Amalia
Después de unas cuantas semanas viviendo en casa de ALICIA y su hija, (ver los relatos de ALICIA), Amalia por fin encontró una casita cercana en la misma urbanización, no quería volver a casa con su marido
Después de unas cuantas semanas viviendo en casa de ALICIA y su hija, (ver los relatos de ALICIA), Amalia por fin encontró una casita cercana en la misma urbanización, no quería volver a casa con su marido, aunque ella era bisexual le apetecía, mucho explorar su lado lésbico, especialmente con Merche su compañera de trabajo, con la que la sorprendió su marido el cual aprovecho, la ocasión para violarlas a las dos, a consecuencia, de esto se refugió en casa de Amalia su mejor amiga y allí encontró la ayuda y comprensión de todos nosotros de Amalia, de su hija, de su yerno i de la mía por supuesto, encontró todo nuestro afecto, cariño y apoyo, en el sentido literal de la expresión.
Juan el yerno de Alicia mi pareja y yo nos ofrecimos a ayudarla en la mudanza el próximo fin de semana, ya que Alicia y su hija Vero tenían que ir a ver un familiar y cogían el avión el próximo viernes, por otro lado, además conocíamos el temor de Amalia de volver a su casa para recoger sus cosas y encontrarse a su marido.
Una vez dejé a mi pareja y a su hija en el aeropuerto, regresamos a casa con Amalia, llevaba una mini tipo cinturón, cortísima, que realzaba sus larguísimas piernas, dejando entrever sus nalguitas y una camiseta de tirantes muy escotada tipo top, que acababa justo debajo de sus hermosísimas y grandes tetas, que a pesar de su tamaño no necesitaban sujetador, durante el trayecto no dejaba de mirarla de reojo, había puesto el aire acondicionado y sus pezones se marcaban descarados y enormes en su camiseta a causa del frio, su posición en el asiento me permitía ver de vez en cuando, entre sus muslos un pequeño triangulo blanco que correspondían a un breve tanga, que marcaba sus labios vaginales a través de la tela, esta visión fantástica hacía que mi polla se pusiera a mil y de nuevo mi deseo hacia ella se hacía imparable, ocasionalmente ella apoyaba su mano sobre mi muslo mientras hablamos de temas sin importancia, y de vez en cuando debido a algún bendito bache, su mano rozaba mi paquete, que era ya más que evidente y reaccionaba como un muelle cada vez que su manita lo rozaba, por mi parte y también de forma inocente, de vez en cuando apoyaba mi mano en su muslo, con la ventaja de que ninguna tela, se interponía entre mi mano y su piel, aprovechando como no, esos movimientos bruscos del coche, para subir la mano, hasta que mis dedos llegaron a rozar suavemente esa maravillosa telita que marcaba su vagina, nuestra conversación seguía con naturalidad, salvo por algún silencio o suspiro, cuando esos contactos presuntamente inocentes se prolongaban más de lo debido, finalmente note que su tanga blanco mostraba una evidente mancha de humedad cuando mis dedos presionaban entre sus labios vaginales, consiguiendo sortear la pequeña porción de tela empapada.
Por fin llegamos a casa, sin gente Alicia y su hija de viaje, Juan no llegaría hasta mañana, con lo cual podríamos a estar a solas y yo ya estaba urdiendo planes a toda velocidad. Nos pusimos a preparar algo de cena, la velada transcurría, con risas y buen humor, pasamos al sofá y a las copas, encendí unas cuantas velas e incienso y apague la luz, creándose un ambiente muy sensual, hacía calor y me desabroche la camisa, Amalia estaba espectacular con esa luz, sus piernas sugerentes, y su camiseta oprimiendo sus preciosas tetas, el escote permitía de vez en cuando adivinar sus oscuras aureolas, mis ojos no conseguían apartarse de esa visión y creo que era evidente para ella ya que no hacía nada por evitarlo, en un momento dado el tirante de su camiseta se descolgó del hombro y no solo pude contemplar su enorme y oscura aureola si no su erecto pezón, estaba totalmente empalmado y los pantalones eran incapaces de contener mi erección, con la escusa del calor me dirigí a la habitación para cambiarme, me puse unos bóxers blancos y salí ya sin camisa, eso no ocultaba mi erección pero al menos no me comprimía la polla y los huevos, de hecho, no me disgustaba hacer ostentación de mi polla en estas condiciones, volví a sentarme a su lado esta vez mucho más cerca, de modo que nuestros cuerpos estaban prácticamente pegados, serví dos nuevas copas, la suya mucho más cargada y encendí un porro, también muy cargado, mojándolo con mi saliva se lo pase. La charla derivó a su situación el miedo que le producía encontrarse con su marido, mañana cuando fuéramos a buscar sus cosas, recordó nuevamente la violación que sufrieron Merche y ella, cuando fueron sorprendidas por él, volvió a relatármelo con detalles (ALICIA 4) especialmente los relativos a la follada que le hizo su marido en la boquita de Merche y cuando ésta poco antes le comía el culito a Amalia, nuevamente para confortarla acaricie su muslo, amasándolo suavemente y subiendo poco a poco de forma casual, ella cogió su copa y al inclinarse hacia la mesa aún no había recogido su tirante caído y nuevamente me mostro su imponente teta, esta vez prácticamente fuera ya de la camiseta, mientras apuraba de un trago su copa, me miró a los ojos y volvió a mostrarme su sonrisa boba que tanto me recordaba a la de mi mujer ALICIA, mientras se serbia nuevamente otro trago de ron, entretanto yo no perdía de vista su teta ya completamente fuera y la otra pugnando por salir ya que su segundo tirante había caído también, estaba totalmente empalmado y mi polla dejaba ya salir sus primeras gotas de liquido pre seminal, su manita, también se puso en mi muslo, acariciándolo suavemente, evidentemente, rozó varias veces mi polla de forma casual, la cual ya asomaba por encima de mi bóxer incapaz de contenerla, mi mano no perdía el tiempo, deslizándose hacia su tanga, encharcado, para disimular un poco continúe la conversación.
- No tienes que preocuparte de nada cielo, estaremos allí no sólo para ayudarte, si no para protegerte a ti y a Merche, puedes estar tranquila, además si coincide con nosotros no creo que se atreva.
Ambos apuramos un nuevo trago de ron, de nuevo el gesto, su pecho ya estaba completamente fuera mostrándome el pezón y el segundo pugnaba por salir, el espectáculo de sus tetas era imponente mi mano, ya no se cortaba de su muslo paso al roce continuado de su tanga, dibujando con mis dedos su vagina mojada, a lo que ella se prestaba entreabriendo discretamente sus maravillosos muslos, ya su pequeña faldita a estas alturas no ocultaba nada.
Ella no había dejado de amasar mi muslo y cada vez los roces casuales a mi polla eran más frecuentes, en un momento en que ella tomaba otro trago, aproveche para bajarme un poco el bóxer sin que se diera cuenta, no podía más con la presión de mi polla necesitaba liberarla, ahora apenas cubrían mis huevos y mi pollón estaba totalmente expuesto, al dejar su copa, acerco su cabeza a mi pecho, haciendo algo que me excita mucho, ella tiene la nuca rapada, pero un largo flequillo, que caía sobre los pelos de mi pecho, eso me excitaba muchísimo, despertaban mis instintos de dominio sobre ella, seguía sin parar de acariciar mi muslo, pero solo en la parte alta, con lo cual ya los roces con mi polla eran continuos y mas desde el momento en que había dejado libre mi mástil, que ahora estaba a escasos diez centímetros de su carita, ella siguió la conversación.
- Ohhh cariño es maravilloso sentirse protegida por dos hombres como vosotros, estoy segura que Merche y yo estaremos a salvo a vuestro lado, tengo unas ganas locas de abrazarla de nuevo y poder besarla, después de lo mucho que nos hizo sufrir, cuando nos violó a las dos, aun tengo grabada la imagen de su pollón follando su boquita desenfrenadamente y como me miraba con sus ojos pidiendo ayuda, sólo pude contribuir a que se corriera lo antes posible y exhibiendo mis tetas en movimiento a mi marido para atraer su atención sobre mí, esto me costó que me la clavara en mi culito estrecho su polla brutal, una y otra vez, mientras amasaba mis grandes tetas, entonces Merche tuvo que hacer lo mismo, excitarlo para que la tortura fuera lo más breve posible. Pero esta vez “mis hombres” estarán a nuestro lado protegiéndonos y Merche y yo podremos reencontrarnos con tranquilidad, mi vida no sé como os lo podremos agradecer, lo que hacéis por nosotras no tiene precio, estaré siempre en deuda contigo mi amor, que suerte tiene ALICIA de tener un hombre como tú a su lado.
Su sonrisa inocente, su mirada mientras me hacia este relato me acabo de poner a mil, empezaba perder los escrúpulos, mis dedos habían dejado a un lado su tanguita y estaban hurgando en su vagina mientras ella hablaba, mientras con la otra mano, acariciaba rítmicamente su nuca, acercándola un poco más a mi polla ya húmeda por los fluidos, sus tetazas por fin liberadas mostraban sus pezones totalmente salidos gruesos en medio de sus magnificas aureolas… sus tetas hacían más evidente su delgadez ahora que su camiseta había caído del todo, dejando a la vista unas enormes tetas en un cuerpecito que dejaba ver sus costillas, ella por su lado justo en la parte que hablaba del pollón de su marido cogió el mío con su pequeña manita, mientras me miraba con su sonrisa boba empezando a acariciarlo lentamente, apenas podía abarcarlo con su manita, medida que se excitaba ella misma rememorando la mamada que le hizo Merche a su marido sus caricias llegaron a mis huevos amasándolos con avaricia, sin poder aguantar más de un pequeño tirón rompí la leve tira de su tanga dejando ya totalmente su coñito expuesto, ella separando levemente sus piernas me dio entrada a su vagina que perforé con dos de mis dedos, que entraron sin problema gracias a su lubricación.
Me levante un momento para buscar otra botella de ron y encender otro porro aprovechando para quitarme discretamente, mis bóxers, quedando mi polla totalmente expuesta a su mirada muy cerca de su cara, ella por su lado se deshizo de su inútil tanguita y su top, al sacárselo por la cabeza, sus tetazas cimbrearon a centímetros de mi polla, que no resistió y se acercó a ellas rozando sus pezones con mi glande mojado, estaba espectacular, su cuerpecito delgadísimo, con esas tetas enormes a mi alcance, no sé cuando tiempo iba a resistir, me senté a su lado nuevamente y ambos apuramos el porro y de nuevo nos servimos unos tragos generosos, continué diciéndole…
- Mi vida ya te he dicho que podéis estar tranquilas, hasta cierto punto jaja, ya sabes cómo es Juan, si eres muy efusiva con Merche cuando os encontréis igual lo ponéis como un toro salvaje y se apunta a la fiesta y también tu sabes que soy un hombre y que te considero una mujer muy atractiva, tu cuerpo delgadito, con esas tetas preciosas con el coñito depilado y ese culito, ya ves no he podido dejar de excitarme cuando me contabas que tu marido te lo follo y como tú también me excitado muchísimo, cuando me contabas como tu marido se follaba, la boquita de Merche, y tú en definitiva ayudabas a tu marido excitándolo aún más cuando llenaba la boca de tu amiga, porque he notado como chorreabas cuando me lo explicabas no lo puedes negar, a pesar de que fue duro estoy convencido de que te gusto verdad ?
En ese momento le introduje cuatro dedos de golpe en su coñito depilado, empezando un movimiento intenso, de penetración…cogiendo su mano y llevándola a mi polla obligándola a masturbarme, mientras ella con cara de extrañeza me miraba con ojos desorbitados, abriéndose más de piernas y mostrándome sus tetas muy cerca que se mecían al ritmo de la paja que la estaba obligando a hacerme, la delgadez extrema de este cuerpecito me estaba volviendo loco y su sonrisa boba me estaba poniendo frenético, intentando ambos aparentar normalidad, ella respondió.
- Es cierto mi vida, tienes razón me cuesta confesarlo porque puedo parecer una puta, pero la verdad es que me excite muchísimo cuando mi marido se follaba la boquita de Merche con su pollón después de la comida de culito que me hizo, estaba muy mojada y la imagen de ellos en esa situación me puso a mil, por eso excite a mi marido mostrándole mis preciosas tetas, porque en realidad yo también quería esa polla para mi, aunque me reventó el culito como hicisteis después Juan y tú os obsesiona mi cuerpecito a los hombres verdad? Sé que os volví locos a ti y a Juan no pudisteis evitar violar este cuerpecito tan pequeño y delgado, con mi coñito depilado mi vientre plano y mis costillas que contrastan con estas tetas enormes verdad que si?
También he pensado en mañana, en cómo puede reaccionar el bruto de Juan cuando vea que dos mujeres como Merche y yo, nos damos el lote, porque no podre evitarlo después de tantos días sin verla, es posible que se ponga como un toro y sé que si el ataca tú no te quedarás atrás, quizá es una forma de que os paguemos la deuda que tenemos con vosotros por vuestra protección, aunque no sé cómo le puede sentar a Merche, después de la experiencia con mi marido que dos hombres la ensarten con las pollas que vosotros tenéis y la violéis sin piedad, es muy inocente seguro que no espera eso. Pero sobre todo mi vida no les digas a nadie lo que te he confesado, me tomarían por una puta especialmente Juan. Tú qué opinas?
Mientras me hacia esta confesión ella no había dejado de amasar mis huevos y seguía masturbando mi polla, de vez en cuando deslizaba un dedo hacia mi culo, mi verga estaba a punto de estallar, yo también no pare de follarla con mis dedos, pero empecé a amasarle sus nalguitas y a meterle mis dedos en su culito, pronto empecé a presionarle la nuca rapada hacia mi polla, su flequillo la cubría por completo y mi estaca ya rozaba sus labios carnosos, Amalia me miraba de nuevo con ojos desorbitados, como no entendiendo que pretendía y negando con la cabeza, pero finalmente mi polla cruzo sus labios y empezó a entrar duro hasta su garganta, sus arcadas generaban mucha saliva que caía sobre mis huevos, sus ojos abiertos como platos no daban crédito….
- Amalia, es normal que disfrutaras viendo como violaban a tu amiga y no te extrañe nada que mañana veas como la violan dos vergas como las nuestras y cuando esto ocurra, tu estarás presente quiero que veas cómo le reviento el culito a tu Novia y no temas, no les diré nada a ALICIA ni a Vero, se que de vez en cuando jugáis y os dais placer y saber que las engañaste con la falsa violación de tu marido quizá acabaría con vuestra amistad y menos a Juan te tomaría por la puta que eres y no dejaría de acosarte con su enorme polla, sabes cómo adora violar tu cuerpecito. Pero querré cobrar por guardar mi secreto.
- Mi vida por favor para no puedo más con tu pollón en mi boca, haré lo que quieras, pero no por favor no les digas lo que te he confesado, me moriría de vergüenza y Juan se vería libre de violarme cuantas veces quisiera, le encanta abusar de mi cuerpecito y mamarme mis tetas enormes y aún recuerdo hace unos días cuando me empalasteis los dos con vuestras pollas, emparedando mi cuerpecito entre vuestros cuerpos enormes, note como se rozaban las dos pollas en mis entrañas, me violasteis brutalmente cabrones.
- Sabes que no podíamos evitarlo, pero mi precio por mi silencio, será tenerte cuando quiera y consentirás que me folle también a tu novia Merche, la estoy deseando ya.
Mi orgasmo era inminente después de follarle la boca, di la vuelta a Amalia y la puse a cuatro patas sobre el sofá…..sabía que iba a reventarle su culito, y se resistía, le cogí las manos y se las puse a la espalda, con lo cual se acentuó su inclinación ofreciéndome sus nalguitas, se la metí de un golpe, gritó, lloró, me maldijo, pero empecé a bombearla duro, no dure apenas nada, mi leche lleno su agujero hasta que rebosó….le di la vuelta y se la puse de nuevo en su boca, la limpio obediente y nos dormimos abrazados en el mismo sofá.
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