Amaia 2

Siguen las perversiones de Amaia

AMAIA(II)

Amanece un nuevo día. Amaia se despereza en la cama, el día que se entregó a Julio parecía algo irreal. Pensaba que no era real. Se levantó, estiró los brazos y caminó hacia la cocina. Iba vestida con un minipijama de short y camiseta en tonos rosas con dibujos de ositos. El pantalón se le metía por las nalgas marcándoselas como dos globos duros y de un tamaño espectacular.

Salió a la terraza a coger un brick de leche. Desde la terraza del piso contiguo una mujer cercana a los cuarenta se fijó en ella. Admiraba ese culito suavemente cubierto por el algodón rosa del pijama. A Amaia esa mujer también le gustaba. Sobre todo cuando salía también a la terraza con minúsculos shorts y con culottes los cuales asimismo se le marcaban. Cuando colgaba los tangas en el colgador Amaia no se podía resistir a sentarse haciendo que leía y luego iba al baño a masturbarse como una loca.

Lo que no sabía es que esa noche acabaría en la cama con esa mujer y su marido. Amaia se hizo el desayuno, luego fregó los cacharros. Tenía vacaciones, sus padres estaban trabajando así que tenía la casa para ella sola. Fue al cuarto, eligió un bikini amarillo que escondía lo justo su anatomía y fue al baño a ducharse. De repente, el teléfono de casa sonó. Quien demonios sería a éstas horas. Cogió y al otro lado escuchó.

Buenos días puta, espero que hayas dormido bien. A partir de hoy como tu dijiste serás mi sumisa, lo puedes romper en cualquier momento. No sé si te habrás duchado pero si no lo has hecho debes saber que a partir de hoy cuando te duches debes hacerlo con la ventana del baño abierta.

Amaia pensó que Julio estaba loco o que todo eso podía ser peligroso pero le conocía muy bien y sabía que para ser su Amo era la persona más adecuada. Fue al baño. Abrió la ventana y allí estaba él. La ventana del baño se correspondía con la del baño de la otra vivienda. Ella desde donde estaba se sacó la camiseta, luego el pantalón del pijama. Se metió en la bañera y cogió la esponja. Vertió un poco de gel en la esponja. Con ella fue dibujando su cuerpo llenándolo de espuma. En la ventana Julio la miraba a la vez que se desnudaba y se mostraba sin ropa ante la joven.

Amaia estaba sumamente cachonda. Pensaba que era un verano que iba a disfrutar cuando sonó la puerta de la calle. Alguien llamaba de forma insistente. Se puso una toalla por el cuerpo y salió a abrir. Era la vecina. Abrió la puerta, la vecina la decía nerviosa que si se había dejado algo al fuego que salía humo de la cocina. ¡Mierda! Se había dejado la comida al fuego. Dejó a la vecina en la puerta y salió corriendo a apagar la cocina. No se dio cuenta que tenía la toalla al cuerpo y ésta se cayó al suelo camino de la cocina.

Corría desnuda dando la espalda a la vecina que en la puerta abría los ojos como platos. Nuria que así se llamaba entró sin que la invitasen y cerró la puerta. Fue caminando hacia la cocina, recogió la toalla, se presentó al lado de Amaia que al verla con la toalla se dio cuenta que estaba completamente desnuda. Las dos mujeres frente a frente. Cada vez más cerca. En silencio, las dos se deseaban pero sabían que la otra no lo sabía. Pero sus labios en lugar de abrirse para hablar se abrieron para comenzar una danza de fuego con los labios de la otra.

Amaia fue arrinconada contra la mesa. Ella fue quitando la ropa a Nuria. Primero la levantó la camiseta y luego bajó sus leggings. Por último soltó el tanga de la mujer dejándola desnuda. Nuria la levantó y sentó sobre la mesa. Amaia abrió las piernas ofreciendo su coñito rasurado a su vecina. La mujer recogió las primeras humedades de su joven amiga y se las ofreció fundiéndose en un suave beso.

Amaia la condujo a su vecina a su habitación. Entraron. Nuria la derribó en la cama. Se besaron y acariciaron. Cada una buscó el sexo de la otra hasta que estallaron en un gran orgasmo que las dejó rendidas. Amaia se levantó y despertó a Nuria mientras se vestía.

Nunca había hecho esto. No se como ha pasado. Solo había hecho algo con mi mejor amiga pero no así --- dijo Amaia.

Yo ya lo he probado un par de veces pero con otras parejas---- Respondió Nuria.

Nuria le propuso follar con su marido y ella. Amaia se lo pensó. Julio no sabía si lo iba a aprobar. Amaia cogió el móvil y fue a la habitación de al lado y llamó a Julio y se lo contó. Julio estuvo de acuerdo. La dijo que ella podía decidir por su cuenta que solo tenía la obligación de contárselo después. Fue donde Nuria que ya se había vestido. Salieron de casa en dirección a casa de su vecina.

Quedaba poco para que llegase David el marido de Nuria. Se desnudaron y metieron en la cama con el portátil para hacer tiempo. Al de un rato no aguantaban más y se comenzaron a besar. Nuria llevaba la voz cantante. Poco a poco la pasión fue aumentando cada vez más. Estaban distraídas cuando sonó la puerta.

David entró y las pilló a las dos en la cama follando. Nuria tenía puesto un arnés y se follaba a la joven que estaba a cuatro patas. Las dos mirando hacia la puerta. David no se resistió. Se desnudó. Acercó su polla a la boca de Amaia que la acogió con deseo. Primero dio los primeros lametones con suavidad para luego mamarla de forma salvaje hasta que David empezó a follarla la boca. Cada vez la follaba más a saco hasta que sintió que si no paraba eyaculaba.

Amaia se salió del arnés y tumbó a David en la cama montándose a horcajadas sobre él. No necesitó nada para comenzar a cabalgarlo. Estaba completamente desatada. Gemía, jadeaba y a veces casi hasta chillaba de placer. Lo estaba más que follando casi exprimiéndole. Nuria no lo dudó y la embistió con el arnés penetrándola por el culo como una loca.

Las dos mujeres estaban sumamente cachondas. David le dio a su mujer un huevo vaginal que se metió en el coño. El mando lo tenía ahora David en la mano. Nuria se follaba el culo de Amaia más fuerte cuando David accionaba el huevo hasta estallar en un grandísimo orgasmo. Le sacó el arnés a Amaia. Se lo quitó y se tumbó completamente abierta de piernas. Amaia lamía primero con cuidado como si temiera lastimarla y luego con total pasión. Nuria tenía el huevo metido. Cogió otro que tenía algo más grande y se lo dio a David que lo introdujo en la vagina de la joven.

Ahora David la penetró analmente sin ni siquiera tener que dilatarla ya que la chica estaba completamente abierta por el arnés de de Nuria. La sodomizaba con una fuerza brutal, la cogía de las caderas para luego alternar movimientos suaves llenándola entera con su verga. Con el mando Nuria hacía que Amaia fuera enlazando orgasmos lo mismo que Nuria con la lengua de la joven.

David se inclinó hacia delante tensándose hasta correrse en el culo de la chica. El semen cuando Amaia se levantó ya comenzaba a salir de su culo. David la tumbó sobre la cama y Nuria y él lo lamieron hasta dejar el culo de la chica limpio y hacer que la chica rematase la tarde en un largo orgasmo que la dejó absolutamente relajada.

Continuará…………………………..

Este relato es imaginario, si queréis podéis escribirme a:

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