¿Amigas? 5

Confundidas...

Muevo mi cabeza para dejar de recordar…  Se eriza mi piel con la sola idea de poder encontrar a Ángel o Pascal. Bueno, más me aterra encontrarme a Pascal, porque  no sabría qué decirle. Y encontrar a Ángel sería más bien algo emotivo porque no la veo hace mucho, pero sé que no andarán solas… estarán juntas, así que si llegase a topármelas será las dos al mismo tiempo, es decir doble nerviosismo. Luego de unas dos horas ya andaba caminando entre las calles inundadas de un calor sofocante con cierto aire naturalmente condicionado a una temperatura abrazadora por el sol.

Compro algunas pulseras con piedras trabajadas provenientes desde la playa, siempre me han gustado estas cosas, desde pequeña.  Llego a una tienda de instrumentos musicales, me voy a la sección de guitarras, desde que tengo 14 toco y por eso me encantan. Veo una color Negro  como el ébano, recuerdo mi guitarra blanca, y cuándo fue la ultima vez que la toque.

FlashBack

El sol pega en mi cara, me he quedado dormida sobre el capo, pero la luz no es la culpable que me despierta; no, es  mi celular, lo saco de mi bolsillo sin mirar la pantalla y contesto.

Yo: Hola? –digo esperando una respuesta, cuando aun estoy en mis sueños-.

Voz: lena… ven al departamento por favor, necesito que hablemos! – dice preocupada, noto que es pascal, es ahí cuando mi estado colérico vuelve-.

Yo: perdón? Yo contigo no tengo nada que hablar – digo enojada-.

Pascal: hey! No es por que quiera… bueno qu…. No nada. Ángel no ha llegado a casa! – dice preocupada-.

Yo: ayer me dijo que se quedaría con un chico… -digo restregando mi ojo con mi mano derecha-.

Pascal: lo entiendo, pero cuando uno se va con un chico llega medianamente temprano y si no, avisa que llegará más tarde… -dice entrando en pánico-.

Yo: a ver Pas… cálmate, qué hora es? – digo bajándome del capo del jeep, y subiéndome a este y comenzando rápidamente el camino a casa-.

Pascal: son las 3 pm con algunos minutos…  - suspira-.

Yo: ok, cálmate yo iré por Ángel… ubicaré al chico con el que se fue y te aseguro que aun  ha de estar dormida o algo parecido… -rió-.

Pascal: bueno, pero iré contigo

Yo: no, yo puedo con ello!

Pascal: pero iré! Ángel también es mi amiga,vale? – dice un poquito cabreada-.

Yo: está bien! Arréglate que llego y vamos –dije colgando sin esperar respuesta-.

Dónde te metiste Angelito… espero estés bien – susurro para mi mientras conduzco rápido por la carretera-.

Al paso de unos cuantos minutos llego al departamento, veo que todo está como ayer.

Yo: pascal! Vamos! –dije gritando, voy al baño y lavo mi cara-.

Pascal: vamos – dice saliendo de su cuarto, al salir no sé, pero  para mi se veía hermosa-.

Yo: si… - dejo de mirarla, salimos del departamento y nos subimos al jeep-.

Pascal: dónde iremos? – dice poniéndose el cinturón de seguridad y me mira-.

Yo: al club, preguntaré a Emi por ese chico, y más le vale que Ángel esté bien… si no, lo dejo estéril al idiota – digo enojada-.

En el camino al Club ella solo mira al frente y de vez en cuando veo cómo disimuladamente me mira y yo a ella, causando que nuestras miradas choquen por segundos, pero ninguna de las dos sostiene su mirada. Al llegar, las dos bajamos del jeep y caminamos a la oficina de Emi, preguntamos por el chico pero ella no sabia, pero nos dio el nombre de la chica a la cual se le hacia la fiesta, ella ha de saber a quién invito y a quién no. Pasamos de aquí a  allá averiguando quién podría ser el chico, cuando nos dijieron que se llamaba Gaston y la dirección de su Casa no dude en ir hasta allá. Al llegar vi que era una casa grande y moderna, típica de niñito de papi, al que le complacen en todo.

Yo: quédate aquí… - dije quitándome el cinturón de seguridad-.

Pascal:  estás loca si crees que me quedare aquí… si interrumpes algo, que sea juntas –sonríe, joder esa sonrisa-.

Pascal: qué me miras? – dice riéndose de mi-.

Yo: - saliendo del trance en el que me tenía su sonrisa- eh? Yo? Mirándote? –rió nerviosa- no me hagas reír –saco mi lengua y su sonrisa se borra, me mira como “ estúpida” al tiempo una leve sonrisa aparece en nuestros rostros-.

Nos bajamos y golpeo a la puerta, al tiempo aparece un chico en bata, ya imagino el por qué…

Yo: hola, me presento, soy lena y creo que tú tienes a nuestra amiga Ángel, y si fueras tan amable, quiero saber que ella esta bien.

El chico  mira con una sonrisa pervertida a Pascal, no le rompo la cara porque sería un acto demasiado celoso de mi parte… y ni soy su novia como para sentir celos.

Él: ah… tú eres la meserita? –dice despectivamente-.

Yo: a ver… -suspiro- primero, yo hago las preguntas, no tú, y segundo  es bartender, estúpido – digo enojada-.

El: a ver...cuidas la manera que me tratas, meserita! Y tu amiga esta arriba, se quedó dormida la tonta… no resistió un poquito de cambio en su bebida … -ríe-.

Yo:  qué? –digo casi en grito, lo empujo fuertemente y cae al piso- que le hiciste, idiota! Pascal! ve a ver a Ángel… yo me quedo con el pedazo de mierda… - digo enojada, ella obedece-.

El:  hey! A dónde vas… - se levanta y trata de seguir a Pascal, lo agarro de la bata y lo detengo-.

Yo: si yo fuera tú dejo que vaya, no te gustaría quedar sin descendencia –sonrió-.

El: -ríe- eres una chica… tuviste suerte de botarme al piso, y fue porque estaba desprevenido –se excusa-.

Yo: eso crees? – digo en tono desafiante-.

El: es que no lo creo, es así

Yo: a ver… trata de pegarme –digo en forma de reto. El trata de tomar mi brazo para presionar de el y yo rápidamente tomo su mano y le hago una llave -.

El: - trata de apartarse- suéltame meserita.

Yo: - lo suelto bruscamente- creo que a tu receta de hombre le faltaron un par de huevos –rió, él se ve claramente molesto, tira un puñetazo a mi cara, el cual lo esquivo rápidamente, y se lo devuelvo, pero él no pudo esquivarlo, su nariz comenzó a sangrar, cuando veo a Pascal bajar con Ángel entre sus brazos.

Pascal: está inconsciente… quizá qué le puso en su bebida, pero respira – dice caminando al jeep-.

Yo: qué le pusiste en su bebida? –dije mirando al chico-.

El: éxtasis…  por qué? Acaso me pegarás de nuevo? Pegas como niña, ah espera, eres una – se burla-.

Pascal aparece en el portal para irnos.

Yo: no lo repitas si no quieres que te deje estéril, idiota… - le doy la espalda, miro a pascal-.

El: fue bueno disfrutar a tu amiguita mientras dormía… -dice el, Pascal se ve visiblemente descolocada y molesta-.

Yo: Que conste que te lo advertí –susurre, rápidamente me doy vuelta y vuelvo a golpear su rostro pero ahora su labio se ve afectado, rápidamente golpeo su entre pierna con toda la fuerza que puedo tener un Domingo por la mañana, el cae al piso de rodillas por el dolor, veo cómo tiene pequeñas lágrimas-

El: cálmate… era broma lo de que le hice algo dormida – dice con un hilo de voz-.

Pascal: lena, cálmate… -jala de mi brazo para que nos vayamos-.

Yo: yo que tú, me callaba… te evitabas todo esto  - le digo a él ,vuelvo a golpear su rostro, esta vez me dolió la mano por la fuerza, cae al piso de espaldas por el impulso, pobre de su nariz…-.

Pascal: lena! Debemos llevar a Ángel a la clínica –dice jalándome hacia fuera-.

Yo: vamos – miro mi mano y esta roja… pero valió la pena, me gustó golpear su rostro, por tarado le pasó-.

A los minutos llegamos a la clínica, y en unas cuantos minutos más Ángel  ya estaba en una habitación de la clínica. Lo que pasó fue que el chico puso un poco de drogas en la bebida de Ángel, pero por suerte no fue una dosis alta, influyó más el hecho de que anteriormente Ángel no había comido nada y por eso la droga tuvo un efecto prolongado por horas. Miro por la ventana, sentada en el marco de esta. Miro mi mano y me duele, toco y me duele.

Pascal: déjame ver - se levanta de su asiento y camina hasta mi, al parecer notó mi mueca de dolor- eres tonta, cómo le pegas –dice tomando mi mano entre las suyas-.

Yo: no lo dejaría sin una lección, y por idiota me encargaré de que no pueda entrar a ninguna fiesta que se realice en el Club – ella toca mi mano y hago una mueca de dolor-.

Pascal: deberíamos decirle a una enfermera para que te haga algo – dice, entonces levanta la mirada y nuestras miradas se cruzan pero esta vez es distinto, las dos nos hemos atrevido a mantener nuestras miradas fijas-.

Yo: así está bien… -susurro-

es mi idea o ella se esta acercando a mi? Sí… se está acercando a mi, por impulso también comienzo a  acercarme a ella, cuando estamos a centímetros de nuestros rostros entra el doctor, nos apartamos de golpe.

Doc: aquí esta la Señorita Angela? – dice mirando unas hojas-.

Pascal: sí, esta aquí –dice aun no soltando mi mano pero mirando al doctor-.

Doc: y supongo que ustedes son las amigas, los familiares no están en el país, cierto? – dice buscando alguna afirmación-.

Yo: sí, así es –digo esperando su diagnóstico-.

Doc: bueno chicas, ella estará bien. Por suerte la droga fue en una dosis baja, ya la sacamos de su cuerpo

Al escuchar eso Pascal y yo sonreímos aliviadas.

Yo: y cuándo la podremos llevar a casa? –digo mirándola dormida-.

Doc: miren, no despertará hasta mañana, ahí se la pueden llevar . Por ahora les recomiendo que vayan a casa a descansar un poco, esta por anochecer, buenas noches – sale de la habitación-.

Yo: no sé si dejarla sola sea bueno – digo apartándome de pascal y acercándome a Ángel-.

Pascal: yo pienso lo mismo –susurra-.

Yo: pero el doc tiene razón, debemos descansar, además ella no despertará hasta mañana, propongo que vayamos al departamento y descansemos. Conozco a chicas que trabajan aquí que son mis compañeras en la U, les diré que estén atentas a Ángel y a cualquier cambio me llamen y volvemos rápidamente, te parece? – la miro, sonrió-.

Pascal: me sorprende cómo haces que todo parezca tan bien… -suspira con una sonrisa- y si será así entonces vamos a casa –sonríe-.

A los 30 minutos todo estaba arreglado, dos de mis compañeras estarían al pendiente de Ángel si es que ella llegase a despertar antes o si surgiese alguna complicación. Al llegar a  casa lo único que quería era comer, con Pas comimos  y luego me di una larga ducha. Al terminar me senté sobre el sofá de la sala a ver la Tv, no sabía dónde estaba Pascal,  hasta que...

Pascal: qué haces? –dice sentándose al lado mio, esta recién duchada al igual que yo-.

Yo: viendo tv –digo,  siento cómo ella toma mi mano-.

Pas: eres una bruta, a ver espera aquí.

Al rato llega con el botiquín de primeros auxilios entre sus manos, se sienta nuevamente a mi lado,pero ahora nos acomodamos quedando una frente a otra, ella se dedica a curar mi mano, termino con una bolsa de hielo en mi mano, mientras hablamos y reímos… hace tiempo que eso no pasaba. Ella me quita la bolsa y me pone una crema y venda mi mano, cuando termina nuevamente nuestras miradas se cruzan, nos comenzamos a acercar lentamente.

Pascal: creo que dejé mi móvil en mi habitación… y está sonando –se dispone a levantarse, tomo su brazo y no la dejo ir-.

Yo: yo no escucho nada… -susurro aun mirándola-.

Ella me mira esperando que diga algo más, pero no sé qué decir, ni sé por qué la detuve. Estaba pensando en eso cuando siento que me agarra de mis mejillas con sus manos y luego siento el roce de sus labios que con el tiempo se convierte en un tierno beso.

Pascal: perdón, no debí...– se aparta-.

Dejaras que se vaya?  -pensé-.

Nuevamente vuelvo a jalar de su brazo, pero esta vez cae sobre mi y quedamos tendidas sobre el sofá. poso mi mano en su cuello y la vuelvo a besar, puede que me vuelva adicta a sus labios, si es que ya no lo soy, ella corresponde a mis besos, eran besos lentos e inocentes aun estábamos descubriendo los labios de cada una como dar un segundo paso, nos quedamos dormidas sobre el sofá luego de unos besos. Despierto por el sol sobre mi rostro, al parecer fue un sueño lo de los besos, sí eso fue, mucha maravilla para ser cierto.

  • Llegamos! –dicen felices las dos apareciendo por la puerta de la entrada-.

  • C… cómo? Pascal no me despertaste! –dije enojada-

Pascal: perdón… pero te vi muy concentrada durmiendo – ríe-.

Ángel nos mira como “ algo está pasando aquí” porque hace horas ni nos mirábamos.

Yo: prepararé algo para comer –digo levantándome y caminando a la cocina-.

Pasé unos cuantos minutos cocinando un rico almuerzo, ya que era hora de eso, no alcanzamos al desayuno.  Me doy vuelta para buscar unas especias cuando me encuentro de frente con Pascal, estamos cerca.

Yo: buscas algo? –le digo-.

Pascal: quería… saber si estaba lista la comida –dice mirando hacia tras de mi espalda-.

Yo: pues le falta poco, unos 10 minutos – sonrió- la mesa ya está puesta así que solo siéntense a esperar en la mesa –sonrio, la evado y tomo las especias, se las echo a la salsa y me volteo, todavía está Pascal-.

Yo: permiso… quiero dejar esto –digo mostrando el frasquito de las especias-.

Pascal: - toma el frasco de mi mano y lo deja en su puesto-.

Yo: gracias –me volteo pero me gira nuevamente- qué pasa? –digo mirándola-.

No responde, solo me agarra rápidamente de mis mejillas y me comienza  a besar lentamente, todavía no reacciono cuando se aparta con una sonrisa, su sonrisa…

Pascal: se te quema la comida –susurra, se va con una hermosa sonrisa en su rostro-.

Terminé de cocinar, serví en platos la comida y a los minutos ya estábamos sentadas en la mesa comiendo, las tres felices. Al parecer lo de los besos no fueron un sueño, eso me tiene feliz, pero a la  vez no sé qué podrían significar, ya que pascal tiene novio y hasta donde entendía era 100% hetero.

Ángel: hey! Te estoy hablando! –dice tirando de mi oreja-.

Yo: hey! Auch –digo tocando mi oreja- te pasas de bruta a veces – la miro enojada-.

Ángel: si llevaba minutos hablándote y tu pegada mirando la mesa! –ríe-.

Yo: perdón… qué decías? –rió-.

Pascal: te decía que quiere ir a pasar un fin de semana a unas cabañas cerca de la costa norte – sonríe-.

Yo: - me quedo mirándola, su sonrisa en verdad es linda y me esta hipnotizando al igual que un imán-.

Ángel: otra vez… - se dispone a tirar nuevamente de mi oreja, pero reacciono a tiempo y alejo su mano de mi oreja ya caliente por su anterior intervención-.

Yo: yaaaaa…. Me concentro –rió- te parece si el fin de semana que viene vamos a unas cabañas por la playa norte? Conozco al dueño y puede arrendárnoslas –sonrió-.

Ángel: hasta que dices algo que sirva! Y Bueno, pero recuerda que es por todo el fin de semana, ah! no, espera ese fin de semana también tenemos libre el Lunes! –dice mirando su celular, me mira- entonces arriéndalas hasta el lunes! –dice feliz-.

Yo: bueno –sonrió, siento la mirada de pascal. Siento que las cosas desde ahora cambiarán drásticamente, o quizá solo cambiaran… bueno ya cambiaron porque nos hemos besado-.

La semana pasa rápidamente, entre clases en la U y las idas al Club los días se consumían rápidamente para mi. En tanto a Pascal… bueno, pues sigue con su novio y de vez en cuando estando a solas nos besamos, no sé qué significan esos besos de parte de ella, pero sé que no son los suficiente para que ella deje a su novio, a max que por cierto si supiera que he besado a su novia me mata, no, seamos realistas  si intenta tocarme el sale muerto.

Ángel: vamos! Vamos! Vaaaaamos lenita despierta! Vamos a las cabañas –dice saltando en la cama como en sus años de pequeña-.

Yo: cálmate emocionadita… - digo tirándole una almohada, y tomando otra para tapar mi rostro y seguir durmiendo-.

Ángel: ya! Levántate floja!  -dice tirando las sábanas, dejándome descubierta, mal hecho puesto que estoy solo en ropa interior- joder magdalena, no conoces los pijamas? –dice riendo-.

Pascal: al parecer no los conoce… -dice riendo, al oir su voz me siento de golpe, la veo mirándome detenidamente, agarro la sabana y me tapo, no sé qué es este arranque de pudor frente a ella-.

Yo: pues… no me gustan – digo mirando a pascal-.

Pascal: se nota.. –sonríe-.

Ángel: ya… -dice algo confundida- vístete, dúchate, no sé, hace lo que tengas que hacer y luego nos vamos! Mira que max ya llego para ir –sonríe-.

Yo: max? – digo confundida-.

Ángel: sí, por?

Yo: creí que era un viaje de amigas… -dije algo molesta-.

Pascal: verás… son para mi muchos días lejos de él… así que lo invite –sonríe, esa sonrisa… la cual amo pero ahora odio-.

Hice caso omiso a enojarme, porque en nada cambiaría el hecho que Maxito va nuestro viaje, a los minutos ya estaba vestida.

Ángel: hasta que sales! –dice algo cabreada-.

Yo: mujer! es aun temprano para ir –digo caminando a la salida-.

Pascal: nos iremos en la camioneta de Max –dice sin siquiera preguntar-.

Yo: pues yo iré en mi jeep –digo mirándola-.

Pascal: bueno… -dice algo enojada por mi rebeldía-.

Ángel: yo me voy contigo… no puede ser que te vayas sola – dice resignándose-.

Yo: no, estoy bien sola, Angela – digo cortante-.

Bajo del edificio y me subo al jeep, no espero y solo parto. A los minutos ya en la carretera noto que la camioneta de max se asoma a lo lejos, espero un rato para que me noten y luego sigo normal.

El viaje paso entre canción y canción, en verdad las tres horas de viajes se me fueron volando. Al llegar vi las tres cabañas que pedí, ubicadas en una posición de media luna pero hay una de las tres que está más alejada de las otras dos. No espero a que lleguen para elegir  cabaña, tomo la más alejada, cuando bajaba mi bolso la camioneta llegó.

Ahí están, elijan dónde se  quedara cada uno –digo sin siquiera mirarlos, meto las cosas a la casa y miro por el ventanal, estamos prácticamente en la playa, es cosa de pasos llegar hasta el mar-.

Serán las 7pm porque el sol esta comenzando a esconderse, recuerdo que el pueblito cerca de aquí se caracteriza por sus artezanias en madera y  concha.

Ángel: oye.. –dice entrando por la puerta abierta de la cabaña-  necesitamos ir a comprar provisiones para estos tres  días… -rie-.

Yo: yo voy… -sonrío, salgo de la cabaña y me monto nuevamente sobre el Jeep-.

Ángel: yo te acompaño! –dice sonriente-.

Yo: no –digo seca- no necesito acompañante – ella me mira molesta por mi respuesta-.

No espero más y acelero rápidamente levantando un poco de polvo y conchilla del estacionamiento de las cabañas. No sé qué cree Pascal, yo creo que soy su juguetito, que me toma cuando se aburre de max, y aunque me traiga loca no dejaré que me ocupe así.

Al paso de los minutos vuelvo a las cabañas, con la suficiente comida pero también con una guitarra blanca, la encontré en una tienda y al verla me enamore de ella. Bajo las cosas y las dejo en la puerta de la cabaña mas próxima a la mia.

Ángel: y la comida? –dice mientras me ve bajando la guitarra en su estuche-.

Yo: Ahí.. –apunto a la puerta de la cabaña-.

Ángel: ahh…. Y eso? –dice apuntando la guitarra-.

Yo: Es una guitarra –rio-

Ángel: en serio? Mmm tengo una idea –dice sonriendo-

Yo:  cuál? –digo cerrando el jeep-.

Pascal: una fogata no sería mala idea… -dice apareciendo abrazada de max-.

Ángel: sí, exacto, eso decía yo! –ríe-.

Yo: y alguien de ustedes sabe tocar la guitarra? –digo apuntándolos a todos-.

Ángel: no seas chistosita lena, tú tocas la guitarra, no seas pesada- dice alborotando mi cabello-.

Yo: con mi pelo no –digo apartándome y mirándola seriamente-.

Ángel: uy con su cabello no –dice abrazándome como oso de peluche-.

Max: bueno, entonces yo me encargo del fuego y los asientos – dice sonriente, manera de odiarlo,  me molesta hasta su respiración-.

Pascal: tú siempre de fortachon, no? – dice besándolo, y enojándome a mi-.

Ángel: Yo con lena vemos lo de la música, mantas y comida, y bebidas – dice tomándome del brazo y metiéndome a mi cabaña-.

Yo: me arrepiento de venir – digo cabreada, camino a la cocina y comienzo a picar algunas frutas para el ponche-.

Ángel: sé por qué lo dices, crees que no vi los besos que se daban? Sé cuánto te gusta… se nota en cómo la miras, lena –dice mirándome mientras se apoya contra un mueble-.

Yo: pff tan obvia como siempre –digo enojada-.

Ángel: sí… pero también se ve como e… -se calla- nada, olvídalo – dice seria, qué habrá pensado-.

Yo: no, dime ahora! – dije dejando de picar frutas, y mirándola-.

Ángel: no te diré, iré a ver eso de las mantas, cuando termines el ponche lo llevas para allá, te estaremos esperando! –dice desapareciendo por la puerta-.

A los minutos tenia listo el ponche, llevo la fuente de cristal hacia donde está la fogata, al llegar veo que los loquitos sacaron  tres sofás de una de las cabañas, y una mesita de centro, las pusieron en la arena a una distancia prudente del mar, dejo el ponche en la mesa y me siento en uno de los sillones.

Con el tiempo las canciones comienzan a ser tocadas y cantadas, yo me encargaba del ritmo y en conjunto cantábamos los cuatro, en verdad algunas canciones eran mensajes subliminales para Pascal y ella solo atinaba a mirarme fijamente…

Al otro día desperté entre los ruidos de las olas reventando con fuerza, eran las 6 am, el sol se asomaba entre las montañas, obviamente los chicos aun duermen, ayer se tomaron hasta el agua del florero, siendo que el ponche era mucho para cuatro, bueno, técnicamente no tomé tanto yo, pero los otros tres son un caso…

Me levanto y me pongo bikini y sobre este un traje acuático ya que el agua es fría en esta playa, tomo mi tabla de surf y me dirijo a la playa, camino por la orilla y el mar está excelente para practicar, pero iré más allá…  Camino hasta pasar una semi-pared natural de rocas,  y me meto al agua comienzo a correr las olas.  Al paso del tiempo el sol ya está visible del todo, aun no veo movimiento en las cabañas, eso quiere decir que aun no despiertan, veo que una ola grande se está formando, espero el momento indicado para comenzar a nadar rápidamente contra ella, la tomo, me levanto de la tabla y la comienzo a correr, miro a la orilla  y veo a pascal, pero qué hace ahí, sentada mirándome?  Por mirarla pierdo el equilibrio y caigo de la tabla, salgo luego de unos segundos del agua, veo que se está riendo,  genial! ahora soy su bufón.

Salgo del agua y la ignoro, camino a la pared de rocas,  alboroto mi cabello para quitar un poco el agua de el, siento que me jalan, me giro por el jalón y veo a pascal.

Yo: perdón? De cuando mi brazo es tuyo para que me jales de el? –digo soltándome de su mano-.

Pascal: sorry, pero suponía que al menos me saludarías al verme ahí en la arena.. –dice mirándome-.

Yo: para qué? –rió-.

Pascal: no sé… extraño esto – se acerca a mi y me besa, la aparto-.

Yo: ehh.. no pas, ya no! Tienes novio, ve a pedirle besitos a el –sonrío, vuelvo a darle la espalda y camino, estoy cerca de las rocas-.

Pascal: a ver – me jala nuevamente- son celos? –ríe-.

Yo: yo? de él? Por ti? –rió irónica- no me hagas reír

Pascal: entonces ven –dice  agarrándome de mis manos y acercándome a ella, comienza a besarme-.

Tiro la tabla al piso, entre besos la pongo contra una roca, apoyo  mis manos al lado de sus hombros para que no intente escapar.  Posa una de sus manos en mi nuca y me acerca mas a ella, los besos van subiendo de tono, su mano busca el cierre del traje en mi espalda, detengo su mano, beso su cuello lentamente, luego vuelvo a sus labios.

Yo: no soy un puto jueguito, pascal, tampoco la segunda opción. –digo contra sus labios- No me jodas y quítate las ganas con tu novio, no conmigo – sonrio, muerdo su labio. Me alejo, tomo mi tabla rápidamente, subo entre algunas rocas hasta pasar nuevamente a la otra parte de la playa, eso quizá le enseñe que no soy un juego…

Continuara…


Bueno es corto, pero algo es algo :P  prometo que la continuacion de este capitulo sera mas extenso y dentro de este año, o en los primeros días del otro.

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