Amanecer

Una oscura historia que acontece tiempo después del final de The End of Evangelion. Escrita en forma de SCRIPT.

AMANECER

Amanecía. El mar estaba bravío. Las olas rompían con furia contra la playa. Una chica de unos veinte años aproximadamente estaba parada en la orilla. Su mirada se perdía en el horizonte, donde el sol comenzaba a salir. Sus cabellos rojos danzaban al compás del fuerte viento mientras que sus ojos azules acompañaban su inexpresivo rostro. El raído vestido amarillo que llevaba no podía cubrir la horrible cicatriz que trazaba todo el largo de su brazo derecho.

Comenzó a caminar, adentrándose en el mar. Sus pies descalzos empalidecían con la escasa temperatura del agua.

Un chico de casi su misma edad apareció en la playa, sobre la arena. Treinta metros lo distanciaban de ella. Se quedó largo rato observándola hasta que rompió el silencio.

Shinji> Conseguí comida.

La chica se dio vuelta y lo miró a los ojos.

La habitación estaba completamente desordenada y sucia. Sólo había viejos objetos esparcidos por todo el lugar: vajilla rota, discos compactos, auriculares, revistas, etc.; hasta un arma de fuego estaba apoyada en una mesada antigua. La luz proveniente de una mugrienta ventana iluminaba las latas de conserva puestas sobre la mesa.

La puerta se abrió ruidosamente y los chicos entraron. Ambos se sentaron en las rotosas sillas que se encontraban cerca de la mesa. La joven divisó las latas.

Asuka> ¿No pudiste conseguir algo mejor?

Shinji> No te quejes, es comida al fin.

Asuka> Nuevamente picadillo de algo para desayunar. Me siento un animal comiendo esta porquería siempre.

Se produjo un largo silencio mientras Shinji abría trabajosamente con un cuchillo una de las latas.

Shinji> Si tanto te molesta, la próxima vez busca tu propia comida.

Asuka> Idiota.

Shinji le sirvió el picadillo en lo que se asemejaba a un plato, agarrando él una cuchara y comenzando a comer del envase.

Por un largo momento sólo se escucharon los sonidos metálicos que producían la colisión de los cubiertos contra el recipiente y la vajilla. El Tercer Elegido le echó un vistazo a la cicatriz del brazo de ella, luego a sus ojos. Asuka le devolvió la mirada.

Asuka> ¿Qué?

Shinji apartó la vista y se llevó un bocado a la boca. Luego volvió a observarla y pensó: "henos aquí, tú y yo, quizás los únicos sobrevivientes del holocausto. ¿Por qué sobrevivimos? ¿Fue porque así lo quise yo? Pero ¿realmente quería seguir viviendo? ¿Por qué sobrevivió ella?...¿Quiénes somos en realidad? ¿Una especie de Adán y Eva? ¿Una nueva oportunidad para la raza hum...?"

Asuka> ¡Deja de mirarme!

El muchacho sonrió: "qué Eva más extraña"

Shinji> ¿Qué hacías en la playa tan temprano?

Asuka> No podía dormir.

Shinji> ¿Sigues teniendo pesadillas?

Silencio.

Asuka> Sí.

Shinji> ¿Serviría de algo que me las contaras?

Asuka> No.

Shinji bajó la cabeza.

Asuka> ¿Qué podrías hacer tú?

Él la miró por un instante más, antes de enfocar su vista hacia la ventana.

Shinji> Hoy va a ser un hermoso día.

Asuka esbozó una sonrisa cínica.

Asuka> Je, lindo día en el paraíso.

Shinji se encontraba en un terreno baldío cercano a su vivienda echándole agua a una porción de tierra con una regadera. Asuka se acercó.

Asuka> ¿Qué estás haciendo ahora?

Shinji> Básicamente, estoy tratando de cumplir uno de tus deseos.

Ella observó las herramientas de jardín cercanas a él.

Asuka> ¿Enterrarte?

Shinji esbozó una sonrisa.

Shinji> No, estoy plantando semillas de frutas y verduras que encontré en unos de los viajes que hice para conseguir comida.

Asuka> ¿Y desde cuando sabes de agricultura?

Shinji> Kaji me enseñó los conocimientos básicos una vez.

Asuka> Deja de hacerlo.

Shinji levantó la cabeza.

Shinji> ¿Por qué?

Asuka> Estás gastando inútilmente agua del pozo. Además, hay cosas más importantes para hacer que esas idioteces.

Shinji> ¿Como qué?

Asuka> Arreglar la puerta de entrada por ejemplo.

Shinji> Hay tiempo para eso.

Asuka> Si se avecina una tormenta, tendremos problemas.

Shinji> Mira el día precioso que es.

Asuka> Termina con eso y haz lo que te digo.

Asuka se estaba retirando, dejando a su compañero mirando hacia el suelo.

Shinji> ¿Alguna vez vas a estar de buen humor?

La chica dio media vuelta.

Shinji> ¿Alguna vez vas a sonreír y decir "gracias"?

Silencio.

Shinji> En todo este tiempo no haz cambiado nada. Seguimos peleándonos como si fuéramos niños.

La muchacha lo asesinó con la mirada.

Shinji> Hasta donde sabemos, somos los únicos seres humanos vivos en este planeta. Tendríamos que...

Asuka> Preferiría estar sola. Creo que eso ya lo tuviste claro siempre.

Shinji inclinó su vista hacia la tierra regada. Luego volvió la mirada.

Shinji> ¡¿Entonces porqué no te largas?!

Asuka ya se había ido.

Toda la habitación estaba pintada de blanco. Brillaba tanto que encandilaba. En el medio de ésta se hallaba una mujer colgada de una soga con los ojos salidos de sus órbitas. En el suelo, una muñeca tirada. Asuka la observó un largo rato antes de recogerla.

Asuka> Maldita muñeca.

Una lágrima caía de sus ojos. Una mano llegó desde su retaguardia para secársela. Ella se dio vuelta rápidamente.

Asuka> Mamá.

Asuka dejó caer la muñeca. Se produjo un largo silencio.

Madre>Yo siempre estuve contigo, hija. Aunque no lo supieras. Te protegí en todo momento. Lamento haberte herido.

La mujer la abrazaba tiernamente. Su voz era muy cálida.

Madre> De ahora en adelante nunca nos separaremos. Jamás te volveré a dejar sola.

Asuka comenzó a llorar y acomodó su cabeza en el pecho de su madre.

Madre> Tranquila hija, no llores...

Alcanzó a visualizar unas alas enormes en la espalda de su progenitora.

Rei> ...todo estará bien.

La Segunda Elegida alzó frenéticamente la vista.

Asuka> ¡¿Rei?!

Rei, todavía abrazándola, empezó a estrujarla fuertemente contra su pecho con sus brazos y alas.

Asuka> Mmmmmmm...¡Rei!

La Primera Elegida le comprimió la cabeza en forma cada vez más violenta. Asuka no podía mover ninguna parte de su cuerpo.

Asuka> ¡¡¡Rei!!!

De su parietal derecho comenzó a brotarle sangre.

Asuka> ¡Aaaaaaaaah!

Asuka abrió los ojos. Hizo una larga pausa. Suspiró y se sentó en el lecho en donde estaba acostada. Una lágrima se le cayó del ojo derecho. Se tapó el rostro con sus manos.

El violento sonido de un trueno la sobresaltó. Un grito proveniente de afuera de la vivienda resonó en la habitación.

Shinji> ¡Asuka!

Ella observó el cielo gris por la ventana.

Shinji> ¡¡Asuka!!

Se secó la lágrima con su palma izquierda.

Asuka> ¡¿Qué pasa?!

Shinji> ¡Ayúdame!

Asuka> ¿Qué quieres?

Shinji> ¡Ayúdame con la puerta!

Un rayo iluminó el firmamento. Asuka se levantó de su letargo.

Asuka> Estúpido inútil.

La tormenta se desató en la noche. Sus tenebrosos sonidos se paseaban por toda la vivienda. Sólo la tenue luz de algunas pocas velas iluminaba el comedor. Shinji y Asuka se hallaban sentados en la mesa cenando nuevamente comida enlatada.

Shinji> Es increíble como cambia el clima de la mañana a la noche.

Asuka> Hablas como si fuera la primera vez.

Shinji> Pero hace mucho que no cae una tormenta tan fuerte como ésta.

Se escuchaban sonidos de olas que rompían violentamente contra las piedras.

Shinji> El mar se está poniendo cada vez más bravo.

Asuka> Me hubieras hecho caso de arreglar la puerta antes.

Shinji> Pero la reparamos, ¿o no?

Asuka> Sí, pero mal. Con este viento se puede despedazar en cualquier momento.

Shinji> ¿Por qué no lo hiciste tú? ¿Qué estuviste haciendo toda la tarde?

Shinji la miró fijamente.

Shinji> ¿Por qué tengo que hacer todo yo? ¿Dónde estabas?

Asuka> ¡Tratando de dormir!

Shinji> Ah, perfecto.

Se produjo una larga pausa.

Shinji> No puedo hacer todo yo solo.

Asuka> Claro, si eres un inútil.

Bajó la mirada.

Shinji> Si estuvieran Misato y Kaji sería todo mejor.

Asuka> ¿Otra vez vas a empezar con eso? Estoy harta de que digas siempre lo mismo todos los días.

Shinji> ¿Qué te pasa ahora?

Asuka> No sé porqué siempre los recuerdas. ¡Fueron unos fracasados! Se empeñaron por meses en buscar la verdad, y cuando la supieron, no pudieron hacer nada para modificar el destino.

Shinji> No pienses así, Misato se sacrificó para que yo pudiera llegar a la unidad 01.

Asuka> ¿Y de qué sirvió? No me ayudaste en nada. El último recuerdo que tengo de la batalla es el dolor que me causaron los dientes afilados de los nuevos Evas al tratar de comerme viva. Y después...

Asuka observó la cicatriz de su brazo.

Asuka> Fueron unos inservibles.

Shinji> De los muertos se habla bien o no se habla.

Asuka se rió.

Asuka> No podemos hablar de nadie, entonces.

Un trueno hizo temblar los vidrios de la ventana.

Shinji> El único consuelo que me queda es pensar que deben estar en un lugar mejor que éste.

Asuka volvió a reírse tenebrosamente.

Asuka> Despierta idiota, todos nosotros aniquilábamos Ángeles, mensajeros de Dios; si existe el infierno, hacia allí nos dirigimos.

Shinji la miró con los ojos bien abiertos.

Asuka> Quizás ya estemos en él.

Un rayo, seguido de otro fuerte trueno, iluminó toda la habitación. El Tercer Elegido terminó de comer y se quedó un tiempo extenso pensando.

Shinji> No estoy de acuerdo contigo.

Asuka> Me lo imaginaba.

Shinji> Mi madre me dijo una vez: "si decides vivir, cualquier lugar puede ser el cielo porque estás vivo".

Asuka> ¿Y tú le creíste a esa perr..?

Repentinamente, Shinji le encajó una vehemente bofetada en la mejilla izquierda. Asuka se quedó varios segundos con la cara inclinada hacia su derecha. La enderezó lentamente y observó fijamente a su compañero a los ojos.

Shinji> No te atrevas a hablar así de...

La Segunda Elegida le propinó un violento puñetazo en la cara que lo hizo caer de la silla.

Ella se puso de pie.

Asuka> Jamás vuelvas a tocarme.

Shinji permaneció en el suelo tocándose el mentón con su mano.

Shinji> Al menos mi madre no me cambio por una muñeca de trapo.

Asuka> ¡¡Hijo de...!!

Asuka se abalanzó sobre él. Le empezó a patear repetidas veces la zona del estómago, luego le aplicó dos golpes en la cara con el empeine de su pie derecho, para culminar pisándosela duramente.

Después de recibir tal golpiza, Shinji apenas podía arrastrarse.

Asuka> ¡Vamos, arrástrate como el patético gusano que eres!

Asuka le dio la espalda y se alejó. Shinji se incorporó lenta y pesadamente.

Shinji> Mira quien habla de patético, maldita demente.

La pelirroja pegó media vuelta y lo miró fijo. Él tenía todo el rostro ensangrentado por las hemorragias de su parietal derecho, su nariz y su boca. Sus ojos eran tapados por su cabello.

Shinji> Atrévete a pegarme de nuevo.

Un rayo volvió a alumbrar el comedor. Los sonidos de las olas se hacían cada vez más fuertes. Asuka, sin dudarlo un instante, corrió hacia donde se encontraba su compañero. Le intentó aplicar un golpe con su puño derecho, pero éste nunca llegó a destino. Para sorpresa de ella, Shinji lo atrapó con un movimiento increíblemente rápido de su palma izquierda. El Tercer Elegido le apretó de dura manera los nudillos causando una mueca de dolor en la cara de la joven. Luego, y ante la mirada atónita de ella, le encajó un terrible cabezazo en la mitad del rostro, destrozándole la nariz.

Asuka> ¡¡Aaaaaaaaah!!

Asuka cayó al piso de pesada manera. Luego de estar sollozando, tosiendo y tocándose la nariz unos segundos, frunció el entrecejo como nunca y se levantó rápidamente.

Asuka> ¡Te voy a hacer pedazos!

Agarró una silla y pretendió tirársela, pero Shinji le dio un veloz puñetazo en la mejilla izquierda, seguido de un zurdazo en la derecha, para nuevamente golpearla con su puño derecho y terminar dándole un violento rodillazo en la zona abdominal, provocando su caída al piso.

Asuka casi no podía moverse, se tomaba el abdomen con sus manos y tosía escupiendo sangre por la boca. El joven la levantó del cuello de su vestido y la sujetó contra la pared, alzándola. El viento irrumpió en el cuarto abriendo violentamente las ventanas, apagando las velas y dejando todo a oscuras.

Shinji> ¡¿Quieres conocer el verdadero infierno?!

De un salvaje tirón, Shinji desgarró la parte de abajo del vestido de su compañera, junto con su ropa interior. Los sucesivos relámpagos eran la única fuente de luz. Cuando se disponía a satisfacer sus bajos deseos reprimidos tantos años, el muchacho alcanzó a divisar las lágrimas que brotaban de los ojos de Asuka, fundiéndose luego con la sangre de su rostro. El Tercer Elegido abrió bien los suyos, como estupefacto por lo que estaba haciendo. La soltó lentamente, dio media vuelta y, agarrándose la cabeza con sus manos, sin salir de su estado de shock, se alejó de ella. A los pocos segundos, escuchó un sonido metálico. Regresó la vista y observó a la Segunda Elegida apuntándole con el arma de fuego alojada en la mesada. Se produjo una pausa de más de un minuto sin ningún movimiento. Los truenos ensordecedores acompañaban la acción.

Shinji> Sabes que está cargada.

Los dos se miraban fijamente a los ojos.

Shinji> Esa pistola era una de las que tenía Misato. Un recuerdo de cuando éramos felices.

Asuka se rió cínicamente. Parecía que no le molestaba en absoluto el hecho de estar desnuda del vientre para abajo.

Shinji> Perdóname.

Silencio.

Shinji> ¿Vas a matarme?

El viento siguió soplando, provocando el tamborileo de las ventanas.

Shinji> Hazlo.

Asuka no cambió su postura.

Shinji> Tú odias la soledad. No puedes matarme.

La vajilla y otros objetos caían al piso haciéndose añicos.

Shinji> Parece que olvidaste que sé todo sobre ti. Tú siempre quisiste estar sola, ser independiente, pero en realidad todo era una gran mentira. No anhelas la soledad.

Los vidrios de las ventanas estallaron al chocar contra la pared.

Shinji> Porque eres débil. Como yo.

La lluvia comenzó a mojar las baldosas del comedor.

Shinji> Yo nunca quise acercarme a nadie por temor a salir lastimado. Por eso era que prefería estar solo, alejado del mundo.

Asuka no lo interrumpía en ningún momento.

Shinji> Jamás le encontré sentido a la vida, ni supe porqué estaba vivo. Por eso varias veces pensé en suicidarme, como forma de escaparle a un eventual sufrimiento.

La puerta mal reparada finalmente cedió y se vino abajo.

La marea subió drásticamente. El agua ya estaba en las cercanías de la vivienda.

Shinji> Pero no pude hacerlo porque no tuve agallas. Porque soy débil como tú.

Los segundos corrían en un total silencio, sólo estorbado por los sonidos de borrasca.

Asuka> No le veo la dificultad.

Asuka se llevó la pistola a la sien.

Shinji> ¡¡Nooo!!

Shinji corrió hacia ella, pero fue en vano. La joven apretó el gatillo y cayó. El disparo se escuchó a cincuenta metros a la redonda.

Él se arrodilló y la acostó en su regazo tratando de reanimarla. Le tapó con su mano derecha el orificio por donde derramaba sangre, la cual manchaba toda su ropa.

Shinji> ¡No! ¡Asuka! ¡Ésto no puede estar pasando!

Los truenos tapaban su llanto y sus gritos.

Luego de varios minutos, se rindió.

Llorando, le dio un largo beso en la frente, la alojó en el piso y le cerró los azules ojos muertos. Fuera de sí, miró hacia el techo.

Shinji> ¡¡¡Quiero despertaaaaaar!!!

Se tapó el rostro con sus manos. Luego las apartó y apretó los puños.

Shinji> ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaah!!!

A través de la ventana, a lo lejos, en el horizonte negro del mar, Shinji logró distinguir la figura de Rei vestida con su uniforme escolar.

Shinji> ¡¡¡Tú!!!

Frenéticamente agarró el arma que dio fin a la vida de Asuka, le apuntó a Rei y disparó repetidamente cuatro tiros.

La figura desapareció.

Los relámpagos seguían cayendo uno tras otro. El Tercer Elegido bajó la pistola y se quedó observando el horizonte con el seño fruncido y los dientes apretados.

Los segundos de locura habían culminado. La calma, acompañada por una agitada respiración, invadió su cuerpo, quedándose estático en una misma posición mientras seguía mirando de reojo la inmensidad del océano.

Al cabo de unos minutos, rápidamente se llevó el arma a la sien y disparó.

Oscuridad total.

Amanecía. El arco iris acompañaba la estancia del sol. Éste había comenzado a aparecer en un hermoso cielo azul. La enorme inundación de la noche anterior había arrasado la escasa infraestructura de la costa y varias viviendas cercanas, incluyendo la de Shinji y Asuka.

Un precioso día soleado se avecinaba.

El mar, calmo, se llevaba, entre muchas otras cosas, los cuerpos de los dos jóvenes.

Los suaves sonidos que producían las olas al romper apaciguarían cualquier espíritu.

Ningún ser humano podrá escucharlos...