Amar y Querer (10)

...eres un ángel guapa, me has devuelto la vida...gracias a ti podre ser feliz...

Este me salió mucho más largo, espero no aburrirlos con los detalles, es que a veces me paso, bueno en definitiva gracias a todos por leerlo, espero que sigan disfrutando, y no duden en dejarme saber si le falta algo para poder mejorar, muchas gracias…ahh y me llamo Milagros para quienes preguntaron, GRACIAS

CRISTINA

Me besa con pasión, ya no siento dolor, solo el calor de mi cuerpo y su deseo encendido, pero es que queremos lo mismo perdernos en nuestros sentidos y fundirnos en nuestras pasiones, mi doctorcita vino, aún estando su esposo, ella vino, tocan la puerta pero poco me importa, no me quiero apartar de mi mujer…si es mi mujer, en esta habitación y entre mis brazos es mía y no me importa que afuera nadie pueda saberlo, aquí y ahora es mía…siento como intentan abrir la puerta y Ana salta despavorida fuera de la cama, la agarre del brazo y me dice: Javier

Ana: carajo Bruno casi me matas de un infarto….eres un idiota

Bruno: vaya vaya vaya, pero tu Ana no pierdes el tiempo, tu esposito abajo esperando tranquilito y tu aquí follando.

Cristina: Ana….Javier esta abajo? – Ana seguí con la mirada perdida en la puerta que aún continuaba entre abierta mientras se terminaba de abrochar la camisa –

Ana: si pequeña, es que no me pude despegar de él y yo tenía que venir a verte, y…y…si y pues…nada…esta abajo

Cristina: - sentí como la sangre me hervía pero ya no de pasión pero de rabia – eres una descarada, porque no me dijiste eso desde el principio – Bruno cerró la puerta y se acerco para ponerse al frente de la cama –

Bruno: bien dicho princesa, es una descarada, una desvergonzada y una infiel, Ana porque no mejor te vas con tu esposo, que yo he venido a cuidar a Cris…vamos ve…que yo si me puedo quedar

Ana: cállate estúpido, tu aquí no tienes nada que ver, es más lárgate – Ana le hizo un ademán con la mano indicándole la puerta –

Cristina: por favor Ana, baja la voz que tu esposo puede oir, y tranquilízate – ella no parecía escucharme, sólo siguió hablando –

Ana: mira Bruno, lo que paso anoche fue una estupidez, o sea eres una estupidez, que a todos en algún momento se nos da por hacer, pero Cris no quiere nada contigo, ella me quiere a mí, ella es mía Bruno entendiste? Es MIA

Cristina: - me encanto como hablo Ana de mí como si defendiera una relación una pareja, pero a quién mentía no éramos nada ella seguía estando casada y yo seguía siendo la amante – Ana por favor baja la voz no me hagas gritar también, y por favor baja con tu esposo y ve a hacer lo que tengas que hacer, yo no quiero quitarte tu tiempo y déjame con Bruno que tenemos que hablar

Ana: pero cariño yo vine por ti…..

Cristina: pero nada…aunque no respetes a Javier, el sigue siendo tu esposo – su cara se transformo de colorada de rabia y una expresión triste y desolación –

Ana: está bien no voy a hacer más problema…pero voy a regresar más tarde pequeña y me quedo contigo…te lo prometo princesa – me dio un beso bastante apasionado que casi me deja sin aliento como demostrándole a Bruno que le pertenecía, y así salió del dormitorio dándole una última mirada de desprecio a Bruno –

Bruno: adiós estafa….bueno cariño ahora si por fin solos – y este que se ha creído –

Cristina: un momento Bruno, primero lo primero, tu y yo no somos nada, entiendes, éramos y espero que sigamos siendo amigos, pero nada más, lo que pasó ayer fue producto del alcohol el despecho, pero nada más

Bruno: Cris, yo a ti te quiero de verdad, no como Ana que sólo te quiere por un rato, yo estoy dispuesto a dejar mi vida por ti, a cambiar por ti, tu eres demasiado importante para mí y estoy dispuesto a todo para que te enamores de mí, nunca he sentido lo que siento por ti, pensé que era un gran cariño amical, pero después de negarlo me di cuenta que era amor, y lo llevo sintiendo hace tiempo, por favor no me digas que no, yo te daré todo lo que Ana no puede ni quiere ofrecer.

Cristina: Bruno, me halaga todo lo que me dices, pero se te olvida un detalle importantísimo, soy lesbiana, me gustan las mujeres mejor dicho me ECANTAN LAS MUJERES...o sea tú tienes algo que sobra, además yo quiero a Ana, me entiendes?

Bruno: pero anoche me correspondiste, te perdiste en mis caricias y besos, casi fuiste mía.

Cristina: ayer fue ayer Bruno y no volverá a pasar, lo siento mucho contigo pero si sigues insistiendo con esto te voy a pedir que te retires y que no me vuelvas a buscar, porque no te quiero volver a ver.

Bruno: - se quedo callado unos segundos como analizando que decir y luego dijo – esta bien Cris, no confundiré más las cosas, pero no quiero arruinar nuestra amistad, por favor, podemos seguir siendo amigos?

Cristina: - estaba confundida, tan rápido se rindió, definitivamente Bruno planeaba algo, pero en ese momento no me imaginaba que podía hacer, además yo tampoco dejaría que hiciera algo – gracias Bruno por entender, de verdad que cada día más me sorprende tu madurez, y como amigo me puedes ayudar a bajar que quiero caminar un poco si?

Bruno: vale preciosa, pero con cuidado ok?

Bruno me ayudo a ponerme la bata y bajar al salón donde sólo estaba Mari, Ana y Javier ya habían partido, y no pude dejar de sentir un pequeño dolor al saberla lejos y con alguien más.

ANA

Salí con la cara toda descompuesta de la habitación de Cris, estaba muy molesta, tenía una rabia indescriptible, saberla sola y con Bruno y que ella me haya botado, me sentía humillada, pero más me sentía dolida, la sangre me hervía, y me inundaba otra vez el temor y la angustia, sentimientos que nunca pensé tenerlos juntos hacia una misma persona, y no en alguien que "apenas conocía" como decía Jessica, me sentía mal, un vacio en el estómago que se te sube hasta la garganta y que se convierte en un nudo que no te deja respirar y sientes como te asfixia…sabía cómo me sentía pero no me percate que seguro tampoco lucía como debía, baje las escaleras y Mari y Javier, no me quitaban la vista de encima, debía tener una cara mezclada entre rabia e impotencia que seguro hacían un paisaje bastante desagradable en mi rostro, Mari me hizo sentar con ellos y me susurro que cambiara la cara que si no Javier se daría cuenta, traté pero la sensación tan penetrante que me causaba saber a Cris con Bruno a solas no me dejaba ni pensar en lo que decía Mari.

Javier: cariño te sientes bien?, traes una cara que no sé

Ana: no nada, sino que intercambie un par de palabras con Bruno que causaron bastante malestar, pero no es nada, seguro ya se me pasa – se me pasa nada, mientras más tiempo estuviera ahí mas herviría mi sangre y mi rabia, tenía que salir de ese departamento –

María: cariño quieres un té o algo para que te calmes un poco?

Javier: yo creo que sí María, creo que le vendría bien a Ana algo para tranquilizarse, gracias.

Ana: no no no gracias María, ya nos vamos, Javier tiene que viajar y tenemos cosas que hacer antes, discúlpame para otra vez será y me despides de Cris y de…nadie más, llámame cualquier cosa ok?

María: pues nada mujer y calma vale?, y a ver si nos juntamos para cenar que Lu se muere de ganas de cenar contigo y bueno yo también luego hablamos para coordinar vale?

Ana: si claro me llamas adiós

Javier: Adiós María, y gracias por todo y un gusto conocerte

María: igual a mi adiós

Salí disparada, dejando a Javier por detrás, baje con tal rapidez los escalones que en poco rato llegue a la portería, salí sin rumbo solo quería un poco de aire, quería despejar, quería tranquilidad, quería paz y era lo último que estaba obteniendo estos días, Javier me abrazo y me acerco a su pecho, me sentí tan bien, como antes sin preocupaciones, Javier tenía ese efecto con sus abrazos, te hacía sentir protegida, impenetrable, hasta incluso despreocupada, y así me sentí en ese momento, quiso decir algo pero se calló, sabía que necesitaba un tiempo de silencio, el lo respeto pero no me soltó hasta que mi respiración desaceleró, me acerco a sus labios y me dio un tierno beso y me dijo que fuéramos a comer algo y caminar juntos un rato…me agradó la idea, hace ya tiempo que no hacíamos nada juntos y siempre nos había gustado compartir caminatas juntos.

Comimos algo ligero, yo no tenía mucho apetito, hice un par de llamadas a Jessica que me confirmo que el vuelo era en 2 horas lo que nos daba tiempo de ir al hotel a arreglar sus cosas y dar la caminata por la playa, y así lo hicimos, no conversamos de mucho el muy discreto no pregunto de lo sucedido en el departamento, aunque yo sabía que esa era su preocupación pero sabía que temía más escuchar algo que no le gustara a ignorarlo, nos sentamos frente al mar y él me abrazaba tiernamente.

Javier: mi amor, me amas? – Dios porque pregunta esto ahora, estará sospechando? –

Ana: claro que si mi amor, porque preguntas eso – no le mentía si lo amaba, aunque lo estuviera hiriendo –

Javier: no nada, tu sabes inseguridades de un viejo

Ana: nada de viejo eres joven y hermoso, y eres mi esposo – estaba muy pensativo y me preocupaba –

Javier: sabes? Estuve leyendo tu libro, y sentí muchos celos, porque todo el amor que plasmaste en tantas páginas no fue inspirado en nosotros pero en ella

Ana: ay mi amor, no importa en quien haya sido inspirado lo que importa es que ese amor sólo sirvió para inspirar letras pero nuestro amor nos hace estar juntos no? – era cierto, el amor por el que escribí, fue ese amor que te hace pensar que todo se puede por amor, que te inspira a luchar, que te despierta todas las mañanas, el que te llena y el que te enciende hasta en el más crudo frío, el amor que tuve por Eliana, pero también es el amor, por el que sufres, por el que estas engañado a luchar por algo que no tiene un buen final, ése amor se acabó de la manera más sangrienta y cruel, celos vengativos e inseguridad constante logro destruir algo tan puro como el amor más bonito

Javier: si lo sé pero el amor que tuviste con ella lo inmortalizaste en papel, y aunque sé que lo que sientes por mi es amor, jamás se comparará al que sentiste por ella, pero está bien, yo no te amo por competir con nadie, simplemente te amo, pero sólo te pido una cosa, que el día que dejes de amarme, por favor me lo digas de frente no esperes a que la relación se destruya por la cobardía de no querer hablar con la verdad, yo te amo y te amaré siempre y te prefiero aunque sea como compañera aunque ya no como esposa, y ya vámonos que se hace tarde para tomar ese vuelo.

Javier es un hombre muy bueno y muy inteligente, yo sabía que el presentía algo, y eso de mirar cosas que nadie se percata y encontrar detalles donde nadie adivino, eran su especialidad, presentía algo, porque hablarme de ella, del amor…ayy Ana ayy Ana, pero como se puede dejar a un hombre así, como podía ser tan mierda de herirlo con una infidelidad, que no quería que acabara, como podía llevar una doble vida, sus palabras retumbaban en mi cabeza, amor, amor, amor, y la única imagen que las acompañaban no eran las de él eran las de Cris, sería que ya sentía amor por esa niña?, pero que dilema, y si es así que hago con Javier?....mi mente volaba camino al aeropuerto, Javier no hablaba, sólo me sujetaba la mano y la besaba de tanto en tanto, todo esto era demasiado extraño no entendía su actitud, mejor dicho no la quería entender, él sabía que había alguien más y que estaba casi segura que sabía que era Cris pero porque no me decía nada, porque!!!....llegamos al aeropuerto, chequeó su maleta y nos fuimos a un café

Javier: me voy a quedar para el cumpleaños del tío Alberto y al día siguiente parto a Madrid para irme a New York

Ana: que!!!, pero no tenías una semana libre, yo te iba a alcanzar a Girona, que paso? Te llamarón del trabajo?

Javier: no nada de eso, es sólo que….no soy tonto Ana, pensé mucho antes de venir, pensé que iba a hacer, que iba a decir que iba a descubrir, pero verte, me descuadro todo, es que el amor que siento por ti es tan grande que no puedo hacer nada, me siento inútil intentando algo

Ana: no entiendo mi amor que está pasando? – sus palabras me asustaban pero no me sorprendían yo ya sabía pero no esperaba lo que venía –

Javier: se que aún me amas, y por ese amor que aún sientes por mí, te pido que no me hagas daño, si estás confundida por ella te voy a dar el tiempo que te queda aquí para que sepas qué es lo que quieres, te amo demasiado para perderte, pero te amo aún más para dejarte ir al saberte a mi lado pero con tu mente y tus sentimientos en otra parte

Ana: mi amor yo..yo.. – me colocó dos dedos en la boca para callarme, y es que no creía lo que estaba escuchando, no lo creía –

Javier: shhh, no digas nada, no quieras explicarme y justificarte, ni pedir disculpas, solo te pido que decidas, yo regresaré a New York y esperaré por ti y por tu decisión, y si decides volver a mis brazos, no descansaré en la vida para hacerte feliz mi amor – se paró de la mesa donde estábamos tomando el café yo me paré junto con él y me abrazó fuerte como cuando abrazas algo de lo que no te quieres separar y luego me beso en los labios, esos besos dulces pero tristes, para luego separarse, lo vi como se alejaba de mí sin voltear, y yo sin poder decir nada.

CRISTINA

Saberla con él me causaba dolor, hasta me sentía enferma, pero que le podía reclamar, Mari me dijo que era un hombre muy notable, que parecía ser de mucho carácter pero muy sensato, hasta le molo el tipo, pero a mí que me importaba conocerlo, lo que quería de él no me lo iba a dar, yo sólo quería a Ana, la quería en mis brazos, en mis sueños, en mis mañanas en mis tardes, en mis recuerdos, en mi futuro, un mundo con ella, pero a quien le mentía, eran puras fantasías que como toda fantasía son una ilusión…Mari y Bruno estaban cocinando algo, que olía bastante bien cuando entra Lu con una gran sonrisa en la cara y es que esa niña nunca estaba triste ni apagada

Lucia: joder…que hay concurso de cocina o algo, porque sólo así se esmerarían en algo que huele tan bien….holaaaaa a vosotros los chefs!!!, hola enana, te sientes mejor? Pero que haces en éste sofá no deberías estar en cama

Cristina: no Lu por favor, que ya estoy cansada de la cama, más bien que traes ahí?

Lucia: pues traigo unas chuleticas, unos chorizitos y unas cositas más para una paellita, que tengo ganas de una comidita en la piscina

Cristina: y cual piscina porque que yo sepa en el edificio no hay

Lucia: pues donde Olga, que mira, que me llamo al estudio para invitarnos a una paella, yo le dije que pues que no sabía si iríamos porque estabas toda rotita, pero ya me entro las ganas de la paella y pues nada compre todo y pensé hacerlo aquí en nuestra mini terraza pero como ya veo que estas mucho mejor y que te mueves, pues nada que vamos donde Olga si? – María sale de la cocina y se va directo a Lu a la que abraza por la espalda –

María: mi amor, hola, muak, pero yo le dije a Ana que la invitaríamos a cenar

Lucia: pues no pasa nada mujer, que la invitamos a ella también, y así conoce al resto de la manada de bolleras.

Cristina: no creo que pueda ir, esta con su esposo

María: no creo porque me comento que se tenía que ir rápido porque él viajaba

Lucia: ya ves enana, entonces vamos?

Cristina: estás segura Mari, y no será que ella también viaja?

María: no creo Cris, no dijo nada de viajar ella sólo dijo de él y además no creo que se vaya sin despedirse de ti..

Lucia: y de mí joder, que tantos años de no vernos y no despedirse, que le doy por el culo si hace algo así.

Cristina: si tienen razón pero mejor la llamo no? Y la invito también no?

María: y que vas a hacer con el Chef Brunito, lo encerramos para que no joda todo o qué?

Lucia: uy no es mala idea, o lo podemos llevar y ahogarlo en la piscina, jajajaja

Cristina: nada, de nada que ya todo está claro y que no va a molestar, ayúdenme a parame que me tengo que cambiar, y darme una ducha que me siento un zorrino

Lucia: y yo pensé que ese olor era de la cocina…jajaja….ouch mi amor porque me pegas

María: porque te lo mereces y ayuda a Cris quieres?

Ya me sentía mucho mejor, el dolor era casi mínimo de lo que me dolía cuando desperté, y la tercera rodilla que apareció ya estaba desapareciendo con el hielo, pero aún no podía doblar la pierna como quería, Lu me ayudo, y me metió en la tina y me dejó…allí no pude evitar pensar en ella, y es que era prácticamente lo que tenía en la mente desde que la conocí, Ana llenaba mis pensamientos, mis sueños, mis suspiros todo…como desearía que estuviera metida en esta tina conmigo….ayyyy….hasta los suspiros se escapaban cuando la nombraba, se quedaba sola su esposo se iba y ella quedaba para mi sola otra vez, sentía como las mariposas revoloteaban en mi panza, y es que pensarla otra vez mía sin contratiempos, ni nada me hacía sentir que de verdad Ana podría quedarse para mí, pero que ilusa, eso estaba tan lejos de la realidad que me sentía tan infantil…mañana ya se va y no quiero pasar un minuto más lejos de su piel aunque sólo sea una noche más.

Cristina: Alo, Ana?, puedes hablar?

Ana: si claro que sí, estoy en el hotel, ya dejé a Javier en el aeropuerto, que pasa cariño, te sientes mal?

Cristina: pensé que vendrías a verme – puse una voz algo de niña –

Ana: si si claro estaba terminando unos detalles para el viaje de mañana, chequeando unos horarios y terminando de hacer maletas eso es todo, no te enfades mi niña

Cristina: no sino que…nada nada, te llamaba para invitarte a una barbacoa, en casa de una amiga, y aprovecharemos para hacerte la despedida al estilo alicantina, y mira que Lu te quiere ver antes de que te vayas, mira que le prometiste una cena

Ana: es que yo pensaba pasarlo sólo contigo

Cristina: si tienes toda la razón, mañana te vas y…mmmffff…tienes razón vienes a buscarme?

Ana: no no no tienes razón cariño, nada de andar tristes ni nada, que vamos a esa barbacoa, déjame que me cambie de ropa, termine de hacer la maleta y paso por tu casa ok?

Cristina: si mi amor, que yo salgo de la tina también y me cambio, te espero corazón…te quiero

Ana: - hubo silencio y no decía nada – y tú me encantas preciosa, no vemos un beso bye

Cristina: chau – no pude evitar sentirme triste, su incapacidad para decirme algo más cariñoso me desesperaba, yo sabía que sentía mucho por mí, pero ni siquiera decirme un simple "te quiero"…o es que no lo siente o es que tiene miedo a ilusionarme….bahh ilusionarme…si estoy más colgada de ella que pinza de tender ropa, nada de nada era mi último día con ella y no lo iba a desperdiciar haciendo conjeturas.

Cómo pude salí de la tina, y me fui a cambiar, era un poco difícil estar probándome varios bikinis con media pierna tiesa, así agarre el primero que estaba a la mano que para mi suerte era uno de los que me quedaban muy bien, trate de verme los golpes en el espejo y la verdad que parecía un tablero de ajedrez con negro por aquí y por allá, felizmente que casi siempre andaba bronceada porque si no se me vería peor, me pongo una falda de mezclilla y unas chanclas y nada más, y es que el calor era tan insoportable que hasta la camiseta me asfixiaba, baje despacio y Bruno se quedo con la boca abierta, como que hubiera sido la primera vez que me ve en bikini, pero no dejaba de verme que me causo un verdadero malestar.

Cristina: joder Bruno deja de mirar, que me puedo gastar, y tu no tenías que ir a tu hotel a cambiarte?

Bruno: si ya estaba de salida, yo las alcanzo allá, chau cariño

Cristina: chao….Lu, Mari están listas?

Bruno: uhmm no sé hace años que están en la recamara, fácil están haciendo algo más, chau preciosa – cerro la puerta y yo me senté en el sofá –

Cristina: Lu, Mari, ya están listas??!!!! – grite, pero no había respuesta – hola!!! os estoy hablando par de culeras, que salgáis ya! O me enfado.

Lucia, Mari: ya vamos aguafiestas!!

Me senté en el sofá a esperarlas cuando tocan a la puerta, me paré despacio y fui lo más rápido a abrirla, era ella mi doctora preciosa, me pare de puntas y alcé mis brazos alrededor de su cuello y aunque me dolía horrores tal movimiento, me aguante el dolor y la abrecé fuerte y ella me correspondió y me dio un beso intenso, la había extrañado tanto, tenerla así a pesar del dolor y todo la necesitaba entre mis brazos, como la necesitaba

ANA

Salí del aeropuerto, con una confusión total, todo el trayecto al hotel, no pude sacarme de la cabeza las palabras de Javier, darme un tiempo?...pero que le pasa, o es que ya ve perdida la batalla que ni siquiera se quiere exponer a luchar?....me sentía triste, no por lo que Javier ya sabía sino por su pasividad a reaccionar, a luchar a putearme, a yo que sé a hacer algo, al contrario me daba como carta libre a hacer lo que quiera y luego regresar a él es que acaso no tiene dignidad, amor propio? O es que sabía que yo regresaría con él….ayy no lo entiendo porque no puede ser como el resto de hombres, simples, con actitudes simples, y reacciones salvajes, me tenía que meter con un hombre con cerebro de mujer…Diossssss que voy a hacer, llegamos al Hotel, mire a Aitor y se me acerco a preguntar si estaba bien, le dije que sí y seguí de largo, pero indicándole que en 10 minutos subiera para conversar, el había hecho el trabajo que le pedí y debía darle lo prometido.

Llegue a la habitación y me sentía tan sola, ya no pensaba ni en Javier ni en Cris, solo en mi y que había hecho de mi vida, viví banalmente casi toda mi vida en lo que se refiere a amor, con mujeres y hombres por aquí y por allá, hasta que conocí a Eliana que me cambio la vista de la vida pero termino asfixiándome con sus celos y tuve que salir huyendo, y ahora Javier que me hace sentir protegida pero a la vez me siento tan poco estimada…no sé y todavía Cris, que se que ya me quiere y yo soy incapaz de decirle un "te quiero" porque no me nace, será que me estoy equivocando tanto en mi vida, será que Cris es el capricho más caro que me ha tocado desear?, el cel me saco de mis pensamientos, era Cris, hablamos poco, termine cediendo e ir a una barbacoa, ella parecía emocionada y no la quería desanimar así que acepte, y volvió otra vez el incomodo "te quiero" que no pude corresponder, me sentía mal al no poder decirlo pero es que no lo sentía, termine de hacer la maleta, me cambié algo más cómodo, me puse un bikini, unos shorts de jean y una camiseta sin mangas, quería estar cómoda y no tenía ánimos de esmerarme en mi vestimenta, me arregle un poco el cabello y me puse a curiosear en la laptop, pero mi cabeza estaba a millas de allí.

La puerta suena y me saca de mis lejanía, era Aitor, nos sentamos un poco a conversar, y no sé porque pero hable de lo que me pasaba y creo que nunca podré olvidar lo que este muchacho me dijo – no le pongas freno a un "te quiero" – como este muchacho tan joven podía llevar tanta razón en el alma, y es que yo quería decirle a mi niña que la quería pero tenía más miedo aceptar lo que eso significaba que darle lo que tanto anhelaba…salimos juntos Aitor y yo, me agradeció lo que le di, pero en realidad lo que le di no era suficiente para lo que el acababa de hacerme dar cuenta, no demoré más y partí rumbo donde mi pequeña, a gritarle que la quería.

Llegue rápido, el portero que ya estaba acostumbrado a verme, me dejo subir sin anunciarme, y me saludo sonriente….estoy empezando a pensar que de verdad me está coqueteando…mientras subía me imaginaba la cara que pondría mi pequeña, mi amor…si mi amor…cuando le dijera "te quiero", toque la puerta con dos golpes y ella salió a mi encuentro, la vi tan hermosa y es que estar sólo con su bikini top la hacía ver tan sexy, esa licra blanca que entallaba tan bien sus senos redondeados y sus pezones que tímidamente se iban asomando a través de la fábrica y esa faldita que sostenía su fina cadera, estaba exquisita, se acerco a mí y me abrazo por el cuello, pude sentir como sus músculos se tensaban por el esfuerzo, la mire a los ojos y la bese intensamente, como para querer transmitirle mi "te quiero" en ese beso, entramos y la dirigí al sofá, nos sentamos y seguimos en nuestra dosis de besos y caricias, y es que no podía sacar mis manos de su cuerpo, y ella tampoco, la dosis de besos se hicieron más calientes y nuestros cuerpos gritaban cierta urgencia, y es que estaba sólo con su bikini top, y su piel desnuda, me llamaba a despojarla de lo poco que llevaba puesto, sólo tenía que jalar una pequeña tira y todo caía y sería mío, estuve a punto de jalar esa tira, cuando siento un hum hum – las dos volteamos con cara de no nos interrumpan encontrándonos con la cara de risa de Lucia y la cara sonrojada de Mari

Cristina: estáis hace mucho ahí paradas?

Lucia: lo suficiente, como para ver que ya no te duele tanto el cuerpo no?, lo digo porque casi estrangulas la pierna de Ana con tu entrepierna, sólo digo……jajajaja

Ana: hola Lu, hola Mari, disculpen por la exhibición

Mari: disculpen ustedes por la interrupción pero ya son las 6 y debíamos estar ahí como hace una hora así que muevan sus culitos y tu niña ponte algo encima – se dirigió a Cris – que no quiero que te resfríes que con una incapacidad ya es suficiente

Cris se puso una camiseta sin mangas, y salimos todas juntas en el auto de Lu y partimos a la casa de Olga "la Ru" al parecer Olga era rusa pero vivía muchos años en España, era fotógrafa y muy talentosa, por lo cual tenía una casa propia bastante grande y con piscina, en el trayecto hablamos poco, Cris y yo, no hacíamos caso a ninguna conversación de Lu y Mari, estábamos más entretenidas besándonos y acariciándonos, causándome un gran descontrol que sólo las interrupciones de Mari y Lu lograban detener el momento, Cris sólo se reía y trataba de arreglar la camiseta, llegamos a la famosa casa de parranda, era bastante grande y hermosa un jardín hermoso y una piscina igual de hermosa, toda la gente estaba allí, la mayoría mujeres y unos pocos hombres bailaban, una Dj animaba y todo parecía bastante animado, no podía evitar la miradas de casi todos hacia Cristina y a mí, bueno estábamos agarradas de las manos y no dejábamos de darnos caricias y pequeños besos, cuando se nos acerca la anfitriona

Cristina: Hola Olguita, ella es Ana, mi novia

Ana: - creo que en ese momento de verdad o sea literalmente se me puso el ojo cuadrado…NOVIA!!! De donde salió eso de verdad que no me lo esperaba – Hola Olga mucho gusto – le estire la mano –

Olga: así que tu eres la famosa Ana, deja esa mano mujer aquí nos saludamos con beso y con dos – me beso en ambas mejillas –

Ana: porque famosa?

Olga: Alicante es una ciudad pequeña y la comunidad bollera es muy cercana y lo que pasa aquí se sabe allá y bueno los rumores de una fiesta, un yate, una cacería y una Cristina no se hicieron esperar, no sé todos los detalles pero déjame decirte que los rumores no te hicieron justicia mujer, eres mucho más bella de lo que imaginé.

Ana: vaya que sorpresa, y gracias por el cumplido

Cristina: la vas a seguir interrogando o ya podemos ir para la piscina

Olga: uyyy noviecita celosa, pues nada mujer que vayan a divertirse, y bienvenida Ana

Nos alejamos de ella y de la personalidad tan dominante de Olga, hubo algo de tensión por lo que no quise preguntar porque me presento como su novia, pero es que también que iba a decir, hola te presento a mi amante Ana, jajaja, que buena presentación…bahh que importaba el nombre que me diera, lo único que quería era estar a solas con ella para decirle que la quería, nos acercamos a Lu y Mari, que nos presento a unas amigas suyas que eran muy divertidas y nos quedamos con ellas por largo rato, ya eran casi las 8 y varios invitados ya se habían ido quedando como decía Lu, los más íntimos, y es que de cierta forma era así los que quedaron eran amigos de todos y todos se miraban y hablaban amigablemente, cuando de pronto veo como entra Bruno, saludando a todos, casi lo mato con la mirada, Cris también tenía una cara de incomodidad que Bruno pudo ver por lo que cuando termino de saludar a todas en el circulo que hicimos cerca de la parrilla se fue al interior de la casa con Olga, era tarde y yo quería estar a solas con Cris, pero no nos dejaban ir, cada vez que lo intentábamos, nos hacían regresar, dimos toda clase de excusas, que el dolor de Cris, que viaja mañana temprano, que tenía que hacer las maletas, ninguna funciono, al parecer el plan era quedarnos hasta el día siguiente y de ahí ir directo al aeropuerto a dejarme, hasta que por fin Cris se le ocurrió entrar a la piscina, si bien no estábamos lejos de ellas, estábamos solas, la ayude a sacarse la camiseta, sin desperdiciar el momento de acariciar su abdomen y sutilmente sus senos, igual hice con su falda dando un ligero apretón a sus nalgas que me calentó un poquito, ella hizo lo mismo conmigo y de la mano me llevo a la piscina

ANA Y CRISTINA

Cristina me jalaba de la mano todo el trayecto hasta la piscina, y Lucia empieza a gritar

Lucia: wowwww Ana, ese cuerpo no lo tenías en el colegio…estás riquiisima mamacita!!!!

Ana: - lucia come caca, maldita sea ahora todas me están viendo, trágame tierra, trágame – cállate Lucia y deja de mirar

Lucia: pero es que ponte un bikini más grande porque aquí tenemos hambre…ouch mi amor…era solo un comentario, además tu también estás viendo

María: pero no con morbo, mañosa, Ana hazme el favor de meterte de una puta vez a la piscina quieres?

Cristina: - pero que figura la de mi amorcito, todo en su lugar, ese culito bien durito, sus piernitas – ya sarta de hambrientas dejen de mirar a mi novia que se la van a ver conmigo

Todas: yaa, fiu fiu, no seas aguafiestas Cris, fiu fiu, no todas tenemos tu suerte fiu fiu

Cristina: amor metete a la piscina rápido por favor

Ana: si ya voy cariño, uhmm esta riquísima el agua, me viene genial, me estaba sintiendo mareada por el calor – la verdad es que seguía un poco mareada, casi desde que llegue a Alicante me sentí así pero pensé que era el calor y el exceso de trabajo y preocupaciones –

Cristina: te sientes mal, quieres que vayamos a urgencias – de verdad estaba algo pálida, será el calor o algún bicho se le pego, pobre mi doctorcita – ven mi amor – la abrace por el cuello y le di un beso

Ana: no corazón ya estoy mejor, es está calor insoportable y no he comido muy bien últimamente – no quería alarmarla pero todo me estaba dando vueltas, me abrace a ella fuerte –

Cristina: mi amor te sientes bien?, que pasa Ana?

Ana: nada pequeña fue sólo un mareo, se me movió todo eso es todo

Cristina: ven salgamos de aquí y te llevo a comer algo me preocupas mujer – estaba demasiado pálida y sudorosa, la sujete mas fuerte contra mi –

Ana: no no mi amor, estoy bien, solo abrázame un rato más

Cristina: - quería saltar de alegría, mi Ana preciosa me había dicho mi amor, como para no creerlo – amor sabes lo que acabas de hacer, me has dicho "mi amor"

Ana: si lo sé, pero ya te lo había dicho antes sólo que con lo borrachita que estabas ni te acuerdas, y bueno como no dijiste nada pues…me costó volver a decírtelo pero…..eres mi amor, y no me voy a cansar de decírtelo, y hay algo más que quiero decirte……te quiero pequeña, te quiero como no pensé ni me imaginé – la cargue levemente pero el estúpido mareo no me dejo hacerlo por mucho rato –

Cristina: - no podía creer lo que mis oídos escuchaban me dijo que me quería, se puede ser más feliz? – mi amor me haces la mujer más feliz de esta tierra, ven acá y dame un beso

Ana: sólo un beso mi amor?

Cristina: tienes toda la razón….vámonos de aquí mi vida

Cristina y Ana salieron de la piscina y agarradas de las manos y con una gran sonrisa dibujada en sus rostros, y ante la mirada atenta y algo morbosa del resto de invitados, se fueron sin parar ni detener sus pasos, frente a nadie ni nada , cruzaron el umbral de la puerta que dirigía al gran salón de la casa, captando la atención de Bruno que las siguió todo el trayecto que pasaron frente a sus ojos, ellas no vacilaron ni pararon, solo se miraban y sonreían, Cristina tenía muy buen conocimiento de la casa, ya había estado varias veces en ella y sabía donde quedaban los cuartos más privados, Cristina dirigió a Ana hasta un pequeño cuarto que estaba al costado del recibidor principal, era la biblioteca y estaba adornado por estantes repletos de libros hasta el techo, dos grandes sofás frente a una mesita de café que a su vez estaba al frente de un gran escritorio con un gran ventanal por detrás, Ana cerró la puerta rápidamente y le colocó el seguro, abrazó a Cristina por el cuello y la llevo hasta el sofá y la acomodó lo más delicadamente posible para no causarle dolor, ella se acomodó y poso sus manos en el rostro de Ana y la atrajo hacia ella y le dio un beso muy sentido, un beso que decía todo, un beso intenso que transmitía fuego, pasión pero también amor, si por primera vez estas mujeres espectaculares se amarían al ritmo de las pasiones que sus cuerpos desataban pero por el gran cariño que llevaban.

Ana correspondió al beso con la misma intensidad, pero busco más profundidad y con su muslo colocándolo en la entrepierna de su amada en busca de su humedad, si bien ya estaban mojadas por la piscina, el calor de la entrepierna de Cristina era bien sentido por Ana. Cristina dibujaba con sus manos caricias en toda la extensión de la espalda de Ana, desde su cuello hasta sus glúteos, los que masajeo suavemente para luego apretarlos a lo que Ana tuvo que extender su cuello, levantar la cabeza y lanzar un gemido muy sentido. Ana al percatarse de las caricias ardientes de su amada, paso sus manos por los pechos erguidos de Cristina, los masajeo y palpo por encima del bikini los pezones endurecidos y deseosos de ella, los acariciaba con determinación por encima de la licra que separaba el contacto de las pieles ardientes, los besos no cesaban, pero se intensificaban al compas de las caricias que se volvían más atrevidas, Ana no pudo contener más sus ansias y bajo su mano hasta las bragas del bikini de su amada y arrimando la diminuta prenda posó sus dedos en aquella raja que emanaba fuertes cantidades de fluidos y calor, sólo subía y bajaba por el trayecto de la raja de Cristina que ante semejante contacto sólo incrustaba sus uñas en la espalda de Ana, que dejaban pequeñas marcas contra la carne, Ana no dejo de acariciar y con dos de sus dedos abrió los labios que cubrían la intimidad de Cristina y froto ligeramente el botón de terciopelo fuente de enloquecedor placer, al sentir el contacto Cristina saltó en un espasmo generalizado que hizo que Ana se detuviera por un momento.

Cristina, trato de componer su aliento y su respiración que por tanta caricia atrevida, había perdido, con sus dos manos se apoderó de los pechos de Ana, que continuaba en su labor de acariciar la raja de Cristina. Cristina casi descontrolada jalo algo bruscamente el sujetador de aquel bikini negro que llevaba Ana, arrimo la licra y logró liberar los pechos de Ana que estaban deseosos de sentir las caricias de Cristina, Ana al sentir como las manos de Cristina se apoderaban de sus senos erguidos y deseosos que se perdían bajo los pequeños pellizcos que Cristiana suavemente daba a los rosados pezones de Ana, no pudo evitar pero soltar pequeños gemidos que la hicieron perder un poco el control, pero cuando Cristina se apodero de aquellas redondas figuras con sus labios y lengua, Ana perdió totalmente el control y subió su mano desde la raja de Cristina hasta su boca para que bebiera de los jugos que empapaban su mano, con la otra mano que no había dejado su labor de apretar y masajear uno de los senos de Cristina, bajo hacia la espalda de ésta para acercarla más a su cuerpo y con su muslo izquierdo apoyado en el sofá y con el otro abrió más las piernas de Cris y lo posó lo más profundo que pudo en su raja y lo comenzó a mover con desesperación mientras la boca de Ana se perdía en el cuello de Cris, mordiéndolo lo que logro un pequeño grito de Cristina, todo el ambiente del improvisado nido de amor se lleno de un aroma a pasión y lujuria que embriagaba más a las amantes, Cristina casi llegando al climax por el frote de su raja con la pierna de Ana se apoyo aún más en esa pierna y apretando su raja con mas fuerza sobre ésta y acompañando con movimientos más rápidos, llego al climax mordiendo el hombro de Ana que al parecer no sintió dolor.

Cristina se sentó, aún con la respiración jadeante e hizo que Ana se colocará delante de ella de pie, quedando Cris con todo el panorama frente a su mirada del abdomen plano y marcado de su amada, con total sutileza y destreza la separó del bañador negro que impedía la liberación de sus zonas de placer, Ana parada con sólo el sujetador de su bikini arrimado por debajo de la curvatura de sus senos con los pezones disparados por la excitación, miraba con mucha lujuria a su amada, y se dejo llevar por Cristina y sus besos húmedos que iban desde su monte hasta sus costillas y que marcaban recorridos con su lengua sin dejar de apretar contra sus manos las nalgas paraditas. Ana casi perdida con el placer que Cristina le daba, miro fijamente a su placer culpable y la empujo contra el espaldar del sofá y al mirarla no pudo contener más las ganas de volver hacerla suya, le bajo las bragas y levanto el sujetador por encima de sus senos y se sentó sobre ella y con movimientos lentos comenzó a frotar su cuerpo contra el de Cristina, sintiendo las pequeñas caricias que daban sus pezones erguidos y como el contacto de los pubis aumentaba el nivel de calor en el centro de placer, Cristina quiso poseerla más y la sujetó por las nalgas y la levanto hasta llevar su sexo sobre su rostro, lo olio, le suspiro y se deleito con su belleza, tan rosado, tan entregado, era perfecto, sus labios totalmente simétricos hinchados de éxtasis y la humedad que llenaba toda su extensión, con su lengua recorrió toda esa grieta lo que provoco un sonoro gemido de su amada, buscaba al tacto de su lengua esa intimidad de donde emanaban todos esos jugos y casi por instinto sintió la entrada a su intimidad y no dudo en profundizar su lengua en ese agujero que la recibió satisfecha y que la trataba de encerrar con ligeros espasmos, Ana se acomodó a la boca de su amada buscando que ese contacto se profundizara colocando una pierna encima del hombro de Cristina y así totalmente abierta enterró su raja en la boca de su amor, Cristina sintiendo esta proximidad sacaba y metía su lengua a la que luego acompaño sus dedos que fueron encerrados por ese calor y el espasmo interno de aquellas paredes musculares, su lengua se perdió en su clítoris que se dejo succionar y lamer; Ana contoneaba sus caderas al ritmo de aquellas caricias las cuales se hicieron más rápidas así como los contoneos, Ana arqueo todo su cuerpo, los espasmos que tensaban todo su cuerpo producto del orgasmo extremo que Cristina la hizo sentir hizo que Ana dejara caer el muslo que tenía levantado sobre el hombro de Cristina cayendo sobre las faldas de Cristina; aun con todo su sexo vibrando siguió contoneándose sobre ambas piernas de Cristina mojándolas con jugos de placer; Cristina aprovecho esta posición de poder y se perdió una vez más en los senos de Ana, cuando llegó un nuevo orgasmo casi de sorpresa; Ana se perdió en ese orgasmo y en el grito que le salió de los labios, se abrazó a su amada y ambas aún jadeantes se abrazaron complacidas.

Ana: Te quiero mucho princesa

Cristina: yo también te quiero mi doctorcita

Se fundieron en un beso suave pero lleno de sentimiento y aún abrazadas se quedaron arrimadas en el sofá, testigo mudo del derroche de sentir y deseo que aquellas mujeres compartieran sin reproche, la última noche, que quedara grabada en sus mentes y en sus corazones.

CRISTINA

Mi amor, mi encanto, mi vida….Ana es todo eso y más…creo que nunca he sentido tanto como con ella, creo que nunca volveré a sentir lo que ella me hace sentir, como puede acabar todo mañana, no sé si me atreveré a dejarla partir, pero que podía hacer pedirle que deje a su esposo y yá, ninguna de las dos estábamos seguras de todo esto y si después se acababa la ilusión y plop dañamos a gente que no lo merecía….ay como me encanta verla ponerse la ropa, que bien le queda ese bikini negro en contraste con su piel tan blanca, y los detalles en dorado, es que esta mujer mientras menos tenga puesto es más hermosa, como me encantaría despertar todas las mañanas a su lado, y dormir todos los días con su rostro como la última vista del día, es un sueño lo sé pero soñar no me va mal, al menos en sueños la tengo para siempre, aunque la realidad sea que se va mañana y lo nuestro quedara como el recuerdo de un bonito romance de verano

Ana: mi amor porque me miras así?...estas bien – se que no debo verla así pero es inevitable verla y sentirme llorar de saberla partir mañana –

Cristina: nada mi amor, no pasa nada, solo admiro tu belleza y como me encantaría disfrutarla otra vez

Ana: mi niña hermosa, qué más quisiera yo pero todas tus amigas deben estarse preguntando dónde estamos y con lo poco discretas que fuimos con nuestros gemidos creo que ya saben donde andamos, mejor salgamos y enfrentemos las miradas morbosas de tus amigas

Cristina: jajajaja, tienes toda la razón, pero estas preparada, porque te van a comer jajaja

Ana: lista – me estiro la mano y yo la tome y agarradas de las mano salimos de allí, lo increíble de todo esto era que ya no me dolía nada, definitivamente hacer el amor era la mejor medicina –

Caminamos de lo más despreocupadas hasta la piscina, todas se sonrieron al vernos, pero no dijeron nada, creo que nuestras caras de felicidad opacaban cualquier comentario impropio, nos abrieron campo y sentadas juntas en una misma silla y abrazadas reímos, cantamos, compartimos con todas, en sus brazos y a su lado nada existía, me perdí en ella y hasta llegue a pensar que el mañana no existía y que ella no tendría que irse, pero los rayos del alba que se asomaban en el cielo que comenzaba a iluminar los rastros de la noche anterior, mujeres totalmente borrachas durmiendo en hamacas y otras en el césped y una que otra con una mueca chueca con la que quedo en su último discurso antes de caer rendida, y yo despierta, no pude dormir nada y tampoco quise quería quedarme contemplando a Ana, cada respiración cada momento suyo, y aunque quedo rendida por el licor, el cotilleo y mis caricias embriagantes yo no quise seguirla, sólo quería que quedara en mis brazos y aprovechar hasta el último momento con ella, me acomodé para ver su rostro iluminado con los rayos jóvenes del sol naciente y despacio baje mi rostro y en un susurro en su oído le dije….TE AMO….me salió, no lo presentí, ni lo planeé, sólo me nació, salió de lo más profundo, ahí donde todo es más puro y más claro, donde la razón no impone control, me salió del corazón.

No estaba segura que Ana supiera muy bien lo que sentía si todavía tenía dudas de si lo nuestro era un capricho, ilusión o aventurilla, pero para mi todo estaba claro, ver su rostro dormido en este instante, cuando las palabras le ganan a mis ganas de pensar, yo la amaba y no quería perderla, besé su frente y ella abrió poco a poco los ojos regalándome una hermosa sonrisa.

Ana: Ahmm, buenos días ojos azules….- me sobo con suavidad el mentón – cada día eres más bella mi amor

Cristina: no se si cada día pero cada día contigo me siento hermosa

Ana: porque lo eres mi amor – se acomodo y se sentó al lado mío –

Cristina: mi amor porque la vida es tan difícil, porque no podemos tener todo lo que queremos?, porque no te puedo tener……para siempre

Ana: - me abrazó fuerte y dijo – Cris lo que tú y yo compartimos es único y mágico, y como tal perdería la magia si lo exponemos a la rutina, a la monotonía, al día a día, dejemos nuestros mágicos momentos en aquel lugar privado y esperado de nuestra memoria y corazón donde nadie pueda borrarlo ni hacerle daño, dejémoslo ahí sabiendo que fue nuestro y que será único para toda la vida…te quiero pequeña

Cristina: - al escuchar sus palabras no pude quebrar en llanto, ella no lloró, solo me consoló y me abrazó contra su pecho y yo me perdí en el latir de su corazón – yo también te quiero mi amor y si esto tiene que terminar así para que pueda vivir en nuestros recuerdos, pues dejémoslo vivir.

Nos levantamos y buscamos a Lu y Mari que yacían en el sofá del salón durmiendo abrazadas escondidas entre sus cuellos, definitivamente eran la una para la otra, no me imaginaría a Lu con nadie más ni a Mari, las despertamos y ellas algo somnolientas supieron que ya era hora de partir, Bruno salió de la cocina e increíblemente abrazó a Ana y le dijo que eran amigos y que iría con nosotras al aeropuerto a despedirla, parecía sincero y Ana también lo sintió y sólo lo abrazó y le agradeció, Olga la dueña de la casa y de la fiesta-barabacoa, ya conocida de toda nuestra historia gracias a los labios ebrios de mi compañera de piso, nos pidió ir también porque sentía que historias como la nuestra necesitaba de espectadores para darle el final, estaba tan rota por dentro que no me importaba así fuera el mismo presidente a presenciar cómo se me rompía el corazón cuando vea partir a Ana, tomamos algo ligero de desayuno especialmente por el pedo que algunos todavía llevaban encima, salimos de aquella casa, guardián de la última noche de entrega de nuestra historia, abrazada a Ana y apoyada a su hombro, con su mano acariciando mi cabello y mirando al vacio como pensante llegamos al hotel a recoger sus maletas, la acompañe y me senté un segundo en esa cama, testigo mudo de nuestra primera noche de pasión, de nuestra primera noche del final de esta historia, la nostalgia me embargo pero Ana me saco de aquello con un beso y regalándome la mirada más tierna y las palabras más bellas – en ésta cama aprendí a darle tregua a tus manos que acariciaron mi alma e improvisaron mi "te quiero"…no lo olvides Cris que para soñar no hay que saber hacerlo – me dio un beso tierno y salimos de la habitación yo dejando todos mis momentos y mis instantes con ella perdidos en esas 4 paredes por qué será que él para siempre es algo tan distorsionado y el ahora tan imprevisible, porque siempre termino sin tal vez?.

Subimos al coche y llegamos más pronto de lo que pensé, el camino al aeropuerto que normalmente solía ser de 30 minutos lo sentí que se hizo en 5 minutos, me aferraba fuerte a la mano de Ana, y ella sólo miraba por la ventana mientras acariciaba mi mano, no decía nada sólo permanecía en silencio, nos acomodamos en el sitio de embarque, de lejos veía como se registraba y entregaba su maleta Bruno al lado de ella ayudándola, yo no me quería acercar, sentía que cada paso que daba hacía a ella era un tirón de corazón que se rasgaba, sentía el corazón tiritas que se rasgaban una a una con la cercanía de la despedida, Lu me abrazaba y Mari sólo me miraba, descifraba la letanía que dibujaba mi rostro, el "adiós" cada vez más cerca.

ANA

Despertar con su mirada en mi, con sus ojos azules posados sobre mí, como quería esa imagen en mi almohada en mi cama para siempre, despertar con ella en mis brazos cada mañana, cada tarde, cada noche, cada día, tan bella tan….ahhh no queda más fue bonito, fue hermoso todo lo vivido, todo lo que me hizo sentir, y todo lo que di, pero a quién miento, ya tenía al día atormentado y apenas había comenzado, la tortura de dejarla y el celo de saber que no será mía nunca más y que serán otros brazos quienes abrazarán su cuerpo, otros labios quienes sentirán sus besos, otro pecho que escuchará su latir, lo pude evitar, pero perdí el alma en el instante que di permiso a sus manos a apoderarse de mi ser, y así lo quise, quise sentir y quise que fuese ella quien me haga sentir, y ahora pago las consecuencias de volver a sentir pero ya no placer ni gratificación sino dolor y el castigo de seguir en el vivir pero sin el amor bonito de su ser, Javier me había dado la oportunidad de cambiar todo esto, pero mi lugar era con él, a él lo amo y a Cris la quiero pero nuestras vidas son tan diferentes, yo tratando de devorarme al mundo y ella sólo buscando la diversión de la tierra, no podría atarla a mis ambiciones cuando ella tendría las suyas propias, mi vida mi mundo estaba a un océano lejos de ella y yo no podía obligarla a seguirme, esta historia por más linda que fue, debía terminar, y yo debía regresar de donde nunca debí separarme jamás.

Bruno me hablaba y me desconcentraba, yo con mi mirada clavada en su presencia, tan lejana, como ausente, toda callada, sabía que estaba sufriendo, y lo que más dolía era saber que yo era la culpable, lo supe, lo sentí la harías sufrir, pero no sabías cuanto más tu sufrirías, y es que sentía ese dolor físico de un corazón roto, y es que no sé si es verdad o no, nunca me rompieron el corazón, pero si es así, me siento una mierda completa, y quisiera retroceder el tiempo para evitar este dolor a todas las personas que rompí él corazón, porque no se acerca porque no viene conmigo y comparte estos últimos momentos conmigo?, que puedo hacer para cambiar la historia, la vida, que puedo hacer? Dejar a Javier?, y es que por más que me imagino a una vida sin Javier, se que no podría vivir sin el, y es que mi cuerpo y mi alma se acostumbraron a su presencia y a su ser, no sé cómo explicarlo pero aunque no lo extrañe, lo necesito y esa necesidad de cierto modo era amor, nunca imaginé ni en mi más obscuro y perverso sueño que sufriría de corazón roto, nunca….

Bruno: Ana, Ana!!!....la señorita te está pidiendo tu pasaporte

Ana: disculpe aquí tiene

Desconocida: primera clase no?

Ana: si así es, por favor a la ventana no, no me gusta volar y la ventana me causa malestar, por favor

Desconocida: claro que si, aquí tiene, sólo trae una maleta?

Ana: si esto es todo – coloqué mi maleta en una balanza –

Desconocida: entonces ya está lista, aquí tiene su pase de abordaje, es la sala 23 y en media hora ya empieza el abordaje así que le sugiero que ya entre porque aún tiene que pasar las revisiones de seguridad, gracias por volar con nosotros que tenga un buen viaje

Ana: gracias

Bruno: hey estas bien?

Ana: cómo crees que estoy? – la pregunta era demasiado absurda, estúpida –

Bruno: Ana no te sientas mal, estás haciendo lo correcto, dejar a Cris tranquila, ella pronto encontrará alguien que la vuelva a hacer sonreír y ya!

Ana: vale Bruno nos vamos a despedir que de verdad me siento fatal, me siento morir amigo – tenía las lagrimas acumuladas en los ojos a punto de salir y es que si me había aguantado era por Cris para que no sufriera más pero tanto aguantar habían agotado mi voluntad, y abracé a Bruno fuerte y me desfogue en llanto –

Bruno: haces lo correcto, no la mereces Ana, y creo que yo si podre darle lo que tú no puedes – me separe de él en un segundo después de escuchar semejante cosa –

Ana: que!!!!, que mierda te pasa Bruno

Bruno: nada sólo la verdad, yo sí le puedo ofrecer una relación real, una relación abierta, sin esconderse ni llamar a nadie amante, exactamente lo que tú no puedes

Ana: - sentía la rabia hervir – cállate no te metas con ella porque las vas a pagar

Bruno: que vas a hacer Ana, decirle a tu marido, o es más decirle a la prensa que la famosa doctora Cervantes le es infiel a su esposo con una mujer, que bonito titular

Ana: no quiero hablar más contigo y un pequeño detalle Bruno…..Cris me quiere a mí no a ti.

Bruno: pero tú te olvidas de otro detalle….yo me quedo y tú te vas

No pude escuchar más, me aleje de su lado y me acerque a todas, quería borrar sus palabras de mi mente, y al ver a las chicas así fue, me despedí de Lu, quedamos en llamarnos siempre, Mari me abrazo con fuerza y me dijo que sea fuerte, Olga me abrazo también y me deseo suerte, me separe de ellas y fui despacio donde Cristina, ella me limpio las lágrimas y me besó los labios, al estar así de cerca sentí más ganas de llorar, la abrace fuerte y ella me dijo

Cristina: todo va a estar bien mi amor, lo que vivimos será sólo nuestro y lo podrás recordar siempre que me extrañes

Ana: siempre – afirme con mi cabeza –

Cristina: ya tienes que entrar no? – sus ojos se tornaron rojos y el azul de ellos se lleno de lágrimas que salieron de improviso

Ana: no llores mi amor – pero era inevitable no llorar, la abrace y lloramos juntas –

Cristina: - se separó de mí y me dijo – vale mi amor que ya tienes que subir, te quiero Ana, te quiero – se comenzó a alejar de darme el último abrazo y yo la paro

Ana: Cris, espera tengo algo para ti – saque de mi bolso mi libro, una edición especial, y se lo entregue –

Cristina:- lo tomó y lo reviso - gracias mi amor, tiene dedica

Ana: shhhh mi amor, si tiene pero no la leas hasta que me vaya okay?, es importante para mí por favor espera a que me vaya

Cristina: - me tomo las manos y me acerco a ella y sus labios, me dio un beso penetrante pero triste, yo correspondí y deje caer más lágrimas, ella me volvió a limpiar el rostro y me dijo – esto es nuestro y de nadie más mi amor, no llores porque se sentirá como que no valió la pena lo vivido – me volvió a abrazar para luego separarse bruscamente – Ana vete ya por favor que si te quedas un momento más te juro que me tiro a las ruedas de ese avión para que no te vayas, por favor,

Ana: - alcé su rostro con las dos manos y le di un beso tierno, y luego me alejé de ella, no volteé, caminaba lento como esperando que ella viniera detrás pero no paso nada, seguí caminando sin voltear, y así sin pensar llegue hasta el sitio de abordaje, me vi con el pase de abordaje en la mano, y todo cayó en su sitio, empecé a llorar amargamente, no podía controlarlo, mi dolor era indescriptible…la perdí, la perdí….el llanto era incesante y desgarrador, no me importo el lugar ni quien estuviera alrededor sólo llore y llore, el dolor del pecho, el dolor del corazón se hizo generalizado, parada llorando con el pase de abordaje en la mano y el bolso casi en el suelo, no me movía….la señorita del la puerta de abordaje se acerco a mi al verme tan desconsolada, me pregunto si me sentía bien si podía hacer algo por mí, pero yo no podía pronunciar palabra, el llanto me ganaba, y ella me volvió a preguntar va usted a Barcelona?....esa pregunta me paralizo, pararon las lagrimas y todo el sollozo, y le dije a esa hermosura de mujer…eres un ángel guapa, me has devuelto la vida, la mire, le sonreí….gracias a ti podre ser feliz…me acerque y le di un beso en los labios, al que ella correspondió.