Amaia, siguen las perversiones (3)
Amaia, siguen sus aventuras y sus perversiones, en este caso da una lección de como mamar y ve un espectaculo muy excitante
AMAIA, SIGUEN LAS PERVERSIONES(III)
Amaia se levantó de la cama, se despereza estirando los brazos. Recuerda con cariño la tarde anterior con ese trio tan divertido que había tenido con el matrimonio vecino. Se fue al baño, no estaba Julio y todavía no se iba a duchar pero aún así abrió la ventana y mirando la ventana de su vecino de forma inconsciente se llevó la mano a su sexo acariciándose por encima de la ropa. Paró para no excitarse. Luego fue a la terraza a coger el bikini que tenía colgado en el colgador. Estaba con su minúsculo pijama. En la terraza del matrimonio apareció Nuria con una camiseta y un culotte que daba forma a sus nalgas. Las dos mujeres se sonrojaron y se miraron con miradas picaras.
Amaia se fue a su habitación cuando llamaron a la puerta. Igual era Julio ( por una parte le daba miedo esa relación que estaba empezando a tener pero la excitaba tanto que a veces casi tenía orgasmos sin tocarse). Era un chaval jovencito, no le conocía. El al oír la mirilla moverse dijo que le enviaba el padre de Amaia a por unos documentos que si quería que lo llamase para comprobarlo.
A esas horas de la mañana no tenía ganas de complicarse la vida. De todas formas el chico no estaba nada mal así que se alegraría la vista. Abrió la puerta y Javier la sonrió con una tierna sonrisa.
Tu padre me ha pedido que le lleve unos papeles que se dejó esta mañana en la mesa del despacho.
Amaia fue al despacho cuando sonó el teléfono. En toda la casa había varios inalámbricos para poder escucharlos en toda la casa. Levantó el auricular y escuchó:
Buenos días puta, ya se que ayer te tiraste a Nuria y a David ahora vas a obedecer y vas a sorprender al chico que ha venido a tu casa y le vas a hacer una mamada hasta que se corra en tu boca.---- ordenó Julio.
Oye Julio, no niego que me excite obedecerte y sobre todo que me ponga follar contigo pero a veces creo que me tratas como una guarra y solo me quieres usar.
A ver Amaia, que te quede claro que me gustas mucho como mujer y como persona, pero tu sabes que una relación estable por la edad es imposible. Si quieres que solo follemos y ser mi sumisa que para mi es tener un tesoro como tu entonces sal y obedece y si no quedaremos como amigos sin follar.
Amaia recogió los papeles y salió. Pensaba obedecer. Cuando llegó donde el chico le acercó los papeles hasta dárselos con sus labios separados unos centímetros solamente. Ella dejó caer los papeles y se agachó para recogerlos. De esa forma ya estaba en la postura que quería. Le miró a los ojos. Se introdujo el dedo índice en la boca, lo chupó como si estuviera mamando una polla. El miembro del chico se fue poniendo muy duro entre verla chupando el dedo y el escote de la chica.
Amaia cogió la cremallera del chico, la fue bajando tan lento que el sonido del metal descender insinuaba una pronta liberación del falo. Luego soltó el cinturón, miraba de hito en hito al chico jugando con la lengua calentándole con su mirada. Javier se estaba poniendo muy cachondo. Amaia bajó los pantalones con las dos manos hasta los tobillos.
Después con la lengua dibujó la polla por encima del algodón del bóxer. La polla apuntaba a la derecha completamente tiesa y dura. Metió la mano bajo la tela por la parte inferior, rozó con la mano los testículos, jugó con ellos. Seguidamente fue subiendo con la mano hasta la base del capullo. El chico estaba circuncidado. Ahora con la lengua recorrió mojando la cintura por encima de la goma del bóxer de un lado al otro. El chico ahora gemía suavemente de placer.
Sin avisar bajó los bóxers hasta el suelo. Al hacerlo había visto como Julio abría la puerta y salía. Estaba desnudo con una gran erección. Ella con la mano fue acariciando la polla pero sin llegar a tocar el glande. Ahora rozaba el glande con el dedo, con el liquido preseminal fue humedeciendo toda la piel del capullo para a continuación meterlo en la boca. Lo fue saboreando muy lentamente.
Dejando que la verga fuera invadiendo su boca. Se la metió ahora toda en la boca y empezó a mamarla como si le fuera la vida en ella. El ahora la follaba la boca sujetándola del pelo. Julio estaba justo detrás del chico acercándose con su miembro completamente duro. Cuando el capullo de Julio rozó las nalgas de Javier, éste se giró. Al verle sonrió. Amaia observó la escena, por una parte le sorprendió la sonrisa pero por otra estaba tan sumamente excitada que siguió a lo suyo.
Mamaba la polla desde la base hasta la punta. Cada dos o tres mamadas se metía los huevos en la boca. Cuando llegaba a la punta a veces jugaba con el frenillo y otras succionaba en la uretra y jugaba con ese pequeño agujerito. Se metió el pene y lo sujetó con los labios. Julio aprovechó para penetrar a Javier, lo hizo con dificultad porque no se había puesto lubricante pero entró de una vez.
Cogiendo a Javier de las caderas follaba su culo con suavidad y profundidad. Su inercia hacía que el chico penetrara la boca de Amaia al mismo ritmo. Julio al final era el que marcaba el ritmo de todo. Se estaba follando el culo del chico que a su vez follaba la boca de la sumisa.
Javier no te corras hasta que yo lo ordene, nos correremos los dos en la boca de Amaia. A que está tan buena como te dije?
Julio tienes razón que está tremenda. La mama de lujo me parece que jugar con vosotros me va a encantar.
Amaia no se lo podía creer. Julio había propiciado todo. Estaba sorprendida, cuanto más la humillaba más la excitaba porque al final sabía que él la quería y respetaba. Javier sabía que no iba a poder aguantar más. Amaia lo vió y como Julio quería disfrutar más del culo del chico se puso de pies y fue besando a Javier y a Julio alternativamente. Con la mano sujetaba la polla y la masturbaba muy lentamente para no bajar la dureza y se colocaba la polla horizontal bajo su coño rozándola con sus labios vaginales. Julio estaba preparado. Sacó su miembro del ano del joven muy lentamente. Se quitó el preservativo. Cogió a Amaia del pelo y la hizo arrodillarse. Luego besó a Javier. Amaia miraba y no se podía creer pero ver a su vecino y a ese joven besarse la puso cachondisima. Se llevó la mano a su coño y se masturbó con furia a la vez que con la boca mamó las dos pollas alternativamente. Primero Javier no pudo más y eyaculó, el primer chorro la dio en la nariz pero para no perder ninguno más se metió la polla en la boca haciendo tope con la lengua y el joven descargó todo en ella. Luego Julio que acariciaba los pezones del chico se corrió completamente en la boca de Amaia.
Amaia se había corrido en el momento de recibir el último chorro de su Amo. Su cara era un poema. El semen le caía por la piel que rodeaba la boca a la vez que se la mostraba en su boca a los dos hombres. Ahora se la tragó. Se levantó y se besó con los dos hombres. Luego Julio le presentó al chico y la dijo que salvo que recibiera otro tipo de orden debería aceptar follar con Javier cuando el joven quisiera.
Preparados para las siguientes perversiones y aventuras de Amaia.
Continuará………………..
Este relato es imaginario pero si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a: