Ámame en silencio

Ámame en silencio

Búscame con esa mirada tierna,

voltearé mis ojos hacia los tuyos,

y en silencio absoluto,

te diré con mi mirada:

"deseo convertirme en tu musa, tu inspiración".

Con esos hermosos ojos clavados en mi rostro,

me responderás:

"no hace falta que lo desees, ya lo eres",

entonces en mis labios se dibujará una sonrisa,

que tú me devolverás con tus delicados dientes perfectos.

¿Será posible que una simple mirada provoque estos maravillosos sentimientos,

sin tener que mediar palabra alguna?

¿Se puede de verdad amar en silencio

y no tener que expresar con palabras un "te amo" para que el otro lo entienda,

y aún más importante, lo corresponda?

Entonces, me acercaré lentamente a ti sin decirte palabra alguna,

deseo mirar tus bellos ojos de cerca,

sentir tu respiración en mi rostro,

quisiera decirte muchas cosas,

pero en vez de hablar te miraré largamente a los ojos sin dejar de sonreírte.

Lo que más me gusta de ti es como tomas la iniciativa,

sabes que lo deseo,

entiendes perfectamente el mensaje que te envío con mi mirada,

así que lentamente vas acercando tus labios a los míos.

Repentinamente siento esa calidez,

esa emoción que invade mi ser,

reconocer con mis labios los tuyos,

la unión de dos almas, tan distintas,

pero a la vez, tan parecidas entre sí.

La humedad de tu boca,

penetra en mi interior con una dulzura exquisita,

tus manos recorren mi espalda,

provocando una perturbación en todo mi ser.

Nuestros corazones cantan al unísono,

nuestra agitada respiración,

el sudor que comienza a recorrer nuestros cuerpos,

la ansiedad de fundirnos en un solo ser,

nos invitan a una deseada intimidad.

Con mucha dulzura acaricias mi rostro con tus delicados dedos,

tu sonrisa sigue dibujada en tus bellos labios,

ese brillo tan especial de tus ojos me conmueve,

quisiera gritarte "¡te amo!",

pero no es necesario,

lo comprendes perfectamente.

Nuevamente nuestros labios se buscan,

hasta encontrarse juntos otra vez,

reconociéndose, luchando por fundirse entre sí,

por entregar en esos besos, todo

absolutamente todo.

Me siento tan embriagado por tus besos,

tus caricias, tu respiración, tu hermoso cuerpo,

veo la ropa tirada en el suelo,

¿tan rápido ocurrió?

respiro tu aroma, ese olor tan maravilloso,

tan delicioso, que emana tu hermoso cuerpo,

siento tu piel desnuda,

la acaricio, la beso, la disfruto.

Ámame en silencio,

me entregaré completamente a ti,

hoy no diremos absolutamente nada,

nuestro amor,

transformado en una desenfrenada pasión,

hablará por nosotros.

Exploraré toda tu delicada piel,

desde tus suaves cabellos,

hasta los dedos de tus maravillosos pies,

que tanto me enloquecen de amor.

Llegaremos juntos al éxtasis,

al máximo placer,

que solo dos seres que se aman tanto,

pueden experimentar,

por eso te pido,

por favor:

Ámame en silencio,

amor mío,

no hables por ahora,

solamente,

ámame en silencio.