Amante contratado
Relato 3 del Libro 2 "Las Andanzas de una Mujer Casada"
CAPÍTULO 1 "DESPEDIDO"
A la vuelta de mi viaje a Buenos Aires, donde pasé el fin de semana con mi "marido" y mi hijo, que fue la excusa para cubrir la "canita al aire", que me había tirado en Lincoln el viernes anterior, estaba el martes en mi estudio; donde también funcionaba la Consignataria de Hacienda que explotábamos con Carlota; atendiendo a un cliente, cuando se apersonó mi socia y me comenta que había otra persona espérandome; me apresuré a terminar la reunión, ya que estaba casi concluído el trámite y luego de despedir al cliente que atendía, le pedí a Carlota por el interno, que hiciera pasar a quien me esperaba.-
Fue grande mi sorpresa, cuando ví asomarse por la puerta a Ledesma; no lo esperaba porque él no había anunciado su visita, no obstante, me recompuse del asombro y elucubrando sobre las intenciones que lo traían a mi despacho, cuatro días después de "nuestro encuentro", lo increpé casi de mal modo, sospechando que él, se había apersonado en mi estudio, motivado por aviesas intenciones, cuales eran en mis suposiciones: Pretender que volviera a entregarme o, eventualmente y mas factible, pedirme unos pesitos a cambio de su silencio.-
Ni lo uno, ni lo otro, casi..., porque después que quedamos solos, al retirarse Carlota cerrando la puerta de mi despacho tras de sí, Ledesma me dice que, había acudido a mí, porque no sabiendo como actuar o comportarse, lo único que se le había ocurrido era consultarme, ya que por haber llegado tarde a Bragado, el día que estuvo conmigo (tenía que cargar novillos para transportarlos a Buenos Aires esa mañana, pero se entretuvo encamado conmigo hasta pasado el mediodía, ¿se acuerdan?), lo habían despedido de su empleo...; me quedé estupefacta, era ésta una indeseada derivación jamás prevista y sentí culpa.-
Sin saber que decir, ni que hacer, lo primero que se me ocurrió fue tranquilizarlo diciéndole: "Jamás pensé que pudiera ocurrir semejante cosa..., en verdad sospeché de tus intenciones, cuando te ví aparecer..., no sé que decirte, dejámelo asimilar y vemos como procedemos...-"
ÉL: "Esta bien, confío en vos... y disculpame, no sabía a quien recurrir..., no tengo a nadie en Argentina y tampoco tengo posibilidades de regresar a Paraguay..., allá no hay trabajo y los pocos parientes que tengo, son mas pobres que yo, tanto que a mis viejos, yo les enviaba parte de mi sueldo para que subsistieran..., en verdad no sé que hacer, porque si mis patrones corren la voz, nadie me contratará mas.-"
YO: "No te aflijas, ya le voy a encontrar una solución...-" le dije dejando aflorar mi veta de "buena samaritana", mientras que por dentro me decía a mi misma: ("¿Y ahora?... ¿que carajo hago?..., ¿como salgo de ésta?.-")
Después de unos minutos de silencio, volví a hablar:
"Bueno, ya terminé de ordenar todo..., por lo pronto, nos vamos a casa a cenar... ¿Tenés donde parar?.-"
ÉL: "No, no busqué nada..., pero ví un hotel cerca de la terminal cuando bajé del micro.-"
YO: "No importa, esta bien..., en casa tenemos cuarto de huéspedes..., esta noche te quedas allí..., mañana vemos.-"
Y me lo llevé al campo...; una vez en casa, le indiqué donde dormiría esa noche, le mostré el baño que usaría (dentro del cuarto) y le proveí toallas para que usara al ducharse y durante su estancia en mi casa, que no se iba a extender mas allá de esa noche y eventualmente hasta las primeras horas del día siguiente, cuando yo lo retornaría al pueblo al volver a mi trabajo.- Le dije que lo esperaba a las 9 de la noche en el comedor para la cena y lo dejé solo, para que acomodara sus cosas..., en todo ese tiempo compartido, juro que ni se me cruzó por mi cabeza, la posibilidad de "aprovecharme" de él, dado que los hombres de la casa (Jorge, mi "marido" y Romualdo, mi "capataz", estaban ausentes).-
Cuando nuestros hombres nos dejaban solas, como era el caso ahora, Gladys y yo dormíamos ambas en mi casa, porque ella era un poco miedosa y no le gustaba quedarse sola en su casa a la hora del sueño (aunque alguna que otra vez, en las mismas circunstancias, prefería dormir en su cuarto..., yo prudentemente, nunca le pregunté por los motivos de su ambivalencia, aunque siempre sospeché, que en esas ocasiones no dormía tan sola..., pero bué..., era su culo).-
A la hora de la cena, estábamos los tres alrededor de la mesa, Ledesma, Gladys y yo...; disimuladamente, observaba que de tanto en tanto, las miradas de ellos se entrecruzaban..., en uno u otro momento, hablaban en idioma guaraní, ya que uno era paraguayo y la otra correntina..., yo me mantenía ajena, pero en mi cabecita empezaron a zumbar los "ratones", imaginando que esa noche, entre ellos, "habría guerra".-
Terminada la cena, Gladys fue a encargarse del aseo y del acondicionamiento de los utensilios y demás enseres utilizados para la ocasión, yo, excusándome en el cansacio sentido, saludé a Ruperto e intenté retirarme a mi dormitorio, pero él, me tomó por uno de mis brazos y tras musitar un "Gracias...", casi inaudible, me besó en los labios; pasaba que antes de la cena, mientras él permanecía en su dormitorio, yo hice algunas gestiones y tenía casi la certeza que podía solucionarle el problema del desempleo, dándole conchabo en mi Empresa, ya que estando en constante crecimiento en esas épocas, siempre estábamos necesitados de mas personal, cosa que le comuniqué en la tertulia de la sobremesa.-
Yo sonreí luego del beso, pero intenté desprenderme de él y no lo logré, porque Ledesma me aferró con mas fuerzas impidiéndome retirarme, tal como era mi intención.- Nos mirábamos a los ojos, cuando me dice: "Quiero estar con vos..., sos una buena mujer..., además me gustás y te deseo..., quiero agradecerte lo que haces por mí... dormí conmigo, por favor..."-
YO: "¿Estas loco?..., estamos en mi casa..., no es correcto.-"
ÉL: "Por favor Ana..., necesito tu compañía..., no me dejes solo.- Te estoy muy agradecido y quiero demostrártelo; seré tu siervo esta noche...-"
YO: (alarmada porque Gladys podía presentarse en cualquier momento) "Esta bien, soltame ahora..., mas tarde voy a tu dormitorio..., esperemos que Gladys se duerma pronto.-"
ÉL: "Te espero...-"
Después de saborear el café que a Gladys se le ocurrió convidarnos, habiendo decaído la conversación (en verdad, pocos temas podíamos compartir como para mantener la vigilia), nos retiramos cada cual a sus aposentos (esa noche Gladys dormiría en un cuarto contigüo al mío); ya sola en el mío y ahora sí con los ratones trabajándome el bocho a 1.000 r.p.m, decidí cumplir con lo que le había prometido a Ledesma, por lo que, conociéndome, e imaginando como iba a reaccionar cuando él lograra "entusiasmarme", decidí "limpiar mis tripitas" y antes de la ducha, me esmeré en esa tarea.-
Nuevamente "limpita por dentro y por fuera", me perfumé, calcé unas sandalias de tacos chinos altos, me puse una tanga en gasa, bordada a mano, de color subido, eché sobre mis hombros un baby-doll a medio muslo, que conformaba con la tanga y el soutién que no usaba un conjunto "muy sensual" y tratando de hacer el menor ruido posible para no llamar la atención de Gladys, recorrí el camino entre mi dormitorio y el de Ledesma.-
Cuando llegué a su puerta, la abrí despaciosamente y entré sin llamar; dentro estaba Ledesma completamente desnudo, de pie frente al espejo esparciéndose un perfume de colonia por el cuerpo..., cuando se percató de mi presencia, giró sobre sí mismo y me contempló con una expresión de admiración en su rostro..., ninguno de los dos decía nada, solo nos mirábamos... y yo pude apreciar como su falo, iba enervándose a medida que él prolongaba su contemplación de mi cuerpo..., yo comencé a sentir que mi sexo se humedecía y que su temperatura aumentaba...; caminé unos pasos para acercarme a Ledesma, pero él se retiró manteniendo la distancia entre nosotros..., no quería dejar de contemplarme y así fue como cambiamos de posiciones...; estaba yo ahora, mirando hacia la puerta de entrada, sobre la que Ledesma se había apoyado y estaba él, apoyado en la puerta, mirándome.- Quedé al costado de la cama y sin dejar de mirarlo me trepé a ella, primero con una pierna y luego con la otra, permaneciendo arrodillada sobre el lecho y con el torso erguido, mientras extendía mis manos hacia él, esperando que se tomara de ellas y viniera a mi lado a compartir el espacio..., Ledesma se acercó, me tomó las manos, las guió hasta apoyarlas en el respaldar anterior de la cama (el que está a los pies), dejándome arrodillada sobre el lecho, con mis manos tomándome del respaldar y sosteniendo así mi cuerpo; me había colocado otra vez "en cuatro patas", como en algún momento lo había hecho la vez anterior... y yo permanecí en esa posición mientras siguiéndolo con la mirada, veía que él se trepaba a la cama por detrás de mí..., que se untaba el pene con vaselina que había obtenido de un frasco que encontró en el cajón de la mesita de luz..., que se aproximaba a mí por detrás, mientras descorría mi baby-doll, que aunque no me cubría las nalgas, le impedía acceder libremente a las tiras traseras de mi tanga..., que se toma de esas tiras y las retira de mi cintura y de mi cola, bajándolas hasta mis muslos..., que me acaricia el traste con sus manos..., que me dá un suave chirlo en los glúteos..., que se toma el pene con una de sus manos, mientras que con la otra se aferra a mi cadera derecha..., que lo guía hasta apoyarlo a las puertas de mi ano..., que con rapidez su mano izquierda toma mi otra cadera... y antes que yo pudiera decir nada..., presiona su pija erecta sobre mi ano, clavándomela toda, hasta que su vientre golpea contra mis glúteos sorpresivamente..., me deshago en un grito estertóreo..., tan brutal y repentina invasión me había causado una conmoción inesperada y el dolor que sentía era verdaderamente intenso..., otra vez Ledesma me transmitía la sensación de haberme roto nuevamente el culo..., él disfrutaba ese momento..., yo lo sufría..., enseguida comencé a sollozar...; aunque quería contenerme, me era imposible soportar una introducción tan dolorosa, sin manifestarlo de alguna manera... y yo lo manifestaba sollozando...-
A pesar de mis lágrimas (o talvés por ellas), Ledesma se excitó mas y aferrándome fuertemente por las caderas, para impedirme que me retirara, comenzó a recorrer mi esfinter con su pene extremadamente caliente y duro...; yo ya no podía soportarlo... y aún a sabiendas que me escucharían, comencé a gritar por el dolor y a insultar a ese hombre sinceramente (¡SOS UN HIJO DE PUTAAA...!, ¡ME ESTAS MATANDOOO...!, ¡PARÁ TURROOO...!, ¡¡¡ME DUELEEE....!, ¡HIJO DE PUTAAAA...!!!), sufría..., sufría mucho..., pero cuanto mas le pedía a Ledesma que se apiadara de mí, mas se enardecía y mas fuerte se meneaba con su pija dentro de mi ano..., y yo mas gritaba... pero a la vez, a medida que mi ano se dilataba obligado por la exaltada penetración del hombre..., comenzaba a apasionarme yo también y comenzaba a gozar esa salvaje penetración.-
Poco después, acostumbrada ya al sufrimiento que me provocaba Ledesma y luego de recibir en mis nalgas varias chirlos al grito de: "¡Relajate...!, ¡relajate...!", comencé a entregarme al acto y a gozar sinceramente del placer que comenzaba a transmitirme semejante poronga invadiéndome el culo..., pero no dejaba de gritar..., antes por el dolor, ahora por el dolor y por el goce...-
De repente, estando como estaba mirando hacia la puerta de la habitación, percibo que esta comienza a abrirse y que por la abertura provocada, se asoma como espiando, Gladys...; se queda observándonos sin decir nada..., yo entrecierro mis ojos..., muerdo primero mis labios..., extiendo una de mis manos hacia ella para que la tome... y le digo, casi como en un canto delirante: "¡Ayyy hermanita...!, ¡no sabés lo que es esto...!, ¡me está matando...!, dame la mano, no me dejes sufrir sola..., ayudame a soportarlo..., ¡Vení!..., dame tu mano...-"
Gladys cerró la puerta tras de si y se acercó a nosotros; ya frente a mi, me toma de la mano y se la lleva a su pecho, oprimiéndola contra sus senos..., me mira a los ojos y luego busca la mirada de Ledesma...; él, talvés incentivado por la presencia estupefacta de Gladys, me fornica ahora con mucha mas energía..., cada vez que su pija llega al fondo de mi ano, su vientre chasquea contra mis nalgas, mi cuerpo se balancea hacia adelante, hasta donde las manos de Ledesma aferradas a mis caderas lo dejan ir..., yo grito tras cada embestida y lloro tras cada retirada, por el doloroso sufrimiento al que me someto..., siento al pene friccionar todo el entorno circular de mi esfínter..., no tengo la sensación o la necesidad de defecar, pero sí de gritar, demostrando que sufro mucho por esa salvaje forma de penetración...; Gladys, tras cada grito mío aprieta con mas intensidad mi mano contra su pecho y tras cada embestida del hombre, al escuchar mis gritos, cierra sus ojos y se muerde los labios, como si ella también estuviera sufriendo el embate; al cabo de varias embestidas de Ledesma contra mi culo y de varios gritos míos, Gladys le grita: "opyta mymba... pe ko'ãva añemboyvy ambyai... ! ! !) (Para animal... la estas haciendo daño...!!!)
EL:"ha'e ohayhu akue darme pe tevi..."(Ella quiso darme el culo...); "chupe oha'ã hina lo rompa.-" (le gusta que se lo rompa).-
Tras lo cual, se esforzó en fornicarme con mas ímpetus...-
Gladys, sufría por verme sufrir... y yo sobreponiéndome al dolor, le grité a Ledesma: "¡Hijo de putaaa...!, te gusta hacerme doler.., querés matarme cojiendo..., ¡pero dale...!, ¡seguí...!, acabaá..., acabá, que yo sufro pero te gozo, ¡guachooo...!, ¡acabaaa...!.-"
Minutos mas tarde, yo ya estaba completamente rendida al dolor y acostumbrada...; Gladys se abraza a mi y me aprieta contra ella como tratando de protegerme..., Ledesma sigue con su pija rompiéndome el culo... y yo lanzo un grito estertóreo, mas fuerte que todos los anteriores y me derramo de una manera bestial..., al sentirme gritar y al ver que mis jugos corrían por mis piernas hacia el lecho, los que por su abundancia, parecía como si me estuviera orinando, Ledesma se detiene sin soltarme de las caderas y sin sacarme el pene de la cola; entonces soy yo ahora, quien se menea de atrás hacia adelante y viceversa, haciendo que su pija entre y salga de mi culo, embestida tras embestida..., así la siento nuevamente alcanzar su máxima tensión y su máximo calor..., al punto de sentir como que casi se me quemaban las entrañas; pero no deje de menearme..., me esforcé para hacerlo con mas urgencia, hasta que irguiéndome sobre mis rodillas, siempre penetrada por la pija de Ledesma, me abrazo a Gladys y en un esfuerzo final, logro arrancar la eyaculación del hombre sientiéndola invadir muy profundamente mis entrañas...-
En ese momento, busqué la boca de Gladys y la besé y ella respondió a mi beso..., me dejé caer sobre el lecho, desprendida de la pija de Ledesma, que se acostó detrás mío y le dije a Gladys mientras buscaba el sexo de él con una de mis manos: "¡No sabes lo que es esto!..., me mata, pero me gusta que me rompa el culo..., es un animal..., un salvaje..., pero no puedo dejar de entregárselo...-" Y luego de observar que Gladys movía sus piernas como sientiéndose molesta, ví que se había mojado, entonces le dije: "Desnudate, dejate cojer..., te lo presto un ratito hasta que me reponga porque quiero mas...," y dirigiéndome a él: " Hoy te lo vamos a gastar entre las dos..., vas a desear no haber venido nunca acá...-"
CAPÍTULO 2 "EL TRÍO"
Mi delirante sufrimiento y goce al disfrutar y sufrir la pija de Ledesma, me había llevado a expresarlo tan sonoramente que despertó la curiosidad de Gladys, quien luego de asomarse por la puerta de la habitación en la que yo me estaba entregando a él, permaneció a mi lado, a mi pedido, estimulándome para que pudiera soportar con mas estoicidad, la brutal fornicación a la que me sometían.-
En verdad sentía mucho dolor cuando Ledesma me cojía por la cola, pero también me gustaba sentir su pene recorriendo mis entrañas, me decía a mi misma que ese era el precio que debía pagar para alcanzar el placer que ese pene me brindaba; pero ahora, terminado el acto tomé conciencia que la situación sería harto embarazosa para mí, ya que uno de mis dependientes (Gladys), aunque hubiera entre nosotras mucha confianza y cariño, era testigo presencial de mi "falta sexual" y eventualmente, estaría yo a su merced si por cualquier motivo, nuestra relación enfrentara controversias; debía recomponer la situación y si no podía ya retrotraerla, al menos debía tratar de "empardarla", siendo yo poseedora de algún secreto pesado de ella.-
Por eso, luego de alcanzar el orgasmo majestuoso al que me arrastró Ledesma, le propuse a Gladys, sabiéndola "caliente" por lo que había presenciado, compartir a mi macho, entonces le dije, mientras tomaba el pene de Ledesma con mi mano, el que enseguida empezó a despertarse de nuevo: "¡No sabes lo que es esto!..., me mata, pero me gusta que me rompa el culo..., es un animal..., un salvaje..., pero no puedo dejar de entregárselo...-" Para luego decirle, cuando noté que Gladys se excitaba: "Desnudate, dejate cojer..., te lo presto un ratito hasta que me reponga porque quiero mas...-"
Gladys titubeaba, no sabía que hacer..., no sabía si desnudarse o salir corriendo, por lo que le insistí: "¡Dale...!, no seas tonta, te a gustar..., es muy bueno el loco este..., ¡aprovechalo!.-"
Entonces Gladys, que a esa altura ya estaba acariciándose el sexo por sobre su pollera acampanada, dió vueltas alrededor de la cama y llegándose al lateral sobre el que estaba Ledesma, quien a su vez, iba volteándose para seguirla con la mirada, quedando boca arriba, exhibiendo así, su pija ya bien enervada y dura; comenzó a treparse sin sacar su mirada del miembro que evidentemente la fascinaba..., ya de rodillas al lado de Ledesma, como pudo se quitó la bombacha y la iba a arrojar al piso, cuando Ledesma se la quitó de sus manos..., se la acercó a su nariz y luego de olerla, puso en su boca la parte mojada por los jugos de Gladys...; mientras, ellas se arrodillaba sobre el vientre de él y enseguida buscó al pene con una de sus manos para ubicárselo a las puertas de su vagina y comenzar a introducírselo deslizándose ella hacia abajo, hasta que lo tuvo íntegramente contenido en su sexo.-
Estando ya completamente penetrada, Ledesma le pide, luego de sacarse la bombacha de ella de la boca: "oñemboi nde.-" (desnudate); Gladys le obedece y sin dejar de mirarlo a los ojos, se quita primero su pullover y luego la camisa que le cubrían el cuerpo, Ledesma se apresura a desabrocharle el corpiño, con lo que quedaron expuestos sus senos opulentos; Gladys tenía piel canela, muy suave, sus senos eran opulentos aunque un poco caídos, su cuerpo pequeño era delgado y estilizado, su cola se mostraba tentadora e importante, en la posición en que estaba, sus ojos grandes color miel estaban enmarcados por un rostro casi angelical, de facciones agradables y curvaturas suaves, su vientre algo prominente, presentaba algunas estrías producto de sus tres embarazos, pero esto no alcanzaba para opacar la belleza que el conjunto mostraba..., era una bella mujer guaraní y además..., como todas ellas, caliente.-
Al quedar completamente desnuda, Ledesma exclamó: "¡ hina horýva de ha'e !.-" (¡Que linda eres!)
A lo que Gladys le respondió: "ha nde, hina lindo tembo hereko.. (y vos, que linda pija tienes), aikuaa apesỹi che ndive (sé suave conmigo) nahániri cheve hagas ambyai (no me hagas daño).-"
EL: " ne ndive ha'e oikoéva, (contigo es distinto) nahániri de ha'e peteĩ mitãkuña viru ndive, (no eres una niña rica),pe nde nde apyhyta apesỹi (a vos te cogeré bien), ¡ohota ha'ã! (¡te va a gustar!).-"
ELLA:"¡cheve oha'ã ma! (¡ya me está gustando!)
Tras lo cual, Gladys comenzó a mover sus caderas, haciendo que el pene de Ledesma, recorriera en círculos, todo su interior.- Esto la exaltó..., cerró sus ojos, alzó su cabeza hacia el cielo y exclamó: "¡hina vy'a!" (¡que placer!).-
EL: "¿nde oha'ã?; ami avei.-" (¿te gusta?, a mi también)
A los pocos minutos, Gladys llegó a su orgasmo y al sentirla correrse, Ledesma se esmero y moviéndose debajo de ella, con un poco mas de urgencia, eyaculó, haciendo que Gladys al sentir su derrame, lo acompañara, volviendo a acabar a los gritos.-
Gladys, sin retirarse de arriba del hombre y aún clavada sobre el pene de él, cayó sobre su pecho y besándolo le exclamaba: "¡che mborayhu!..., ¡che mborayhu!...,(¡mi amor!...,¡mi amor...!), ¡py'aporã de ha'e...! (¡que bueno eres...!), tras lo cual, selló sus labios con un beso.-
Luego, Gladys se retiró acostándose al lado de Ledesma, del lado opuesto al que yo estaba, él la miraba con ternura..., pasó su brazo por debajo del cuello de ella y atrayéndola hacia sí, la beso en los labios.- Enseguida, Gladys se deslizó hacia abajo, hasta que con su boca estuvo a la altura del pene y luego de tomarlo entre sus labios, comenzó a practicarle la fellattio que alguna vez me enseñara..., lo absorbía, pero de cuando en cuando, movía su boca de arriba abajo, recorriendo el pene, para luego seguir absorbiéndolo..., Ledesma gemía por el placer..., Gladys me toma de una mano y me tironea para que me acerque a ella..., cuando lo hago, me toma de la nuca y liberando el pene, me obliga a que la reemplace en la tarea...; ahora soy yo quien se lo chupa y lo hago tal como ella se lo hacía..., Ledesma sigue gimiendo..., al rato Gladys me reemplaza y vuelve a apoderarse del pene de Ledesma..., enseguida, su boca se llena con el esperma del hombre y conteniéndolo en ella, mientras me busca a mí para que saboree el poco del derrame que permanecía sobre el capullo del hombre, se alza hasta alcanzar la boca del hombre y se funde con él en un beso, en el que le transfiere parte de sus propios jugos.-
Tendidos los tres sobre la cama, nos recomponíamos del cansacio que sentíamos, mas ellos que yo, dormitando un rato, al cabo, estando nosotras dos abrazadas por Ledesma, le preguntamos: "¿querés mas?"; y él nos contesta: "La noche es larga.., todavía no acaba... y aún tengo para las dos.-"
Al escucharlo, ambas miramos hacia su vientre y observamos que su pija ya se estaba despertando nuevamente..., nos miramos, nos sonreímos entre ambas y mientras que con nuestras manos buscábamos su pija, comenzamos a besarle el rostro para ayudar a entusiasmarlo rápido...-
CAPÍTULO 3 "MACHO DOMINANTE"
Cuando llegamos a nuestro objetivo, se lo tomamos con sendas manos y comenzamos a masturbarlo..., Ledesma disfrutaba..., tanto que cerrando sus ojos nos decía: "¡hina putas ha'e!" (¡que putas son!)..., " cheve oho pe juka" (me van a matar)..., " katu ha'e lindo mano aipyhy akue" (pero es lindo morir así).-
Luego, mientras buscaba mi boca con la suya, con su mano presionando en la cabeza de Gladys, la obligaba a ella a "comérselo", tal como ya lo había hecho antes...-
Enseguida, Gladys logró arrancarle su eyaculación, pero esta vez no la contuvo en su boca, sino que dejó que Ledesma se derramara sobre sus senos, para con sus manos, jugar con el semen y esparcírselo sobre su propio pecho..., luego, me arrebato a mí de los brazos de Ledesma y me obligó a lamerle los senos, mojados por el semen del macho... y lo hice.-
Tras ese acto Ledesma nos dice: "Quiero cojerlas, ponganse culo para arriba...-" Y nosotras mirándonos y riéndonos, nos pusimos tranversalmente, una al lado de la otra, al borde de la cama, con el culo en pompa y el cuerpo apoyado sobre las sábanas..., Ledesma se bajó y camino hasta ubicarse detrás nuestro..., nos acomodó para que nuestros trastes estuvieran a la altura de su pene, volvió a buscar el frasco de vaselina guardado en la mesita de luz, y untó un dedo de cada mano con ella, los acercó a nuestras colas y nos las perforó a la vez, sin pedirnos permiso..., ambas lo sentimos demasiado, al punto que al unísono, exclamamos un "¡¡¡AAAYYYyyy...!!!, bastante espontáneo..., al cabo del cual, nos miramos..., nos reímos..., y comenzamos a mover nuestras caderas, haciendo que el dedo introducido en cada una de nosotras, nos recorriera el contorno del esfinter..., por lo que Ledesma nos dice: "¿Así que les gusta?..., vamos a ver si les gusta este otro dedo...-"
"Voy a empezar con vos, que todavía no lo sentiste ahí.-" Le dijo a Gladys, mientras le sacaba el dedo del culo y se tomaba el pene para apuntárselo al ano...; cuando estuvo en posición, con su mano libre, porque el dedo de su otra mano seguía clavado en mi culo le toma las caderas y empuja su pene dentro del ano de Gladys, quien le había abierto las nalgas con sus manos, para facilitarle la introducción...; cuando se sintió empalada, Gladys no gritó, solo exclamó: "¡¡¡OOOHHHhhh...!!!, para enseguida morder las sábanas y comenzar a menearse al compás del vaivén de "pone y saca" del hombre..., evidentemente le gustaba... y evidentemente, lo soportaba mejor que yo, ya que ella no demostraba sentir dolor.-
Unos minutos mas tarde, ambos estaban lo suficientemente entusiasmados, por el placer que se daban y recibían, que se olvidaron de mí, al punto que Ledesma, retira su dedo de mi cola, se toma con ambas manos de las caderas de Gladys y secundado por ella, la arremete en un vaivén infernal con fuerza y urgencia..., Gladys no demuestra dolor ni molestia alguna, por el contrario, sigue moviéndose en círculos acompañando la brutal fornicación a la que la sometía el hombre..., al cabo, Ledesma se derrama dentro del esfinter de Gladys, y ella alcanza su orgasmo, ahora sí expresándolo a voz en cuello: " ¡¡¡che kuimba'e!!!", (¡¡¡mi macho!!!)" ¡py'aporã de ha'e!" (¡que bueno eres!), "opyhy jepe"... (cojeme mas...), "cheve oha'ã, opyhy jepe" (me gusta, cojeme mas).-
"Ahora le toca a ella", responde Ledesma mientras retira su pija del culo de Gladys y la acerca al mío...; cuando la siento apoyada sobre mi ano, la busco con una de mis manos y la guío hasta mi vagina, diciéndole: "Ponémela ahí..., cojeme bien..., el culo ya me lo rompiste y todavía me duele..., no quiero sufrir mas, quiero gozar..., cojeme así.-"
Ledesma esboza una sonrisa de satisfacción; era el macho que se sentía triunfador por haber vencido la resistencia de la hembra, quien le pide ahora que le dé placer sin sufrimientos.- Está dispuesto a complacerla, le dará placer y goce sin hacerle daño.., para eso es el macho..., por eso es el "macho dominante".-
Y la hembra dominada, le pide goce y no dolor... y él sabe como hacerla gozar, por eso ahora se lo demostrará...-
Ledesma, me deja guiar su pene hasta las puertas de mi vagina, cuando se siente allí, presiona un poco..., cuando siente que mis labios vaginales ceden a su presión y admiten la introducción, presiona un poco mas..., siente ahora que toda la cabeza de su pene, ha entrado en el sexo de su hembra dominada..., la siente a ella, exhalar un suspiro..., entiende que le gusta sentirse penetrada..., presiona mas y es el tronco ahora el que se va alojando dentro del sexo de su hembra..., el suspiro de ella es ahora mas intenso y prolongado..., él sabe que la hembra quiere mas y vuelve a presionar...; la hembra ahora esta completamente penetrada por el macho..., sus nalgas se apoyan contra el vientre de su hombre..., su garganta emite un "AAAHHHhhhh...", que lo emociona..., su hembra para callarse, muerde la almohada y él siente como la vagina de su hembra le comprime el pene..., tiene ganas de exclamar un grito de triunfo a lo Tarzán, golpeándose el pecho con las manos..., pero a cambio, se toma con sus manos de las caderas de su hembra y está presto a darle el placer que antes le han pedido, cuando ella ahora se lo exija...; y la hembra le exige: "Cojeme..., cojeme mucho..., cojeme fuerte..., matame..., rompeme todo...-" Y el hombre, aferrado a las caderas de su hembra, comienza a moverse entrando y saliendo suavemente del sexo de su hembra dominada..., pero ella le pide "mas..., mas..., dame mas fuerte...", entonces el hombre se esmera en complacerla y poco a poco aumenta su ritmo..., pero no le es a la hembra suficiente..., entonces grita: "¡MAAAASSSS....!, ¡DAME MAS...!, ¡COJEME MAS FUERTEEEE...!; entonces el hombre, aferrándola de las caderas, comienza a menearse entrando y saliendo del sexo de su hembra, con fuerza, con furia, casi con salvajismo...,; la hembra lo siente..., lo goza... y se derrama...: "¡¡¡AAAAHHHHHhhhh...!!!, ¡ACABÁ...!..., ¡ACABÁAA....!, LLEVAME CON VOS..., ¡LLENAME DE LECHEEEE...!, ACABÁ CONMIGOOOO....!"; entonces el hombre, exaltado, le obedece..., le llena sus entrañas con su leche y la arrastra al nuevo orgasmo...- Tendidos en la cama, aún unidos, se besan..., se acarician..., se miman..., se sonríen...; Gladys ya no existe.-
CAPÍTULO 4 "CONTRATADO (Amante compartido)"
...Y le dí conchabo a Ledesma, lo contratamos como chofer de un camión que habíamos comprado para trasladar la hacienda entre las ferias que recorríamos (mejor dicho que YO recorría, porque era quien se encargaba de ese tipo de operaciones comerciales)..., Gladys ¡¡¡chocha!!!, con el nuevo componente laboral de la Empresa.-
Fue ella quien se ocupó de ayudarlo a acomodar sus pertenencias en la casa-habitación que le asignamos... y era ella, a escondidas de su esposo (Romualdo, nuestro Capataz General -o Mayordomo-), quien se ocupaba de atender su ropa y sus enseres, supongo que recibiendo como "buen pago", "alegrías sexuales" a satisfacción.-
Yo por mi parte, solo me contentaba con tenerlo conmigo, cada vez que visitábamos una Remate-Feria en el interior del país; el camión en el que viajábamos, si bien estaba equipado con todo el confort y la tecnología que se puede exigir en este tipo de vehículos, no podía hablar, ni tenía "caja negra" como los aviones, ¡por suerte!, porque si fuera que sí, ¡las cosas de las que podría haber llegado a enterarse mi marido, inspeccionándola!.-
Sus cuchetas eran tan cómodas y comfortables, que una vez, volviendo de Lezama un día viernes de verano, ya tarde, nos "pescó" la neutralización de circulación en el peaje de Chascomús y tuvimos que acampar en el "Parador de la Ruta", hasta el lunes por la mañana.- Después que descargamos la hacienda en un corral que nos prestaron cerca de la Ruta 2, porque no es conveniente dejarla arriba de un camión por períodos prolongados, nos recluímos en la cabina del camión todo el fin de semana, abandonándola solo en los horarios de almuerzo, ya que el desayuno o la cena, los degustábamos dentro de ella, luego que quien estuviera en ese momento mas dispuesto, la comprara en el restaurante aledaño al parador (la única vez que yo hice el mandado, percibí una sonrisa socarrona y cómplice en el rostro del dependiente que me atendía).-
Solo una vez, fui yo a esa compra, porque era un verdadero incordio, tener que vestirme para dirigirme hasta el restaurante, porque como lo imaginaran, permanecí desnuda durante toda la estadía en el lugar, ya que Ledesma, es en verdad un "macho cabrío en celo", que no dá tregua, ni pide respiro a la hora del sexo, que para él (y para mí), la es a toda hora.-
Incontables fueron las veces que me fornicó por la buena vía y por la vía prohibida, e incontables también, las veces que se prendió con su boca a mi sexo o me hizo a mí chuparle el pene.-
De todas esas veces y formas de actividades sexuales en pareja, recuerdo el momento en que volviendo yo con la bandeja donde traía el desayuno del domingo, luego de trepar a la cabina del camión, lo veo tendido sobre la cucheta, desnudo y con su miembro "bien despierto", esperándome (evidentemente durante mi ausencia se había esmerado en masturbarse, dispuesto a continuar con la "maratón sexual" en la que estábamos inmersos); en cuanto me acomodé sentándome al borde de la cucheta, él tomó el pote de dulce de leche que yo traía y se untó el pene con el contenido, para luego, ofrecérmelo diciéndome: "Comelo, pero ¡ojo!, mirá que mi pija no es de pan, ¡así que no me muerdas!.-"
Yo sonreí y luego de quitarme la camisa y el short, me incliné sobre él y empecé a limpiárselo con mi lengua, saboreando el dulce sinceramente..., cuando ya no quedaban sobre su pene vestigios del dulce, contuve al glande entre mis labios y con mi lengua en punta cual un estilete, la escabullí cuanto pude por su ureter, haciéndome así, del poco dulce que aún permanecía en ese ducto, al que luego sorbí con fruición y apasionamiento, hasta que obtuve de él, la leche con la que me llené la boca.-
Descargado y saboreado por mí el jugo del hombre, llegó mi turno de recibir placer y para dármelo, Ledesma me hizo treparme de rodillas a la cucheta; cuando estuve ubicada en la posición que él pretendía (en "cuatro patas", como le gustaba que siempre me ofreciera), tomó la manteca esparciéndola primero sobre mi ano y luego con su dedo untándome el esfinter, para después volcar sobre mí en esa zona y sobre mi vagina, la crema de leche batida y espesada, a la que luego se esmero en capturar con su lengua y con sus labios, ingiriéndola toda.-
Nunca antes, Ledesma me había chupado la concha y el culo, con el esmero y la dedicación con que lo hizo esta vez..., me derrame y al sentir mis jugos, se apasionó mas y continuó en su tarea con mas ahínco, hasta que logra que por segunda vez llegara yo a mi orgasmo, al que arribé a los gritos al sentir su lengua, perforar mis labios e introducirse en mi sexo...; cuando su lengua me abandonó, me recosté extenuada sobre la cucheta, pero Ledesma no abandonó sus acciones..., porque tomando uno de los envases térmicos que contenía el café con leche que todavía no tomábamos, luego de obligarme a permanecer boca arriba sobre la cucheta, vertió un poco del líquido sobre mi ombligo (por suerte ya estaba templado) y se ocupó luego de sorberlo con su boca, en el tercer o cuarto acto igual a ese primero, un poco de líquido corrió por mi vientre y se perdió entre los pliegues de mi vagina, pero Ledesma, cual mosquetero al rescate, se llegó con su boca hasta ella, e imitando mi forma de chuparle el pene, se prendió con sus labios a los labios de mi concha y comenzó a sorber, solo a sorber, hasta que luego de apropiarse del poco café con leche que hasta allí se había escurrido, obtuvo el tercer derrame de mis jugos, a los que saboreó con beneplácito.-
No había quedado aún el hombre satisfecho..., yo, ya innerme, le dejaba hacer... y él me obliga a voltear sobre mi cuerpo, depositándome boca abajo sobre el lecho..., imaginé lo que ahora pretendía, cuando con sus manos, toma mas manteca y vuelve a esparcirla sobre mi traste y en el orificio de mi ano y aunque estaba yo ya sin fuerzas para secundarlo, con mis manos tomo los cachetes de mi traste y los separo, ofreciendo a sus ojos, la vista de mi ano expuesto y palpitante...- Talvés verlo comprimirse y distenderse rítmicamente, como llamando a su pene a poseerlo, fue lo que lo emocionó, al punto de llegarse a él con su boca para besarlo suavemente y a explorarlo enseguida con su lengua..., me arrancó un suspiro, tras el cual, mis manos se aferraron mejor a mis glúteos y abriéndolos mas, dejaron mas expuesto el orificio de mi ano mientras le pedía, "¡Hacémelo...!".-
Entonces Ledesma, separa con sus piernas las mías, para ubicarse entre ellas, mientras mi cuerpo permanece todo extendido sobre la cucheta; con su cuerpo sostenido sobre mí por uno de sus brazos, con el otro guía su pene hasta las puertas de mi ano..., yo involuntariamente contraigo mis musculos, cerrándolo, pero esperando la brutal introducción en mi cuerpo, tal como era costumbre de Ledesma penetrarme..., pero esta vez, lo siento presionarme suave..., entonces me distendo..., separo mas mis nalgas con mis manos..., le pido: "Ponelo..." y sigo sintiendo que me sigue penetrando con suavidad..., la manteca facilitaba su intromisión y su pene se deslizaba en mi ano, como si este fuera un guante que estaba calzándose en su pija...; ya su glande estaba alojado en mi culo..., mis manos sueltan mis glúteos y buscan la almohada y cuando la alcanzan, elevo mi cuerpo apoyados sobre mis rodillas y mis codos, para que mis manos la coloquen debajo de mi vientre..., mientras tanto Ledesma espera..., cuando mi vientre baja hasta apoyarse sobre la almohada, le ordeno: "¡Seguí...!" y él obedece..., sigue introduciéndome el pene con la misma suavidad con que lo había hecho antes..., me es una delicia, sentirlo recorrer mi esfinter así..., mi cuerpo no quiere expulsarlo, por el contrario quiere albergarlo todo, me esfuerzo en distenderlo lo mas que me es posible y le pido: "Ponemelo todo..."; Ledesma flexiona sus brazos y su cuerpo descansa sobre el mío, mientras que siento a su pene llegarse muy profundo..., cuando su vientre está presionando mis nalgas exclamo: "¡AAaahhh...!", Ledesma se entusiasma y comienza a menearse dentro mío y le ordeno: "¡Nooo..., dejame a mí!"; entonces comienzo a "morder" su miembro, oprimiendo y aflojando los músculos de mi ano..., empiezo a sentir el derrame de sus líquidos preseminales..., entonces le pido, mientras empiezo a mover mis caderas en círculos, haciendo que su pija recorra todo el interior circular de mi esfinter: "¡Bombeaaa....!", y Ledesma comienza a bombearme con suavidad primero, pero a un ritmo "increscente", que me hace delirar por el placer recibido, porque su pene se deslizaba dentro de mi culo, como nunca antes lo había sentido, gracias a la suavidad que le transfería la manteca, lo que me hace a la vez, aumentar el ritmo con el que movía mis caderas en circulo secundándolo, hasta que lo siento ahora derramarse con potencia dentro de mi esfinter, mientras que escapan de mi concha los zumos que anunciaban mi orgasmo.-
Ledesma se desplomó sobre mi cuerpo, yo lo soportaba, mientras seguía sintiéndome penetrada por su pija ya fláccida..., al rato, vuelvo a "morderlo" con los músculos de mi ano y comienzo a sentir el enardecimiento de su pene nuevamente..., lo siento crecer dentro de mi esfinter..., lo siento endurecerse..., lo siento ahora caliente..., lo siento trasmitiéndome su calor..., lo siento llenarme todo..., me gusta, por eso sigo "mordiéndolo" con mi ano..., Ledesma se enardece..., se eleva sobre sus brazos y comienza a bombearme..., yo sigo "mordiéndoselo"..., me elevo sobre mis codos y mis rodillas y lo siento ahora clavarme mas profundamente..., sus movimientos de vaivén profundos y urgentes, hacen que mis senos se bamboleen libres sin contención alguna..., los tomo con mis manos y mi cuerpo se desploma sobre la cucheta, manteniendo mi cola en pompa..., Ledesma se aferra a mis caderas y me da dos o tres embestidas con fuerza y potencia..., se abre el grifo de mi orgasmo mientras exhalo un suspiro: "aaahhh..."; tras el cual Ledesma me aferra mas fuerte las caderas y tras dos bombazos profundos que hacen que su vientre golpee con fuerzas contra mis nalgas, se derrama inundándome el esfinter con el producto de su eyaculación..., me desparramo boca abajo sobre el lecho y Ledesma aún penetrado en mí cae sobre mi cuerpo y siento su pene clavarse por enésima vez en lo mas profundo de mi esfinter..., busco su boca con la mía y nos besamos entrelazando nuestras lenguas..., giro hacia un costado y Ledesma cae sobre el lecho, pero sin desprenderse de mí..., así pretende volver a empezar..., siento su pija ir y venir dentro de mio..., su ritmo suave y lento, es como una canción que me arrulla..., me adormezco..., mientras Ledesma sigue recorriendo mi culo con su pija dentro de él..., es una caricia placentera que me induce al sueño...; cuando me despierto, Ledesma sigue detrás mío abrazándome..., su pija todavía está en mí, ella y él duermen..., me enternezco y volteándome hacia él, le doy un beso en los labios..., se despierta, me acaricia y se sonríe...- Ya estamos desprendidos, ambos de frente uno al otro..., lo beso..., lo acaricio..., vuelvo a besarlo..., él se adormece..., no lo dejo dormitar..., salto por sobre su cuerpo y mientras él con sus manos, acompaña mi salto acariciando mi cuerpo desnudo, caigo sobre el piso del camión..., busco mi ropa y comienzo a vestirme..., él me imita y se viste también; eran las primeras horas de la tarde, cuando abrazados y besándonos, recorríamos el trayecto entre el camión y el restaurante donde almorzamos mirándonos a los ojos, sonriéndonos, acariciándonos..., apurando el almuerzo, para retornar pronto a la cabina del camión, porque seguíamos ambos, ansiosos de sexo...-