según las decisiones que cada quien toma. Cosa que al parecer en este salón era común que las decisiones tomas por unos afectaran directa o indirectamente a los demás. Y el aparente “desprecio” de este Carlos hacia todos deprimía en gran escala a Juan, por lo tanto Paulina, Lucia y yo tratábamos de animarlo, hacer que se ría o que se enojara, cualquier cosa era mejor que verlo triste.
Luz: oye Juan ¿te gusta tu nuevo color de cabello?
Juan: no deben teñir el cabello de los demás sin su consentimiento, al menos fue solo una parte del flequillo
Yo: mira el lado bueno combina con tus pupilentes y seguramente te hará más guapo
Juan: ¿seguramente?
Yo: como soy tu hermana tengo el deber de decirte que te veras horrible
Juan: baya ánimos medas, bueno ahora dime ¿Cuál es la razón de que se comporte así Carlos? Porque sé que tú sabes la razón
Yo: eres incapaz de ver los sentimientos de los demás pero sabes enseguida cuando te esconden algo; al parecer en el trabajo de su papá le han mandado a otra parte y se tendrán que mudar, el no quiere pero no tiene otra elección y sin querer se desquita con nosotros.
Luz: más idiota no podría ser, no les dice nada a sus papás pero se desquita con…
Juan: un momento ¿se va a mudar? ¿Dónde vive en este momento?
Luz: mira esta es la dirección y ¿Cómo para que quieres saberlo?
Juan: porque ya se me olvido y quiero hacerle una visita
Juan
Tenía que ir a verlo para poder asegurarme que si en verdad se iba a mudar, pero…. ¿Qué podía hacer yo si en verdad se mudaba? Nada, no podía hacer nada, pero no me tranquilizaría si no me lo confirmaba o negaba este Carlos sin importar si me decía de algo o algo peor. Al llegar a la dirección que me entrego Lucia me di cuenta que no había nadie y como yo quería saber eso ese mismo día me quede esperando afuera de la casa hasta alguien llegara, al pasar como media hora al fin llego Carlos (justo en el momento que estaba a punto de morir de aburrimiento) el al principio me miro con cara de no saber lo que pasaba aunque enseguida la cambio a una que indicaba que ya entendía el porqué de mi visita. Una vez adentro me hiso pasar a su cuarto mientras que el iba a la cocina por unos vasos con jugo de naranja, una vez que los dos estuviéramos en su cuarto tuvo que ser él quien rompiera el hielo ya que los nervios no me dejaban articular palabra.
-entonces ¿Ángela ya te lo dijo?
-¿es cierto que te mudas? ¿Por eso andabas tan molesto con todos?
-es de idiotas contestar con otra pregunta… y tú no eres idiota; si me mudo pero no estaba enojado por eso si no por otra cosa de menor importancia.
-¿Cuándo te vas?
-en 2 días a primera hora de la mañana
-en 2 días… pero ese día es tu cumpleaños
-lose…pero no puedo hacer nada
-en ese caso quiero que te quedes con esto –en ese momento quite un collar con un corazón con alas y se lo di –para mi es mi amuleto de la suerte y quiero que te lo quedes como regalo de cumpleaños para que no olvides a nuestros compañeros y a mí
-nunca podría olvidarme de ti Juan
En ese momento nos quedamos viendo el uno al otro con una cara de felicidad, y quien sabe cómo nos fuimos acercando poco a poco hasta que nos besamos, al principio fue solo un tímido beso pero a momentos la intensidad subía hasta que nos besábamos como si no hubiera un mañana; entonces nos fuimos acostamos en su cama, luego el separo nuestros labios para poder besar mi cuello, yo podía sentir su mano subir por mi pierna hasta llegar a la zona donde nunca antes alguien había tocado.
-Carlos… pa… para… tus padres.
-descuida no vendrán hasta la noche.
Con ese comentario ya pude estar más tranquilo, dejándome llevar por las sensaciones que estaba sintiendo; cuando me di cuenta Carlos ya estaba tratandome de penetrar lo cual logro empujando su pene a mi trasero con un poco de fuerza… mucha… bueno en más de la necesaria, pero todo lo que importaba en ese momento éramos nosotros dos, una vez dentro de mí se quedo un rato para que yo me acostumbrara a tenerlo y después comenzó a moverse para delante y atrás suavemente. Entre más pasaba el tiempo más rápido hacia los movimientos, ambos estábamos disfrutando hasta que de repente escuchamos que la puerta del cuarto se cerró, al oír ese ruido Carlos se quedo quieto y ambos nos pusimos pálidos como fantasmas; rápidamente nos levantamos para poder ponernos la ropa y checar quien o que fue lo que entro a ver al cuarto.
Al ir pa bajo nos dimos cuenta que la hermana de Carlos andaba en la cocina.
Carlos: Ho-hola Ana ¿llegastes hace mucho? ¿No te ibas a quedar en la casa de una amiga? –el no podía disimular su nerviosismo como yo
Ana: llegue como hace 15 minutos y si me iba a quedar a dormir con Andrea pero sus padres comenzaron a discutir y pues para ahorrarle la pena me vine; y una cosa más la próxima vez que lo vayan a hacer ustedes no hagan tanto ruido... y usen proteccion
Yo: ¿e… eso… quiere decir… que-que nos vistes?
Ana: solo diré que me pusieron cachonda, pero en serio usen proteccion
Carlos: por favor no les digas a mis papás
Ana: mmm… no diré nada, pero con una condición que seas mi sirviente todo un mes
Carlos: trato hecho. Bueno Juan acompáñame un momento al cuarto
Ana: ¿lo seguirán haciendo?
Carlos: no, solo le quiero dar algo
Ana: ok, solo una cosa más… bonito cabello azulito
Cuando Ana prometió no contar nada a me pude relajar y me alegre que le gustara a alguien ese teñido, creo que pensare el dejarme el cabello así; seguí a Carlos hasta su cuarto al llegar antes que nada me dio un pequeño beso y después se dispuso a buscar algo entre sus cajones y repisas hasta dar con un pequeño libro, me lo entrego diciendo que era un regalo atrasado de mi cumpleaños ya que no me había dado nada (aunque que yo sepa si me dio algo pero ya ni me acuerdo) porque pensó que dudaba que yo lo aceptara; y también me entrego un anillo para que pensara en él cuando ya no estuviese ya que quien sabe cuando regrese o si va a regresar algún día. Nos dimos un último beso y me fui a mi casa prometiéndome que jamás en la vida me olvidaría de Carlos.
10 de diciembre 10:00 p.m.
Paulina
¡¡¡Que romántico!!! Juan regalándole su collar y Carlos su anillo casi casi como si estuvieran haciendo una promesa de amor. Juanito nos estaba relatando todo lo que paso (o casi todo porque me parecía que omitía algo) en la casa de Carlos cuando lo fue a visitar. Ya había pasado una semana desde que Carlos se fue a Ecuador (¡¿de qué trabajo mandan a sus empleados a otro país?!) las cosas se reprimieron un poco pero después todo a empezado a volver a la normalidad, todos lo extrañamos (Juan más que nadie) pero lo sabemos disimular.
Yo: ¿y de que se trata ese libro?
Juan: es para que escriba lo que quiera, seguramente me lo dio porque sabe que me gusta hacer historias
Alexis: seguramente, bueno cambiando de tema ¿Qué onda con sus nuevos collares?
Ángela: aja nuevos con las cuerdas casi rompiéndose, bueno el caso es que simbolizan nuestras personalidades: yo soy el sol y Juan la luna
Juan: el sol, el día, lo positivo, la claridad, la fortaleza, el valor.
Ángela: la luna, la noche, lo negativo, lo misterioso, la sensibilidad, la sensualidad, la timidez.
Yo: ok entiendo lo de Ángela pero Juan no es negativo ni misterioso ni mucho menos sensual
Ángela: eso porque solo muestra uno de sus lados ya que, como ya dije, es como la luna tiene un lado claro y un lado oscuro, el solo les ha mostrado uno de sus lados.
Alexis: en esa parte ya es misterioso
Luz: el caso es que ella es como el sol y él como la luna –esta niña y su temperamento –bueno ¿ya saben a qué prepa irán? Solo queda medio año para salir de la secu por lo que tenemos que ir teniéndolo que pensar
Yo: pues ni se me había ocurrido pensar en eso – no podía decir que me quien llevar a una prepa tipo internado
Alexis: ni a mi
Juan: pues yo iré a una tipo internado
Luz: ¿Por qué que hiciste? Y ¿Qué es una prepa tipo internado?
Juan: no he hecho nada, voy por mí mismo y a tipo internado me refiero a que los alumnos tenemos que dormir en dormitorios que tiene la escuela, compartir el cuarto con una o dos personas y no podemos salir de la prepa a menos que tengamos permiso de nuestros padres o sea fin de semana; Ángela también irá a uno pero exclusivo para chicas
Alexis: tal vez me inscriba a esa prepa a la que iras para ver si quedamos en la misma habitación
Juan: a mí no me gustaría dormir contigo –al ver nuestras cara de perplejos enseguida agrego –no me gustaría porque como me aguantaría las ganas de meterme a tu cama –puso una cara de lujuria que haría poner a sus pies a cualquiera
Yo: y ahí está su lado sensual
De ahí comenzamos a hablar de otras cosas como, a donde irían cada uno en las vacaciones de invierno, donde pasaríamos la navidad y con quien hasta que Ángela como que se acordó de algo y se fue al salón a buscar algo, regresando ella (cosa que no se tardo) traía con ella una carpeta con un montón de papeles consigo y se la dio a Juan diciendo: tu entrega de mamá.
Alexis: ¿Qué es eso?
Ángela: las posibles citas de Juan para novia y/o amigos que mamá obliga a este niño tener
Yo: ¿Cómo porque o qué?
Ángela: por la misma razón que yo hacía de Cupido, porque este llega a ser muy tímido –ese comentario solo causo que Juan se sonrojara y volteara a otra parte –los que están marcados con azul son candidatos para amigo y las de rojo de novia; todos son hijos de amigas de nuestra madre y antes que digan algo ella tiene 10 agendas telefónicas exclusivas para sus amigas todas casadas y con hijos
Juan: oye aquí hay varios errores algunos chicos están marcados con rojo y algunas chicas con azul
Ángela: lo que pasa es que los investigue, cosa nada fácil por cierto, para saber quiénes se le han visto alguna tendencia gay o lesbiana y ahí está mi esfuerzo
Yo: eso quiere decir que tú Alexis tienes competencia ya que varios de esos marcados con rojo están bien buenos
11 de diciembre 1:00 P.M.
Ángela
Como todas las veces que estábamos en mi cuarto solos Juan estaba acostado en mi cama mientras que yo me peinaba enfrente de un espejo. Era raro que habláramos en el cuarto del otro ya que usualmente solo discutíamos en esos momentos, quien sabe porque pero siempre discutíamos, tal vez no quisiéramos pero simplemente pasaba. Aunque este silencio era diferente, lo era porque Juan aun no creía que Carlos se halla ido y no quería poner a mi hermano peor.
-¿ya pensaste con quien vas a salir? Me refiero a…
-se a lo que refieres; aun no se si quiero salir con alguno de ellos, no me gustan las citas a ciegas
-no seas aburrido y si quieres te acompaño.
-bueno con una condición, que uses tus lentes normales y no los de contacto
Tenía que decir eso, no niego que hay temas que me enojan, pero lo que si me saca de quicio es que hablen de mi vista. Yo tengo que usar lentes, solo que odio usarlos y prefiero ponerme de contacto (que no sean de color ya que me gusta el color de mis ojos); estaba a punto de gritarle unas cuantas cosas cuando recordé que mi misión era conseguir que saliera con alguien. Solo que me vengaría usando su propia medicina… el también tiene que usar lentes de aumento.
-está bien, usare los lentes pero también tengo una condición, no uses tus pupilentes y tienes que ponerte también tus lentes –estaba a punto de rechistar cuando proseguí –a menos que quieras que mamá se entere que te gustan los chicos
-creo que Fabián de la primera hoja y Sofía de la tercera no estarían mal –jaque mate, le gane.
-bueno mañana inician las vacaciones haci que el jueves creo que podría ser la cita, ponte guapo para ese día
-te odio
-y yo con todo mi corazón
-¿tienes corazón?
-claro, esta aguardado al lado de tu cerebro… espera… se me olvido que el tu cerebro se perdió
13 de diciembre 2:00 P.M.
Era tan sencillo convencer a este niño, solo que cada vez que conseguía convencerlo hacia que yo hiciera algo que no me gustaba, en esta ocasión era usar mis lentes. En este momento estábamos en su cuarto terminando de arreglarnos (o mejor dicho de arreglarme) para su cita. Aunque también trataba de sacarle información ya que a su versión de lo que paso en la casa de Carlos como que le faltaba algunos datos.
-Juan entre tú y yo nunca ha habido secretos y no vamos a comenzar a tenerlos ahora ¿Verdad?
-bueno la verdad de lo que paso es que…. Es que… tuve mi primera vez mucho antes que tu jajá –sentía que me desmayaba ¿Cómo es posible que mi hermanito que todos consideran un santo angelito (lo cual no es) pudo hacerlo antes de mi? El fin de mundo se acerca.
-no puedo creerlo, simplemente no lo creo; bueno ¿hasta donde llegaron? ¿Quién fue el activo? ¡¡¡¡¡¡¡¡Cuéntame todo lo que hicieron!!!!!!!!
-el fue el activo y ni terminamos de hacerlo porque nos interrumpió su hermana mayor, por lo otro ¿pa qué quieres saberlo?
-para cuando yo tenga mi primera vez saber como poner al máximo al chico
-ok, ¿Qué tal si cuando tenga sexo completamente hasta el final te lo cuento? Y ¿Dónde vamos a tener la cita?
-esta bien pero ya dijiste, va a ser en una pizzería, solo vamos a hablar y obviamente a comer pizza –al fin termine de arreglarme –bueno vámonos ya si no queremos llegar tarde y que no se te olviden los lentes
-no, no se me olvidan
En ese momento me sentía feliz (aun llevando los lentes) ya que Juan al fin iba a tener una cita (no, la cita que tuvimos con Marco y Mateo no vale como cita suya) y aunque el lo negara también parecía que le gustaba la idea. El iba vestido con una camisa de manga larga color azul que decía: mi hermana es una fea bruja amargada, y yo un angelito; lo cual no se veía gracias a que su suéter de gorro sin mangas blanco estaba abrochado, también iba con un pans y tenis del mismo color que el suéter y con los lentes en la cabeza. Yo iba de manera parecida que el, solo que mi blusa de manga larga era rojo y que decía: mi hermano no es un angelito, es el mismo diablo; mi pans, tenis y mi suéter (si esperan que sea con mangas olvídense de esa idea que no tiene) eran de color negro, un gorro rojo para frio y los lentes si los traía como toda persona normal.
Al llegar a la pizzería (llegando tarde claro esta) nos dimos cuenta que solo había llegado Sofía. Ella era una chica alta, cabello tan negro como la noche, delgada, ojos cafés oscuro. Iba vestida con un suéter rosa, pans negro y tenis blancos; y como diría Juan, ella es tan plana como yo… creo que ya saben de que hablo.
Yo: lamentamos llegar tarde
Sofía: descuiden acabo de llegar hace dos minutos; y tienes razón tu hermanito es lindo –eso ultimo lo dijo en un susurro apenas audible.
Al poco rato llego Fabián. El es un chico guapo, rubio, con los ojos de un brillante color café claro. Vestía una chaqueta negra, pantalón de vestir café y zapatos negros. Una vez que llego entramos a la pizzería y nos sentamos en una mesa. Juan y yo dejamos que ellos decidieran que pizza comer ya que nos daba igual la que fuera, a excepción si era hawaiana porque no soportamos comer piña (jugo o soda de piña tal vez pero comerla ni en pesadillas), al final se decidieron por una de carne, champiñones y jalapeño, fue entonces cuando llego el mesero el cual nosotros dos lo conocíamos.
Marcos: mucho gusto, ¿Qué les puedo…? ¿Qué hacen aquí los dos?
Yo: lo mismo me pregunto ¿Qué haces aquí?
Marcos: pues la pizzería es de mi tío y pues a veces vengo a ayudar en el negocio y el me paga como si fuera un empleado. ¿Dónde están mis modales? ¿Cómo están Juan, Ángela? ¿O debo decir Juanita y Ángel?
Juan: esta vez si somos nosotros descuida.
Fabián: amm… este… ¿nos perdimos de algo?
Juan: es una larga historia, Fabi -¿tan rápido le habla con familiaridad? –la versión resumida es que un día Ángela y yo cambiamos lugares.
Marcos: bueno luego cuentan la historia ¿Qué les traigo?
Sofía: una pizza de carne, champiñones y jalapeño
Marcos: ¿algo de tomar mientras esperan la pizza?
Sofía: yo quiero solo agua
Yo: una manzanita
Fabián: coca-cola
Juan: yo una Mirinda
Una ves que se fue les comencé a contar cuando convencí a Juan para se hiciera pasar por mi, todo lo que paso y como quien sabe como esos dos descubrieron que el era yo y yo era el. Después (de traernos las bebidas) regreso Marcos con la pizza y se sentó con nosotros, ya que al parecer termino su turno. Al comenzar a comernos la pizza también comenzamos a hacer pendejadas como lanzarnos pedazos de rebanadas de pizza unos a otros, hacer caras graciosas, etc. Nunca había visto reír tanto a Juan, eso me alegraba, pero me molestaba (o eran celos… no, dudo que sean celos) que Marcos solo miraba a Juan, ¿no se suponía que el rarito era su hermano?; bueno aparte de eso todo fue de maravilla… hasta que mi hermano recibió una llamada.
Juan: si, hola… hola mamá
Yo: ¿es mamá? Ponla en alta voz
Juan: ya voy ya voy. ¿Qué querías mamá?
Mamá: ¿tu y tu hermana ya fueron a ese lugar con aquellos?
Juan: justamente estamos comiendo la pizza…
Mamá: pues di alguna escusa o algo y váyanse de ahí ustedes dos
Juan: ¿Por qué, algo malo paso?
Mamá: lo que pasa es que me entere que ese niño a quien fuiste a ver es… es…
Juan: ¿es que? Explícate mamá
Mamá: que es maricón, por lo tanto quiero…
Fabián: creo que me tengo que ir –hiso ademan de levantarse paro Marcos lo detuvo
Mamá: ¿Qué fue eso?
Juan: nada, no fue nada y tu quieto ahí. Te quiero decir algo mamá
Mamá: ¿Qué cosa?
Juan: que sea lo que sea el te tiene que valer, el puede hacer de su vida lo que él quiera; también quiero decirte que tienes mala suerte
Mamá: ¿Por qué lo dices?
Juan: porque no nos vamos a ir ni yo ni Ángela de aquí hasta que acabe la cita, y ¿Qué crees? Tu único hijo te salió maricón, me gustan los chicos, ya me he besado con algunos, hasta me he acostado ya con uno así que hazme un favor y vete a la mierda cagada la cual es tu propia vida –y corto la llamada.
Todos nos quedamos con la boca abierta por diferentes motivos; Mateo porque Juan le dijo a mamá que ya ha tenido relaciones sexuales, Fabián porque Juan lo defendió, Sofía por el hecho de que el le dijo un monton de groserías a mamá y yo porque hiso eso aun sabiendo que seguramente le dira a papá y el lo castigara y luego le dara la charla de todo eso del sexo y de usar protección.
Yo: es tuvo de más lo de que te acostaste con un chico
Juan: lo se pero como le estaba diciendo toda la verdad no pude aguardarme eso.
Después de ahí seguimos con todo lo que estábamos haciendo antes de la llamada solo que ahora Fabián miraba con otros ojos a mi hermanito y que Marcos miraba más (si es que es posible) a Juan. Al final de la cita nos pasamos los números de los celulares de cada uno y nos fuimos a las casas de cada uno. Por el camino le iba diciendo varias consecuencias que pudieran tener efecto sobre lo que hiso a Juan como que seguramente mamá ya no va a querer ir a comer para navidad para la casa de ellos.
24 de diciembre, horas antes de la cena de noche buena
Juan
José: asi que ¿Qué hacias aquí?
Ángela: ¿no es obvio? Voy a pasar esta noche aquí
Yo: me sorprende que mamá te dejara venir, con todo lo que le dije suponía que no te dejaría acercarte a mi
Ángela: al principio iba a hacer asi, pero se le ocurrió después que a lo mejor eres asi porque no te dio suficiente amor y que no se que, que bla bla bla, bueno el punto es que piensa que ella es la culpable de que seas gay
Yo: no soy gay, también me gustan las chicas
Ángela: pues ella no lo sabe asi que piensa que eres gay
José: bueno ahora cambiando de tema ¿Quién va a ir a abrir la puerta? –lo dijo ya que pocos minutos atrás comenzó a sonar el timbre.
Ángela: ¿esperan a alguien?
José: que yo sepa no, y no puede ser tú papá ya que falta una hora a que salga del trabajo
Yo: bueno yo ire a ver quien rayos es, y una cosita por más adoptado que seas el también es tu papá
Este muchacho y su manía de decir que ellos no son sus padres. Al llegar y abrir la puerta sentí que el corazón se me detuvo por un momento, no podía o no quería creer que la persona parada enfrente de mi sonriendo era la misma persona que odiaba con el corazón.
-¿Qué… que se… que se supone que haces aquí? –mi voz sonaba apagada y me querían salir lagrimas pero de enojo
-¿te alegras de verme, lindo gatito?