Amaia (7)
AMAIA acompaña a su tutora a recoger una maquina vibradora y acaba follando por tres hombres y una mujer, te lo vas pasar de vicio
AMAIA(VII) SEXO Y TECNOLOGIA
Amaia se vistió con ropa cómoda. Había quedado con Vicki, tenía que acompañarla a por una máquina pero ella no sabía nada. Se montó en el coche y como siempre abrió las piernas. Siempre que se sentaba delante de algún Dominante de su grupo tenía que estar así. Condujeron hasta un taller situado en un polígono industrial. Aparcaron y entraron al taller.
Allí les recibió el dueño del taller. Un hombre en la cuarentena. Les condujo hacia un lado del taller. Allí en una mesa estaba la máquina. Ordenó a dos operarios que trajeran una mesa. La pusieron justo al lado de la máquina.
Venga zorra, desnúdate y ponte encima de la mesa. Me vas a demostrar como follas.
Amaia obedeció. Se desprendió de la camiseta deportiva blanca, luego de la falda larga morada que llevaba. Por último se sacó el tanga. Se puso tumbado boca arriba en la mesa. Los operarios la situaron en las medidas justas para ser penetrada sin dificultad pero que el vibrador con el émbolo no la dañase. Pusieron en marcha la máquina con la velocidad mínima. El vibrador fue hacia delante un palmo de forma suave penetrando a la chica. Luego comenzó con un movimiento de mete saca muy suavemente.
Vió como en el piso superior una mujer de unos 30 años morena de pelo largo se llevaba la mano a su sexo por encima de la ropa a la vez que con la otra se acariciaba los pechos . Descendió por las escaleras. El Jefe del taller se acercó a ella besándola con pasión, sus labios jugaban con los de ella. Las manos fueron soltando botón a botón muy lentamente. Luego soltó sus pantalones. Uno de los operarios vino por detrás y la quitó los pantalones para bajarla las braguitas.
La condujeron a la máquina y la mujer se puso a horcajadas sobre la boca de Amaia, Se rozaba contra la boca de Amaia que lamía como podía. El jefe le suministró a la mujer un vibrador magic con una potencia de vibración muy grande. En cuanto al magic rozó el clítoris de la chica los gemidos se convirtieron en auténticos aullidos de placer que además pedían más y más. La velocidad del vibrador aumentó y también la de la máquina.
A Amaia ya hasta le temblaban las piernas. Había tenido un orgasmo pero quería más. A su lado Vicki estaba montando al jefe del taller. Los operarios se acercaron a Amaia y la obligaron a cogerles las pollas. Las cogió las dos y las mamaba alternativamente poco a poco. Mamó y masturbó las pollas muy lentamente.
Pararon la máquina. Uno de los operarios cogió sin miramientos las piernas de Amaia, las abrió y la penetró de un solo golpe. La follaba con tantas ganas como si nunca hubiera follado. La chica no paraba de gemir y de disfrutar. Estaba casi en un estado de orgasmo continuo con El chaval follandola a saco y la mujer con el gran vibrador puesto en su clítoris.
El otro operario también quería follar así que cogió a la mujer, o sea, a su jefa, la puso contra la mesa y se la metió. Los tres hombres estaban cada uno follandose a una mujer.
Bueno caballeros centrémonos que la protagonista es Amaia. Ahora zorra ponte de pies y ven aquí.
Colocaron al jefe en el suelo tumbado boca arriba. Tenia un pene de un tamaño considerable. El tamaño era como el de un vaso de tubo. Amaia se fue sentando encima. Con la presión al sentarse fue liberando el prepucio hasta que el capullo quedó completamente liberado. Amaia comenzó a mostrar sus habilidades, las que Vicki le había enseñado.
Amaia con sus muslos apretaba la pelvis apretando más la verga que la estaba traspasando. Ahora uno de los operarios se situó tras ella. De rodillas la inclinó hacia delante. Con la lengua fue lamiendo poco a poco la raja del culo hasta llegar a su agujerito trasero. Lamió ese culito estrellado hasta abrirlo poco a poco. Metió su lengua dentro mojándolo con su saliva y preparándolo para ser penetrado.
Se levantó y sin miramientos se la introdujo en el culito. Debido a sus últimas actividades sexuales no supuso demasiada dificultad. La estaba penetrando lentamente con suavidad pero con fuerza. A su lado Vicki y la mujer se amaban besándose con pasión y dulzura más que sexo desenfrenado era un amor suave y dulce.
El segundo trabajador se acercó a las dos mujeres, se tumbó detrás de su jefa. Acerco su miembro viril a sus muslos y se masturbó con ellos. Abrió sus piernas. Entre ellas Vicki rozaba su muslo con el clítoris de la mujer. El joven aprovechó para penetrarla por el coño desde esa posición. La mordisqueaba la oreja y besaba su cuello. Luego se besaba con Vicki teniendo a la mujer como si fuera un bocadillo.
La follaba una y otra vez, con más fuerza y vigor. Estaba sumamente cachondo por los gemidos de Amaia que había entrado en un estado de orgasmo continuo debido a su cabalgada sobre el jefe del taller y a las jóvenes acometidas del operario que no pudo resistirse más y eyaculó dentro de ella. Ahora que estaba con un agujero vacio el otro operario vino y ocupó su lugar. La volvía a penetrar por el culo. El segundo chico, el que se había corrido en el culo de Amaia ahora estaba recibiendo una buena mamada de las otras dos mujeres que se la volvieron a poner dura y la sodomizó a su jefa. Vicki riéndose le dijo que ya veía lo que le gustaba dar por culo jajajaa. Cuando el chico con sus gemidos avisaba de su pronta corrida. Vicki le apretó los huevos para cortarle el rollo. En el otro lado Amaia en el momento de caer sobre la verga del jefe de taller recibió los chorros del hombre en su coño. El joven que estaba pegado en su culo también se corrió. El tercer hombre la folló la boca eyaculando en su boca. Las dos mujeres ahora separaron a los tres hombres y agarrando del pelo a la sumisa la fueron orinando las dos en la cara y el cuerpo.
Uno de los jóvenes la llevó a la ducha para que se lavase bien ya que tenía los muslos llenos de semen, la boca también y el pelo pegado por la orina. Ella se lavó, había pasado por otra sesión de sexo, vicio y morbo.
Este relato es imaginario pero si queréis podéis escribirme(sobre todo mujeres, por favor hacerlo) a: