Amaneciendo
Ya es hora de que te vayas me dice-, se te va a hacer tarde,
Amanece; que flojera tener que vestirse. La cama está calentita, mmm, ¡no quiero levantarme!, no solo es flojera: es cansancio. Una vez más, yo y mi hombre nos hemos amanecido en su depa, desnudos, entrelazados nuestros cuerpos, sudorosos como si hubiésemos estado en un sauna, pegoteados, apestando mutuamente a hembra y a macho.
Mis pechos suben y bajan debajo de la sabana; me limpio su esperma de la boca, tras habérsela mamado hasta que casi me ahogó con su lechada: me cuesta aún acostumbrarme a ese amargor, pero a él le gusta, le fascina echarme boca arriba, alzarme las piernas sobre sus hombros y machacar su vergota animal contra mi rajita depilada, hacerme gritar de gozo y antes de terminar, hacer que me ponga de rodillas delante de él, con la boca abierta, la lengua afuera, para que descargue su semen en mi boca. Tragármela y luego hacer que parte de su lechada se derrame de mi boca por mi barbilla, hasta mis pechos: siempre acabamos así. Mientras veo su pecho velludo y musculoso también jadeante, acostado a mi lado, agradezco más bien que hoy no quiso más bien hacerme llorar, clavándomela por el culo. Mientras él prende un cigarrillo, me toco con molestia el cabello: "¡carajo!, -pienso-, "¡otra vez me cayó leche en el pelo!!". Ni modo, tendré que lavármelo. A él ni le importa: solo disfruta, como siempre, de haber gozado de mi cuerpo a sus anchas, toda la noche; y como a él le gusta, toda la noche cogiendo, mientras repite su equipo de sonido, la misma canción:
" Apaga la luz, la noche está marchándose ya,.."
Siempre esa manía de escuchar la misma tonadita, repitiéndose hasta el cansancio: ni sé quién la canta, pero ya la letra la escucho hasta en mis sueños:
" Y yo te diré, temblando la voz: el tiempo va de prisa y ese día en que soñamos vendrá, apaga la luz, la noche está marchándose ya, "
Lo destapo y arrastrándome voy hacia su verga: está relajada, pero aún así es gruesa. Se la acaricio con mi mejilla, para luego lamérsela muy despacio. El sonríe y me mira. " el tiempo va de prisa y ese día en que soñamos vendrá, "; escucho esa parte de la canción y pienso: él sueña en el día que vivamos juntos; yo, en el día en que no tenga que despertar temprano,
Las luces y los ruidos de la ciudad llegan a través de la ventana; a persiana ilumina nuestros cuerpos desnudos, permitiéndole a él verme fijo a los ojos, mientras yo me meto su pieza en la boca una y otra vez. Ya está dura: como a mí me gusta.
- Ya es hora de que te vayas me dice-, se te va a hacer tarde,
Le miro con fastidio: toda la vida siempre lo mismo. Se la chupo, apretándole la pieza con mis labios.
" Apaga la luz, la noche está marchándose ya,.."
Sabe que me molesta que me diga eso, así que le respondo con algo que a él le molesta:
Seguro que quieres irte ya a ver a esa perra de la tal Señorita Fonseca: esa puta,
Es una compañera de trabajo, - me dice fastidiado-, no me interesa,
" Y yo te diré, temblando la voz: el tiempo va de prisa y ese día en que soñamos vendrá, apaga la luz, la noche está marchándose ya, "
- Pero a ella tú si le interesas: en su cara de mosquita muerta se muere por que le rompas el culo,
Sigo chupándosela, tratando de convencerlo de que nos quedemos en su cama más rato. Odio a su "amiga": más tetona, más culona que yo, más piernota, ¡perra!
No quiero que hables con ella, -, le digo mientras jugueteo con su verga.
Y yo quiero que te ya te vayas, está amaneciendo, -, me replica.
" Apaga la luz, la noche está marchándose ya,.."
Me dieron ganas de mordérsela, pero desisto: en verdad es ya de mañana y debo irme. Molesta me pongo de pie y busco a tientas mi ropa por el suelo del cuarto aún a media penumbra. Encuentro mis bragas y me las calzo de espaldas hacia él: sé muy bien que le gusta verme el culo mientras me visto; haciendo eso, sé que en la noche querrá que venga de nuevo a su depa. Me pongo el sostén, luego las medias y la blusa, y siento su mirada de deseo recorrerme: mi coñito se moja de nuevo; quiero quedarme, pero no se puede: ya es muy tarde para mí.
" Apaga la luz, la noche está marchándose ya,.."
- ¡Ah!, y no quiero que llegues tarde a clases hoy, ¿entendido?,
Volteo ya vestida y le echo una mirada: lo odio y lo quiero a la vez. Levanto mi mochila del suelo, me aliso la falda y recojo del suelo la insignia del cole: se me había caído de la blusa anoche:
- Okey, profe,