Amar y Querer (3)

sorry me olvide de poner el dos al anterior relato...disfruten

CRISTINA

Me quede perpleja, yo hubiera esperado una bofetada, un hablas gilipolladas, estas pasada de copas o hasta un simple cállate, pero no esperaba un beso…..UN BESO….me beso, acerco sus labios robándome la última palabra de mi discurso, fue suave, dulce y tierno, pero con el calor que ya llevaba dentro profundice el beso y ella lo permitió, quería que sintiera el calor que tenía adentro, su lengua luchaba para poseer la mía, me deje llevar, y ella se entrego al sentir de ese beso, sentía como se estremecía y se encendía, me agarro más fuerte por la cintura juntándome más a su cuerpo pude sentir sus formas encima de mío y delire, y me perdí en el momento, no quería que acabara pero de pronto sentí como sus movimientos cesaban se hacían más lentos hasta que se separó de mí, yo quise retomar el beso pero no me dejo y mirándome fijamente me dijo – un beso, solo un beso era solo UNO, ahora vámonos que ya es tarde – NOOOOOOOOOOOOO carajo como me va a decir eso, me llene de rabia, de todo, soy una gilipollas, yo pensando que estaba dominando la situación cuando era ella que lo hacía, por eso cedió conmigo porque ni Patricia ni Claudia se hubieran dejado dominar hubieran entrado tomado lo que querían y ya, eres una…eres una…la mire fijamente como para matar, se me quito todo, el pedo que traía, me pare derecha y la deje atrás, ni si quiera volteé solo me fui, cuando estaba bajando me fije que Bruno vio todo el espectáculo, yo no le dije nada solo seguí mi camino.

Ya en el muelle me encuentro con Claudia y Fred, pregunte por Sofía y me dijeron que se fue enojada por que la abandone, para lo que me importaba, estaba que ardía en rabia cuando me fijo que Bruno y Ana seguían en el yate y al parecer estaban discutiendo, al ver esa imagen deseé mas tener a esa mujer y me dije que no me daría por vencida, volteé a mis dos amigos y les dije lo temprano de la hora eran solo las 11 de la noche y les propuse ir a un bar a terminarla, para lo que respondieron que si mis amigos alcohólicos más que contentos, y quedamos esperando a Bruno y Ana para que se unieran.

ANA

Bruno cumplió, no me dejo sola ni un momento, bebimos, reímos, y miramos el atardecer desde alta mar, parecía temprano, pero ya eran las 7 de la noche, y ya se estaba haciendo hora de volver al muelle. Deje un rato solo a Bruno para ir por una copa mas cuando me quedo perpleja veo una criatura angelical al otro extremo de la barra que me miraba, pero donde había estado metida semejante obra de arte era una mujer entre 23 o 24 años, delgada pero con todo bien puesto, un cabello rubio que brillaba con los últimos rayos del sol unos ojitos azules que reflejaban el mar con cada parpadeo, que piel tan dorada que llamaba a tocarla, definitivamente hermosa….pero Ana que haces, deja de mirar que te antojas,….casada y feliz repite, casada y feliz….me repetía mentalmente mientras agitaba mi cabeza como para sacarme todos los pensamientos que se venían atropellando mi cordura, cuando miro de reojo como esa diosa se acerca, nos presentamos y yo totalmente nerviosa por su presencia tan encantadora tartamudeé, pero la seguridad con la que me trataba esta niña, me hacía temblar, me coqueteo de lo mas descaradamente y yo no pude controlarme ni resistir, pero donde había estado metida esta criatura, al parecer me había estado siguiendo desde rato, porque hasta sabia como había rechazado a otras, pero que estás haciendo Ana?...estas coqueteando libremente?...tranquilízate, relájate y recházala como a las otras….deja de coquetear…casada y feliz, casada y feliz repiteee!!..ayy pero que con ella no se puede será que ella….no no creo, ayy pero es que esta niña es diferente no puedo no seguir lo que me pide y dice.

Estuvimos con el DJ un rato, hasta que quise un trago y me dirigí a la barra a la cual no me dejo ir, y al tratar de detenerme quedamos a centímetros de un beso que se trunco no se si por mí o por ella, pero fue lo mejor, ya en el bar quise tomar del trago que ella bebía, y lo hicimos no se cuantos pero muchos, cuando entramos en cuenta ya estábamos en el muelle y debíamos partir la ayude para caminar y en este contacto ella me pidió un beso, al que no pude resistir, el que fue puro fuego y pasión, pero mi cordura pudo más y la aleje ella volvió a intentar pero no lo permití y di una excusa tonta que alimento su rabia, se alejo de mí sin prever que Bruno observo todo.

Bruno: La tienes loca amiga, pero hasta yo como soy… conozco los límites, deja todo esto como está, esa niña no es para un polvo y ya, ella es especial por favor no juegues con ella

Ana: de que hablas Bruno, yo no quiero nada, además fue ella la que me pidió un beso, fue un momento de calentura y ya, nada más – ay pero si esa niña me prendió y yo quiero más a quien le miento –

Bruno: te conozco bastante bien Ana y se como miras a tus presas y ella no es una que tomas y dejas, esa niña es para tenerla bien

Ana: mira Bruno deja de hablar estupideces, no hay nada, además se te olvida que estoy casada?

Bruno: espero que si Ana, y que te acuerdes todo el tiempo que estás casada y que esa calentura no te haga hacer locuras

No le dije más a Bruno, en cierta forma tenía razón, pero quien era él para darme lecciones de moral, si me quería acostar con alguien era mi problema y punto – no que lo fuera a hacer – pero lo que me dijo de ella que era especial, me hizo sentirme un poco mal, pero si fue ella la que pido un beso, ayy Ana, tus hormonas están un poco descontroladas, cálmate y no hagas una escena, ya se fue la niña y tú te vas al hotel….ayyy pero porque no me puedo quitar de la mente ese beso, esa niña esa carita….carajo que me pasa….casada y feliz Ana, casada y feliz repítelo y convéncete....rayos!..., que estaba pasando conmigo esa niña me descuadro todo con un beso. Baje con Bruno y para mi sorpresa ella estaba allí, esperándonos junto con un chico y chica.

Cristina: - grito dirigiéndose a Bruno- vamos a un bar, es aun temprano y las chicos y yo queremos el after, - me mando una mirada y a los segundos siguió gritando - Ana tu también vienes no?

Bruno me miro como esperando que yo me negara pero las hormonas dominaron y las ganas de volver a sentirla y de tenerla cerca me ganaron y respondí afirmativamente, Bruno me quería matar con la mirada, pero ya no había marcha atrás. Emprendimos todos la ida al bar, nos repartimos en dos autos el de su amiga y yo me fui sola con Bruno, quise ir con ella pero Bruno no me dejo, Bruno no decía nada de camino al bar pero sabía que no le agradaba la idea de ir con Cristina y sabía muy bien que si él estaba yendo era para evitar que yo hiciera una tontería.

Llegamos al bar y entramos, a Bruno se le notaba mucho mas incomodo, especialmente por las miradas que nos lanzábamos entre Cris y yo. Cristina y su amiga se dedicaron a emborracharme, Bruno trato de evitarlo pero conocían a Bruno y sus debilidades así que no demoraron en encontrarle una niña con quien se entretenga, no sé porque me querían emborrachar pero sospechaba que era para quitarme la voluntad.

Ya me sentía bastante mal pero no tan mal para no corresponder a los roces y caricias que me daba Cristina, desde que había empezado a beber ella no había dejado de acariciarme y me había dado uno que otro pico pero nada más porque Bruno estaba como perro guardián, justo cuando por fin se decidió a darme un beso Bruno se acerco y me dijo que ya era suficiente, que ya eran las 4 de la mañana y que tenía que descansar, y que él me llevaría al hotel, no pude negarme porque ya sabía donde terminaría todo esto además que ya parecía un muñeco de trapo de tanto alcohol, me dispuse a despedirme de todos, y no pude sentirme la persona más horrible del mundo al mirar la carita triste de Cristina, y aunque me moría por quedarme a su lado y sentirla un poco más, era lo mejor, dejar las cosas así y nada más.

Cuando estábamos saliendo del bar ohh sorpresa nos encontramos con Patricia que venía muy decidida hacia mí y yo con el medio cuerpo que ya no lo sentía solo le sonreí como una tonta y prácticamente me arrebato de los brazos de Bruno y me llevo dentro del bar para "bailar", lo de bailar nada, porque lo único que hacía era sobar su cuerpo contra el mío, no me daba ni respiro apretaba más y más su trasero contra mi pubis y yo sentía que todo el calor se me iba a la cara, por Dios que mujer, y donde demonios esta Bruno?, era un trapo en sus manos me dejaba mover y balancear a su gusto, cuando en una de sus tantas subidas de su cara hasta mi cuello..plash…me congele, no me moví solo sentí, esta mujer me estaba besando, por Dios que estoy haciendo, pero que rico que besa esta mujer, ese beso lujurioso que quiere despertarte el deseo mas reprimido, su lengua buscaba la mía con avidez, donde esta Bruno…no tengo voluntad….ayyy Dios…me mordía el labio inferior y volvía a envestirme con sus labios y su lengua.

Yo perdida en el beso, de pronto siento una mano en mi hombro que me separa de Patricia, y para mi gran sorpresa era Bruno? noooo era Cristina que comienza a gritarle una serie de cosas a Patricia, que no llego a entender, para luego jalarme del brazo y sacarme del bar, yo solo preguntaba por Bruno pero ella no decía nada, ya estábamos en la calle, paro un taxi, me pregunto en qué hotel estaba y yo como autómata solo respondía.

Me metió al taxi y enrumbadas camino al hotel, se aprovecho de mi, siii es que no hay otra forma de ponerlo, yo borracha ella mucho mejor que yo, es aprovechamiento. Me beso, este beso era diferente era con mas lujuria, con mas deseo pero seguía siendo tierno, la borrachera paso a segundo plano ahora la deseaba más que nunca, yo…Dios que estoy haciendo…comencé a profundizar el beso y ella cedía, recorría con mis manos su espalda, la descubría a cada centímetro, ella coloco sus brazos en mi cuello y me atraía hacia ella, comencé a meter mi mano por debajo del blusón de playa que llevaba y podía sentir como su piel se estremecía a mi tacto, se dejaba se perdía en mis caricias, comencé a acariciar su abdomen hasta su short, cuando el taxista nos interrumpió diciéndonos que ya habíamos llegado….vaya que inoportuno.

Bajamos del taxi a prisa, y corrimos al ascensor, cuando ya estábamos allí la sobriedad me vino de golpe, la culpa, el matrimonio, Bruno y todo se me vino a la mente, y me di cuenta de lo que estaba a punto de hacer no podía levantar la vista, todo estaba en silencio no podía ver a Cristina de frente, debía decirle que se fuera….que….ay qué difícil….le agarre la mano y la mire fijamente convencida de lo que no debía pasar

CRISTINA

Bruno y Ana, bajaron del bote, los invite al bar y ella dijo que si, todo iba bien, la quise llevar en mi auto pero Bruno no la dejo, yo sabía que Bruno no me dejaría acercarme a Ana en el bar, por lo que le dije a Claudia que me ayudara a emborrachar a Ana y a Fred que me ayudara a buscarle una niña bonita a Bruno para que se entretenga, mis amigos son lo más guay que hay y no pusieron objeción y estaban más que contentos de ayudarme.

Llegamos al bar y entramos todos, no estaba muy lleno pero estaba perfecto, con un simple guiño de ojo Fred empezó su búsqueda, mientras que Claudia y yo nos sentamos a cada lado de Ana y le empezamos a dar bebida tras bebida, Bruno se dio cuenta de lo que queríamos hacer, por lo que quiso evitarlo pero Fred, tan guay mi amigo, ya había conseguido a la niña y casi se la tira en la cara a Bruno, quien ni corto ni perezoso comenzó a ligársela, el trabajo de emborracharla iba bien, yo aprovechaba y la tocaba y acariciaba y le tiraba un besico por ahí, cuando quise hacerlo en serio, Bruno paró en seco y le ordeno de irse y ella solo acepto, yo vi mi batalla perdida, ni siquiera pude repetir el beso del yate.

Casi resignada me quede bebiendo en la mesa cuando Claudia me avisa que Patricia viene entrando con Ana, grrr maldita, la quería matar, trate de buscar a Bruno con la mirada pero no lo veía, cuando Fred me lo señala, la niña que había estado ligando con él se lo arrinconó y se lo estaba comiendo, que mejor para mí la oportunidad perfecta para sacar a mi princesa de las garras de esa puta y llevármela fuera de allí sin que Bruno me lo impidiera.

Me voy acercando con cautela, pero sin quitarle los ojos de encima a Patricia y Ana, viendo como mis ojos me ardían de la rabia de ver a esa puta sobarle todo el culo por todo el cuerpo de mi princesa, definitivamente era una regalada, Ana estaba como trapito, toda muertita, cuando ya estoy llegando donde ellas, casi me caigo, la muy perra de Patricia estaba besando a mi princesa, carajoooooo!!!!!!....me llene de rabia, la cara me hervía, le agarre el hombro a Ana y a la fuerza la separe del bicho asqueroso que la estaba besando

Patricia: pero a ti que te pasa estúpida?

Cristina: - y todavía pregunta esta perra pensé – lo que me pasa es que ya estoy harta de ti y tu culo regalado PUTA!!! – se lo grite en el oído, a ver si ahora si lo entendía –

Patricia: a mí no me dices puta….perra y te me vas perdiendo que estoy con ella – lo dijo señalando a Ana que estaba totalmente muda –

Cristina: ella está conmigo…y te digo puta las veces que me dé la gana y vete a tomar por culo porque ella se va conmigo – agarre a Ana de la mano y rápidamente la saque del bar, estaba como tontita solo preguntaba por Bruno, le pregunte el nombre de su hotel y paré un taxi y la subí.

Dentro del taxi, no aguante más las ganas y me lance sobre ella, nos acariciamos y nos besamos y nos prendimos como fósforos pero gracias al taxista, y lo inoportuno nos corto cuando llegamos al hotel, subimos rápido al elevador pero ella en vez de seguir en su faena se quedo estática y en silencio como tratando de hallar las palabras, no me miraba, yo solo quería besarla pero su lejanía me lo impedía, su mirada todo cambio estaba ya totalmente sobria, no podía adivinarla era tan impenetrable, pero sospechaba sus pensamientos… ella estaba casada y de eso yo estaba bien consiente, solo sería un buen sexo y nada más, a que le tenía miedo solo sexo y por única vez…pero tanto esfuerzo hago por un polvo que hasta involucre a mis amigos?, le grite a Patricia? Era sólo un polvo?....qué demonios me pasa, es un polvo y punto Cristina y si no dices nada, se te arruina la noche y te vas a dormir sola así que habla yaa!!

Ana: - me agarro de la mano y me dijo – Cristina yo…este….yo

Cristina: ….- no la deje continuar, puse mis dedos en sus labios – lo sé, yo sé que es esto Ana, vamos sé que me deseas y yo a ti así que para que complicar la mente disfrutemos está noche nadie tiene porque saberlo, sólo déjame tenerte esta noche por favor – rogué al cielo que aceptara mi petición, cuando levanto la vista ella estaba quieta sin decir nada sólo me miraba y comenzó a acercarse y me sujeto por el mentón–

ANA Y CRISTINA

¿Qué estás haciendo Ana?....es que acaso podía negarme a semejante petición, no definitivamente no podía, la sujete del mentón y la acerque lo más dulce posible hacía mí, y fundí mis labios con los de ella, uhmm pero que ricos son sus labios, si así de ricos son sus labios ¿cómo será el resto de su cuerpo?.

Me besa me está besando, por Dios, Cristina por favor pórtate a la altura, ayy pero que altura, si esta mujer besa divinamente, pero si así besa como será en la cama, que rico, ayy como me encanta que me muerdan el labio, no me importa nada, yo no soy de una noche de sexo pero es que esta mujer me vuelve loca y quiero que sea mía, ya mañana me voy temprano y esta historia termino y nadie enterado, ahhh me vale madre todo porque hoy estaré en su cama disfrutándola.

Sus labios se fundieron, en un beso intenso lleno de deseo, todo estaba dicho sería solo lo que ofreciera esa noche, sus bocas se daban la bienvenida, sus lenguas acariciaban el terciopelo que dejaba en libertad cada danza salvaje de sus bocas, no hubo tiempo ni lugar, sus manos como reconociendo territorio ya trazado se entregaban al tacto debajo de las ropas, Cristina acostumbrada y conocida del arte de amar a una mujer, no demoraba en subir el vestido que cubría el cuerpo de Ana, sentía debajo del tacto de sus dedos el calor que emanaba y que la excitaba aún más, era más que delirante el deseo que tenía por esa mujer y de conocerla toda sin dejar escapar ni un centímetro, apretó suavemente las nalgas de Ana que se estremecía debajo de ella dejando en evidencia el deseo que también Ana sentía. Cristina soltó un leve gemido que extasió a Ana dándole más valor para continuar con la danza de sus cuerpos, el aire se embriagaba con el olor de deseo y pasión que rodeaba el espacio reducido que proporcionaba el elevador, cuando la campañilla del elevador las saco del trance indicándoles su destino.

Ana: - la agarre de la mano sin darme cuenta y la dirigí hasta la habitación – esta es

Cristina: - me deje llevar por sus manos hasta la puerta de su habitación, pero que espera para abrir la puerta? – Ana si no estás segura lo dejamos así y no pasa nada – idiota, como vas a decir algo así si te mueres de ganas de estar con ella, idiota, idiota, IDIOTA!!!

Ana: Cris, esta noche quiero estar contigo – que estás haciendo Ana?, si abres esta puerta no hay vuelta atrás – entra conmigo preciosa – y entraron juntas

Cristina no pudo contener el deseo que ya estaba nublando su razón – se repetía mentalmente que esa mujer era casada y que lo que estaba a punto de pasar sería solo sexo y nada mas – se abalanzo sobre Ana azotando la puerta detrás de ella, ni siquiera se molesto por buscar la luz, a oscuras y tanteando el cuerpo de Ana, la beso con desenfreno, quitándole el vestido en una sola maniobra quedando expuesto su tan cuidado cuerpo, se quedo por unos segundos mirándola mientras que Ana buscaba la luz, quería ver a su amante y necesitaba de la luz para tal cometido, lo logro y se encontró con la mirada perpleja de Cristina admirando su anatomía, no la hizo esperar y le dio un beso tomando a Cristina desprevenida que soltó un gemido que alentó a Ana a llevarla hasta la cama, en el trayecto Cristina se fue deshaciendo de su blusón quedando en su bikini top y sus pantalones cortos mientras su amante solo la cubría un diminuto bikini, que sin más esperas Cristina se lo arranco con la mayor habilidad. Ana miro a Cristina con una sonrisa picara

Ana: ya me tienes como quieres ahora me toca a mí – se levanto para estar a la altura de su amante -

Cristina: y como me quieres hermosa? – le dijo ayudándola a ponerse frente a ella

Ana: mejor te muestro

Sin perder más tiempo, Ana alzo su mano desatando las tiras del top de Cristina cayendo por gravedad la diminuta prenda, miro cautiva y extasiada los preciosos pechos de esa mujer, eran medianos pero perfectos coronados por una par de pezones rosados que disparaban sensualidad, Ana no dudo en lamerlos y hacerlos suyos, los acarició, chupo y masajeo, cuando sintió la urgencia de su amada por probar de los suyos, Ana paró e hizo el descenso hasta llegar a sus shorts sacándolos con gran habilidad como las bragas de aquel bikini.

Las dos amantes se juntaron en un beso y sus cuerpos calientes se sentían mutuamente, sus pechos se rozaban y sus bocas no se separaban, se desesperaban por sentirse pero ninguna cedía. Cristina casi extasiada de tanto deseo y con la necesidad de sentir a su hembra se dirigió al sur en búsqueda de su tesoro no sin antes abrazar con sus labios los pezones erguidos que la llamaban a ser probados, los chupo, los lamio y mordió a lo que Ana solo respondía con gemidos cada vez más intensos, Cristina seguía descendiendo por su abdomen plano como una tabla entreteniéndose en su ombligo para luego continuar camino hasta el triangulo finamente depilado de vellos que adornaba su sexo, siguió bajando llegando a la raja de Ana que ya estaba bastante húmeda y rosada del deseo, la observo por un segundo y se lanzo a saborearla, adorno con besos la entrada a su vagina y el vecino de su clítoris lo tomo con los labios y lo saboreo mientras Ana se retorcía de placer a semejante demostración de afecto

Ana: no pares por favor sigue asiiiiiiii….ahhhhhhhh

Cristina hizo caso, no descuido a sus nuevas obsesiones y no paró hasta cuando sintió como la espalda de Ana se arqueaba previendo el inminente orgasmo, acercando mas su boca para degustar de todos los jugos que emanaban, los saboreo y se apresuro a besarla para que también saboreara su propia excitación

Cristina: te gusto cariño? – dándole un beso aun caliente que Ana resolvió por profundizar

Ana: me encanto, pero ahora me toca a mí – volteo a Cristina quedando Ana encima como una amazona –

Ana le devoró el cuello, dejando pequeñas marcas de sus dientes, Cristina solo respondía con gemidos que ya se hacían pequeños gritos, bajo con cautela hasta el nacimiento de sus pechos los lamio, los saboreo, los estrujo dejando claro que esas pelotas le pertenecían, siguió bajando hasta encontrarse con un abdomen que invitaba a la lujuria y Ana no se resistió beso dando círculos hasta encontrar el monte de venus que para su sorpresa estaba despojado de vellos, lo que la excito aún mas dando besos y lengüetazos llego a la raja donde una vagina húmeda la llamaba a saborear, con su lengua abrió los labios y dejo escapar un tímido clítoris deseoso de ser probado, pero Ana esperó y se dirigió hacia su vagina que embistió con su lengua y saboreo, Cristina ya no solo gemía pero gritaba, lo que animo a Ana a continuar rozo con sus dedos la entrada a aquella cueva y sin previo aviso la penetro con dos dedos, primero suave luego acelerado, sin dejar de embestirla con sus dedos se lanzo a lamer su descuidado clítoris, haciéndolo danzar con su lengua, cuando siente que Cristina presiona su cuerpo con las piernas indicativo del inminente clímax por lo que Ana acelero el ritmo, haciendo que su amante liberara un grito de placer que retumbo en las paredes de la habitación, subió despacio al encuentro de esa boca tan deliciosa para darle el premio de haber expresado sus placeres.

Cristina: sabía que besando tan bien, serias aun mejor en la cama

Ana: no pudo controlar una pequeña risa – entonces me querías meter a la cama desde siempre? –

Cristina: No solo desde hoy – se volteo quedando encima de Ana – aunque una sola vez no es suficiente – la beso con desesperación haciéndola temblar, su deseo aún seguía a flor de piel y esto solo era el principio de una sesión de goce, y de placeres escondidos y conocidos, las dos amantes se gozaron hasta el alba, quedando dormidas enredadas entre las sábanas.