¿Amigas? 7

La boda!

Ángel: si… no te irás nunca más porque te pondré GPS –rie-Yo: tonta! – La abrazo-.

Ángel: te extrañe…

Yo: yo también… - sonrió-.


Ángel: ¿que harás?

Yo:¿ respecto a qué? –digo separándome de ella-.

Ella estaba por hablar cuando escuchó su celular, lo saca de su bolsillo  y veo por su expresión que no quiere contestar esta llamada. Me mira y contesta, pero pone la llamada en altavoz.

Ángel: ¿qué paso? – pregunta con un tono neutro-.

Pascal: ¿dónde estás? Desde que esa tarada nos botó te vi correr tras algo o alguien, mejor dicho – dice confundida- diría que era…

Le pego a ángel en el brazo para que la interrumpa.

Ángel: era una amiga de trabajo – dice mirándome como diciéndome “me debes una”-.

Pascal: ahhh… oye me está entrando una llamada de Max, hablamos luego –cuelga-.

Me quedo ida escuchando su voz, hasta que Ángel gentilmente me saca de mis pensamientos con un golpe.

Yo: auch!… así me tratas luego de no verme por años? –digo indignada-.

Ángel: no me cambies de tema Magdalena, qué harás respecto a ella! –dice esperando mi respuesta-.

Yo: no lo sé, ni sé por qué estoy aquí… - comienzo a caminar de vuelta al Hotel-.

Ángel: pero… dejarás que se case?

Yo: -rio- ¿qué? ¿Acaso me dirás que no es feliz con Max? ¿Quieres que yo sea quien la “salve” de todo este circo que tienen por matrimonio? – sonrió, la miro- disculpa pero no está en mí si se casa o no – sigo caminando-.

Ángel: entonces qué haces aquí?

Yo: no sé, quiero ver cómo se jode la vida al casarse con un idiota – rio-.

Ángel: ¿y la dejarás joderse la vida? – dice caminando a mi lado-.

Yo: ya te dije que no depende de mí- digo fastidiada- Además, después de más de 2 años no debe ni acordase de mí –rio-.

Seguimos caminando en silencio hasta que Ángel luego de pensar bien sus palabras habla.

Ángel: y dónde te estás quedando? – susurra-.

Yo: en una de las habitaciones vip del hotel –suspiro-.

Ángel: ¡¿queeeé?¡ - dice sorprendida-.

Yo: eso… ahí me estoy quedando, que pasa con eso? –digo extrañada-.

Se queda mirándome unos segundos, hasta que su expresión cambia drásticamente

Ángel:  ohh… shit! debo ir con Pascal, hoy debemos ir por el vestido - dice desesperada- te veo luego – se despide y se va-.

Yo: pero oye, dime qué tiene de malo que me quede en esa habitación – grito pero no me escucha-.

Me voy extrañada pensando en lo que dijo Ángel. Bueno, no dijo mucho y también es solo una habitación, qué puede pasar?

Llego al hotel a los minutos, sin darme cuenta el día se me ha pasado volando y ya son las 7.30pm, el sol está escondiéndose. Subo a mi habitación y desde el balcón miro la puesta de sol hasta ver a la luna en su esplendor.

Me acuesto sin ganas de dormir, miro el techo mientras pienso qué hacer, qué decir cuando me la encuentre, porque Ángel había dicho “ y dejarás que se case?” como si estuviera siendo condenada a algo, si se casa es porque ella quiere… entre tanto pensamiento me quedo dormida.

Al otro día

Despierto lentamente, luego de unos minutos luchando por salir de las sábanas camino al balcón, me pierdo mirando a algunas personas corriendo por la playa pero el sonido de mi móvil en mi mano me distrae, miro la pantalla y es Ángel. Estaba por contestarle cuando noto una mirada sobre mí, miro al balcón de la otra habitación en busca de esa mirada, cuando la veo a ella mirándome como si fuera un fantasma, no atino a más que entrar a la habitación y contestar a Ángel.

Ángel: hola – dice feliz-.

Yo: ¿por qué no me dijiste que Pascal estaba en la otra habitación vip? - digo aceleradamente-.

Ángel: ihhh! cómo supiste, se me olvido mencionártelo…

Yo: ¿cómo? Estaba mirando por el balcón cuando veo que ella también… me miró como si fuera un fantasma, y para variar estoy en ropa interior, ¡joder!

Ángel: calma…

Yo: no me calmo

Ángel: mira en 30 minutos juntémonos en el café que está a unos metros del hotel. Está en la playa.

Yo: bueno – cuelgo-.

Habiendo tanta habitación tenía que quedar junto a la de ella, y justo en el último piso donde está solo la de nosotras dos– digo para mí, me siento fastidiada-.

Comienzo a vestirme con una ropa ligera. Termino vestida con un short y una playera de muchos colores y algo suelta,  luego de estar lista me pongo mis lentes de sol y abro la puerta sigilosamente, miro que Pascal no esté saliendo de su cuarto, entrando al elevador o saliendo de este. Cierro la puerta rápido y prácticamente corro al levador, presiono el botón para llamarlo mil veces hasta que por fin llega, lo abordo rápidamente y miro mi descenso. No sé por qué, pero la idea de encontrarme con Pascal me petrifica.

Llego luego de caminar unos minutos, busco a Ángel entre las mesas de la terraza y me siento a su lado, nos saludamos y luego nace un silencio sepulcral.

Ángel: y…  ¿irás a la despedida de soltera hoy? ¿Irás a la ceremonia mañana? – pregunta mirándome fijamente y yo desvió mi mirada al oleaje del mar-.

Yo: no lo sé… pero mañana sí que sí voy – sigo mirando al mar-.

Ángel: y con qué iras mañana? –sonríe-

Yo: con ropa – la miro y rio-.

Ángel: ja ja ja  chistosita, cómo es el vestido?

Yo: ¿vestido? –rio- un short, una camisa y ya

Ángel: ¿me estás diciendo que no tienes vestido para la boda? – dice atacada-.

Yo: sí–rio-

Ángel: esto no se queda así, nos vamos ahora ya a comprar algo lindo – deja dinero pagando lo que tomaba y nos fuimos de ahí-.

Pasamos el dia entre tienda y tienda viendo algo apropiado para el matrimonio. Insistió muchas veces con que lo apropiado seria un vestido pero como me encanta llevarle la contraria terminé comprando un pantalón harem gris, un vestón del mismo color pegado al cuerpo y una camisa con cuello en v de color blanco, unos botines de tacón color grises y ya.

A las 9 volví a mi habitación, la decisión de no ir a la despedida de soltera ya estaba tomada. A las tres de la mañana sentí unos golpes suaves en la puerta, y al tiempo de no tomar atención estos se fueron haciendo más fuertes, con una simple camisa de botones abierta y abajo la ropa interior me dispuse a abrir la puerta, al abrirla la vi. Me miró intensamente, diría que sus ojos ahora no eran más que dos agujeros negros, absorbiéndolo todo… tratando de llenar su vacío. Las palabras no surgen de nuestras bocas, pero cómo no ha de pasar eso luego de años de no vernos y con una despedida brusca, en realidad todo lo que pasa entre nosotras termina bruscamente.

Pascal: lo… lo siento – dice ida, se va a pasos rápidos hasta desaparecer tras la puerta de su habitación, cierro la puerta-.

Me apoyo contra la puerta y pienso qué hacer, ciertamente una parte de mí quiere ir donde ella y preguntarle ¿qué quiere? ¿Por qué golpeó a mi puerta? pero la otra parte de mí dice que es mejor quedarse en la habitación. Me pongo un short  y abotono la camisa, casi por inercia me muevo hasta golpear su puerta, esta se abre y me la encuentro en ropa interior mirándome apoyada contra la puerta.

Yo: ¿para qué golpeaste a mi puerta?  - digo apoyándome contra el marco de la puerta sin apartar mi mirada de ella-.

Pas: ¿qué haces aquí? –no logro captar con qué tono dice las cosas, diría que es un tono frío-.

Yo: no se responde una pregunta con otra pregunta, yo pregunté primero – sonrió levemente-.

Pas: no lo sé, ni sé por qué  te abrí la puerta y te estoy hablando…

Yo:  estoy en las mismas, no sé qué hago aquí hablando contigo, siendo que debería estar en Argentina – me muevo y me dispongo a caminar cuando siento que toman mi mano, miro y es su mano tomando la mía-.

Pas: ¿podemos hablar? – susurra, miro su mano tomando la mía. Aparto rápidamente mi mano-.

Yo: sí – digo mirándola-.

Pascal se hace a un lado y me deja entrar.

Pas: vamos a la terraza –susurra-.

Yo no digo nada, solo camino hasta estar contemplando la playa de noche, la noche esta cálida. Ella luego de unos minutos aparece vestida con una bata, esas típicas que se usan luego de despertar. En verdad le agradezco que se vistiera, porque si no… no me podría concentrar.

Pas: y… como han sido estos años para ti? – pregunta mirando en lo más profundo del mar-.

Yo: normal, trabajo y estudio… todo bien  - suspiro- y para ti?

Pas: bien –sonríe- .

Yo: que bien… - miro hacia abajo y veo cómo algunas personas van entrando al hotel- no deberías estar en tu despedida de soltera?

Pas: Debería, pero no sé, estaba ausente estando allá; entonces dejé a las chicas disfrutando por mí… y además no puedo dormirme tan tarde, no quiero tener cara de zombie mañana… será un día importante – ríe-.

Yo: entiendo…  entonces te dejaré dormir – le sonrío- buena noche, Pascal – camino a la puerta, estaba tomando la perilla de esta cuando Pascal se pone entre la puerta y yo, me mira sin pronunciar ni una palabra, estamos peligrosamente cerca, así que me aparto mientras no dejo de mirarla.

Pas: no quiero dormir… - dice lentamente sin despegar su mirada de la mía-.

Yo: bueno, pero yo sí – dije enojada, al ver que quizá el jueguito de hace años estaba reviviendo-.

Pas: duerme conmigo… -susurra-.

Yo: estás loca –rio- ya no me interesas. Así que te cuento hasta cinco para que me dejes pasar, si no tendré que hacerlo a la fuerza –digo cabreada de su actitud-.

Pas: te ayudaré –sonríe-  1

Yo: 2 – digo mirándola-.

Pas: 3 –dice con una sonrisa en sus labios-.

Yo: 4  - acercándome nuevamente a la puerta y por consecuencia a ella, que está apoyada en esta-.

Pas: 5…- sus brazos rodean mi cuello y me roba un beso, intento apartarme y lo logro-.

Yo: estás loca…

Pas: tu también –sonríe-  y por mí, como yo por ti. Si no fuera así no hubieses entrado a esta habitación…

Yo: joder! tiene razón –pensé- a ver rusia,  déjame comprender… estás loca por mí, no? – rio- no deberías. Mañana te casas y te digo algo – me acerco a ella, poso mis manos en su cintura y la pongo contra la puerta- no te casas conmigo, te casas con Max – acerco mis labios a la piel de su cuello y beso de esta- si tienes ganas no me jodas a mí – digo a su oído y me parto rápidamente- ahora déjame salir de aquí – digo enojada-.

Pas: no, oblígame – rie-.

La agarro fuerte del  brazo y antes de que pueda hacer otra cosa  ella toma mi otro brazo y me atrae completamente hasta ella.

Yo: qué haces? – digo confundida-.

Pas: no es obvio? –susurra cerca de mis labios-.

Yo: tal vez sí lo sé, pero quiero escucharlo…

Pas: dame una buena despedida de soltera… -sonríe-.

Yo: corres el riesgo de que te quede gustando y mañana… no te cases – digo posando mis manos en sus caderas-.

Pas: verás cómo sí me casaré…  ahora solo quiero divertirme – sus brazos rodean mi cuello y me comienza a besar-.

Yo: quiero ver cómo no te casas.. –sonrio, le sigo besando mientras mis manos buscan el amarre de la bata para desamarrar el nudo-.

Pas: vaya… sí que sabes tomar la iniciativa –ríe-.

Yo: te callas o me voy ahora ya –rio, la sigo besando-.

Ella no habla más, mis manos terminan de quitar su bata y nuevamente la veo en ropa interior. La pongo contra la puerta y  comienzo a besar su cuello, sus manos comienzan a desabrochar mi camisa.

Yo: no Pascal, la que terminará desnuda no seré yo – tomo sus manos fuerte y las pongo contra la puerta-.

Pas: eres mala…

Yo: aprendí de ti

Sigo besando su cuello con besos cortos, paso mi lengua hasta llegar a su pecho, beso su piel mientras siento cómo sus piernas rodean mi cadera, entonces suelto sus manos y poso las mías sobre sus glúteos.

Yo: que conste que es para que no caigas – rio, la beso lentamente mientras mis manos presionan sus glúteos-.

Pas: aja como digas –rie, rodea mi cuello con sus brazos y los besos siguen-.

Comienzo a caminar hacia la cama, mientras mis manos la sujetan y atraen más hacia mi cuerpo, entre besos caemos a la cama, yo sobre ella.  Mis manos comienzan a acariciar su abdomen mientras beso toda su  piel desde su cuello hasta el límite que me impone su brasier. Aunque luché para que ella no me quitara ni una sola prenda que llevaba igualmente terminé desnuda, al igual que ella. Así pasó el tiempo entre caricias, besos, suspiros y gemidos; terminamos rendidas, acostadas al lado de cada una mirándonos.

Pas: por fin pasó lo que hace años siempre se interrumpía –dice en susurro con su voz algo agitada aun-.

Yo: Si, debería irme ahora… debes descansar para mañana – digo fría-.

Pas: no… duerme conmigo, por favor –toma mi mano por debajo de las sábanas-.

Yo: mmmm bueno – sonrío levemente-.

Me acomodo a su lado, mientras nos miramos a los ojos con leves sonrisas en nuestros rostros nos quedamos dormidas.

Despierto por el sonido de mi móvil, abro mis ojos y veo que está amaneciendo, el sol esta comenzando a aparecer y  algunos de los rayos comienzan a filtrarse entre las cortinas. Pascal duerme abrazada a mí, sonrío por unos segundos y luego me levanto sigilosamente a ver mi móvil, busco mi short escondido entre el desparramo de ropa que hay en el piso.

“ son las 6,50 y me creerías que recién estoy entrando al hotel? XD la despedida estuvo genial bah.. pero iré a tu cuarto y te cuento con detalles, ya voy! xoxo”

Mierdaaa, joder Angel! cómo me caes mal ahora… – susurré-.

Me puse la ropa rápidamente, me detengo a mirarla dormida, abrazada a la almohada que reemplacé en mi ausencia, me acerco y beso su mejilla.

Linda – susurro y le sonrío-.

Sin mas partí a mi habitación, cerré su puerta suavemente para no meter ruido, luego abrí rápido la mía y cuando estaba por cerrarla alguien detiene su cierre, miro y la veo… tuve suerte de llegar a tiempo.

Ángel: de dónde venías? – dice confundida, mira la otra puerta- no me digas que… - dice sorprendida-.

Yo: no idiota, yo venía del bar… y al ver tu mensaje subí a mi habitación, solo eso… -dije dejándola pasar y cerrando la puerta-.

Ángel: ah entonces no sabes que Pascal se vino antes?

Yo: no… por qué debería saber? no me la he topado – digo sentándome en  unos sofás de la habitación-.

Ángel: cómo cambia una habitación con otra –rie- la mía no tiene sala... – dice triste-.

Yo: ya déjate, si hasta mañana es esto – rio- además para que quieres sala? Si yo opté por esta es porque era la más alejada de todos y era una de las pocas que estaban disponibles…

Ángel: ay sí ay sí – rie-.

Yo: y digo… que tenias que contarme? Tengo sueño… igual es poco ubicado de tu parte venir a las  7 de la mañana a decirme cómo lo pasaste, quiero dormir –digo fastidiada-.

Ángel: uy que eres pesada –rie- la pase chancho! Y aun no entiendo por qué estabas hasta tan tarde en el bar… y por qué estás cansada –dice mirándome, sospechando de mi testimonio-.

Yo: yo… nada solo bebía…

Ángel: sabes, no te creo… algo me ocultas –dice mirándome dudosa-.

Yo: no te oculto nada mujer, iré a dormir –digo levantándome y caminando a la cama-.

Ángel: dormiré contigo, porque hace tiempo no lo hago y tengo pereza de bajar a mi habitación –ríe-.

Al tiempo ya estábamos cobijadas durmiendo. Desperté por una alarma chillona que no se callaba, estiro mi mano y sin querer boto el despertador al piso pero eso no lo hace callarse y sigue chillando por lo cual, de mal animo me  levanto y lo apago, me tiro nuevamente a la cama, cuando siento que aplasté algo, miro y es un papel que sonó al aplastarlo.

“ Conociéndote sabía que no despertarías, así que te puse un reloj, son las 12 de la tarde, flojonaza! y te levantas ahora ya, porque a las 1,30 es la ceremonia y quiero que llegues guapa y a la hora  porfa xoxo”

Me levanto y me voy a la ducha, mientras el agua cae sobre mi cuerpo recuerdo lo de ayer en la noche y inconscientemente sonrío. Me visto y veo la hora, son las 1, tengo tiempo de llegar. A las 1,30 iba entrando a la iglesia, llena de gente… busco a Ángel con la mirada y no la encuentro, obviamente no estaré con ella porque es la madrina y debe estar con Pascal, me siento casi en las últimas filas de asientos y espero que  la ceremonia comience, no siento nada… esperaba sentir algo, tristeza quizás. Desesperación… sentir algo, pero no siento nada, es como  si se casara cualquier persona… eso me demuestra que en dos años mi amor por Pascal se olvidó en algún lugar, pero mi atracción por ella aun no… eso lo comprobé ayer en la noche.  Las campanas de la iglesia comienzan a sonar y Max entra feliz a la iglesia, se para en el altar a esperar a Pascal… me pongo lentes de sol para no ser tan obvia al mirar a la novia.

A los minutos llega Ángel, apresurada se va a su lugar al lado del altar, después de unos minutos entra Pascal, agarrada del gancho de su padre, se ve hermosa con su traje de novia, se le ve feliz… al parecer sí cumplirá lo que dijo ayer y se casará. El padre la entrega a Max y este le roba un beso, Ángel se voltea y me busca con la mirada, cuando me encuentra sonríe incómoda.

Toda la charla que dio el cura fue una tortura, entre quedarme dormida y quedarme fija mirando a Pascal, detallando su figura.  Estaba mirando los detalles de la iglesia cuando escucho unos pasos apresurados, miro y veo a Pascal corriendo hacia la salida, por un momento nuestras miradas se cruzaron, estaba llorando. Toda las personas están murmurando entre sí, haciendo miles de teorías del por qué Pascal salió corriendo… hasta yo no lo entiendo. A los minutos ya quedaban pocas personas en la iglesia, estaba saliendo por el gran pórtico cuando siento que me toman del brazo fuertemente y me voltean.

Max: tú… - dice enojado- qué hiciste, qué le hiciste a Pascal??!!!!

Yo: suéltame idiota – me suelto bruscamente de él-.

Max: qué hiciste!?

Yo: a ver estúpido, que Pascal saliera corriendo no es mi culpa, si no tuya… aunque la comprendo, no sé quién se podría casar con alguien como tú  - lo empujo-.

Max: estoy seguro de que algo le hiciste – me empuja y retrocedo unos pasos-.

Yo: yo no hice nada –sonrio-.

Ángel llega a mi lado, me toma de la mano y me lleva al altar de la iglesia, lejos de Max.

Ángel: qué pasó?

Yo: otra más que piensa que yo hice algo – suspiro-.

Ángel: podrás engañar a Max, pero yo sé que entre tú y pascal algo pasó anoche… - dice en voz baja-.

Yo: - le miro enojada- me acosté con ella – desvió la mirada a Max, que me mira desde lejos, sus amigos están tratando de calmarlo- pero no creo que eso haya sido la razón para que esta boda no se realizara, él es un estúpido y no se merece a Pascal… y creo que ella se dio cuenta de eso.

Ángel: y quién la merece? Tú?

Yo: no… yo no quiero nada con ella

Ángel: y por qué te acostaste con ella entonces?

Yo: que sé yo… ganas reprimidas por años, yo no la amo, mi amor por ella se murió hace años – digo mirándola seria-.

Ángel: jugaste con ella…

Yo: jooder! Y qué hizo ella conmigo hace años? Estamos a mano… además no creo que lo de anoche significase algo para ella… -susurro-.

Ángel: te pidió que te quedaras a dormir? Si es que alcanzaron a dormir –dice con una cara de imaginárselo todo-.

Yo: sí alcanzamos y sí me pidió eso… no sé qué tiene de relevante eso…

Ángel: eres una ciega… es lamentable cómo las dos jugaron cuando podrían ser felices… -dice triste-.

Yo: sí, pero no se debe llorar sobre la leche derramada… además somos demasiado opuestas…

Cuando terminaba de decir eso, escucho cómo uno de los chicos se despide y dice que se irán con Max, el cual no deja de asesinarme con la mirada…

Te daré una razón para que en verdad te pongas enojado –pensé-.

Yo: hey Max!… - digo fuerte para que escuche, él se da vuelta y me mira-.

Ángel: qué haces… -susurra entre dientes-.

Max: qué quieres? –dice aun enojado-.

Yo: solo quería decirte algo… -sonrío-.

Max: dímelo

Yo: tu princesita sabe rico… anoche lo averigüé– le guiño el ojo y él reacciona al instante, corre hacia mí rápidamente y sus amigos detrás tratando detenerlo-.

Ángel: Magdalena! –me golpea el brazo, y toma de este haciéndome retroceder al ver la reacción de Max-.

Max: eres una puta!… - dice fuerte, estando a centímetros de golpearme, sus amigos lo detienen tomándolo de los brazos-.

Yo: enójate todo lo que quieras, eso no cambiará el hecho que tanto te enfada –sonrio-.

Ángel: estás loca, ven… - susurra y me toma del brazo, intenta que camine fuera de la iglesia-.

Yo: espera…  - me pongo frente a Max y él se desespera e intenta zafarse de sus amigos- eres un estúpido, ni  enamorarla pudiste – susurro-.

Max: nunca pude porque estabas tú, lesbiana de mierda

Yo: ay Maxito… te lo ganaste – le doy palmaditas en su mejilla y luego le pego un puñetazo- para que aprendas a respetarme – camino a la salida y Ángel va a mi lado-.

Ángel: eres una matona… -dice decepcionada-.

Yo: se lo merecía… -suspiro- pero duele –me quejo agitando mi mano-.

Ángel:  mmm... acompáñame – camina a su jeep-.

Yo: a dónde?

Ángel: al castillo… iré a cancelar la comida ya que la novia salió corriendo y no sé por qué será – dice sarcásticamente mirándome enojada-.

No dije nada más y me subí con ella en el jeep, íbamos rumbo al viejo castillo de la ciudad, era de la época de la colonia y hoy en dia se ocupaba para grandes eventos, como una boda, en sí el castillo es hermoso. Aun no creo que haya salido corriendo, y no sé a donde fue… durante el transcurso del camino escuché cómo Ángel hablaba con Pascal, pero luego no quise preguntarle qué había hablado con ella… ahora recién acabo de tomar conciencia de lo que significa que haya salido corriendo.

Ángel: te duele mucho? –dice mirando mi mano y luego estacionando el jeep-.

Yo: no tanto… pero duele

Ángel: ay si eres un caso… ve a la cocina por hielo mientras yo voy a la administración a hablar para cancelar .En 20 minutos te quiero aquí… -se baja del jeep y se pierde tras la puerta de entrada del castillo-.

Me bajo del jeep y rodeo el castillo buscando una puerta de entrada, luego de unos siete minutos encuentro una puerta, entro y me encuentro con dos pasillos que se separan en caminos diferentes, tomo el de la derecha y me encuentro con gradas, las subo y termino en el segundo piso del castillo, está hecho un gran salón de baile. Veo al fondo pasar a una chica vestida completamente de blanco, tiene pinta de chef.

Yo: hey… espera –camino rápido hasta tomarla del brazo-  hola, podrías decirme dónde está la cocina o dónde puedo encontrar hielo…

Ella se da vuelta y su rostro se me hace conocido… la miro unos segundos hasta que ella habla

Chica: ¿ para qué?

Le muestro mi mano roja y ella no hace más que irse caminando y quedo descolocada hasta que la veo volver con una bolsa de hielo, toma mi mano y pone el hielo sobre esta… la sensación de frió es gratificante.

Chica: cómo te hiciste esto? – dice mirando mi mano contra el hielo y su mano-.

Yo: me gusta meterme en problemas –suspiro-.

Chica: entiendo… ojalá no te metas en mas problemas –sonríe, sonríe como gatito… me quedo un rato mirándola hasta que habla nuevamente- me encantaría seguir hablando pero debo volver a trabajar –rie-.

Yo: entiendo – tomo la bolsa con hielo y la sostengo yo ahora-.

Chica: tal vez nos encontramos otro día –susurra, sonríe y se va-.

Me quedo un rato pensando en ella, sé que la he visto en otro lugar, pero no sé dónde…bajo las gradas y voy al jeep. Llego a tiempo ya que Ángel estaba subiéndose al jeep, me subo y el camino al hotel comienza…


Aquí esta la continuación, espero les guste... ya saben si tienen dudas, preguntas a mi ask o correo ;))

Valoren y comenten, amo leer los comentarios XD

byebye hasta el proximo cap.

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