Alto voltaje

Aitor acude un día a un club liberal donde ha quedado con unos amigos. Ellos cancelan la cita pero allí se encuentra con una compañera de trabajo y su marido. A ella la come todo mientras el marido lo folla. Luego en el trabajo la folla iniciando una relación que durará.

ALTO VOLTAJE

Aitor había decidido ir a un club para encontrarse con unos amigos y que surgiera lo que debiera surgir. Justo cuando iba a entrar al club recibió una llamada de ellos. Tenían que cancelar la cita. Tenía entonces dos opciones: 1) entrar solo. Era viernes y los viernes permitían que fueran los chicos solos y 2) marcharse a casa y volver otro día con sus amigos.

Con el calentón que llevaba decidió escoger la primera opción. Abrió la puerta y entró, pagó la entrada y se dirigió al bar donde pidió una copa. Se apoyó en la barra mientras observaba el panorama. No vio que al otro lado de la barra estaba Nuria. Era una compañera de trabajo. La chica le vió. Ella estaba con su chico, cuando iban a los clubes, a veces, funcionaban como pareja y otras, cada uno, se buscaba sus planes, pero su plan preferido era que uno de los dos le entrase a alguien, liarse con él o ella y cuando estuviera, follando o jugando el otro que había estado mirando incluso masturbándose o acariciándose solo, o en compañía, se uniera y follase Nuria y su chico o todos juntos.

Nuria dudaba, Aitor le excitaba, sobre todo al verle en ese club. En el día a día en el trabajo no había pensado nada sexualmente con él, pero ahora verle allí y saber que compartía lugar y tiempo con él le puso mucho. Se acercó y le tocó en el brazo. A Aitor cuando se giró, casi se le cae la copa. Era una compañera de trabajo. La verdad nunca había pensado en nada sexual con ella de forma realista, aunque alguna vez si había imaginado en como sobarle el culo incluso en follarselo. Tenía un culo aparentemente duro por el ejercicio y respingón, aunque no fuera perfecto.

Se pusieron a hablar de lo que hacían allí y con la confianza se confesaron lo que les gustaba y lo que no. El confesó que llegado el caso era bisexual y que podía follar tanto con hombres como mujeres. Ella entonces se acercó y lo besó. Él soltó la copa y se dejó conducir donde ella le llevaba. Fueron a una habitación grande con muchos colchones, mucha gente y poca luz. Se fueron besando, primero lentamente y luego cada vez más apasionadamente. En un momento en que él mordía su cuello, Nuria con la mano le hizo un gesto a su pareja que el chico aceptaría jugar con los dos llegado el caso.

Nuria con la mano le tocó el paquete, fue como un interruptor. La temperatura fue subiendo más y más. Se fueron quitando la ropa hasta quedarse completamente desnudos. Ahora arrodillados sobre el colchón uno frente a la otra. Ella con suavidad iba acariciando la polla del chico haciendo que fuera teniendo una gran erección. Se besaban apasionadamente, él fue bajando hasta sus pechos, los lamió, adoró, incluso mordió hasta estrujarlos completamente.

Siguió bajando a la vez que ella se tumbaba boca arriba. La lengua de Aitor llegó al ombligo. Por la mente del chico pasaba la imagen de ella en el trabajo con esa falda que siempre le había despertado la curiosidad de cómo sería el culo desnudo ya que vestido y por sus andares parecía poderoso. Con la lengua llegó a su coño. Pasó por los lados del clítoris y luego subió y bajó por las ingles y los muslos hasta con la lengua simular que la penetraba. Ella se mordía el dedo índice mientras Aitor despreocupado estaba a cuatro patas. El marido de Nuria se colocó el condón y se acercó por detrás de Aitor y cuando apoyó el extremo de la polla en el culo de Aitor éste se giró y en lugar de escandalizarse o negarse le dijo con todo el entusiasmo:

Dále, métela.

El hombre empujó, con la primera entró un poco, pero salió. A la segunda le cogió de las dos caderas y empujó hasta meterla entera. Cuando estaba toda dentro comenzó a follarlo mientras Aitor le comía el coño a Nuria, alternaba lametones en muslos, clítoris y vulva con caricias al clítoris. Javi, el marido de Nuria masturbaba a Aitor. Lo fue follando más intenso y acelerado hasta que no pudo más y sacándola se corrió. Con la excitación le masturbó más rápido hasta que también eyaculó. Ahora faltaba Nuria.

Se quedaron los tres abrazados en la colchoneta, se empezaban a dar pequeños besos y caricias tras haber pasado los dos chicos por el baño para limpiarse. Ella seguía a tope y ellos empezaron a recuperar el resuello. Javi tumbado boca arriba ya estaba completamente erecto y ella deseando guerra así que se puso encima y lo fue cabalgando con la mano ella acariciaba la polla de Aitor. Este se levantó y poniéndose de pies se la metió en la boca y la iba follando la boca a la vez que Nuria botaba sobre Javi.

Desde ese punto de vista Aitor veía el culo de Nuria, esa incógnita que ahora había descubierto y que le daba muchísimo morbo. Nuria le adivinó lo que pensaba y le dijo que lo hiciera. Casi por sorpresa Aitor se puso de rodillas y abriendo las nalgas de la chica la penetró. Se había untado bien de lubricante en la polla y como no la tenía demasiado gorda no tuvo demasiadas dificultades y se acompasó al ritmo de la pareja.

Nuria no pudo aguantarse más y se corrió sin remisión. Los dos chicos tampoco tuvieron muchas dificultades en terminar. Luego los tres fueron a los vestuarios a lavarse y ducharse. Luego en el bar estuvieron en tertulia un buen rato. Tanto Nuria como Aitor eran conscientes que la tensión sexual en el trabajo entre ellos iba a crecer exponencialmente y que probablemente muchas veces iban a jugar y Javi les dijo que lo hicieran y que se lo contasen. Los otros dos rieron.

Y efectivamente, lo que todos temían sucedió. Un día tuvieron que subir archivadores al archivo. Estaba en una habitación apartada y subieron. Dejaron los archivos en las baldas y Nuria que estaba a su espalda le tocó el culo apretándole las nalgas. Fue como dar al interruptor. Él se giró y la besó, con el impuso ella puso su espalda contra la pared. El la besaba apasionadamente. Colocó su muslo entre sus piernas y ella aprovechaba para rozarse. Entonces la puso contra una balda y desde atrás la besaba en el cuello y con su mano buscaba sus braguitas y allí introdujo la mano bajo ellas para masturbarla. Lo fue haciendo. Ella se iba poniendo más y más caliente pero no tenían mucho tiempo. El chico solía llevar unos condones. Nuria no se aguantaba y le pidió que la follase. Entonces salieron a otra habitación. Él la puso con el pecho apoyándose en la mesa, no tenían mucho tiempo. Se sacó junto la polla, colocó el condón, retiró el tanga y la penetró. Se la fue follando poco a poco pero cada vez más duro hasta que no se aguantó más y se la metió en el culo cuando más acelerado iba. Con la mano la masturbaba, Luego ella se masturbaba y él iba apretándole los pechos y embistiéndola hasta que no pudo más y se corrió con una separación de pocos segundos con el orgasmo de Nuria. Aitor se la sacó y cuando bajaron del archivo fue al baño a limpiarse. Ella se ajustó la ropa, colocó el tanga en su sitio a la vez que le miraba con cara traviesa. A partir de ese día, se repitieron varias veces esos polvos. A veces al mediodía, en las pausas de la comida y otras como hoy cuando tenían que mover archivos u otras cosas.

Este es un relato imaginario, pero me gustaría conocer vuestras opiniones en:

Picante100@hotmail.com