Amenazado por mi prima y su novio 4 (FINAL)

Llega la parte final. ¿Tendré un final feliz?

Tuve que bajarle a Carlos sus calzoncillos con la boca. Aquella verga empinó hacia mí, larga, dura y gruesa. Tragué saliva y la besé. Todos rieron. Lamí el glande, seguido de los huevos y tronco para terminar dando besos a sus lindas vergas. Cada vez era más putita. Luego empecé a mamar de arriba abajo, alternando besos y lametones. Hice lo mismo con los otros dos. Entonces llegó la hora.

  • Ahora podéis penetrar a la perrita de todas las formas posibles — rió María. — Pero sin piedad. Nada de lubricarle. Que sienta dolor y placer.

María se acercó a mí y en voz alta me dijo:

  • Antes de hacer esto entiende una cosita nenita: jamás volverás a follar con una mujer. Nunca. Ni siquiera con una travestí. A partir de ahora serás para siempre una zorrita que le encanta la verga de los chicos y por supuesto siempre en castidad. Solo a veces podrás correrte. Y trabajarás de puta de verdad, bonita y tendrás un novio. ¿Qué te parece Carlos? ¿Buen partido no?

Todos rieron. Yo, roja de vergüenza, no dije nada. Aunque quise llorar.

Tuve que subirme encima de Carlos mi “novio” ahora. Lentamente, metí su pene en mi ¿ano? ¿o quizá vagina? La noté dentro, llenándome toda y más que doler, excitaba. Empecé a cabalgarlo, mis manos en sus hombros, los chicos aplaudiendo y María riendo con fuerza mientras se tocaba el coño y las tetas. Me tumbó en el suelo y me penetró, hasta llenarme el culo de leche. Sentía sus huevos chocar con los míos, esa cosa dentro mía y supe que no quería que saliera nunca. Luis me puso a cuatro patas y me partió mi culito también. A la vez, Juan metió su vergón en mi boca hasta que tuve mi culito de nena y mi boquita llenas de semen. María, riendo, hizo fotos y vídeos.

A la mañana siguiente, tuve mi primer cliente: un hombre anciano, de unos sesenta. Me penetró de todas las maneras posibles y sentí su leche deliciosa. Cada vez más puta, me decía María. Todas las mañanas, María me ponía colonia infantil de chica, braguitas rosas o de algún color muy femenino, pendientes y me hacía follar con chicos, normalmente dotados.

Y así fueron pasando los años. Yo lloraba, no podía más. Hasta que un día, pasó algo que podríamos llamar “final feliz”. Es cierto que, como nenita, me gustaba chupar y sentir vergas. Pero aquello, tan forzado, sentir burlas... no podía. Pasaron tres años hasta que un día ese “cliente” me llevó a su “casa”. Resultó ser la comisaría. Me pusieron en protección rápidamente, me vistieron de hombre y me dejaron al cuidado de una chica policía muy guapa, pelirroja y bastante joven. Resulta que al ver el anuncio mío, alguien anónimo, del que jamás supe quien era, denunció mi trato. Detuvieron a mi prima, me dejaron borrar las fotos. Pero no todo acaba aquí.

Cuando pasó todo, yo pasé una bonita velada con la chica. Ella estaba desnuda frente a mí. Me besó.

  • ¿Te gusta bonita? — Me preguntó. Pero no había burla en su voz, ningún rastro de lo que hacía apenas unos días había pasado. Y por primera vez en años, dije, sinceramente:
  • Me encanta.

Ella sonrió y me besó con mas fuerza. Metió las manos por debajo de las braguitas que ella me había prestado. Las bajó. Ya no tenía cinturón de castidad. La primera noche que me quedé con ella, al quitarme el cinturón y ver como estaba (llevaba dos meses sin venirme) ella me hizo una paja y luego una mamada, viniéndome dos veces.

Ahora, ella se metió mi verga en su chocho. La sentí dentro, caliente. Ella me sonrió con amabilidad. Se movió adelante y hacia atrás, a los lados. Me besaba, me decía que mi verga era muy bonita y que me iba a proteger siempre.

  • No lo olvides preciosidad. Siempre te protegeré.

Con un arnés, ella me penetró con suavidad y firmeza. Ahora yo disfrutaba. Disfrutaba de verdad. Mientras cabalgaba yo ese arnés la miraba y nos sonreíamos. Me enamoré de ella. A la mañana siguiente lo hicimos en la ducha. Ella llenó la bañera y se sentó en mi verga. Me besó con dulzura y se apretó contra mí. Ella fue mi cura para el trauma. De cuando en cuando dormía vestida de nena, pero ya no era incómodo. Ella lo trataba con tanta naturalidad que me sentía... no sé como describirlo. Una vez me corrí en sus pechos y ella cogió la leche y me la hizo comer, metiendo sus dedos en mi boquita. Incluso me penetró con un dedo lleno de semen, arriba, abajo, moviéndolo en círculos. Yo hice lo mismo con ella. Eso nos puso calientes y lo hicimos otra vez.

La chica se llamaba Lily. Mi prima fue encerrada en la cárcel junto a los otros. Yo sabía que, aunque pasarían años en cárcel, volverían a salir, pero ya no tenían con que chantajearme y ahora yo estaba saliendo con una policía. Si, nos hicimos novios. Vivíamos en un modesto apartamento. Alquilé mi piso para tener más ganancias, ya que María me obligó a cerrar el negocio, aunque pude volver a abrirlo.

A veces soñaba con vergas y lo que me pasó durante tres años y Lily siempre me tranquilizaba. No volví a tener sexo jamás con nadie. Solo con Lily. Y, hasta la fecha, seguimos queriéndonos como el primer día.

Era de noche. Me desperté y la vi a mi lado, totalmente desnuda. La olí. Ella me miró. También estaba despierta. Agarró mi verga, me guiñó un ojo y se lo metió en la boca. Gemí al notar la mamada, sus lametones, sus besos y caricias. Eran sinceros, no como lo que yo había tenido que hacer. Y no paró. No me dejó con las ganas. Cuando me vine, ella dejó que la leche la inundara todo el cuerpo. Arrodillada, recogió con pose sexy con un dedo semen de su barriga, cerca de su concha y lo lamió. Yo le lamí la leche de sus tetas. Luego se las empecé a comer y pasé, tras varios besos y caricias a su culito, donde lamí, besé la raja y le hice un beso negro. Cuando le comí el coño, estaba caliente de nuevo y la penetré a cuatro patas, luego colocando sus piernas en mis hombros Ella gemía y me decía que me quería. Me corrí dentro. Es lo que queríamos. Luego ella limpió mi verga. Dormimos así, desnudos.

Espero que el relato os haya gustado. He querido ponerle un final feliz, ya que todos los relatos que leía pocas veces lo tenían si es que he leído alguno que tuviera eso :)