Amigas de South Central

Unas amigas son secuestradas y violadas para darle una lección al novio de una de ellas.

GUERRA DE PANDILLAS

Brooke tiene 17 años y una amiga. Su nombre es Nadia, también de 17. Viven en South Central, uno de los lugares más podridos e inseguros de EEUU. Brooke es una hermosa chica de color. Su cuerpo amalgama la perfección de los músculos propios de la raza negra con la perfección del cuerpo de una adolescente. Nadia es descendiente de italianos, un magnífico exponente de esa belleza que solamente las latinas pueden ofrecer. Ambas tienen muchas cosas en común: su gusto por la ropa, son fanáticas de Limp Bizkit, y el disgusto por el lugar en que les tocó vivir. Y fue esto último. Curiosamente, lo que provocó una gran pelea entre ellas.

Todo empezó cuando Brooke decidió contarle a Nadia la solución que había encontrado al problema de la inseguridad. Así fue como Brooke se lo comentó a su amiga:

"Sé que temes tanto salir a la calle como yo. Sé que temes ser asaltada o incluso violada una noche cualquiera, al volver a tu casa. Lo sé porque yo me siento igual. Ya no lo soporto mas."

Nadia respondió:

"Ten paciencia. En un año cumpliremos 18 y podremos irnos de aquí. Mientras tanto debemos seguir ahorrando dinero."

"No -dijo Nadia- ¡No puedo aguantar un segundo mas esta situación! Me niego a quedarme otro maldito año en un lugar donde es necesario cuidar tus espaldas hasta en el colegio. Pero ya encontré la solución. Necesitamos protección, sentirnos protegidas. Todo lo que necesitamos es ser novias de un chico que nos proteja. No importa que no nos guste, solo será por un año. Podemos vivir con eso."

"¡De todas tus ideas locas esta es la mas loca, Brooke! ¿Quien nos cuidará tanto que las propias pandillas no nos harán nadie? No... no estarás pensando en..."

"Si, Big Fat Randy. Nadie me tocará si soy su chica."

"En primer lugar, no serías su novia, sino su puta. Te usaría a su antojo, sin respeto alguno..."

"Puedo vivir con eso, Nadia. Y tu también. Tu estarías con Alberto, siempre le gustaste."

"¿Alberto? ¡Estás loca! Estuvo preso varias veces, y es un mujeriego incurable. Y es tan sucio... No, ¡Esta idea es sucia, Brooke!"

"Mira, Nadia, ya está hecho. Hoy hace una semana que salgo con Randy, ¡Y le he hablado a Alberto de ti! Está realmente entusiasmado."

"Entiende esto, por favor... Big Fat Randy no te dejará ir así nomás el año que viene. Nadie deja a Randy, el te deja a ti... y no en las mejores condiciones. Además es un ambiente peligroso... sus negocios pueden caer sobre ti, solo por estar con él. Brooke... lo siento, pero hasta que cambies de idea... no quiero que vuelvas a hablarme. Pero si cambias de parecer, aquí estaré."

La joven de color se levantó bruscamente de la cama de su amiga y salió de la habitación. Desde allí Nadia oyó el portazo que anunciaba el final de una amistad.

Un mes después...

Brooke comenzaba a entender que quizás salir con Big Fat Randy no había sido tan buena idea, después de todo. Cuando él estaba "limpio" era agradable... incluso dulce. Pero si tomaba o se "condimentaba" con su mercancía las cosas se ponían realmente feas. Como esa noche de la semana anterior, en que llegó enfurecido por un negocio mal resuelto, y sin importarle que ella estuviese en su período la tiró sobre la cama y la penetró de una manera en verdad agresiva. Luego, al ver las finas sábanas de seda manchadas de sangre le dio un puñetazo en el vientre y la obligó a limpiar la cama con su lengua. Al día siguiente le pidió perdón, pero Brooke no lo oía; ella recordaba las advertencias que Nadia le había hecho hacía... ¿Cuanto tiempo? Para la pobre joven parecían años.

Ahora caminaba hacia su casa. Era un largo camino, pero había perdido el miedo a la oscuridad de las calles cuando un asaltante le pidió perdón al reconocerla, y le había devuelto su dinero... antes de pedirle que "...por favor no se lo comente a Big Fat" y volver a pedirle disculpas. Y en tan solo un segundo, su conmocionada vida volvió a agitarse: unos faros la cegaron, arrancándola de sus recuerdos. Oyó una voz gritar "¡Es ella, es ella!". Esbozó una sonrisa, intentando disipar el miedo que comenzaba a inundarla, y gritó a la sombra que comenzaba a abrirse camino entre los haces de luz que la cegaban: "¡Alto! ¿No saben quien soy?" La figura le respondió con una ronca voz: "Si, lo sabemos." Sintió un golpe en la cabeza y luego la conciencia se le escapó de su ser, junto con su confianza.

Antes de alcanzar a despertar totalmente ya sentía una extraña sensación de bamboleo que la intrigó, aunque no demasiado. Estaba más preocupada en el hecho de que intentaba tocarse la cabeza allí donde le dolía, y sus brazos no le respondían. Abrió sus ojos y un mechón de pelos la obligaron a cerrarlos. Volvió a intentarlo, y deseó no haberlo hecho. A pocos centímetros de su cara, el Pato Donald -o más bien una máscara con su figura- se movía frenéticamente encima de él. Unos largos y negros cabellos lacios escapaban de la parte trasera de la máscara, rozándola según se moviera su dueño. Brooke comenzó a recuperar sus sentidos, y lo que sintió fue un enorme miembro dentro de ella. Un desagradable gemido se hizo escuchar desde detrás de la máscara, mientras que un calor viscoso le inundaba la vagina. Brooke gritó, y el que la había disfrutado saltó asustado hacia atrás. "¡Ya despertó!" dijo, y la voz que la joven había oído antes de ser golpeada respondió: "Si, ya nos enteramos. HAHAHA!" Sintió varias risas a su alrededor. Alzó un poco su cabeza, tanto como el dolor le permitía para entender su situación. Se encontraba atada en una cama, ubicada en un inmenso galpón. Alcanzó a contar siete hombres, todos con máscaras infantiles y armados, a excepción del "Pato Donald", que estaba subiéndose los pantalones.

La voz ronca volvió a oírse. Pertenecía a un hombre robusto, con una máscara de Power Ranger color verde. "¡Ya veo por qué te eligió esa rata de Randy para ser su puta! ¡Soportaste a cuatro de mis hombres dentro de ti antes de despertar! Tus amigas apenas aguantaron un par" dijo, señalándole a su derecha. Brooke miró hacia allí, y con horror encontró atadas en unas camas cercanas a Nadia y otra chica, una hermosa pelirroja algo mayor que ellas, que no conocía. Los ojos de Brooke se llenaron de lágrimas mientras observaba a su amiga allí, con la ropa hecha jirones y con obvias marcas de haber sido atacada. La otra chica se encontraba en iguales condiciones.

Brooke comenzó a preguntar el motivo de este secuestro, pero el "Power Ranger verde" la interrumpió. "Fácil. A tus amigas para localizarte, y a ti por tu novio. Somos nuevos en el barrio, y vamos a darle una lección que jamás olvidará."

"No me hagan nada, por favor" -imploró Brooke- "Ni siquiera conozco a la chica del fondo, por favor, déjenla ir." "¿Que no la conoces?" -preguntó el Power Ranger verde, y se acercó a la cama que ocupaba la pelirroja- "¿Y quien mierda eres, entonces?"

"S-soy a-amiga de Nadia. nos conocimos hace unas semanas."

"Entonces ya no nos sirves, vete." dijo el jefe de los secuestradores. Amagó con sacarle las cadenas, pero en lugar de eso sacó un pequeño revolver que parecía de juguete y le disparó a la chica en la cabeza. Uno de los tipos, que tenía una máscara de Mickey protestó "¡Pero yo quería darle por el culo!" El Power Ranger verde soltó un bufido de impaciencia y le tiró unas llaves. "Sacale las esposas, dala vuelta y aprovéchala, que aún está calientita." "Mickey" cogió las llaves y se arrojó sobre el sangrante cuerpo de la inocente pelirroja, mientras le sacaba las pocas ropas que le quedaban.

El Power Ranger verde se acercó a Nadia, pero no dejaba de mirar a Brooke. "Ahora si, vamos a soltarlas. Van a hacer todo lo que les digamos. Si una de las dos desobedece..." y señaló al cadáver de la pelirroja, que comenzaba a ser penetrado por atrás. Nadia lanzó a su antigua amiga una mirada repleta no de furia, sino de compasión. Parecía decirle "Está bien, ésta te la perdono, pero no me hagas matar, por favor." Brooke asintió tímidamente mirando a su ex-amiga a los ojos, y solo entonces Nadia la imitó.

El jefe de sus captores las liberó y les ordenó pararse. Ambas lo hicieron al mismo tiempo. Y mientras se dirigía junto con sus compinches a un largo sillón, les ordenó que bailaran para ellos. Ingenuas ellas, comenzaron a interpretar esos pasos de rap que tantas veces habían practicado en sus tiempos mas felices. Uno comenzó a abuchearlas y el jefe les ordenó "Queremos un baile sexy, estúpidas. Quiero que me muestren que tan putas pueden llegar a ser por sus vidas. ¡Y quiero ver lesbianismo!" Brooke tragó saliva, y miró asustada a Nadia. Ella ya había comenzado a moverse muy seductora, y la miraba a los ojos ahora con una mirada de perra en celo que nunca le había visto. Nadia le quitó los restos de su remera, luego terminó de bajarle el pantalón. Enseguida la tomó de la cintura y la dejó de espaldas. Sintió los labios de su amiga buscando el broche del corpiño, que al ser abierto dejó al aire sus morenos pechos. Brooke comenzó a temblar, tanto del miedo como de la excitación que le provocaba esta nueva experiencia. La boca de su amiga se acercó a su oído, y susurró: "Colabora conmigo, o nos matan a las dos" Esas palabras le recordaron su situación, y se giró de inmediato. Miró provocativa a Nadia, y sin dudarlo le arrancó los jirones de su camisa y el corpiño al mismo tiempo. Luego comenzó a agacharse. Los perfectos pechos de Nadia quedaron frente a su cara. Comenzó a besarlos y a juguetear con sus pezones usando su lengua. Se entretuvo en esto un rato, hasta que sintió que era hora de bajar un poco más. Acarició su vientre con manos y lengua muy lentamente hasta llegar al borde del pequeño tanga, que había sido milagrosamente respetado por los hombres que ya la habían violado.

Brooke se la quitó, dejando expuesta una más que hermosa y bien cuidada pelvis. Se arrodilló y comenzó a lamerle el clítoris y los labios internos, mientras que con los dedos apartaba los labios externos. A medida que la vagina se fue humedeciendo, Brooke comenzó a meterle primero un dedo, luego otro, y así hasta un total de cuatro, pero bien apretados. Se encontraba abstraída en su tarea de abrirle la vagina a su amiga cuando un largo y sonoro gemido le anunció que Nadia había tenido un orgasmo. Sus piernas comenzaron a temblar, y finalmente cayó de rodillas, quedando ambas caras de joven mujer frente a frente. Nadia besó en la boca a Brooke, y por primera vez probó el gusto de su propio flujo.

Este hermoso y romántico momento fue cortado de improviso, cuando uno de los secuestradores, con una máscara de Power Ranger rojo gritó: "¡Miren a las muy putas! ¡Parece que lo disfrutaron!" Otro gemido de orgasmo, esta vez uno bestial, se oyó del lado opuesto del galpón. "Mickey" había acabado.

"¿Y, que tal estuvo la irlandesita?" preguntó el "Pato Donald". "Mas o menos... algo frígida." Los secuestradores rieron. "Además me dejó la verga llena de mierda, la muy puta."

El jefe se adelantó: "Acá tenemos a una chica que parece que usa muy bien la lengua, pedile que te limpie." Mickey se acercó a Brooke, que miraba fijamente la pija llena de mierda de la chica muerta. "Límpiame, puta. Límpiame con la lengüita." Brooke apartó su cara con asco, pero sus ojos se encontraron nuevamente con los de su amiga. "¡Que chupes te dije!" gritó el necrófilo, tomándola de los pelos. le apoyó la pija fláccida y llena de mierda en la cara, mientras otro de los tipos, -éste con una máscara de Goofy- se levantó del sillón y encañonó a Nadia. Aguantando las arcadas, la joven de color se metió la verga entera en la boca, mientras raspaba los restos de mierda con sus labios, que apretaban al sucio miembro. Aprovechaba a sacárselo de la boca para escupir los restos de mugre que le limpiaba. La cosa del tipo fue endureciéndose gracias a su trabajo, y tras unos momentos, Mickey le llenó la boca de semen.

Mientras tanto, al ver que Brooke colaboraba, el tipo que había encañonado a Nadia se dio cuenta que ya no era necesario amenazar a Nadia. Guardó su arma en un bolsillo de su chaleco y le ordenó a la joven latina que le saque la verga. Cuando Nadia vió esa verga, comprendió que para que no la lastimara cuando la penetrara por donde el quisiera, lo mejor era chupársela bien, lubricarla con saliva. Nadia no tenía mucha experiencia con los hombres, por lo que sus cuevas eran muy estrechas todavía. Comenzó lamiéndole el glande, que apenas entraba en su joven y casi inexperta boca. Con un poco de esfuerzo pudo meterse la punta en la boca, mientras sus labios abrazaban el tronco de semejante pija. Mientras hacía el movimiento de adentro hacia afuera con la lengua jugueteaba con el glande. El tipo le sacó la verga de la boca de repente y llamó al que tenía la máscara de Power Ranger rojo. "¡Ven, debes probar esto! ¡Esta puta es la mejor chupapijas que he conocido!" El otro saltó del sillón y tomó a Nadia por los cabellos. "¡Chupamela como lo hiciste con el! ¡Quiero ver si no me miente!" Esta pija era más delgada, aunque bastante más larga. Nadia no podía tragársela entera. Igualmente no hizo falta, ya que los lengüetazos que le daba estaban llevando al tipo al éxtasis.

Mientras el tipo con máscara de Mickey se apartaba de Brooke, Goofy se le acercó y le dijo: "A ver si con tu cueva superas a la boquita de tu amiga." Dicho esto la empujó, haciéndola caer boca arriba con las piernas abiertas. Se acostó encima de ella e intentó penetrarla, entonces olió el hedor a mierda que salía de su boca. Le dio un cachetazo que le enrojeció una mejilla, mientras le gritaba "¡Puta asquerosa! ¿Como vas a limpiarle la mierda con la boca?" Se levantó y fue hacia el sillón, donde los cuatro tipos restantes observaban todo mientras bebían y fumaban. Brooke comenzó a sollozar, por la humillación a la que estaba siendo sometida. El tipo volvió con una botella de Whisky. Al ver que lloraba se la mandó en la boca. "¡No llores, puta! ¡No llores que esto es todo culpa tuya!" Brooke tragó la bebida, que le quemaba la garganta, y se ahogó. Goofy le sacó la botella y la dejó toser. Pero al ver que la joven de color escupía en Whisky se enfureció, y le gritó "¡El whisky no se escupe, puta come mierda! ¡El whisky se traga, y te lo voy a hacer entender!" Tras decir esto, le abrió violentamente las piernas y empezó a meterle la botella en la vagina, que le empezó a arder terriblemente cuando el licor comenzó a derramarse en su interior. Así y todo, no pudo evitar tener un involuntario orgasmo, que nunca entendió a que se debió.

El Power Ranger rojo le había acabado a Nadia en la cara. Cuando se recuperó le acarició los cabellos como si fuera un cachorro y le dijo "Buena chica." Se sentó y esta vez fue el Pato Donald quien se acercó a ella. "Hicimos una apuesta" -le dijo- "Ellos dicen que nada supera a tu boca, yo digo que tu cueva seguro que es mejor." Nadia sonrió, limpiándose los restos de leche del hombre anterior de la cara y se recostó en el suelo. "Así me gustan... bien obedientes" dijo el tipo sonriendo bajo la máscara. La penetró sin aviso, arrancándole un grito de dolor, pero también de placer.

Mientras tanto, Goofy, al ver que la concha de Brooke estaba imposible de penetrar hasta que no pasara la hinchazón, se había sentado encima de su vientre, le había agarrado las tetas y comenzó a masturbarse con ellas. La pobre joven le pidió que se levantara, ya que no le dejaba respirar. Goofy gruñó de impaciencia, se levantó y le apoyó el culo en la cara, mientras volvía a masturbarse con sus tetas. "Ahora no voy a oír tus quejas." Afortunadamente para Brooke, el tipo acabó rápido, y la dejó libre, no sin antes lanzarle un pedo en la cara.

Estando aún en el piso, Brooke vió que finalmente el jefe de sus captores se acercaba a ella. Los dos que quedaban -un Power Ranger amarillo y un Winny Poo- estaban discutiendo quien le iba a dar verga a Nadia por la boca y quien por la concha. Finalmente decidieron turnarse y empezaron con su tarea. Nadia parecía disfrutar, o quizás estaba fingiendo muy bien. El Power Ranger verde le habló a Brooke: "Habrás notado que mis hombres te perdonaron el culo. También a tu amiga. Y no es que no tuvieran ganas de culearlas... todo lo contrario. Pero acá tenemos una regla de oro. ¿Muchachos cual es la regla de oro?" Los otros contestaron "¡Nosotros no le rompemos el culo a las prisioneras!" Brooke suspiró de alivio. Aún en sus peores borracheras ni Big Fat ni sus novios anteriores la habían penetrado por allí, mientras que el culo de Nadia -hasta donde ella sabía- también seguía intacto. "Es cierto, -dijo el jefe de los delincuentes- no le rompen el culo a las prisioneras. Ese es un privilegio que queda para mí. No te preocupes, esperaremos a que tu amiga termine de encargarse de estos dos, ahí serás mía."

El Power Ranger y Winny Poo acabaron al mismo tiempo. Uno en la cara de Nadia, el otro en las tetas. El que estaba con la mascara del Pato Donald le acercó una toalla para que se limpiara. Una vez limpia el jefe la llamó, la ubicó al lado de su amiga y les dijo: "Ya todos mis hombres se divirtieron con ustedes. En mayor o menor medida han cooperado, lo que les agradecen desde ya. Ahora falto yo, que soy quien decidirá si se van o si mueren. Normalmente me gusta cerrar este ritual desgarrándoles el esfínter hasta que pueda meter mi puño entero. Pero estoy dispuesto a hacer una excepción con ustedes dos debido a su corta edad. Voy a pedirles que voluntariamente me entreguen sus culos. Voy a pedirles que me hagan el amor con sus agujeritos. Quiero que me den placer. Si lo logran, se van. Si no, no. ¿Cual es su respuesta?"

Nadia no contestó. Simplemente se colocó en posición de perrito y con las manos se separó las nalgas, mostrando su virgen agujero. "Es todo tuyo, disfrútalo, pero sé gentil, es mi primera vez" "Desde luego -contestó el jefe- seré tan gentil como te lo merezcas. ¿Y que hay de ti?" Brooke tomó aire para juntar valor y respondió "Dame placer" mientras imitaba la postura de Nadia. "Me temo que no entiendes -le dijo el jefe- se trata de mi placer, no del tuyo." Tras decir esto se abalanzó sobre la entregada morena. Se metió un dedo en la boca para empaparlo de saliva y comenzó a forzar el culo de Brooke. Ella, en tanto intentaba disfrazar sus gritos de dolor de gritos de placer, sin mucho éxito. Al primer dedo le siguió otro, y un tercero. Luego sacó los dedos y sin respetar virginidades la empaló con tanta furia que debió tomarla de la cintura para que no se cayera. Brooke gritaba como loca, y entre sus gritos de dolor dejaba escapar un "¡Así así! ¡Mas fuerte!" que no convencía a nadie. Después de varios bombeos, cuando vió que el agujero de la joven no se cerraba, se dirigió al culo de Nadia. Comenzó lamiéndolo, metiendo su lengua suavemente, luego fue un dedo, otro más, otro, y finalmente un cuarto. Nadia en verdad gozaba con esta nueva experiencia, así lo demostraban sus gemidos. Cuando el jefe consideró que era el momento, se la clavó sin miramientos hasta los huevos. Nadia casi se desmayó del placer. Comenzó a bombear cada vez más fuerte, hasta que le acabó en lo más profundo del culo.

"Necesito un puro, pero con estas mascaras..." -dijo el jefe- "¡Déjenlas libres!". Se acercó a Brooke: "Sin embargo... dile a tu noviecito lo que te hicimos. Y te aconsejo irte de su lado, a menos que quieras volver a vernos pronto." Volvió a sentir un golpe en la cabeza, y se desmayó. Cuando despertó, estaba tirada en un callejón. Nadia estaba a su lado.

"¿Por que sigues a mi lado?" fue lo primero que le preguntó Brooke.

"Porque somos amigas", respondió Nadia.

"¿Y tu otra amiga... la que...?"

"Aún no reacciono... No quiero hablar de eso. Pero no quiero perder otra amiga. Prométeme que dejarás a esa rata. Falta muy poco para poder irnos de aquí." Brooke no contestó, solo asintió. Acordaron no hablar a nadie más que a Big Fat Randy de esa tremenda experiencia.

Al día siguiente...

Brooke se encontró con su novio. Le contó todo por lo que había pasado la noche anterior. Su novio enfurecido, no dejaba de gritar que se vengaría. Ella le dijo que desde ahora ya no le importaba, y se marchó. Randy trató de detenerla, pero uno de sus consejeros le dijo que le convenía dejarla ir, que ya bastante había sufrido la pobre.

Un año después...

Brooke y Nadia finalmente dejaban su horrible y peligroso barrio, que tantos malos recuerdos les traía. Esa noche las había marcado a fuego, pero con los años aprendieron a recordar a esa noche como la noche que descubrieron que querían ser más que amigas, y como el inicio de un largo romance entre las dos.

Al día siguiente de la violación...

Nadia caminaba aún rengueando por las violentas -aunque placenteras- estocadas que había sufrido su culo. Entró en una juguetería y observó aterrada varias mascaras de Power Rangers y personajes de Disney apiladas, vendiéndose a precio de oferta. Recordando la noche anterior se dirigió al mostrador, tenía algo que preguntarle al vendedor. Cuando el robusto vendedor se acercó a ella, tras vigilar nerviosamente que nadie la viera, golpeó al hombre con todas sus fuerzas en la cara. El vendedor perdió el pié y cayó al piso, quedando invisible desde la vereda. Nadia saltó el mostrador y cayó muy cerca de la cara del tipo.

"¡Estúpido! ¿Como vas a dejar las máscaras tan a la vista? ¡Te dije que no dejaras ninguna prueba! ¿Y si pasa ella por acá? ¿No te parece que le va a llamar la atención?"

Con su voz ronca respondió: "Perdóname, Nadia. Fue un error. Ya las saco... Ya se que no es momento de preguntar pero... ¿Tienes el dinero?"

"Acá la tenés." -sacó un fajo de dólares de su campera- "¿Y tu prima la pelirroja?"

"Ya se volvió a su pueblo, le prohibí volver por acá hasta el año que viene. ¿Se notó que las balas que le tiramos eran de pintura?"

"No. Brooke se la creyó más que bien. Bueno... me voy a la escuela. Gracias por la enculada de anoche... realmente la disfruté"

"Cuando quieras repetirla..."

"No. Todo esto que hicimos tenía un doble propósito. Hoy, Brooke deja al idiota de Randy... y con el tiempo va a aprender a amarme... Si, lindo. Esta fue mi despedida de los hombres."

"¡Que pena oírlo! Bueno... un placer hacer negocios contigo"

"Igualmente"

Afuera había mucho viento esa mañana.

FIN